S?bado, 27 de octubre de 2007
Semillas de Paz
Explicaci?n teol?gico-catequ?tica del himno


JOS? LUIS MORENO, pbro.
Vicario general. Di?cesis de Calahorra
y La Calzada-Logro?o



Estribillo
Semillas de paz,
m?rtires de Cristo,
signos del amor,
valientes testigos,
antorchas de fe
en nuestro camino.


En el estribillo se repite el tema principal, que despu?s se ampliar? y explicar? en las estrofas. Se quiere subrayar, con el Mensaje de la Conferencia Episcopal, la idea de que los m?rtires murieron perdonando y, por tanto, son semillas de paz, signos de amor y de reconciliaci?n. Por otra parte, se indica que son m?rtires de Cristo y valientes testigos, es decir, que no mueren por motivos pol?ticos sino por razones de fe. Finalmente se indica que son un ejemplo a seguir hoy, antorchas de fe en nuestro camino, no mero recuerdo hist?rico, sino programa de futuro.

Estrofa 1 (1? parte)
Es semilla de cristianos
vuestra sangre martirial,
es perd?n de los hermanos
y esperanza de la paz


La 1? estrofa recoge casi literalmente la famosa frase de Tertuliano: ?La sangre de los m?rtires es semilla de cristianos? (Apolog?tico 50,13). Evoca la vitalidad eclesial de la Iglesia en Espa?a despu?s de la guerra civil, el florecimiento de vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada, la fecundidad del apostolado seglar. La mera explicaci?n sociol?gica no basta. Hay razones teol?gicas y de fe: la sangre de tantos m?rtires unida a la de Cristo, y fecundada por el Esp?ritu, fue semilla de vida para la Iglesia en Espa?a.

Al mismo tiempo se recuerda el tema enunciado en el estribillo ?semillas de paz?: esa sangre, en lugar de reclamar venganza o sembrar odio, rubrica el compromiso de perd?n de quienes murieron perdonando, como Jesucristo y, por tanto, se convierte en semilla de fraternidad y reconciliaci?n, mensaje importante para la sociedad espa?ola actual. Por eso la sangre, como semilla buena, se convierte en esperanza de la paz para la sociedad actual. Y con Juan Pablo II podemos afirmar que ?el martirio es la encarnaci?n suprema del Evangelio de la esperanza? (Ecclesia in Europa, 13).

Estrofa 1 (2? parte)
Sois racimo bien maduro
que el Se?or prens? en su cruz,
trigo sois limpio y fecundo
triturado por Jes?s.


Estos versos explican la vinculaci?n de los m?rtires con Cristo. Si en el estribillo se habla de m?rtires de Cristo, dejando clara la identidad, frente a cualquier otra interpretaci?n esp?rea, ahora se recoge la idea paulina del con Cristo y en Cristo, porque murieron ?concrucificados? con ?l; y adem?s se dice por Jes?s para resaltar el motivo por el que dieron la vida. Esta relaci?n cristol?gica se expresa a trav?s de dos s?mbolos sugerentes y de larga tradici?n: el racimo y el trigo. Ambos tienen connotaciones martiriales y a la vez eucar?sticas, lo cual contribuye a que el himno pueda ser cantado perfectamente en un contexto lit?rgico. El s?mbolo del racimo se presta a una buena exposici?n catequ?tica: se trata de un conjunto de m?rtires (racimo formado por muchos granos), que han derramado su sangre por Cristo, como ?l en la cruz. Se le califica de ?maduro?, aludiendo a la ?madurez en Cristo?, es decir, la santidad cristiana, que alcanza su perfecci?n en el martirio. En este caso la cruz-martirio act?a como prensa del lagar. El tema es de una larga tradici?n literaria e iconogr?fica que se apoya en la interpretaci?n referida a Cristo en la pasi?n de aquel texto de Is 63,2-3: ??Por qu? est? rojo tu vestido y tu ropaje como el de un lagarero? El lagar he pisado yo solo?. Por ejemplo, el m?rtir San Cipriano comentaba: ?Se habla del lagar, del pisado y del prensado, porque as? como no se puede ofrecer a beber vino, si no se pisa y prensa antes la uva, as? nosotros no podemos beber la sangre de Cristo si no hubiese sido antes pisado y prensado ?l y hubiese bebido el c?liz ?l el primero, para invitar a beber a los que creen en ?l? (Carta 63,7).
El s?mbolo del trigo triturado recuerda el bell?simo anhelo de San Ignacio de Antioqu?a, que llevado al martirio, exclamaba: ?Trigo soy de Dios y por los dientes de las fieras he de ser molido, a fin de ser presentado como limpio pan de Cristo? (Carta a los Romanos 4,1). Por otra parte, los ep?tetos tienen tambi?n su significado: ?limpio?, adem?s de aparecer en el texto ignaciano, indica la santidad en alusi?n a la bienaventuranza de ?los limpios de coraz?n? (cf. Mt 5,8); ?fecundo? recuerda el dicho de Jes?s, que anticipaba el sentido de su muerte y de los que mueren en ?l y por ?l: ?si el grano de trigo cae en tierra y muere da mucho fruto? (Jn 12,24).

