ZENIT publica las palabras que pronunci? Benedicto XVI el domingo, 21 de Octubre de 2007, antes de rezar el ?ngelus junto a miles de peregrinos congregados en la plaza del Plebiscito de N?poles al concluir la celebraci?n eucar?stica. Al final de esta solemne celebraci?n, deseo renovaros a todos vosotros, queridos amigos de N?poles, mi saludo y mi agradecimiento por la cordial acogida que me hab?is brindado. Quiero dirigir un saludo particular a las delegaciones venidas de diferentes partes del mundo para participar en el Encuentro Internacional por la Paz, organizado por la Comunidad de San Egidio, que tiene por tema: ?Por un mundo sin violencia. Religiones y culturas en di?logo?. Que esta importante iniciativa cultural y religiosa contribuya a consolidar la paz en el mundo.
Recemos por esto. Pero recemos hoy tambi?n de manera especial por los misioneros. Se celebra la Jornada Misionera Mundial, que tiene un lema sumamente significativo: ?Todas las Iglesias para todo el mundo?. Cada Iglesia particular es corresponsable de la evangelizaci?n de toda la humanidad y esta cooperaci?n entre las Iglesias fue incrementada por el Papa P?o XII con la enc?clica ?Fidei donum?, hace cincuenta a?os. No dejemos que les falte nuestro apoyo material y espiritual a quienes trabajan en las fronteras de la misi?n: sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, que con frecuencia experimentan graves dificultades en su trabajo, y en ocasiones incluso persecuciones.
Encomendamos estas intenciones de oraci?n a Mar?a sant?sima, a quien en el mes de octubre nos gusta invocar con el t?tulo con el que es venerada en el cercano santuario de Pompeya: reina del santo Rosario. Le encomendamos, en particular, los muchos migrantes reunidos en peregrinaci?n desde Caserta.
Que proteja tambi?n la Virgen santa a quienes est?n comprometidos de diferentes maneras con el bien com?n y con el orden justo de la sociedad, como se ha subrayado durante la edici?n numero 45 de la Semana Social de los cat?licos italianos, que se ha celebrado en estos d?as en Pistoia y Pisa, al celebrarse los cien a?os de la primera semana, promovida sobre todo por Giuseppe Toniolo, ilustre figura de economista cristiano.
Ante nosotros se presentan muchos problemas y desaf?os. Hace falta un fuerte compromiso por parte de todos, en particular de los fieles laicos que trabajan en el campo social y pol?tico, para asegurar a cada persona, y en particular a los j?venes, las condiciones indispensables para desarrollar sus propios talentos naturales y para que tomen decisiones maduras de vida al servicio de sus propios familiares y de toda la comunidad.
Y ahora nos dirigimos a la Virgen con la oraci?n del ?ngelus.
[Traducci?n del original italiano realizada por Zenit
? Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]