28 Octubre (
ACI).- Durante el ?ngelus de este domingo, que prosigui? a la beatificaci?n de 498 m?rtires espa?oles, el Papa Benedicto XVI invit? a los cristianos del mundo a vivir los compromisos bautismales, especialmente el de la evangelizaci?n, hasta la entrega de la propia vida.
?La contempor?nea inscripci?n en el elenco de loa Beatos de un n?mero tan grande de m?rtires demuestra que el supremo testimonio de la sangre no es una excepci?n reservada s?lo a algunos individuos, sino una eventualidad realista para todo el pueblo cristiano?, explic? el Pont?fice.
?Se trata en efecto ?agreg?- de hombres y mujeres de diversas edades, vocaci?n, y condici?n social, que han pagado con la vida su fidelidad a Cristo y a su Iglesia?.
El Santo Padre record? que el mes de octubre, ?dedicado de manera particular al compromiso misionero, se cierra as? con el luminoso testimonio de los m?rtires espa?oles, que vienen a sumarse al testimonio de Albertina Berkenbrock, Emmanuel G?mez Gonz?les, Adilio Daronch y Franz J?gerst?tter, proclamados beatos los d?as pasados en Brasil y en Austria?.
?Su ejemplo testimonia que el bautismo compromete a los cristianos a participar con valor en la difusi?n del reino de Dios, cooperando si es necesario con el sacrificio de la propia vida?, subray? el Santo Padre.
?No todos, ciertamente, est?n llamados al martirio cruento. Existe sin embargo un ?martirio? incruento, que no es menos significativo, como el de Celina Chludzinska Borzzcka, esposa, madre de familia, viuda y religiosa, beatificada ayer en Roma: es el testimonio silencioso y heroico de tantos cristianos que viven el Evangelio sin concesiones, cumpliendo su deber y dedic?ndose generosamente al servicio de los pobres?.
El Pont?fice se?al? que ?este martirio de la vida ordinaria es un testimonio tanto m?s importante en las sociedades secularizadas de nuestro tiempo. Es la pac?fica batalla del amor de cada cristiano, que como Pablo, debe infatigablemente combatir; la carrera por difundir el Evangelio que nos compromete hasta la muerte?.
?Que nos ayude y nos asista, en nuestro diario testimonio, la Virgen Mar?a, Reina de los M?rtires y Estrella de la Evangelizaci?n.
Unas palabras para Espa?a
Al final del ?ngelus, habl?ndole a la numerosa delegaci?n espa?ola, el Pont?fice salud? con afecto a los fieles de lengua espa?ola, ?en particular, saludo a mis Hermanos Obispos de Espa?a, a los sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y fieles que hab?is tenido el gozo de participar en la beatificaci?n de un numeroso grupo de m?rtires del pasado siglo en vuestra Naci?n, as? como a los que siguen esta oraci?n mariana a trav?s de la radio y la televisi?n?.
?Damos gracias a Dios por el gran don de estos testigos heroicos de la fe que, movidos exclusivamente por su amor a Cristo, pagaron con su sangre su fidelidad a ?l y a su Iglesia. Con su testimonio iluminan nuestro camino espiritual hacia la santidad, y nos alientan a entregar nuestras vidas como ofrenda de amor a Dios y a los hermanos. Al mismo tiempo, con sus palabras y gestos de perd?n hacia sus perseguidores, nos impulsan a trabajar incansablemente por la misericordia, la reconciliaci?n y la convivencia pac?fica?.
?Os invito de coraz?n ?prosigui?- a fortalecer cada d?a m?s la comuni?n eclesial, a ser testigos fieles del Evangelio en el mundo, sintiendo la dicha de ser miembros vivos de la Iglesia, verdadera esposa de Cristo?.
?Pidamos a los nuevos Beatos, por medio de la Virgen Mar?a, Reina de los M?rtires, que intercedan por la Iglesia en Espa?a y en el mundo; que la fecundidad de su martirio produzca abundantes frutos de vida cristiana en los fieles y en las familias; que su sangre derramada sea semilla de santas y numerosas vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras?, concluy?.