Jueves, 31 de enero de 2008
Entrevista a Carlos Arturo Mart?nez, publicada en el Bolet?n 170 Enero-Marzo 2008 de Manos Unidas enviado a la parroquia para la Celebbraci?n de la Campa?a contra el Hambre 2008.

"Los Objetivos de Desarrollo
del Milenio dan esperanza
a la Humaidad"


Carlos Arturo Mart?nez


Carlos Arturo pertenece a la Fraternidad Charles de Foucauld y desde hace 34 a?os ha trabajado con su esposa en distintos pa?ses latinoamericanos: Ecuador, Nicaragua, Colombia y Venezuela. Se vinieron a Espa?a para coordinar una experiencia monacal y, finalmente, determinaron encaminar sus pasos de nuevo hacia el otro lado del Atl?ntico, hacia Bolivia, pa?s que presentaba en aquellos momentos (a?os 90) los mayores ?ndices de morbi-mortalidad. All? se encontraron con el religioso franciscano que preside en la actualidad la Fundaci?n San Lucas, junto al que trabajan.

- ?Qu? iniciativas sociales han puesto en marcha desde esta fundaci?n?

- Las personas que hab?an iniciado la Fundaci?n San Lucas, las Hermanitas del Sagrado Coraz?n, pertenecen a nuestra Fraternidad. Comenzamos con peque?as iniciativas, fuimos creciendo y 16 a?os despu?s hemos logrado elevar el nivel de dignidad y la calidad de vida de la gente con iniciativas de suministro de agua potable, ambulatorios, ambulancias, escuelas...
En la actualidad estamos cerrando un proyecto agropecuario, apoyado por Manos Unidas, que permitir? a muchas personas aumentar sus infraestructuras de producci?n, y que incluye riego, formaci?n en veterinaria y t?cnicas para dejar descansar la tierra y para el cultivo sin recurrir a los productos qu?micos.

- Su esposa es m?dico. Trabaja con grupos de madres con el objetivo de reducir la mortalidad infantil, ?no es as??

- S?. Ella ha hecho un proceso interesante con las mujeres. Comenz? aprendiendo quechua y creando peque?os grupos solidarios para fortalecer la renta familiar de colectivos pobres. Cuando estos grupos se reun?an, invitaba a sus miembros a que trajesen a sus hijos a la consulta m?dica. Tom? tambi?n otras iniciativas orientadas a la formaci?n de la poblaci?n en primeros auxilios, relaciones humanas dignas, afectividad y sexualidad en la pareja, y fortalecimiento de los derechos humanos. Invent? lo que ella denomina "la fiesta de la vida", donde los madres revisan sus es-quemas de vacunas. Puso en funcionamiento un Centro Nutricio-nal Infantil, ya que los ni?os s?lo com?an hidratos de carbono y la desnutrici?n era terrible. Durante cuatro a?os, este centro trabaj? en las casas impartiendo formaci?n sobre cocina e impulsando la creaci?n de peque?os huertos caseros para mejorar la ingesta de minerales y de vitaminas.
A trav?s del programa estatal PAN, mujeres de la comunidad pagadas por la Fundaci?n San Lucas fueron formadas para cuidar a grupos de 25 ni?os. ?stos ten?an as? la posibilidad de trabajar la focalizaci?n, la lateralizaci?n, y hacer un poco de entrenamiento previo al escolar. Ahora existen nueve centros de este car?cter. En ellos, los padres hacen un aporte mensual, y se les apoya en la ingesta de alimentos. Cada uno de estos centros dispone de un vivero para las verduras.
En el a?o 96 conocimos en Brasil la Pastoral de Crianza, en la que se vinculan la reflexi?n de la Palabra de Dios, la nutrici?n y la vida, y lleva seis a?os trabajando en eso. Las mujeres implicadas en es-ta iniciativa han ido a contar su experiencia a otras mujeres de Po-tos?, y as? este positivo proceso toma m?s cuerpo y se extiende.

- ?Han dado buenos resultados estas iniciativas?

- Han mejorado algunas cosas: las mujeres ya no van por agua al
r?o, ya no tienen 14 hijos y la mortalidad materna es cero; ya no mueren los ni?os por desnutrici?n. Las mujeres han crecido, se organizan, invitan a poner en marcha comunidades nuevas, han viajado a Centro Am?rica, participan en las celebraciones eucar?sticas incorporando elementos culturales propios... Las ni?as iban a la escuela s?lo hasta segundo de primaria, y ahora hacen el bachillerato completo. Tambi?n se elaboran artesan?as en las casas.

- Manos Unidas centrar? su atenci?n este a?o en el objetivo n?mero 5 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). ?Cree que los ODM sirven para algo?

- Hay que intentar que sirvan. A veces los pa?ses se ponen de acuerdo en algunas metas sin consultar con la gente ?Qui?n invent? los ODM? Pero ese acuerdo para respetar determinados derechos da esperanza a la humanidad. Quienes establecen final-mente estas sinergias son los gobiernos, que han de aplicar pol?ticas reales. Creo que en nuestro pa?s, con Evo Morales Ayma en el poder, ser?a posible establecer este tipo de condiciones socia-les que permitan conseguirlos, si hay una red de solidaridad estrat?gica. Nuestro pa?s es rico, pero la estructura mundial genera ciertos niveles de dependencia que no le permiten levantar la cabeza, pero como tal objetivo del milenio es fant?stico. En Bolivia muchas iniciativas de la Iglesia se orientan en esa direcci?n.

- ?Cu?l es la situaci?n actual de Bolivia?

- Bolivia, coraz?n de Am?rica Latina, vive en la actualidad un cam-bio fuerte, lleno de esperanzas, ya que se ha generado un nuevo espacio sociopol?tico anhelado durante muchos a?os, donde el nivel de participaci?n del pueblo es real, y eso se nota.

Departamento de Comunicaci?n

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Art?culo publicado en la secci?n C O L A B O R A C I ? N del Bolet?n 170 Enero-Marzo 2008 de Manos Unidas y que ha llegado a la parroquia junto con los materiales para la Campa?a contra el Hambre 2008.

El cuidado de la salud
de la mujer


Carmen ?lvarez Ricart


Es de Valencia. Ha trabajado cmo m?dico en el medio rural de Ruanda, en el Hospital de Kisiguro, y en el Centro M?dico Social de Bilyogo, situado en un barrio de la capital, Kgali. He aqu? un retazo de la experiencia de contacto con la maternidad vivida por esta profesional de lamedicina en ?frica.


En general, la vida es dura para la mayor parte de las mujeres en Ruanda, no s?lo en el campo o en las colinas, sino tambi?n en los cinturones y barrios de las ciudades, donde tantas veces las condiciones de vida no son muy saludables.

Grandes diferencias: algunas realizaciones

Si miramos a nuestro entorno, nos daremos cuenta de la existencia de grandes diferencias. Pensemos en nuestras gestantes cercanas, ?qu? de controles y de cuidados durante el embarazo! Sin embargo, en el mundo son millones las mujeres que viven lejos de un centro de salud elemental, al que tal vez no puedan acceder andando, por la distancia, ni en locomoci?n por falta de dinero para pagar el transporte. Estas se quedan en sus lugares de residencia a merced de lo que suceda, sin poder prevenir, sin poder curar si es el caso, sin poder ser atendidas si eventualmente se presenta una hemorragia aguda, o una hipertensi?n pre-parto o un parto dif?cil. En la Maternidad integrada en el hospital de Kiziguro, en el medio rural, m?s de una vez se ha salvado una vida tras una rotura de ?tero por haber podido ser atendida urgentemente la mujer all?. Esto, como ejemplo de emergencia, pero de modo ordinario se ha podido contribuir a embarazos y partos sanos por medio de la consulta pre-natal, tanto en el hospital, como en las sucursales de las colinas. All? se hacen controles de peso, control de medida, latidos, comprobaciones de la posici?n del feto, anal?ticas sencillas de orina o de sangre, diagn?stico de hipertensi?n, de diabetes; sesiones de formaci?n en h?bitos higi?nicos. Es muy importante el abastecimiento de agua, su filtrado y ebullici?n cuan-do no es potable, especialmente cuando hay que recurrir a la lactancia artificial, as? como el refuerzo alimentario de las madres que lo necesiten en el Servicio Nutricional, en el que despu?s se atender? y controlar? al ni?o. La salud materna no puede separarse de la salud infantil.

Adem?s de lo que hemos indicado, con el embarazo pueden coexistir enfermedades tales como la malaria, que incluso puede ser grave; parasitosis intestinales, diarreas a veces sangrantes, la anemia, la tuberculosis, las infecciones urinarias, diversas enfermedades de transmisi?n sexual, el sida. Las patolog?as previamente instauradas y las sobrevenidas aumentan el riesgo y disminuyen la esperanza de una maternidad saludable. Los diagn?sticos van seguidos de los tratamientos y de los seguimientos familiares que corresponda. Todos estos pasos se van dando cada vez m?s en los diversos hospitales y centros de salud del pa?s. El Centro M?dico Social de Bilyogo ha sido piloto en algunos de estos campos, concretamente, en la detecci?n de anticuerpos del sida, diagn?stico y tratamiento con anti-retrovirales, prevenci?n y tratamiento de infecciones oportunistas. Existen tambi?n sesiones formativas co-lectivas y personales en las que se invita a realizar un test voluntario. Cuando las embarazadas aceptan, se les invita a que venga tambi?n el marido ola pareja estable. As? hay un n?mero considerable de parejas testadas. Conocer el resultado es importante; ignorar la realidad es un peligro mayor.

Tener anticuerpos sida no quiere decir necesariamente que se haya instaurado la enfermedad. Por eso, conocido el resultado por los interesados en visita personal, se siguen los distintos protocolos establecidos en el pa?s para el tratamiento, si procede, y para el seguimiento y control. En el caso de que sea la mujer la sero-positiva, lo m?s frecuente es que sea abandonada por el
hombre y tenga que hacer frente sola a su situaci?n y a la del hijo. Cuando hay positividad, pero no enfermedad, es considerable el riesgo de contraerla; la transmisi?n se realiza principalmente a trav?s de las relaciones sexuales. Importan mucho la educaci?n y la responsabilidad.

Etapa de lactancia

Un cap?tulo interesante es el de la etapa de lactancia. Teniendo en cuenta que muchas veces, por la precariedad de la salud de la madre, la leche materna es insuficiente, los ni?os han de recibir un suplemento alimenticio. En las clases de cocina, las madres aprenden a conocer los alimentos y sus componentes, para mezclarlos adecuadamente y alimentar bien a los hijos con los productos que existen en el pa?s, porque depender s?lo del exterior es incierto si la ayuda falla.
En la salud de la madre se juega mucho para el presente y para el futuro. A su realidad de persona, con toda su dignidad, se suma la de ser generadora de vida y cuidadora por excelencia de otras vidas y de las m?s amenazadas: ni?os, enfermos, ancianos, discapacitados, y todo esto no cesa por el hecho de estar embarazada. A veces la mujer lleva a un ni?o a la espalda, otro dentro, tiene otros hijos y ha de cultivar la tierra o andar largas distancias para llegar a los centros de salud u hospitales, atender a la familia, acudir al mercado, acarrear agua.

Al hablar de salud de la madre, de la mujer, no podemos dejar de tener en cuenta la salud del hombre. ?De qu? servir?a que la mujer estuviera muy bien atendida si tuviera un marido o pareja enfermo de tuberculosis, sida, u otras enfermedades infecciosas, o fuera alcoh?lico o drogadicto? Todo se vendr?a f?cilmente abajo. Interesa la salud de toda la poblaci?n.

Una experiencia elegida, gozosa, compartida

Manos Unidas nos habla de la maternidad como experiencia elegida, gozosa, compartida, segura para la vida de madres e hijos, vivida en corresponsabilidad y complementariedad. Es un ideal al que tender, que pone de manifiesto las carencias que se dan en la realidad; esto nos estimula a hacer m?s, todo cuanto podamos, para llegar a los pueblos que necesitan tanto, y para sensibilizar y mentalizar a nuestra sociedad, a veces denunciando.

Es nuestro modo de anunciar el Evangelio, aqu?, all?, hasta el ?ltimo conf?n de la tierra. Se trata de sembrar, de humanizar, de vivir un amor creativo, de ejercer el dinamismo del bien procurando que nuestras obras, adem?s de solucionar problemas, hagan m?s cercano a Dios Padre, por quien todos somos hermanos.

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VATICANO - AVE MAR?A por Mons. Luciano Alimandi - El ego?smo es ciego

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - ?Convert?os porque est? cerca el Reino de los Cielos? (Mt 3,2). La invitaci?n de Jes?s a la conversi?n es siempre actual para un cristiano encaminado por la v?a de la perfecci?n evang?lica. La gran Teresa de ?vila recordaba a sus monjas que hab?an entrado en el convento no para vivir una vida f?cil, sino para combatir. Este combate espiritual, sin embargo, no tiene que ver tan s?lo con las monjas o los sacerdotes, sino con todos. En efecto, es necesario el permanente combate contra el hombre viejo, contra el propio ego?smo que no da tregua al hombre nuevo. Jes?s nos los dice claramente: ?quien quiere ser disc?pulo m?o reniegue de s? mismo?.

El disc?pulo de Cristo conoce bien la din?mica de la renuncia, que abre el alma a la caridad, don de Dios por excelencia. Sin esta din?mica no hay amor aut?ntico, ni discipulado. Es una ?din?mica? porque es un ?camino? continuo, un ?devenir?, para que Jes?s ?viva? en el disc?pulo, hasta que ?ste alcance el ?estado del hombre perfecto, en la medida que conviene a la plena madurez de Cristo? (Ef 4,13), como explica estupendamente San Pablo. En el Evangelio encontramos las palabras lapidarias de Cristo: ?si no os volv?is como ni?os, no entrar?is en el Reino de los Cielos? (Mt 18,3). Este es el ?devenir? de los santos, ?que son los disc?pulos por excelencia del Se?or! Ellos han logrado comprender que el hombre perfecto puede crecer s?lo si muere el hombre viejo, y viceversa. En esta lucha entre los dos, s?lo puede haber un vencedor: el ego?smo, que es la din?mica del hombre viejo, o la caridad, que es la din?mica del hombre nuevo. Las dos din?micas no pueden coexistir. El ego?smo, en efecto, no deja espacio para la caridad y ella, a su vez, en el alma que reniega de s? misma, se difunde en desmedro del amor propio, venciendo las resistencias abre el coraz?n a la libertad: la libertad de la caridad, libertad del hombre liberado por Cristo, rescatado por su Amor.

Juan Bautista describe la din?mica del hombre nuevo cuando afirma: ??l debe crecer y yo debo disminuir?. En otras palabras, si queremos hacer crecer la gracia de Cristo en nosotros, es decir la caridad de Dios, ?debemos renunciar a nosotros mismos! En el fondo, la din?mica de la renuncia es consecuente y l?gica: ?c?mo hago para liberarme de m? mismo si contin?o posey?ndome? No puedo librarme de mis ambiciones sino renunciando a ellas, y cu?nto m?s llaman a la puerta, tanto m?s las debo rechazar. Si no lo hago sucumbo a ellas y pierdo a Jes?s, que me quiere libre para llenarme de ?l. Cuanto m?s amemos al hombre nuevo, tanto m?s dejaremos atr?s al hombre viejo, con sus deseos de apariencia, de valer, de poder?

Precisamente como ense?a san Pablo en la citada carta a los Efesios: ?Pero ustedes no aprendieron as? a Cristo, si es que de veras fueron ense?ados y formados seg?n ?l, sabiendo que la verdad est? en Jes?s. Se les pidi? despojarse del hombre viejo al que sus pasiones van destruyendo, pues as? fue su conducta anterior, y renovarse por el esp?ritu desde dentro. Rev?stanse, pues, del hombre nuevo, el hombre seg?n Dios que ?l crea en la verdadera justicia y santidad. Por eso, no m?s mentiras; que todos digan la verdad a su pr?jimo, ya que todos somos parte del mismo cuerpo? (Ef 4, 20-25).
Jes?s viene a nuestro encuentro para revestirnos de ?l, de sus virtudes, para transformarlo en criatura nueva, en la criatura verdadera que est? destinada a encarnar. En el fondo es Jes?s el hombre nuevo en nosotros, mientras que el hombre viejo es el yo que da la espalda a Dios, ?el negador, el falso!

Cuanto falsa es, en efecto, la percepci?n de este hombre viejo, as? de falsa es la perspectiva de su Yo cerrado en s? mismo; la visi?n de la realidad es totalmente diferente a aquella del hombre nuevo. ?Basta pensar en la muerte! Cu?n opuesta es la visi?n entre ambos puntos de vista: el hombre nuevo, la ve como un pasaje, un paso definitivo a la eternidad, mientras que el otro, el hombre viejo, hace como si no lo viera, la ignora, como si no tuviese que ver con ella.

Falseada por el propio yo, la realidad de las cosas resulta totalmente distinta a aquella que realmente es delante de Dios. La l?gica del ego?smo, del yo cerrando en s? mismo, no librado por Dios, falsa percepci?n de la realidad. Dios nos ha creado para S? mismo, nos ha creado para la felicidad eterna, ha infundido en nosotros una inteligencia, una raz?n que est? destinada, realmente, a la plena comuni?n con Su Inteligencia, con Su Raz?n, con Su Amor. Pero el hombre viejo no ve todo esto, no ve a Dios, porque ve solamente su propio limitado horizonte.

Viene aqu? a la mente el milagro del ciego de Betsaida, que fue curado por Jes?s. ?l lo tom? de la mano, lo condujo fuera de la villa, le puso saliva en los ojos, le impuso las manos, hasta dos veces, y as? lo cur?. El Evangelista Marcos dice al final acerca de este pobre ciego: ?fue sanada y ve?a cada cosa a distancia? (cf. Mc 8,22-26). As? sucede con la conversi?n: es necesario dejarse tomar por la mano de Jes?s, salir de nosotros mismos, dejarse tocar por Su Presencia sanante, que hace nuevas a todas la criaturas, con ojos abiertos, para poder ver ?cada cosa a distancia?, en la luz de Dios. (Agencia Fides 30/1/2008; l?neas 61, palabras 942)

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BOLET?N 270



? El pr?ximo s?bado, nueve de febrero, entre las diez y las doce de la ma?ana, en la Sede Catedralicia, el Obispo presidir? el tradicional Retiro Espiritual de Cuaresma.

? Con ocasi?n fundamentalmente de esta Cuaresma, las delegaciones coordinadas desde el ?rea de Pastoral Social nos proponen la realizaci?n de una iniciativa titulada: ?Austeridad para Compartir?. El objetivo de la misma es sensibilizarnos de cara a hacer memoria y ser memoria de Jesucristo, que pas? por la vida con un estilo de vida austero, compartiendo lo que era y lo que ten?a con los m?s necesitados. Se trata de fomentar en los cat?licos, durante este tiempo lit?rgico y siempre, unos ojos abiertos, un coraz?n sensible y una mano pronta ante la realidad de tantos hermanos empobrecidos y el deterioro del medio ambiente.


? Pr?ximamente se remitir? a todas las parroquias las sugerencias de la Vicar?a General de cara al segundo encuentro con los agentes de pastoral de la parroquia bajo el t?tulo: Parroquia que celebra a Jesucristo, en comuni?n con el PDP, a fin de poderlo organizar durante la Cuaresma o Pascua.

? Este s?bado se celebra la festividad lit?rgica de la Virgen de Candelaria. Con tal motivo se han venido desarrollando distintos actos en la villa mariana. La Eucarist?a del medio d?a ser? transmitida por la COPE, cuya emisora en Tenerife, por cierto, celebra ese d?a el aniversario del comienzo de sus emisiones.

? Siguiendo con esta fiesta de la Presentaci?n del Se?or, en otros lugares de la di?cesis como son Frontera en El Hierro, Chipude en La Gomera o Tijarafe en La Palma se festeja singularmente a esta advocaci?n mariana.


? Tambi?n en Candelaria se han venido celebrando las primeras jornadas sobre la Virgen y el mundo Guanche. Numerosas personalidades del mundo acad?mico han tratado de acercar a todos algunos de los hechos hist?ricos m?s relevantes sobre la patrona de Canarias. Adem?s, en la antigua Casa Consistorial se ha inaugurado la exposici?n fotogr?fica "Los guanches de Canarias y la Virgen: una aproximaci?n fotogr?fica".


? ?El Evangelio en el coraz?n. La palabra de Dios en la Vida Consagrada?, es el lema de este a?o para celebrar la Jornada de la Vida Consagrada que tendr? lugar el pr?ximo 2 de febrero. Con tal motivo, todos los institutos de vida Consagrada, las Sociedades de Vida Apost?lica, los Institutos seculares y la ?rden de V?rgenes Consagradas participar?n en el retiro dirigido por el obispo en la Catedral y en la Eucarist?a de ese d?a. Igualmente, por la tarde de ese domingo, a las cinco y media se celebrar? la oraci?n de v?speras en el monasterio de las Claras de La Laguna.

? Del 3 al 6 de febrero se llevar? a cabo en la Casa de la Asunci?n, en Tegueste, una convivencia destinada a sacerdotes j?venes. El encuentro girar? en torno a la figura de Jesucristo en todas sus dimensiones.

? Fiel a su cita anual, desde 1960, al comienzo de febrero MANOS UNIDAS inicia su campa?a de ?lucha contra el hambre y la pobreza?. El viernes 8 de febrero se nos invita a una Jornada de Ayuno Voluntario, como gesto de solidaridad con quienes ayunan por necesidad y para destinar lo que ahorramos ese d?a como ayuda a los m?s empobrecidos. Posteriormente, el domingo 10 de febrero, ser? la colecta en todas las parroquias. Con el lema ?Madres sanas, derecho y esperanza?, esta organizaci?n cat?lica reclama para todas las mujeres el derecho a vivir la maternidad como una experiencia elegida, gozosa, compartida y segura para su vida y la de sus hijos?.

? En la Sede de la Cofrad?a de la Virgen de Guadalupe, en S. Sebasti?n, el Obispo Nivariense convoc? a los representantes de las instituciones p?blicas de La Gomera, de la Cofrad?a de la Virgen y a los sacerdotes de servicio en dicha isla. El Prelado Bernardo ?lvarez, que estuvo acompa?ado por su vicario general, Antonio P?rez, pudo departir con los asistentes sobre distintos aspectos a tener en cuenta en la pr?xima cita lustral. Adem?s, se pudo entregar un primer adelanto de las previsiones de las celebraciones religiosas de la Bajada de la Virgen de Guadalupe, la cual se iniciar?a, seg?n prev? la Cofrad?a, el pr?ximo seis de octubre con el traslado de la imagen desde su Santuario de Puntallana a la Villa capital, retornando al mismo el trece de diciembre de este dos mil ocho. Los representantes p?blicos y eclesiales pudieron evaluar algunos aspectos a mejorar de la anterior edici?n de esta singular fiesta mariana y acordar diversos aspectos fundamentales, en los que han de estar coordinados las distintas instituciones, de cara a esta Bajada de la morenita de puntallana desde su Santuario al templo de la Asunci?n y, posteriormente, en su recorrido por las distintas parroquias de la isla de la Gomera.


? Cerca de una treintena de miembros de la parroquia de la Asunci?n de la capital gomera, partir?n hacia Andaluc?a para seguir las huellas del insigne cl?rigo gomero, el Padre Torres Padilla. El sacerdote gomero Torres Padilla, excepcional figura de la Iglesia y, sin embargo muy poco conocido, naci? en S. Sebasti?n de la Gomera en 1811, estudi? en La Laguna, Valencia y Sevilla. donde se orden? sacerdote. Brill? en tierras andaluzas por su alta preparaci?n y espiritualidad, hasta ser llamado por el Papa P?o IX como consultor del Concilio Vaticano I. Fue confesor de santas como Sor ?ngela de la Cruz. En 1878 mor?a en Sevilla, cuyos lugares m?s significativos ser?n recorridos por esta expedici?n de cat?licos gomeros.


? Este viernes y hasta el mi?rcoles, se desarrolla en la Casa de Espiritualidad de Santa Cruz de Tenerife una tanda de ejercicios dirigida por el Obispo Em?rito, Dami?n Iguacen.

? El nuevo Delegado Diocesano de Piedad Popular ha enviado una carta a los sacerdotes a fin de re-impulsar la atenci?n a este sector pastoral. La Delegaci?n Diocesana de Piedad Popular es un organismo especializado de trabajo pastoral que coordina, anima, promueve y revisa la acci?n pastoral en el ?mbito de la piedad popular en la Di?cesis. La Delegaci?n es la expresi?n y promoci?n de la sensibilidad y de la preocupaci?n de la Iglesia Diocesana por realizar su misi?n evangelizadora en el ?mbito de las diversas manifestaciones de la piedad popular.


? El pleno del Ayuntamiento de Barlovento ha acordado por unanimidad de todas las fuerzas pol?ticas iniciar el expediente para la declaraci?n de Alcaldesas Honorarias y Perpetuas del municipio a la Virgen de Las Nieves y a Nuestra Se?ora del Rosario, patronas de la isla de La Palma y de la localidad, respectivamente.

? A partir del domingo, el Seminario Menor comienza ejercicios espirituales. En cuanto al Seminario Mayor celebra estos d?as una convivencia en la casa de las Eras.

? La Oficina Diocesana de Peregrinaciones, dirigida por Juli?n de Armas, ha organizado la 40? Peregrinaci?n Diocesana a Tierra Santa que tendr? lugar del 2 al 11 de febrero. Entre otros enclaves visitar?n el Monte de las Bienaventuranzas, el Monte Tabor y Nazaret.

? Siguiendo tradici?n centenaria y por Voto, un gran n?mero de fieles se dieron cita el d?a 18 de Enero en el templo parroquial de La Guancha para dar gracias a Dios por los favores recibidos en el pasado por intercesi?n de la Virgen de la Esperanza.


? La imagen del Cristo de las Tribulaciones de Santo Domingo, en La Orotava, ha sido presentada al p?blico, tras haber sido recientemente restaurada. Se trata de una de las primitivas esculturas del desaparecido convento dominico, que data del siglo XVI.

? Buenavista del Norte celebr? por todo lo alto el domingo la feria de ganado y romer?a de San Antonio Abad, un acontecimiento al que acudieron, seg?n datos facilitados por la Polic?a Local, unas 18.000 personas procedentes de todos los rincones de la Isla en uno de los actos festivos con m?s arraigo y aceptaci?n de los celebrados en la Isla Baja.


? Ya se ha presentado el cartel y el programa de actos de la Semana Santa de La Laguna. El cartel reproduce un primer plano de la Virgen de la Soledad de la iglesia de Santo Domingo, obra del fot?grafo Fernando Cova del Pino. Por su parte, la portada del programa de mano refleja la citada imagen de cuerpo entero, seg?n una fotograf?a de Efra?n Pinto, y en vallas publicitarias se mostrar? el pu?al que atraviesa el pecho de la Soledad en color plata sobre fondo negro.

? Volviendo a Manos Unidas ha alertado de que la "fuga de cerebros", es decir, de personas con formaci?n acad?mica, impide el desarrollo de ?frica. Los datos que maneja esta ONG espa?ola apuntan a un doble problema: la inmigraci?n irregular no s?lo deja a miles de personas sin hogar, sino que adem?s muchos de los que salen de su pa?s tienen estudios y experiencia profesional, lo que dificulta a?n m?s que fructifiquen los proyectos de desarrollo que se plantean. La presidenta delegada de Manos Unidas en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Gracia Z?rate, ha indicado: "estoy segura de que se ahogan muchos m?s de lo que sabemos. Esta gente, si tuviera un medio de vida decente y digno en su pa?s, no dejar?a su cultura, su familia, su casa y todo lo suyo para arriesgarse a perder la vida en el mar".


? C?ritas Arciprestal de La Laguna ha llevado a cabo una campa?a de recogida de fondos que ser?n destinados a la construcci?n de 10 viviendas en Per?, concretamente en la zona de Pisco.

? Francisco Gonz?lez de Aledo ha tomado posesi?n como Esclavo Mayor de la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Cristo de la Laguna.

? Una excavaci?n en la antigua iglesia de San Agust?n, en La Laguna, permitir? conocer mejor la sociedad del siglo XVIII. Antes de convertir las ruinas del templo en un espacio cultural, el solar ser? objeto de una excavaci?n arqueol?gica para descubrir testigos de la primitiva iglesia que fue derribada en 1771 y estudiar a las familias que est?n enterradas y que sus sepulturas no sean rotas como ocurri? en 1985 al retirar todos los escombros.
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Mi?rcoles, 30 de enero de 2008
ZENIT publica la intervenci?n de Benedicto XVI durante la audiencia general de este mi?rcoles, la tercera que dedica a la figura de san Agust?n de Hipona.


Queridos amigos:

Tras la Semana de Oraci?n por la Unidad de los Cristianos volvemos hoy a retomar la gran figura de san Agust?n. Mi querido predecesor Juan Pablo II le dedic?, en 1986, es decir, en el d?cimo sexto centenario de su conversi?n, un largo y denso documento, la carta apost?lica Augustinum Hipponensem. El mismo Papa quiso definir este texto como ?una acci?n de gracias a Dios por el don que hizo a la Iglesia, y mediante ella a la humanidad entera, gracias a aquella admirable conversi?n?. (Augustinum Hipponensem, 1). Quisiera afrontar el tema de la conversi?n en una pr?xima audiencia. Es un tema fundamental no s?lo para su vida personal, sino tambi?n para la nuestra. El Evangelio del domingo pasado el Se?or mismo resumi? su predicaci?n con la palabra: ?Convert?os?. Siguiendo el camino de san Agust?n, podremos meditar sobre qu? es esta conversi?n: es algo definitivo, decisivo, pero la decisi?n fundamental debe desarrollarse, debe realizarse en toda nuestra vida.

La catequesis de hoy est? dedicada, por el contrario, al tema fe y raz?n, que es un tema determinante, o mejor, el tema determinante de la biograf?a de san Agust?n. De ni?o hab?a aprendido de su madre, M?nica, la fe cat?lica. Pero siendo adolescente hab?a abandonado esta fe porque ya no lograba ver su razonabilidad y no quer?a una religi?n que no fuera expresi?n de la raz?n, e decir, de la verdad. Su sed de verdad era radical y le llev? a alejarse de la fe cat?lica. Pero su radicalidad era tal que no pod?a contentarse con filosof?as que no llegaran a la misma verdad, que no llegaran hasta Dios. Y a un Dios que no fuera s?lo una hip?tesis ?ltima cosmol?gica, sino que fuera el verdadero Dios, el Dios que da la vida y que entra en nuestra misma vida. De este modo, todo el itinerario intelectual y espiritual de san Agust?n constituye un modelo v?lido tambi?n hoy en la relaci?n entre fe y raz?n, tema no s?lo para hombres creyentes, sino para todo hombre que busca la verdad, tema central para el equilibrio y el destino de todo ser humano.

Estas dos dimensiones, fe y raz?n, no deben separarse ni contraponerse, sino que deben estar siempre unidas. Como escribi? Agust?n tras su conversi?n, fe y raz?n son ?las fuerzas que nos llevan a conocer? (Contra Academicos, III, 20, 43). En este sentido, siguen siendo famosas sus dos f?rmulas (Sermones, 43, 9) con las que expresa esta s?ntesis coherente entre fe y raz?n: crede ut intelligas (?cree para comprender?) --creer abre el camino para cruzar la puerta de la verdad--, pero tambi?n y de manera inseparable, intellige ut credas (?comprende para creer?), escruta la verdad para poder encontrar a Dios y creer.

Las dos afirmaciones de Agust?n manifiestan con eficacia y profundidad la s?ntesis de este problema, en el que la Iglesia cat?lica ve su camino manifestado. Hist?ricamente esta s?ntesis se fue formando, ya antes de la venida de Cristo, en el encuentro entre la fe jud?a y el pensamiento griego en el juda?smo hel?nico. Sucesivamente en la historia esta s?ntesis fue retomada y desarrollada por muchos pensadores cristianos. La armon?a entre fe y raz?n significa sobre todo que Dios no est? lejos: no est? lejos de nuestra raz?n, de nuestra vida; est? cerca de todo ser humano, cerca de nuestro coraz?n y de nuestra raz?n, si realmente nos ponemos en camino.

Precisamente esta cercan?a de Dios al hombre fue experimentada con extraordinaria intensidad por Agust?n. La presencia de Dios en el hombre es profunda y al mismo tiempo misteriosa, pero puede reconocerse y descubrirse en la propia intimidad: no hay que salir afuera --afirma el convertido--, ?vuelve sobre ti mismo. La verdad habita en el hombre interior. Y si encuentras que su naturaleza es mutable, trasci?ndete a ti mismo. Pero recuerda al hacerlo as? que trasciendes un alma que razona. As? pues, dir?gete all? donde se enciende la luz misma de la raz?n? (De vera religione, 39, 72). ?l mismo subraya en una afirmaci?n famos?sima del inicio de las Confesiones, autobiograf?a espiritual escrita en alabanza de Dios: ?Nos hiciste, Se?or, para ti, y nuestro coraz?n est? inquieto, hasta que descanse en ti? (I, 1, 1).

La lejan?a de Dios equivale, por tanto, a la lejan?a de s? mismos. ?Porque t? --reconoce Agust?n (Confesiones, III, 6, 11)-- estabas dentro de m?, m?s interior que lo m?s ?ntimo m?o y m?s elevado que lo m?s sumo m?o?, interior intimo meo et superior summo meo; hasta el punto de que, en otro pasaje, recordando el tiempo precedente a su conversi?n, a?ade: ?T? estabas, ciertamente, delante de m?, mas yo me hab?a apartado de m? mismo y no me encontraba? (Confesiones, V, 2, 2). Precisamente porque Agust?n vivi? en primera persona este itinerario intelectual y espiritual, supo presentarlo en sus obras con tanta cercan?a, profundidad y sabidur?a, reconociendo en otros dos famosos pasajes de las Confesiones (IV, 4, 9 y 14, 22) que el hombre es ?un gran enigma? (magna quaestio) y ?un gran abismo? (grande profundum), enigma y abismo que s?lo ilumina y colma Cristo. Esto es importante: quien est? lejos de Dios tambi?n est? lejos de s? mismo, alienado de s? mismo, y s?lo puede encontrarse a s? mismo si se encuentra con Dios. De este modo logra llegar a su verdadero yo, su verdadera identidad.

El ser humano, subraya despu?s Agust?n en el De civitate Dei (XII, 27), es sociable por naturaleza pero antisociable por vicio, y es salvado por Cristo, ?nico mediador entre Dios y la humanidad, y ?camino universal de la libertad y de la salvaci?n?, como ha repetido mi predecesor Juan Pablo II (Augustinum Hipponensem, 21): fuera de este camino, que nunca le ha faltado al g?nero humano, sigue afirmando Agust?n en esa misma obra, ?nadie ha sido liberado nunca, nadie es liberado, nadie ser? liberado? (De civitate Dei, X, 32, 2). Como ?nico mediador de la salvaci?n, Cristo es cabeza de la Iglesia y est? unido m?sticamente a ella de modo que Agust?n afirma: ?Nos hemos convertido en Cristo. De hecho, si ?l es la cabeza, nosotros somos sus miembros, el hombre total es ?l y nosotros? (In Iohannis evangelium tractatus, 21, 8).

Pueblo de Dios y casa de Dios, la Iglesia, seg?n la visi?n de Agust?n, est? por tanto ligada ?ntimamente al concepto de Cuerpo de Cristo, fundamentada en la relectura cristol?gica del Antiguo Testamento y en la vida sacramental centrada en la Eucarist?a, en la que el Se?or nos da su Cuerpo y nos transforma en su Cuerpo. Por tanto es fundamental que la Iglesia, pueblo de Dios, en sentido cristol?gico y no en sentido sociol?gico, est? verdaderamente integrada en Cristo, quien, seg?n afirma Agust?n en una p?gina hermos?sima, ?reza por nosotros, reza en nosotros, es rezado por nosotros como nuestro Dios: reconocemos por tanto en ?l nuestra voz y nosotros en ?l la suya? (Enarrationes in Psalmos, 85, 1).

En la conclusi?n de la carta apost?lica Augustinum Hipponensem Juan Pablo II quiso preguntar al mismo santo qu? pod?a decir a los hombres de hoy y responde sobre todo con las palabras que Agust?n confi? en una carta dictada poco despu?s de su conversi?n: ?Me parece que se debe llevar a los hombres a la esperanza de encontrar la verdad? (Epistulae, 1, 1); esa verdad que es Cristo, Dios verdadero, a quien se dirige una de las oraciones m?s hermosas y famosas de las Confesiones (X, 27, 38): ??Tarde te am?, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te am?! Y he aqu? que t? estabas dentro de m? y yo fuera, y por fuera te buscaba; y deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que t? creaste. T? estabas conmigo, mas yo no lo estaba contigo. Reten?anme lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no ser?an. Llamaste y clamaste, y rompiste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y fugaste mi ceguera; exhalaste tu perfume y respir?, y suspiro por ti; gust? de ti, y siento hambre y sed, me tocaste, y abras?me en tu paz?.

De este modo Agust?n encontr? a Dios y durante toda su vida hizo su experiencia hasta el punto de que esta realidad --que es ante todo el encuentro con una Persona, Jes?s--cambi? su vida, como cambia la de cuantos, hombres y mujeres, en todo tiempo, tienen la gracia de encontrarse con ?l. Pidamos al Se?or que nos d? esta gracia y nos haga encontrar as? su paz.

[Al final de la audiencia, el Papa salud? en varios idiomas. En espa?ol, dijo:]

Queridos hermanos y hermanas:

La catequesis de hoy trata algunos aspectos del inmenso legado de San Agust?n, reconocido por la Iglesia como uno de sus maestros m?s autorizados, como lo puso de manifiesto el Papa Juan Pablo II en la Carta Apost?lica dedicada al Santo en la conmemoraci?n de su conversi?n, siendo, adem?s, un Padre de la Iglesia muy apreciado tambi?n por m?. El itinerario intelectual y espiritual de Agust?n representa un modelo de la relaci?n arm?nica que debe existir entre la fe y la raz?n. Esta armon?a significa ante todo que Dios est? cerca de todo ser humano, cerca de su coraz?n y de su raz?n. Esta presencia misteriosa de Dios puede ser reconocida en el interior del hombre, porque, como dec?a Agust?n con una expresi?n muy conocida: ?Nos has hecho, Se?or, para ti y nuestro coraz?n est? inquieto hasta que descanse en ti?. El hombre, a?ade el Santo, es un grande enigma y un abismo que s?lo Cristo es capaz de iluminar y colmar. Adem?s, en cuanto ?nico mediador de la salvaci?n, Cristo es cabeza de la Iglesia, y est? unido m?sticamente a ella. Ante la pregunta ?qu? es lo que san Agust?n puede decir al hombre de hoy?, se podr?a contestar con estas palabras de una carta escrita despu?s de su conversi?n: ?Me parece que se debe llevar a los hombres a la esperanza de encontrar la verdad?; esa verdad que es Cristo mismo.

Saludo cordialmente a los visitantes de lengua espa?ola. En particular, a los distintos grupos de estudiantes y peregrinos venidos de Argentina, Chile, Espa?a y de otros pa?ses latinoamericanos. Siguiendo el ejemplo y las ense?anzas de san Agust?n, os animo a buscar a Cristo con todas las fuerzas, para encontrar en ?l la verdad de vuestras vidas. ?Muchas gracias!


[Traducci?n del original italiano realizada por Jes?s Colina

? Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana]

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Llamamiento de los Obispos de Acapulco para luchar contra el crimen organizado ?un desaf?o que sobrepasa las fuerzas humanas y que apela al recurso de la esperanza cristiana? (Fides)


Acapulco, Gro., a 24 de enero de 2008


CARTA PASTORAL SOBRE EL CRIMEN ORGANIZADO EN GUERRERO
OBISPOS DE LA PROVINCIA ECLESI?STICA DE ACAPULCO


A los fieles cat?licos y a todas las personas de buena voluntad:

Que la Paz del Se?or est? con ustedes

1. En los ?ltimos a?os se ha recrudecido en nuestra regi?n la violencia causada por organizaciones criminales, distinta a la violencia intrafamiliar y a la violencia causada por la delincuencia com?n en las calles. Esta violencia tiene sus propias caracter?sticas, sus causas y sus circunstancias. Est? marcada por la crueldad, por el ajuste de cuentas, por la exhibici?n de poder y por la intenci?n de intimidar a los rivales y a toda la sociedad.

2. Esta situaci?n no es exclusiva de nuestra regi?n. Los obispos latinoamericanos han se?alado recientemente que ?la vida social se est? deteriorando gravemente en muchos pa?ses de Am?rica Latina y de El Caribe por el crecimiento de la violencia, que se manifiesta en robos, asaltos, secuestros, y lo que es m?s grave, en asesinatos que cada d?a destruyen m?s vidas humanas y llenan de dolor a las familias y a la sociedad entera. La violencia reviste diversas formas y tiene diversos agentes: el crimen organizado y el narcotr?fico, grupos paramilitares, violencia com?n sobre todo en la periferia de las grandes ciudades, violencia de grupos juveniles y creciente violencia intrafamiliar?[1].

3. Adem?s del atraso econ?mico, pol?tico y social que estigmatiza la vida de los guerrerenses, tenemos que reconocer la presencia y la actuaci?n del crimen organizado que hace m?s dif?cil a?n la vida de los habitantes de esta regi?n y que constituye una manifestaci?n m?s desarrollada del esp?ritu del Mal entre nosotros. El Mal no s?lo se manifiesta en las personas y en las relaciones humanas y sociales sino que se organiza de una manera programada con fines perversos que causan graves da?os a las personas, a las familias y a la sociedad entera.

4. Los Pastores de las Iglesias Particulares que peregrinan en esta regi?n suriana reconocemos la presencia destructora de este Mal, pero tambi?n queremos buscar caminos que ayuden a los fieles cat?licos y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que nos escuchen, a vencer el poder del mal con el bien (Cfr. Romanos 12, 21) para edificar una convivencia social pac?fica y respetuosa de la dignidad de las personas.

Primera parte: EL CRIMEN ORGANIZADO EN NUESTRA REGI?N.

5. Entendemos por crimen organizado a los grupos de delincuentes que se organizan de manera sistem?tica y permanente en bandas, mafias, c?rteles u otras formas para conseguir ganancias para s? o para otros mediante acciones reconocidas como delitos. Para asegurar sus objetivos, las organizaciones criminales recurren a la violencia y a la corrupci?n. Algunas de las actividades m?s comunes de estas organizaciones criminales en nuestra regi?n son el narcotr?fico, el secuestro, la trata de personas, el lavado de dinero, el robo de autos y las ejecuciones.

6. Por su manera de actuar, el crimen organizado genera inseguridad y violencia, degrada el tejido social, lastima la integridad de las personas y de las familias y pone en alto riesgo la paz en nuestros pueblos. El narcotr?fico, en particular, desaf?a al Estado y se ha convertido en una amenaza para la seguridad nacional.

7. El narcotr?fico es una de las formas m?s antiguas y difundidas del crimen organizado en nuestra regi?n. Desde hace aproximadamente cuatro d?cadas ya se promov?a el cultivo de drogas en el campo guerrerense al tiempo que se iban tejiendo redes de traficantes contando con las correspondientes complicidades oficiales. En estos ?ltimos a?os hemos tenido situaciones que se han tornado cr?ticas debido a disputas entre c?rteles que buscan tener el control de esta regi?n, sobre todo en las regiones de Acapulco, Costa Grande, Centro y Tierra Caliente. Se presume que en algunas regiones, los narcotraficantes han llegado a tener en sus manos el poder econ?mico y que van ahora por el poder pol?tico.

8. El secuestro tiene en nuestra regi?n una historia ya muy larga, cuando se ten?a en la mira a ricos ganaderos, agricultores y comerciantes de la regi?n. En tiempos pasados, algunos secuestros tuvieron una relaci?n con los movimientos subversivos. Ahora se ha ampliado y refinado la industria del secuestro en las ciudades y en el medio rural. Desde las amenazas de secuestro para exigir dinero hasta la consumaci?n del mismo para exigir el rescate correspondiente. Desde secuestros de personas pudientes hasta personas de medios modestos; desde adultos hasta ni?os. Tambi?n hay que se?alar que hay desde secuestradores especializados que usan altas tecnolog?as hasta aprendices y hasta muy j?venes.

9. Las ejecuciones han llegado a ser una manifestaci?n muy visible del crimen organizado, sobre todo del narcotr?fico, que hace sentir su poder y su capacidad de controlar y proteger el desarrollo de sus negocios il?citos. Se da el ajuste de cuentas con quienes est?n involucrados en el comercio ilegal de las drogas que no cumplen pactos o reglas, y se da tambi?n la disputa armada entre mafias o c?rteles que arrebatan o defienden el control de mercados y de territorios. Son reprobables, tambi?n, los asesinatos consumados por quienes se cobijan en la confusi?n generada por el crimen organizado, para hacerse justicia por mano propia en otra clase de agravios entre particulares.

10. La trata de personas es un delito contra los derechos humanos considerado como la esclavitud del siglo XXI. Este delito consiste en el traslado forzoso o por enga?o de una o varias personas de su lugar de origen, la privaci?n total o parcial de su libertad y la explotaci?n laboral, sexual o similar. Es un acto criminal que viola los derechos humanos, la dignidad y la integridad de estos nuevos esclavos y esclavas. En nuestra regi?n se conocen m?s los casos de explotaci?n de la prostituci?n de mujeres y de ni?os u otras formas de explotaci?n sexual, la servidumbre, la explotaci?n de la mendicidad ajena, el matrimonio servil, la extracci?n de ?rganos, y el turismo sexual.

11. El lavado de dinero es el proceso a trav?s del cual es encubierto el origen de los dineros generados mediante el ejercicio de algunas actividades ilegales o criminales (tr?fico de drogas, contrabando de armas, corrupci?n, fraude fiscal, malversaci?n p?blica, extorsi?n y trabajo ilegal). El objetivo de la operaci?n, que generalmente se realiza en varios niveles, consiste en hacer que los dineros obtenidos a trav?s de actividades il?citas aparezcan como el fruto de actividades leg?timas y circulen sin problema en el sistema financiero.

12. El robo de autos, sobre todo en las ciudades, ha sido una forma muy com?n del ejercicio del crimen organizado. Hay bandas muy bien entrenadas que tejen una cadena entre quienes roban los veh?culos, los desvalijan o los transportan a otros estados y los venden. De ordinario cuentan con la complicidad de cuerpos de seguridad.