Estrofa 2
En Espa?a el siglo veinte
resplandece en santidad,
pues dais vida en vuestra muerte
a una nueva humanidad.


Si la estrofa primera presenta m?s el aspecto de la muerte, propio del martirio, esta subraya el triunfo y la eficacia que ya se insinuaba en la estrofa anterior. El trigo, si muere, da fruto: as? Cristo, resucitado tras la muerte y as? los m?rtires en Cristo son causa de vitalidad.
La estrofa comienza identificando a los m?rtires, a los que se dirige este himno: los del siglo XX en Espa?a. Se recoge el tema de la luz en la palabra ?resplandece?, uni?ndola a la santidad. Impl?citamente se alude a la rica historia de santidad de la Iglesia en Espa?a a lo largo de los siglos, que se ha seguido manifestando en el siglo veinte y que sigue iluminando los albores del nuevo Milenio.

La letra juega con la paradoja y el contraste: murieron, pero su muerte no es un fracaso, sino que genera vida. Es la paradoja cristiana que expres? Jesucristo: ?quien quiera salvar su vida la perder?; pero quien pierda su vida por m?, la encontrar? (Mt 16,25).
Los frutos del martirio se sintetizan en la generaci?n de ?una nueva humanidad?, recogiendo una expresi?n del Mensaje de la Conferencia Episcopal, que indica que los m?rtires con su testimonio ?preludian el triunfo de la vida sobre la muerte y el nacimiento de unos cielos nuevos y una tierra nueva (cf. Ap 6,9ss.; 7,13-17; 11,11s; 20,4ss.)?. Por eso los m?rtires son ?signo de esperanza? para la humanidad, como los llam? Juan Pablo II (Ecclesia in Europa, 13). Y se convierten en semillas de esa nueva ?civilizaci?n del amor?, que la Iglesia est? llamada a construir como sacramento de salvaci?n en el mundo.

Estrofa 3 (1? parte)
Entregadnos el testigo
que hoy queremos recoger,
por seguir en el camino
al Se?or, Testigo fiel.


