Domingo, 11 de noviembre de 2007
Experiencias de un mes de ejercicios espirituales publicadas en la revista "Iglesia Nivariense", SEPTIEMBRE-OCTUBRE, n?mero 77.

MES DE EJERCICIOS EN CANARIAS

Pedro Cambreleng


Tal como se hab?a anunciado desde noviembre del pasado a?o, el Mes de Ejercicios Espirituales ignaciano tuvo lugar del 15 de julio al 14 de agosto de este a?o 2007. La experiencia, ofrecida para ambas Di?cesis canarias, se realiz? en el Monasterio del Socorro

en G?imar, con la hospitalidad y ayuda de los monjes del Instituto del Verbo Encarnado a quienes, desde aqu?, queremos una vez m?s agradecer su acogida y servicialidad que hicieron posible este sue?o.


Doce personas mostraron su deseo de hacer esta experiencia y de ellas seis hicieron el Mes de Ejercicios: dos sacerdotes, dos seminaristas, un religioso bethlemita y una laica Operaria Parroquial. Tras las entrevistas personales realizadas, algunas de ellas fueron invitadas a prepararse para la experiencia en otra ocasi?n, y a otros no se les pudo admitir porque las condiciones del lugar donde se realizaba la experiencia aconsejaba no ampliar el n?mero de los participantes. Fue una decisi?n dolorosa pero con la esperanza de que en la pr?xima ocasi?n puedan realizar sus deseos.

No voy ahora a hablar sobre la experiencia. Preferible es que sean los que la hicieron los que digan lo que vivieron ese mes y lo que ha significado para ellos en su vida de fe. A continuaci?n selecciono algunos p?rrafos de la reflexi?n-evaluaci?n que hicieron d?as despu?s de finalizada la experiencia. Conf?o que ello sea el mejor testimonio de lo que el Mes de Ejercicios ignaciano supone y los frutos que la gracia del Se?or es capaz de operar en cada uno de `los que hacen los Ejercicios'...

..."Se trata de una experiencia vivida por San Ignacio hace unos 450 a?os. Sin embargo, se trata de algo que a?n tiene mucho que decir al hombre y la mujer del siglo XXI. La raz?n es muy sencilla: San Ignacio lo ?nico que trata es poner la vida del ejercitante en sinton?a con Jes?s, con el Evangelio... Se trata de un m?todo con unas caracter?sticas muy originales. El ejercitante entra en unas coordenadas espacio-temporales distintas de las habituales. El espacio es distinto, hay que salir de la casa, de las actividades y entornos donde se realiza la vida ordinaria. El tiempo tambi?n transcurre de forma distinta. Por espacio de un mes la persona est? a la disposici?n de Dios, que por medio del Esp?ritu le va conduciendo a Cristo y lo grande de todo ello es que Dios se manifiesta, cuando el hombre agudiza el o?do interior y se pone a la disposici?n del Misterio. El Misterio acontece, la mayor?a de las veces de forma silenciosa, tanto que puede venir la tentaci?n de pensar que aquello es in?til pero es precisamente en ese silencio de Dios donde, parad?jicamente, El se hace presente.

Adem?s Ignacio propone contemplar los misterios de la vida de Cristo "como si presente me hallase", as? que el ejercitante entra de alguna manera en el siglo primero, en la vida de Jes?s, ya que se trata de contemplar al Jes?s hist?rico para desde su vida vivir la nuestra en el futuro. Se trata de entrar en el Evangelio para que ?ste nos habite. Esto es posible porque la Gracia de Cristo trasciende la historia

"No se trata de algo que aprendes, que nada m?s trabajas, sino algo que se experimenta y se llega a vivir con tal plenitud, que cuando se sale, lo hace uno con ganas, pero curiosamente ?cu?nto los echo de menos!"... S? que hay una cosa que agradezco especialmente: el "conocimiento interno de Cristo" ha crecido en m? de una manera espectacular, porque es ver-dad que sab?a muchas cosas buenas, bonitas y grandes de Jes?s de Nazaret, pero c?mo hab?an ido qued?ndose estancados los sentimientos tan importantes en la vida humana"...

"La experiencia del mes de Ejercicios de S. Ignacio ha sido un inmenso regalo de Dios. San Ignacio nos confronta con la radicalidad del evangelio, sin medias tintas ni componendas, sin autoenga?os. Quien vive y aprovecha a fondo los Ejercicios conquista una libertad y una fortaleza en Cristo, que le dispone para lo que Dios quiera, sea lo que sea
siempre que las siga cuidando d?a a d?a. Por mi parte, sal? intensamente renovado en muchas dimensiones. Ahora intentar? cuidar y profundizar lo que Dios me regal?, que fue mucho".

"Es la primera vez que hago un mes de Ejercicios: yo la denominar?a como una experiencia de Amor... Esta contemplaci?n del Amor de Jes?s fue una vivencia de Amor, de plenitud. Ese Amor te basta y todo lo dem?s te sobra.

..."?Y qu? hac?an durante tanto tiempo para entretenerse?" Es la pregunta que m?s veces he tenido que contestar cuando he llegado de esta experiencia de Ejercicios. Y la respuesta es simple: estar ah?, permanecer, orar, insistir. "Teniendo los ojos , fijos en Jes?s, el que inici? y completa nuestra fe". Esto son los Ejercicios Espirituales ignacianos: fijar la mirada en Jes?s, y desde El miramos a nosotros, mirar nuestra historia, descubriendo en ella una obra maestra de Dios... Ha sido un tiempo de gracia, pero tambi?n de lucha.

No es posible repetir aqu? todo lo que han expresado los ejercitantes en su evaluaci?n. Pero no finalizaremos esta exposici?n sin apuntar su juicio sobre un aspecto de conjunto que, pr?cticamente, se repite en todos ellos:

"Con todo, la experiencia del mes me result? dura y fuerte; aunque mantuve el ritmo y la intensidad, ciertamente agota sin cansar"...

"Es curioso que, a pesar de ser una experiencia dura, fuerte, exigente... sin embargo la volver?a a hacer, no s? cu?ndo"...
Publicado por verdenaranja @ 18:43  | Espiritualidad
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