13. Es necesario ubicar las causas de estas diversas formas de crimen organizado. Hay que se?alar causas estructurales que corresponden a nuestro sistema econ?mico y pol?tico. En particular podemos pensar en las deficiencias del sistema educativo que durante mucho tiempo ha carecido de una formaci?n humanista y ?tica, el desempleo que cada d?a crece m?s, la corrupci?n pol?tica y la protecci?n polic?aca[2], el abandono del campo, y la b?squeda de dinero f?cil. No podemos pasar por alto muchos contenidos propagados por diversos medios de comunicaci?n social. Por otra parte, asumimos el diagn?stico de los obispos latinoamericanos cuando dicen que ?sus causas (de la violencia) son m?ltiples: la idolatr?a del dinero, el avance de una ideolog?a individualista y utilitarista, el irrespeto a la dignidad de cada persona, el deterioro del tejido social, la corrupci?n incluso en las fuerzas del orden, y la falta de pol?ticas p?blicas de equidad social?[3].

Segunda parte: LA PALABRA DE LA FE

?Vence al mal con el bien? (Romanos 12, 21)
14. Si bien, el crimen organizado es un mal que tiene ramificaciones nacionales e internacionales y se percibe con mayor poder, incluso, que el del Estado, la fe cristiana nos ayuda a mirarlo en su verdadera dimensi?n. Jesucristo, muerto resucitado ha resultado vencedor de todo mal, del pecado y de la muerte y nos ha dicho: ?No teman, yo he vencido al mundo?[4]. A la luz de Aqu?l que venci? en la Cruz, es que Pablo indicaba a los cristianos de Roma: ?No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien?[5]. Estas palabras reflejan la gran estrategia de la Salvaci?n que el Se?or sigui? para vencer al mal.

15. De esta forma, nosotros no vemos al crimen organizado como un mal invencible, sino como una expresi?n del pecado personal que se estructura a partir de relaciones ilegales, il?citas e inmorales por el da?o que causan a personas, a familias y a pueblos enteros. ?Ante tantos dramas que afligen al mundo, los cristianos confiesan con humilde confianza que s?lo Dios da al hombre y a los pueblos la posibilidad de superar el mal para alcanzar el bien. Con su muerte y resurrecci?n, Cristo nos ha redimido y rescatado pagando ?un precio muy alto? (cf. 1 Corintios 6,20; 7,23), obteniendo la salvaci?n para todos. Por tanto, con su ayuda todos pueden vencer al mal con el bien?[6].

16. La lucha contra el crimen organizado es un desaf?o que sobrepasa las fuerzas humanas y que apela al recurso de la esperanza cristiana. Con la certeza de que el mal no prevalecer?, el cristiano cultiva una esperanza ind?mita que lo ayuda a promover la justicia y la paz. ?A pesar de los pecados personales y sociales que condicionan la actuaci?n humana, la esperanza da siempre nuevo impulso al compromiso por la justicia y la paz, junto con una firme confianza en la posibilidad de construir un mundo mejor?[7].

?No pueden servir a Dios y al dinero? (Lucas 16, 13)
17. Todas las formas de crimen organizado implican una verdadera idolatr?a en cuanto que expresan, ya de manera consciente o inconsciente una decisi?n contraria a la Ley de Dios. No s?lo se rechazan las leyes humanas establecidas para cuidar el bien com?n, sino que se rechaza, tambi?n, al mismo Dios. El crimen organizado manifiesta una verdadera idolatr?a en la que la fascinaci?n por el poder que ofrece el dinero sustituye la adoraci?n al verdadero Dios. Bien dec?a el Se?or, ?no pueden ustedes servir a Dios y al dinero?[8], cuando propon?a la alternativa de la verdadera fe que excluye toda clase de idolatr?a, que excluye siempre al verdadero Dios.

18. La idolatr?a como rechazo a Dios se manifiesta en actitudes opuestas a la voluntad divina y al bien del pr?jimo, entre las cuales ?dos parecen ser las m?s caracter?sticas: el af?n de ganancia exclusiva, por una parte; y por otra, la sed de poder, con el prop?sito de imponer a los dem?s la propia voluntad. A cada una de estas actitudes podr?a a?adirse, para caracterizarlas a?n mejor, la expresi?n: ?a cualquier precio?. En otras palabras, nos hallamos ante la absolutizaci?n de actitudes humanas, con todas sus posibles consecuencias?[9]. De aqu? se desprende el car?cter tremendamente destructor del crimen organizado: destruye conciencias, valores, sentimientos, relaciones. Lo que es peor, destruye el sentido sagrado de la relaci?n con Dios para poner en su lugar expresiones seudo-religiosas que se expresan en cultos como el de la Santa Muerte y el de Jes?s Malverde.

?A Dios solo adorar?s? (Mateo 4, 10)

19. El conocimiento del Dios verdadero proporciona al creyente la posibilidad de abandonar la idolatr?a y todas sus consecuencias, como pueden ser las actitudes criminales que se desarrollan y se vinculan a trav?s de organizaciones il?citas e ilegales. Jesucristo ha venido a mostrarnos el rostro amoroso de Dios a quien nos presenta como su Padre y nuestro Padre. El Reino de Dios, centro de su mensaje y de su pr?ctica es una propuesta a vivir bajo la soberan?a de Dios en una actitud de confianza y de entrega absoluta como la verdadera adoraci?n ?A Dios s?lo adorar?s?[10] es la respuesta de Jes?s ante la tentaci?n de la idolatr?a. La adoraci?n a Dios implica la aceptaci?n de su Palabra como ley suprema que conduce a la vida fraterna y al justo uso de los bienes de la tierra.

20. El encuentro con Jesucristo es el punto de partida para hacerse disc?pulo e iniciar un camino de liberaci?n de toda idolatr?a. Seguir a Jes?s es aprender a adorar a Dios y a servir a los hermanos al tiempo que se va desarrollando una liberaci?n del af?n del dinero y la fascinaci?n del poder que suelen empujar hacia la delincuencia organizada. ?En el seguimiento de Jesucristo, aprendemos y practicamos las bienaventuranzas del Reino, el estilo de vida del mismo Jesucristo: su amor y obediencia filial al Padre, su compasi?n entra?able ante el dolor humano, su cercan?a a los pobres y a los peque?os, su fidelidad a la misi?n encomendada, su amor servicial hasta el don de su vida. Hoy contemplamos a Jesucristo tal como nos lo transmiten los Evangelios para conocer lo que ?l hizo y para discernir lo que nosotros debemos hacer en las actuales circunstancias?[11].

?Digan primero: paz a esta casa? (Lucas 10, 6)

21. La Iglesia tiene la misi?n de anunciar el Evangelio que tiene la capacidad de forjar una ?cultura de paz?. ?La Iglesia, sacramento de reconciliaci?n y de paz, desea que los disc?pulos y misioneros de Cristo sean tambi?n, ah? donde se encuentren, ?constructores de paz? entre los pueblos y naciones de nuestro Continente. La Iglesia est? llamada a ser una escuela permanente de verdad y justicia, de perd?n y reconciliaci?n para construir una paz aut?ntica?[12]. Por eso, su misi?n es llamar a la conversi?n a todos y, de manera particular, a quienes han ca?do en las redes del crimen organizado, en cualquiera de sus expresiones. Mostrando a Jesucristo vivo, la verdadera riqueza[13], puede promover actitudes de desapego al dinero y al poder y de respeto a la dignidad humana y de b?squeda del bien com?n.

22. En el centro mismo del Evangelio est? la bienaventuranza de la paz: ?Felices los que trabajan por la paz, porque ellos ser?n llamados hijos de Dios?[14]. Jes?s env?a a sus disc?pulos a promover la paz como parte integrante del mismo Evangelio[15]. Ante el crimen organizado como una amenaza para la paz social, nosotros tenemos el Evangelio de la Paz como una propuesta que la Iglesia y cada uno de los bautizados, especialmente los fieles laicos que viven en medio del mundo. ?Es absolutamente necesario que la paz comience a vivirse como un valor en el interior de cada persona: as? podr? extenderse a las familias y a las diversas formas de agregaci?n social, hasta alcanzar a toda la comunidad pol?tica?[16].

Tercera parte: NUESTRO TRABAJO POR LA PAZ

23. Al pronunciarnos como pastores ante la compleja problem?tica desarrollada a partir del crimen organizado en nuestra regi?n, queremos contribuir con nuestra palabra y nuestro esfuerzo pastoral para animar el compromiso de todos a favor de la paz y de la edificaci?n de nuestra sociedad basada en la b?squeda del bien com?n y del respeto a la ley. Necesitamos una sociedad a la medida de la dignidad humana, revelada por medio de Jesucristo en la que todos participemos solidariamente.

24. Queremos que nuestra voz llegue a las autoridades encargadas de los tres niveles de gobierno para pedirles encarecidamente que, fieles a su vocaci?n de servicio a la comunidad, antepongan el bien com?n a los intereses de partidos o de grupos, sobre todo de aqu?llos que se organizan para delinquir. Por otra parte, la autoridad tiene que llevar a cabo el saneamiento de los cuerpos de seguridad y las instancias de procuraci?n de justicia para que sean confiables y garanticen una lucha a fondo contra el narcotr?fico y toda forma de delincuencia organizada. Tiene que desaparecer cualquier se?al de corrupci?n y de complicidad bajo la forma de protecci?n pol?tica y polic?aca a los criminales que tanto da?o hacen a la sociedad. En el caso particular del narcotr?fico, la autoridad tiene que promover una lucha integral contra el mismo que considere la prevenci?n, el combate con la fuerza p?blica y la rehabilitaci?n de las adicciones.

25. Tambi?n queremos dirigirnos a quienes, por cualquier raz?n, se han involucrado en las diversas formas de crimen organizado. Dios los est? llamando a la conversi?n y su perd?n est? siempre dispuesto. Pero en tanto no den ustedes muestras de arrepentimiento y de cambio de vida para abandonar el sendero del crimen, les hemos de decir: ?Ya el hacha est? puesta a la ra?z del ?rbol; todo ?rbol que no de buen fruto ser? cortado y echado al fuego?[17]. Tambi?n hacemos nuestras las palabras que Benedicto XVI dirigi? recientemente a los narcotraficantes: ?Piensen en el mal que est?n provoc?ndoles a una multitud de j?venes y de adultos de todos los segmentos de la sociedad: Dios se los va a cobrar. La dignidad humana no puede ser pisoteada de esta manera. El mal provocado recibe la misma reprobaci?n hecha por Jes?s a los que escandalizaban a los ?peque?itos?, los preferidos de Dios?[18].

26. La sociedad civil, como conjunto de organizaciones sociales que participan activamente en la soluci?n de los m?s variados problemas de la regi?n, tiene en sus manos una oportunidad para participar creativa y responsablemente en la lucha contra el crimen organizado. ?Estos grupos est?n tomando conciencia del poder que tienen entre manos y de la posibilidad de generar cambios importantes para el logro de pol?ticas p?blicas m?s justas?[19]. La sociedad puede participar, a trav?s de sus organizaciones, vigilando y verificando que las autoridades combatan de ra?z al crimen organizado, atendiendo a las causas sociales, econ?micas, pol?ticas y culturales. Sin la participaci?n activa de la sociedad, los gobiernos no tienen la capacidad suficiente para abatir la violencia causada por los criminales que se organizan para hacer da?o a la comunidad.

27. La escuela tiene que empe?arse en participar construyendo una cultura sustentada en valores muy bien definidos. La educaci?n es un instrumento fundamental para construir mentalidades y actitudes orientadas hacia el bien com?n a partir de valores como la dignidad humana, la laboriosidad y el respeto a la legalidad. Si estos valores no inspiran las relaciones sociales, econ?micas y pol?ticas es imposible vencer a las bandas criminales que cuentan, de este modo, con una impl?cita aceptaci?n social. La formaci?n c?vica y ?tica, basada en una concepci?n integral de la persona puede ayudar a edificar una cultura de la vida y de la paz que aleje toda posibilidad de que se reproduzcan las organizaciones criminales.

28. Los medios de comunicaci?n social, tienen una grande responsabilidad a la que no pueden renunciar dado que ?marcan profundamente el entorno cultural. De hecho, algunos afirman que la influencia formativa de los medios se contrapone a la de la escuela, de la Iglesia e incluso a la del hogar. Para muchas personas la realidad corresponde a lo que los medios de comunicaci?n definen como tal"[20]. Los medios tienen que examinar su responsabilidad en el desarrollo de la cultura de la violencia cuando llegan a exhibir a los criminales como si fueran h?roes y tienen que orientar sus contenidos con responsabilidad para formar una conciencia de respeto a la persona humana y de b?squeda del bien com?n que quitar?an todo sustento a las pr?cticas violentas e ilegales del crimen organizado.

29. Las familias tienen, tambi?n, una gran tarea en la edificaci?n de una sociedad pac?fica y en el esfuerzo por abatir el crimen organizado. ?La comunidad humana no puede prescindir del servicio que presta la familia. El ser humano en formaci?n, ?d?nde podr?a aprender a gustar mejor el ?sabor? genuino de la paz sino en el ?nido? que le prepara la naturaleza? El lenguaje familiar es un lenguaje de paz; a ?l es necesario recurrir siempre para no perder el uso del vocabulario de la paz. (?) En una vida familiar ?sana? se experimentan algunos elementos esenciales de la paz: la justicia y el amor entre hermanos y hermanas, la funci?n de la autoridad manifestada por los padres, el servicio afectuoso a los miembros m?s d?biles, porque son peque?os, ancianos o est?n enfermos, la ayuda mutua en las necesidades de la vida, la disponibilidad para acoger al otro y, si fuera necesario, para perdonarlo. Por eso, la familia es la primera e insustituible educadora de la paz?[21]. Es necesario apoyar a las familias para que ellas puedan ser esa ?agencia de paz? que imprima en cada uno de sus miembros los sentimientos, las actitudes y los valores que los dispongan a trabajar por el bien com?n y por la paz.

30. Los agentes de pastoral (sacerdotes, religiosas y laicos) tienen que hacer suya tarea de promover la paz como ?parte integrante de la misi?n con que la Iglesia prosigue la obra redentora de Cristo sobre la tierra?[22]. La evangelizaci?n est? frente a un gran desaf?o: mostrar a Cristo, quien dej? la paz a sus disc?pulos[23] y con su Evangelio nos ofrece una nueva visi?n del mundo y un nuevo modo de acercarse a los dem?s, tanto a una sola persona como a un pueblo entero. La evangelizaci?n tiene que transformar hondamente a las personas para que sean fermento de la paz en el mundo. Tenemos que reconocer que muchas de las personas que est?n involucradas en el crimen organizado est?n bautizadas en la Iglesia pero carecen de una formaci?n viva en la fe. Y necesitamos asumir esa responsabilidad.

31. Tambi?n tenemos otros recursos en la Iglesia para nuestra lucha contra el crimen organizado: adem?s del anuncio del Evangelio, necesitamos alzar nuestra voz para hacer una denuncia prof?tica de los graves males que afligen a la comunidad exigiendo cambios y, sobre todo, una conversi?n espiritual que lleve a un cambio de vida. Tenemos que denunciar las formas criminales que da?an profundamente al Pueblo de Dios a trav?s del narcotr?fico, de los secuestros, de la trata de personas y de las complicidades que las permiten y las protegen.

32. ?La Iglesia lucha por la paz con la oraci?n. La oraci?n abre el coraz?n, no solo a una profunda relaci?n con Dios, sino tambi?n al encuentro con el pr?jimo inspirado por los sentimientos de respeto, confianza, comprensi?n, estima y amor. La oraci?n infunde valor y sostiene a los verdaderos amigos de la paz?[24]. Necesitamos promover la oraci?n a trav?s de jornadas u otras formas que sensibilicen la fe de los fieles para que se incorporen a estos esfuerzos de la Iglesia en favor de la paz.

SALUDO FINAL

33. Queremos concluir esta Carta Pastoral invocando a Nuestra Se?ora de Guadalupe, la misma reina de la paz y lo hacemos con las palabras de la oraci?n que se atribuye normalmente a san Francisco de As?s, porque refleja bien su esp?ritu y el mismo mensaje de paz que proviene del Evangelio: "Se?or, haz de m? un instrumento de tu paz: donde hay odio, que yo lleve el amor, donde hay ofensa, que yo lleve el perd?n, donde hay discordia, que yo lleve la verdad, donde hay desesperaci?n, que yo lleve la esperanza, donde hay tristeza, que yo lleve la alegr?a, donde hay tinieblas, que yo lleve la luz. Maestro, haz que yo no busque tanto: ser consolado, sino consolar, ser comprendido, sino comprender, ser amado, sino amar: porque dando se recibe, perdonando se es perdonado, muriendo se resucita a la vida eterna".

34. Saludamos a todos los fieles cat?licos y a todas las personas de buena voluntad, asegur?ndoles que la presencia del Se?or Jes?s es garant?a de que todos los esfuerzos para construir la paz en medio de la violencia desatada por el crimen organizado y que no ser?n vanos: ?Sean valientes, no teman, yo he vencido al mundo?[25]. La esperanza que el Se?or siembra en nuestros corazones es el motivo fundamental para no claudicar a esta tarea necesaria para edificar una sociedad m?s justa y fraterna donde resplandezca la Paz del Se?or.

Dada en Acapulco, Guerrero, a los 24 d?as del mes de enero del a?o 2008.

+ Felipe Aguirre Franco
Arzobispo de Acapulco
+ Roberto Dominguez Couttolenc
Obispo de Tlapa
+ Maximino Mart?nez Miranda
Obispo de Ciudad Altamirano
+ Alejo Zavala Castro
Obispo de Chilpancingo-Chilapa
+ Juan Navarro Castellanos
Obispo Auxiliar de Acapulco
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[1] V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE, Aparecida, 78.
[2] El Presidente Felipe Calder?n reconoci? t?citamente las complicidades pol?ticas y polic?acas que deben ser destruidas para que la lucha contra el narcotr?fico sea eficaz. Textualmente, el Presidente dijo que ?debemos permanecer unidos, debemos cerrarle el paso a la delincuencia a cualquier posibilidad de cobertura polic?aca o pol?tica y actuar como un s?lo cuerpo a nivel nacional? (9 de enero de 2008).
[3] V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE, Aparecida, 78.
[4] JUAN 16, 33.
[5] ROMANOS 12, 21.
[6] JUAN PABLO II; Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero de 2005, n. 11.
[7] JUAN PABLO II, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero de 2005, n. 11.
[8] LUCAS 16, 13
[9] JUAN PABLO II, Sollicitudo rei socialis, 37.
[10] MATEO 4, 10.
[11] V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE, Aparecida, 139.
[12] V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE, Aparecida, 542.
[13] Cfr. FILIPENSES 3, 8.
[14] MATEO 5, 9.
[15] Cfr. PONTIFICIO CONSEJO ?JUSTICIA Y PAZ?, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 516.
[16] PONTIFICIO CONSEJO ?JUSTICIA Y PAZ?, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 495.
[17] LUCAS 3, 9.
[18] BENEDICTO XVI; Discurso a la comunidad de la Hacienda de la Esperanza; Guaratinguet?, Brasil, 12 de mayo de 2007. Cfr. MATEO 18, 7-10.
[19] V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE, Aparecida, 75
[20] BENEDICTO XVI, Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 2007, n. 1
[21] BENEDICTO XVI, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz ?FAMILIA HUMANA, COMUNIDAD DE PAZ?, 1 de enero de 2008, n. 3.
[22] PONTIFICIO CONSEJO ?JUSTICIA Y PAZ?, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 516.
[23] Juan 14, 27.
[24] PONTIFICIO CONSEJO ?JUSTICIA Y PAZ? Compendio de la Doctrina de la Iglesia Cat?lica, 519.
[25] JUAN 16, 33.

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Martes, 29 de enero de 2008
(http://www.diariodeavisos.es) La iglesia de Santo Domingo, en La Orotava, acogi? el pasado s?bado la presentaci?n al p?blico de la reci?n restaurada imagen del Cristo de las Tribulaciones, una de las im?genes pertenecientes al desaparecido convento dominico que data del siglo XVI. Se trata de una talla del cristo crucificado que se ha logrado recuperar al incluirla en el programa municipal de restauraci?n de bienes muebles ?La Orotava Restaura?. El ?rea de Patrimonio Hist?rico, que dirige Narciso P?rez, ha invertido 5.000 euros en los trabajos de rehabilitaci?n, que se desarrollaron por espacio de tres meses.

Las labores de restauraci?n han corrido a cargo de Pablo Torres Luis y Leticia Perera Gonz?lez, quienes contaron con el asesoramiento del historiador del arte Iv?n Delgado Armas. Durante el proceso se acometieron, entre otros trabajos, estudios del soporte y de las caracter?sticas estructurales de la obra, la eliminaci?n de a?adidos, la limpieza de todo el conjunto y una reintegraci?n volum?trica de la talla.

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Oraci?n al Cristo de la Unidad publicada en el Bolet?n Informativo "al margen", Mater Christi, n?emro 67 Enero - Abril 2008.


ORACI?N AL CRISTO
DE LA UNIDAD



Se?or Jesucristo, clavado en la Cruz
por los pecados de la humanidad, y tambi?n
por los nuestros; mira con
Misericordia infinita toda nuestra indigencia,
y conc?denos vivir siempre en
tu Gracia, rechazando todo pecado que
nos aparta de Dios y destruye la Unidad
en la que t? nos mandaste vivir, y por la
que suplicaste al Padre al final de tu
vida en la tierra.

Te lo pedimos, Se?or, por el inmenso
Amor que tienes a tu Sant?sima Madre,
Maria, nuestra Madre y nuestra Gu?a.
Am?n

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Oraci?n publicada en el Bolet?n Informativo "al margen", Mater Christi, n?mero 67, Enero - Abril 2008.


ORACI?N A MAR?A,
NUESTRA MADRE Y
NUESTRA GU?A



Mar?a, nuestra Madre y
nuestra Gu?a, acoge con mater-
nal solicitud nuestra s?plica y
gu?a todos nuestros pensamientos,
deseos, palabras y obras,
para que siempre cumpl?mos la
voluntad de Dios Padre, Hijo y
Esp?ritu Santo. Am?n.

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AMERICA/COLOMBIA - Asamblea Plenaria de los Obispos sobre ?el papel de la mujer en la Iglesia y en la sociedad?: Mons. Castro Quiroga: ?que la mujer manifieste la decisi?n firme de defender la vida, la familia, el matrimonio y la maternidad? (Fides)

(Bogot?, D.C., 28 de enero al 1? de febrero de 2008)


ALOCUCI?N INAUGURAL
DEL EXCELENT?SIMO MONSE?OR
LUIS AUGUSTO CASTRO QUIROGA
ARZOBISPO DE TUNJA
PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL



Saludamos con afecto fraterno a Monse?or Aldo Cavalli, Nuncio Apost?lico de su Santidad en Colombia, a quien le damos la m?s cordial bienvenida. Se?or Nuncio en su persona vemos la presencia del Santo Padre en nuestra patria. Su Excelencia encontrar? en este grupo de Obispos de Colombia una comunidad de hermanos con quienes podr? compartir la fe y la comuni?n eclesial propia de los disc?pulos misioneros del Se?or. Ha sido una sana tradici?n en esta Iglesia que peregrina en Colombia mantener unas ?ntimas relaciones y un apoyo decidido a la persona del Nuncio como expresi?n de comuni?n colegial con el Santo Padre. Una vez m?s, bienvenido Se?or Nuncio a nuestro pa?s que lo acoge con cari?o.

Se?or Cardenal Pedro Rubiano S?enz, Arzobispo de Bogot? y Primado de Colombia; Monse?or Iv?n Antonio Mar?n L?pez, Vicepresidente de la Conferencia Episcopal; Monse?or Fabi?n Marulanda L?pez, Secretario General de la Conferencia Episcopal; apreciados se?ores Arzobispos y Obispos, estimados sacerdotes y colaboradores del SPEC, Directivos del CELAM que nos acompa?an, directivos de la Conferencia de Religiosos de Colombia, mujeres insignes en la vida de la Iglesia y de la sociedad invitadas a esta Asamblea Episcopal, dem?s invitados especiales y amables representantes de los medios de comunicaci?n.

ENC?CLICA SPE SALVI

Agradecemos a Su Santidad el Papa Benedicto XVI el regalo de su ?ltima Enc?clica SPE SALVI sobre la esperanza cristiana.
En estos d?as en que se est? revelando en detalle, la tragedia escondida para muchos, de los horrores acaecidos en el pa?s rural durante los ?ltimos 20 a?os, a manos del paramilitarismo y la subversi?n, es necesario escuchar el mensaje del Santo Padre, para reforzar nuestra esperanza.

Las crucifixiones, los descuartizamientos, las torturas, las violaciones, los hundimientos para siempre en los r?os, la quema de seres vivos, el estrangulamiento de hombres y mujeres, las desapariciones, los secuestros y las masacres, evocan un ingente n?mero de v?ctimas para quienes la esperanza de la justicia no brilla suficientemente y que podr?an quedar sumidas para siempre en el absurdo de su derrota irreparable.

Horkheimer manifestaba la m?s honda nostalgia de la escuela de Francfort: ?que el verdugo no triunfe definitivamente sobre la v?ctima?. Benedicto XVI le responde exigiendo la justicia en este mundo pero invit?ndolo a abrirse a un nuevo horizonte de sentido, el horizonte de la justicia divina.

?Dios sabe crear la justicia de un modo que nosotros no somos capaces de concebir y que, sin embargo, podemos intuir en la fe. S?, existe la resurrecci?n de la carne. Existe una justicia. Existe la revocaci?n del sufrimiento pasado, la reparaci?n que establece el derecho. La injusticia en la historia no puede ser la ?ltima palabra en absoluto y ello hace plenamente convincente la necesidad de retorno de Cristo y de la vida nueva? (Spe Salvi,43).

Y a?ade Benedicto XVI: ?Dios es justicia y crea justicia. ?ste es nuestro consuelo y nuestra esperanza. Pero en la justicia est? tambi?n la gracia. Esto lo descubrimos dirigiendo la mirada hacia el Cristo crucificado y resucitado. Ambas -justicia y gracia- han de ser vistas en su justa relaci?n interior. La gracia no excluye la justicia. No convierte la injusticia en derecho. No es un cepillo que borra todo, de modo que cuanto se ha hecho en la tierra, acabe por tener siempre igual valor? (Spe Salvi 44).

Concluye el Papa Benedicto su Enc?clica present?ndonos a Mar?a como estrella de la esperanza.

?La vida es como un viaje por el mar de la historia, un viaje en el que escudri?amos los astros que nos indican la ruta. Las verdaderas estrellas de nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente. Ellas son luces de esperanza. Jesucristo es ciertamente la luz por antonomasia. Pero para llegar hasta ?l, necesitamos tambi?n luces cercanas, personas que dan luz reflejando la luz de Cristo, ofreciendo as? orientaci?n para nuestra traves?a. Y qui?n mejor que Mar?a podr?a ser para nosotros estrella de esperanza?? (Spe Salvi,49).
A ella encomendamos esta Asamblea cuya reflexi?n central es la mujer cristiana en la historia y en la Iglesia.

Agradecemos tambi?n a Benedicto XVI por su mensaje de paz llamado: ?Familia, Comunidad de Paz?. Es ah? en la familia, donde hay una mam? y un pap?, que se forjan las virtudes que hacen de cada ser humano un instrumento de paz. En efecto, en el hogar se aprenden la justicia, el amor, la autoridad, el servicio a los m?s d?biles, la ayuda mutua, la acogida del otro y el perd?n, todos ingredientes de la paz como vida plena y sana relaci?n con los dem?s.

EL CENTENARIO DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL

Estamos de centenario. Este acontecimiento nos sugiere ante todo dar gracias a Dios por el hecho de que la Conferencia Episcopal ha sido un testimonio de comuni?n eclesial y ha favorecido la tarea de la Iglesia Cat?lica en Colombia, la cual impulsa a los fieles cristianos a vivir su fe con alegr?a y coherencia, en comunidades eucar?sticas y marianas, creadora y animadora de cultura (D.A 478) as? como camino hacia la santidad. Una mirada al presente y al pasado, nos llena de agradecimiento a Dios por lo que ha hecho por medio de la Conferencia Episcopal, nos mueve a apreciarla m?s y frente a tantas dificultades actuales, sostiene nuestra autoestima eclesial.

Claro est? que nuestra autoestima no se mide por los ?ndices de popularidad sino por la calidad de nuestra acci?n evangelizadora, por nuestra b?squeda de la voluntad de Dios y nuestra capacidad de conversi?n cotidiana, criterios ?stos ajenos a las estad?sticas.

San Alberto Hurtado dec?a: En nuestras obras, el pueblo sabe que comprendemos su dolor?. Sigamos actuando a favor del dolor de Colombia que es la mejor expresi?n de nuestra vivencia del Evangelio de la misericordia y el mejor de los remedios contra cualquier supuesta baja de autoestima.

DIRECTORIO SOBRE CASOS ESPECIALES

Se han producido algunos esc?ndalos por parte de sacerdotes que han generado sufrimiento enorme, a los Se?ores Obispos, a su presbiterio y a los cat?licos del pa?s. Nos duelen y apenan todos esos esc?ndalos acontecidos y otros que nos han lacerado y no pudimos corregir a tiempo, porque han sacudido en muchos feligreses cat?licos su sentido de viva pertenencia a la Iglesia.

Hagamos nuestros y pongamos de manifiesto en el directorio y en la pr?ctica pastoral los seis criterios indicados por un hermano Obispo para tratar los casos de graves faltas que llegan a ser delitos:
Primero, el dolor por las fallas de algunos sacerdotes.

Segundo, las duras penas que existen en la Iglesia para estos grav?simos delitos.

Tercero, el llamado que la Iglesia misma hace para que se realicen con diligencia los procesos del caso.

Cuarto, la necesidad para acudir a los estrados de la Iglesia para denunciar los casos de esa naturaleza que se conozcan.

Quinto, la apertura que hay en la Iglesia a derogar para determinados casos la misma figura jur?dica de la prescripci?n para que lleguen las penas a los culpables.

Sexto, la no oposici?n a que los cl?rigos culpables sean juzgados por los delitos que cometan contra las leyes del pa?s .

Sea este Directorio una ayuda para ir logrando la renovaci?n de nuestro clero, el mayor desaf?o de nuestra Iglesia hoy. Benedicto XVI nos dice:

?Para todo sacerdote es muy edificante saber que el Obispo, del que ha recibido el don del sacerdocio o que, en cualquier caso, es su padre y su amigo, lo tiene presente en la oraci?n, con afecto, y que est? siempre dispuesto a acogerlo, escucharlo, sostenerlo y animarlo? .

ANTE LA NUEVA CULTURA

A todo lo dicho hasta ahora, es necesario a?adir otras consideraciones muy importantes de tipo cultural y de tipo espiritual.

Como sabemos, una nueva cultura, antes restringida a c?rculos muy estrechos, se ha popularizado y ha entrado masivamente en los hogares por diversos caminos.

Debemos mirar a la cultura nueva con simpat?a, seg?n nos pide Aparecida. Al fin de cuentas, esa es la cultura que ha de recibir el evangelio.

Un evangelio ap?crifo cuenta que un d?a que Jes?s iba caminando junto con sus disc?pulos, vieron el cad?ver putrefacto de un perro. Pedro, que estaba delante, dijo: ?Maestro, ap?rtate? pero Jes?s, en cambio, sigui? caminando, se detuvo un instante y exclam?: ??Qu? dientes m?s blancos!?.

Aunque tiene elementos de muerte, sin embargo, nuestra primera tarea ante la cultura nueva es destacar los dientes blancos, lo positivo de la misma.

Se infiere de lo anterior que esta cultura tiene luces y tiene sombras.

Por un lado tenemos luces como la emergencia de la subjetividad y el respeto a la dignidad y a la libertad de cada uno, sin duda una importante conquista de la humanidad.

La cultura actual llamada de la postmodernidad le reconoce a la Iglesia la libertad para evangelizar, pero no le concede la de imponerse a la fuerza porque, como sabemos, tiene miedo de todo lo que se presente como absoluto. Le concede la posibilidad de proponerse pero no de imponerse, tanto menos con altaner?a. Le agrada que hablemos no s?lo desde el cerebro sino desde el coraz?n, con sinceridad y cercan?a.

Por otro lado, hay sombras pues esta cultura acaba por erigir el individualismo como caracter?stica dominante de la cultura actual, responsable del relativismo ?tico y la consiguiente crisis de la vida y de la familia (Aparecida, 479).

En Europa, donde el influjo es mayor que en nuestras tierras, esta cultura ha causado dentro del hombre una progresiva herida. Primero lo alej? de Dios, apagando el cielo interior de lo sobrenatural. Luego mortific? su raz?n pidiendo el sacrificio de la inteligencia y finalmente vaci? su voluntad, al despojar de consistencia los valores ?ticos.

Con la inspiraci?n y liderazgo pastoral de Benedicto XVI, la Iglesia Cat?lica ha querido ser un muro de contenci?n que frene el avance de este relativismo. Esta actitud de la Iglesia choca directamente contra varios aspectos de la cultura dominante actual. La reacci?n de esta cultura contra la Iglesia no se ha hecho esperar. La constatamos en nuestro pa?s.

Cuando este muro de contenci?n de la Iglesia ofrece grietas, que son el comportamiento indebido de algunos de sus miembros, estas grietas son ampliadas al m?ximo por la cultura actual, para hacernos aparecer como si estuvi?semos a punto de desplomarnos.

As? es la reacci?n de la cultura del relativismo contra la Iglesia, lo cual no tiene comparaci?n con otras reacciones ante hechos similares. Nos duele esta reacci?n pero es para nosotros una advertencia como fue la del canto del gallo, cuando Pedro neg? a su Se?or. No podemos caer en la gran contradicci?n de querer luchar contra el relativismo ?tico y el indiferentismo religioso y al mismo tiempo suministrarle las armas para que nos neutralice.

Benedicto XVI nos recuerda que ?la Iglesia est? llamada a hacer que en el mundo resplandezca la luz de Cristo, reflej?ndola en s? misma como la luna refleja la luz del sol. ?Alumbre as? vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que est? en el cielo? (Mt 5, 16) .

CAMPA?A AUDAZ

Reafirmamos el valor de la vida, un valor no negociable, un valor que cubre tambi?n a los ni?os a?n no nacidos pero ya concebidos.

Reafirmamos este valor ante la ambigua campa?a promovida por el Ministerio de la Protecci?n Social y varias ONGs que se muestran muy sol?citos por el bienestar de la mujer, lo cual es importante, pero se presentan totalmente indiferentes ante la suerte que corre el ni?o por nacer y eso no est? bien. En concreto se han realizado treinta foros en todo el pa?s acompa?ados de una fuerte estrategia publicitaria para presentar las implicaciones ?ticas, jur?dicas y m?dicas de la Sentencia C-355 de la Corte Constitucional que despenaliz? el aborto en tres casos espec?ficos.

La campa?a que acent?a el derecho que tiene la mujer, por ser due?a de su cuerpo, a eliminar la criatura que lleva dentro de s?, desconoce que esa criatura no es parte de su cuerpo, aunque necesite urgentemente del mismo.

Consideramos que las mejores campa?as del Ministerio de la Protecci?n Social debieran estar orientadas a ayudar a la mujer a enfrentar de manera m?s positiva su embarazo, sin sacrificar la nueva vida que se gesta en su vientre. Es verdad que hay respuestas aparentemente f?ciles y efectivas, pero que, a?n siendo legales porque fueron aprobadas por la Corte constitucional, son ?ticamente condenables porque se atenta contra la vida de seres humanos inocentes.

Este intento de confundir el sentido ?tico de la mujer, de incidir, a trav?s de los medios, en el cambio de su conciencia hacia una actitud m?s laxa, debido a la urgencia de obtener y mostrar mejores resultados en cuanto a abortos, nos parece sencillamente absurdo, a?n m?s si lleva a despertar el deseo de legalizar todo tipo de aborto.
La vida que hay en el vientre de la madre es el test de toda democracia, es su prueba de fuego. Una persona dem?crata ha de ser el m?s grande y entusiasta defensor de quienes no pueden defenderse a s? mismos, de las gentes m?s d?biles, ya se trate de la mujer en situaciones de abuso, como del ni?o no nacido, pero no de la una contra el otro.

De igual manera nos sorprenden las decisiones administrativas tan contundentes en determinados temas relacionados con la salud sexual y reproductiva, como por ejemplo, la inclusi?n de la Pasta del d?a siguiente y de los preservativos gratuitos en el Plan Obligatorio de Salud. Sorprende esta agilidad cuando somos testigos de la gravedad de la problem?tica de la salud en nuestro pa?s.

APARECIDA EN COLOMBIA

Con la coordinaci?n de Monse?or Jorge Jim?nez, los Obispos que estuvimos en Aparecida presentamos diversos aspectos del documento all? elaborado. Fue un taller muy bien dise?ado y de una inmensa riqueza para todos.

En esta Asamblea daremos un paso adelante al definir el pensamiento de la Iglesia Cat?lica en Colombia frente a algunos de los aspectos m?s esenciales y urgentes de la vida de la Iglesia y que Aparecida nos hizo notar ?Frente a Aparecida, ?qu? piensas Iglesia Cat?lica en Colombia de ti misma y de la naci?n? A esta pregunta daremos respuesta con este trabajo.

As? como Medell?n tuvo un seguimiento nacional que se plasm? en aqu?l famoso documento llamado ?La Iglesia ante el cambio?, tambi?n Aparecida tendr? una expresi?n de nuestra Iglesia que peregrina en Colombia y que desde Aparecida se pronuncia sobre los aspectos m?s importantes de la vida nacional y eclesial, sobre su presente y sobre su futuro.

RECONCILIACI?N, PAZ Y ACUERDO HUMANITARIO

La Iglesia Cat?lica con autonom?a e independencia ha estado y estar? dispuesta a facilitar y acompa?ar todos los procesos que puedan conducir a la construcci?n de una Colombia reconciliada, en paz y con justicia social. La Iglesia tiene como razones fundamentales en su reflexi?n y acci?n, el derecho a la vida, y a la vida digna; el di?logo como alternativa al conflicto armado, y el llamado para que se anteponga la conciencia de lo humanitario a cualquier c?lculo pol?tico.

Ante el fracaso de todas las facilitaciones propusimos una ?Zona de Encuentro? en el pa?s, en la cual delegados del Gobierno Nacional y representantes de las FARC ? EP se puedan reunir para definir los t?rminos de un acuerdo que posibilite la liberaci?n de todos los secuestrados en poder de ese grupo armado y de los miembros de esta organizaci?n en las c?rceles del Estado.

Como Presidente de la Conferencia Episcopal y en nombre de la Iglesia Cat?lica en Colombia, expreso la inmensa alegr?a por el retorno a sus hogares de Clara Rojas y de Consuelo Gonz?lez de Perdomo y reitero la profunda solidaridad con el dolor de todas las familias que tienen a sus seres queridos injustamente privados de la libertad. Insto al Se?or Manuel Marulanda V?lez y a los miembros del Secretariado a que acepten la invitaci?n que les extend? en carta del pasado 13 de diciembre para que nos reunamos en los t?rminos y en las condiciones que estimen pertinentes.

No pretendemos como Iglesia definir los t?rminos de una negociaci?n. Se trata de dise?ar conjuntamente una estrategia que interprete, tanto las necesidades y los requerimientos que las FARC-EP han manifestado para el buen curso del intercambio humanitario, como los supuestos bajo los cuales el Gobierno estar?a dispuesto a realizarlo.

En los albores de este 2008 queremos responder a los anhelos y las demandas de todos los colombianos y de la misma comunidad internacional.

Jos?, llevado cautivo, pas? largo tiempo en tierra extra?a lejos de su familia hasta la llegada de sus hermanos. Como ?l, esperamos vivir el encuentro con todos los que est?n injustamente privados de la libertad y que mantienen su confianza en la ayuda de Dios y en el compromiso de su Iglesia. ?Yo no me olvidar? de ti? (cfr. Is 49, 15).

De la misma manera, extiendo un llamado al Gobierno Nacional y a los miembros del Ej?rcito de Liberaci?n Nacional para que superando las dificultades existentes avancen en el acuerdo base y lleguen a una negociaci?n de paz.

LA ASAMBLEA SOBRE LA MUJER

Esta Asamblea tendr? como punto central, la reflexi?n sobre la mujer en la Iglesia y en la sociedad.

El Evangelio nos advierte que no podemos ser lobos vestidos con piel de oveja, pero no nos proh?be que, como Jerem?as, Ezequiel y otros profetas m?s, seamos ovejas vestidas con piel de lobo.
El movimiento feminista hoy, como otros movimientos sociales en ?pocas pasadas, ha tenido que vestirse con piel de lobo con la ?nica finalidad de que el valor que defiende y al que la sociedad se muestra sorda, sea atendido, que ese valor se abra espacio en las conciencias de los dem?s y se le tome en serio.

La mujer, en efecto, se ha levantado ?como ha acontecido en otras situaciones ll?mense de colonizaci?n, de esclavitud, de racismo o de injusta miseria? para reclamar su verdadero valor de ser humano.

El sistema sexista aliment? el prejuicio de una mujer menos capaz que el hombre sobre la base de su sexo biol?gico. Las consecuencias fueron el desconocimiento y a?n rechazo de sus derechos pol?ticos, econ?micos, legales y educativos.

Estando as? las cosas, la mujer vivi? la experiencia de haber sido marginada, reducida a simple auxiliar del hombre, infravalorada sistem?ticamente y hasta considerada incapaz de tomar decisiones que se refieren a toda una comunidad.

El movimiento feminista ha tenido una visi?n del mundo que afirma la dignidad de la mujer como persona humana en todo su derecho, que critica los sistemas de patriarcado en lo que han sido violatorios de su dignidad y que reclama cambios profundos sociales, culturales, intelectuales y religiosos.

El movimiento feminista no es uniforme. Hay un feminismo que se aleja de la visi?n cristiana y se encierra en r?gidas dicotom?as ya de g?nero ya de determinismo biol?gico.

Pero hay tambi?n un ?feminismo cristiano? que busca la dignidad de la mujer en todos los campos sobre la base de la profunda verdad del Evangelio. Este feminismo es un canto de vida y de esperanza que brota del coraz?n de cada mujer de fe. Lo pude captar participando en alguno de los encuentros de mujeres como preparaci?n a esta Asamblea. Escuch? frases muy interesantes y significativas expresadas por las participantes.

Una de ellas afirmaba: ?El 90% de la Pastoral de la Iglesia est? a cargo de las mujeres?. Es dif?cil determinar con exactitud el porcentaje, pero es un hecho que la participaci?n de la mujer en la pastoral es enorme y merece la mejor de las Asambleas como signo de gratitud, de aprecio y de est?mulo para seguir en su vida ministerial en la Iglesia, como disc?pula y misionera de Jesucristo para que en ?l nuestros pueblos tengan vida.
Esta Asamblea las anime a seguir anunciando a Jesucristo con sus vidas, sus acciones y sus palabras. Que en su lenguaje, en sus narraciones, en la interpretaci?n de los s?mbolos b?blicos y contempor?neos, sigan conjugando su visi?n concreta de la vida con su imaginaci?n; que sigan uniendo su comprensi?n profunda de la Sagrada Escritura con los hechos individuales y culturales actuales, para que la voz del Se?or llegue como lo que es, el mensaje dirigido a nosotros hoy; que su ejemplo nos lleve a entender que la palabra de Dios se dirige en primer lugar a quienes la anunciamos; y que nos sigan ofreciendo esas intuiciones femeninas tan especiales sobre el Evangelio que muchas veces escapan a?n al m?s sagaz de los varones.

Escuch? otra frase interesante: ?Nosotras las mujeres somos capaces de generar un crecimiento espiritual en los varones y en la sociedad?. No hay duda de que la mujer sigue siendo mediadora entre Dios y los hombres. Gracias a una mujer, Mar?a de Nazareth, que acept? con su Fiat ser mediadora de la encarnaci?n, el mundo entero recibi? el Verbo de Dios. Gracias a la mujer, a una jovencita llamada Nino, las tierras del C?ucaso conocieron a Jesucristo. Gracias a una mujer, Clotilde su esposa, Clodoveo quem? lo que adoraba y empez? a adorar lo que antes hab?a quemado. Porque las l?grimas de una madre no pod?an quedar sin ning?n fruto, Agust?n lleg? a conocer y a amar a Cristo, belleza siempre antigua y siempre nueva. Gracias a una mujer, Teresa de Calcuta, el siglo XX, el de las masacres y los racismos, conoci? una de las m?s bellas formas del hero?smo de la caridad.

Por todo lo anterior, se comprende otra frase escuchada en esos encuentros: ?El mundo pide a gritos la sal y la luz de la mujer cristiana?.

El mundo y en especial el femenino espera que la mujer cristiana, con la valent?a que le infunde el Esp?ritu, tenga la audacia propia del ap?stol para ser disc?pula misionera de Jesucristo; manifieste la decisi?n firme de defender la vida, la familia, el matrimonio y la maternidad, aspectos ?stos que un feminismo de los a?os 70 quiso denigrar aduciendo que eran obst?culo para la verdadera promoci?n de la mujer; siga mostrando la creatividad de una constructora de paz y de justicia para ayudar a que la mujer salga de la situaci?n precaria actual que no tiene fronteras.

En efecto, la Organizaci?n Mundial de la Salud reconoce que el 70% de los 1.200 millones de personas que viven en la pobreza -aquellos seres humanos cuya existencia depende de menos de un d?lar diario- son mujeres.

Igualmente, entre el 80 y 90% de las familias pobres del mundo est?n encabezadas por mujeres. Unas mujeres que por lo dem?s, son propietarias ?nicamente del 1% de la tierra y suponen dos tercios de la poblaci?n analfabeta de la sociedad internacional. Todo esto se llama feminizaci?n de la pobreza.

Como Obispos venimos a esta Asamblea a escuchar a la mujer cristiana, sus gozos y esperanzas, sus frustraciones y anhelos; a captar mejor los profundos cambios que han acontecido en la mujer de hoy y a ser solidarios con todas las respuestas que desde el Evangelio y desde Aparecida puedan ser dise?adas en fraterna colaboraci?n para beneficio de la mujer colombiana que vive y se desgasta en favor de la vida, de la Iglesia y de la sociedad, con la fuerza del Esp?ritu, en nombre de Cristo y para gloria de Dios Padre.

Que el Esp?ritu del Se?or que descendi? sobre la Virgen Mar?a nos asista con sus luces para que podamos discernir la voluntad de Dios en este momento particular de nuestra historia y haga ?pr?speras las obras de nuestras manos?.


+ Luis Augusto Castro Quiroga
Arzobispo de Tunja
Presidente de la Conferencia Episcopal

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El Vicario General de la Di?cesis de Tenerife nos comunica fechas a tener en cuenta para los meses pr?ximos.


Vicar?a General
C/ Plaza del Adelantado 10. 38201 ? La Laguna
Tlf.: 922 314 962
Santa Cruz de Tenerife ? Islas Canarias ? ESPA?A



San Crist?bal de La Laguna, 29 de Enero de 2008

Estimados todos.

