EUROPA/ESPA?A - Mensaje de los Obispos para la Jornada de las Migraciones: ?La Parroquia por su condici?n de familia, se encuentra en una situaci?n privilegiada para ser el primer espacio de encuentro de los inmigrantes con la Iglesia de su nuevo pa?s? MENSAJE DE LOS OBISPOS DE LA COMISI?N EPISCOPAL DE MIGRACIONES
CON MOTIVO DE LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MIGRACIONES 2008
?JOVEN INMIGRANTE,
LA PARROQUIA SALE A TU ENCUENTRO?
16 de julio de 2007
INTRODUCCI?N La celebraci?n de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado vuelve a poner ante nuestros ojos una realidad en la que se ven envueltas m?s de 190 millones de personas en todo el mundo, adem?s de los 24,5 millones de desplazados internos.
Por lo que se refiere a Espa?a, hemos pasado de 3.730.610 en el a?o 2006 a 4.482.568 en el a?o 2007, lo que supone un aumento de 751.958 personas, o sea, un 20,2% m?s. Dicho de otra manera, si en el 2006 la poblaci?n extranjera representaba un 8,5% de la poblaci?n total, en el 2007 este porcentaje ha subido al 9,9%.
La inmigraci?n se ha convertido en un fen?meno humano complejo, con sus causas y consecuencias, que necesita ser encauzado convenientemente a fin de posibilitar sus repercusiones positivas y atenuar las negativas. Los gobiernos, las comunidades de origen y de acogida, la sociedad civil, el sector privado, la Iglesia y tambi?n los propios emigrantes, pueden y deben implicarse para que la migraci?n constituya un factor positivo en los aspectos sociales, econ?micos, pol?ticos y religiosos.
ALGUNOS ACONTECIMIENTOS RELEVANTES A lo largo del a?o reci?n terminado ha habido en nuestro pa?s algunos acontecimientos especialmente relevantes para nuestra tarea pastoral. Aunque en menor n?mero, han seguido llegando a nuestras costas inmigrantes procedentes de ?frica, a veces de Asia, habi?ndose cobrado el mar numerosas vidas. No olvidamos a la mayor?a de los inmigrantes que llegan a Espa?a por otras v?as. La Iglesia, sobre todo a trav?s de las parroquias de los lugares de llegada de estos inmigrantes, no puede permanecer ajena. Ha de poner cuanto est? de su parte para una digna acogida y un trato humano.
Por otra parte, contin?a siendo un hecho preocupante la estancia en nuestro pa?s de numerosos inmigrantes indocumentados, la mayor parte de ellos j?venes e incluso menores que se ven empujados a vivir en la clandestinidad y en la inseguridad. Tambi?n con estos tiene la Iglesia un especial compromiso de ayuda y servicio.
LOS J?VENES INMIGRANTES Por s? mismos, por su importancia como protagonistas en la sociedad y en la Iglesia del futuro, por su situaci?n de mayor riesgo y exposici?n a posibles factores desestabilizadores de la persona y de la sociedad, merecen los j?venes una especial atenci?n por parte de la sociedad, de la Administraci?n p?blica y de la Iglesia, que habr?n de arbitrar especiales medidas para su adecuado proceso de desarrollo, de integraci?n y de compromiso.
Adem?s de haber partido de sus pa?ses con una formaci?n, en el mejor de los casos, incompleta, encuentran con frecuencia especiales dificultades para conciliar sus propias ra?ces con la integraci?n en la sociedad que los acoge. En su mensaje para la Jornada mundial de este a?o, el Papa describe su situaci?n en los siguientes t?rminos: ?Los j?venes migrantes son particularmente sensibles a la problem?tica constituida por la ?dificultad de doble pertenencia?: por un lado, sienten vivamente la necesidad de no perder la cultura de origen, mientras, por el otro, surge en ellos el comprensible deseo de insertarse org?nicamente en la sociedad que les acoge?.
