El obispo de Tehuac?n y responsable de la dimensi?n de la familia en la Conferencia del Episcopado Mexicano, monse?or Rodrigo Aguilar Mart?nez, ha escrito un mensaje con motivo de la Jornada Mundial de la Misiones que se lleva a cado el domingo 21 de octubre.
Cristo nos env?a a todos
El pr?ximo domingo 21 de octubre celebraremos la Jornada Mundial de las Misiones, que el Papa Benedicto XVI nos ha invitado a vivir bajo el lema "Todas las Iglesias para todo el mundo".
Ahora bien, en medio del pluralismo religioso actual; igualmente en el anhelo que buscamos de que haya una aut?ntica libertad religiosa ?tiene sentido celebrar un Domingo de las Misiones, incluso a nivel mundial? ?No ser? una celebraci?n fuera de lugar, fuera de ?poca?
Vayamos por pasos, aunque sea mencionados brevemente.
El Documento de Aparecida nos dice que "conocer a Jes?s es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo." (DA 29).
"En el encuentro con Cristo queremos expresar la alegr?a de ser disc?pulos del Se?or y de haber sido enviados con el tesoro del Evangelio. Ser cristiano no es una carga sino un don: Dios Padre nos ha bendecido en Jesucristo su Hijo, Salvador del mundo." (DA 28).
Si de verdad nos convencen estas palabras del Documento de Aparecida; si de verdad asumimos que Cristo Jes?s es el mejor regalo para nosotros y es un gozo compartirlo a los dem?s, el ser disc?pulos de Jes?s nos lanza inmediatamente a ser misioneros.
"La alegr?a que hemos recibido en el encuentro con Jesucristo, a quien reconocemos como el Hijo de Dios encarnado y redentor, deseamos que llegue a todos... La alegr?a del disc?pulo es ant?doto frente a un mundo atemorizado por el futuro y agobiado por la violencia y el odio." (DA 29).
El aut?ntico disc?pulo de Jes?s no puede callar, sino que se siente impulsado a que los dem?s tambi?n reciban, conozcan, celebren y sigan a Cristo Jes?s.
"?Necesitamos salir al encuentro de las personas, las familias, las comunidades y los pueblos para comunicarles y compartir el don del encuentro con Cristo, que ha llenado nuestras vidas de ?sentido?, de verdad y de amor, de alegr?a y de esperanza!... urge acudir en todas las direcciones para proclamar que el mal y la muerte no tienen la ?ltima palabra, que el amor es m?s fuerte, que hemos sido liberados y salvados por la victoria pascual del Se?or de la historia" (DA 548)
El esp?ritu misionero del disc?pulo no es pretender imponer a todos que crean en Cristo Jes?s perteneciendo a la Iglesia Cat?lica; se trata, m?s bien, de que quien ha experimentado el coraz?n reconfortado y encendido con el regalo que es Cristo Jes?s, sienta el deber de anunciar que Jesucristo es Camino, Verdad y Vida. La persona que recibe el mensaje, queda en libertad de rechazar o seguir a Cristo Jes?s. Pero el disc?pulo siente el deber de no quedarse ego?stamente con este don de Jesucristo.
El Papa Benedicto XVI nos impulsa a que "todas las Iglesias tengamos el esp?ritu misionero para todo el mundo"
Es bueno tener en cuenta algunos datos estad?sticos:
" La poblaci?n mundial es de 6,453,628,000 (cerca de seis mil quinientos millones)
" Nos reconocemos cristianos s?lo el 33%; de modo que 67% no creen en Cristo.
" De entre los cristianos que son cat?licos, el 90% est?n alejados de su fe y pr?ctica religiosa; s?lo el 10% son cat?licos comprometidos.
" El esp?ritu misionero ha de romper los esquemas y estructuras de una pastoral de conservaci?n, en que nos contentamos con tener la agenda llena de actividades con los que son comprometidos, para "navegar mar adentro" anunciando a Jesucristo en tres niveles:
--Una nueva evangelizaci?n para los cat?licos alejados: los que casi no van a Misa, no participan en otros sacramentos;
--Una labor de ecumenismo: para los que creen en Cristo y no son cat?licos, buscando la unidad, qu? nos une y no tanto qu? nos divide;
--Un di?logo interreligioso (misi?n ad gentes): para los que no creen en Cristo.
Cristo Jes?s, enviado por Dios Padre, nos env?a a nosotros, d?ndonos la promesa de estar con nosotros todos los d?as hasta el fin del mundo (cf. Mt 28,20). La misi?n no es una serie de tareas, llenas de esfuerzo y fatiga, sino un modo de hacer presente a Jes?s y su Evangelio donde quiera que estemos, "hasta los ?ltimos rincones de la tierra" (Hch 1,8).
Si estamos unidos como disc?pulos a Cristo Jes?s, tambi?n estamos unidos a todos los que son sus disc?pulos; as?, en comuni?n con Cristo y con los dem?s disc?pulos, s? se puede llegar a todas las naciones. Por otro lado, desde nuestro "lugarcito", en la ciudad o en el campo, nos unimos en oraci?n y en ayuda material a quienes participan f?sicamente en los diversos niveles de misi?n que se han mencionado: nueva evangelizaci?n, ecumenismo, di?logo interreligioso.
"Cristo es la fuente inagotable de la misi?n de la Iglesia" (Benedicto XVI) y Cristo nos env?a a todos: ni?os, j?venes, adultos, ancianos; obispos, sacerdotes, religiosas y laicos; sanos y enfermos; que todos vivamos nuestro seguimiento y anuncio de Cristo Jes?s con esp?ritu misionero.
+ Rodrigo Aguilar Mart?nez
Obispo de Tehuac?n