Les env?o esta comunicaci?n a fin de informarles de algunas citas o iniciativas pastorales importantes para que las tengamos en cuenta mientras programamos en las parroquias, colegios, comunidades, grupos, movimientos etc. la pr?xima cuaresma y la pascua.

? El pr?ximo s?bado, nueve de febrero, entre las diez y las doce de la ma?ana, en la Sede Catedralicia, el Obispo presidir? el tradicional Retiro Espiritual de Cuaresma.

? Con ocasi?n fundamentalmente de esta Cuaresma, las delegaciones coordinadas desde el ?rea de Pastoral Social nos proponen la realizaci?n de una iniciativa titulada: ?Austeridad para Compartir?. El objetivo de la misma es sensibilizarnos de cara a hacer memoria y ser memoria de Jesucristo, que pas? por la vida con un estilo de vida austero, compartiendo lo que era y lo que ten?a con los m?s necesitados. Se trata de fomentar en los cat?licos, durante este tiempo lit?rgico y siempre, unos ojos abiertos, un coraz?n sensible y una mano pronta ante la realidad de tantos hermanos empobrecidos y el deterioro del medio ambiente.

? Pr?ximamente les llegar? las sugerencias de la Vicar?a General de cara al segundo encuentro con los agentes de pastoral de la parroquia bajo el t?tulo: Parroquia que celebra a Jesucristo, en comuni?n con el PDP, a fin de poderlo organizar durante la Cuaresma o Pascua.

? El 23 de febrero, partiendo de la parroquia de Santo Domingo de La Laguna, se celebrar? la Peregrinaci?n Diocesana de Oraci?n por la Paz a Candelaria. Conviene que vayamos organizando nuestra presencia.

? Como sabr?n, el pr?ximo s?bado uno de marzo, el Obispo ordenar?, a las once horas en la Sede Catedralicia, tres nuevos presb?teros.

? Por ?ltimo, en relaci?n al pr?ximo Encuentro Diocesano de Catequistas a celebrar en Chinguaro el dos de marzo. No se olviden que se ha propuesto a los catequistas de cada parroquia realizar una bandera de cartulina de 25cmx20cm y de m?stil: 30cm con el emblema de su parroquia o algo que caracterice a la misma para presentarla en la oraci?n de la ma?ana del Encuentro.

Con el deseo de una buena Cuaresma, me despido. Fraternalmente


Antonio M. P?rez Morales
Vicario General

Subsidio lit?rgico para la celebraci?n de la Jornada Mundial de Vida Consagrada tal como viene en los materiales recibidos.


Fiesta de la presentaci?n del Se?or

MONICI?N DE ENTRADA

Nos reunimos hoy para celebrar la fiesta de la Presentaci?n de Jes?s en el Templo, hecha por Mar?a y Jos?. Hoy, de manera especial, acudimos con el coraz?n abierto a la escucha de la Palabra.
En este mismo d?a, la Iglesia universal, por iniciativa del Papa, mira a la vida consagrada y a cada uno de sus miembros, como un don de Dios al servicio de la humanidad.
Los consagrados y consagradas de nuestra di?cesis renuevan hoy su consagraci?n por amor a Cristo. Unidos a ellos, en torno a nuestro Pastor, congregados en una sola familia por el Esp?ritu Santo, vayamos a la casa de Dios, al encuentro de Cristo.
Lo encontraremos y lo conoceremos en la fracci?n del pan, hasta que vuelva revestido de gloria.

RENOVACI?N DE LA CONSAGRACI?N

[Acabada la homil?a, los miembros de los Institutos de Vida Consagrada renuevan su consagraci?n en el seguimiento de Cristo y en la misi?n de la Iglesia.]

El Celebrante:

Hermanos y Hermanas:
En esta fiesta de la Presentaci?n de Jes?s en el templo, os invito a todos a agradecer conmigo al Se?or el don de la vida consagrada, que el Esp?ritu ha suscitado en la Iglesia. Vosotros, aqu? presentes, consagrados al servicio de Dios, en una gran variedad de vocaciones eclesiales, renov?is vuestro compromiso de seguir a Cristo casto, pobre y obediente, para que, por medio de vuestro testimonio evang?lico, la presencia de Cristo se?or, luz de los pueblos, resplandezca en la Iglesia, e ilumine al mundo.

(Todos oran en silencio durante alg?n tiempo)


El Celebrante:

Bendito seas, Se?or, Padre Santo porque en tu infinita bondad, con la voz del Esp?ritu, siempre has llamado a hombres y mujeres, que ya consagrados en el Bautismo, fuesen en la Iglesia signo del seguimiento radical de Cristo, testimonio vivo del Evangelio, anuncio de los valores del Reino, profec?a de la Ciudad ?ltima y nueva.

Cantor: Gloria a Ti, por los siglos.

Asamblea: Gloria a Ti, por los siglos.

Lector 1?:

Te glorificamos, Padre, y te bendecimos, porque en Jesucristo, tu Hijo, nos has dado la imagen perfecta del servidor obediente: ?l hizo de tu voluntad su alimento,
del servicio la norma de vida, del amor la ley suprema del Reino.

Lector 2?:

Gracias, Padre, por el don de Cristo, hijo de tu Sierva, servidor obediente hasta la muerte. Con gozo confirmamos hoy nuestro compromiso de obediencia al Evangelio, a la voz de la Iglesia, a nuestra Regla de vida.

Asamblea: Gloria a Ti, por los siglos.

Lector 1?:

Te glorificamos, Padre, y te bendecimos, porque en Jesucristo, nuestro hermano, nos has dado el ejemplo m?s grande de la entrega de s?: ?l, que era rico, por nosotros se hizo pobre, proclam? bienaventurados a los que tienen esp?ritu
de pobre y abri? a los peque?os los tesoros del Reino.

Lector 2?:

Gracias, Padre, por el don de Cristo, hijo del hombre, paciente, humilde, pobre, que no tiene d?nde descansar la cabeza. Felices, confirmamos hoy nuestro empe?o de vivir con sobriedad y austeridad, de vencer el ansia de la posesi?n con el gozo de la entrega, de utilizar los bienes del mundo por la
causa del Evangelio y la promoci?n del hombre.

Asamblea: Gloria a Ti, por los siglos.

Lector 1?:

Te glorificamos, Padre, y te bendecimos, porque en Jesucristo, hijo de la Virgen Madre, nos diste un modelo supremo de amor consagrado: ?l, Cordero inocente, vivi? am?ndote y amando a los hermanos, muri? perdonando y
abriendo las puertas del Reino.

Lector 2?:

Gracias, Padre, por el don de Cristo, esposo virgen de la Iglesia virgen. Felices confirmamos hoy nuestro compromiso de tener nuestro cuerpo casto y nuestro coraz?n puro, de vivir con amor indiviso para tu gloria y la salvaci?n del hombre.
Asamblea: Gloria a Ti, por los siglos.

El celebrante:

Mira bondadoso, Se?or, a estos hijos tuyos y a estas hijas tuyas: firmes en la fe y alegres en la esperanza, sean, por tu gracia, un reflejo de tu luz, instrumentos del Esp?ritu de paz, prolongaci?n entre los hombres de la presencia de Cristo. ?l, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Asamblea: (Cantando) Am?n, am?n, am?n.

PRECES
[A las preces completas de la Solemnidad, se propone a?adir estas cuatro espec?ficas]

? Se?or, tu Palabra es viva y eficaz, te pedimos por todos los j?venes, para que sean capaces de abrir su coraz?n a tu mensaje y sean transmisores de vida. Roguemos al Se?or.

? Te pedimos por los religiosos, los miembros de institutos seculares y de nuevas formas de vida consagrada, por el orden de las v?rgenes, por cuantos han recibido el don de la llamada a la consagraci?n, para que acogiendo la Palabra de Dios en el coraz?n, sean aut?nticos testigos ante el mundo. Roguemos al Se?or.

? Por las familias, para que sean la tierra buena donde pueda crecer el esp?ritu de escucha y acogida del Evangelio, siendo germen de vocaciones. Roguemos al Se?or.

? Por quienes estamos participando en esta celebraci?n de acci?n de gracias por la vida consagrada, para que todos seamos uno y el mundo crea en nuestro ?nico Salvador. Roguemos al Se?or.

Vivir la vida desde la palabra,
comprometerse con la palabra en la vida


?Tu palabra es antorcha para mis pasos y luz en mis sendas?
(Sal 119, 105)


Ante la invitaci?n recibida deseo compartir con quien lea estas p?ginas, c?mo vivo el seguimiento de Jes?s desde mi vocaci?n religiosa y desde el sentirme comprometida
con la Palabra, con SU Palabra.

En realidad, y si miro atr?s, si algo ha sido crucial en mi vocaci?n es esta Palabra que siendo ?viva y eficaz, es m?s cortante que una espada de dos filos: penetra hasta la divisi?n del alma y del esp?ritu, hasta los tu?tanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del coraz?n? (Heb 4, 12). Por Gracia, por puro don (siempre mediado a trav?s de mi familia y de personas que me han acompa?ado a lo largo de la vida), el tesoro de la Palabra se me ha
revelado continuamente como esencial y fascinante, trascendental y necesario para mi camino personal y de fe.

VIVIR LA VIDA DESDE LA PALABRA

?Heme aqu?, Se?or? (1 Sam 3, 4):
La seducci?n de escuchar mi nombre pronunciado por su boca


Si pienso en la presencia de la Palabra en mi vida no puedo m?s que retrotraerme a mi infancia. Est? vivo en m? el recuerdo de una experiencia: la seducci?n que me provocaba la Palabra de Dios desde que descubr? que ?l se comunicaba con
el ser humano, con cada persona de un modo ?nico y propio. Esto era algo que me sorprend?a y me maravillaba enormemente. ?Qu? pod?a haber en el mundo m?s maravilloso que escuchar a Dios y entender su Palabra?

Desde la inocencia y la apertura de coraz?n que da la ni?ez, me encontraba deseosa y dispuesta a escuchar su Palabra y a responder con prontitud a ella. Como dice un gran amigo m?o: ?el ni?o recuerda al adulto lo fundamental; la persona adulta, envuelta en las dificultades cotidianas, a veces se olvida de lo esencial. Pero a los ni?os lo esencial les invade sin m?s, porque no tienen nada que recordar del pasado
ni que temer del futuro; para ellos todo es presente?.

Inmersa en ese presente continuo, se me regalaba la b?squeda de su voz, el deseo de responder y la diligencia preparada
para cuando llegara la ocasi?n. Ojal? hoy Dios me encontrara ?y nos encontrara? as?, en medio de la realidad concreta de nuestro mundo. Y aunque nos suceda, como en tiempos de Samuel, que ?por aquellos d?as era rara la palabra de Yahveh y la visi?n prof?tica no era frecuente? (1 Sam 3, 1), que no dejemos de o?r la voz con la inocencia del ni?o, superando toda ?sordera adulta?. Esa voz emitida por Quien nos llama continuamente por nuestro nombre y nos invita a ser portadores y portadoras de su mensaje a toda la tierra.

?H?gase en mi seg?n tu Palabra? (Lc 1, 38):
La alegr?a de saberme invitada a compartir su proyecto


Con los ojos nuevos de la joven que va descubriendo la vida m?s all? de su propia realidad, fui conociendo el sufrimiento de las personas, las injusticias que abren brechas abismales entre los pueblos, las diferencias sociales que imposibilitan
la igualdad, la soledad de quienes son abandonados a su suerte, la enfermedad que consume las fuerzas y el sentido de la vida? Descubr? al mundo necesitado de pies y manos, de corazones y cabezas dispuestas a comprometerse con ?l y conoc? que hab?a personas empe?adas en vivir la Palabra que impele a salir a los caminos ?sanando enfermos, curando leprosos, resucitando muertos??. La Vida Religiosa que conoc? me lleg? en ese momento como Evangelio vivo, como buena noticia dada a los m?s empobrecidos y necesitados (?c?mo desear?a que as? le llegara hoy este mensaje a los/as j?venes con quienes comparto la vida!...).

Al ir creciendo, descubr? que la Palabra estaba inundada de frases como ?T?, s?gueme?, ?Ve y diles??, ?Yo te env?o?, ?Quien quiera seguirme que?? que me invitaban a disponerme para colaborar en el mundo que Dios sue?a para sus hijos e hijas, no pudiendo m?s que responder con un ?H?gase?, que hoy est? grabado en la alianza que llevo en mi mano derecha. Descubro y experimento que la Palabra va dejando su huella, de modo imperceptible pero real: ?As? ser? toda palabra que sale de mi boca: no volver? a m? de vac?o, sino que cumplir? mi voluntad y llevar? a cabo mi encargo? (Is 55, 11).

?Puesto que obedientes a la verdad hab?is suprimido cuanto impide un sincero amor fraterno, amaos de coraz?n e intensamente unos a otros, pues hab?is vuelto a nacer, no de una semilla mortal, sino de una inmortal: a trav?s de la palabra viva y eterna de Dios? (1 Pe 1, 22): La comunidad, espacio de escucha y de compromiso con la palabra

?Heme aqu? y ?H?gase? se han convertido en s?plicas continuas en mi vida existiendo siempre, junto a ellas, el deseo de responder a la llamada de manera concreta y cotidiana, de una forma sencilla y cada vez diferente a lo largo de los a?os.

Porque la Palabra de Dios ?penetra como lluvia, cae como roc?o y como llovizna sobre el c?sped? (Dt 32 2) y as?, seg?n est? la tierra de nuestro coraz?n en el momento de recibirla cobra significados y matices diversos. ?C?mo no sorprendernos cada d?a ante una Palabra que es siempre la misma y siempre nueva!

Aunque la respuesta a la invitaci?n recibida sea ?personal e intransferible?, no me puedo imaginar viviendo hoy sin escuchar e intentar hacer vida la Palabra junto a otros/as. S? que somos convocados y enviados por el mismo Se?or y que ?l se nos da ?ah? donde estemos dos o m?s reunidos en su nombre? (cf. Mt 18, 20). Es su Palabra la que nos invita y posibilita amarnos de coraz?n e intensamente unos a otros y esto se concreta en la familia y en la comunidad, en el trabajo y en todos los espacios en los que, de manera habitual, se nos regala vivir, participar, trabajar... Es en el entorno cercano y diario donde se verifica c?mo nos dejamos conducir y c?mo hacemos vida una Palabra que nos alienta a colaborar decididamente en su proyecto de Salvaci?n.
Es ella la que nos urge a denunciar y comprometernos con todas las realidades en que est? en juego el despliegue del Reino en nuestro mundo y a anunciar la buena noticia
de un Dios que nos hace familia suya en el Hijo para compartir todos/as juntos/as la mesa del banquete preparado.

COMPROMETERSE CON LA PALABRA EN LA VIDA


En mi realidad actual, todo esto se desarrolla de manera muy sencilla. Vivo en comunidad, trabajo, estudio, preparo y animo actividades de pastoral, intento alimentar de alg?n modo mis relaciones fraternas y de amistad y busco momentos para cultivar mi relaci?n con el Se?or que es quien me lleva a vivir todo lo dem?s. Como todos/as, m?s o menos, ando ?haciendo virguer?as? con un tiempo que es limitado, y
no siempre las combinaciones son las m?s adecuadas ni las que m?s desear?a. A la vez ?imagino que tambi?n como todos/as? busco que la Palabra caiga como esa gota de lluvia suave y perenne en mi coraz?n, mi mente y todo mi ser. Orar con la comunidad, celebrar la Eucarist?a, saborear cada noche o cada amanecer la Palabra que la Liturgia nos regala cada d?a y tener la inmensa fortuna de estudiar Sagrada Escritura
son medios claros que me posibilitan abrirme a la sorpresa cotidiana de la Palabra de Dios.

No s? si puedo decir que mi vida ?est? comprometida con la Palabra?. M?s bien siento que ?la Palabra compromete mi vida desde ese: ?Vete y haz t? lo mismo? (Lc 10, 37)?. La Palabra ha sido y es portadora de salud, sentido y alegr?a en mi propia vida y me siento enviada por ella a posibilitar que otras y otros la experimenten igualmente como Evangelio, como buena noticia.

La palabra, mediaci?n de salud y de vida


En mi pr?ctica cotidiana como enfermera de un Centro de D?a para Mayores se me da a conocer la importancia de la palabra a la hora del cuidado y la atenci?n sanadora. Siempre se dice que ?un gesto vale m?s que mil palabras?, pero no es
menos cierto que la palabra tiene un poder consolador y sanador ?siempre que los gestos y actos que la acompa?en sean acordes con ella? mayor que los posibles tratamientos
farmacol?gicos o las mejores t?cnicas.

?Di tan s?lo una palabra y quedar? sano? (Mt 8, 8). La palabra da aliento y consuelo, fortalece al abatido e incluso calma el dolor f?sico que a veces es agravado por la soledad, el miedo y la inquietud. Desde la experiencia de poder transmitir fortaleza y salud a trav?s de la palabra y la escucha, se aviva en m? el deseo de profundizar
la dimensi?n sanadora que la Palabra de Dios tiene. Estoy convencida de que la Palabra libera, consuela, cuida; que es Palabra de vida y Vida con may?sculas: ?He venido para que tengan vida y vida en abundancia? (Jn 10, 10).

Creo que es enorme la responsabilidad que, como creyentes, tenemos de transmitir as?, rompiendo con lecturas represoras y enjuiciantes que la ocultan, la Palabra de Amor que nuestro Dios nos regala. El mundo est? sediento de palabras de alivio y descanso y ?qu? puede ser mejor b?lsamo que escuchar: ?Venid a m? los que est?is fatigados y agobiados, y yo os aliviar? (Mt 11, 28)? Cierto que es Palabra que
remueve, inquieta, interpela, suscita interrogantes y cuestionamientos personales.
Pero creo que todo ello s?lo se vive con sentido cuando de fondo y de manera fundante, se ha experimentado el Amor primero. Si no ha sido as?, lo que produce es rechazo y negaci?n.

Tengo experiencia del bien que hace escuchar y profundizar esta Palabra. Descubro la necesidad que de ella tienen tanto j?venes como adultos y mayores. Por eso hoy me siento comprometida a conocerla y proclamarla.

PALABRA QUE HAY QUE CONOCER: el estudio de Sagrada Escritura
Mi compromiso con la Palabra se concreta as? en el estudio de la misma. Tras el Bachiller en Teolog?a, la Congregaci?n me propuso y envi? a continuar los estudios teol?gicos. Como Familia Vedruna sentimos necesidad de una preparaci?n que
nos posibilite pronunciar una palabra fundamentada en la sociedad y en la Iglesia.

Estamos convencidas de que Dios nos regala esa Palabra y que todos y todas tenemos no s?lo derecho a recibirla, conocerla en profundidad, saborearla y gustarla? sino que, adem?s, estamos en la obligaci?n de ello.

Me siento enormemente afortunada de poder estudiar Sagrada Escritura, he experimentado la emoci?n de asomarme a los textos originales y percibir el calor, la fuerza y el amplio significado que cada palabra encierra en las lenguas hebrea y
griega. Doy gracias cada d?a por la gente que ha dedicado y dedica su vida a acercarnos a las entra?as de esta Palabra y me siento invitada a compartir aquello que voy descubriendo con otros y otras, especialmente con quienes son m?s j?venes y
a quienes a?n, por desgracia, no se les ha posibilitado conocer y disfrutar la palabra de nuestro Dios Amor.

PALABRA QUE HAY QUE PROCLAMAR: la experiencia de Ain Karem
Fue tambi?n mi Familia Vedruna la que me invit?, hace ya 7 a?os y junto a otras hermanas j?venes a poner m?sica a la Palabra. Ain Karem surge desde el env?o congregacional a componer cantos para el proyecto de Pastoral Juvenil Vedruna
?Monte Horeb?.

Respond? a esa propuesta desde la propia experiencia del bien recibido a trav?s de la m?sica y la oraci?n con cantos compuestos sobre textos b?blicos. Creo que, en la b?squeda por abrir nuevos caminos de Pastoral, el desarrollo de la m?sica, el canto y otras formas de arte es esencial. La m?sica es un lenguaje universal que nos llega a todos/as, penetra hasta lo m?s hondo, despierta nuestros sentidos y nos moviliza. La Palabra cantada queda resonando, casi imperceptiblemente, en nuestro ser. Una hermana de mi comunidad me recuerda siempre que, como dijo un insigne profesor ?tras cualquier celebraci?n dominical, si le preguntas a la gente quiz?s no sepan decirte qu? dijo el cura en la homil?a, pero muchos saldr?n tarareando los cantos
entonados en la Eucarist?a. Y esa palabra cantada permanece dentro?. El canto es un medio insustituible en el encuentro y en la fiesta. ?Cantad a Dios con un coraz?n agradecido salmos, himnos y c?nticos inspirados?? (Col 3, 16). Ya dec?a Santa Teresa que cantar es orar dos veces?

Nuestra Congregaci?n ha optado preferencialmente por los j?venes y nos sentimos enviadas a caminar con ellos: ?? la realidad de los j?venes nos provoca, los deseos nos urgen y el compromiso de hacer vivo nuestro carisma hoy nos adentra con audacia en la b?squeda de caminos nuevos de di?logo, evangelizaci?n y acompa?amiento?? (Doc. Capitular M?stica y Profec?a, 33). S?, deseamos hacer camino, compartir
b?squedas, entrar en di?logo con los j?venes. A ellos deseamos conocer, escuchar y comprender. Y a ellos nos sentimos enviadas a acompa?ar y evangelizar, a
anunciar la Buena Noticia que es Jes?s, nuestro Se?or.
En Ain Karem los cantos brotan de la oraci?n y de la experiencia. Son canciones basadas sobre todo en la Palabra de Dios y en lo que ella suscita en nuestra vida. Esto es as? porque estamos convencidas de que la Palabra siempre permanece. Un canto surgido desde un sentimiento o emoci?n podr? ser hecho oraci?n s?lo mientras dicho sentimiento o emoci?n perdura. Pero la Palabra siempre se queda.
Deseamos transmitir, a trav?s de ellos y desde un profundo agradecimiento, la experiencia de Dios que da sentido a nuestra vida; facilitar espacios de oraci?n personal
y comunitaria que hagan posible el encuentro y el cultivo de la relaci?n con nuestro Se?or; potenciar y recrear la dimensi?n eclesial, festiva y celebrativa de la fe
y, sobre todo, anunciar con alegr?a a los m?s j?venes que conocer a Jes?s es encontrar el tesoro.

Orar, profundizar, contemplar, estudiar, conocer, proclamar, compartir la Palabra... Todo ello se va entretejiendo con las actividades cotidianas. Vivo el deseo que ya cantaba hace a?os Brotes de Olivo: ?No quiero cantar a Dios si no hay brillo de Dios en m?, para cantar sin vivir mejor que calle; la fuerza de la voz y la Palabra est? en la grandeza de hacerlo vida?. No siempre puedo ni s? hacerlo. No
siempre se cumple en m? esta oraci?n hecha canto, pero en m? est? el deseo de hacerlo vida, consciente y agradecida a ?l, mi Se?or, que es quien posibilita todo. Como
canta Ain Karem: ??C?mo podr? pagarte, mi Se?or? ?c?mo podr? expresarte mi agradecimiento si todo lo tengo por ti??
Inma Eibe Hermana Carmelita de la Caridad de Vedruna

Mar?a, modelo de acogida de la Palabra de Dios en la vida


?As?, pues, la invocamos: Santa Mar?a, t? fuiste una de aquellas almas humildes y grandes en Israel que, como Sime?n, esper? ?el consuelo de Israel? (Lc 2, 25) y esperaron, como Ana, ?la redenci?n de Jerusal?n? (Lc 2, 38). T? viviste
en contacto ?ntimo con las Sagradas Escrituras de Israel, que hablaban de la esperanza, de la promesa hecha a Abrah?n y a su descendencia (cf. Lc 1, 55).
As? comprendemos el santo temor que te sobrevino cuando el ?ngel de Dios entr? en tu aposento y te dijo que dar?as a luz a Aquel que era la esperanza de Israel y la esperanza del mundo. Por ti, por tu ?s?, la esperanza de milenios
deb?a hacerse realidad, entrar en este mundo y su historia. T? te has inclinado ante la grandeza de esta misi?n y has dicho ?s?: ?Aqu? est? la esclava del Se?or, h?gase en m? seg?n tu palabra? (Lc 1, 38). Cuando llena de santa alegr?a
fuiste aprisa por los montes de Judea para visitar a tu pariente Isabel, te convertiste en la imagen de la futura Iglesia que, en su seno, lleva la esperanza del mundo por los montes de la historia. Pero junto con la alegr?a que, en tu
Magnificat, con las palabras y el canto, has difundido en los siglos, conoc?as tambi?n las afirmaciones oscuras de los profetas sobre el sufrimiento del siervo de Dios en este mundo. Sobre su nacimiento en el establo de Bel?n brill? el
resplandor de los ?ngeles que llevaron la buena nueva a los pastores, pero al mismo tiempo se hizo de sobra palpable la pobreza de Dios en este mundo. El anciano Sime?n te habl? de la espada que traspasar?a tu coraz?n (cf. Lc 2, 35),
del signo de contradicci?n que tu Hijo ser?a en este mundo. Cuando comenz? despu?s la actividad p?blica de Jes?s, debiste quedarte a un lado para que pudiera crecer la nueva familia que ?l hab?a venido a instituir y que se desarrollar?a
con la aportaci?n de los que hubieran escuchado y cumplido su palabra (cf. Lc 11, 27s). No obstante toda la grandeza y la alegr?a de los primeros pasos de la actividad de Jes?s, ya en la sinagoga de Nazaret experimentaste la verdad
de aquella palabra sobre el ?signo de contradicci?n? (cf. Lc 4, 28ss). As? has visto el poder creciente de la hostilidad y el rechazo que progresivamente fue cre?ndose en torno a Jes?s hasta la hora de la cruz, en la que viste morir como un fracasado, expuesto al escarnio, entre los delincuentes, al Salvador del mundo, el heredero de David, el Hijo de Dios. Recibiste entonces la palabra: ?Mujer, ah? tienes a tu hijo? (Jn 19, 26). Desde la cruz recibiste una nueva misi?n. A partir de la cruz te convertiste en madre de una manera nueva: madre de todos los que quieren creer en tu Hijo Jes?s y seguirlo. La espada del dolor traspas? tu coraz?n. ?Hab?a muerto la esperanza? ?Se hab?a quedado el mundo definitivamente sin luz, la vida sin meta? Probablemente habr?s escuchado de nuevo en tu interior en aquella hora la palabra del ?ngel, con la cual respondi? a tu temor en el momento de la anunciaci?n: ?No temas, Mar?a? (Lc 1, 30). ?Cu?ntas veces el Se?or, tu Hijo, dijo lo mismo a sus disc?pulos: no tem?is! En la noche del G?lgota, o?ste una vez m?s estas palabras en tu coraz?n.
A sus disc?pulos, antes de la hora de la traici?n, ?l les dijo: ?Tened valor:
Yo he vencido al mundo? (Jn 16, 33). ?No tiemble vuestro coraz?n ni se acobarde? (Jn 14, 27). ?No temas, Mar?a?. En la hora de Nazaret el ?ngel tambi?n te dijo: ?Su reino no tendr? fin? (Lc 1, 33). ?Acaso hab?a terminado antes de
empezar? No, junto a la cruz, seg?n las palabras de Jes?s mismo, te convertiste en madre de los creyentes. Con esta fe, que en la oscuridad del S?bado Santo fue tambi?n certeza de la esperanza, te has ido a encontrar con la ma?ana de Pascua. La alegr?a de la resurrecci?n ha conmovido tu coraz?n y te ha
unido de modo nuevo a los disc?pulos, destinados a onvertirse en familia de Jes?s mediante la fe. As?, estuviste en la comunidad de los creyentes que en los d?as despu?s de la Ascensi?n oraban un?nimes en espera del don del
Esp?ritu Santo (cf. Hch 1, 14), que recibieron el d?a de Pentecost?s. El ?reino? de Jes?s era distinto de como lo hab?an podido imaginar los hombres. Este ?reino? comenz? en aquella hora y ya nunca tendr?a fin. Por eso t? permaneces
con los disc?pulos como madre suya, como Madre de la esperanza. Santa Mar?a, Madre de Dios, Madre nuestra, ens??anos a creer, esperar y amar contigo.
Ind?canos el camino hacia su reino. Estrella del mar, brilla sobre nosotros y gu?anos en nuestro camino.

BENEDICTO XVI, SPE SALVI facti sumus, 30 de noviembre de 2007, n. 50

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Lunes, 28 de enero de 2008
La obra de Mater Christi tiene una vocaci?n definida. De ello nos habla el art?culo publicado en el Bolet?n Informativo "al margen", n?mero 67, Enero - Abril 2008.



MATER CHRISTI como instituci?n de la Iglesia Cat?lica, tiene una vocaci?n definida por la evangelizaci?n en el mundo.

Esta evangelizaci?n, tal como se?ala la Nota doctrinal de la Congregaci?n para la Doctrina de FE (03.12.2007) "consiste en realizar el anuncio y la transmisi?n del evangelio", tarea que "resume toda la misi?n de la Iglesia", de la que MATER CHRISTI forma parte y, por tanto, debe participar de ella, haci?ndolo activamente.

Con este compromiso, los Miembros, llamados a vivir el Carisma de MATER CHRISTI, consagran sus vidas a Dios para llevar a todas partes el Anuncio del Reino de Dios.
Y lo hacen de la mano de Mar?a, nuestra Madre y nuestra Gu?a. Sienten muy vivas las pala-bras de Jes?s en la Cruz dirigi?ndose a su Madre y al disc?pulo "que tanto quer?a". Mujer, ah? tienes a tu hijo. Ah? tienes a tu madre (Jn 19,25-27).

Invocan a la Virgen Mar?a como Madre y como Gu?a, porque Ella conoce bien a d?nde y a qui?nes ha de llevarse el Anuncio del Evangelio.

Ella, Madre de Dios y de la Iglesia, conoce perfectamente los hijos que recibi? al pie de la Cruz, que bien est?n alejados de su Hijo Jesucristo o que, incluso, no le conocen.

Ella, Reina de los Ap?stoles, que tras dejar el cuerpo muerto de su Hijo en el Sepulcro, se afan? en reunir a los disc?pulos del Se?or, dispersos y huidos por los acontecimientos de la Pasi?n, para mantenerlos unidos y en oraci?n (Hc 1,14), en la espera de que pudieran cumplirse los designios del Se?or con la Venida del Esp?ritu Santo y comenzara la Iglesia su gran misi?n de anunciar y extender el Reino de Dios.

De su mano, por tanto, MATER CHRISTI avanza en su tarea evangelizadora desde una relaci?n personal y directa con las personas que encuentra en su camino, cuando los Miembros van a realizar su misi?n a las calles, plazas u otros lugares de los pueblos y ciudades donde est? presente.

Asimismo, la presencia del Esp?ritu Santo en la vida del Miembro de MATER CHRISTI es esencial, ya que con sus diferentes Dones puede realizar toda la Obra de la Instituci?n, en una entrega total.

Esto hace que los miembros Consagrados de MATER CHRISTI, tanto en su rama femenina como masculina, tengan muy presente que la llamada a la que han respondido les ha pedido TODO: en tiempo, entrega, dedicaci?n, bienes materiales, perseverancia
En esta dimensi?n evangelizadora del Carisma de MATER CHRISTI, est? muy presente, tanto en las Comunidades como en la espiritualidad personal de los Miembros, la Comuni?n de los santos.

Este art?culo de la FE, que profesa el Credo de los Ap?stoles, es para MATER CHRISTI un elemento esencial de su vida apost?lica, ya que, adem?s de experimentar la Unidad de la Iglesia en sus tres estados (Catecismo de la Iglesia Cat?lica, 954), intenta vivirla lo m?s intensamente posible.

Y en este sentido, pone su acento en obtener de la Iglesia triunfante, de los santos que en el Cielo participan ya en plenitud del Amor de Dios, su favor e intercesi?n para el buen fruto de su misi?n evangelizadora en el mundo.

Pero de una forma muy singular, pone, tambi?n, el acento en la comuni?n con la Iglesia purgante, con la que los Miembros de MATER CHRISTI, y la propia Instituci?n, se sienten muy comprometidos, ya que entienden que es uno de los m?s grandes actos de verdadera Caridad que se pueden hacer, ayudando a los fieles difuntos en su camino de purificaci?n para alcanzar la plenitud de la Luz y del Amor de Dios.

Lo hacen ofreciendo continuos y diarios sufragios y oraciones a Dios por las almas de los difuntos, constituyendo una especial caracter?stica del Carisma y misi?n de MATER CHRISTI el ayudar a los hermanos que les precedieron en el camino de la FE y dejando este mundo necesitan a?n purificar sus pecados.

Tal como recuerda el Concilio Vaticano II, LG, 50, "desde los primeros tiempos del cristianismo, la Iglesia peregrina honr? con gran piedad el recuerdo de los difuntos y tambi?n ofreci? por ellos oraciones", siguiendo el texto del segundo libro de los Macabeos 12, 45, que dice:: "Pues es una idea santa y provechosa orar por los difuntos para que se vean libres de sus pecados".

MATER CHRISTI, tambi?n cuenta con una rama de miembros Colaboradores, formada por personas seglares, que no pudiendo acceder a la Consagraci?n, bien por su estado de vida, bien por otra causa, se sienten, en cambio, identifica-das con su carisma y su espiritualidad.

Los Colaboradores viven vinculados a MATER CHRISTI, formando comunidades cristianas que se re?nen cada semana para orar, reflexionar y participar, con su ayuda y colaboraci?n, en la misi?n evangelizadora de la Instituci?n.

Para aquellas personas que leyendo esta breve rese?a, pueda interesarles conocer mejor MATER CHRISTI o compartir su experiencia de vida, con sumo gusto se les ofrece la siguiente informaci?n.

Este Bolet?n informativo: ?al margen?, que se publica peri?dicamente y se distribuye gratuita-mente a quien lo quiera. S?lo basta pedirlo telef?nicamente al n?mero (34) 915 329 192, o por carta a: MATER CHRISTI - Apartado de Correos n?m. 50073 - 28080 Madrid.

Semanalmente hay reuniones de las Comunidades de Colaboradores.

Cada mes hay Retiros Espirituales, abiertos a todo el Pueblo de Dios, en diferentes localidades.

Tambi?n cada a?o se organizan Ejercicios Espirituales.
Para ampliar estas informaciones o cualquier consulta, con sumo gusto les atender?n en el tel?fono o direcci?n arriba indicados.

Deseamos que ?sta, quiz?s y casi seguro, primera aproximaci?n a esta Obra apost?lica y evangelizadora de la Iglesia, que es MATER CHRISTI, sea el comienzo, por lo menos, de una relaci?n de fraternidad y Caridad en esa UNI-DAD que Cristo pidi? al Padre para su Iglesia (Jn. 17, 21-22).

A su disposici?n quedamos y hasta pronto.

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AMERICA/CHILE - La Gran Misi?n Continental y el Congreso Misionero Americano CAM3 en el centro del Encuentro de Directores Nacionales de las OMP del Continente Americano

Santiago (Agencia Fides) - Desde hoy 28 de enero, hasta el s?bado 2 de febrero tendr? lugar el IV Encuentro Continental de Directores Nacionales de las Obras Misionales Pontificias del continente americano en la casa San Jos? de Bellavista de Schoenstatt en Santiago de Chile, seg?n informa a la Agencia Fides el P. Jorge P. Vega Velasco Director Nacional de las OMP de Chile. Participan en el Encuentro los Directores de Canad?, Estados Unidos, M?xico, Cuba, Honduras, Hait?, Rep. Dominicana, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Puerto Rico, Costa Rica, Panam?, Colombia, Venezuela, Ecuador, Per?, Bolivia, Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina y Chile.
Estos Encuentros de los Directores Nacionales de las Obras Misionales Pontificias de Am?rica, tienen como objetivo principal buscar la comuni?n y cooperaci?n en el servicio de animaci?n, formaci?n y cooperaci?n de las OMP en el continente. En esta ocasi?n reflexionar?n sobre la propuesta misionera de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe realizado en Aparecida, Brasil y el aporte que las OMP del continente pueden dar a la Gran Misi?n Continental. Durante el encuentro se hablar? tambi?n de lo que se ha realizado en cada pa?s en preparaci?n al pr?ximo Congreso Americano de Misiones CAM3 que se realizar? en Quito Ecuador, el pr?ximo mes de Agosto y se acordar?n los pasos a seguir en la preparaci?n a dicho Congreso. Finalmente, est? previsto realizar un an?lisis de los diversos servicios misioneros que realizan las OMP en los diferentes pa?ses. (RG) (Agencia Fides 28/1/2008 L?neas: 20 Palabras: 265)

Mensaje de los Obispos de Guatemalaal publicado al t?rmino de su Asamblea Plenaria durante la cual han realizado tres tareas importantes: evaluar el trabajo de la Conferencia Episcopal durante los ?ltimos dos a?os; proseguir en la elaboraci?n del Plan Global para los pr?ximos a?os y elegir el consejo permanente o junta directiva y los responsables de las comisiones pastorales para el per?odo 2008-2010. (Fides)


MENSAJE DE LOS OBISPOS DE GUATEMALA
AL T?RMINO DE LA ASAMBLEA PLENARIA DE 2008


1. Saludamos con afecto de pastores a todos los hermanos y hermanas de la Iglesia en Guatemala y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad haciendo nuestras las palabras de san Pablo: ?La gracia de Jesucristo, el Se?or, el amor de Dios y la comuni?n en los dones del Esp?ritu Santo, est?n con todos ustedes? (2Cor 13,13).

Asamblea Plenaria Anual
2. Al concluir nuestra asamblea plenaria anual, por medio de este mensaje queremos comunicarles el fruto de nuestras deliberaciones durante estos d?as de reuni?n. En esta asamblea anual hemos realizado tres tareas importantes. Evaluamos el trabajo de la Conferencia Episcopal durante los ?ltimos dos a?os; proseguimos la elaboraci?n del Plan Global para los pr?ximos a?os y elegimos el consejo permanente o junta directiva y los responsables de las comisiones pastorales para el per?odo 2008-2010.
El mandato de Jesucristo de evangelizar a los pueblos y de pastorear su reba?o permanece siempre vigente, y debe responder a las necesidades de cada momento hist?rico. Las conclusiones de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe inspirar?n nuestras actividades en los pr?ximos a?os. Queremos que ustedes, juntamente con nosotros, seamos cada d?a mejores disc?pulos y seguidores de Jes?s, para ser misioneros suyos en nuestra sociedad, de manera que el Evangelio y la fe en Cristo sean el coraz?n de nuestra cultura y de nuestras acciones. Esta es nuestra alegr?a y este es nuestro gozo: ser disc?pulos misioneros de Jesucristo dentro de la Iglesia cat?lica. Los hermanos nuestros, cuyas causas de canonizaci?n se han iniciado en varias di?cesis, nos sostienen en el seguimiento de Cristo.

Nuevas autoridades
3. Hemos celebrado esta Asamblea en un momento de honda significaci?n para nuestro pa?s. Un nuevo gobierno, un nuevo congreso y nuevas autoridades municipales acaban de iniciar sus gestiones y esperamos que sean verdaderos servidores del pueblo de Guatemala. Saludamos con respeto a todas las nuevas autoridades. Les expresamos nuestro deseo de colaborar en todo aquello que permita alcanzar el bien com?n y consolidar una ?tica p?blica que sea fundamento de pol?ticas conducentes a erradicar la corrupci?n y la violencia, a disminuir la pobreza, a crear una sociedad justa y una convivencia m?s humana. Al pueblo de Guatemala, a las organizaciones de la sociedad civil y a todos los que, con su trabajo honesto, contribuyen al desarrollo y bienestar de la comunidad nacional los exhortamos a continuar en el empe?o por un futuro mejor. Este objetivo se lograr? en la medida en que la ?tica gu?e nuestras opciones y el respeto a la dignidad de las personas y el amor al pr?jimo sea el criterio que gobierne nuestras decisiones.

Visita al Papa
4. Este a?o, entre el 3 y el 8 de marzo, los obispos de Guatemala realizaremos la visita que, generalmente cada cinco a?os, los obispos deben hacer al Papa, que incluye la peregrinaci?n a las tumbas de los ap?stoles Pedro y Pablo. Informaremos al Papa acerca de la situaci?n de la Iglesia en nuestro pa?s y recibiremos de ?l y de sus colaboradores consejos y orientaciones. Esta visita es expresi?n de nuestra comuni?n de fe y caridad con el Obispo de Roma, Sucesor de Pedro y Pastor de la Iglesia universal. Jesucristo fund? su Iglesia sobre Pedro (cf. Mt 16, 18). La comuni?n con el Sucesor de Pedro es caracter?stica esencial de la Iglesia de Cristo.

A?o paulino
5. El 28 de junio, la Iglesia comenzar? la celebraci?n de un a?o dedicado a la memoria del ap?stol san Pablo, con motivo de los dos mil a?os de su nacimiento. Sus escritos forman parte del Nuevo Testamento. En ellos san Pablo contin?a ense?ando a las comunidades cristianas, entre otras verdades, a conocer cada vez mejor a Jesucristo y el gran amor de Dios, que la fe debe encarnarse en la vida y que nosotros los creyentes tenemos la tarea de transformar con nuestras acciones los lugares y espacios donde podemos influir. Por eso en nuestros hogares debe cesar toda violencia, especialmente contra la mujer; la familia debe ser lugar de humanizaci?n; en nuestro trabajo debemos actuar con responsabilidad; en la comunidad debemos participar y prestar nuestra colaboraci?n para el bien com?n.

Aniversario de Mons. Gerardi
6. El pr?ximo 26 de abril se cumplir?n diez a?os del asesinato de Mons. Juan Gerardi Conedera. Su memoria y su trabajo por los derechos de las personas y su esfuerzo para que conoci?ramos el pasado de violencia como fundamento para construir el futuro nos inspiran en nuestro caminar. Que su testimonio nos motive a terminar con la impunidad y a promover la reconciliaci?n.

Solidaridad con la Di?cesis de Solol? - Chimaltenango
7. Nos solidarizamos con la Di?cesis de Solol?-Chimaltenango ante la divisi?n suscitada en San Juan Comalapa por un grupo cism?tico que ha roto la comuni?n con la Iglesia cat?lica y usurpa el templo hist?rico cat?lico del pueblo. Rechazamos las calumnias contra el Nuncio Apost?lico, el Cardenal Arzobispo de Guatemala y el Obispo de Solol?-Chimaltenango divulgadas por ese grupo.

Conclusi?n
8. La Virgen Mar?a, ?la gran misionera y continuadora de la misi?n de su Hijo y formadora de misioneros? (Documento de Aparecida 269), haga tambi?n de nosotros disc?pulos y misioneros de su Hijo, Luz de las naciones.

Guatemala, 25 de enero de 2008, Festividad de la Conversi?n de san Pablo


Pablo Vizca?no Prado
Obispo de Suchitep?quez-Retalhuleu
Presidente de la CEG

Julio Cabrera Ovalle
Obispo de Jalapa
Vicepresidente de la CEG

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Domingo, 27 de enero de 2008
AFRICA/KENYA - Los Obispos de Kenia expresan "pleno apoyo" a la mediaci?n de Annan y piden el fin inmediato de las violencias (Fides)


MI PAZ OS DOY


Queridos cat?licos y personas de buena voluntad:

Nosotros los obispos cat?licos profundamente preocupados por la empeorada situaci?n de nuestro querido pa?s, Kenia, nos dirigimos a ustedes una vez m?s urgiendo la paz.

Nuestro pa?s est? en una situaci?n peligrosa y tiene graves problemas. Las personas contin?an siendo asesinadas; las casas y las comidas est?n siendo quemadas; los ni?os no pueden ir a la escuela, nuestra juventud est? inquieta, el odio se est? ideando y guardando, las carreteras se est?n bloqueando y la seguridad se ha venido abajo. Estamos siendo testigos de la limpieza ?tnica y de otros cr?menes contra la humanidad. Nuestro pa?s est? llegando a paralizarse en la mayor?a de todos los aspectos de la vida.

1. Sin embargo, no es demasiado tarde para que nuestros l?deres cambien de opini?n y dialoguen unos con otros. No es tiempo para discutir sobre qui?n es bueno o malo. Por esta raz?n, damos apoyo pleno a los esfuerzos de mediaci?n del Sr. Kofi Annan y su equipo. Pedimos a Su Excelencia el Presidente Mwai Kibaki y al Diputado Raila Odinga que abran sus pensamientos y corazones e inmediatamente entren en di?logo.

2. Pedimos el cese inmediato de la violencia y las situaciones que conducen a la violencia. Esto incluye la organizaci?n de las demostraciones que llevan a la violencia en esta vol?til situaci?n y tambi?n el excesivo uso de la fuerza por las fuerzas polic?acas.


3. Pedimos el cese inmediato del uso de la violencia de intimidantes e irresponsables declaraciones, lenguaje, rumores, e incluso a trav?s del tel?fono m?vil. ?No m?s arrogancia! ?No m?s incitaci?n abierta o escondida!

4. Creemos que este no es tiempo de forzar a las personas desplazadas a ir a los lugares donde no hay nada para volver. El pobre y el impotente han sido m?s empobrecidos. ?Ad?nde ir?n?


5. Nuestros l?deres deben acercarse con una soluci?n pol?tica viable guiada por la ley. Esto ser? el principio de un proceso de curaci?n y reconciliaci?n. Pedimos a ustedes, nuestros l?deres, en el nombre de Dios, que cese para las presentes y futuras generaciones de Kenianos esta destrucci?n de nuestro querido pa?s de Kenia.

En conclusi?n, animamos a nuestros cat?licos y a todas las personas de buena voluntad a continuar las oraciones y el acercamiento de todos los kenianos. Conocemos los muchos caminos generosos en los que est?is respondiendo a esta crisis. Por favor, continuad haci?ndolo as?. Todos nosotros queremos alcanzar con nuestras vidas - educaci?n para los ni?os, curaci?n para los enfermos, dirigir nuestras actividades, adorar a Dios y ayudarnos unos a otros en nuestro viaje a trav?s de la vida.


La paz sea con ustedes


(Traducci?n particular mo oficial desde el Ingl?s)

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26 de enero

(Fuente de la Guancha) Un grupo de noventa personas entre ni?os, catequistas y padres de nuestras parroquias de San Jos? y de La Guancha se unieron a la Marcha Misionera de los ni?os organizada por la Delegaci?n Diocesana de Misiones. A las once de la ma?ana y desde Las Caletillas part?a la marcha en tono festivo y lleno de colorido en medio de cantos misioneros. En muchas de las pancartas se pod?a leer el lema de la jornada Misionera de este a?o 2008 ?Manos a la obra?. En la Plaza de la Bas?lica de Ntra. Sra. de Candelaria tuvo lugar la acogida del Sr. Obispo quien celebr? la Misa. Despu?s del almuerzo todos participaron en el festival de la Canci?n Misionera.

