Domingo, 21 de octubre de 2007
Comentario a las lecturas del Domingo 29 del Tiempo Ordinario - C, publicado en el Diario de Avisos el domingo 21 de Octubre de 2007.

Orar es cosa de
enamorados


DANIEL PADILLA


En el evangelio de hoy, Jes?s aparece tratando de explicar que
"debemos orar siempre". Miren: a los que solemos hablar de "oraci?n", nos ocurre una cosa. Que queremos construir la casa, empezando por el tejado. Continuamente hablamos a nuestros oyentes sobre la necesidad y lo beneficioso de la oraci?n. Les proporcionamos para ello definiciones de la misma y las cualidades que tiene que tener. Completamos nuestros argumentos dici?ndoles que "Jes?s oraba". Y a?adimos, adem?s que nos ense?? un modelo de oraci?n: el "Padre nuestro".

Pero cada vez estoy m?s convencido de que lo importante no es disertar atinadamente sobre la oraci?n y escribir tratados sobre ella. Sino presentar con todo atractivo la figura de Jes?s. Es decir, exponer "el Dios de Jes?s" con tal colorido, con tal verdad, que las gentes, mis oyentes, se enamoren de ?l.

Porque, convenz?monos, la oraci?n es "cosa de enamorados". A un enamorado no hace falta animarle para que "se manifieste y comunique" con su amada, para que le cuente sus alegr?as y sus penas, sus temores y sus sue?os. Pues, eso: la oraci?n es la manifestaci?n espont?nea, fluvial e incontenida de alguien que se ha enamorado de Alguien. Y, como una necesidad imperiosa, y de todas las maneras habidas y por haber, le expresa lo que siente y le cuenta lo que lleva dentro.

Alabanza. Y lo que lleva dentro, unas veces ser? deseos de "alabar". S?, amigos, alabaremos a Dios "por su inmensa grandeza", "por su bondad", qu? s? yo. La oraci?n de alabanza es el piropo que se le escapa a la criatura ante las obras del Creador. ?C?mo poder contener nuestra admiraci?n ante ese Dios que "mil gracias derramando, pas? por estos sotos con presura, y y?ndolos mirando, con s?lo su figura, vestidos los dej? de su hermosura"? ?C?mo no decir a cada paso a Jes?s: "?Dichoso el vientre que te llev?!"?

Gratitud. Otras veces, saldr? de nosotros el agradecimiento. / "?Qu? tienes t? que no hayas recibido?", dec?a San Pablo. Y lo tengo que decir yo. Pues, aunque la vida muchas veces se me llene de sombras, la verdad es que son tantos los beneficios recibidos, tantos los talentos otorgados, las loter?as de nuestro diario vivir, que "es justo y necesario que en todo tiempo y lugar te demos gracias, Se?or".

Perd?n. Tambi?n brotar? de nosotros la necesidad de pedir perd?n y disculpas. Por las torpezas cometidas, por los olvidos y por las traiciones. ?Qu? enamorado, m?nimamente sensible, no dice a cada paso a su amada: "Perd?name, por favor"? ?Qu? cristiano, por muy inconsciente que sea, no cae en la cuenta de su "falta de correspondencia a la gracia" y consiguientemente de su necesidad de rezar: "por mi culpa, por mi gran culpa"? Dec?a el poeta: "?Tengo tanto incienso, tanto, que quemar...!".

Petici?n. Y surgir? tambi?n en nosotros la urgencia de "pedir". No s?lo porque Jes?s lo dijo: "Pidan y recibir?n". Es que, adem?s, si he ca?do en la cuenta de "qui?n es el Dios de Jes?s" y he ca?do igualmente en la cuenta de las muchas limitaciones que yo tengo, "pedir" ser?a un ejercicio habitual. Nace de la confianza. Por eso los ni?os, sabios siempre, se suben a los brazos de sus padres y pi-den..., piden... A?n sabiendo que sus padres, muchas veces, no les van a dar lo que piden o les van a dar otras cosas que no piden.

Concluyendo. Jes?s quer?a convencernos de que "debemos orar siempre, sin desanimarnos". Y nos cont? la historia de un juez que, a pesar de ser malo, hizo justicia a quien se lo ped?a.

Amigos: si yo consigo "enamorarme de Jes?s" y descubrir que "el Dios que hay en El" no es un juez malo, sino un "Padre", el verdadero Padre, la oraci?n emanar? de m? mismo siempre, "en todo tiempo y lugar".

"Orar, entonces, es cosa de enamorados".
Publicado por verdenaranja @ 21:00  | Espiritualidad
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