Viernes, 19 de octubre de 2007
Mensaje que ha enviado Benedicto XVI a Su Beatitud Daniel, nuevo patriarca de la Iglesia ortodoxa rumana.


A Su Beatitud
DANIEL
Arzobispo de Bucarest
Patriarca de la Iglesia ortodoxa rumana

Con gran alegr?a y con sentimientos de comuni?n fraterna he sabido de su elecci?n a la sede patriarcal de la Iglesia ortodoxa de Ruman?a, sucediendo as? a nuestro venerable hermano en Cristo Su Beatitud Teoctist.

Al comenzar su nueva misi?n, me uno muy particularmente a usted, Beatitud, as? como al Santo S?nodo del Patriarcado rumano, a todo el clero y a los fieles, que lo reciben con alegr?a a usted, el nuevo pastor llamado a guiar a la Iglesia ortodoxa rumana. Pido al Esp?ritu Santo que lo sostenga en este arduo cargo. Que ayude a la Iglesia ortodoxa rumana en su desarrollo, para que afronte, con vitalidad renovada, los cambios y la reorganizaci?n material y espiritual necesarios en el per?odo que vivimos, despu?s de las dificultades experimentadas durante el pasado reciente, en el que exist?an numerosas limitaciones a la libertad y a veces persecuciones manifiestas.

Que el Se?or lo acompa?e para que su Iglesia responda a las expectativas del pueblo rumano y le d? cada vez m?s la esperanza que necesita para avanzar por el camino de la vida y para transmitir a las generaciones j?venes los valores morales y espirituales fundamentales, a fin de afrontar las diferentes corrientes ideol?gicas que hoy atraen a muchos de nuestros contempor?neos.

En esta bendita ocasi?n, en la que me uno espiritualmente a usted, le deseo, Beatitud, un servicio pastoral fecundo, iluminado por la luz de Cristo y fortalecido por el poder del Esp?ritu Santo. ?C?mo no recordar el encuentro solemne entre mi predecesor, de venerada memoria, y Su Beatitud Teoctist y los miembros del Santo S?nodo en Bucarest, en el palacio patriarcal, el 8 de mayo de 1999? Esa primera visita de un Papa a un pa?s donde la Iglesia ortodoxa es mayoritaria abre un camino de esperanza, que es necesario proseguir con el fin de llegar a la unidad plena. Hago m?as hoy las palabras que pronunci? el Papa Juan Pablo II en esa circunstancia: "Sepa, Beatitud, que los cat?licos acompa?an a sus hermanos ortodoxos mediante su oraci?n y su disponibilidad a cualquier forma de colaboraci?n. Todos estamos llamados a anunciar juntos el ?nico Evangelio, con amor y estima rec?proca" (Discurso durante el encuentro con el Patriarca y los miembros del Santo S?nodo, 8 de mayo de 1999, n. 2: L'Osservatore Romano, edici?n en lengua espa?ola, 14 de mayo de 1999, p. 10). El esp?ritu que animaba estas palabras y el compromiso que proclamaban siguen teniendo actualidad para m? mismo y para la Iglesia cat?lica, al subrayar que es muy necesario intensificar los v?nculos que nos unen, para el bien de la Iglesia.

De igual modo, nuestras relaciones deben reforzarse para responder a las necesidades actuales en Europa y en el mundo, tanto en el ?mbito religioso como en el social. Un testimonio com?n de los cristianos es cada vez m?s necesario para responder a nuestra vocaci?n com?n y a las urgencias de nuestro tiempo. Quiero tambi?n reafirmarle cu?nto aprecio el compromiso que la Iglesia ortodoxa rumana siempre ha manifestado en el seno de la Comisi?n mixta internacional para el di?logo teol?gico, mediante una participaci?n activa y positiva de sus delegados. Estoy seguro de que quiere proseguir e intensificar el di?logo entre ortodoxos y cat?licos durante nuevas fases del di?logo, con el que nos preparamos a abordar cuestiones cruciales para nuestras relaciones.

Con paciencia, caridad rec?proca y esperanza, tambi?n deberemos resolver cuestiones sin duda menores, pero que, en el ?mbito local, a?n constituyen un obst?culo para la comuni?n fraterna entre cat?licos y ortodoxos, puesto que los cristianos muy a menudo conviven sin buscar siempre los v?nculos diarios que podr?an ser particularmente valiosos para las relaciones entre cat?licos y ortodoxos.

Desde esta perspectiva, todos deber?an recordar que, en la v?spera de su pasi?n y de su muerte redentora, Jes?s dijo a sus disc?pulos: "Os doy un mandamiento nuevo: que os am?is los unos a los otros. Que, como yo os he amado, as? os am?is tambi?n vosotros los unos a los otros" (Jn 13, 34). El mandamiento del Se?or debe llevarnos sin cesar a todos hacia nuevas relaciones, pr?logo de la unidad plena.

Con estos sentimientos de alegr?a sincera y con la certeza de un compromiso com?n al servicio de la unidad de la Iglesia, le expreso mis m?s cordiales felicitaciones y le reafirmo mi afecto en el Se?or Jesucristo, orando por usted, por los pastores y por todos los fieles de la Iglesia ortodoxa de Ruman?a.

Castelgandolfo, 27 de septiembre de 2007

[Traducci?n distribuida por la Santa Sede
? Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]
Publicado por verdenaranja @ 23:36  | Habla el Papa
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