Mensaje que ha escrito monse?or Jes?s Sanz Montes, ofm, obispo de Huesca y de Jaca, presidente de la Comisi?n de la Conferencia Episcopal Espa?ola para la Vida Consagrada con motivo de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada que se celebrar? el 2 de febrero de 2008.


Dios nos lo dijo todo en su Hijo bienamado. Era la Palabra por antonomasia en la que todo fue hecho (Col 1, 16) y en quien todo fue dicho (Jn 1, 1-3). Aquella Palabra aparentemente enmudeci? en una muerte no fingida, en una muerte de cruz (Filp 2, 8). Pero esa Palabra vive y habla para siempre tras la resurrecci?n.

Jes?s mismo nos pidi? que guard?semos sus palabras, aunque la peque?ez fr?gil y vulnerable de nuestra vida hace que no siempre las entendamos o que f?cilmente lleguemos a olvidar lo que a duras penas hemos entendido alguna vez. Por eso ?l prometi? el env?o de un Consolador que viniese precisamente a ense?ar y recordar cuanto el Maestro dijo: "el Consolador, el Esp?ritu Santo, que el Padre enviar? en mi nombre, os ense?ar? todas las cosas, y os recordar? todas las cosas que os he dicho" (Jn 14, 26).

La historia de la Iglesia es el lugar en donde esta promesa se ha venido cumpliendo como en un Pentecost?s de y para cada generaci?n cristiana. Siempre hay una palabra de Jes?s que hay que entender en cada ?poca, siempre hay una palabra suya que volver a recordar. Y esto es lo que hace el Esp?ritu Santo que Jes?s nos prometi?: ense?arnos lo que no acabamos de entender y recuperar lo que habi?ndolo entendido se ha podido olvidar. As? se han suscitado los diversos carismas que han dado lugar a las distintas familias religiosas, como una actuaci?n en el tiempo de la promesa de Jes?s con el env?o del Esp?ritu Santo.

La Vida Consagrada en todas sus formas tiene esa estrecha relaci?n con la Palabra de Dios, porque representa el coraz?n de la Iglesia que acoge incesantemente a quien incesantemente nos regala su hablar. Detr?s de cada fundador y fundadora, detr?s de cada fundaci?n consagrada, hay una Palabra de Jes?s que es preciso saber guardar en el coraz?n como Mar?a.

El doble relato de la anunciaci?n del Bautista y de Cristo, nos presenta las dos maneras de situarnos ante lo que Dios dice: Zacar?as escuch? con un escepticismo asustado lo que le desbordaba en el mensaje de Gabriel, y se qued? mudo. Mar?a escuch? conmovida el mensaje similar de aquel mismo mensajero, pero pidi? ayuda para acoger tan desbordante propuesta, y la Palabra se hizo carne de su ser. Ser mudez s?rdida porque no escucha o ser eco e icono de la Palabra y la Belleza del mismo Dios. A esto se le llama a la Vida Consagrada: acoger el Evangelio de Cristo en el coraz?n, guardando en ?l lo que Dios dice y lo que Dios calla, como aprendemos en Mar?a de una manera dulce y fecunda.

El pasado a?o, el Santo Padre invitaba a los miembros de la Vida Consagrada a que acogieran la luz del Se?or como la Virgen Santa y San Jos? al presentar al Ni?o en el Templo. Esa luz que resulta ser el m?s luminoso eco de lo que el Se?or dice: "queridos consagrados y consagradas, haced que esta llama arda en vosotros, que resplandezca en vuestra vida, para que por doquier brille un rayo del fulgor irradiado por Jes?s, esplendor de verdad. Dedic?ndoos exclusivamente a ?l (cf. Vita consecrata, 15), testimoni?is la fascinaci?n de la verdad de Cristo y la alegr?a que brota del amor a ?l. En la contemplaci?n y en la actividad, en la soledad y en la fraternidad, en el servicio a los pobres y a los ?ltimos, en el acompa?amiento personal y en los are?pagos modernos, estad dispuestos a proclamar y testimoniar que Dios es Amor, que es dulce amarlo" (Benedicto XVI, Discurso al final de la concelebraci?n eucar?stica, 2 febrero 2007).

Esta luz elocuente la deseamos poner en el candelero de nuestra vida, dejando que con ella Dios siga narrando su buena noticia para la salvaci?n de los hombres.

Jes?s Sanz Montes, ofm
Obispo de Huesca y de Jaca
Presidente de la C.E. para la Vida Consagrada

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Comunicado de que ha emitido la Coordinaci?n de Conferencias Episcopales del mundo para el apoyo de la Iglesia en Tierra Santa, tras una visita realizada a los santos lugares.


En un a?o en que el mundo ha vuelto a poner su atenci?n en el logro de una paz justa entre israel?es y palestinos, la Coordinaci?n de Conferencias Episcopales para el apoyo de la Iglesia en Tierra Santa acaba de regresar de su octava visita a Tierra Santa para solidarizarse con la Iglesia local y sus Obispos y apoyar la b?squeda de una paz justa. La Coordinaci?n representa a Conferencias Episcopales de Europa y Norteam?rica y se constituy? en Jerusal?n en 1998 a petici?n de la Santa Sede.

Nuestra primera acci?n como Obispos y pastores ha sido la de ofrecer nuestra presencia orante y nuestro apoyo a una Iglesia que sufre. Ha supuesto opera nosotros una gran alegr?a visitar y orar con los cat?licos locales en las parroquias a lo largo de Tierra Santa. Tambi?n hemos escuchado sus hisorias de lucha y sus esperanzas de un futuro para su tierra. Admiramos su fe y su valor y animamos a los cat?licos de nuestras propias naciones a que vengan en peregrinaci?n a Tierra Santa - visitando tanto los santos lugares como las comunidades cat?licas vivas que dan testimonio de Cristo en la tierra de su nacimiento.

Reconocemos que la situaci?n social, pol?tica y humanitaria en Israel y Palestina es compleja y que no es f?cil encontrar soluciones al conflicto. Muchas personas con las que nos hemos encontrado son pesimistas acerca de que los actuales esfuerzos de los l?deres de Israel y Palestina, con el apoyo de la comunidad internacional, conduzcan a un tratado de paz justo. Pero tambi?n hemos escuchado de otros muchos que suspiran por un futuro de libertad, paz y seguridad, tanto para los palestinos como para los israel?es.

Al venir de varias naciones de Europa y Norteam?rica, necesitamos examinar qu? elementos de las actitudes y las pol?ticas de nuestros pa?ses contribuyen a la divisi?n en vez de al logro de la paz y la justicia para ambos pueblos. Demasiado a menudo nuestros pa?ses han tomado partido en la disputa, siendo as? que de hecho, el destino de ambos pueblos, israel?es y palestinos, est? inextricablemente unido. Nuestras naciones pueden a veces ser parte del problema, pero tambi?n pueden ser parte de la soluci?n.

Hemos encontrado signos de esperanza en nuestra visita a Tierra Santa. Nos hemos encontrado con los j?venes en la Universidad de Bel?n y en varias parroquias. En la Universidad, los cristianos y los musulmanes estudian juntos en armon?a. Nos impresionaron su entrega a los estudios, su energ?a y entusiasmo, su deseo de permanecer en su lugar de nacimiento y su esperanza de una paz justa que les ofrezca, a ellos y a toda la gente de Tierra Santa, un futuro mejor. Tambi?n nos hemos enterado de que hay una creciente cooperaci?n interreligiosa entre jud?os, cristianos y musulmanes.

Tr?gicamente, tambi?n hemos conocido signos de des?nimo y de divisi?n. El muro de separaci?n a trav?s del cual hemos pasado nos ha recordado v?vidamente la seguridad que preocupa a Israel y la profunda divisi?n entre los israel?es y los palestinos corrientes que han perdido el contacto humano que les puede ayudar a fomentar la justicia y la reconciliaci?n. Hemos escuchado historias conmovedoras de c?mo el muro ha agravado los sufrimientos y comprometido la dignidad humana al separar familias, devastar la econom?a palestina y exacerbar la crisis humanitaria. Nos preocupa de una forma especial la calamitosa situaci?n humanitaria en Gaza, que ha empeorado desde que la visitamos hace un a?o. Un estribillo que se oye con frecuencia llama a respetar los derechos humanos b?sicos de todos, incluyendo la seguridad para los israel?es y la seguridad y libertad para los palestinos.

Al comienzo de este mes, Nuestro Santo Padre el Papa Benedicto XVI dijo en la alocuci?n al Cuerpo Diplom?tico: "Me alegra que la Conferencia de Annapolis haya dado signos en la direcci?n de un abandono del recurso a soluciones parciales o unilaterales, en beneficio de una visi?n global, respetuosa de los derechos e intereses de los pueblos de la regi?n. Una vez m?s, hago un llamamiento a los israel?es y a los palestinos, para que concentren sus esfuerzos en poner en pr?ctica los compromisos asumidos en esta ocasi?n y no frenen el proceso felizmente iniciado. Invito adem?s a la comunidad internacional a sostener a estos dos pueblos con convicci?n y comprensi?n hacia los sufrimientos y los miedos de cada uno de ellos" (7 de enero de 2008).

Nuestra visita pastoral a Tierra Santa nos ha convencido de que este es un momento crucial para Israel, Palestina y la comunidad internacional. Es tiempo, a la vez, de oportunidad y de peligro. Nuestra esperanza y nuestra plegaria sincera es que los dirigentes y los pueblos de Israel y de Palestina, con el total apoyo y ?nimo de nuestras propias naciones y de la comunidad internacional encuentren el camino para una paz justa. Lo que hemos visto y o?do no siempre nos hace ser optimistas, pero la gracia de Dios nos da esperanza. La Coordinaci?n de Conferencias Episcopales espera volver a visitar la Tierra Santa y el d?a en que todos los pueblos de esta tierra puedan vivir en paz, seguridad y dignidad.

Firmantes:

Emmo. Cardenal Se?n Brady
Arzobispo de Armagh, Conferencia Episcopal Irlandesa

Obispo Pierre B?rcher
Obispo de Reykjavik, Islandia

Obispo Michel Dubost
Obispo de Evry, Conferencia Episcopal Francesa

Obispo Raymond Field
Obispo auxiliar de Dublin, Comisi?n Irlandesa para la Justicia y los Asuntos Sociales, de la Conferencia Episcopal de Irlanda

Emmo. Cardenal Francis George OMI
Arzobispo de Chicago, Conferencia de los Obispos Cat?licos de Estados Unidos

Arzobispo Patrick Kelly
Arzobispo de Liverpool, Vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales

Obispo William Kenney CP
Obispo auxiliary de Birmingham, Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales
Representante de la Comisi?n de Conferencias Episcopales de la Uni?n Europea (COMECE) Union

Obispo Joan Enric Vives i Sicilia
Obispo de Urgell y Copr?ncipe de Andorra, Conferencia Episcopal Espa?ola

Arzobispo V. James Weisgerber
Arzobispo de Winnipeg, Presidente de la Conferencia Canadiense de Obispos Cat?licos

(Traducci?n no oficial del original en ingl?s
realizada por la Conferencia Episcopal Espa?ola)

Publicado por verdenaranja @ 20:55  | Hablan los obispos
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ZENIT publica las palabras que pronunci? Benedicto XVI este viernes al recibir en audiencia a los miembros del Grupo Mixto de Trabajo entre el Consejo Pontificio para la Promoci?n de la Unidad de los Cristianos y el Consejo Mundial de Iglesias de Ginebra.


Queridos amigos:

Con mucho gusto os doy la bienvenida, miembros del Grupo Mixto de Trabajo entre el Consejo Mundial de Iglesias y el Consejo Pontificio para la Promoci?n de la Unidad de los Cristianos, con motivo de vuestro encuentro en Roma para comenzar una nueva fase de vuestro trabajo.

Vuestro encuentro tiene lugar en esta ciudad en la que los ap?stoles Pedro y Pablo dieron el testimonio supremo de Cristo y derramaron su sangre en su nombre. Os saludo afectuosamente con las palabras que el mismo Pablo dirigi? a los primeros cristianos de Roma: ?A vosotros gracia y paz, de parte de Dios nuestro Padre y del Se?or Jesucristo? (Romanos 1, 7).

El Consejo Mundial de Iglesias y la Iglesia cat?lica han disfrutado de una fecunda relaci?n ecum?nica que se remonta a los tiempos del Concilio Vaticano II. El grupo conjunto de trabajo, que comenz? en 1965, ha trabajado asiduamente para reforzar el ?di?logo de vida? que mi predecesor, el Papa Juan Pablo II, llam? ?di?logo de caridad? (?Ut unum sint?, 17). Esta cooperaci?n ha sido una expresi?n efectiva de la comuni?n que ya existe entre los cristianos y ha hecho avanzar la causa del di?logo y la comprensi?n ecum?nica.

El centenario de la Semana de Oraci?n por la Unidad de los Cristianos nos ofrece la oportunidad de dar gracias al Todopoderoso por los frutos del movimiento ecum?nico, en que podemos ver la presencia del Esp?ritu Santo que fomenta el crecimiento de todos los seguidores de Cristo en unidad de fe, esperanza y amor.

Rezar por la unidad constituye de por s? ?un medio eficaz para obtener la gracia de la unidad? (?Unitatis Redintegratio?, 8), ya que es una participaci?n en la oraci?n de Jes?s. Cuando los cristianos rezan juntos, ?el objetivo de la unidad parece m?s cercano? (?Ut unum sint?, 22), pues la presencia de Cristo entre nosotros (Cf. Mateo 18, 20) fomenta una armon?a profunda de mente y de coraz?n: somos capaces de vernos mutuamente de una manera nueva, y de reforzar nuestra determinaci?n para superar lo que nos aleja.

En este d?a, por tanto, volvemos la mirada con gratitud al trabajo de tantas personas que, durante estos a?os, han intentado difundir la pr?ctica del ecumenismo espiritual mediante la oraci?n, la conversi?n del coraz?n y el crecimiento en la comuni?n. Damos gracias tambi?n por los di?logos ecum?nicos que dieron tantos frutos en el siglo pasado.

La recepci?n de esos frutos es, en s? misma, un paso importante en el proceso de promoci?n de la unidad de los cristianos y el Grupo de Trabajo Mixto est? particularmente habilitado para estudiar y alentar este proceso.

Queridos amigos: rezo para que el nuevo Grupo Mixto de Trabajo sea capaz de edificar bas?ndose en el encomiable trabajo ya realizado y de este modo abra el camino a una cooperaci?n a?n mayor, de manera que la oraci?n del Se?or ?Que todos sean uno? (Juan 17, 21) se realice m?s plenamente en nuestro tiempo.

Con estos sentimientos, y con profundo aprecio por vuestro importante servicio al movimiento ecum?nico, invoco cordialmente sobre vosotros y vuestras deliberaciones las bendiciones abundantes de Dios.

[Traducci?n del original ingl?s realizada por Jes?s Colina

? Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]

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DOMINGO 4 DEL TIEMPO ORDINARIO / A
3 de febrero de 2008


La gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Se?or, est?n con todos vosotros.

Hoy, en el evangelio, escucharemos unas palabras que son fundamentales en la predicaci?n de Jes?s. Escucharemos las bienaventuranzas. Jes?s vino a este mundo para anunciarnos el camino de la felicidad. Todo lo que dijo, todo lo que hizo, es una llamada a encontrar esa felicidad verdadera. Y las bienaventuranzas son como un resumen de este anuncio. Por eso las escuchamos siempre con una especial atenci?n, con ganas de que penetren de verdad en nosotros.
Comencemos la Eucarist?a con esp?ritu de agradecimiento, por la Buena Noticia que hemos recibido de Jes?s.

A. penitencial: Prepar?monos, en unos momentos de silencio, para escuchar la palabra de Dios y para comer el pan de la Eucarist?a. (Silencio).

T?, que haces justicia a los oprimidos. SE?OR, TEN PIEDAD.
T?, que abres los ojos al ciego. CRISTO, TEN PIEDAD.
T?, que levantas del polvo al desvalido. SE?OR, TEN PIEDAD.

1. lectura (Sofon?as 2,3; 3,12-13): El anuncio del profeta que ahora escucharemos nos prepara para escuchar luego las bienaventuranzas en el evangelio. Dios viene a salvar a los pobres y los humildes.

Salmo (145): Cantemos ahora a nuestro Dios, porque ?l est? a favor de los pobres.

2. lectura (1 Corintios 1,26-31): La segunda lectura nos ayuda hoy a entender mejor lo que quieren decir las bienaventuranzas que luego escucharemos. San Pablo, de una manera muy concreta, nos habla de qui?nes son los que Dios llama con mayor empe?o para que formen parte de su comunidad.

Oraci?n universal: Presentemos al Padre nuestras s?plicas, con una mirada muy abierta al mundo entero. Oremos diciendo: PADRE, ESC?CHANOS.

1. Por la Iglesia, por todos los que, en cualquier lugar del mundo, queremos seguir el Evangelio de Jesucristo.
OREMOS:

2. Por los monasterios de vida contemplativa, y por los monjes y monjas que all? viven dedicados a la oraci?n y la alabanza de Dios. OREMOS:

3. Por los gobernantes de nuestro pa?s, por los pol?ticos, por los responsables de la econom?a, y por los trabajadores de la administraci?n p?blica. OREMOS:

4. Por los pa?ses que viven sometidos a la tragedia del hambre o de la guerra. OREMOS:

5. Por todos aquellos que, entre nosotros y en todo el mundo, trabajan al servicio de los pobres. OREMOS:

6. Por los que hemos venido a esta asamblea, tanto los que se sienten felices y contentos como los que est?n tristes. OREMOS:

Escucha, Padre, nuestra oraci?n, y conc?denos seguir siempre el camino de felicidad que nos ha mostrado tu Hijo Jesucristo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos.

Padrenuestro: Fieles a la ense?anza de Jesucristo, ahora, antes de participar de su mesa, nos atrevemos a decir:

CPL

Publicado por verdenaranja @ 20:42  | Liturgia
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Comentario a las lecturas del domingo segundo del tiempo ordinario - A publicado en el Diario de Avisos el 27 de Enero de 2008, bajo el apígrafe "el domingo, fiesta de los cristianos".

El buen combate


DANIEL PADILLA



El evangelio de hoy tiene mucho de víspera de combate, de preparativo para la lucha, de vela de armas, de anhelado despertar de cara a la acción. Las películas de guerra suelen presentar con suspense ese momento psicológico. Ahí está el gran general, sin dormir, dando a sus oficiales sus últimas consignas, mientras mide a zancadas los pocos metros cuadrados de su tienda. Es el preludio de "El día más largo". También a los soldados les bailan los sables en la cintura, sabiendo que ya llega el "mo-mento de la verdad".

Perdónenme estos símiles bélicos. Pero a eso me suena la página de Mateo: Al enterarse Jesús del arresto de Juan, dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaum". Es un jefe eligiendo el lu-gar de su "cuartel general". Si Belén había sido el sitio prefijado de su nacimiento, y Nazaret el de su "academia militar", Cafarnaum será su "puesto de mando" para sus batallas. También eso había sido anunciado por Isaías: "País de ZabuIón y de Neftalí, al otro lado del mar... A los que habitaban en tinieblas... una luz les brilló". Pues eso: para que esa luz irradie ya, es por lo que Jesús despliega ahora esa estrategia; y ese reclutamiento de los mejores: "Vengan y síganme, que les haré pescadores de hombres"- y esa invitación general a ingresar en su milicia: "Prepárense, que está cerca el Reino de los Cielos".

Lección primera para cristianos despistados: "De la conveniente preparación". -Cada día más, el cristiano necesita formarse, educarse, crecer en la fe, organizarse, agruparse y desplegarse después en movimientos coherentes. Es verdad que "el Espíritu sopla donde quiere". Pero deberíamos hacer lo posible por anular aquella frase que dijo Jesús con tristeza: "Los hijos de las tinieblas son más precavidos que los hijos de la luz". Al cristiano se le pide, cada vez más,
un desarrollo incesante de su fe y un fuerte compromiso "de iglesia". Bien está la preocupación de los padres por bautizar a sus hijos, y enseñarles las primeras oraciones y prepararles para la primera comunión. Pero eso no basta. La voz de la Iglesia insiste tercamente en la "necesidad de inserción de los seglares en responsabilidades de Iglesia, en la urgencia de formación de buenos catequistas, en el compromiso temporal, en la encarnación en un mundo que ha de ser evangelizado, catequizado, religado. Y para todo eso, amigos, se requiere estrategia, plan de combate, estudio de la posición del "enemigo", organización. Tenemos fama los cristianos de hacer la batalla al ritmo de la improvisación y en barullo -al grito eufórico de "Dios lo quiere". Por eso es bueno contemplar a Jesús, reclutando discípulos y caminando decidido a Cafarnaum, empezando así la implantación de su Reino. Porque "Dios dará el incremento", seguro. Pero Apolo y Pablo, y tú y yo, "tendremos que sembrar y regar".

Y si mi comentario de hoy les ha parecido demasiado militarista y belicoso, examinen el lenguaje de Juan: "Esta es la victo-ria que vence al mundo: nuestra fe". O el de Pablo, detallando el "arsenal": "Tomen las armas de Dios. Pónganse el cinturón de la verdad, la coraza de la justicia, el calzado para anunciar la paz. Al brazo, el escudo de la fe. Por casco, la salvación. Y por espada, el Espíritu". Siempre hablaba San Pablo así. Incluso, adivinando su final cercano, confesaba todavía: "He combatido el buen combate"

No andaban equivocados ni Juan ni Pablo. Muchos años antes, pudriéndose en su muladar, Job repetía: "Milicia es la vida del hombre sobre la tierra".


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S?bado, 26 de enero de 2008
Papa Benedicto XVI en su Mensaje para la 42 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que se celebrará el 4 de mayo de 2008, Solemnidad de la Ascensión del Señor, o en otra fecha establecida por las Conferencias Episcopales.


Los medios: en la encrucijada entre protagonismo y servicio.
Buscar la Verdad para compartirla



Queridos hermanos y hermanas

1. El tema de la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, "Los medios: en la encrucijada entre protagonismo y servicio. Buscar la Verdad para compartirla", señala la importancia del papel que estos instrumentos tienen en la vida de las personas y de la sociedad. En efecto, no existe ámbito de la experiencia humana –más aún si consideramos el amplio fenómeno de la globalización- en el que los medios no se hayan convertido en parte constitutiva de las relaciones interpersonales y de los procesos sociales, económicos, políticos y religiosos. A ese respecto escribía en mi Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz del pasado 1 de enero: «los medios de comunicación social, por las potencialidades educativas de que disponen, tienen una responsabilidad especial en la promoción del respeto por la familia, en ilustrar sus esperanzas y derechos, en resaltar su belleza» (n.5).

2. Gracias a una vertiginosa evolución tecnológica, estos medios han logrado potencialidades extraordinarias, lo cual plantea al mismo tiempo nuevos e inéditos interrogantes. Es innegable la aportación que pueden dar al flujo de noticias, al conocimiento de los hechos y a la difusión del saber. Han contribuido de manera decisiva, por ejemplo, a la alfabetización y la socialización, como también al desarrollo de la democracia y al diálogo entre los pueblos. Sin su aportación sería realmente difícil favorecer y mejorar la comprensión entre las naciones, dar alcance universal a los diálogos de paz, garantizar al hombre el bien primario de la información, asegurando a la vez la libre circulación del pensamiento, en orden sobre todo a los ideales de solidaridad y justicia social. Ciertamente, los medios en su conjunto no solamente son medios para la difusión de las ideas, sino que pueden y deben ser también instrumentos al servicio de un mundo más justo y solidario. No obstante, existe el riesgo de que en vez de ello se transformen en sistemas dedicados a someter al hombre a lógicas dictadas por los intereses dominantes del momento. Éste es el caso de una comunicación usada para fines ideológicos o para la venta de bienes de consumo mediante una publicidad obsesiva. Con el pretexto de representar la realidad, se tiende de hecho a legitimar e imponer modelos distorsionados de vida personal, familiar o social. Además, para ampliar la audiencia, la llamada audience, a veces no se duda en recurrir a la transgresión, la vulgaridad y la violencia. Puede suceder también que a través de los medios se propongan y sostengan modelos de desarrollo que, en vez de disminuir el abismo tecnológico entre los países pobres y los ricos, lo aumentan.

3. La humanidad se encuentra hoy ante una encrucijada. También para los medios es válido lo que escribí en la Encíclica Spe salvi sobre la ambigüedad del progreso, que ofrece posibilidades inéditas para el bien, pero abre al mismo tiempo enormes posibilidades de mal que antes no existían (cf. n.22). Por lo tanto, es necesario preguntarse si es sensato dejar que los medios de comunicación se subordinen a un protagonismo indiscriminado o que acaben en manos de quien se vale de ellos para manipular las conciencias. ¿No se debería más bien hacer esfuerzos para que permanezcan al servicio de la persona y del bien común, y favorezcan «la formación ética del hombre, el crecimiento del hombre interior»? (cf. ibíd.). Su extraordinaria incidencia en la vida de las personas y de la sociedad es un dato ampliamente reconocido, pero hay que tomar conciencia del viraje, diría incluso del cambio de rol que los medios están afrontando. Hoy, de manera cada vez más marcada, la comunicación parece tener en ocasiones la pretensión no sólo de representar la realidad, sino de determinarla gracias al poder y la fuerza de sugestión que posee. Se constata, por ejemplo, que sobre algunos acontecimientos los medios no se utilizan para una adecuada función de informadores, sino para "crear" los eventos mismos. Este arriesgado cambio en su papel es percibido con preocupación por muchos Pastores. Justamente porque se trata de realidades que inciden profundamente en todas las dimensiones de la vida humana (moral, intelectual, religiosa, relacional, afectiva, cultural), poniendo en juego el bien de la persona, es necesario reafirmar que no todo lo que es técnicamente posible es también éticamente realizable. El impacto de los medios de comunicación en la vida de las personas contemporáneas plantea, por lo tanto, interrogantes ineludibles y espera decisiones y respuestas inaplazables.

4. El papel que los medios de comunicación han adquirido en la sociedad debe ser considerado como parte integrante de la cuestión antropológica, que se plantea como un desafío crucial del tercer milenio. De manera similar a lo que sucede en el campo de la vida humana, del matrimonio y la familia, y en el ámbito de los grandes temas contemporáneos sobre la paz, la justicia y la tutela de la creación, también en el sector de la comunicación social están en juego dimensiones constitutivas del ser humano y su verdad. Cuando la comunicación pierde las raíces éticas y elude el control social, termina por olvidar la centralidad y la dignidad inviolable del ser humano, y corre el riesgo de incidir negativamente sobre su conciencia y sus opciones, condicionando así la libertad y la vida misma de las personas. Precisamente por eso es indispensable que los medios defiendan celosamente a la persona y respeten plenamente su dignidad. Más de uno piensa que es necesaria en este ámbito una "info-ética", así como existe la bio-ética en el campo de la medicina y de la investigación científica sobre la vida.

5. Se ha de evitar que los medios se conviertan en megáfono del materialismo económico y del relativismo ético, verdaderas plagas de nuestro tiempo. Por el contrario, pueden y deben contribuir a dar a conocer la verdad sobre el hombre defendiéndola ante los que tienden a negarla o destruirla. Se puede decir incluso que la búsqueda y la presentación de la verdad sobre el hombre son la más alta vocación de la comunicación social. Utilizar para este fin todos los lenguajes, cada vez más bellos y refinados, de los que los medios disponen, es una tarea entusiasmante confiada, en primer lugar, a los responsables y operadores del sector. Es una tarea que, sin embargo, nos corresponde en cierto modo a todos, porque en esta época de globalización todos somos usuarios y a la vez operadores de la comunicación social. Los nuevos medios, en particular la telefonía e Internet, están modificando el rostro mismo de la comunicación y tal vez ésta es una maravillosa ocasión para rediseñarlo y hacer más visibles, como decía mi venerado predecesor Juan Pablo II, las líneas esenciales e irrenunciables de la verdad sobre la persona humana (cf. Carta ap. El rápido desarrollo, 10).

6. El hombre tiene sed de verdad, busca la verdad; así lo demuestran también la atención y el éxito que tienen tantos productos editoriales y programas de ficción de calidad en los que se reconocen y son adecuadamente representadas la verdad, la belleza y la grandeza de la persona, incluyendo su dimensión religiosa. Jesús dijo: «Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» (Jn 8,32). La verdad que nos hace libres es Cristo, porque sólo Él puede responder plenamente a la sed de vida y de amor que existe en el corazón humano. Quien lo ha encontrado y se apasiona por su mensaje, experimenta el deseo incontenible de compartir y comunicar esta verdad: «Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos –escribe San Juan–, lo que contemplamos y palparon nuestras manos: la Palabra de Vida [...], os lo anunciamos para que estéis unidos con nosotros en esa unión que tenemos con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos esto para que nuestra alegría sea completa» (1 Jn 1, 1-3).

Invoquemos al Espíritu Santo para que no falten comunicadores valerosos y testigos auténticos de la verdad que, fieles al mandato de Cristo y apasionados por el mensaje de la fe, «se hagan intérpretes de las actuales exigencias culturales, comprometiéndose a vivir esta época de la comunicación no como tiempo de alienación y extravío, sino como un tiempo oportuno para la búsqueda de la verdad y el desarrollo de la comunión entre las personas y los pueblos» (Juan Pablo II, Discurso al Congreso Parábolas mediáticas, 9 noviembre 2002, 2).
Con estos deseos os imparto con afecto mi bendición.
Vaticano, 24 de enero 2008, Fiesta de San Francisco de Sales.

BENEDICTUS PP. XVI


Publicado por verdenaranja @ 22:47  | Habla el Papa
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El discurso que Benedicto XVI iba a pronunciar durante su visita a la Universidad la ?Sapienza? de Roma, prevista para el 17 de enero y previamente cancelada ante las protestas de profesores y alumnos.

Rector magn?fico;
autoridades pol?ticas y civiles;
ilustres profesores y personal t?cnico administrativo;
queridos j?venes estudiantes:

Para m? es motivo de profunda alegr?a encontrarme con la comunidad de la "Sapienza, Universidad de Roma" con ocasi?n de la inauguraci?n del a?o acad?mico. Ya desde hace siglos esta universidad marca el camino y la vida de la ciudad de Roma, haciendo fructificar las mejores energ?as intelectuales en todos los campos del saber. Tanto en el tiempo en que, despu?s de su fundaci?n impulsada por el Papa Bonifacio VIII, la instituci?n depend?a directamente de la autoridad eclesi?stica, como sucesivamente, cuando el Studium Urbis se desarroll? como instituci?n del Estado italiano, vuestra comunidad acad?mica ha conservado un gran nivel cient?fico y cultural, que la sit?a entre las universidades m?s prestigiosas del mundo. Desde siempre la Iglesia de Roma mira con simpat?a y admiraci?n este centro universitario, reconociendo su compromiso, a veces arduo y fatigoso, por la investigaci?n y la formaci?n de las nuevas generaciones. En estos ?ltimos a?os no han faltado momentos significativos de colaboraci?n y de di?logo. Quiero recordar, en particular, el Encuentro mundial de rectores con ocasi?n del Jubileo de las Universidades, en el que vuestra comunidad no s?lo se encarg? de la acogida y la organizaci?n, sino sobre todo de la prof?tica y compleja propuesta de elaborar un "nuevo humanismo para el tercer milenio".

En esta circunstancia deseo expresar mi gratitud por la invitaci?n que se me ha hecho a venir a vuestra universidad para pronunciar una conferencia. Desde esta perspectiva, me plante? ante todo la pregunta: ?Qu? puede y debe decir un Papa en una ocasi?n como esta? En mi conferencia en Ratisbona habl? ciertamente como Papa, pero habl? sobre todo en calidad de ex profesor de esa universidad, mi universidad, tratando de unir recuerdos y actualidad. En la universidad "Sapienza", la antigua universidad de Roma, sin embargo, he sido invitado precisamente como Obispo de Roma; por eso, debo hablar como tal. Es cierto que en otros tiempos la "Sapienza" era la universidad del Papa; pero hoy es una universidad laica, con la autonom?a que, sobre la base de su mismo concepto fundacional, siempre ha formado parte de su naturaleza de universidad, la cual debe estar vinculada exclusivamente a la autoridad de la verdad. En su libertad frente a autoridades pol?ticas y eclesi?sticas la universidad encuentra su funci?n particular, precisamente tambi?n para la sociedad moderna, que necesita una instituci?n de este tipo.

Vuelvo a mi pregunta inicial: ?Qu? puede y debe decir el Papa en el encuentro con la universidad de su ciudad? Reflexionando sobre esta pregunta, me pareci? que inclu?a otras dos, cuyo esclarecimiento deber?a llevar de por s? a la respuesta. En efecto, es necesario preguntarse: ?Cu?l es la naturaleza y la misi?n del Papado? Y tambi?n, ?cu?l es la naturaleza y la misi?n de la universidad? En este lugar no quisiera entretenerme y entreteneros con largas disquisiciones sobre la naturaleza del Papado. Baste una breve alusi?n. El Papa es, ante todo, Obispo de Roma y, como tal, en virtud de la sucesi?n del ap?stol san Pedro, tiene una responsabilidad episcopal con respecto a toda la Iglesia cat?lica. La palabra "obispo" -episkopos-, que en su significado inmediato se puede traducir por "vigilante", se fundi? ya en el Nuevo Testamento con el concepto b?blico de Pastor: es aquel que, desde un puesto de observaci?n m?s elevado, contempla el conjunto, cuid?ndose de elegir el camino correcto y mantener la cohesi?n de todos sus componentes. En este sentido, esa designaci?n de la tarea orienta la mirada, ante todo, hacia el interior de la comunidad creyente. El Obispo -el Pastor- es el hombre que cuida de esa comunidad; el que la conserva unida, manteni?ndola en el camino hacia Dios, indicado por Jes?s seg?n la fe cristiana; y no s?lo indicado, pues ?l mismo es para nosotros el camino. Pero esta comunidad, de la que cuida el Obispo, sea grande o peque?a, vive en el mundo. Las condiciones en que se encuentra, su camino, su ejemplo y su palabra influyen inevitablemente en todo el resto de la comunidad humana en su conjunto. Cuanto m?s grande sea, tanto m?s repercutir?n en la humanidad entera sus buenas condiciones o su posible degradaci?n. Hoy vemos con mucha claridad c?mo las condiciones de las religiones y la situaci?n de la Iglesia -sus crisis y sus renovaciones- repercuten en el conjunto de la humanidad. Por eso el Papa, precisamente como Pastor de su comunidad, se ha convertido cada vez m?s tambi?n en una voz de la raz?n ?tica de la humanidad.

Aqu?, sin embargo, surge inmediatamente la objeci?n seg?n la cual el Papa, de hecho, no hablar?a verdaderamente bas?ndose en la raz?n ?tica, sino que sus afirmaciones proceder?an de la fe y por eso no podr?a pretender que valgan para quienes no comparten esta fe. Deberemos volver m?s adelante sobre este tema, porque aqu? se plantea la cuesti?n absolutamente fundamental: ?Qu? es la raz?n? ?C?mo puede una afirmaci?n -sobre todo una norma moral- demostrarse "razonable"? En este punto, por el momento, s?lo quiero poner de relieve brevemente que John Rawls, aun negando a doctrinas religiosas globales el car?cter de la raz?n "p?blica", ve sin embargo en su raz?n "no p?blica" al menos una raz?n que no podr?a, en nombre de una racionalidad endurecida desde el punto de vista secularista, ser simplemente desconocida por quienes la sostienen. Ve un criterio de esta racionalidad, entre otras cosas, en el hecho de que esas doctrinas derivan de una tradici?n responsable y motivada, en la que en el decurso de largos tiempos se han desarrollado argumentaciones suficientemente buenas como para sostener su respectiva doctrina. En esta afirmaci?n me parece importante el reconocimiento de que la experiencia y la demostraci?n a lo largo de generaciones, el fondo hist?rico de la sabidur?a humana, son tambi?n un signo de su racionalidad y de su significado duradero. Frente a una raz?n a-hist?rica que trata de construirse a s? misma s?lo en una racionalidad a-hist?rica, la sabidur?a de la humanidad como tal -la sabidur?a de las grandes tradiciones religiosas- se debe valorar como una realidad que no se puede impunemente tirar a la papelera de la historia de las ideas.

Volvemos a la pregunta inicial. El Papa habla como representante de una comunidad creyente, en la cual durante los siglos de su existencia ha madurado una determinada sabidur?a de vida. Habla como representante de una comunidad que custodia en s? un tesoro de conocimiento y de experiencia ?ticos, que resulta importante para toda la humanidad. En este sentido habla como representante de una raz?n ?tica.

Pero ahora debemos preguntarnos: ?Y qu? es la universidad?, ?cu?l es su tarea? Es una pregunta de enorme alcance, a la cual, una vez m?s, s?lo puedo tratar de responder de una forma casi telegr?fica con algunas observaciones. Creo que se puede decir que el verdadero e ?ntimo origen de la universidad est? en el af?n de conocimiento, que es propio del hombre. Quiere saber qu? es todo lo que le rodea. Quiere la verdad. En este sentido, se puede decir que el impulso del que naci? la universidad occidental fue el cuestionamiento de S?crates. Pienso, por ejemplo -por mencionar s?lo un texto-, en la disputa con Eutifr?n, el cual defiende ante S?crates la religi?n m?tica y su devoci?n. A eso, S?crates contrapone la pregunta: "?T? crees que existe realmente entre los dioses una guerra mutua y terribles enemistades y combates...? Eutifr?n, ?debemos decir que todo eso es efectivamente verdadero?" (6 b c). En esta pregunta, aparentemente poco devota -pero que en S?crates se deb?a a una religiosidad m?s profunda y m?s pura, de la b?squeda del Dios verdaderamente divino-, los cristianos de los primeros siglos se reconocieron a s? mismos y su camino. Acogieron su fe no de modo positivista, o como una v?a de escape para deseos insatisfechos. La comprendieron como la disipaci?n de la niebla de la religi?n m?tica para dejar paso al descubrimiento de aquel Dios que es Raz?n creadora y al mismo tiempo Raz?n-Amor. Por eso, el interrogarse de la raz?n sobre el Dios m?s grande, as? como sobre la verdadera naturaleza y el verdadero sentido del ser humano, no era para ellos una forma problem?tica de falta de religiosidad, sino que era parte esencial de su modo de ser religiosos. Por consiguiente, no necesitaban resolver o dejar a un lado el interrogante socr?tico, sino que pod?an, m?s a?n, deb?an acogerlo y reconocer como parte de su propia identidad la b?squeda fatigosa de la raz?n para alcanzar el conocimiento de la verdad ?ntegra. As?, en el ?mbito de la fe cristiana, en el mundo cristiano, pod?a, m?s a?n, deb?a nacer la universidad.

Es necesario dar un paso m?s. El hombre quiere conocer, quiere encontrar la verdad. La verdad es ante todo algo del ver, del comprender, de la theor?a, como la llama la tradici?n griega. Pero la verdad nunca es s?lo te?rica. San Agust?n, al establecer una correlaci?n entre las Bienaventuranzas del Serm?n de la monta?a y los dones del Esp?ritu que se mencionan en Isa?as 11, habl? de una reciprocidad entre "scientia" y "tristitia": el simple saber -dice- produce tristeza. Y, en efecto, quien s?lo ve y percibe todo lo que sucede en el mundo acaba por entristecerse. Pero la verdad significa algo m?s que el saber: el conocimiento de la verdad tiene como finalidad el conocimiento del bien. Este es tambi?n el sentido del interrogante socr?tico: ?Cu?l es el bien que nos hace verdaderos? La verdad nos hace buenos, y la bondad es verdadera: este es el optimismo que reina en la fe cristiana, porque a ella se le concedi? la visi?n del Logos, de la Raz?n creadora que, en la encarnaci?n de Dios, se revel? al mismo tiempo como el Bien, como la Bondad misma.

En la teolog?a medieval hubo una discusi?n a fondo sobre la relaci?n entre teor?a y praxis, sobre la correcta relaci?n entre conocer y obrar, una disputa que aqu? no podemos desarrollar. De hecho, la universidad medieval, con sus cuatro Facultades, presenta esta correlaci?n. Comencemos por la Facultad que, seg?n la concepci?n de entonces, era la cuarta: la de medicina. Aunque era considerada m?s como "arte" que como ciencia, sin embargo, su inserci?n en el cosmos de la universitas significaba claramente que se la situaba en el ?mbito de la racionalidad, que el arte de curar estaba bajo la gu?a de la raz?n, liber?ndola del ?mbito de la magia. Curar es una tarea que requiere cada vez m?s simplemente la raz?n, pero precisamente por eso necesita la conexi?n entre saber y poder, necesita pertenecer a la esfera de la ratio. En la Facultad de derecho se plantea inevitablemente la cuesti?n de la relaci?n entre praxis y teor?a, entre conocimiento y obrar. Se trata de dar su justa forma a la libertad humana, que es siempre libertad en la comuni?n rec?proca: el derecho es el presupuesto de la libertad, no su antagonista. Pero aqu? surge inmediatamente la pregunta: ?C?mo se establecen los criterios de justicia que hacen posible una libertad vivida conjuntamente y sirven al hombre para ser bueno? En este punto, se impone un salto al presente: es la cuesti?n de c?mo se puede encontrar una normativa jur?dica que constituya un ordenamiento de la libertad, de la dignidad humana y de los derechos del hombre. Es la cuesti?n que nos ocupa hoy en los procesos democr?ticos de formaci?n de la opini?n y que, al mismo tiempo, nos angustia como cuesti?n de la que depende el futuro de la humanidad. J?rgen Habermas expresa, a mi parecer, un amplio consenso del pensamiento actual cuando dice que la legitimidad de la Constituci?n de un pa?s, como presupuesto de la legalidad, derivar?a de dos fuentes: de la participaci?n pol?tica igualitaria de todos los ciudadanos y de la forma razonable en que se resuelven las divergencias pol?ticas. Con respecto a esta "forma razonable", afirma que no puede ser s?lo una lucha por mayor?as aritm?ticas, sino que debe caracterizarse como un "proceso de argumentaci?n sensible a la verdad" (wahrheitssensibles Argumentationsverfahren). Est? bien dicho, pero es muy dif?cil transformarlo en una praxis pol?tica. Como sabemos, los representantes de ese "proceso de argumentaci?n" p?blico son principalmente los partidos en cuanto responsables de la formaci?n de la voluntad pol?tica. De hecho, sin duda buscar?n sobre todo la consecuci?n de mayor?as y as? se ocupar?n casi inevitablemente de los intereses que prometen satisfacer. Ahora bien, esos intereses a menudo son particulares y no est?n verdaderamente al servicio del conjunto. La sensibilidad por la verdad se ve siempre arrollada de nuevo por la sensibilidad por los intereses. Yo considero significativo el hecho de que Habermas hable de la sensibilidad por la verdad como un elemento necesario en el proceso de argumentaci?n pol?tica, volviendo a insertar as? el concepto de verdad en el debate filos?fico y en el pol?tico.

Pero entonces se hace inevitable la pregunta de Pilato: ?Qu? es la verdad? Y ?c?mo se la reconoce? Si para esto se remite a la "raz?n p?blica", como hace Rawls, se plantea necesariamente otra pregunta: ?qu? es razonable? ?C?mo demuestra una raz?n que es raz?n verdadera? En cualquier caso, seg?n eso, resulta evidente que, en la b?squeda del derecho de la libertad, de la verdad de la justa convivencia, se debe escuchar a instancias diferentes de los partidos y de los grupos de inter?s, sin que ello implique en modo alguno querer restarles importancia. As? volvemos a la estructura de la universidad medieval. Juntamente con la Facultad de derecho estaban las Facultades de filosof?a y de teolog?a, a las que se encomendaba la b?squeda sobre el ser hombre en su totalidad y, con ello, la tarea de mantener despierta la sensibilidad por la verdad. Se podr?a decir incluso que este es el sentido permanente y verdadero de ambas Facultades: ser guardianes de la sensibilidad por la verdad, no permitir que el hombre se aparte de la b?squeda de la verdad. Pero, ?c?mo pueden dichas Facultades cumplir esa tarea? Esta pregunta exige un esfuerzo permanente y nunca se plantea ni se resuelve de manera definitiva. En este punto, pues, tampoco yo puedo dar propiamente una respuesta. S?lo puedo hacer una invitaci?n a mantenerse en camino con esta pregunta, en camino con los grandes que a lo largo de toda la historia han luchado y buscado, con sus respuestas y con su inquietud por la verdad, que remite continuamente m?s all? de cualquier respuesta particular.

