UNIDOS COMO HERMANOS, CONSTRUYAMOS COSTA RICA
Mensaje de la Conferencia Episcopal de Costa Rica en las circunstancias actuales del pa?s. Los Obispos, en cumplimiento de nuestra misi?n pastoral, procuramos iluminar ?ticamente, con la luz del Evangelio y el Magisterio Social de la Iglesia, el proceso del Refer?ndum sobre el Tratado de Libre Comercio de Centroam?rica con Estados Unidos (TLC), que culminara con la participaci?n ciudadana mediante el voto libre y responsable, el pasado domingo 7 de octubre del 2007. Igual tarea queremos asumir en estas circunstancias.
ESPECIAL RECONOCIMIENTO El pueblo costarricense dio, una vez m?s, muestras de su confianza en los procesos democr?ticos y de su voluntad de resolver sus diferencias y conflictos por la v?a pac?fica. Muchos ciudadanos y ciudadanas se involucraron en este proceso y se pusieron al servicio de una causa que consideraron noble. Esta entrega y dedicaci?n perfilan una nueva forma de expresar el sentido patri?tico y de servicio social a la comunidad de la que forman parte. A la vez, la ferviente participaci?n ciudadana y patri?tica del pueblo costarricense, merece nuestro sincero reconocimiento y felicitaci?n.
UN PUEBLO CON ALTAS ASPIRACIONES La expresi?n entusiasta de la ciudadan?a en este primer Refer?ndum de nuestra historia democr?tica, debe interpretarse como un clamor del pueblo que aspira a alcanzar metas de contenido ?tico: una nueva manera de hacer pol?tica y de conducir la econom?a, un nuevo modelo de desarrollo y, en definitiva, la construcci?n solidaria de un proyecto de pa?s.
Innumerables personas vieron a lo largo de la discusi?n y debate sobre el TLC y en la celebraci?n del Refer?ndum, la oportunidad para dar un giro al rumbo de desarrollo de Costa Rica, hacia una forma de convivencia m?s inclusiva, m?s equitativa, m?s justa y m?s solidaria.
Si bien el TLC fue aprobado por un poco m?s de la mitad de los electores (51,6%), apenas un poco menos de la mitad se pronunci? en contra (48,4%). No podemos despreocuparnos de un estimable sector del electorado que se expresa por la v?a de la abstenci?n, que alcanza alrededor del 40 % de los inscritos en el padr?n que se abstuvieron de participar.
Deben existir, pues, temas muy serios y de fondo para que los ?nimos y voluntades del pueblo se concentraran de manera tan firme en direcciones tan diversas hasta el final.
A LA LUZ DEL MAGISTERIO DE LA IGLESIA La Iglesia consciente que su tarea esencial es la evangelizaci?n y que incluye la opci?n preferencial por los pobres, el desarrollo humano integral y la aut?ntica liberaci?n humana, nos recuerda el Documento de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Aparecida (Cf. DA 146), queremos asumir con nueva fuerza esta opci?n ?sin la cual no es posible un orden justo en la sociedad? (DA 399). Es justo en esta dimensi?n en la que todos los que pertenecemos a la Iglesia y todos los ciudadanos y ciudadanas de buena voluntad debemos unirnos, m?s all? de otras diferencias.
La verdadera promoci?n humana ?debe ser integral, es decir, promover a todos los hombres y a todo el hombre? ( Pablo VI, PP15).
Teniendo claro este principio, sostenemos que con la aplicaci?n del Tratado de Libre Comercio no debe haber ganadores y perdedores. Si por limitaciones del instrumento jur?dico econ?mico negociado, los beneficios del mismo se van a repartir de manera desigual, tenemos la obligaci?n moral, pueblo y gobierno, no simplemente de mitigar o compensar a los afectados, sino de realizar los cambios necesarios para revertir los mecanismos generadores de desigualdad que se encuentran dentro de la misma din?mica de la econom?a. No podemos olvidar que ?Conducida por una tendencia que privilegia el lucro y estimula la competencia, la globalizaci?n sigue una din?mica de concentraci?n de poder y riqueza en manos de pocos?? (DA62). Por ello, debemos promover una econom?a diferente marcada por la solidaridad, la justicia y el respeto a los derechos humanos. ( Cf. DA64).
