Se?or: t? llegas a nuestro mundo
y nos invitas a abrir la puerta
de nuestro coraz?n a todos los hombres.
T? ya nos dijiste que eres t? quien viene
cuando alguien llama a nuestra puerta.
Tu palabra es ?sta:
"He aqu? que estoy a la puerta y llamo.
Si alguno oye mi voz y abre la puerta,
yo entrar? y cenar? con ?l,
y estar? con ?l y ?l conmigo".
Se?or: que sepamos escuchar tu voz,
esa voz que nos llega por nuestros hermanos.
Que abramos la puerta de nuestro coraz?n
para acogerte a ti, y en ti a todos los hombres.
Allanad los caminos.
Allanad, s?, todos los caminos de la tierra
porque el Se?or est? cerca.
?l vendr? y llenar? de esperanza a los que la perdieron.
Vendr? en la noche para ser luz.
Vendr? para acompa?ar a los cansados;
los eternos desilusionados;
ya pueden cantar victoria
aquellos que se cre?an abandonados;
ya est? el Salvador a la puerta.
Allanad los caminos,
abrid caminos de esperanza,
los que pas?is por este mundo
sin encontrar sentido a la vida.
Allanad los senderos, porque ?l vendr?;
vendr? como roc?o ma?anero,
rasgar? los corazones de piedra
y ablandar? la dureza de nuestra tierra seca.
Vendr? el Se?or, no tardar?.
Esperadlo en el umbral de vuestra casa,
porque sin hacer ruido
vendr? y lo inundar? todo con su amor.