De este modo, la teolog?a y la filosof?a forman una peculiar pareja de gemelos, en la que ninguna de las dos puede separarse totalmente de la otra y, sin embargo, cada una debe conservar su propia tarea y su propia identidad. Hist?ricamente, es m?rito de santo Tom?s de Aquino -ante la diferente respuesta de los Padres a causa de su contexto hist?rico- el haber puesto de manifiesto la autonom?a de la filosof?a y, con ello, el derecho y la responsabilidad propios de la raz?n que se interroga bas?ndose en sus propias fuerzas. Los Padres, diferenci?ndose de las filosof?as neoplat?nicas, en las que la religi?n y la filosof?a estaban unidas de manera inseparable, hab?an presentado la fe cristiana como la verdadera filosof?a, subrayando tambi?n que esta fe corresponde a las exigencias de la raz?n que busca la verdad; que la fe es el "s?" a la verdad, con respecto a las religiones m?ticas, que se hab?an convertido en mera costumbre. Pero luego, en el momento del nacimiento de la universidad, en Occidente ya no exist?an esas religiones, sino s?lo el cristianismo; por eso, era necesario subrayar de modo nuevo la responsabilidad propia de la raz?n, que no queda absorbida por la fe. A santo Tom?s le toc? vivir en un momento privilegiado: por primera vez, los escritos filos?ficos de Arist?teles eran accesibles en su integridad; estaban presentes las filosof?as jud?as y ?rabes, como apropiaciones y continuaciones espec?ficas de la filosof?a griega. Por eso el cristianismo, en un nuevo di?logo con la raz?n de los dem?s, con quienes se ven?a encontrando, tuvo que luchar por su propia racionalidad. La Facultad de filosof?a que, como "Facultad de los artistas" -as? se llamaba-, hasta aquel momento hab?a sido s?lo proped?utica con respecto a la teolog?a, se convirti? entonces en una verdadera Facultad, en un interlocutor aut?nomo de la teolog?a y de la fe reflejada en ella. Aqu? no podemos detenernos en la interesante confrontaci?n que se deriv? de ello. Yo dir?a que la idea de santo Tom?s sobre la relaci?n entre la filosof?a y la teolog?a podr?a expresarse en la f?rmula que encontr? el concilio de Calcedonia para la cristolog?a: la filosof?a y la teolog?a deben relacionarse entre s? "sin confusi?n y sin separaci?n". "Sin confusi?n" quiere decir que cada una de las dos debe conservar su identidad propia. La filosof?a debe seguir siendo verdaderamente una b?squeda de la raz?n con su propia libertad y su propia responsabilidad; debe ver sus l?mites y precisamente as? tambi?n su grandeza y amplitud. La teolog?a debe seguir sacando de un tesoro de conocimiento que ella misma no ha inventado, que siempre la supera y que, al no ser totalmente agotable mediante la reflexi?n, precisamente por eso siempre suscita de nuevo el pensamiento. Junto con el "sin confusi?n" est? tambi?n el "sin separaci?n": la filosof?a no vuelve a comenzar cada vez desde el punto cero del sujeto pensante de modo aislado, sino que se inserta en el gran di?logo de la sabidur?a hist?rica, que acoge y desarrolla una y otra vez de forma cr?tica y a la vez d?cil; pero tampoco debe cerrarse ante lo que las religiones, y en particular la fe cristiana, han recibido y dado a la humanidad como indicaci?n del camino. La historia ha demostrado que varias cosas dichas por te?logos en el decurso de la historia, o tambi?n llevadas a la pr?ctica por las autoridades eclesiales, eran falsas y hoy nos confunden. Pero, al mismo tiempo, es verdad que la historia de los santos, la historia del humanismo desarrollado sobre la base de la fe cristiana, demuestra la verdad de esta fe en su n?cleo esencial, convirti?ndola as? tambi?n en una instancia para la raz?n p?blica. Ciertamente, mucho de lo que dicen la teolog?a y la fe s?lo se puede hacer propio dentro de la fe y, por tanto, no puede presentarse como exigencia para aquellos a quienes esta fe sigue siendo inaccesible. Al mismo tiempo, sin embargo, es verdad que el mensaje de la fe cristiana nunca es solamente una "comprehensive religious doctrine" en el sentido de Rawls, sino una fuerza purificadora para la raz?n misma, que la ayuda a ser m?s ella misma. El mensaje cristiano, en virtud de su origen, deber?a ser siempre un est?mulo hacia la verdad y, as?, una fuerza contra la presi?n del poder y de los intereses.

Bien; hasta ahora he hablado s?lo de la universidad medieval, pero tratando de aclarar la naturaleza permanente de la universidad y de su tarea. En los tiempos modernos se han abierto nuevas dimensiones del saber, que en la universidad se valoran sobre todo en dos grandes ?mbitos: ante todo, en el de las ciencias naturales, que se han desarrollado sobre la base de la conexi?n entre experimentaci?n y presupuesta racionalidad de la materia; en segundo lugar, en el de las ciencias hist?ricas y human?sticas, en las que el hombre, escrutando el espejo de su historia y aclarando las dimensiones de su naturaleza, trata de comprenderse mejor a s? mismo. En este desarrollo no s?lo se ha abierto a la humanidad una cantidad inmensa de saber y de poder; tambi?n han crecido el conocimiento y el reconocimiento de los derechos y de la dignidad del hombre, y de esto no podemos por menos de estar agradecidos. Pero nunca puede decirse que el camino del hombre se haya completado del todo y que el peligro de caer en la inhumanidad haya quedado totalmente descartado, como vemos en el panorama de la historia actual. Hoy, el peligro del mundo occidental -por hablar s?lo de ?ste- es que el hombre, precisamente teniendo en cuenta la grandeza de su saber y de su poder, se rinda ante la cuesti?n de la verdad. Y eso significa al mismo tiempo que la raz?n, al final, se doblega ante la presi?n de los intereses y ante el atractivo de la utilidad, y se ve forzada a reconocerla como criterio ?ltimo. Dicho desde el punto de vista de la estructura de la universidad: existe el peligro de que la filosof?a, al no sentirse ya capaz de cumplir su verdadera tarea, degenere en positivismo; que la teolog?a, con su mensaje dirigido a la raz?n, quede confinada a la esfera privada de un grupo m?s o menos grande. Sin embargo, si la raz?n, celosa de su presunta pureza, se hace sorda al gran mensaje que le viene de la fe cristiana y de su sabidur?a, se seca como un ?rbol cuyas ra?ces no reciben ya las aguas que le dan vida. Pierde la valent?a por la verdad y as? no se hace m?s grande, sino m?s peque?a. Eso, aplicado a nuestra cultura europea, significa: si quiere s?lo construirse a s? misma sobre la base del c?rculo de sus propias argumentaciones y de lo que en el momento la convence, y, preocupada por su laicidad, se aleja de las ra?ces de las que vive, entonces ya no se hace m?s razonable y m?s pura, sino que se descompone y se fragmenta.

Con esto vuelvo al punto de partida. ?Qu? tiene que hacer o qu? tiene que decir el Papa en la universidad? Seguramente no debe tratar de imponer a otros de modo autoritario la fe, que s?lo puede ser donada en libertad. M?s all? de su ministerio de Pastor en la Iglesia, y de acuerdo con la naturaleza intr?nseca de este ministerio pastoral, tiene la misi?n de mantener despierta la sensibilidad por la verdad; invitar una y otra vez a la raz?n a buscar la verdad, a buscar el bien, a buscar a Dios; y, en este camino, estimularla a descubrir las ?tiles luces que han surgido a lo largo de la historia de la fe cristiana y a percibir as? a Jesucristo como la Luz que ilumina la historia y ayuda a encontrar el camino hacia el futuro.

Vaticano, 17 de enero de 2008

BENEDICTO XVI

[Traducci?n distribuida por la Santa Sede

? Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]

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ZENIT publica el comentario del padre Raniero Cantalamessa, OFM Cap., predicador de la Casa Pontificia, a la Liturgia de la Palabra del domingo III del Tiempo Ordinario, 27 de Enero de 2008.


III Domingo del Tiempo Ordinario


Isa?as 8, 23b-9,3; I Corintios 1, 10-13.17; Mateo 4, 12-23



Curaba toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo



El pasaje del Evangelio del tercer domingo del tiempo ordinario concluye con las palabras: ?Recorr?a Jes?s toda Galilea, ense?ando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo?. Cerca de un tercio del Evangelio se ocupa de las curaciones obradas por Jes?s durante el breve tiempo de su vida p?blica. Es imposible eliminar estos milagros o darles una explicaci?n natural sin desmembrar todo el Evangelio y hacerlo incomprensible.

Los milagros en el Evangelio tienen caracter?sticas inconfundibles. Jam?s est?n para sorprender o para ensalzar a quien los realiza. Hoy algunos se dejan encantar al o?r a ciertos personajes que dicen poseer poderes de levitaci?n, de hacer aparecer o desaparecer objetos y cosas por el estilo. ?A qui?n sirve este tipo de milagro, suponiendo que sea tal? A nadie, o s?lo a uno mismo para ganar adeptos y dinero.

Jes?s realiza milagros por compasi?n, porque ama a los dem?s: hace milagros tambi?n para ayudarles a creer. Obra curaciones para anunciar que Dios es el Dios de la vida y que al final, junto a la muerte, tambi?n la enfermedad ser? vencida y ?ya no habr? luto ni llanto?.

Jes?s no es el ?nico que sana, sino que ordena a sus ap?stoles hacer lo mismo detr?s de ?l: ?Les envi? a anunciar el Reino de Dios y a curar a los enfermos? (Lc 9,2); ?Predicad que el reino de los cielos est? cerca. Curad a los enfermos? (Mt 10,7 s.). Encontramos siempre las dos cosas a la vez: predicar el Evangelio y curar a los enfermos. El hombre tiene dos medios para intentar superar sus enfermedades: la naturaleza y la gracia. Naturaleza indica la inteligencia, la ciencia, la medicina, la t?cnica; gracia indica el recurso directo a Dios, a trav?s de la fe, la oraci?n y los sacramentos. Estos ?ltimos son los medios que la Iglesia tiene a disposici?n para ?curar a los enfermos?.

Lo malo empieza cuando se busca una tercera v?a: la de la magia, la que hace palanca en pretendidos poderes ocultos de la persona que no se basan ni en la ciencia ni en la fe. En este caso o estamos ante pura charlataner?a o --peor--- ante la acci?n del enemigo de Dios. No es dif?cil distinguir cu?ndo se trata de un verdadero carisma de curaci?n y cu?ndo de su falsificaci?n en la magia. En el primer caso, la persona jam?s atribuye a poderes propios los resultados obtenidos, sino a Dios; en el segundo, la gente no hace m?s que alardear de sus pretendidos ?poderes extraordinarios?. Cuando por ello se leen anuncios del tipo: mago tal de no s? qui?n ?llega donde otros fracasan?, ?resuelve problemas de todo tipo?, ?poderes extraordinarios reconocidos?, ?expulsa demonios, aleja el mal de ojo?, no hay que dudar ni un instante: son grandes enga?os. Jes?s dec?a que los demonios se expulsan ?con ayuno y oraci?n?, ?no vaciando el bolsillo de la gente!

Pero debemos hacernos otra pregunta: ?y quien no se cura? ?Qu? pensar? ?Qu? no tiene fe, que Dios no le ama? Si la persistencia de una enfermedad fuera se?al de que una persona carece de fe o del amor de Dios por ella, habr?a que concluir que los santos eran los m?s pobres de fe y los menos amados de Dios, porque los hay que pasaron toda la vida postrados. No; la respuesta es otra. El poder de Dios no se manifiesta s?lo de una manera -eliminando el mal, curando f?sicamente--, sino tambi?n dando la capacidad, y a veces hasta el gozo, de llevar la propia cruz con Cristo y completar lo que falta a sus padecimientos. Cristo redimi? tambi?n el sufrimiento y la muerte: ya no es signo del pecado, participaci?n en la culpa de Ad?n, sino instrumento de redenci?n.

[Traducci?n del original italiano realizada por Marta Lago]

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D?a 25 de Enero
Fiesta: La conversi?n de San Pablo



Un Evangelio para vivir y difundir



En s?ntesis, asegura Jes?s a sus disc?pulos, en estos pocos vers?culos de san Marcos que nos presenta hoy la Iglesia en la fiesta de la conversi?n de San Pablo, dos verdades que deben iluminar la existencia de cuantos queremos entregarnos de verdad en la difusi?n del Evangelio. Por una parte, dice el Se?or que su mensaje de salvaci?n es imprescindible para la bienaventuranza eterna del hombre; por otro lado, afirma el poder de la fe en ?l, pues, sus fieles ser?n invencibles, ning?n poder temporal podr? con ellos. La vida del Ap?stol de las gentes es un testimonio vivo de fe en lo uno y lo otro.

No ofrece el disc?pulo de Cristo, con su insistente exposici?n de las verdades reveladas recibidas de Cristo, algo s?lo de relativa importancia. Brinda siempre a quienes le escuchan la llave imprescindible y suficiente para la felicidad eterna, ?nico sentido del esfuerzo humano. Luego, cada uno, debe practicar; ha de poner por obra lo cre?do: la fe, si no va acompa?ada de obras, est? realmente muerta, asegura el ap?stol Santiago. Pero es preciso primero aceptar por la fe el mensaje de salvaci?n que nos ha tra?do el Hijo de Dios encarnado. Y no se trata de un reconocimiento exclusivamente te?rico, como quien aceptara la verdad de una historia antigua, que para nada tiene repercusi?n en su vida. Tambi?n creen los demonios y se estremecen, concluye el mismo ap?stol Santiago, para ense?ar hasta qu? punto es est?ril una fe en Jesucristo, que no se manifieste que las obras que ?l nos ense??.

Por otra parte, lo que transmitimos ense?ando en nuestros apostolados en grupo, o en conversaciones personales ?m?s concretas, m?s en confidencia?, no es, en modo alguno una opini?n m?s, ni tampoco cierto modo de ver la vida v?lido para algunos. No vamos con un planteamiento que, por interesante que resulte, no reclama compromiso alguno. Pretendemos, como primera y descarada intenci?n, comprometer la vida de las personas. Como es natural, respetando por completo su libertad. Pero deseamos, con un apasionado querer, que nuestros parientes, amigos y conocidos rectifiquen de su vida lo que difiere del ideal cristiano. As? lo pretendemos porque es el querer de Dios para todos los hombres.

Cada uno de los que meditamos estas palabras del Se?or y somos capaces de valorarlas, debemos sentirnos los primeros destinatarios de la exigencia que Jesucristo reclama de sus disc?pulos. Ante todo les exige: Id al mundo entero y predicad el Evangelio a toda criatura. Y, seguidamente, concreta las consecuencias pr?cticas ?por as? decir? de ese Evangelio en quienes lo vivan, y la especial protecci?n que sentir?n quienes lo transmitan. Pero, ante todo, lo primordial es llenar el mundo con el mensaje de salvaci?n ?el ?nico mensaje salvador para el hombre? que Jesucristo, Nuestro Dios y Se?or, vino a traer al mundo.

Pregunt?monos, pues, c?mo encarnamos personalmente en nuestra conducta cotidiana esas ense?anzas, que posiblemente conocemos bien y hasta aconsejamos a otros. "No se da lo que no se tiene", reza la sabidur?a popular. Y as? sucede en la vida cristiana: Alma de ap?stol: primero, t?. ?Ha dicho el Se?or, por San Mateo: "Muchos me dir?n en el d?a del juicio: ?Se?or, Se?or!, ?pues no hemos profetizado en tu nombre y lanzado en tu nombre los demonios y hecho muchos milagros? Entonces yo les protestar?: jam?s os he conocido por m?os; apartaos de m?, operarios de la maldad".
No suceda ?dice San Pablo? que habiendo predicado a los otros, yo vaya a ser reprobado
.

Las palabras de san Josemar?a nos pueden poner en guardia, si nos consideramos buenos y exigimos a otros que sean mejores. Es posible que debamos pedir m?s amor a Dios manifestado en obras, ante todo, para nosotros mismos. Ser? manifestaci?n de que nos parece poco lo que nos exigimos por Aquel que, siendo Dios, dio por nosotros su vida, por amor nuestro. Adem?s, como hemos recordado, por exigente que pudiera ser nuestra vida al servicio del Evangelio, nada debemos tener. A los que crean acompa?ar?n estos milagros... Y enumera Jes?s una serie de peligros, frecuentes en la ?poca, y que no da?ar?an a los que vivieran de acuerdo con su fe. En nuestro tiempo son otros los peligros para los cristianos consecuentes. Pero lo decisivo sigue siendo que con Dios no hay fuerza capaz de acabar con nosotros. En el peor de los casos tendr?amos que recordar: no teng?is miedo a los que matan el cuerpo y despu?s de esto no pueden hacer nada m?s. Os ense?ar? a qui?n ten?is que temer: temed al que despu?s de dar muerte tiene potestad para arrojar en el infierno.

?Acaso no vemos el horizonte de nuestra existencia en la eternidad como esa vida gozosa con Dios que nunca termina? Vale la pena hacernos con frecuencia estas consideraciones, para no dar excesiva importancia a las contrariedades de la vida presente, de modo particular si son consecuencia de la lealtad al mensaje de Cristo: no es el siervo m?s que su se?or. Si me han perseguido a m?, tambi?n a vosotros os perseguir?n. De este modo advert?a el Se?or a sus Ap?stoles que tendr?an dificultades, persecuciones, en concreto, por su lealtad al Evangelio. Ha venido sucediendo a lo largo de los siglos y es un hecho claramente palpable en nuestros d?as. Aparte, claro est?, del evidente sacrificio que supone ser leales a Dios en lo ordinario de cada jornada.

La Madre de Dios, Nuestra Madre, no se quiere apartar de sus hijos, los hombres. La contemplaci?n de su figura, siempre fiel, nos anima suavemente, aunque con fortaleza, a dar a conocer la Buena Noticia y a que sea, m?s y m?s, vida de nuestra vida.



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D?a 27 de Enero
III Domingo del Tiempo Ordinario



Vocaci?n



Contemplamos en estos vers?culos de san Mateo la vocaci?n, la llamada, de Jes?s a algunos de los que ser?n sus m?s pr?ximos disc?pulos. Los llama a llevar a cabo la tarea que poco antes describe el propio Mateo. Iba el Se?or predicando que el Reino de los Cielos estaba cerca, y era necesario disponerse por la penitencia para ser dignos de ?l. As? se cumpl?a, por fin, lo que todo el pueblo de Israel anhelaba, lo que era la raz?n de que existiera como un pueblo peculiar, y el motivo de justo orgullo que todo israelita ten?a. El Reino de Dios, aunque no fuera lo que imaginaban muchos en Israel: una plenitud material o la liberaci?n de las m?ltiples opresiones sufridas, ser?a, sin embargo, la mayor de las riquezas posibles, de acuerdo con el plan divino.

Coincide en cierto sentido san Mateo con san Juan. Como leemos tambi?n en el cuarto Evangelio, con Jes?s llega la luz al mundo: una luz que brilla en las tinieblas pero las tinieblas no la recibieron. San Mateo recuerda que se cumpl?a la profec?a de Isa?as seg?n la cual a un pueblo envuelto en tinieblas y (...) sombras de muerte le alumbrar?a una poderosa luz. Un acontecimiento ins?lito ha tenido lugar ante los testigos de la llegada del Se?or. Se trata de algo tan importante que es necesario proclamarlo de modo que todos conozcan la noticia, pues, la llegada de esa luz, que es Cristo, reclama una adecuada disposici?n por parte de los hombres. Algunos no le recibieron, dir? san Juan. Y es que es preciso disponerse con la penitencia, afirmaba el Se?or, seg?n san Mateo.

Se trata del Evangelio: una Noticia transformadora de los hombres, que reclama ser acogida con dignidad, solemnemente: como el hecho m?s grandioso jam?s sucedido, ya que es la misma Palabra de Dios que habla de S? en favor de la humanidad. Para tan gran Noticia se necesita una adecuada difusi?n y, para la difusi?n, ap?stoles; que con su vida y su palabra lleven por todo el mundo esa luz capaz de transformar ?engrandeciendo? la vida de los hombres. Pues no es un desarrollo ni una plenitud cualquiera, o de cierta importancia, la que trae Cristo: a los que le recibieron les concedi? ser hijos de Dios, dice san Juan. Quiso Dios conceder a los hombres por Jesucristo una grandeza que no ten?amos capacidad para imaginar.

Pero para la santidad de Dios, con quien nos unimos en especial intimidad al ser cristianos, se requiere por nuestra parte la m?xima perfecci?n de que seamos capaces, pues, el Reino de los Cielos es el Reino de los hijos de Dios, de la Familia de Dios. Y para gozar de tal perfecci?n e intimidad es preciso purificarnos, apartando cuanto sea posible de nosotros lo que desdice de la perfecci?n divina: sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto, dir? el Se?or. Y ya al comienzo de su ministerio advierte: Haced penitencia, porque est? al llegar el Reino de los Cielos.

Asegura as? Dios, por otra parte, nuestra condici?n de criaturas libres, hechas por ?l a su imagen y semejanza, pues, ?nicamente con nuestra cooperaci?n voluntaria para esa purificaci?n, que nos perfecciona por la penitencia, llegamos a ser dignos de la Gracia que Dios nos ha prometido: la de ser sus hijos adoptivos por Jesucristo.

Nunca ahondaremos bastante en el amor de Dios con su criatura humana, a quien quiso abrir su intimidad, plena de toda la riqueza de su perfecci?n. Pero la grandeza y el amor de Nuestro Dios parece que a?n se nos muestra m?s al haber querido que los mismos hombres seamos otros cristos, seg?n la expresi?n paulina; con capacidad ?como el Se?or? para invitar a nuestros iguales a gozar del Reino de los Cielos. Y a esta tarea de formar ap?stoles, que prolongar?an por todas las generaciones su misma misi?n, dedic? el Se?or su vida p?blica. Nos encontramos nosotros en un punto entre tantos de historia humana, con la responsabilidad, por tanto, de que no se corte la transmisi?n del divino mensaje, de que sea cada d?a m?s eficaz la llamada de Dios a la humanidad.

Seguidme y os har? pescadores de hombres, dijo a los primeros; d?ndoles, as?, la ocasi?n de dedicarse a la m?s sublime tarea que podemos pensar para esta vida. No es ciertamente una ocupaci?n, la de Pedro y los dem?s, que escogieran seg?n sus gustos, ni tampoco se sintieron para ello especialmente capacitados. Fueron simplemente designados ?imperativamente designados, podr?amos decir incluso? por el Se?or; y esa llamada ?la vocaci?n? los hizo capaces; no s?lo para responder inmediatamente ?seg?n refiere san Mateo?, sino para responder por siempre. La vida de aquellos hombres y de cuantos, mujeres y hombres, han seguido los mismos pasos de Cristo, por sentirse llamados despu?s de aquellos primeros, qued? colmada de sentido. Como la de cada uno de nosotros que, como ellos, tambi?n nos llamamos y somos cristianos: disc?pulos de Cristo.

As? fue la vida de la Madre de Dios, nuestra Madre, a quien nos encomendamos; que ?seg?n dice Ella misma?, a pesar de su peque?ez, pudo y quiso acoger las grandezas de Dios su Creador, y es y ser? por eso, con raz?n, alabada siempre sobre todas las criaturas.


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Viernes, 25 de enero de 2008
Los Obispos de El Salvador han publicado un Mensaje al termino de la Asamblea Ordinaria en la que han analizado diversos aspectos de la realidad eclesial y social del pa?s.

MENSAJE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL
EL SALVADOR

Queridos hermanos y hermanas:

Que la paz del Se?or Jes?s, est? con todos ustedes.

1. Cada a?o, en enero, los obispos de El Salvador nos reunimos durante tres d?as en asamblea ordinaria, para tratar asuntos importantes de la vida de la Iglesia y del pa?s. Al final de nuestra reuni?n, hacemos votos por su pleno bienestar en el Se?or que vino ?para que nuestros pueblos, en ?l, tengan vida?, como leemos en el tema de la Quinta Conferencia General del episcopado latinoamericano.

Lo hacemos inspirados en el Mensaje del Papa Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Paz del presente a?o, la cual tiene como tema: ?La familia humana, comunidad de paz?. En efecto, ?la primera forma de comuni?n entre las personas es la que el amor suscita entre un hombre y una mujer decididos a unirse establemente para construir juntos una nueva familia? (Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2008, n. 1).
Sabemos bien que ?la familia es el n?cleo natural y fundamental de la sociedad y del Estado?, constituy?ndose as? en ?la primera e insustituible educadora de la paz? (Ibid., 3). Por esa raz?n, como lo hemos reiterado en muchas ocasiones, vale la pena empe?arse en procurar el bienestar integral de la familia.

2. Durante estos d?as de intercambio fraterno hemos prestado especial atenci?n a la vida de los seminarios, habiendo comprobado con alegr?a que muchos j?venes est?n respondiendo a la llamada del Se?or para que se consagren a su servicio y al servicio del pueblo cristiano. Invitamos al pueblo de Dios a rogar con fervor ?al due?o de la mies para que env?e obreros a su mies? (Lc 10, 2).

Tambi?n hemos conversado sobre la aplicaci?n del documento de la Quinta Conferencia General del episcopado latinoamericano en nuestro pa?s. Damos gracias a Dios por el entusiasmo con que dicho documento ha sido acogido por la mayor?a de sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, que han encontrado en ?l una inspiraci?n para avanzar en el seguimiento de Cristo y asumir con mayor entrega su responsabilidad en la misi?n confiada a la Iglesia.
Conocer el Documento de Aparecida e interiorizarlo es el primer paso para echar a andar en cada una de nuestras di?cesis la Gran Misi?n a la que la Iglesia nos convoca, como parte integral del ?Acontecimiento Aparecida?. No se trata de una misi?n pasajera, al estilo tradicional, sino de lograr que todas las comunidades cristianas de las parroquias, asociaciones piadosas y movimientos apost?licos se pongan ?en estado de misi?n?.
Una de las primeras iniciativas que realizaremos a nivel nacional, en el pr?ximo mes de mayo, es el Primer Congreso Misionero Salvadore?o; el tema que hemos aprobado para el referido Congreso es Parroquia, comunidad misionera. El Se?or nos llam? a ser sus disc?pulos y misioneros, ?aprendiendo y practicando su estilo de vida, su amor y obediencia filial al Padre, su compasi?n entra?able ante el dolor humano, su cercan?a a los pobres y peque?os, su fidelidad a la misi?n encomendada, su amor servicial hasta el don de su vida? (Documento de Aparecida, 146).

3. Otro tema que ha ocupado nuestra atenci?n de pastores del pueblo de Dios es la legislaci?n que se prepara sobre la protecci?n integral de la ni?ez y la adolescencia de nuestro pa?s. Al respecto, deseamos reafirmar la doctrina de la Iglesia, que proclama la defensa de la vida humana, desde su concepci?n hasta su t?rmino natural. Reafirmamos, asimismo, el derecho primario de los padres a la educaci?n de sus hijos.
En relaci?n con el bienestar de la poblaci?n salvadore?a, hemos vuelto a reflexionar sobre la explotaci?n de minas de metales preciosos en el territorio nacional. En este asunto, seguimos sosteniendo que dicha actividad es inaceptable, debido al da?o irreversible que causa a las personas y al medio ambiente. El Santo Padre escribe al respecto: ?Hemos de cuidar el medio ambiente: ?ste ha sido confiado al hombre para que lo cuide y lo cultive con libertad responsable, teniendo siempre como criterio orientador el bien de todos? (Mensaje para la Jornada de la Paz 2008, n. 7).

Como pastores, no podemos pasar de lado otros ?mbitos de la realidad de El Salvador, en la que se combinan aspectos positivos y negativos. A pesar de que las sombras parecen dominar el panorama, encontramos en nuestra fe en el Se?or de la historia, la fortaleza para no desfallecer en el camino. Hemos dialogado acerca de la violencia, el alto costo de la vida y los m?ltiples elementos relacionados con las elecciones del pr?ximo a?o. En su momento daremos a conocer nuestra opini?n pastoral sobre una cuesti?n tan importante para el futuro de nuestra querida naci?n.

Concluimos nuestro mensaje pidiendo sus oraciones para el buen ?xito de la visita que haremos a finales de febrero, al Santo Padre y a sus m?s cercanos colaboradores. Las orientaciones del Vicario de Cristo, en esta visita ?Ad limina?, ser?n para nosotros gu?a segura en el cumplimiento de nuestra misi?n.

San Salvador, 18 de enero de 2008.
LOS OBISPOS DE EL SALVADOR

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VATICANO - LAS PALABRAS DE LA DOCTRINA a cargo de don Nicola Bux y don Salvatore Vitiello - ?La vida no es negociable!

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Tras la sentencia de Cagliari y Florencia, los jueces italianos desaprueban de nuevo la conocida ley 40, sobre la fecundaci?n asistida. El Tribunal Administrativo Regional (TAR) de Lazio envi? a examen las normas y anul? las l?neas gu?as en donde prohib?an la diagnosis pre-implanto. Se abre de este modo la puerta a la eugenesia: a la selecci?n de seres humanos en base a sus cualidades gen?ticas, a su salud (juzgada unilateralmente y solo bajo la presunta ?ptica ?m?dica?).

Son impresionantes tanto la intervenci?n del poder judicial como el coro de aprobaci?n llegado de muchas, tal vez demasiadas, partes a tal disposici?n.

La vida es un valor ?no negociable?. Sea cual fuere la tradici?n religiosa, cultural o pol?tica a la que se pertenece, no es concebible no ver la evidente contradicci?n entre una sociedad que aprueba y promueve, justamente, la ?moratoria para la pena de muerte?, permaneciendo, al mismo tiempo, casi insensible al mayor delito de la historia de la humanidad: el aborto. Este es el asesinato de un inocente totalmente incapaz de auto-defenderse (y el feto, en el vientre materno, lucha hasta el final y hasta el extremo por no ser exterminado, reducido a trizas, y esto lo saben bien aquellos que practican el aborto).

No est?n en juego posiciones confesionales, determinadas por subjetivas convicciones religiosas (o reveladas), est? en juego la supervivencia misma de la humanidad, existe el radical derecho a la vida, para quien ha sido concebido, que incluye, inevitablemente, el derecho a nacer, a ser defendido y cuidado, no exterminado por quien deber?a protegerlo y amarlo.

La diagnosis pre-implante consentir?a ?seleccionar la especie?, escogiendo arbitrariamente el conceder o no conceder el ?derecho a la vida?, en base a criterios llamados ?m?dicos?, pero que, detr?s de la falsa m?scara de la medicina y de la piedad, esconden una fuerte dosis de ego?smo e incapacidad de situarse frente a la realidad, el delirante deseo de ?determinar al otro?, en vez de acogerlo y amarlo.

Es el antiguo y enraizado deseo humano de superar definitivamente el mal. Una pena que, recorriendo este camino, el mal producido es mayor, y por mucho, que aquel que se tratar?a de evitar. Sin olvidar que el hombre, por s? solo, es totalmente incapaz de una tal superaci?n: solo una ?Esperanza infinita y definitiva? puede superar el mal del hombre y en el hombre.

La vida no es negociable, como no son negociables, ni se puede pasar en silencio, las continuas oscilaciones culturales y pol?ticas sobre tomas tan delicados. No es pensable pretender que los hombres de buena voluntad, y entre ellos especialmente los cat?licos, no vean, y reconozcan, a quien tiene comportamientos gravemente ambiguos con respecto a la tutela de la vida; quien, un d?a s? y un d?a no, parece querer dialogar y expresa atenci?n ante temas tan delicados y fundamentales y, en la noche, tapiza las ciudades de manifiestos en defensa del aborto y de la Ley 194.

?No! La vida no es negociable. Nadie puede jugar con ella y nadie puede hacerse a s? mismo arbitro de la vida de los dem?s. Los ?ballet? cultural-pol?ticos no son dignos de quien los realiza: s?lo un di?logo aut?ntico, un debate abierto y una franca discusi?n sobre qu? es verdaderamente el hombre y sobre qu? direcci?n se pretende dar al futuro de la sociedad y de la humana convivencia, pueden garantizar que no se recorrer?n ?calles sin salida? que conducir?an inevitablemente a la autodestrucci?n. En efecto, una vez legitimada la selecci?n de los embriones pre-implanto, ?qui?n puede garantizar cu?les son los criterios que se deben aplicar para dicha selecci?n? ?No haremos nacer m?s a los enfermos, sumando injusticia a injusticia? ?No haremos nacer ni?os down o con otro problema?

El aborto es un mal intr?nseco y, con ?l, son males todos los tentativos de manipulaci?n de la vida humana y de selecci?n gen?tica de las personas.

Con la ca?da de las ideolog?as del siglo XX, parec?a que ciertas monstruosidades hubiesen pasado, para siempre. En cambio a las dictaduras ideol?gicas se sustituye una nueva impresionante ?dictadura?: la del relativismo tecno-cient?fico. El Siervo de Dios, el Santo Padre Juan Pablo II, de venerada memoria, tuvo un papel extraordinario en indicar a la Iglesia y a la humanidad el superacento necesario de aquellas ideolog?as. Hoy, el Santo Padre Benedicto XVI indica a todos, con igual amor y paternidad aut?ntica, la urgencia de vigilar y de superar, con decisi?n, la ?dictadura? relativista (y contradictoria) del tecno-cientificismo, porque la vida no es negociable. (Agencia Fides 24/1/2008; l?neas 56, palabras 762)

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Jueves, 24 de enero de 2008
Los Obispos de la regi?n Andaluza (sur de Espa?a) se han reunido en Asamblea el 22-23 de enero en C?rdoba.


COMUNICADO DE LA ASAMBLEA
DE LAS DI?CESIS ANDALUZAS DEL SUR DE ESPA?A


Los obispos de las di?cesis andaluzas

Los d?as 22 y 23 de este mes de enero, ha tenido lugar, en la Casa de Espiritualidad de San Antonio de C?rdoba, la CX Asamblea ordinaria de los Obispos andaluces.

La reuni?n comenz? con el retiro espiritual, dirigido en esta ocasi?n por D. Rosendo ?lvarez Gast?n, Obispo em?rito de Almer?a. Tras el retiro, ya en la tarde, se trataron cuestiones relativas al funcionamiento de la Secretar?a General de la Asamblea y se procedi? al nombramiento del Rvdo. D. Alfredo Gonz?lez de Lastra, de la Di?cesis de Sevilla, como Consiliario del Movimiento Junior de Acci?n Cat?lica de la Zona de Andaluc?a y de la Sra. D? Nieves Navarro Romero, tambi?n de la misma di?cesis, como Presidenta del Movimiento Junior de Acci?n Cat?lica de la Zona de Andaluc?a.

Pastoral de la Salud
El Obispo de C?rdoba, Mons. Juan Jos? Asenjo Pelegrina, Obispo Delegado para la Pastoral de la Salud, inform? sobre la Pastoral de la Salud en Andaluc?a y de la reuni?n que pr?ximamente tendr? con los capellanes de hospitales en C?rdoba. En relaci?n a esta cuesti?n se trat? de la problem?tica con la administraci?n auton?mica, m?s en concreto con la Consejer?a de Salud, acerca de atender el Servicio de Asistencia Religiosa de los Hospitales, ya que se observa una carencia a la hora de preveer los espacios religiosos de los nuevos hospitales, as? como de las plazas de nuevos capellanes.

Archivos y Ley de protecci?n de datos
Otro de los temas presentados ha sido la aprobaci?n, por parte de la Asamblea, del reglamento marco de los Archivos de la Iglesia en Andaluc?a. Al mismo tiempo se recibi? un amplio informe sobre la Ley de protecci?n de datos, en todo aquello que afecta a la misi?n pastoral de la Iglesia, a la luz del principio de libertad religiosa y de los acuerdos del Estado espa?ol y la Santa sede.

Encuentro Obispos y Superiores Mayores de Andaluc?a
A continuaci?n los obispos prepararon el pr?ximo encuentro, el s?ptimo, de obispos y superiores mayores de Andaluc?a, que tendr? lugar en C?rdoba el 21 de octubre de 2008.

Un periodista de Linares a los altares
En otro orden de cosas, el Obispo de Ja?n, D. Ram?n del Hoyo, inform? del proceso de canonizaci?n del periodista de Linares Manuel Lozano, conocido como Lolo, cuyas virtudes heroicas han sido declaradas y est? muy adelantado el reconocimiento del milagro que abrir?a la pr?xima beatificaci?n de este cat?lico ejemplar, periodista, catequista, miembro de Acci?n Cat?lica, Disc?pulo de San Juan (obra fundada por el Beato Manuel Gonz?lez), miembro de la Adoraci?n Nocturna, inv?lido y ciego? que vivi? su fe con m?xima coherencia y entrega, a favor de los hombres de su tiempo. Dando siempre testimonio con su alegr?a constante. Ser?, sin duda, para los cat?licos de hoy un ejemplo y un nuevo est?mulo a seguir los caminos y verdad del Evangelio de Cristo al que este joven cristiano, de gran devoci?n eucar?stica y mariana, se abraz? con fuerza y esperanza en su vida. Hay que a?adir que su proceso ha sido llevado adelante por 500 seglares, algo que no es muy usual.

Encuentro-convivencia de sacerdotes
Tras el informe del obispo de C?diz, Mons. D. Antonio Ceballos, los obispos aprobaron el programa del XII Encuentro-convivencia de sacerdotes de la regi?n sur, que tendr? lugar del 21 al 31 de julio en C?diz, bajo el lema La Parroquia: iniciaci?n cristiana de adultos.

Caritas regional
En otro orden de cosas se deliber? sobre la misi?n de Caritas regional y la firma del pr?ximo convenio con la Consejer?a de Igualdad y Bienestar Social.

Encuentro de J?venes en el Roc?o, (Almonte)
Con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud en Sydney (Australia), los d?as 18 al 20 de julio, y ante las dificultades que plantea un desplazamiento tan largo para la mayor?a de nuestros j?venes, los obispos de Andaluc?a van a poner en marcha un ?Encuentro de j?venes?, en esos mismos d?as, en la aldea del Roc?o. Donde, siguiendo el lema de dicha Jornada, habr? conexiones en directo con los diversos actos que se desarrollar?n en la JMJ en Sydney. Para la organizaci?n de todo ello, el obispo de Huelva, Mons. D. Jose Vilaplana, se reunir? en breve con la Hermandad Matriz del Roc?o, con el Ayuntamiento de Almonte y con los delegados diocesanos de juventud y de pastoral universitaria de Andaluc?a, para poner en marcha la log?stica que necesita un evento de este tipo.

Elecciones Generales y Auton?micas
Una de las cuestiones que tambi?n han marcado esta Asamblea ha sido la situaci?n actual de Andaluc?a de cara a las pr?ximas elecciones generales y auton?micas. Los obispos han elaborado unas Orientaciones Pastorales al respecto.

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C?rdoba (Agencia Fides) - Los Obispos de la regi?n Andaluza (sur de Espa?a) reunidos en Asamblea el 22-23 de enero han publicado al termino de la misma unas Orientaciones Pastorales sobre las pr?ximas elecciones generales y auton?micas el 9 de marzo, pues seg?n los Obispos constituye una ocasi?n para ?preguntarnos todos serenamente por el tipo de comunidad humana y pol?tica que queremos para nosotros y para el futuro?.


Orientaciones pastorales de los obispos de Andaluc?a
sobre las pr?ximas elecciones generales y aut?micas



La convocatoria para el pr?ximo 9 de marzo de elecciones generales, y al mismo tiempo de elecciones auton?micas en Andaluc?a, es una ocasi?n de preguntarnos todos serenamente por el tipo de comunidad humana y pol?tica que queremos para nosotros y para el futuro.

1. Por ello, los Obispos del Sur de Espa?a queremos dirigirnos a la comunidad cat?lica y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, y estimular a todos a sentirnos m?s protagonistas de la sociedad en que vivimos, y a emitir el voto en conciencia y con sentido de responsabilidad. Como pastores de la Iglesia Cat?lica hemos recibido de Dios la misi?n de anunciar a Jesucristo, en quien ?habita corporalmente la plenitud de la divinidad? (Col 2, 9). Pero este anuncio implica tambi?n, indisolublemente, testimoniar que la fe en Jesucristo significa reconocer la dignidad inviolable de toda persona, y por ello, el profundo respeto a su vida, a su raz?n y a su libertad, e iluminar desde Jesucristo las circunstancias y las tareas de la vida humana.

2. Aunque la Iglesia, como dec?a el Concilio Vaticano II, ?alaba y estima la labor de quienes, al servicio del hombre, se consagran al bien de la cosa p?blica?( Gaudium et spes, 75), sabe tambi?n que ellos son particularmente responsables, ante Dios y ante los hombres, no s?lo de la honradez de su gesti?n, sino tambi?n de unas pol?ticas que favorezcan o dificulten una vida humana mejor, m?s libre, y m?s capaz de orientarse libremente hacia la verdad y hacia el bien.

3. Los inmensos medios que el poder pone hoy en manos de los responsables pol?ticos hace que la tentaci?n de manipular a la sociedad, y de reducir el gobierno de los hombres a un control cada vez m?s minucioso y estricto de todas las dimensiones de la vida, incluso de la conciencia, sea una tentaci?n muy fuerte, a la que se cede con frecuencia. La libertad es un bien fr?gil. El peligro del totalitarismo, a?n con apariencia democr?tica, es un peligro muy real en nuestro mundo, al que est?n expuestos todos los partidos pol?ticos, y no s?lo en Espa?a.

4. Las elecciones son una buena ocasi?n para que la comunidad cristiana reflexione sobre qu? bienes preciosos aporta ella al mundo en qu? vivimos, y los sostenga con su voto. Es tambi?n una oportunidad magn?fica para que la sociedad pueda dialogar serena y abiertamente sobre las pol?ticas que mejor pueden contribuir a la construcci?n del bien com?n y a la promoci?n de una aut?ntica libertad. Parte esencial del bien com?n es la libertad religiosa, fuente de todas las dem?s libertades, que la administraci?n del Estado tiene la grave obligaci?n de preservar y promover de forma efectiva.

5. La Iglesia defiende lo que Benedicto XVI ha denominado una ?laicidad positiva?, esto es, una laicidad ?que garantice a todo ciudadano el derecho a vivir la propia religiosidad con una aut?ntica libertad, tambi?n en el ?mbito p?blico?. Los responsables pol?ticos, en su esfuerzo por construir un espacio de aut?ntica convivencia ciudadana, y respetando siempre el principio de separaci?n de la Iglesia y el Estado, pueden encontrar en las confesiones religiosas una muy importante contribuci?n al bien com?n. La Constituci?n Espa?ola del 78, precisamente al afirmar la colaboraci?n del Estado y la Iglesia, hizo una aportaci?n a esa convivencia que la sociedad espa?ola no debiera perder.

6. En este marco, criterios decisivos para juzgar las diversas opciones pol?ticas los constituyen la tutela de la vida desde su concepci?n hasta su fin natural, y el apoyo a la familia y al matrimonio basado en la uni?n entre el hombre y la mujer. Los proyectos, m?s o menos expl?citos, de ampliar la ley del aborto o de abrir el camino a la eutanasia, deben ser claramente rechazados en el plano cultural y pol?tico.

7. Igualmente, la laicidad positiva tiene una de sus expresiones m?s relevantes en las pol?ticas que tutelan y promueven el ejercicio efectivo del derecho a la libertad de educaci?n. En ese sentido es especialmente preocupante, como ha se?alado la Conferencia Episcopal Espa?ola, que se haya introducido ?en el sistema educativo espa?ol una nueva asignatura obligatoria, conocida como ?Educaci?n para la ciudadan?a?, cuyo objetivo es la formaci?n de la conciencia moral de los alumnos. (...) El Estado no puede suplantar a la sociedad como educador de la conciencia moral?. La problem?tica en torno a la educaci?n para la ciudadan?a es s?lo un s?ntoma de los muchos y grav?simos problemas que se plantean a la educaci?n en el marco de una cultura marcada por el nihilismo relativista. Por eso, la b?squeda honesta del sentido de la vida humana, de la recuperaci?n del amor a la verdad y al bien, son factores esenciales en la construcci?n de una ciudad armoniosa. Y no podemos olvidar que los problemas educativos en Andaluc?a, en general, inseparables por una parte de los problemas familiares, y por otra, de los problemas laborales, son especialmente graves y preocupantes.

8. Adem?s, hemos de se?alar que la coyuntura econ?mica, tal como aparece en este momento, es tambi?n motivo de preocupaci?n. Las dificultades por las que pasa el ramo de la construcci?n, que ha constituido hasta ahora el medio de vida de much?simas familias, en Andaluc?a y en el resto de Espa?a, y otros aspectos del momento econ?mico, hacen temer seriamente un gran incremento del paro, y especialmente en la poblaci?n inmigrante. Esta situaci?n, en una coyuntura dif?cil, puede dar lugar a un aumento notable de la delincuencia y de la inseguridad social. La ense?anza de la Iglesia recuerda que la doctrina sobre la propiedad privada ha de estar siempre moderada por la conciencia del destino universal de los bienes.

9. Hay que recordar que los momentos de crisis econ?mica se prestan especialmente a la corrupci?n y al crecimiento de la especulaci?n. La austeridad y la moderaci?n de los salarios en las clases m?s pudientes, as? como la necesidad de contratos y salarios justos, que permitan, tambi?n a los obreros menos cualificados, una vida humana digna para cada persona y para su familia, son deberes sociales importantes que la Iglesia ha ense?ado siempre, y que hoy es singularmente necesario recordar. Igualmente, en estos momentos son precisas pol?ticas de inmigraci?n m?s ponderadas, por el bien de todos, tambi?n de los inmigrantes. Al mismo tiempo, hacemos una llamada a las comunidades cristianas, y a la comunidad pol?tica en general, a la solidaridad, a un verdadero amor social a la medida de nuestras posibilidades, que nos permita acoger de coraz?n a quienes han llegado hasta nosotros y no tienen los medios indispensables para vivir.

10. Ahora mismo, cuando a?n no ha comenzado la campa?a electoral, podr?a temerse que en vez de concentrarse en los programas, y en un di?logo fecundo sobre aquellas cosas que m?s importan a la vida real de las personas, la campa?a pudiera distraerse en una serie de maniobras electoralistas, descalificaciones e insultos, como si fu?semos incapaces de buscar y de hallar caminos de aut?ntica cooperaci?n en el bien com?n.

Con estas reflexiones invitamos a los fieles y a todos los ciudadanos a afrontar la llamada a las urnas con la conciencia de que la construcci?n de una sociedad mejor, adem?s de expresarse en el voto, al que somos reclamados cada cierto tiempo, requiere tambi?n de un compromiso constante y cotidiano en la contribuci?n a la vida com?n.


C?rdoba, a 23 de enero del 2008.

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VATICANO - AVE MARIA de Mons. Luciano Alimandi - ?S?lo ama verdaderamente qui?n se olvida de si mismo!

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "?Preparad el camino al Se?or que viene!" El llamamiento de San Juan Bautista resuena siempre a lo largo de la historia y es v?lido para toda persona que quiera abrir su coraz?n a Dios. Si creemos realmente en ?l, entonces es necesario preparar el camino cada d?a, abriendo de par en par las puertas de la propia existencia a Jes?s.

La vida del Precursor y de los Ap?stoles nos ense?a que el hombre se abre a Cristo cuando comienza a amar realmente a Dios y al pr?jimo, cuando sale de si mismo abandonando la jaula psicol?gica del propio "yo". El hombre libre, porque ha sido liberado por Cristo, s?lo tendr? un deseo en el coraz?n: consagrarse, sin reservas, a Dios y a los hermanos.
San Juan nos reprocha en sus cartas que ?Si alguno dice: ?Amo a Dios?, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. Y hemos recibido de ?l este mandamiento: quien ama a Dios, ame tambi?n a su hermano" (1Jn 4, 20-21). As?, parafraseando, podr?amos decir que si queremos amar m?s a Dios, debemos amar m?s al pr?jimo y viceversa.

Los Santos, con su testimonio, nos ense?an claramente que estas dos direcciones del amor son inseparables y que la intensidad del amor a Dios es directamente proporcional a la del amor al pr?jimo. Jes?s dice claramente en el Evangelio, que el mandamiento del amor a Dios y a el del amor al pr?jimo son inseparables.

San Bernardo y otros Santos, han hablado de la extrema importancia de "amar a Dios por Dios". Santa Teresa del Ni?o Jes?s lo dice de modo expl?cito, hablando del amor como servicio: "muchos sirven a Jes?s cu?ndo reciben consuelos, pero pocos est?n dispuestos a estar junto a Jes?s que duerme en medio de las olas o que sufre en el huerto de la agon?a. ?Qui?n estar? pues dispuesto a servir a Jes?s solo por Jes?s?? San Pablo nos habla de este amor puro en el insuperable Himno a la Caridad: "? la caridad es paciente, es benigna la caridad; no es envidiosa la caridad, no se jacta, no se hincha, no falta al respeto, no busca su propio inter?s? (1 Cor 13, 4-5). Podemos decir que solamente se tiene caridad cuando se ama desinteresadamente, esto es, se ama olvid?ndose uno a si mismo, olvidando su propio beneficio.

