El Dios de la vida, que ha resucitado a su Hijo Jesucristo de entre los muertos, esté con todos vosotros.
Celebramos hoy la eucaristía en la conmemoración de todos los fieles difuntos. Recordamos de un modo especial a todos aquellos hermanos y hermanas nuestros que nos han dejado. Oramos por ellos, ofrecemos esta misa por ellos. Porque confiamos en el amor misericordioso de Dios, y porque creemos que Jesús muerto y resucitado nos abre las puertas de la vida para siempre. Y a la vez, esta celebración nos ayuda a reforzar nuestra fe, y a llenarnos de consuelo y de esperanza.
A. penitencial: Comencemos nuestra celebración haciendo un momento de silencio y reconociendo que no siempre avanzamos por el camino de la verdadera vida.
Tú que con tu resurrección has destruido el pecado y la muerte. SEÑOR, TEN PIEDAD.
Tú que con tu resurrección has renovado la creación'
entera. CRISTO, TEN PIEDAD.
- Tú que con tu resurrección das la alegría a los vivos y la vida a los muertos. SEÑOR, TEN PIEDAD.
Antes de las lecturas: Dispongámonos a escuchar ahora la Palabra de Dios, unas lecturas que hoy nos traen, más allá del dolor y la tristeza de la muerte, un mensaje de consuelo y esperanza: la confianza en el amor de Dios, la fe en la vida eterna, la adhesión a Jesús muerto y resucitado.
Es importante cantar siempre una antífona de respuesta al salmo responsorial, para crear clima de oración. También hoy, y con mayor razón, dado que acostumbran a participar de la Eucaristía asistentes no habituales.
Oración universal: Al Dios del amor y de la vida, en quien creemos, en quien confiamos, le presentamos ahora nuestras peticiones, diciendo: ESCÚCHANOS, PADRE.
1. Por la Iglesia, por todos los cristianos. Que demos testimonio de la vida y la esperanza de Jesús en medio de nuestro mundo. OREMOS:
2. Por todos los hombres y mujeres, especialmente los que sufren. Que encuentren en la fe un estímulo de vida y de esperanza. OREMOS:
3. Por nuestros familiares y amigos difuntos. Que Dios les llene de su amor, y a nosotros nos dé consuelo y paz. OREMOS:
4. Por todos los difuntos, especialmente los que han muerto en el último año. Que gocen de la plenitud de la vida con Jesús resucitado. OREMOS:
5. Por todos nosotros. Que vivamos cada día siguiendo a Jesús, que es el camino, la verdad y la vida. OREMOS:
Escucha, Padre, las intenciones que te hemos presentado por Cristo, nuestro Señor, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Padrenuestro: Digamos ahora juntos el padrenuestro, la oración de los hijos de Dios. Unidos con Jesús, y como él nos enseñó, nos atrevemos a decir:
CPL