Mensaje que publicaron los obispos de Ecuador el viernes, 19 de Octubre de 2007, al final de su asamblea plenaria.
Nuestro Pa?s vive hoy una realidad marcada por el deseo de grandes cambios positivos que afecten profundamente la vida de la Naci?n para bien de todos.
Los Obispos de la Iglesia Ecuatoriana contemplamos con dolor los rostros de nuestros hermanos que sufren; entre ellos:
- Muchos pobres, desempleados, emigrantes, desplazados que buscan sobrevivir con una econom?a informal.
- Muchas mujeres son excluidas en raz?n de su sexo, raza o situaci?n socioecon?mica.
- Ni?os y j?venes que reciben educaci?n de baja calidad y no tienen oportunidades de avanzar en sus estudios ni conseguir trabajo.
- Comunidades ind?genas y afroecuatorianas que en muchas ocasiones no son tratadas con dignidad e igualdad de oportunidades.
- Ni?os y ni?as sometidos al trabajo y la prostituci?n infantil.
- Ni?os v?ctimas del aborto.
- Nos preocupan quienes dependen de la droga, las v?ctimas del alcoholismo, los portadores del VIH?.
- Los niveles de inseguridad ciudadana, de delincuencia y violencia social son alarmantes.
Sufrimos con todos los que sufren soledad y se ven excluidos de la convivencia familiar y social. Es tambi?n alarmante el nivel de corrupci?n en las instituciones p?blicas y en las econom?as que involucra tanto al sector p?blico como al sector privado, a lo que se suma una notable falta de transparencia y rendici?n de cuentas a la ciudadan?a. Comprendemos y valoramos que el pueblo se haya manifestado masivamente a favor de UN CAMBIO.
Esperamos que la pr?xima Asamblea Constituyente pueda realizar los cambios m?s convenientes y elevamos nuestra oraci?n al Se?or para que ilumine a sus miembros.
Los Obispos de la Iglesia Ecuatoriana reunidos en Asamblea Plenaria, a la luz del Evangelio y bajo la gu?a de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, realizada en Aparecida-Brasil, queremos transmitirles en esta situaci?n, la esperanza y la alegr?a de ser disc?pulos misioneros de Jesucristo Camino, Verdad y Vida que consolida los valores de nuestra identidad y desde ella da respuesta a esta dolorosa realidad.
Como pastores insistimos en unos aspectos fundamentales que deber?n ser tomados en cuenta en la Nueva Constituci?n.
DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA: Es imagen de Dios con su yo insustituible. El Estado nace de la interrelaci?n de las personas para promover la expresi?n y el desarrollo de las mismas.
EDUCACI?N: Centrada en la persona humana y sus grandes valores. Educaci?n de calidad para todos. La educaci?n en libertad creativa, dentro de un marco com?n acordado en el Estado, es indispensable para que los ecuatorianos desarrollemos nuestras potencialidades. El Estado garantice el derecho que tienen los padres de familia a escoger libremente la educaci?n de sus hijos y a promoverla dentro de un marco com?n acorde a nuestra identidad nacional.
FAMILIA-VIDA:
- El Estado garantice y proteja la vida humana, como derecho primario inalienable de toda persona. Ninguna autoridad puede lesionar directa o indirectamente este derecho.
- El Estado y las Leyes protejan a la familia, formada por un hombre y una mujer, origen de la vida y c?lula fundamental de toda sociedad. Favorezcan la paternidad responsable y la unidad de la familia en la procreaci?n.
- El Estado y las Leyes protejan la vida desde su concepci?n hasta su fin natural y favorezcan su desarrollo y crecimiento en salud, seguridad, educaci?n, trabajo, como medios para evitar su desintegraci?n.
- El Estado proporcione servicios m?dicos asequibles a todos los ecuatorianos.
CORRUPCI?N Y POBREZA: - El Estado garantice la creaci?n de los elementos necesarios para que los ciudadanos, las funciones del Poder P?blico y los ?rganos de control impidan su corrupci?n en todas sus formas.
- Los organismos del Estado, en todos sus niveles, promover?n planes y programas de desarrollo para erradicar la pobreza y prestar atenci?n preferencial a los sectores menos favorecidos de la sociedad.
ESTRUCTURAS DEL ESTADO: Las reformas que requiere la estructura del Estado en las actuales circunstancias deben tender al robustecimiento de la unidad nacional y de una democracia real y participativa basada en la persona y en la que se alcance la necesaria equidad y armon?a entre el bien com?n y los intereses particulares.
Sentimos como Buena Nueva la Dignidad Humana y bendecimos a Dios por la dignidad de la persona humana, anterior al Estado, creada a su imagen y semejanza. Le alabamos por los hombres y mujeres que en el Ecuador, movidos por su fe trabajan incansablemente en defensa de la dignidad de la persona humana, especialmente de los pobres y marginados.
Quito, octubre 19 del 2007
+ N?stor Herrera Heredia, ,
OBISPO DE MACHALA
Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
+Luis Antonio S?nchez,
OBISPO DE TULC?N
Secretario General de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.