Quien quiera practicar la caridad no debe preguntarse: ?qu? gano con amar a esa persona? ?Qu? provecho sacar? de este o aquel servicio? El amor puro se difunde por si mismo sin hacer c?lculos. Es como la mujer pecadora que, en la casa de Sim?n el fariseo, se inclina a los pies de Jes?s y los unge con perfume valioso. Y el Se?or da a todos una lecci?n formidable sobre el amor desinteresado: ??Ves a esta mujer? Entr? en tu casa y no me diste agua para los pies. Ella, en cambio, ha mojado mis pies con l?grimas, y los ha secado con sus cabellos. No me diste el beso. Ella, desde que entr?, no ha dejado de besarme los pies. No ungiste mi cabeza con aceite. Ella ha ungido mis pies con perfume. Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra.? (Lc 7, 44-47).

En otras palabras: ?Sim?n pens? en si mismo, incluso habiendo invitado a Jes?s, mientras que esa mujer s?lo pens? en Jes?s, porque se olvid? de si y de esta manera ?fue capaz de practicar la caridad!

La caridad es el verdadero amor y he aqu? porque todo lo que es aut?ntico gira en torno a la misma. Tambi?n la fe es aut?ntica s?lo si se ama desinteresadamente, de otro modo ser? una fe debilitada por el amor propio. Uno de los descubrimientos decisivos en el camino de la conversi?n personal es precisamente la que ata?e a la caridad. S?lo decidi?ndose uno a olvidarse de si mismo se puede acceder al verdadero amor a Dios y a los hermanos, de otra manera uno se hace prisionero de su propio ego?smo, del c?lculo y pide cuentas.

El Se?or quiere que tratemos con ?l y con el pr?jimo sin una l?gica de provecho, sin un inter?s personal. S?lo qui?n se olvida de si mismo ama verdaderamente. Este amor resplandece en toda la existencia de la Virgen. El Santo Padre Benedicto XVI usa una expresi?n fuerte cuando, hablando de Maria, dice que: "Ella est?, por as? decir, totalmente expropiada de si misma; se ha dado completamente a Cristo y con ?l se da como don a todos nosotros." (Benedicto XVI, homil?a del 8 de diciembre 2005). S?, Maria se ha olvidado a si misma, siempre y totalmente, y por ello Jes?s tuvo un puesto en Ella y "con ?l - nos dice el Papa - se nos da como don a todos nosotros". (Agencia Fides 23/1/2008; L?neas. 54 Palabras: 847)

Publicado por verdenaranja @ 22:25  | Espiritualidad
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REDACCI?N DE ?IGLESIA NIVARIENSE?C. San Agust?n, n? 28
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BOLET?N 269



? El pasado mi?rcoles se han cumplido dos a?os del siniestro severo que sufri? la Sede del Obispado Nivariense, la antigua Casa de Salazar. El Obispo, Bernardo ?lvarez ha agradecido los donativos de organismos oficiales, empresas y ciudadanos, que han llegado a financiar el 90% de los trabajos. Las obras se espera que est?n concluidas para la Semana Santa de 2009.

? El padre Marko Iv?n Rupnik, director del Centro de Estudio e Investigaci?n Ezio Aletti y autor, entre otros, de los mosaicos de la capilla Redemptoris Mater, del Vaticano, ha estado recientemente en Tenerife. Rupnik, acompa?ado por nuestro Obispo, Bernardo ?lvarez, visit? Adeje, Santa Cruz y otros enclaves de la isla. El sacerdote esloveno se?al? que va a estudiar la posibilidad de llevar a cabo una de sus obras en la Di?cesis Nivariense.

? Jos? Carlos Bermejo, religioso camilo y director del Centro de Humanizaci?n de la Salud de Tres Cantos, en Madrid, ha estado en Tenerife para desarrollar una conferencia sobre ?inteligencia emocional en la intervenci?n social?. El acto, que tuvo lugar en el Seminario Diocesano, estuvo especialmente dirigido a miembros de C?ritas.


? Con ocasi?n del II Bicentenario del nacimiento de San Antonio Mar?a Claret, se ha desarrollado una conferencia, en la iglesia del Pilar, a cargo de Antonio Bellela, director del Centro de Estudios Claretianos. Dicha ponencia tuvo por t?tulo: ?Los cinco nacimientos del Padre Claret?.


? C?ritas Diocesana de Tenerife ha desarrollado el acto de clausura del Proyecto Clara y Programa de Mujer, en el sal?n de actos del Centro Insular de Entidades de Voluntariado del Cabildo de Tenerife.

? El pr?ximo 27 de enero, en la Capilla del Seminario Diocesano, Juan Francisco Lugo ser? instituido en el Ministerio de Lectorado. Por su parte, Federico Armas, V?ctor Manuel Fern?ndez, Rub?n Herrera y Jacobo Luis, recibir?n el ministerio de Acolitado. Para la celebraci?n se ha escogido el pasaje de Lucas 24, 30-32: ??No ard?a nuestro coraz?n mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras??



? El Prelado Nivariense, por otro lado, particip? en el programa de la Televisi?n Canaria, Buenos d?as Canarias. En el mismo el periodista Carmelo Rivero le pregunt?, entre otras cosas, por las declaraciones que hab?a realizado al peri?dico ?La Opini?n de Tenerife?. Bernardo ?lvarez se?al? que: ?No he pretendido justificar, en ning?n caso, el abuso a menores, que es siempre absolutamente reprobable, moralmente es un pecado grav?simo y jur?dicamente, un delito. De ninguna manera, he comparado, ni querido comparar, ni comparo, la homosexualidad con el abuso a menores?. Tambi?n indic? al respecto, que lo ?nico que hab?a querido expresar es lo que ense?a la Iglesia, cuyos documentos invit? a leer a cualquier persona interesada, particularmente a los cat?licos, que deben conocer bien las ense?anzas de la Iglesia. El Obispo, por ?ltimo, reconoci? que se deb?a medir m?s las palabras cuando se abordan cuestiones sensibles.

? El obispo, Bernardo ?lvarez, preside el 25 de enero, a las 19:30 horas, en la Sede Catedralicia, una celebraci?n de car?cter diocesano con motivo del Octavario de Oraci?n por la Unidad de los Cristianos. Este a?o se cumple el centenario de dicha jornada que comenz? en 1908.

? El pr?ximo s?bado 26, se celebrar? la Marcha Misionera de los ni?os a Candelaria, bajo el lema ?Manos a la Obra?. A 27 de abril de 2007, las Direcciones Nacionales de las Obras Misionales Pontificias del mundo han puesto a disposici?n del Fondo Universal de Solidaridad de la Infancia Misionera ofrendas por un importe total de 13.561.172,32 d?lares y 14.088.447,87 euros.

? El dos de febrero se celebra la festividad lit?rgica de Nuestra Se?ora de Candelaria. Los actos dedicados a la Virgen comienzan desde finales de enero con las jornadas mariol?gicas (d?as 30 y 31 a las 19:30 horas y d?a 1 a las 18:00 horas). Posteriormente, para el d?a de la patrona se han previsto cuatro Eucarist?as. Por la ma?ana a las 8:00 y a las 10:00 horas, otra al mediod?a presidida por el obispo, Bernardo ?lvarez y la ?ltima, en la tarde, a las 18:00 horas.

? Varias comunidades parroquiales han venido desarrollando durante estos d?as diversas fiestas en honor de S. Antonio, S. Sebasti?n o S. Vicente, entre otras populares advocaciones.


? La Plataforma por los Derechos Humanos contra el Racismo y la Xenofobia ha organizado una charla coloquio que lleva por t?tulo: ?Fronteras y Foro Social Mundial?. El acto se realizar? a las 20:30 horas, en el C?rculo de Bellas Artes, en donde actualmente se expone la muestra de varios autores: "TR?NSITO: reflexiones sobre fronteras".

ZENIT publica la intervenci?n de Benedicto XVI durante la audiencia general, 23 deEnero de 2008, dedicada a la Semana de Oraci?n por la Unidad de los Cristianos, que se celebra del 18 al 25 de enero.


Queridos hermanos y hermanas:

Estamos celebrando la Semana de Oraci?n por la Unidad de los Cristianos, que se concluir? el viernes pr?ximo, 25 de enero, fiesta de la conversi?n del ap?stol Pablo. Los cristianos de las diferentes iglesias y comunidades eclesiales se unen en estos d?as a una invocaci?n conjunta para pedir al Se?or Jes?s el restablecimiento de la unidad plena entre todos sus disc?pulos.

Es una s?plica hecha con un solo esp?ritu y un solo coraz?n respondiendo al anhelo mismo del Redentor, que en la ?ltima Cena se dirigi? al Padre con estas palabras: ?No ruego s?lo por ?stos, sino tambi?n por aquellos que, por medio de su palabra, creer?n en m?, para que todos sean uno. Como t?, Padre, en m? y yo en ti, que ellos tambi?n sean uno en nosotros, para que el mundo crea que t? me has enviado? (Juan 17, 20-21). Pidiendo la gracia de la unidad, los cristianos se unen a la oraci?n misma de Cristo y se comprometen a obrar activamente para que toda la humanidad le acoja y le reconozca como al ?nico Pastor y Se?or y de este modo pueda experimentar la alegr?a de su amor.

Este a?o, la Semana de Oraci?n por la Unidad de los Cristianos asume un valor y un significado particulares, pues recuerda los cien a?os de su inicio. Desde sus inicios fue una intuici?n verdaderamente fecunda. Fue en 1908: un anglicano estadounidense, que despu?s entr? en la comuni?n de la Iglesia cat?lica, fundador de la ?Society of the Atonement? (comunidad de hermanos y hermanas del Atonement), el padre Paul Wattson, junto a otro episcopaliano, el padre Spencer Jones, lanz? la idea prof?tica de un octavario de oraciones por la unidad de los cristianos.

La idea fue acogida favorablemente por el arzobispo de Nueva York y por el nuncio apost?lico. El llamamiento a rezar por la unidad despu?s se extendi?, en 1916, a toda la Iglesia cat?lica, gracias a la intervenci?n de mi venerado predecesor, el Papa Benedicto XVI, con el breve ?Ad perpetuam rei memoriam?. La iniciativa, que mientras tanto hab?a suscitado gran inter?s, fue progresivamente asent?ndose por doquier y, con el tiempo, fue precisando su estructura, desarroll?ndose gracias a la aportaci?n del padre Couturier (1936).

Cuando despu?s sopl? el viento prof?tico del Concilio Vaticano II se experiment? a?n m?s la urgencia de la unidad. Despu?s de la asamblea conciliar continu? el camino paciente de la b?squeda de la plena comuni?n entre todos los cristianos, camino ecum?nico que a?o tras a?o ha encontrado precisamente en la Semana de Oraci?n por la Unidad de los Cristianos uno de los momentos m?s apropiados y fecundos.

Cien a?os despu?s del primer llamamiento a rezar juntos por la unidad, esta Semana de Oraci?n se ha convertido en una tradici?n consolidada, conservando el esp?ritu y las fechas escogidas al inicio por el padre Wattson. Las escogi? por su car?cter simb?lico. El calendario de aquella ?poca preve?a que el 18 de enero era la fiesta de la C?tedra de San Pedro, que es el firme fundamento y la garant?a de unidad de todo el pueblo de Dios, mientras que el 25 de enero, tanto entonces como hoy, la liturgia celebra la fiesta de la conversi?n de san Pablo. Mientas damos gracias al Se?or por estos cien a?os de oraci?n y de compromiso com?n entre tantos disc?pulos de Cristo, recordamos con reconocimiento al pionero de esta providencial iniciativa espiritual, el padre Wattson y, junto a ?l, a todos los que la han promovido y enriquecido con sus aportaciones, haciendo que se convierta en patrimonio com?n de todos los cristianos.

Poco antes recordaba que al tema de la unidad de los cristianos el Concilio Vaticano II prest? gran atenci?n, especialmente con el decreto sobre el ecumenismo (?Unitatis redintegratio?), en el que, entre otras cosas, se subrayan con fuerza el papel y la importancia de la oraci?n por la unidad. La oraci?n, observa el Concilio, est? en el coraz?n mismo de todo el camino ecum?nico. ?Esta conversi?n del coraz?n y santidad de vida, juntamente con las oraciones privadas y p?blicas por la unidad de los cristianos, han de considerarse como el alma de todo el movimiento ecum?nico? (?Unitatis redintegratio?, 8).

Gracias precisamente a este ecumenismo espiritual --santidad de vida, conversi?n del coraz?n, oraciones privadas y p?blica--, la b?squeda com?n de la unidad ha experimentado en estas d?cadas un gran desarrollo, que se ha diversificado en m?ltiples iniciativas: del rec?proco conocimiento al contacto fraterno entre miembros de diversas iglesias y comunidades eclesiales, de conversaciones cada vez m?s amistosas a colaboraciones en diferentes campos, del di?logo teol?gico a la b?squeda de formas concretas de comuni?n y de colaboraci?n. Lo que ha vivificado y sigue vivificando este camino hacia la plena comuni?n entre todos los cristianos es ante todo la oraci?n: ?No ces?is de orar? (1Tesalonicenses 5, 17) es el tema de la Semana de este a?o; es al mismo tiempo la invitaci?n que no deja de resonar nunca en nuestras comunidades para que la oraci?n sea la luz, la fuerza, la orientaci?n de nuestros pasos, con una actitud de humilde y d?cil escucha de nuestro Se?or com?n.

En segundo lugar, el Concilio subraya la oraci?n com?n, la que es elevada conjuntamente por cat?licos y por otros cristianos hacia el ?nico Padre celestial. El decreto sobre el ecumenismo afirma en este sentido: ?Tales preces comunes son un medio muy eficaz para impetrar la gracia de la unidad? (?Unitatis redintegratio?, 8). En la oraci?n com?n las comunidades cristianas se unen ante el Se?or y, tomando conciencia de las contradicciones generadas por la divisi?n, manifiestan la voluntad de obedecer a su voluntad, recorriendo con confianza a su auxilio omnipotente.

El decreto a?ade, despu?s, que estas oraciones son ?la expresi?n genuina de los v?nculos con que est?n unidos los cat?licos con los hermanos separados [seiuncti]? (ib?dem). La oraci?n com?n no es, por tanto, un acto voluntarista o meramente sociol?gico, sino que es expresi?n de la fe que une a todos los disc?pulos de Cristo. En el transcurso de los a?os se ha instaurado una fecunda colaboraci?n en este campo y desde 1968 el Secretariado para la Unidad de los Cristianos, convertido despu?s en Consejo Pontificio para la Promoci?n de la Unidad de los Cristianos, y el Consejo Ecum?nico de las Iglesias, preparan juntos los subsidios de la Semana de Oraci?n por la Unidad, que despu?s son divulgados conjuntamente en el mundo, cubriendo zonas que no se hubieran podido alcanzar si se trabajara separadamente.

El decreto conciliar sobre el ecumenismo hace referencia a la oraci?n por la unidad cuando, precisamente al final, afirma que el Concilio es consciente de que ?este santo prop?sito de reconciliar a todos los cristianos en la unidad de la ?nica Iglesia de Jesucristo excede las fuerzas y la capacidad humana. Por eso pone toda su esperanza en la oraci?n de Cristo por la Iglesia? (?Unitatis redintegratio?, 24).

La conciencia de nuestros l?mites humanos nos lleva a abandonarnos confiadamente en las manos del Se?or. Si se analiza detenidamente, el sentido profundo de esta Semana de Oraci?n es precisamente el de apoyarse firmemente en la oraci?n de Cristo, que en su Iglesia sigue rezando para que ?todos sean uno... para que el mundo crea...? (Juan 17, 21). Hoy percibimos intensamente el realismo de estas palabras. El mundo sufre por la ausencia de Dios, por la inaccesibilidad de Dios, desea conocer el rostro de Dios. Pero, ?c?mo podr?an y pueden los hombres de hoy reconocer este rostro de Dios en rostro de Jesucristo si los cristianos estamos divididos, si uno ense?a contra el otro, si uno est? contra el otro? S?lo en la unidad podemos mostrar realmente a este mundo, que lo necesita, el rostro de Dios, el rostro de Cristo.

Tambi?n es evidente que no podemos alcanzar esta unidad ?nicamente con nuestras estrategias, con el di?logo y con todo lo que hacemos, aunque es sumamente necesario. Lo que podemos hacer es ofrecer nuestra disponibilidad y capacidades para acoger esta unidad cuando el Se?or nos la da. Este es el sentido de la oraci?n: abrir nuestros corazones, crear en nosotros esta disponibilidad que abre el camino a Cristo. En la liturgia de la Iglesia antigua, tras la homil?a del obispo o del presidente de la celebraci?n, el celebrante principal dec?a: ?Conversi ad Dominum?. A continuaci?n, ?l mismo y todos se levantaban y todos miraban hacia Oriente. Todos quer?an mirar hacia Cristo. S?lo si nos convertimos a Cristo, en esta com?n mirada a Cristo, podemos encontrar el don de la unidad.

Podemos decir que la oraci?n por la unidad ha alentado y acompa?ado las diferentes etapas del movimiento ecum?nico, particularmente a partir del Concilio Vaticano II. En este per?odo la Iglesia cat?lica ha entrado en contacto con las dem?s iglesias y comunidades eclesiales de oriente y occidente con diferentes formas de di?logo, afrontando con cada una esos problemas teol?gicos e hist?ricos surgidos en el transcurso de los siglos y que se han convertido en elementos de divisi?n. El Se?or ha permitido que estas relaciones amistosas hayan mejorado el rec?proco conocimiento, que hayan intensificado la comuni?n, haciendo al mismo tiempo m?s clara la percepci?n de los problemas que todav?a quedan abiertos y que fomentan la divisi?n. Hoy, en esta semana, damos gracias a Dios que ha apoyado e iluminado el camino hasta ahora recorrido, camino fecundo que el decreto conciliar sobre el ecumenismo describ?a como ?surgido por el impuso del Esp?ritu Santo? y ?cada d?a m?s amplio? (?Unitatis redintegratio?, 1).

Queridos hermanos y hermanas: acojamos la invitaci?n a ?no cesar de orar? que el ap?stol Pablo dirig?a a los primeros cristianos de Tesal?nica, comunidad que ?l mismo hab?a fundado. Y precisamente porque sab?a que hab?an surgido confrontaciones quiso recomendar que fueran pacientes con todos, que no devolvieran mal por mal, que buscaran siempre el bien entre s? y con todos, permaneciendo felices en toda circunstancia, felices porque el Se?or est? cerca.

Los consejos que san Pablo daba a los tesalonicenses pueden inspirar tambi?n hoy el comportamiento de los cristianos en el ?mbito de las relaciones ecum?nicas. Sobre todo, dice: ?Vivid en paz unos con otros? y a?ade: ?Orad constantemente. En todo dad gracias? (Cf. 1 Tesalonicenses 5,13.18). Acojamos tambi?n nosotros esta apremiante exhortaci?n del ap?stol ya sea para dar gracias al Se?or por los progresos realizados en el movimiento ecum?nico, ya sea para pedir la unidad plena.

Que la Virgen Mar?a, Madre de la Iglesia, alcance para todos los disc?pulos de su divino Hijo la gracia de vivir cuanto antes en paz y en la caridad rec?proca, para ofrecer un testimonio convincente de reconciliaci?n ante el mundo entero, para hacer accesible el rostro de Dios en el rostro de Cristo, que es el Dios-con-nosotros, el Dios de la paz y de la unidad.

[Al final de la audiencia general, Benedicto XVI salud? a los peregrinos en varios idiomas. En espa?ol, dijo:]

Queridos hermanos y hermanas:

El pr?ximo viernes, fiesta de la Conversi?n de san Pablo, concluye la Semana de Oraci?n por la Unidad de los Cristianos, que este a?o tiene como lema la exhortaci?n que el Ap?stol dirig?a a los primeros cristianos de Tesal?nica: ?Sed constantes en orar?.


Desde hace exactamente cien a?os, los cristianos de las varias Iglesias y Comunidades eclesiales se unen en una invocaci?n com?n pidiendo al Se?or el restablecimiento de la plena unidad entre todos los disc?pulos de Cristo, para dar un testimonio convincente ante el mundo, para que la humanidad acoja a Cristo y lo reconozca como ?nico Pastor y Se?or.


El Concilio Vaticano Segundo ha prestado gran atenci?n a este tema, especialmente con el Decreto sobre el ecumenismo ?Unitatis redintegratio?. La oraci?n, afirma, es el elemento central de todo el camino ecum?nico que ha vivificado y contin?a vivificando este itinerario hacia la plena comuni?n. Subraya, adem?s, la oraci?n com?n como expresi?n de la fe que une a todos los disc?pulos de Cristo, con el fin de que las comunidades cristianas tomen conciencia de las contradicciones generadas por las divisiones y manifiesten la voluntad de obedecer a su voluntad: ?para que todos sean uno...para que el mundo crea?.


Saludo a los peregrinos de lengua espa?ola, especialmente a la Guardia de Honor del Sagrado Coraz?n de Jes?s de M?xico, a la Scuola italiana de Valpara?so, Chile, y a los grupos llegados de Espa?a y de otros pa?ses latinoamericanos. Os invito a ?ser constantes en la oraci?n? para impetrar la plena comuni?n de los bautizados en Cristo y a vivir en paz y caridad fraterna, que son requisitos de toda concordia y unidad. ?Muchas gracias!


[Traducci?n del original italiano realizada por Jes?s Colina

? Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]

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Mi?rcoles, 23 de enero de 2008
23 Enero (ACI).- El Papa Benedicto XVI hizo una pausa en sus catequesis dedicadas la figura de San Agust?n de Hipona, para centrarse en la Semana de Oraci?n para la Unidad de los Cristianos y record? que la oraci?n es fundamental para la unidad de los cristianos, pues ?sta ser? un don de Dios.

"Pidiendo la gracia de la unidad, los cristianos se unen a la oraci?n misma de Cristo y se comprometen a trabajar activamente para que toda la humanidad lo acoja y lo reconozca come el ?nico Pastor y Se?or, y pueda as? experimentar el gozo de su amor", dijo el Pont?fice.

El Papa record? luego que este a?o se celebra el 100? aniversario del inicio de esta iniciativa, lanzada en 1908 "por un anglicano americano, que luego ingres? en la comuni?n de la Iglesia Cat?lica, fundador de la 'Society of the Atonement' (Comunidad de los hermanos y hermanas de la Penitencia), el Padre Paul Wattson, junto a otro episcopaliano, el Padre Spencer Jones".

El Santo Padre record? tambi?n que fue su predecesor, el Papa Benedicto XV, quien con el Breve Ad perpetuam rei memoriam le dio a la iniciativa car?cter universal.

Benedicto XVI se?al? que el octavario de oraci?n no pod?a haber sido mejor escogido porque "el calendario de entonces establec?a el 18 de enero la fiesta de la C?tedra de San Pedro (actualmente trasladada al 22 de febrero), que es s?lido fundamento y segura garant?a de unidad de todo el pueblo de Dios, mientras que el 25 de enero, entonces como hoy, la liturgia celebra la fiesta de la Conversi?n de San Pablo".

El Pont?fice destac? luego la importancia, subrayada por el Concilio Vaticano II, del "ecumenismo espiritual"-"santidad de vida, conversi?n del coraz?n, oraciones privadas y p?blicas-", gracias al cual "la b?squeda com?n de la unidad ha registrado en estas d?cadas un gran desarrollo, que se ha diversificado en m?ltiples iniciativas".

"Lo que ha vivificado y sigue vivificando este camino hacia la plena comuni?n entre todos los cristianos es ante todo la oraci?n", agreg? el Papa, al recordar que el tema de la jornada de este a?o es "Orad continuamente" (1Ts 5,17).

Luego, al destacar la importancia de la oraci?n en com?n entre los cristianos, el Santo Padre explic? que en ?sta "las comunidades cristianas se ponen juntas ante el Se?or y, tomando conciencia de las contradicciones generadas por la divisi?n, manifiestan la voluntad de obedecer a su voluntad recurriendo confiados a su ayuda omnipotente".

"Es evidente ?prosigui? el Pont?fice? que no es con nuestras propias estrategias, con el di?logo y con todo aquello que hacemos ?que es tan necesario? como podemos obtener esta unidad. Lo que podemos obtener es nuestra disponibilidad y capacidad para acoger esta unidad cuando el Se?or nos la dona".

Por eso, "podemos decir que ha sido la oraci?n por la unidad la que ha animado y acompa?ado las diversas etapas del movimiento ecum?nico, especialmente a partir del Concilio Vaticano II", agreg?.

Finalmente, refiri?ndose al pedido de "Orar sin cesar", el Papa concluy?: "acojamos tambi?n nosotros esta exigente exhortaci?n del Ap?stol, ya sea para agradecer al Se?or por los progresos logrados en el movimiento ecum?nico, ya sea para impetrar la plena unidad. Que la Virgen Mar?a, Madre de la Iglesia, obtenga para todos los disc?pulos de su divino Hijo poder vivir cuanto antes en la paz y la caridad rec?proca, de tal manera que podamos dar un testimonio convincente de reconciliaci?n ante el mundo entero, para volver accesible el rostro de Dios en el rostro de Cristo, que es el Dios-con-nosotros, el Dios de la paz y la unidad".

Art?culo semanal de Padre Fernando Lorente, 0.h., publicado en EL D?A el mi?rcoles 23 de Enero de 2008, en la secci?n CRITERIOS, bajo el ep?grafe "Luz en el Camino".

Luz en el Camino Fernando Lorente, o.h. *


Si hoy se hablara como antes


NO PENSEMOS que hace falta abandonar la vida para marcharse al desierto. Pero tampoco debemos olvidar que es imprescindible traer un poco de desierto interior a la propia vida. S?lo las personas dominadas por el enga?o, inter?s de la vulgaridad y la mediocridad no pueden soportar el desierto. Y todo porque viven tan desoladas en soledad de su desierto interior, que tienen miedo de enfrentarse con su vac?o. Tienen una conciencia tan clara de su pobreza espiritual que temen encararse con la verg?enza de no tener nada que ofrecer. Y, por eso, el recurso al que se ven obligados a vivir es la bullanga jaranera y la algarab?a carnavalesca masiva para disimular los propios bostezos en el aburrimiento general, para encubrir la verg?enza de las frases sin sentido propias en la mara?a apretada de las palabras vac?as de los dem?s. Este no es el camino, hay que salirse de ?l.

El desierto es, siempre, el camino obligado para realizar una actividad consciente y responsable. La soledad es imprescindible para salvaguardar la propia persona en su fin supremo. Jes?s admiti? ser tentado y triunf? de la tentaci?n en el desierto para prevenirnos de la necesidad de la soledad como requisito para el triunfo sobre nosotros mismos. La soledad, afirmaba Gregorio Mara??n, obra en las personas como el barbecho en la tierra, prepar?ndolas para mejores frutos. Por eso el amor a las soledades es, adem?s, una disposici?n imprescindible para amar a las personas. El amor a la soledad no busca el desierto como meta. El desierto tiene siempre como meta a los seres humanos.

El silencio, pues, no significa s?lo exclusi?n de palabras y no tiene que considerarse ?nicamente en su elemento negativo. Silencio no es un estado de olvido, de vac?o, de nada (como en el ate?smo moderno). Al contrario, se distingue por un car?cter positivo: silencio es el comportamiento indispensable para escuchar a Dios y para acoger su comunicaci?n. Es la atm?sfera vital de la oraci?n y el culto divino.

Resumiendo, el silencio -en el desierto o fuera de ?l- es un camino muy certero hacia la autenticidad. En el silencio descubrimos la necesidad de profundizar las motivaciones m?s importantes que mueven nuestra vida. Y la gran verdad sobre Dios, sobre nosotros mismos y sobre los dem?s la encontraremos viviendo en el silencio. Sin silencio, no hay madurez, ni profundidad de coraz?n, ni posibilidad de genuino di?logo con los dem?s. A trav?s del silencio vamos en busca de la verdad sobre nosotros mismos y descubrimos la verdad de los dem?s.

* Capell?n de la

cl?nica S. Juan de Dios

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Publicada en folleto para difusi?n de la Delegaci?n Diocesana de Vocaciones de la Di?cesis de Tenerife.

INVOCACI?N A MAR?A

Se?ora de la Vocaci?n,
sembradora de vocaciones,
medianera de la gracia de la Vocaci?n,
modelo perfecto vocacional,
haz que los j?venes alcancen la gracia
de conocer bien su propia vocaci?n,
que descubran toda su grandeza
y valoren el don divino de ser llamados.

Ay?dales a conseguir ese vac?o interior,
con la entera disponibilidad requerida
para seguir la vocaci?n,
como T? estuviste dispuesta.

Se?ora y Madre de la Vocaci?n;
t? que cuidas el desarrollo del cuerpo
de tu Hijo, s? sembradora de vocaciones;
despierta en las almas de los j?venes
la fervorosa acogida a la llamada divina,
y acompa?a el desarrollo de toda vocaci?n
con tu c?lida protecci?n maternal,
para gozo de la Santa Iglesia
y de tu Hijo Jes?s.
Am?n.

Publicado por verdenaranja @ 22:51  | Oraciones
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Publicada en folleto de difusi?n de "Delegaci?n Diocesana de Vocaciones" de la Di?cesis de Tenerife

ORACI?N DE PABLO VI
POR LAS VOCACIONES CONSAGRADAS


Iluminados y animados por tu Palabra,
te pedimos Se?or por todos aquellos,
que ya han seguido y viven tu llamada.

Por tus obispos, presb?teros y di?conos,
y tambi?n por tus consagrados,
religiosos, hermanos y religiosas;
tambi?n por los misioneros
y por los seglares generosos,
que trabajan en tus ministerios,
instituidos o reconocidos por la Iglesia.

Te pedimos, Se?or, por aquellos
que est?n abriendo su alma a la llamada
o se preparan a seguirla. Que tu gracia
los gu?e, hasta las sagradas ?rdenes,
los votos religiosos, el mandato misionero.

Que tu Palabra, Se?or,
sea para todos ellos gu?a y apoyo
para que sepan orientar, aconsejar,
sostener a tus hermanos
con aquella fuerza de convicci?n
y amor que T? posees,
y que s?lo T? puedes comunicar.
Am?n,

Publicado por verdenaranja @ 22:49  | Oraciones
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Oraci?n por las voacaciones publicada en tr?ptico de difusi?n de la Delegaci?n Diocesana de Vocaciones de la Di?cesis de Tenerife.


OFRECIMIENTO DIARIO

Ven esp?ritu Divino,
llena mi coraz?n con la luz de tu verdad,
para que sea capaz de ofrecer,
todo lo que soy, lo que pienso,
tengo y hago
por el aumento de las vocaciones
en tu Santa Iglesia.

Te ofrezco mi cansancio
para que muchos te busquen,
mis desalientos para que tengan ?nimo,
mi soledad para que te encuentren,
mis d?as oscuros
para que se delen conducir,
mis fallos para que ellos sean fieles,
mis malestares para que descubran
tu voluntad y se dispongan a seguirla.


?T?malo Se?or!
Aqu? est?, por ellos... (nombre)

?H?gase!

Am?n.

"Rogad al due?o de la mies,
que mande obreros a su mies "(Mt 9,38)

Publicado por verdenaranja @ 22:42
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Oraci?n publicada en tr?ptico informativo de Centro de Oreintaci?n Vocacional de la Di?cesis de Tenerife.

Se necesitan
locos...


Oh Dios , danos locos,
de los que se comprometen
a fondo, de los aman
con algo m?s que palabras.
Oh Dios, danos locos,
de los que se olvidan de s? mismos,
de los que entregan su vida hasta el fin.

Oh Dios, danos locos
dispuestos a dar el salto
hacia la inseguridad,
hacia la incertidumbre
sorprendente de la pobreza.

Oh Dios , danos locos,
de los que aceptan diluirse
en la masa, de los que no
utilizan la superioridad
en su provecho.
Oh Dios, danos locos
enamorados de una forma
de vida sencilla, liberadores
eficientes, amantes de la paz.

Oh Dios, danos locos
dispuestos a aceptar cualquier
tarea, a acudir donde sea con
ternura.

iHaznos locos Se?or
por tu Reino!

(Padre Lebret)

Publicado por verdenaranja @ 22:38  | Oraciones
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Datos cogidos de tr?ptico para difusi?n del Centro de Orientaci?n Vocacional de la Di?cesis de Tenerife.

CENTRO DE ORIENTACI?N VOCACIONAL DE LA DI?CESIS DE TENERIFE


?Qu? es?


♦ Es un lugar de acogida y de orientaci?n vocacional...
♦ Es un lugar de encuentro, de informaci?n, de acompa?amiento, de planteamiento de carismas...
♦ A todo/a creyente que se pregunte por su vocaci?n...

?A qui?n va
dirigido? ?


♦ A quienes quieren descubrir su opci?n vocacional concreta.
♦ A quienes se sienten invitados a dedicar su vida al servicio de los de-
m?s, de los m?s pobres.


?Para qu??

♦ Para que no vayas dando palos de ciego...
♦ Para que puedas resolver dudas, revisarte, orar...
♦ Para que puedas hablar, cambiar impresiones con quienes est?n en el camino de la vocaci?n/
consagraci?n...

?Qu?
hacemos?


♦ Encuentro reuni?n mensual.
♦ Convivencia trimestral (un s?bado).
♦ Acompa?amiento personal.
♦ Oraci?n comunitaria.


Centro de Orientaci?n Vocacional
C/Nava y Grim?n, 10 La Laguna (Tenerife)



Tel?fono: 922 25 25 40
(Francisco. Delegado de Pastoral Vocacional)
E-mail: [email protected] P. web: www.covtenerife.org Correo: [email protected]

Testos b?blicos, mediataciones y oraciones para el Octavario de Oraciones por la Unidad de los Cristianos, sacado de folleto para la celebrai?nde la Semana de Oraciones.

Orad siempre para que sea uno
?Que la paz reine entre vosotros? fi Ts 5, 13b)


Is 11, 6-13: El lobo habitar? con el cordero
Sa/ 122: Haya paz dentro de tus muros
1 Ts 5, 13b-18: Que la paz reine entre vosotros
Jn 17, 6-24: Que sean uno

Comentario

Dios desea que los seres humanos vivan entre ellos en paz. Esta paz no es simplemente una ausencia cle guerra o de conflictos; el shalom querido por Dios nace de una humanidad reconciliada, de una familia humana que comparte y refleja en s? misma la paz que solo Dios puede dar. La imagen del lobo viviendo con el cordero, del le?n dormido cerca del cabrito, intenta ofrecernos tina visi?n simb?lica del futuro que Dios desea para nosotros. Puesto que no podemos establecer este ,halon por nuestra sola voluntad, estamos llamados a ser instrumentos de la paz del Se?or, artesanos de la obra divina de la reconciliaci?n. La paz, como la unidad, es un don y una llamada.

La oraci?n de, Jes?s por la unidad de sus disc?pulos no era ni una orden ni una petici?n, sino una invocaci?n dirigida al Padre en la v?spera de su muerte. Es una oraci?n que surge de lo m?s profundo de su coraz?n y de su misi?n, en el momento en el que prepara a sus disc?pulos para el tiempo futuro: Padre, que sean uno.

Mientras celebramos el centenario de la Semana de Oraci?n por la unidad y recordamos todas las aspiraciones, oraciones e iniciativas en la b?squeda de la unidad de los cristianos suscita-das durante siglos, es conveniente hacer balance de los pasos que hemos realizado hasta ahora, guiados por el Esp?ritu Santo. Para nosotros es ocasi?n de dar gracias por los numerosos frutos que nos ha dado la oraci?n por la unidad. En muchos lugares, la animosidad y los malentendidos han cedido su lugar al respeto y la amistad entre los cristianos y sus distintas comunidades. Sucede a menudo que cristianos que se re?nen para rezar juntos por la unidad clan a continuaci?n un testimonio com?n del Evangelio a trav?s de acciones concretas y trabajando codo a codo al servicio de los m?s necesitados. El di?logo permiti? construir puentes de comprensi?n rec?proca y solucionar des-acuerdos doctrinales que nos divid?an.

No obstante, el momento presente deber? ser tambi?n para nos-otros un tiempo de arrepentimiento, ya que nuestras divisiones est?n en contradicci?n con la oraci?n de Cristo por la unidad y con el mandato de Pablo de vivir en paz entre nosotros. Actualmente, los cristianos est?n abiertamente en desacuerdo sobre distintos temas: m?s all? de las diferencias doctrinales que nos separan a?n, tenemos a menudo posiciones divergentes sobre cuestiones de moral y ?tica, sobre la guerra y la paz., sobre problemas de actualidad que necesitan un testimonio com?n. Debido a nuestras divisiones internas y a los conflictos entre nosotros, no estamos en condiciones de responder a la noble vocaci?n de ser signos e instrumentos de la unidad y de la paz queridos por Dios.

?Qu? decir entonces? Tenemos razones para alegrarnos pero tambi?n para estar tristes. Damos gracias, en este centenario, por las ?ltimas generaciones que se consagraron generosamente al servicio de la reconciliaci?n; renovemos hoy nuestro compromiso de ser art?fices de la unidad y de la paz queridas por Cristo. Finalmente, este momento particular nos ofrece la ocasi?n de reflexionar de nuevo sobre lo que significa orar sin cesar, a trav?s de nuestras palabras y nuestras acciones, a trav?s de la vida de nuestras Iglesias.

Oraci?n

Se?or, haz que seamos uno: uno en nuestras palabras para que te dirijamos una oraci?n humilde y com?n; tino en nuestro deseo y en nuestra b?squeda de la justicia; uno en el amor, para servirte en el m?s peque?o de nuestros hermanos y hermanas; uno en la espera de ver tu rostro. Se?or, haz que seamos uno en ti. Am?n.

Publicado por verdenaranja @ 22:26  | Ecumenismo
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EUROPA/ESPA?A - Domingo 27 acto ?por la vida, la familia y las libertades? para proponer a la sociedad aquello que es bueno para todos en relaci?n a la vida, la familia, la educaci?n y la ense?anza

Barcelona (Agencia Fides) - El pr?ximo domingo 27 de enero tendr? lugar un gran acto que lleva por lema ? Por la vida, la familia y las libertades.?Unidos podemos!? en el Palacio de Congresos de Barcelona. El acto est? organizado por la Plataforma ?Pacto por la Vida y la Dignidad?, que integra un centenar de entidades cristianas y esperan reunir cerca de 5000 participantes.

El acto tendr? inicio a las 10,30 con una Misa presidida por el Arzobispo de Barcelona el Cardenal Llu?s Mat?nez Sistach. La jornada contar? con las ponencias de la senadora socialista Mercedes Aroz; el presidente de la Federaci?n de Asociaciones de Padres de Escuelas Libres (Fapel), Antoni Arasanz; el rector de la Universitat Abat Oliba (UAO), Josep Maria Alsina, y el presidente del Grup de Entitats Catalanes (GEC) de la Familia, Daniel Arasa, entre otros, como representantes de la asociaci?n Pro-Vida.

Seg?n afirman los organizadores con este acto se busca afirmar nuestras creencias y promover los valores que defendemos y proponer a la sociedad aquello que es bueno para todos en relaci?n a la vida, la familia, la educaci?n, la ense?anza, las instituciones insustituibles (matrimonio, paternidad, maternidad y descendencia) y por las libertades, tambi?n la religiosa. As? mismo tiene como objetivo hacer frente a los que atentan contra el derecho a la vida por medio del aborto; conseguir el efectivo cumplimiento de las leyes; defender los derechos de los padres y de las escuelas ante la imposici?n de la asignatura de Educaci?n para la Ciudadan?a y los decretos de la Generalitat que quieren condicionar la libertad de ideario de los centros; evitar que una nueva ley recorte la libertad religiosa, el derecho de culto y limite el derecho de reuni?n. (RG) (Agencia Fides 23/1/2008 L?neas: 23 Palabras: 318)

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Homilía que pronunció Benedicto XVI el domingo 13 de enero de 2008, fiesta del Bautismo del Señor, en la eucaristía en la que bautizó en la capilla Sixtina a trece niños nacidos en la segunda mitad del año 2007: ocho eran niñas y cinco niños.



Queridos hermanos y hermanas:
La celebración de hoy es siempre para mí motivo de especial alegría. En efecto, administrar el sacramento del bautismo en el día de la fiesta del Bautismo del Señor es, en realidad, uno de los momentos más expresivos de nuestra fe, en la que podemos ver de algún modo, a través de los signos de la liturgia, el misterio de la vida. En primer lugar, la vida humana, representada aquí en particular por estos trece niños que son el fruto de vuestro amor, queridos padres, a los cuales dirijo mi saludo cordial, extendiéndolo a los padrinos, a las madrinas y a los demás parientes y amigos presentes. Está, luego, el misterio de la vida divina, que hoy Dios dona a estos pequeños mediante el renacimiento por el agua y el Espíritu Santo. Dios es vida, como está representado estupendamente también en algunas pinturas que embellecen esta Capilla Sixtina.


Sin embargo, no debe parecernos fuera de lugar comparar inmediatamente la experiencia de la vida con la experiencia opuesta, es decir, con la realidad de la muerte. Todo lo que comienza en la tierra, antes o después termina, como la hierba del campo, que brota por la mañana y se marchita al atardecer. Pero en el bautismo el pequeño ser humano recibe una vida nueva, la vida de la gracia, que lo capacita para entrar en relación personal con el Creador, y esto para siempre, para toda la eternidad.


Por desgracia, el hombre es capaz de apagar esta nueva vida con su pecado, reduciéndose a una situación que la sagrada Escritura llama "segunda muerte". Mientras que en las demás criaturas, que no están llamadas a la eternidad, la muerte significa solamente el fin de la existencia en la tierra, en nosotros el pecado crea una vorágine que amenaza con tragarnos para siempre, si el Padre que está en los cielos no nos tiende su mano.


Este es, queridos hermanos, el misterio del bautismo: Dios ha querido salvarnos yendo él mismo hasta el fondo del abismo de la muerte, con el fin de que todo hombre, incluso el que ha caído tan bajo que ya no ve el cielo, pueda encontrar la mano de Dios a la cual asirse a fin de subir desde las tinieblas y volver a ver la luz para la que ha sido creado. Todos sentimos, todos percibimos interiormente que nuestra existencia es un deseo de vida que invoca una plenitud, una salvación. Esta plenitud de vida se nos da en el bautismo.


Acabamos de oír el relato del bautismo de Jesús en el Jordán. Fue un bautismo diverso del que estos niños van a recibir, pero tiene una profunda relación con él. En el fondo, todo el misterio de Cristo en el mundo se puede resumir con esta palabra: "bautismo", que en griego significa "inmersión". El Hijo de Dios, que desde la eternidad comparte con el Padre y con el Espíritu Santo la plenitud de la vida, se "sumergió" en nuestra realidad de pecadores para hacernos participar en su misma vida: se encarnó, nació como nosotros, creció como nosotros y, al llegar a la edad adulta, manifestó su misión iniciándola precisamente con el "bautismo de conversión", que recibió de Juan el Bautista. Su primer acto público, como acabamos de escuchar, fue bajar al Jordán, entre los pecadores penitentes, para recibir aquel bautismo. Naturalmente, Juan no quería, pero Jesús insistió, porque esa era la voluntad del Padre (cf. Mt 3, 13-15).


¿Por qué el Padre quiso eso? ¿Por qué mandó a su Hijo unigénito al mundo como Cordero para que tomara sobre sí el pecado del mundo? (cf. Jn 1, 29). El evangelista narra que, cuando Jesús salió del agua, se posó sobre él el Espíritu Santo en forma de paloma, mientras la voz del Padre desde el cielo lo proclamaba "Hijo predilecto" (Mt 3, 17). Por tanto, desde aquel momento Jesús fue revelado como aquel que venía para bautizar a la humanidad en el Espíritu Santo: venía a traer a los hombres la vida en abundancia (cf. Jn 10, 10), la vida eterna, que resucita al ser humano y lo sana en su totalidad, cuerpo y espíritu, restituyéndolo al proyecto originario para el cual fue creado.


El fin de la existencia de Cristo fue precisamente dar a la humanidad la vida de Dios, su Espíritu de amor, para que todo hombre pueda acudir a este manantial inagotable de salvación. Por eso san Pablo escribe a los Romanos que hemos sido bautizados en la muerte de Cristo para tener su misma vida de resucitado (cf. Rm 6, 3-4). Y por eso mismo los padres cristianos, como hoy vosotros, tan pronto como les es posible, llevan a sus hijos a la pila bautismal, sabiendo que la vida que les han transmitido invoca una plenitud, una salvación que sólo Dios puede dar. De este modo los padres se convierten en colaboradores de Dios no sólo en la transmisión de la vida física sino también de la vida espiritual a sus hijos.

Queridos padres, juntamente con vosotros doy gracias al Señor por el don de estos niños e invoco su asistencia para que os ayude a educarlos y a insertarlos en el Cuerpo espiritual de la Iglesia. A la vez que les ofrecéis lo que es necesario para el crecimiento y para la salud, vosotros, con la ayuda de los padrinos, os habéis comprometido a desarrollar en ellos la fe, la esperanza y la caridad, las virtudes teologales que son propias de la vida nueva que han recibido con el sacramento del bautismo.


Aseguraréis esto con vuestra presencia, con vuestro afecto; y lo aseguraréis, ante todo y sobre todo, con la oración, presentándolos diariamente a Dios, encomendándolos a él en cada etapa de su existencia. Ciertamente, para crecer sanos y fuertes, estos niños y niñas necesitarán cuidados materiales y muchas atenciones; pero lo que les será más necesario, más aún indispensable, es conocer, amar y servir fielmente a Dios, para tener la vida eterna. Queridos padres, sed para ellos los primeros testigos de una fe auténtica en Dios.


En el rito del bautismo hay un signo elocuente, que expresa precisamente la transmisión de la fe: es la entrega, a cada uno de los bautizandos, de una vela encendida en la llama del cirio pascual: es la luz de Cristo resucitado que os comprometéis a transmitir a vuestros hijos. Así, de generación en generación, los cristianos nos transmitimos la luz de Cristo, de modo que, cuando vuelva, nos encuentre con esta llama ardiendo entre las manos.


Durante el rito, os diré: "A vosotros, padres y padrinos, se os confía este signo pascual, una llama que debéis alimentar siempre". Alimentad siempre, queridos hermanos y hermanas, la llama de la fe con la escucha y la meditación de la palabra de Dios y con la Comunión asidua de Jesús Eucaristía.