As? como las estrofas anteriores miran a los m?rtires y el resultado de su martirio, esta ?ltima mira a los fieles cristianos. Estos versos tienen en cuenta m?s el aspecto de ?ejemplo? a imitar, que compromete a los devotos de los m?rtires. Es la ?Iglesia peregrina?, que mira la vida de quieneshan seguido fielmente a Jesucristo y nos han precedido en el camino (cf. Lumen Gentium, 50).
La letra evoca el pasaje de la Carta a los Hebreos: ?Tambi?n nosotros, teniendo en torno nuestro tan gran nube de testigos, sacudamos todo lastre y el pecado que nos asedia y corramos con fortaleza la prueba que se nos propone, fijos los ojos en Jes?s, el que inicia y consuma la fe, el cual, en lugar del gozo que se le propon?a, soport? la cruz sin miedo a la ignominia y est? sentado a la diestra del trono de Dios? (Hb 12,1-2). La comparaci?n de la vida cristiana con una carrera es t?picamente paulina (cf. Gal 5,7; 1 Cor 9,24-26; Flp 2,16; 3,12-14; 2 Tim 4,7). Y puede seguir siendo un buen s?mbolo catequ?tico.
La estrofa utiliza esa comparaci?n y le a?ade una concreci?n: ?la carrera de relevos?, en la que los corredores se pasan el ?testigo?. Eso permite jugar con las palabras: los que fueron m?rtires, es decir ?testigos?, nos pasan ahora el testigo, para que nosotros les relevemos en la carrera: ahora nos toca a nosotros ser testigos. Y el que precede a todos es el primer M?rtir, a quien en la Iglesia primitiva se le llamaba ?el Testigo fiel? (cf. Ap 1,5; 3,14). Se hace aqu? una llamada al seguimiento del Se?or en el camino de la vida. La expresi?n del estribillo ?antorchas de fe en nuestro camino? es el mismo tema. La antorcha ol?mpica que va de mano en mano en una carrera de relevos, ser? un s?mbolo de f?cil aplicaci?n en la catequesis.
Se habla de seguir al ?Se?or?, d?ndole el nombre sobre todo nombre, que adquiere Cristo con su muerte y Resurrecci?n (cf. Flp 2,11). El Mensaje de la Conferencia Episcopal comenta que los m?rtires ?a la hora del sacrificio mostraron serenidad y profunda paz, alabaron a Dios y proclamaron a Cristo como el ?nico Se?or?. Es el sentido que ten?a aquel grito de ?Viva Cristo Rey? que sabemos que muchos de ellos proclamaron al morir.

Estrofa 3 (2? parte)
Dadnos gozo y valent?a
al sembrar la paz y el bien,
proclamando en nuestra vida
la alegr?a de la fe


Con los versos ?ltimos nos dirigimos a los m?rtires como ?intercesores?. Y las gracias y favores que les pedimos son los que ellos han vivido. Se pide ?valent?a?, recogiendo una palabra muy empleada en los Hechos de los Ap?stoles para referirse al estilo con el que los disc?pulos daban testimonio de Cristo: con valor, con ?parres?a? (Hch 4,13); es la oraci?n que hace la comunidad: ?Concede a tus siervos que puedan predicar tu Palabra con toda valent?a? (Hch 4,29). Palabra y realidad importante para los cristianos de hoy, que podemos tener la tentaci?n de contemporizar o de diluir nuestra identidad en una sociedad secularizada.
Pero tambi?n se pide ?gozo?, que es un fruto del Esp?ritu Santo, y una caracter?stica de los primeros cristianos en medio de las persecuciones (Hch 2,46; 5,41).
A continuaci?n se sugieren algunos campos donde dar testimonio: sembrar la paz y el bien, como una s?ntesis de las Bienaventuranzas, y se hace con la expresi?n ?sembrar la paz?, que recuerda el tema del estribillo ?semillas de paz?, que es hilo conductor de todo el himno. Tambi?n se pide la intercesi?n de los m?rtires para proclamar expl?citamente la fe en medio de la vida y en un ambiente social que cada vez se aleja m?s de la fe. La palabra proclamando evoca el kerigma, el anuncio de Cristo muerto y resucitado, Salvador del hombre. Se escoge la palabra alegr?a para referirse a la fe, por su alusi?n al car?cter de ?Buena Nueva? ?Evangelio? del anuncio y por su connotaci?n de gozo y esperanza. Se reafirma as? la aportaci?n positiva de la fe cristiana, por la que los m?rtires dieron su vida. Un buen final para el himno.

SEMILLAS DE PAZ. HIMNO EN HONOR A LOS M?RTIRES DEL SIGLO XX EN ESPA?A

Publicado por verdenaranja @ 23:48  | Espiritualidad
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