Viernes, 11 de enero de 2008
VATICANO - LAS PALABRAS DE LA DOCTRINA de don Nicola Bux y don Salvatore Vitiello - "Jes?s no era Espartaco? (Spe salvi 4)

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - En la segunda Enc?clica del Santo Padre Benedicto XVI, "Spe salvi", est?n presentes, en varios pasajes, juicios sint?ticos y eficaces, que facilitan la comprensi?n del lector. Tambi?n los que tienen menos familiaridad con las disciplinas teol?gicas, pueden sacar, de estos breves pasajes sint?ticos, la clave de lectura de todo el documento y tambi?n localizar una br?jula de clara orientaci?n para la valoraci?n de otros ?mbitos y situaciones.

Uno de estos pasajes se encuentra en el n?mero 4 de la Enc?clica, d?nde se lee: " El cristianismo no tra?a un mensaje socio-revolucionario como el de Espartaco que, con luchas cruentas, fracas?. Jes?s no era Espartaco, no era un combatiente por una liberaci?n pol?tica como Barrab?s o Bar-Kokeb?. Lo que Jes?s hab?a tra?do, habiendo muerto ?l mismo en la cruz, era algo totalmente diverso: el encuentro con el Se?or de todos los se?ores, el encuentro con el Dios vivo y, as?, el encuentro con una esperanza m?s fuerte que los sufrimientos de la esclavitud, y que por ello transforma desde dentro la vida y el mundo" (Cf Spe salvi 4).

Jes?s no era Espartaco. Un juicio cu?nto m?s sint?tico, obvio, podr?an pensar algunos, pero tanto m?s necesario, en una ?poca en que parecen reflorecer, en tantas partes y de modo casi orquestado, "lecturas restrictivas" de Jes?s de Nazaret: desde quien quisiera negar su aut?ntica historicidad, hasta quien se ejercita h?bilmente en inventar, historias infundadas, a qui?n, a?n ateni?ndose a la historia y a la "carta" de la fe en Jes?s Cristo, evidencia de modo tan unilateral una espec?fica dimensi?n, que lleva a perder la esencia de Su persona y Su mensaje.

"Jes?s no era Espartaco? significa que el Verbo hecho carne, en el tiempo y en la historia de los hombres, no ha venido a traer una revoluci?n pol?tica hecha de 'luchas y justicia social', como afirma el Papa: Jes?s "no era un combatiente por una liberaci?n pol?tica". Si hubiera tra?do una tal liberaci?n, hubiera dado demasiado poco a los hombres. Como afirmaba continuamente la Beata Teresa de Calcuta, ?Qui?n no da a Dios da muy poco?.

Jes?s ha dado a los hombres una Esperanza totalizadora, mucho m?s grande y radical de la soluci?n de las cuestiones pol?tico-sociales. Jes?s no era Espartaco. Jes?s ha donado al mundo el encuentro con el mismo Dios, hecho hombre, muerto y resucitado para la salvaci?n total, plena y definitiva de los hombres.

Resuenan, en este importante juicio del Santo Padre, las p?ginas del libro de Joseph Ratzinger-Benedicto XVI "Jes?s de Nazaret", cuando el autor, pregunt?ndose qu? es lo que ha tra?do de nuevo Jes?s al mundo, contesta con inmediato candor: "Jes?s nos ha donado a Dios".

La Iglesia, en su sabidur?a sobrenatural, iluminada por el Esp?ritu, no ha cedido nunca, en los siglos, a las diversas tentativas de reducir el alcance del Cristianismo, favoreciendo las sugestiones de los tiempos y las culturas dominantes. Por el contrario, manteni?ndose fiel a la propia identidad ha podido y sabido, progresivamente, fecundar todas las culturas encontradas, valorizando cu?nto en ellas era positivo, razonable y conforme a la revelaci?n y, al mismo tiempo, invitando constantemente a purificar los aspectos demasiado marcados por las limitaciones y el pecado de los hombres.

Por tanto, Jes?s es mucho m?s que Espertaco. Y el Papa lo recuerda con gran claridad. El Cristianismo, fiel a Su Se?or, Jesucristo, es la permanencia en el tiempo de la misma "pretensi?n" de Jes?s: ser la presencia de Dios en el mundo y, por tanto, la presencia de una Esperanza definitiva. (Agencia Fides 10/1/2008; L?neas: 44 Palabras: 608)
Publicado por verdenaranja @ 21:58  | Espiritualidad
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