Que en esta misión estupenda, aunque difícil, os ayuden los santos protectores cuyos nombres recibirán estos trece niños. Que estos santos les ayuden sobre todo a ellos, los bautizandos, a corresponder a vuestra solicitud de padres cristianos. En particular, que la Virgen María los acompañe a ellos y a vosotros, queridos padres, ahora y siempre. Amén.

Traducción distribuida por la Santa Sede

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Martes, 22 de enero de 2008
Textos, meditaciones y oraciones para el d?a s?ptimo del octavario de oraciones por la unidad de los cristianos, sacado de folleto para la celebraci?n de la Semana por la Unidad.

D?a s?ptimo

Orad porque tenemos necesidad
?Sostened a los d?biles? (1 Ts 5, 14)



1 Sm 1, 9-20: Ana reza al Se?or para que le conceda un ni?o
Sal 86: Atiende a mi s?plica

1 Ts 5 (12a), 13b-18: Os pedimos... que sosteng?is a los d?biles
Lc 11, 5-13: Quien pide recibe

Comentario

Profundamente afligida por su esterilidad, Ana implor? a Dios que le concediera un ni?o: su oraci?n fue escuchada y, pasados unos d?as, naci? Samuel (que significa ?al Se?or se lo ped??). En el evangelio de Lucas, Jes?s mismo nos dice que ?quien pide recibe?; as? en la oraci?n, nos dirigimos a Dios para que responda a nuestras necesidades. La respuesta puede no corresponder a lo que esperamos, pero Dios nos responde siempre.

El poder de la oraci?n es inmenso, sobre todo cuando est? vinculado al servicio. El Evangelio nos ense?a que Cristo quiere que nos amemos y que nos ayudemos unos a otros. En la Carta de Pablo a los Tesalorzicenses, el tema del servicio se reanuda con el imperativo: ?Sostened a los d?biles?. Sabemos que es posible responder de manera ecum?nica, de una manera concreta, a la miseria y al desamparo. Las Iglesias de tradiciones diferentes trabajan a menudo mano a mano, pero en algunas circunstancias su testimonio es seriamente debilitado por su falta de unidad. Cuando queremos orar juntos, a veces somos profundamente desconfiados respecto de las distintas formas de oraci?n que encontramos en otras tradiciones cristianas: las oraciones de los cat?licos dirigidos a Dios por la intercesi?n de los santos o de Maria, la madre de Jes?s; las oraciones lit?rgicas ortodoxas; las oraciones pentecostales; las oraciones espont?neas que los protestantes dirigen directamente a Dios.

Se observa que la diversidad de las formas de oraci?n es mejor apreciada. En las Iglesias americanas, la experiencia de renovaci?n pentecostal ha conducido tambi?n a un mejor reconocimiento del poder de la oraci?n, lo que, poco a poco, ayud? a los pentecostales a sentirse m?s c?modos en el movimiento ecum?nico. Del mismo modo, el di?logo con las Iglesias ortodoxas en el seno del Consejo Ecum?nico de las Iglesias ha permitido comprender mejor las formas de las oraciones propias de cada uno.

Es indudable que la fe en el poder de la oraci?n es com?n al conjunto de nuestras tradiciones y puede contribuir mucho a la causa de la unidad cristiana, una vez que hayamos comprendido y superado nuestras diferencias. Debemos apoyar con nues-tras oraciones todos los di?logos que mantienen nuestras Iglesias sobre las divergencias que impiden a?n reunirnos en torno a la mesa del Se?or. Celebrar juntos el memorial de Cristo y elevar hacia El nuestra com?n acci?n de gracias nos permitir? realizar un gran paso adelante en el camino de la unidad.


Oraci?n

Se?or, ay?danos a ser de verdad uno cuando rogamos por la curaci?n de nuestro mundo, de las divisiones entre nuestras Iglesias y por nuestra propia curaci?n. Haz que no dudemos de que '1'? nos escuchas y que T? nos responder?s. Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo. Am?n.

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AMERICA/CUBA - Concluye el encuentro de sacerdotes de la OCSHA: han participado103 sacerdotes espa?oles misioneros en 20 pa?ses de Am?rica Latina

La Habana (Agencia Fides) - La semana pasada tuvo lugar el encuentro de sacerdotes de la OCSHA (Obra de Cooperaci?n sacerdotal Hispano-Americana) en la casa sacerdotal San Juan Mar?a Vianney de La Habana. Participaron 103 sacerdotes espa?oles que trabajan como misioneros en 20 pa?ses de Am?rica Latina. Muchos de ellos llevan m?s de cincuenta a?os trabajando como misioneros por esos pa?ses. El presidente de la Comisi?n Episcopal de Misiones y Cooperaci?n entre las Iglesias, Mons. Ram?n del Hoyo, inaugur? el encuentro de sacerdotes de la OCSHA, acompa?ado del secretario de la Comisi?n, Anastasio Gil, y del presidente de la ONG Misi?n Am?rica, Juan Robles.

En el acto inaugural particip? el Cardenal Ortega, Arzobispo de La Habana, quien afirm? en las palabras de bienvenida el hecho de que fueran los espa?oles los primeros evangelizadores de Cuba. Despu?s la fe se ha ido consolidando hasta el punto de haber en la isla 11 di?cesis que gozan de cierta vitalidad, constatando como uno de los principales sufrimientos la salida emigratoria de muchas de sus gentes.
La primera ponencia del Encuentro estuvo a cargo de Mons. Jos? F?lix P?rez Riera, secretario adjunto de la Conferencia Episcopal Cubana, quien realiz? un recorrido de la Iglesia en Cuba desde la d?cada de los a?os 50 hasta la fecha. Destac? como hechos significativos la revoluci?n nacionalista del a?o 1959 y su declaraci?n marxista-leninista en el a?o 1961. Como hecho significativo de estos a?os fue la expulsi?n de 161 sacerdotes y la reducci?n de la Iglesia pr?cticamente a la clandestinidad. Paulatinamente la Iglesia cubana se ha ido recuperando con prudencia y tenacidad. A partir de la d?cada de los 80 se ha dado as? misma planes sucesivos de pastoral, marcando itinerarios de trabajo pastoral al que se han ido sumando sacerdotes, religiosos y religiosas procedentes de otra Iglesia como misioneros. Es el caso de los cerca de 20 sacerdotes diocesanos espa?oles que actualmente est?n incorporados de manera estable a la pastoral ordinaria de esta Iglesia cubana. Seg?n Mons. Jos? F?lix visita del Papa Juan pablo II en el a?o 89 fue un momento de inflexi?n que ha marcado esta d?cada con el incremento de sacerdotes,
religiosos y religiosas y laicos en proceso de formaci?n. La imposibilidad de construir templos ha hecho que se vayan extendiendo comunidades cristianas por las casas donde se hace posible la triple labor eclesial: celebraci?n de la fe, formaci?n de los fieles y el intercambio de bienes para atender a los necesitados. En el mes de febrero recibir?n al secretario de estado, el Cardenal Bertone, para conmemorar esta visita, diez a?os despu?s de su realizaci?n.

La segunda ponencia estuvo a cargo de Mons. Ram?n del Hoyo, sobre la situaci?n de la Iglesia en Espa?a. Present? a los misioneros participantes los principales hechos eclesiales que est? marcando la pastoral de la Iglesia en Espa?a desde la perspectiva de los sucesivos planes pastorales. Gran inter?s ha suscitado el encuentro de las familias cristinas el pasado 30 de diciembre, as? como las relaciones con el Estado espa?ol. Entre las principales preocupaciones manifestadas por Mons. Ram?n del Hoyo est? la debilidad de la fe en algunos sectores de la sociedad espa?ola y el decrecimiento de las vocaciones misioneras.

Los misioneros se reunieron por pa?ses de destino para reflexionar juntos sobre las principales cuestiones que afectan al objetivo del encuentro e intercambiar informaci?n sobre la situaci?n social religiosa en cada uno de los pa?ses donde est?n como misioneros para proponer lo que ellos deben aportar desde la fe y el compromiso cristiano. Las conclusiones de estas reuniones constituir?n las bases para redactar las conclusiones para orientar las acciones misioneras promovidas en y desde la OCSHA. El encuentro concluy? el viernes con la celebraci?n de la Eucarist?a presidida por el Cardenal de La Habana, Mons. Jaime Ortega. (RG) (Agencia Fides 22/1/2008 L?neas: 47 Palabras: 647)

Caracas (Agencia Fides) - La Conferencia Episcopal de Venezuela ha anunciado que el domingo 27 de abril de 2008, se realizar?, por primera vez en ese pa?s, la beatificaci?n de una hija de la Iglesia: la Madre Candelaria de San Jos?, fundadora de las Hermanas Carmelitas venezolanas.

BEATIFICACI?N DE LA MADRE CANDELARIA DE SAN JOS?.


PREGON

A los venerables sacerdotes, a los miembros de Institutos de vida consagrada, y a todos los fieles cat?licos.

Muy queridos Hermanos:

1.-Con gran alegr?a les anunciamos que el domingo 27 de abril de 2008, Dios mediante, se realizar?, por primera vez en Venezuela, la beatificaci?n de una insigne hija de la Iglesia: la Madre Candelaria de San Jos?, fundadora de las Hermanas Carmelitas venezolanas.

2.- Habi?ndose comprobado las virtudes que adornaron a esa preclara religiosa guarique?a, y cumplidos los requisitos can?nicos, el Santo Padre Benedicto XVI emiti? el pasado 6 de julio de 2007 el Decreto por el cual se reconoce un milagro realizado gracias a la intercesi?n de Madre Candelaria, y la elev? a la gloria de los altares, al declararla "Beata". Con esa declaraci?n se establece que ella goza ya de la felicidad eterna, y puede recibir culto p?blico. La solemne ceremonia se efectuar? en Caracas, y ser? presidida por el Emmo. Sr. Cardenal Jos? Saraiva Martins, Prefecto de la Congregaci?n para las Causas de los Santos, quien vendr? hasta nosotros como Legado del Papa para esa jubilosa ocasi?n.

3.-La Madre Candelaria se destac? en vida por su profunda fe, intenso amor a Dios y a sus hermanos, un coraz?n compasivo y misericordioso, filial adhesi?n a la Santa Madre Iglesia, y por su car?cter generoso y emprendedor. Nacida en Altagracia de Orituco el 11 de agosto de 1863, Susana Paz-Castillo Ram?rez, - su nombre de Bautismo -, acogi? con entusiasmo la llamada de Dios a la santidad, y desde muy joven descoll? en la pr?ctica de la caridad viva y efectiva, con la cual atendi?, consol? y cur? a los enfermos y heridos que las contiendas b?licas hab?an dejado en las calles de su ciudad natal.

4.-Animada por el Presb?tero Dr. Sixto Sosa, m?s tarde Obispo de Cuman?, se consagr? al servicio de los enfermos en el Hospital "San Antonio" fundado en 1903 en Altagracia de Orituco. Luego, junto con el Padre Sosa, en una ?poca en la que florecieron en Venezuela varias Congregaciones femeninas, inici? la fundaci?n de una nueva Congregaci?n religiosa, dedicada al servicio de los pobres, la cual se constituy? definitivamente el 31 de diciembre de 1910 con el nombre de "Congregaci?n de las Hermanitas de los Pobres de Altagracia de Orituco". Posteriormente la Congregaci?n se agreg? a la Orden Religiosa del Carmelo, y fueron denominadas Terciarias Carmelitas Regulares. Hoy son conocidas entre nosotros como Hermanas Carmelitas Venezolanas o Carmelitas de la Madre Candelaria.

5.-Con gran tes?n y entusiasmo, a pesar de las estrecheces econ?micas de la Congregaci?n, y de la escasez general de recursos, la Madre Candelaria realiz? una extensa labor de atenci?n a los heridos de las guerras y a los enfermos m?s pobres, manifestando una gran confianza en la Divina Providencia, e intenso amor a los m?s necesitados. Fruto de sus esfuerzos fue el establecimiento de varios Hospitales en los Llanos y el Oriente del pa?s cuando la atenci?n del Estado a la salud era muy deficiente.

6.-Por su ardiente amor a Dios y por su entrega generosa y abnegada a los pobres, bajo la direcci?n de los Obispos y en compa??a de las religiosas de su Congregaci?n, esta nueva Beata venezolana es hoy ejemplo de virtudes, entre las cuales se destaca su fe viva e intensa en Jesucristo, nuestro ?nico Salvador, la uni?n y el amor a la Iglesia - y en particular a los obispos de Venezuela -, y la m?s viva caridad para con los m?s pobres.

7.-A ella se aplican con justicia las palabras que los obispos latinoamericanos dedican a los santos en el Documento de Aparecida: "Su ejemplo de vida y santidad constituye un regalo precioso para el camino creyente de los latinoamericanos y, a la vez, un est?mulo para imitar sus virtudes en las nuevas expresiones culturales de la historia. ?. Los cristianos de hoy recogemos su herencia y nos sentimos llamados a continuar con renovado ardor apost?lico y misionero el estilo evang?lico de vida que nos han trasmitido". (A. 275 )

8.-La beatificaci?n de la Madre Candelaria de San Jos? ser? una ocasi?n maravillosa para renovar nuestra fe y defenderla ante las desviaciones; para reafirmar nuestra confianza en la presencia de Dios en medio del pueblo venezolano, apreciar la grandeza de nuestra santa Religi?n y de la Iglesia Cat?lica, la vigencia y utilidad de las Congregaciones religiosas, y la importancia de las vocaciones a la vida sacerdotal y consagrada. Su ejemplo es, hoy m?s que nunca, un reclamo a todos los venezolanos a vivir en la solidaridad y en la fraternidad.

Queridos hermanos:

9.-Los invitamos a acoger con alegr?a el don de la beatificaci?n de la Madre Candelaria, y a participar en las actividades que con ese motivo se ir?n desarrollando a lo largo de este a?o. Especialmente los invitamos a participar en la solemne ceremonia, el domingo 27 de abril.

10.-En todas las Di?cesis se realizar?n actividades y eventos preparatorios a dicha magna celebraci?n. Exhortamos a los sacerdotes, y a los miembros de los institutos de Vida Consagrada a desplegar iniciativas dirigidas a poner de relieve la singularidad, utilidad y belleza de su excelsa vocaci?n, as? como el sentido transformador de la fe y de la religi?n cristiana y cat?lica al servicio de los pobres y excluidos de la sociedad.

11.-Bendecimos al Se?or por este nuevo regalo a la Iglesia en Venezuela. Intensifiquemos nuestras plegarias por la pronta beatificaci?n de los venezolanos cuyos procesos est?n actualmente en curso en Roma: el querido y venerado Dr. Jos? Gregorio Hern?ndez, la Madre Emilia de San Jos?, fundadora de las Hermanitas de los Pobres de Maiquet?a, la Madre Carmen Rendiles, fundadora de la Congregaci?n de las Siervas de Jes?s, la Madre Marcelina, fundadora de las Hermanas de los Pobres de San Pedro Claver, la Hna. Mar?a Bogot? Baquero, y Mons. Arturo Celestino ?lvarez, quien fuera Obispo de Maracaibo y de Calabozo.

12.-Aprovechemos esta nueva oportunidad que nos brinda el Se?or para valorar con alegr?a nuestra identidad cristiana de hijos de Dios, disc?pulos y misioneros de Jesucristo y miembros de nuestra Santa Iglesia Cat?lica.

Con nuestra afectuosa bendici?n episcopal,

Los Arzobispos y Obispos de Venezuela
Caracas, 11 de enero de 2008

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Editorial San Pablo nos participa de sus Novedades para Enero de 2008 que a continuaci?n ponemos, que sigue el esquema: Materia, soporte, t?tulo autor.

Materia
Soporte
T?tulo
Autor

Infantil y juvenil - Educativos
LIBRO
JUEGA EN LA GRANJA
Anna Casalis, Tony Wolf


Libro Religioso - Espiritualidad
LIBRO
EL SENDERO DE LA CRUZ
Antonio Bongiorno


Libro Religioso - Espiritualidad
LIBRO
ESTRENANDO LA VIDA
Manuel J. Fern?ndez M?rquez


Libro Religioso - Espiritualidad
LIBRO
HABLAR CON DIOS
Luis Mar?a Armend?riz


Libro Religioso - Espiritualidad
LIBRO
LA VICTORIA DEL AMOR
Lorenzo Zani


Libro Religioso - Espiritualidad
LIBRO
MEDITACIONES EN EL AVE
Antonio Gil Moreno


Libro Religioso - Espiritualidad
LIBRO
TERAPIA DE LAS ENFERMEDADES ESPIRITUALES
Fernando Rivas Rebaque


Libro Religioso - Liturgia
LIBRO
V?A CRUCIS DEL HOMBRE DE HOY
Jos? Mar?a Fern?ndez


Libro Religioso - Teolog?a
LIBRO
CONFIRMARSE
Olegario Gonz?lez de Cardedal


Libro Religioso - Teolog?a
LIBRO
SPE SALVI
Benedicto XVI


Libro Religioso - Teolog?a
LIBRO
VOLVER A JESUCRISTO
Jes?s Espeja


M?sica - Materiales de apoyo
COMPACT-DISC
V?A CRUCIS DEL SIGLO XXI
Luis de Lezama


Carmen T?llez

Dpto. Promoci?n - Ed. San Pablo (Espa?a)
[email protected]

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Mensaje que ha escrito Benedicto XV con motivo de la Jornada Mundial del Enfermo, que se celebrar? el 11 de febrero de 2008, con eje central el Santuario de Lourdes, en el 150 aniversario de las apariciones de la Virgen.


?Queridos hermanos y hermanas!

1. El 11 de febrero, conmemoraci?n de la Beata Mar?a Virgen de Lourdes, se celebra la Jornada Mundial del Enfermo, ocasi?n propicia para reflexionar en torno al sentido del dolor cristiano y sobre el deber cristiano de ocuparnos de ?l bajo cualquier situaci?n que se presente. Dicha significativa celebraci?n est? relacionada este a?o con dos acontecimientos importantes para la vida de la Iglesia, como lo manifiesta claramente el tema escogido ?La Eucarist?a, Lourdes y el cuidado pastoral de los enfermos?: el 150? aniversario de las apariciones de la Inmaculada en Lourdes y la celebraci?n del Congreso Eucar?stico Internacional en Quebec, Canad?. De este modo, se brinda una oportunidad especial para considerar la estrecha relaci?n que existe entre el Misterio eucar?stico, el papel de Mar?a en el proyecto salv?fico y la realidad del dolor y del sufrimiento humano.

Los 150 a?os de las apariciones de Lourdes nos invitan a dirigir nuestra mirada hacia la Virgen Sant?sima, cuya Inmaculada Concepci?n constituye el don sublime y gratuito de Dios a una mujer, a fin de que adhiriese totalmente a los designios divinos con una fe firme e inquebrantable, no obstante las pruebas y los sufrimientos que habr?a tenido que afrontar. Por esta raz?n, Mar?a es modelo de abandono total a la voluntad de Dios: acogi? en su coraz?n el Verbo eterno y lo concibi? en su seno virginal; se fi? de Dios y, con el alma atravesada por la espada del dolor (cfr Lc 2,35), no vacil? en compartir la pasi?n de su Hijo renovando en el Calvario a los pies de la Cruz el ?s?? de la Anunciaci?n. Meditar sobre la Inmaculada Conepci?n de Mar?a es, pues, dejararse atraer por el ?s?? que la uni? admirablemente a la misi?n de Cristo, Redentor de la humanidad, y dejarse tomar y gu?ar de la mano por Ella, para pronunciar tambi?n nosotros el ?fiat? a la voluntad de Dios con toda nuestra existencia entretejida de gozos y tristezas, de esperanzas y desilusiones, con la convicci?n de que las pruebas, el dolor y el sufrimiento enriquecen de sentido nuestra peregrinaci?n en la tierra.

2. No se puede contemplar a Mar?a sin ser atraidos por Cristo y no se puede mirar a Cristo sin advertir de inmediato la presencia de Mar?a. Existe un v?nculo inseparable entre la Madre y el Hijo generado en su seno por obra del Esp?ritu Santo, y este v?nculo lo advertimos, de modo misterioso, en el Sacramento de la Eucarist?a, tal como lo han puesto de relieve los Padres de la Iglesia y los te?logos. ?La carne nacida de Mar?a, que viene del Esp?ritu Santo, es el pan que ha descendido del cielo?, afirma san Hilario de Poitiers, mientras que en el Sacramentario Bergomense del siglo IX leemos: ?Su seno ha hecho florecer un fruto, un pan que nos ha llenado de un don angelical. Mar?a ha restituido a la salvaci?n lo que Eva hab?a destruido con su culpa?. Del mismo modo, Pier Damiani observa: ?El cuerpo que la Beat?sima Virgen gener? y nutri? en su seno con cuidado materno, ese cuerpo digo, sin duda y no otro, ahora lo recibimos del sagrado altar, y bebemos la sangre como sacramento de nuestra redenci?n. Esto cree la fe cat?lica, esto ense?a fielmente la santa Iglesia?. El v?nculo de la Virgen Santa con su Hijo, Cordero inmolado que quita los pecados del mundo, se extiende a la Iglesia Cuerpo m?stico de Cristo. Mar?a - afirma el Siervo de Dios Juan Pablo II - es ?mujer eucar?stica? con toda su vida por lo que la Iglesia, contempl?ndola como su modelo ?est? llamada a imitarla tambi?n en su relaci?n con este Misterio sant?simo? (Enc. Ecclesia de Eucharistia, 53). En esta ?ptica se comprende a?n m?s porqu? en Lourdes al culto de la Beata Virgen Mar?a se une un fuerte y constante llamado a la Eucarist?a mediante celebraciones eucar?sticas cotidianas, con la adoraci?n del Sant?simo Sacramento y la bendici?n de los enfermos, que constituye uno de los momentos m?s fuertes cuando los peregrinos se detienen en la gruta de Massabielle.

La presencia en Lourdes de numerosos peregrinos enfermos y de voluntarios que los acompa?an nos ayuda a reflexionar sobre la solicitud materna y tierna que la Virgen manifiesta hacia el dolor y el sufrimiento del hombre. Asociada al Sacrificio de Cristo, Mar?a, Mater Dolorosa, que a los pies de la Cruz sufre con su Hijo divino, es sentida cercana especialmente por la comunidad cristiana que se reune alrededor de sus miembros que sufren, los mismos que llevan consigo los signos de la pasi?n del Se?or. Mar?a sufre con los que est?n en la prueba, con ellos espera y es su consuelo sosteni?ndolos con su ayuda materna. ?No es quiz? verdad que la experiencia espiritual de muchos enfermos anima a comprender cada vez m?s que ?el divino Redentor quiere penetrar en el ?nimo de todo paciente a trav?s del coraz?n de su Madre Sant?sima, primicia y v?rtice de todos los redimidos?? (Juan Pablo II, Carta. ap. Salvifici doloris, 26).

3. Si Lourdes nos lleva a meditar en el amor materno de la Virgen Inmaculada por sus hijos enfermos y los que sufren, el pr?ximo Congreso Eucar?stico Internacional ser? ocasi?n para adorar a Jesucristo presente en el Sacramento del altar, a El confiarnos como Esperanza que no defrauda, El acoge como medicamento de la inmortalidad que sana el f?sico y el esp?ritu. Jesucristo ha redimido el mundo con su sufrimiento, con su muerte y resurrecci?n y ha querido permanecer con nosotros como ?pan de la vida? en nuestra peregrinaci?n terrena. ?La Eucarist?a don de Dios para la vida del mundo?: este es el tema del Congreso Eucar?stico y subraya que la Eucarist?a es el don que el Padre hace al mundo de su Hijo unig?nito, encarnado y crucificado. Es El que nos reune alrededor de la mesa eucar?stica, suscitando en sus disc?pulos una amorosa solicitud por los que sufren y los enfermos, en los cuales la comunidad cristiana reconoce el rostro de su Se?or. Como he manifestado en la Exhortaci?n apost?lica post-sinodal Sacramentum caritatis, ?nuestras comunidades, cuando celebran la Eucarist?a, han de ser cada vez m?s conscientes de que el sacrificio de Cristo es para todos y que, por eso, la Eucarist?a impulsa a todo el que cree en ?l a hacerse ?pan partido' para los dem?s? (n. 88). De este modo estamos animados a comprometernos en primera persona para servir a los hermanos, especialmente a los que se encuentran en dificultad, ya que la vocaci?n de cada cristiano es ser realmente, con Jes?s, pan partido por la vida del mundo.

4. Por consiguiente, es claro que precisamente de la Eucarist?a la pastoral de la salud debe obtener la fuerza espiritual que necesita para socorrer eficazmente al hombre y ayudarlo a comprender el valor salv?fico de su sufrimiento. Como escribi? el Siervo de Dios Juan Pablo II en la Carta apost?lica Salvifici doloris, la Iglesia ve en los hermanos y en las hermanas que sufren como un sujeto m?ltiple de la fuerza sobrenatural de Cristo (cfr n. 27). Unido misteriosamente a Cristo, el hombre que sufre con amor y se abandona d?cilmente a la voluntad divina se convierte en ofrenda viviente por la salvaci?n del mundo. Mi amado Predecesor afirmaba tambi?n que ?cuanto m?s se siente amenazado por el pecado, cuanto m?s pesadas son las estructuras del pecado que lleva en s? el mundo de hoy, tanto m?s grande es la elocuencia que posee en s? el sufrimiento humano. Y tanto m?s la Iglesia siente la necesidad de recurrir al valor de los sufrimientos humanos para la salvaci?n del mundo? (ibid.). Por tanto, si en Quebec se contempla el misterio de la Eucarist?a don de Dios para la vida del mundo, en la Jornada Mundial del Enfermo, en un ideal paralelismo espiritual, no s?lo se celebra la efectiva participaci?n del sufrimiento humano en la obra salv?fica de Dios, sino en cierto sentido se pueden gozar los preciosos frutos prometidos a los que creen. De modo que el dolor, acogido con fe, se convierte en la puerta para entrar en el misterio del sufrimiento redentor de Jes?s y para llegar con El a la paz y a la felicidad de su Resurrecci?n.

5. Al mismo tiempo que dirijo mi saludo cordial a todos los enfermos y a los que de muchos modos se ocupan de ellos, invito a las comunidades diocesanas y parroquiales a celebrar la pr?xima Jornada Mundial del Enfermo valorando plenamente la feliz coincidencia entre el 150? aniversario de las apariciones de Nuestra Se?ora en Lourdes y el Congreso Eucar?stico Internacional. Sea una ocasi?n para subrayar la importancia de la santa Misa, de la Adoraci?n eucar?stica y del culto de la Eucarist?a, de modo que las Capillas en los Centros sanitarios se conviertan en el coraz?n pulsante en el que Jes?s se ofrece incesantemente al Padre por la vida de la humanidad. Tambi?n la distribuci?n de la Eucarist?a a los enfermos, hecha con decoro y esp?ritu de oraci?n, es una verdadera consolaci?n para el que sufre por las aflicciones de toda enfermedad.

La pr?xima Jornada Mundial del Enfermo constituya tambi?n una circunstancia propicia para invocar de modo especial la protecci?n materna de Mar?a a los que est?n probados por la enfermedad, a los agentes sanitarios y a los agentes de la pastoral sanitaria. Pienso de modo especial en los sacerdotes comprometidos en este campo, en las religiosas y en los religiosos, en los voluntarios y en todos los que con eficaz entrega sirven, en el cuerpo y en el alma, a los enfermos y a los necesitados. Conf?o todos a Mar?a, Madre de Dios y Madre nuestra, Inmaculada Concepci?n. Ella ayude para que cada uno atestigue que la ?nica respuesta v?lida al dolor y al sufrimiento humano es Cristo que, resucitando ha vencido la muerte y nos ha donado la vida que no conoce t?rmino. Con estos sentimientos, de coraz?n imparto a todos una especial Bendici?n Apost?lica.

Desde el Vaticano, 11 de enero de 2008.

Benedictus PP. XVI

[Traducci?n del original italiano por el Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud

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Lunes, 21 de enero de 2008
El Arzobispo de Oaxaca, Mons. Jos? Luis Ch?vez Botello, pide que en el 2008 se de un gran impulso a la devoci?n mariana: ?Una evangelizaci?n sin Mar?a no es aut?ntica?

La Sant?sima Virgen, un pilar para la Evangelizaci?n
Antequera-Oaxaca



A todos los sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos de la Arquidi?cesis:

Queremos dar un paso cualitativo en la manera de vivir la fe en todas las familias y comunidades de nuestra Arquidi?cesis. Estamos convencidos de que el amor a la Sant?sima Virgen es pilar de una evangelizaci?n s?lida y del aumento de vocaciones; Ella tambi?n es camino seguro para la fidelidad a la vocaci?n recibida. Por esto hemos juzgado necesario dar un gran impulso a su devoci?n este a?o 2008.

La historia nos muestra que los pasos cualitativos en la vida cristiana se dan cuando hombres y mujeres de fe ponen sus proyectos y sus vidas en manos de Mar?a; basta recordar a San Francisco de As?s, a Santo Domingo de Guzm?n y al Papa Juan Pablo II entre tantos.

Cuando se promueve y se fortalece la verdadera devoci?n a la Sant?sima Virgen, entonces se multiplican los lugares de fe y de experiencia de Dios, entonces los creyentes y las comunidades se ponen en movimiento y van mostrando entrega, servicio, fidelidad, entusiasmo y creatividad. Mar?a nos ense?a a decir s? a Dios asumiendo con responsabilidad y entrega la misi?n confiada.

Santo Tomas de Aquino dice que ?La devoci?n es una voluntad pronta para entregarse a todo lo que pertenece al servicio de Dios?, por lo mismo, la verdadera devoci?n a la Sant?sima Virgen nos abre m?s a Dios y a los dem?s; no debilita el culto a Dios sino que lo favorece e impulsa, no nos aparta de los dem?s sino que nos relaciona y nos pone a su servicio procurando tambi?n el bien de la sociedad; donde est? Mar?a all? se fortalece la fe y se experimenta la cercan?a y la ternura de Dios. All? est? el testimonio de nuestros santuarios marianos.

?C?mo impulsar esta devoci?n y amor a la Sant?sima Virgen?. Se?alamos algunas acciones con la esperanza de que pronto lleguen a ser comunes en todas nuestras parroquias y comunidades.

1 ? Realizar la visita de las im?genes peregrinas de Ntra. Sra. de la Soledad y de la Inmaculada de Juquila a todas las parroquias de la Arquidi?cesis. La visita ser?a de cuatro d?as m?ximo en cada parroquia, as? se da la posibilidad de que visite otras comunidades adem?s de la sede parroquial. Las dos im?genes peregrinas saldr?n de Catedral el domingo 30 de Marzo despu?s de la misa de 12:00 horas; cada imagen visitar? diferentes parroquias y regresaran all? mismo el domingo 30 de Noviembre al terminar su recorrido.

Tanto el env?o-despedida como la recepci?n de las dos im?genes peregrinas se realizar? en una celebraci?n solemne presidida por el Obispo.

El Vicario General, con un equipo designado, propondr? el calendario de visita de estas im?genes peregrinas a todas las parroquias y se publicar? una vez acordada la fecha con los p?rrocos. Con oportunidad se se?alar?n algunos criterios, catequesis previas que preparen y acompa?en la visita, algunas sugerencias pr?cticas de organizaci?n y log?stica.

2 ? Promover y fortalecer en todos los templos de la Arquidi?cesis las devociones marianas: el rezo diario del Rosario, el ?ngelus a las 12:00 horas y el canto de la Salve los s?bados; donde se celebre la Eucarist?a diariamente por la tarde, r?cese el santo rosario media hora antes o despu?s de la misa pero no se suprima. Es importante el signo de ?llamar? con las campanas para estos actos; el sonido de las campanas debe invitarnos a pensar en Dios.

3 ? Promover la entronizaci?n en los hogares de la imagen de la Sant?sima Virgen m?s venerada por la familia. Ser? indispensable la catequesis previa sobre qu? es la entronizaci?n de una imagen de la Sant?sima Virgen, el sentido y el compromiso que comporta. Es conveniente que la entronizaci?n de la imagen se realice en ambiente de oraci?n, por barrios, colonias o comunidades con la presencia de la familia y del sacerdote que la entroniza.

Como compromisos indispensables de la entronizaci?n se?alamos: 1) ? La oraci?n del rosario en familia al menos un d?a por semana, 2) - Participar en la catequesis o instrucci?n semanal, 3) ? Participar en la Misa Dominical o Celebraci?n de la Palabra donde no se tenga la celebraci?n de la Eucarist?a.

Nunca olvidemos que evangelizar sin la Sant?sima Virgen es presentar el Evangelio a medias; una evangelizaci?n sin Mar?a no es aut?ntica; quien separa a la Sant?sima Virgen de Jesucristo mutila y vac?a el mensaje del Evangelio.

Queremos as? asumir, acompa?ar, fundamentar y fortalecer la rica religiosidad popular de nuestros pueblos; as? queremos prepararnos para el d?a 18 de Enero del 2009 en que celebraremos los 100 a?os de la Coronaci?n Pontificia de Nuestra Se?ora de la Soledad. Queremos ofrecerle una corona de piedad s?lida con una fe m?s cimentada en la catequesis, fortalecida por los sacramentos y proyectada en la caridad, sobre todo en nuestro proceso de planificaci?n pastoral. Iremos as? cincelando y engarzando esta corona durante el a?o 2008 para nuestra Patrona de Oaxaca, para la Madre de Dios y Madre nuestra.

Convoco a todos los cat?licos de la Arquidi?cesis, especialmente a los j?venes y a los padres de familia a impulsar, con la Sant?sima Virgen, la vida cristiana en todos los hogares, pueblos y comunidades. Pido que esta Carta Circular se lea en las misas del domingo siguiente a su recibo, se difunda y se coloque en el tablero de avisos de todos los templos.

Con mi oraci?n y bendici?n para todos.


+ Jos? Luis Ch?vez Botello.
Arzobispo de Antequera-Oaxaca

Pbro. Francisco Reyes Ochoa.
Secretario Canciller.

Publicado por verdenaranja @ 23:23  | Hablan los obispos
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ZENIT publica la intervenci?n de Benedicto XVI antes y despu?s de rezar la oraci?n mariana del ?ngelus a mediod?a del domingo, 20 de Enero de 2008, junto a unos 200.000 peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano.


Queridos hermanos y hermanas:

Hace dos d?as hemos comenzado la Semana de Oraci?n por la Unidad de los Cristianos, en la que cat?licos, ortodoxos, anglicanos y protestantes, conscientes de que sus divisiones constituyen un obst?culo a la acogida del Evangelio, imploran juntos del Se?or, de manera todav?a m?s intensa, el don de la plena comuni?n. Esta iniciativa providencial naci? hace cien a?os, cuando el padre Paul Wattson comenz? el ?Octavario? de oraci?n por la unidad de los disc?pulos de Cristo.

Por este motivo, hoy est?n presentes en la plaza de San Pedro los hijos e hijas espirituales del padre Wattson, los hermanos y hermanas del Atonement, a quienes saludo cordialmente y a quienes aliento a continuar en su entrega especial a la causa de la unidad.

Todos tenemos el deber de rezar y trabajar por la superaci?n de toda divisi?n entre los cristianos, respondiendo al anhelo de Cristo ?Ut unum sint? [?Que sean uno?, ndt.]. La oraci?n, la conversi?n del coraz?n, la intensificaci?n de los v?nculos de comuni?n constituyen la esencia de este movimiento espiritual, que esperamos pueda llevar pronto a los disc?pulos de Cristo a la com?n celebraci?n de la Eucarist?a, manifestaci?n de su plena unidad.

El tema b?blico de este a?o est? lleno de significado: ?No ces?is de orar? (1 Tesalonicenses 5,17). San Pablo se dirige a la comunidad de Tesal?nica, que en su interior experimentaba conflictos, para recordar con fuerza algunas actitudes fundamentales, entre las que destaca precisamente la oraci?n incesante. Con esta invitaci?n, quiere dar a entender que de la nueva vida en Cristo y en el Esp?ritu Santo procede la capacidad de superar todo ego?smo, de vivir juntos en paz y en armon?a fraterna, de cargar con disponibilidad el peso y los sufrimientos de los dem?s.

?No tenemos que cansarnos nunca de rezar por la unidad de los cristianos! Cuando Jes?s, durante la ?ltima Cena, rez? para que todos ?sean uno?, ten?a un fin preciso: ?para que el mundo crea? (Juan 17, 21). La misi?n evangelizadora de la Iglesia pasa por tanto por el camino ecum?nico, el camino de la unidad de fe, del testimonio evang?lico y de la aut?ntica fraternidad.

Al igual que todos los a?os, el pr?ximo viernes, 25 de enero, ir? a la Bas?lica de San Pablo Extramuros para clausurar, con las V?speras solemnes, la Semana de Oraci?n por la Unidad de los Cristianos. Invito a los romanos y a los peregrinos a unirse a m? y a los cristianos de las iglesias y comunidades eclesiales que participar?n en la celebraci?n para invocar de Dios el don precioso de la reconciliaci?n entre todos los bautizados.

Que la santa Madre de Dios, de la que hoy se recuerda la aparici?n a Alfonso Ratisbonne en la iglesia de san Andr?s delle Fratte, alcance del Se?or para todos su disc?pulos la abundancia del Esp?ritu Santo, de manera que juntos podamos alcanzar la perfecta unidad y ofrecer el testimonio de fe y de vida del que tiene urgente necesidad el mundo.

[Despu?s del ?ngelus, el Papa intervino en varios idiomas. En italiano dijo:]

Deseo, ante todo, saludar a los j?venes universitarios, a los profesores y a todos vosotros que hab?is venido hoy, tan numerosos, a la plaza de San Pedro para participar en la oraci?n del ?ngelus y para expresarme vuestra solidaridad. Dirijo tambi?n un saludo a muchos otros que se unen a nosotros espiritualmente. Os doy las gracias de coraz?n, queridos amigos; doy las gracias al cardenal vicario que ha sido promotor de este momento de encuentro.

Como sab?is, hab?a acogido con gusto la gentil invitaci?n que se me hab?a dirigido para intervenir el jueves pasado en la inauguraci?n del a?o acad?mico de ?La Sapienza?, universidad de Roma. Conozco bien este centro universitario, tengo estima por ?l y afecto por sus estudiantes: cada a?o, en varias ocasiones, muchos de ellos vienen a verme, junto a colegas de otras universidades.

Por desgracia, como es sabido, el clima que se hab?a creado ha hecho inoportuna mi presencia en la ceremonia. A pesar m?o, desist? de acudir a la invitaci?n, pero de todos modos he querido enviar el texto que hab?a preparado para esa ocasi?n. Con el ambiente universitario, que durante largos a?os fue mi mundo, me unen el amor por la b?squeda de la verdad, por el di?logo franco y respetuoso de las rec?procas posiciones. Todo esto tambi?n forma parte de la misi?n de la Iglesia, comprometida a seguir fielmente a Jes?s, Maestro de vida, de verdad y de amor. Como profesor por as? decir em?rito, que ha conocido a tantos estudiantes en su vida, os aliento a todos, queridos universitarios, a respetar siempre las opiniones de los dem?s y a buscar, con esp?ritu libre y responsable, la verdad y el bien. A todos y a cada uno renuevo mi gratitud, asegurando mi afecto y oraci?n.

Saludo ahora a los responsables, dirigentes, profesores, padres y alumnos de las escuelas cat?licas, reunidos con motivo de la jornada de la escuela cat?lica, que celebra hoy la di?cesis de Roma. En la educaci?n en la fe de los muchachos y de los j?venes, una tarea importante es encomendada tambi?n a la escuela cat?lica: os aliento, por tanto, a seguir con vuestro trabajo que pone al Evangelio en el centro, con un proyecto educativo que busca la formaci?n integral de la persona humana. A pesar de las dificultades que encontr?is, seguid por tanto con valent?a y confianza en vuestra misi?n, cultivando una constante pasi?n educativa y un generoso compromiso al servicio de las nuevas generaciones.

[En espa?ol dijo :]

Saludo a los peregrinos de lengua espa?ola, particularmente a los fieles de las parroquias de san Pablo y san Juan Bautista de Archena, Murcia. En esta semana de oraci?n por la unidad de los cristianos, invito a todos a intensificar las plegarias para obtener el don de la plena comuni?n de cuantos creen en Cristo. ? Feliz domingo!

[Traducci?n del original italiano por Jes?s Colina

? Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]

Publicado por verdenaranja @ 23:13  | Habla el Papa
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En el contexto de la cancelada visita del Papa Benedicto XVI a la Universidad ?La Sapienza? de Roma, ZENIT ofrece a sus lectores el art?culo ?La caridad intelectual de Joseph Ratzinger?, publicado por el padre Jes?s Villagrasa L.C. en ?Ecclesia. Revista de cultura cat?lica? del Ateneo Pontificio ?Regina Apostolorum?.


La dimensi?n p?blica del ministerio pontificio ha mostrado al mundo la verdadera personalidad de Joseph Ratzinger: amable, cordial y bondadoso, atento y acogedor, honesto y sin intrigas. En raz?n de su cargo de Prefecto de la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe (CDF), los medios de comunicaci?n lo hab?an presentado como inquisidor retr?grado, dogm?tico inflexible, azote de te?logos innovadores, inhumano fan?tico de la ortodoxia. Nada m?s lejos de la realidad. Posee una inteligencia privilegiada, aguda y anal?tica, de hondura germana y claridad latina, abierta como pocas. Presentamos una faceta de su rica personalidad: la caridad intelectual; primero, en unas constantes de su identidad espiritual expresadas en su lema y escudo episcopales y, despu?s, en las estaciones y ministerios de su variada biograf?a.

1. Identidad

Tres figuras llenan su escudo episcopal. La cabeza del moro coronado expresa la apertura de su coraz?n y ministerio a todo el mundo y ?la universalidad de la Iglesia, que no conoce ninguna distinci?n de raza ni de clase, porque todos nosotros "somos uno" en Cristo? (MV[1] 131). En su primer discurso como Papa, se dirigi? a todos los hombres, con sencillez y afecto, ?para asegurar que la Iglesia quiere seguir manteniendo con ellos un di?logo abierto y sincero, en busca del verdadero bien del hombre y de la sociedad?[2].

La concha representa la b?squeda de Dios (leyenda del ni?o y san Agust?n) y la peregrinaci?n a la patria celeste, nuestra morada estable. El te?logo busca conocer a Dios con una raz?n iluminada por la fe, con plena conciencia de que nunca alcanzar? la comprensi?n adecuada del insondable misterio divino. Ratzinger vive ?ya y todav?a no? en la presencia del Dios Totalmente-Otro que ha querido hacerse carne, recorrer los caminos de nuestra historia y ser adorado en el coraz?n de la Iglesia: la Eucarist?a. Su aguda y tenaz indagaci?n teol?gica, animada de estupor creyente, lo prepara y lo conduce a la adoraci?n. La concha le recuerda que la vida debe estar animada de b?squeda y adoraci?n constantes.

El oso con la carga al lomo remite a una leyenda de san Corbiniano (680-730), que Ratzinger interpreta a la luz del comentario de san Agust?n a los vers?culos 22 y 23 del salmo 72 (73): ?Ut iumentum factus sum apud te et ego semper tecum?. San Agust?n se ve?a como un iumentum o animal de tiro bajo el peso del servicio episcopal. Esta imagen, dice a su vez el obispo Ratzinger, ?representa mi destino personal?. Ambos hab?an elegido la vida de estudio y Dios los destin? a ?cargar? con las m?ltiples menudencias del ministerio pastoral. Y as?, como el instrumento en manos de su due?o, est? cerca de Dios. Ratzinger, por obediencia, acept? dejar la docencia universitaria y la investigaci?n teol?gica para servir a Cristo al frente de la arquidi?cesis de Munich y de la CDF. En tres ocasiones suplic? al Papa Juan Pablo II ser librado de esta carga y otras tantas acept? continuar su fatigoso camino. El programa de vida de un pastor est? plasmado en ese escudo: vivir con el coraz?n abierto a todos los hombres, como el peregrino que recorre tras las huellas del Buen Pastor los caminos del mundo hacia la casa del Padre, acompa?ando a sus hermanos y llevando el peso de la misi?n sin rendirse a la fatiga.

El lema episcopal ?Cooperadores de la verdad? expresa la continuidad entre el te?logo y el obispo, ?porque, con todas las diferencias que se quieran, se trataba y se trata siempre de lo mismo: seguir la verdad y ponerse a su servicio? (MV 130). La verdad que nos hace libres es Cristo, la Revelaci?n que Dios dirige a la inteligencia, a la voluntad y al coraz?n del hombre.

Ha querido ser uno m?s entre los cooperadores de la verdad, que en comuni?n con otros aporta a la Iglesia su carisma, experiencia y competencia teol?gica. En la medida que su ministerio episcopal se lo permit?a, ha intervenido en el debate de los grandes temas de nuestro tiempo: relaciones Iglesia-mundo e Iglesia- Estado, di?logo interreligioso, ?tica de las nuevas tecnolog?as, etc?tera. Por esta presencia p?blica, ya antes de ser elegido Papa, era reconocido como el intelectual m?s cualificado del catolicismo actual: la presencia de Ratzinger era reclamada cuando la Sorbona programaba un ciclo para analizar los dos mil ?ltimos a?os de historia, o cuando los fil?sofos laicos italianos, y en su nombre F. D'Arcais, quer?an dialogar con el pensamiento cat?lico, o cuando en Alemania se organizaba un di?logo p?blico con el fil?sofo de m?s notoriedad, J. Habermas[3].

En sus variadas formas de cooperaci?n, ?la voluntad de fondo, el servicio a la verdad, permanece a la base de todo?. Ese todo, como obispo, comportaba ?despachar correspondencia, leer actas, participar a reuniones, etc?tera, cosas muy normales?. Tuvo que renunciar a su deseo de participar m?s en el gran di?logo cultural de nuestro tiempo y de desarrollar su obra personal. ?Gran parte de lo que me habr?a interesado he tenido que dejarlo de lado para empe?arme a fondo en el servicio que se me ped?a, en las cosas m?s propias de mi cargo? (ST[4] 134-135). Su obediencia serena y pronta a los designios divinos lo hacen una persona libre y ecu?nime, pacificada, que vive las peque?as cosas de la vida y del trabajo con amor y que logra liberar la esencia de su vida cristiana de todo lo accidental y secundario, no anul?ndolo sino redimi?ndolo.

El servicio pastoral se concreta, tambi?n, en una ingrata forma de caridad intelectual: la correcci?n. Al hacerlo ha querido hacer patente que quer?a el bien de los hombres. Como te?logo o pastor, no ha temido encarar a renombrados te?logos y reaccionar con vigor cuando ciertas cr?ticas se dirig?an al n?cleo central de la doctrina. Se le ha escuchado decir: ?la Iglesia es de Dios y no un campo de experimentaci?n para los te?logos?, porque en el fondo se trata de reconocer que el te?logo no decide con sus razonamientos qu? es la Iglesia, sino que ha de creer firmemente que Dios quiere su Iglesia, y tratar de comprender qu? quiere Dios de ella para ponerse a su servicio (cf. ST 92-93).