Para el cumplimiento de estos principios, hacemos un vehemente llamado, a la luz del Documento de Aparecida, a nuestros laicos que desde su condici?n de disc?pulos de Jesucristo impulsen su preparaci?n y compromiso para intervenir en los asuntos sociales (DA400). Al mismo tiempo, hacemos nuestro, la incitativa de Aparecida para incidir en la acci?n de los Estados para la aprobaci?n de pol?ticas sociales y econ?micas que respondan a las necesidades de la poblaci?n y que conduzcan hacia un desarrollo sostenible; para hacer una permanente lectura cristiana y una aproximaci?n pastoral a la realidad de nuestro Continente (DA403). De esta manera, tendremos ?elementos concretos para exigir que aquellos que tienen la responsabilidad de dise?ar y aprobar las pol?ticas que afectan a nuestros pueblos, lo hagan desde una perspectiva ?tica, solidaria y aut?nticamente humanista. (DA395).
MOMENTO PRIVILEGIADO Este es, sin duda, un momento privilegiado para nuestra Naci?n y lo vemos con mucha esperanza, por cuanto, con palabras del Doctor Oscar Arias, Presidente de la Rep?blica, en su discurso al conocerse los resultados del refer?ndum, ?la p?gina del futuro del pa?s, todav?a est? en blanco?. Tenemos pues, la gran oportunidad de escribir esta p?gina entre todos y ennoblecer, una vez m?s, nuestra historia.
Y ahora nos preguntamos, ?qu? es lo que sigue? Queremos responder, como lo hemos hecho siempre, desde el punto de vista ?tico.
LEYES DE IMPLEMENTACI?N Y OTRAS MEDIDAS DE EQUIDAD En el plazo inmediato, un primer reto para nuestro pa?s, se plantea con las leyes de implementaci?n del Tratado de Libre Comercio (DR-CAPTA). Un doble criterio ?tico para su discusi?n debe ser, por una parte, la exclusi?n de cualquier medida que afecte el respeto a derechos fundamentales como el derecho a la vida, a una existencia digna, a las pr?cticas tradicionales de producci?n y comercio solidarios. Por otra, la justa exigencia de que vayan acompa?adas de otras medidas que beneficien a quienes se encuentran en situaci?n de mayor debilidad ante el impacto de la nueva legislaci?n.
DIALOGO CIUDADANO Hacemos un llamado respetuoso a todos los sectores, instancias y personas involucrados en el reciente proceso de refer?ndum para que, desde el amor patrio que les anima, promuevan el respeto a la voluntad de la mayor?a y a la institucionalidad del pa?s.
Debemos empe?arnos todos en un di?logo ciudadano para elaborar una Agenda Nacional de Desarrollo y un proyecto de pa?s que responda a los intereses de todos. Si bien este proyecto es de largo alcance y no puede realizarse de inmediato, s? debe desde ya establecerse un calendario para realizar actividades conducentes a crear las condiciones que permitan iniciar dicho di?logo con amplia participaci?n ciudadana, a la brevedad posible.
Este planteamiento responde a las aspiraciones de esos amplios sectores expresadas en el proceso de Refer?ndum y est? conforme con el llamado del Documento de Aparecida de ?apoyar la participaci?n de la sociedad civil para la reorientaci?n y consiguiente rehabilitaci?n ?tica de la pol?tica? (DA406), y de perfeccionar ?una democracia puramente formal, fundada en la limpieza de los procedimientos electorales? para avanzar hacia ?una democracia participativa y basada en la promoci?n y respeto de los derechos humanos? (DA74).
CONCLUSION Confiando plenamente en las consoladoras palabras del Se?or, ?No tengan miedo yo he vencido al mundo? (Jn.16,33), ponemos tambi?n, el futuro de nuestra querida Patria en las manos amorosas de la Sant?sima Virgen Mar?a, Reina de los ?ngeles, Patrona de Costa Rica, Ella ha marcado la historia de unidad y paz de nuestro pa?s, que Ella interceda para que continuemos caminando como hermanos.
San Jos?, 17 de octubre de 2007
LOS OBISPOS DE COSTA RICA +Mons. Jos? Francisco Ulloa Rojas
Obispo diocesano de Cartago
Presidente de la Conferencia Episcopal
+Mons. Hugo Barrantes Ure?a
Arzobispo Metropolitano de San Jos?
Vicepresidente de la Conferencia Episcopal
+Mons. Guillermo Lor?a Garita
Obispo diocesano de San Isidro
de El General
+Mons. ?scar Fern?ndez Guill?n
Obispo diocesano de Puntarenas
Secretario General
+Mons. ?ngel Sancasimiro Fern?ndez
Obispo diocesano de Alajuela Administrador Apost?lico
Sede Vacante de Ciudad Quesada
+Mons. Jos? Rafael Quir?s Quir?s
Obispo Diocesano de Lim?n.
+Mons. Vittorino Girardi Stellin
Obispo Diocesano de Tilar?n