A estos inmigrantes, desarraigados de su tierra y de su familia, se les une a veces a su condici?n la de parado e indocumentado. En muchos aspectos son como seres inexistentes. Esto los coloca en una situaci?n de extrema vulnerabilidad y de indefensi?n absoluta, especialmente a las mujeres, cuya presencia tiene un peso cuantitativo muy fuerte en la inmigraci?n espa?ola de los ?ltimos a?os.
LA PARROQUIA SALE AL ENCUENTRO Ante la especial situaci?n de los inmigrantes en nuestro pa?s, de la problem?tica de los indocumentados o ?sin papeles?, nuestras parroquias y comunidades cristianas deben adoptar una postura activa para dar una respuesta en la medida de sus posibilidades. La raz?n ?ltima ha de ser siempre no tanto la situaci?n legal o jur?dica, sino la igual dignidad de toda persona y sus derechos fundamentales y el mandato del Se?or.
La Parroquia, por su condici?n de familia, comunidad, por su capacidad de prestar numerosos y variados servicios a la persona, y por estar siempre ?abierta? o ?en guardia?, se encuentra en una situaci?n privilegiada para ser el primer espacio de encuentro de los inmigrantes con la Iglesia de su nuevo pa?s. Por otra parte, una Parroquia viva y con esp?ritu misionero no se conformar? con estar a la espera de los que vengan, sino que saldr? al encuentro de todos, especialmente de los m?s necesitados.
El lema elegido por la Comisi?n Episcopal de Migraciones para esta Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, ?Joven inmigrante, la Parroquia sale a tu encuentro ?, est? muy en consonancia con el mensaje del Papa: ?Los j?venes inmigrantes?.
Con la acogida de los inmigrantes en las parroquias y el empe?o especial de estas en la atenci?n a los m?s j?venes, las comunidades cristianas se renuevan y se enriquecen y aumenta en ellas el n?mero de los agentes pastorales en campos como la liturgia, la catequesis, la acci?n social y caritativa, y otros sectores de la pastoral.
Al territorio de nuestras parroquias llegan, por otra parte, j?venes inmigrantes pertenecientes a las distintas tradiciones cristianas ?cat?licos de ritos latino y de otros ritos, ortodoxos, protestantes, anglicanos...?. Otros son miembros de la comunidad isl?mica de otras religiones o no creyentes.
En lo que se refiere al respeto a la dignidad de toda persona y a la garant?a y defensa de sus derechos fundamentales, as? como en la ayuda a sus necesidades elementales, la Parroquia y cada comunidad cristiana actuar?n siempre evitando toda discriminaci?n.
A todos ha de llegar, por la palabra y el testimonio de los miembros de la Iglesia el anuncio expl?cito del Evangelio de Jesucristo, como propuesta de Salvaci?n.
En la acogida y en el proceso de incorporaci?n a la comunidad cat?lica, la Parroquia habr? de tener en cuenta la diferente condici?n religiosa de sus nuevos vecinos.
Con estas actitudes y con el testimonio de vida de los miembros de la comunidad cristiana, estos ejercer?n su misi?n prof?tica y de denuncia ante posibles injusticias, y estar?n siempre dispuestos a defender la dignidad y los derechos fundamentales de los inmigrantes.
Terminamos con las palabras que el papa Benedicto XVI dirige a los j?venes inmigrantes en su mensaje: ?La Iglesia tambi?n os necesita y cuenta con vuestra aportaci?n. Pod?is desarrollar una funci?n providencial en el actual contexto de la evangelizaci?n. [...] Pod?is mostrar a todos que el Evangelio est? vivo y es apropiado en cada situaci?n; es un mensaje antiguo y siempre nuevo; Palabra de esperanza y de Salvaci?n para los hombres de todas razas y culturas, de todas las edades y de todas las ?pocas?.
Ojal? esta Jornada suponga un despertar y una llamada a la responsabilidad en nuestra identidad misionera para que a lo largo de este a?o salgamos al encuentro de todos aquellos que nos necesiten. Para ello, las parroquias, animadas por el Secretariado o la Delegaci?n diocesana de migraciones, y en colaboraci?n con los colegios cat?licos, con las C?ritas, con los Institutos de Vida Consagrada y con otras organizaciones de la Iglesia, deber?n intensificar su trabajo en esta hermosa tarea que el Se?or