Otra forma de servicio a la verdad y de caridad intelectual es su capacidad de autocr?tica: Ratzinger se pregunta si est? actuando y expres?ndose bien; reconoce abiertamente los propios l?mites y la competencia de los dem?s; agradece a Dios, sin falsa humildad, que otros lleven adelante cosas que ?l no logra hacer. ?Poco a poco, uno va conociendo los propios l?mites y haci?ndose m?s modesto. Descubre que s?lo puede aportar algo junto a otros; que adem?s de quienes reflexionan y tienen encomendados ministerios, deben existir otras personas carism?ticas que sepan encender la vida; que todo lo que puedo hacer s?lo tiene significado en un contexto m?s amplio y que, por lo tanto, la autocr?tica es importante? (ST 129-130). La autocr?tica lo ayuda a saberse un cooperador entre otros cooperatores veritatis.

Servir a la verdad es una liberaci?n, mientras que la renuncia a ella conduce a la dictadura de la arbitrariedad. ?Si el hombre no puede conocer la verdad, se degrada; si las cosas s?lo son el resultado de una decisi?n, particular o colectiva, el hombre se envilece? (ST 76). La verdad enaltece al hombre y, por la v?a de la humildad y la obediencia, lo conduce a la comuni?n con Dios y con los dem?s. En Ratzinger, la humilde pasi?n por la verdad est? animada por la caridad pastoral y no por mero intelectualismo acad?mico. As? lo reconoc?a Juan Pablo ii en la carta que le dirigi? con motivo de su 50? aniversario de sacerdocio.

El fin al que, desde los primeros a?os de sacerdocio, se ha dirigido es servir a la Verdad, tratando de conocerla siempre m?s a fondo y de darla a conocer siempre m?s ampliamente. Fue precisamente este anhelo pastoral, constantemente presente en su actividad acad?mica, lo que indujo al Papa Pablo vi de v. m. a elevarle a la dignidad episcopal (20-VI-2001).

Ratzinger ha visto ?la ra?z de todos los problemas pastorales? en ?la p?rdida de la capacidad de percepci?n de la verdad?[5], pues la ceguera ante la verdad no es ajena al mal uso de la libertad. Verdad, bien y libertad forman una trilog?a recurrente en sus escritos. ?El bien y la verdad son inseparables entre s?. Actuamos bien cuando el sentido de nuestra acci?n es congruente con el sentido de nuestro ser, es decir, cuando hallamos la verdad y la realizamos. En consecuencia, hacer el bien conduce necesariamente al conocimiento de la verdad. Quien no hace el bien, se ciega tambi?n a la verdad?[6].

Porque el bien es inseparable de la verdad, Ratzinger se ha pronunciado contra cierto moralismo que, prescindiendo de la verdad o subordin?ndola a una vida moral de cortos vuelos, degenera en un cristianismo miope al servicio de los intereses p?blicos o personales. La utilidad de la fe (que en realidad existe) no se produce cuando s?lo se la busca en funci?n de esta utilidad. ?La fuerza moral de la fe est? ligada a la verdad de nuestro encuentro con el Dios vivo. La grandeza que la fe cristiana llev? a las cuestiones sociales y pol?ticas del mundo naci? siempre del amor a Cristo, de la fuerza salvadora de su Pasi?n. All? donde el cristianismo se reduce a la moral, muere precisamente como fuerza moral?[7].

Ratzinger no un intelectual ?puro?; es un pastor inteligente, que habla un lenguaje que sus "ovejas" reconocen. Como profesor universitario se ha forjado en el serio y riguroso quehacer del pensar. Ha publicado muchas obras que una persona de cultura media puede comprender, sin necesidad de introducciones. La fuerza de su palabra depende m?s de su vigorosa espiritualidad, que de la ciencia teol?gica acumulada. Su excelente preparaci?n intelectual est? al servicio de una misi?n esencial de la Iglesia: proponer la fe, clarificarla y defenderla. Hace la apolog?a (aducir razones en defensa de la fe) que requieren nuestros tiempos: la exposici?n inteligente de los misterios de la fe, adaptada al lenguaje de su tiempo[8], con perspicuitas, lenitas, fiducia, prudentia: claridad, afabilidad, confianza y prudencia (cf. Pablo vi, Ecclesiam suam, 38). No hay en ?l vana ret?rica porque est? convencido de que la elocuencia del ministro del Evangelio depende de la resonancia que la palabra de Dios tiene en el interior de su alma (cf. ST 294).

Como servidor de la verdad ha buscado ?liberar de incrustaciones el verdadero n?cleo de la fe para darle energ?a y dinamismo. Esta intenci?n o impulso es una constante en mi vida? (ST 91). Por su voluntad de servicio a la verdad, no pretende otra ?originalidad? que la de nutrirse en las fuentes originarias de la revelaci?n. Esta originalidad anima y da frescura a una teolog?a viva, capaz de dialogar con el hombre de hoy.

No he tratado de crear un sistema propio o una particular teolog?a. Quiz? lo espec?fico de mi trabajo podr?a consistir en que me propongo pensar con la fe de la Iglesia y eso significa sobre todo pensar junto con los grandes pensadores de la fe [...]. Mi teolog?a tiene cierto car?cter b?blico y tambi?n un car?cter que le deriva de los Padres, [...] trato de subrayar los aspectos m?s relevantes del pensamiento del pasado y, a la vez, de entablar un di?logo con el pensamiento contempor?neo (ST 74-75).

Ratzinger, como buen intelectual, ama los libros, pero mucho m?s a las personas. Es capaz de una abnegaci?n cotidiana tenaz, nunca llamativa, a favor del bien de la persona y de la comunidad. Personas, ideas y libros: ?ste ser?a el orden de prioridad en su vida. La verdad cristiana es una persona: Jesucristo y se resume en el amor a Dios y a los hermanos. La verdad cristiana ha de ser "hecha" en el amor. Al final de la vida, lo ?nico que queda son las personas, su alma inmortal, y lo que se haya sembrado en ellas: ?el amor, el conocimiento; el gesto capaz de tocar el coraz?n; la palabra que abre el alma a la alegr?a del Se?or? (Misa pro eligendo Pontifice 18-IV-2005). Su servicio a la verdad, como te?logo y pastor, es personal; proclamar la ?persona? de Cristo, la Verdad que salva a sus hermanos. Cristo es, para Ratzinger, la persona conocida, amada, seguida, anunciada, adorada. No un mero maestro de sana doctrina. El cristianismo no es una teor?a; es el seguimiento amoroso de una Persona, de Otro que lleva la iniciativa y es Se?or de la Historia.

2. Caridad intelectual en las etapas de su vida

Or?genes. Ratzinger ama el catolicismo encarnado en aquellas personas de su Baviera natal y representado en la figura del humilde y bondadoso san Conrado de Parzham (1818-1894). Aquella gente estaba convencida de que una vida guiada por la fe logra la realizaci?n de sus m?s bellas posibilidades: una santidad sin aspavientos, sencilla, hecha de fe recia, esperanza serena y caridad operante. Como profesor y obispo, ha preferido salir en defensa de la fe de los sencillos y no se ha mostrado complaciente con la arrogancia de algunos te?logos o con la fe ?aburguesada? de las sociedades opulentas. Se pone del lado de quien no puede defenderse y podr?a verse privado de la fe que sostiene su vida. Le hubiera agradado servir como sacerdote a la sencilla gente de su tierra, pero la Providencia lo ha llevado por otros rumbos que le han descubierto el drama de la pobreza m?s radical: la pobreza de un mundo incr?dulo, incapaz de alegrarse, atenazada por el tedio y el sinsentido. La nueva evangelizaci?n no puede olvidar a estos pobres necesitados de luz[9].

La escuela. Al llegar a Traunstein, Ratzinger ingresa en el ?bachillerato human?stico?. No le pasan desapercibidos los cambios introducidos en los programas por las autoridades nacional-socialistas, ni su intenci?n manipuladora. ?Rememo?rando aquellos a?os de estudio, encuentro que la formaci?n cultural basada en el esp?ritu de la antig?edad griega y lati?na creaba una actitud espiritual que se opon?a a la seduc?ci?n ejercida por la ideolog?a totalitaria? (MV 37). Las dictaduras tratan de limitar los estudios human?sticos que favorecen la formaci?n del sentido cr?tico y la independencia de juicio; se esfuerzan por presentar este proceso como una ?liberaci?n?[10]. Por amor a sus hermanos, Ratzinger ha consagrado su vida a conocer y predicar la Verdad que libera. Joseph entr? al seminario menor a la edad de 12 a?os. Su ?primera? vocaci?n hab?a sido la ense?anza, pues desde muy temprana edad deseaba transmitir sus conocimientos (cf. ST 60). Este primer deseo se concili? bien con la idea de ser sacerdote.

Estudios para el sacerdocio. Ratzinger curs? los estudios filos?ficos en el seminario de Frisinga donde reinaba un ambiente de gran compa?erismo, entusiasmo y vivacidad intelectual. En el coraz?n de los seminaristas surg?an muchas cuestiones relacionadas con la terrible guerra que acababan de vivir. Quer?an ?servir a Cristo en su Iglesia por un tiempo nuevo y mejor, por una Alemania mejor, por un mundo mejor? (MV 54). Pidi? estudiar la teolog?a en la Universidad de Munich para penetrar m?s profundamente en el debate cultural del propio tiempo y prepararse para, eventualmente, dedicarse por completo a la teolog?a cient?fica. La figura de san Agust?n lo fascin? entonces por la frescura y vitalidad de su pensamiento y estilo teol?gicos y, m?s tarde, por ser un te?logo comprometido a fondo en sus deberes pastorales (cf. ST 68).

Expresi?n de caridad intelectual es reconocer la competencia de sus profesores y agradecer el ejemplo y la ciencia que le comunicaron. En Mi vida, los m?ritos de cada uno resaltan sobre sus comprensibles l?mites humanos, que Ratzinger no esconde. Al anotar algunos l?mites o errores de su ense?anza, Ratzinger no se detiene en la denuncia, sino que trata de encontrar los g?rmenes de verdad que hay en cualquier autor (cf. MV 64). De Gottlieb S?hngen aprendi? a pensar a partir de las fuen?tes mismas, a no contentarse con una suerte de positivismo teol?gico y a plantear con rigor la cuesti?n de la verdad y la actualidad de lo cre?do (cf. MV 68).

Coadjutor parroquial. En su primer a?o de sacerdote ejerci? la caridad intelectual en formas sencillas. Impart?a diecis?is horas semanales de religi?n en la escuela a ni?os de seis cursos diferentes. Disfrutaba haci?ndoles comprensible el universo de los abstractos conceptos teol?gicos (cf. ST 72). Aunque anhelaba dedicarse a la ense?anza universitaria, le cost? regresar a las aulas porque supon?a romper las relaciones pastorales que hab?an nacido durante ese a?o (MV 77). Mientras trabajaba en la tesis de habilitaci?n, en el verano de 1954, fue invitado a impartir un curso de dogm?tica en el seminario. Hubiera preferido concentrarse en la tesis pero, con caridad intelectual, acept?. La entusiasta participaci?n de los estudiantes lo sostuvo en el doble trabajo del curso y de la tesis (cf. MV 81). Tras serias dificultades con su director de tesis, Michael Schmaus, en 1957 pudo defender su tesis con ?xito. Despu?s de lo vivido, Ratzinger se hizo el prop?sito de no consentir f?cilmente la recusaci?n de tesis doctorales o de habilitaci?n a la libre docencia y de tomar partido por el m?s d?bil, siempre que le asistiera la raz?n. Llegado el momento, este prop?sito pesar? en su decisi?n de trasladarse de la Universidad de Bonn a la de M?nster.

Caridad intelectual es la fatiga oculta del estudiante y del profesor. Los a?os de duro estudio forjaron en ?l las cualidades del buen te?logo eclesial: rigor cient?fico, alma creyente, voluntad de buscar y proclamar la verdad; sensibilidad hist?rica, intuici?n de lo esencial, capacidad de s?ntesis, b?squeda de los datos, precisi?n en la definici?n de los t?rminos, claridad y coherencia en la exposici?n sistem?tica.

Docencia universitaria. El ministerio sacerdotal de J. Ratzinger como profesor de teolog?a dur? 25 a?os, hasta su nombramiento episcopal: primero en la Escuela superior de filosof?a y teolog?a de Frisinga (1952-1959); despu?s en las universidades de Munich (1957-1959), Bonn (1959-1963), M?nster (1963-1966), Tubinga (1966-1969) y Ratisbona (1969-1977).

En Bonn madur? una relaci?n franca y cordial con sus alumnos. Los estudiantes lo admiraban porque era muy joven, no se limitaba a repetir los manuales e intentaba poner en relaci?n lo que ense?aba con el presente (cf. ST 73). Con un grupo de entusiastas estudiantes, que inicialmente se form? de modo espont?neo, sostuvo coloquios regulares hasta el a?o 1993. Trataba de comunicar a los doctorandos su rigor y apertura intelectual: les ense?aba a detectar los puntos d?biles de una argumentaci?n, a trabajar en equipo y a debatir. ?Sab?amos que en las cr?ticas mutuas no nos mov?a ninguna intenci?n negativa, sino que quer?amos ayudarnos, debatiendo los temas anal?ticamente? (ST 74). En grupo, adem?s, visitaban grandes personalidades: Y. Congar, K. Barth, K. Rahner. La caridad intelectual del profesor se expresa tambi?n en la relaci?n con los colegas. En Bonn conoci? a Paul Hacker, un gran experto en lenguas, menospreciado por la comunidad acad?mica, a quien Ratzinger estimaba por su indiscutible competencia (cf. MV 94).

Ratzinger y el Concilio Vaticano ii. Como consejero teol?gico del cardenal Frings, en la primera sesi?n, y despu?s como perito conciliar, Ratzinger asumi? la fatiga de clarificar cuestiones debatidas por los padres conciliares, en particular el problema de la relaci?n entre Escritura, Tradici?n y Magisterio, planteado a la luz de un presunto descubrimiento de J.R. Geiselmann. Ratzinger, antes de que la ?propaganda conciliar? sacara de quicio las consecuencias de la tesis de Geiselmann y afirmara que la ex?gesis deb?a ser la ?ltima instancia en la Iglesia, estudi? minuciosamente las actas de Trento y constat? que el paso que Geiselmann consideraba de importancia central no era sino un insignificante aspecto secundario en el debate de Trento (cf. MV 104). M?s tarde, expresi?n de caridad intelectual fue su esfuerzo por una correcta recepci?n del Concilio. A los pocos a?os de su conclusi?n, Ratzinger comenz? a hablar de un ?falso esp?ritu conciliar? (Konzils-Ungeist) y a hacer un balance bastante negativo de su recepci?n. Frente a las posiciones con?trapuestas de progresistas y conservadores, Ratzinger ha subrayado la rigurosa continuidad del concilio Vaticano ii con los concilios anteriores, de los que re?coge literalmente su doctrina en puntos decisivos. Ratzinger se ha entregado a la defensa de la verdadera interpretaci?n del Concilio y a la salvaguarda de la unidad y continuidad de la Iglesia. Por permanecer fiel a s? mismo y al Concilio, fue considerado ?progresista? durante el Concilio y tildado, despu?s, de ?conservador?.

M?s docencia universitaria. Ratzinger vivi? el Concilio entre M?nster y Roma. En 1966 recomenz? a dar clases en Tubinga. El ambiente universitario aparec?a cada vez m?s agitado y oscuro. En 1968, cambi? el ?paradigma? cultural y teol?gico del existencialismo al marxismo; la facultad de teolog?a era el centro ideol?gi?co del marxismo universitario. Ratzinger, que en su curso de cristolo?g?a de 1966-1967 hab?a intentado reaccionar a la reducci?n existencialista del cristianismo, ahora no sab?a c?mo reaccionar ante la destrucci?n de la teolog?a que ten?a lugar a trav?s de la instrumentalizaci?n pol?tica marxista. Esta destrucci?n ?era incomparablemente m?s radical? porque se basaba sobre una mentira y un abuso de la Iglesia y de la fe (cf. MV 114). Su estancia en Tubinga fue corta en a?os pero intensa en experiencias que lo iban preparando para ministerios futuros.

En 1969, Ratzinger comienza a ense?ar en Ratisbona, donde no faltaban las pol?micas, pero ?hab?a un respeto rec?proco de fondo que es muy importan?te para que un trabajo sea fruct?fero? (MV 118). Durante este per?odo de intensa actividad cient?fica, colabor? con la Conferencia Episcopal Alemana y la Comisi?n Teol?gica Internacional, y se fragu? su separaci?n de la revista Concilium y la fundaci?n de la revista Communio. En los serenos y fecundos a?os de Ratisbona, Ratzinger experiment? la satisfacci?n de aportar algo nuevo a la teolog?a. Cuando en el a?o 1977 todo parec?a asentarse, su vida dio un vuelco. En un intervalo de tres meses, Pablo vi lo nombr? arzobispo y cardenal.

Arzobispo de Munich y Frisinga. Por sentido de responsabilidad, dud? antes de aceptar el nombramiento. Se ve?a sin experiencia pastoral y pensaba que, finalmente, hab?a llegado el momento en el que su obra podr?a aportar algo al conjunto de la reflexi?n teol?gica. Acept? porque comprendi? que en la situaci?n extraordinaria que viv?a la Iglesia, tambi?n los te?logos deb?an estar dispuestos a asumir el ministerio episcopal. En su ministerio conjug? armoniosamente la seriedad en afrontar los problemas y la serenidad de la fe que descubre la belleza de Dios y de la existencia humana.

Prefecto de la CDF. El 25 de noviembre de 1981, Juan Pablo ii lo nombr? Prefecto de la CDF. En raz?n de este cargo, presidi? la Pontificia Comisi?n B?blica y la Comisi?n Teol?gica Internacional y pudo reforzar sus contactos con los te?logos. La CDF promueve la fe favoreciendo el di?logo entre los te?logos del mundo, alentando las corrientes positivas y ayudando a enderezarse a las otras. Defiende la fe ayudando a distinguir los aut?nticos progresos teol?gicos de otras novedades que implican una p?rdida de la identidad de la fe cat?lica.

Caridad intelectual es afrontar los problemas y buscar su soluci?n por la v?a del di?logo. La tarea ha sido dif?cil pues en ese per?odo abundaban las tergiversaciones o negaciones de la fe que a ?l compet?a promover, exponer y defender. ?La funci?n de un cirujano que opera a un hombre enfermo para sanarle no es grata si el que padece la enfermedad no la reconoce. Por ello quiz? su primera funci?n tenga que ser esclarecerle los hechos y procesos que padece, que de no ser frenados o extirpados a tiempo acabar?an con su vida. ?sa fue la tarea de Ratzinger al frente del dicasterio?[11].

El servicio de clarificar la fe cat?lica es m?s hermoso que el de se?alar errores, pero este tampoco es un deshonor. San Jer?nimo hac?a este elogio de san Agust?n: ?Has creado una expresi?n nueva al cristianismo en la cultura romana, y lo que es m?s: te detestan todos los herejes?. El cardenal Ratzinger quiz? se haya consolado con ese pensamiento cuando tuvo que intervenir en algunos ?casos sonados?, que dieron origen a la publicaci?n de notificaciones sobre algunas obras de conocidos te?logos.

En la medida que sus responsabilidades se lo permit?an, Ratzinger intervino como un te?logo m?s en el debate teol?gico y cultural del propio tiempo. De este modo, los te?logos y los obispos pudieron conocer mejor los procesos, motivos y razones que orientaban las decisiones que como prefecto deb?a tomar y que, en ocasiones, el Santo Padre confirmaba con su autoridad. Al pronunciarse como te?logo, se expon?a al fuego de la cr?tica teol?gica y pod?a perfilar mejor su pensamiento en aquellos puntos en los que estaba buscando mayor claridad. Todo ello redundaba en beneficio de su tarea, como prefecto, de explicar con t?rminos claros y precisos la doctrina de la Iglesia universal.

Ejercicio de caridad intelectual es saberse limitar a las prioridades y no dedicarse a satisfacer los propios intereses. En una carta a un amigo, un mes antes de su elecci?n papal, escrib?a: ?Hace ya dos a?os que he decidido abandonar totalmente mi actividad de conferenciante, para poder cumplir aqu? debidamente mis deberes; finalmente la edad reduce la capacidad de trabajar y aqu? las tareas son cada d?a mayores?[12].

Caridad intelectual es afrontar las tareas ingratas y dif?ciles con esp?ritu elevado y modo gentil. No fue autoritario ni quiso serlo. En la CDF favoreci? el modo de trabajar colegial. Cuid? el di?logo a todos los niveles para resolver los asuntos sin recurrir a sanciones. En su misi?n de corregir, quiso defender a los m?s d?biles sin da?ar gratuitamente a nadie y se esforz? por mejorar el ordenamiento jur?dico de la CDF para encontrar el justo equilibrio entre los derechos del individuo y el bien de la comunidad (cf. ST 102).

La seriedad de su forma de trabajar es proverbial, sobre todo cuando tiene entre manos asuntos que requieren un estudio profundo. Se manten?a abierto a la cr?tica y a la colaboraci?n, pero no renunciaba a intervenir cuando era necesario, aunque las medidas fueran impopulares, y siempre en modo correcto, respetando los derechos de las personas y las normas del derecho eclesi?stico (cf. ST 112).

Caridad intelectual es, tambi?n, la capacidad para revisar las propias opiniones. A los sacerdotes de la di?cesis de Aosta dijo que - en el contexto de la pastoral con los fieles divorciados vueltos a casar y que desean recibir la comuni?n - como Prefecto invit? a diversas Conferencias episcopales y a especialistas a estudiar el problema del sacramento del matrimonio celebrado sin fe: ?No me atrevo a decir si realmente se puede encontrar aqu? un momento de invalidez, porque al sacramento le faltaba una dimensi?n fundamental. Yo personalmente lo pensaba, pero los debates que tuvimos me hicieron comprender que el problema es muy dif?cil y que se debe profundizar a?n m?s? (25-VII-2005). Estas palabras revelan el esfuerzo de quien, ante un problema pastoral, trata de respetar, por una parte, el bien de la comunidad y el bien del sacramento y, por otra, trata de ayudar a las personas que sufren.

Las m?ltiples facetas de la caridad intelectual han ido apareciendo a trav?s de la biograf?a de Joseph Ratzinger y siguen resplandeciendo en su ministerio de Pastor Universal de la Iglesia.



[1] J. Ratzinger, Mi vida. Recuerdos 1927-1977, Encuentro, Madrid 1997.

[2] Benedicto XVI, Homil?a en la concelebraci?n con los cardenales electores, Capilla Sixtina, 20-IV-2005.

[3] Cf. O. Gonz?lez de Cardedal, Ratzinger y Juan Pablo II, S?gueme, Salamanca 2005, 43.

[4] Traducci?n nuestra de la edici?n italiana de J. Ratzinger, Il sale della terra, San Paolo, Milano 1997.

[5] J. Ratzinger, "El problema de fondo. Entrevista de Jaime Ant?nez Aldunate", Humanitas 10 (2005) numero especial, 122.

[6] J. Ratzinger, "El problema de fondo...", 123.

[7] J. Ratzinger, "El problema de fondo...", 128-129.

[8] Cf. H.U. von Balthasar, ?Ancora un decennio - 1975?, in Idem., Il filo di Arianna attraverso la mia opera, Jaca Book, Milano 1980, 54.

[9] Cf. J. Ratzinger, "La nueva evangelizaci?n", Ecclesia 10 (1996) 351.

[10] Cf. J. Ratzinger, "Libertad y liberaci?n. La visi?n antropol?gica de la Instrucci?n Libertatis conscientia", Ecclesia 1 (1987) 463-464.

[11] O. Gonz?lez de Cardedal, Ratzinger y Juan Pablo II, 57-58.

[12] Carta del 12 de marzo de 2005 a Olegario Gonz?lez de Cardedal, en O. Gonz?lez de Cardedal, Ratzinger y Juan Pablo II, 61-62.

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ZENIT publica el discurso de apertura de la LXXXIX Asamblea Ordinaria de la CEV pronunciado por monse?or Ubaldo Santana Sequera, arzobispo de Maracaibo y Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana.


A. Introducci?n

1. Desde su creaci?n, hace cuatro d?cadas, la CEV se viene reuniendo dos veces al a?o para realizar sus asambleas ordinarias estatutarias. La asamblea de enero trae el sabor propio de las recientes fiestas navide?as. Son fiestas que hemos tenido la dicha de compartir con los fieles de nuestras ciudades, barrios, campos, sierras, selvas, costas y llanos, y que nos llenan siempre de ?nimo y de gozo. Con ese sabor en el coraz?n y en nuestros labios, les hacemos llegar a toda la gran familia venezolana, y a todos ustedes nuestros colaboradores m?s cercanos, con quienes vamos a compartir esta semana de trabajo, en los comienzos de este nuevo a?o, fervientes deseos de paz junto con un vigoroso mensaje de esperanza.

2. Presento este informe para dar cumplimiento a la norma estatutaria que rige nuestro organismo colegiado. En esta oportunidad resaltar? los principales hechos ocurridos en la Iglesia y en el pa?s el a?o pasado. Tomar? como hitos referenciales de lectura, algunos aspectos relevantes de la realidad mundial, los resultados del referendo del pasado 2 de diciembre y el Concilio Plenario de Venezuela rele?do a partir de las conclusiones recogidas en el Documento de Aparecida. Para su elaboraci?n me he apoyado en el abundante magisterio de la CEV del a?o pasado y en estudios y an?lisis provenientes de fuentes dignas de cr?dito y aceptadas por la seriedad de sus investigaciones.

B. PANORAMA ECLESIAL

3. Realizamos esta asamblea en viva comuni?n eclesial con el Santo Padre Benedicto XVI y hacemos nuestro su llamado, formulado en los mensajes de Navidad y A?o Nuevo, a trabajar juntos para hacer de nuestra tierra "una casa com?n" al servicio de toda la familia humana. Los miembros de la Presidencia de la CEV le agradecemos de coraz?n su delicado gesto de recibirnos en audiencia privada durante nuestra visita a la Santa Sede el pasado mes de abril as? como las muestras de solicitud paternal y de cercan?a hacia nuestras Iglesias, particularmente hacia el Sr. Cardenal Arzobispo de Caracas cuando fue v?ctima de agresiones f?sicas y verbales por parte de grupos revoltosos.

4. Durante el a?o pasado nuestra Conferencia despleg? una intensa actividad y se esforz? por estar presente y acompa?ar al pueblo de Dios en todos los acontecimientos que marcaron fuertemente la vida de la Iglesia y del pa?s. Adem?s de las dos asambleas ordinarias se realizaron dos asambleas extraordinarias. La Presidencia de la CEV se reuni? en 15 oportunidades. Se produjeron en total 8 pronunciamientos entre exhortaciones colectivas, mensajes de Comisiones Episcopales y Comunicados de la Presidencia.

5. El a?o estuvo tambi?n marcado por aniversarios significativos de varios obispos y por nuevos nombramientos episcopales. Compartimos la acci?n de gracias de Mons. Francisco de Guruceaga por sus 40 a?os de episcopado, del Cardenal Jorge Urosa Savino y Mons. Nelson Mart?nez Rust por la celebraci?n de sus bodas de plata de ordenaci?n episcopal de Mons. Lowise Awad por sus 50 a?os de ordenaci?n sacerdotal. Tres sacerdotes venezolanos, Luis Armando Tineo, Jes?s Gonz?lez de Z?rate y Castor Oswaldo Azuaje de la Orden de los Carmelitas descalzos, fueron nombrados obispos auxiliares de Caracas y de Maracaibo respectivamente.

6. Partieron para la casa del Padre cinco sacerdotes: El P. Otto Lohner, abad de la abad?a benedictina de San Jos?, el P. Jos? Rivolta, fundador de los Hogares Crea, el P. Andr?s Rummens, sacerdote "fidei donum" que prest? sus servicios en la arquidi?cesis de Caracas, el joven presb?tero Yovanny Chac?n, de la di?cesis de El Vig?a, que se desempe?? durante tres a?os como vicerrector del Colegio Venezolano en Roma y el sacerdote jesuita Ram?n Auz. Tambi?n fueron llamados a la casa del Padre dos egregios prelados: Mons. Rafael Angel Gonz?lez, obispo em?rito de Barinas y el Cardenal Rosalio Castillo Lara. Todos ellos de grata y meritoria recordaci?n por los buenos servicios prestados a nuestra Iglesia.

7. Entre todos el Cardenal Castillo Lara se ha hecho acreedor de la admiraci?n y del reconocimiento del pa?s y de nuestras iglesias por su brillante desempe?o en la Congregaci?n salesiana, en la di?cesis de Trujillo y sobretodo en la Santa Sede donde permaneci? veinte a?os al frente de responsabilidades de gran relevancia al lado del Santo Padre Juan Pablo II. Sus brillantes servicios a la Iglesia y a la patria, dos amores a los cuales se entreg? por entero hasta el final de su vida, son ejemplo e inspiraci?n para las juventudes de hoy y de ma?ana.

8. A mediados de a?o el Santo Padre nombr? a Monse?or Reinaldo Del Prete Lissot Arzobispo de Valencia. Y al final del a?o acept? la renuncia de Mons. Tulio Manuel Chirivella, Arzobispo de Barquisimeto y nombr? como sucesor suyo a Mons. Antonio L?pez Castillo, hasta ahora Arzobispo de Calabozo. Mons. Tulio Manuel Chirivella nos deja un l?mpido y gozoso testimonio de dedicaci?n pastoral en la conducci?n de dos iglesias particulares, Margarita y Barquisimeto, en la vicepresidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y en la Presidencia de la CEV. Su presencia y su dilatada experiencia pastoral seguir?n siendo de gran inspiraci?n y aliento para nuestro cuerpo episcopal. A Mons. Antonio Lopez le deseamos un fecundo ministerio pastoral en la iglesia barquisimetana que asumir? el pr?ximo 16 de febrero.

9. Algunas de nuestras iglesias vivieron acontecimientos de gran relevancia. Destacamos el octog?simo quinto aniversario de la creaci?n de las di?cesis de Coro, Cuman?, Valencia y San Crist?bal y el quincuag?simo aniversario de la creaci?n de la di?cesis andina de Trujillo. Cada una de ellas aprovech? estas efem?rides para realizar celebraciones significativas y asumir el Concilio Plenario de Venezuela. La iglesia tachirense por ejemplo celebr? su Segundo S?nodo Diocesano con el lema "La Iglesia en el T?chira se renueva en esp?ritu y verdad" . Dentro del marco de la elevaci?n a Bas?lica Menor del Santuario Nacional de Guanare, el Episcopado venezolano convoc? una gran jornada de oraci?n por Venezuela y peregrin? en pleno para poner el pa?s entero en el coraz?n y en las manos de la patrona nacional, Nuestra Se?ora de Coromoto.

10. Hito importante en la vida de las iglesias que peregrinan en Am?rica fue la realizaci?n de la Quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe que tuvo lugar en Aparecida (Brasil) del 13 al 31 de mayo bajo el lema: "Disc?pulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en El tengan vida". Jesucristo camino, verdad y vida" (Jn 14,6). La Conferencia fue inaugurada por el Santo Padre Benedicto XVI. La delegaci?n venezolana estuvo integrada por ocho obispos, 2 sacerdotes y dos laicos. Tambi?n asistieron dos sacerdotes y un laico en representaci?n de otros organismos internacionales. Todos estuvimos concordes en llevar como aporte principal las conclusiones de nuestro Concilio Plenario.

11. La Quinta Conferencia fue ante todo una experiencia intensa de comuni?n eclesial del episcopado continental en torno a la figura y al magisterio del Santo Padre y bajo el cobijo de Nuestra Se?ora de Aparecida; una profunda vivencia espiritual en torno a la Palabra, la Eucarist?a y la oraci?n compartida diariamente con los peregrinos; una renovada toma de conciencia de la responsabilidad de los pastores de evangelizar m?s profundamente el continente y de encontrar caminos inculturados para formar disc?pulos y misioneros de Jesucristo; una b?squeda atenta y acuciosa de nuevos derroteros para llevar el Evangelio al coraz?n de las nuevas realidades y mejorar la calidad de vida integral de nuestros pueblos. El Documento Final que recoge las conclusiones y las principales intervenciones magisteriales del Santo Padre ha sido publicado por la CEV. Esperamos que tenga una amplia difusi?n.

12. En el mes de julio pasado se llev? a cabo en la Habana, Cuba, la XXXI Asamblea General del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM) en la que se hizo un primer balance de Aparecida y se eligieron las nuevas autoridades del organismo continental para el cuatrienio 2007-2011. Fue de gran complacencia para nuestro episcopado que saliera elegido primer vicepresidente Mons. Baltazar Porras Cardozo. Interpretamos esta elecci?n como un gesto de apoyo a nuestra Conferencia Episcopal y un leg?timo reconocimiento del inspirado y s?lido liderazgo que Mons. Porras ha venido desplegando dentro del episcopado latinoamericano y del Caribe. Dos obispos venezolanos m?s, Mons. Mariano Parra Sandoval, Responsable de la Secci?n Juventud (Departamento de Familia y Vida) y Mons. Jos? Lu?s Azuaje, Responsable de la Secci?n de Laicos (Departamento de Justicia y Salud) completan la presencia de nuestro episcopado en el CELAM.

13. Felicitamos a la Compa??a de Jes?s y al Centro Gumilla por el septuag?simo aniversario de la revista SIC, tiempo extraordinario de vigencia y proyecci?n para una revista que se ha caracterizado por una lectura cr?tica de la actualidad venezolana y latinoamericana desde una perspectiva global y cristiana.


C. LOS OBISPOS Y LA SITUACION DEL PAIS

14. Acabamos de vivir un a?o de gran trascendencia para el presente y futuro de nuestra naci?n. La vida nacional gir? en torno al debate que suscit? la propuesta de Reforma Constitucional presentada por el Se?or Presidente de la Rep?blica y cuya intenci?n primordial apuntaba hacia la transformaci?n constitucional de Venezuela en un Estado socialista. El anuncio provoc? un corto pero intenso debate, el surgimiento de apasionados espacios de participaci?n y la irrupci?n protag?nica de nuevos actores en la vida pol?tica del pa?s, en particular del esperanzador movimiento estudiantil.

15. Los Obispos de la Conferencia Episcopal Venezolana consideraron que era tambi?n su deber intervenir. Lo hicieron en su calidad de leg?timos pastores de todos los cat?licos, no como operadores o analistas pol?ticos y menos a?n como defensores de un determinado bloque partidista. Por tal motivo son injustificados tanto los insultos, las descalificaciones y los ataques de los que fue objeto nuestra instituci?n por parte de las altas esferas del Gobierno Nacional, particularmente a ra?z de nuestra Exhortaci?n del pasado 19 de octubre as? como la averiguaci?n administrativa, abierta el pasado 30 de noviembre por el Consejo Nacional Electoral por una supuesta alineaci?n del organismo episcopal con uno de los bloques partidistas.

16. En sus intervenciones el Cuerpo Episcopal Venezolano siempre procur? tener presente a todos los cat?licos, cualquiera que fuera su militancia partidista o simpat?a electoral y fundamentar sus orientaciones en la fe cristiana, las ense?anzas del Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia. Tras orar, reflexionar juntos y consultar otros sectores eclesiales, los Obispos hemos entendido que el mejor servicio que debemos darle a nuestra patria, en estos momentos de antagonismos y fuertes divisiones entre los venezolanos, es el de mantenernos unidos, de trabajar por la reconciliaci?n del pa?s, de construir puentes de entendimiento entre los sectores en conflicto y aportar valores y principios ?ticos para la construcci?n de una cultura de la paz y de la solidaridad.

17. Con relaci?n al tema de la Reforma Constitucional, el criterio que gui? la participaci?n del episcopado fue el de se?alar que ante la trascendencia de la propuesta, que rebasaba el marco de una simple reforma, era necesario contar con m?s tiempo para llevar a cabo un debate reposado y abierto. Consider? asimismo importante invitar a los cat?licos y a la opini?n p?blica en general a reflexionar sobre los diversos significados del t?rmino "socialismo del siglo XXI" y sobre la distinci?n entre los distintos modelos de regimenes socialistas democr?ticos, de amplia vigencia y aceptaci?n en Europa y en algunos pa?ses de Am?rica y el cuestionado y peligroso "socialismo real" o comunismo.

18. La Reforma conten?a sin dudas avances en algunas materias sociales como por ejemplo la reducci?n de la jornada de trabajo a 36 horas, la creaci?n de un fondo de estabilidad social para trabajadores y trabajadoras por cuenta propia para que pudieran gozar de los derechos laborales fundamentales, el fortalecimiento de los derechos culturales, y territoriales de los grupos originarios. Lamentablemente estos avances no pudieron ser aceptados porque los electores no tuvieron la opci?n de votar por ellos separadamente.

19. Entendemos que a trav?s del mismo proceso comicial y del resultado de las votaciones el pueblo venezolano, en su conjunto, ha dado una nueva y gran lecci?n de madurez democr?tica. Una lecci?n muy clara: la mayor?a de los venezolanos quiere avanzar; no quiere ni dar saltos al vac?o, ni estancarse ni volver atr?s. Pero quiere caminar por senderos democr?ticos y no bajo sistemas que coarten sus libertades fundamentales. Rechaza la violencia, el cultivo del odio y de la lucha de clases como herramientas para dar saltos hist?ricos. Ahora le toca a nuestros gobernantes, a los grupos opositores y a los l?deres en general sacar las debidas consecuencias. Es hora de unirse, de reconciliarse y de ponerse a trabajar juntos al servicio de un proyecto de pa?s consensuado que busque el bien de todos, sin exclusi?n, particularmente de los m?s pobres.

20. Hay que seguir apostando por el poder del di?logo constructivo entre los venezolanos. La divisi?n ha alcanzado cuotas inquietantes. Es urgente emprender junto con creyentes de otras confesiones iniciativas que reconstituyan el tejido de las buenas relaciones entre los sectores y grupos enfrentados. Ser? imposible ganarle la guerra a la corrupci?n si no fortalecemos la autonom?a de los Poderes P?blicos; si no emprendemos acciones contundentes para fortalecer la familia como n?cleo fundamental de la sociedad y santuario de la vida; si no mejoramos la calidad de la educaci?n desde el preescolar hasta el bachillerato y en particular la educaci?n t?cnica media y superior; si no favorecemos por fin la transmisi?n de valores ciudadanos, morales y religiosos a trav?s de los Medios de Comunicaci?n Social, de la formaci?n ciudadana desideologizada y de los Programas de Educaci?n Religiosa Escolar.

21. Son bienvenidos gestos como el de las medidas de indulto y amnist?a dictadas a fin de a?o por el Presidente en favor de venezolanos procesados y/o condenados por motivos pol?ticos. Este tipo de medida debiera incluir tambi?n al polit?logo Nixon Moreno, quien desde la Nunciatura Apost?lica, en la que se introdujo el pasado 13 de mayo, viene solicitando asilo diplom?tico. La CEV ha manifestado en reiteradas oportunidades su apoyo y su solidaridad a las gestiones desplegadas por el Se?or Nuncio Apost?lico, Mons. Giacinto Berloco para obtener el salvoconducto. Ser?a un valioso gesto de reconciliaci?n favorable para la paz en Venezuela extender estas medidas a los comisarios y a los polic?as presos.

22. Los principales desaf?os y las correspondientes l?neas pastorales que deben asumir los cristianos para evangelizar estos tiempos est?n claramente se?alados en los documentos del Concilio Plenario de Venezuela, particularmente en el documento de la Evangelizaci?n de la Cultura: el empobrecimiento de la poblaci?n, el deterioro y la fragilidad progresivos de la institucionalidad y el estado de derecho; la coexistencia desigual de las culturas nacionales, el reconocimiento efectivo de su igualdad para construir una comunidad nacional abierta a la integraci?n latinoamericana y mundial en justicia, solidaridad y paz; la grave crisis de vigencia de los valores ?ticos de la vida, la verdad, la justicia, la libertad, la solidaridad, la paz a fin de promover una aut?ntica cultura de la vida, de la solidaridad y de la fraternidad mediante la educaci?n en valores; la falta de coherencia entre la fe y la vida .

23. Uno de los aspectos que requiere una acci?n m?s comprometida por parte de la Iglesia es el de los derechos humanos. A pesar de indudables avances en el campo de los derechos econ?micos, sociales y culturales en estos ?ltimos a?os se siguen presentando en Venezuela preocupantes violaciones a los derechos fundamentales de la persona humana. Preocupa la persistencia de la inseguridad civil y jur?dica, la lentitud en la administraci?n de la justicia, la precaria situaci?n de los detenidos por motivos pol?ticos, las condiciones infrahumanas de vida de los procesados y de los condenados en los retenes y centros penitenciarios del pa?s y el creciente e incontrolable flagelo de la corrupci?n . La conmemoraci?n del cuadrag?simo aniversario de la Declaraci?n Universal de los Derechos Humanos por parte de la Organizaci?n de las Naciones Unidas es una ocasi?n para que los venezolanos en general nos sensibilicemos m?s por este tema y para que los creyentes de las distintas confesiones cristianas renueven su compromiso en favor de las v?ctimas de tantas violaciones. Son valiosas a este respecto las orientaciones que la Comisi?n Episcopal de Pastoral Social acaba de publicar con motivo de este aniversario.

24. Otro punto que no nos puede dejar indiferentes es el creciente deterioro de las relaciones entre los gobiernos de Venezuela y Colombia. Nuestros pa?ses est?n estrechamente enlazados por un patrimonio hist?rico com?n, por importantes intercambios sociales, econ?micos y culturales y la masiva presencia de emigrantes neogranadinos en Venezuela. Por ello hay que desplegar todos los esfuerzos necesarios para resolver pac?ficamente las diferencias y fortalecer las instituciones que le brindan una atenci?n integral a las fronteras compartidas. Los vac?os de gobernabilidad, el mal funcionamiento de los servicios p?blicos, la ausencia de organismos de seguridad y defensa han transformado nuestras fronteras en tierras de nadie, donde operan libremente los grupos irregulares, campean los negocios il?citos particularmente el lavado de dinero y el narcotr?fico y se cometen impunemente toda clase de tropel?as y abusos contra las poblaciones y las propiedades.

25. Adem?s de todas las acciones que emprendamos para buscar soluciones firmes a estos problemas, debemos intensificar nuestra oraci?n para pedirle al Padre, rico en perd?n y misericordia, que toque los corazones de todos los integrantes de los grupos irregulares en armas, de los narcotraficantes, de los sicarios, de los secuestradores y extorsionadores profesionales para que abandonen actividades tan destructivas y se integren positivamente en sus respectivas sociedades nacionales.

26. Nuestra naci?n no es una isla en el continente ni tampoco en el mundo. Su condici?n de pa?s petrolero lo obliga a asumir un rol conciente y responsable en el delicado tema de la gesti?n de los recursos energ?ticos que posee y de los programas de integraci?n regional en marcha. Tampoco escapa al impacto y a los profundos cambios que est?n produciendo en todos los ?rdenes de la civilizaci?n actual algunos fen?menos como por ejemplo las migraciones masivas, la ruptura del equilibrio ecol?gico planetario y la imposici?n unilateral de sistemas econ?micos globalizadores que causan profundas desigualdades sociales y llevan a la destrucci?n y a la muerte millones de seres humanos. Se trata de problemas que no podemos resolver solos ni unilateralmente

27. Debemos dar m?s apoyo a las iniciativas eclesiales en curso, en concreto a los programas del CELAM sobre pastoral de fronteras, la Amazon?a continental y la globalizaci?n de la cultura de la vida, de la paz y de la solidaridad. Urge asimismo respaldar el trabajo conjunto que est?n realizando las di?cesis de la frontera colombo-venezolana y los encuentros de los agentes pastorales que trabajan en el campo de los derechos humanos. Adem?s se requiere emprender labores comunes entre las Conferencias Episcopales de ambos pa?ses, a trav?s de sus directivas y comisiones episcopales, para desarrollar proyectos y servicios pastorales en favor de las comunidades fronterizas. En ese mismo orden de cosas merecen nuestro apoyo las gestiones humanitarias que los gobernantes de ambos pa?ses desarrollen para pacificar las fronteras, integrarlas y lograr la liberaci?n de tantas personas secuestradas por grupos en armas.

28. Para atacar estos problemas en sus causas estructurales es de gran urgencia que los foros y las cumbres mundiales enderecen sus esfuerzos a crear alternativas para superar una econom?a globalizada incapaz de garantizar un desarrollo humano integral; den cumplimiento cabal al objetivo del milenio de reducir a la mitad el n?mero de personas hambrientas para el 2015 y se empe?en con m?s consistencia en cancelar o al menos en reducir dr?sticamente el peso de la deuda externa, que se ha vuelto una nueva forma de esclavitud.

D. Conclusi?n: La opci?n por la aplicaci?n del CPV

29. El principal reto que tiene en este momento nuestra iglesia es bajar el Concilio Plenario de Venezuela a las bases . Es de crucial importancia que al inicio de este nuevo a?o entremos con decisi?n en la aplicaci?n del Concilio Plenario de Venezuela y nos aprestemos a asumir con todos nuestros hermanos de Am?rica el gran proyecto de Misi?n Continental brotado de la Conferencia de Aparecida. Estamos caminando muy lentamente. Si bien es cierto que le corresponde a cada iglesia particular asumir las orientaciones conciliares no es menos cierto que en el Concilio hemos recibido la llamada del Esp?ritu Santo a dar testimonio de comuni?n eclesial y a trabajar m?s concertadamente formulando los proyectos y creando los organismos nacionales mas apropiados.

30. Hago un llamado a todos mis hermanos Arzobispos y Obispos, a todos nuestros presb?teros, consagrados, agentes pastorales y todas nuestras comunidades eclesiales para que nos dediquemos a ejecutar una de las decisiones mayores que tomamos en el Concilio Plenario: la de elaborar un proyecto pastoral nacional en el que puedan integrarse los respectivos proyectos diocesanos. Tres documentos son fundamentales para estructurar este proyecto. El documento sobre "la Proclamaci?n prof?tica del Evangelio de Jesucristo en Venezuela (PPEV)" para definir los desaf?os nucleares. El de "la Comuni?n en la vida de la Iglesia en Venezuela (CVI)" para la necesaria conversi?n eclesiol?gica y la asunci?n de la espiritualidad de comuni?n, fraternidad y solidaridad y el de "Instancias de comuni?n del Pueblo de Dios para la Misi?n (ICM)" para identificar los niveles eclesiales donde se ha de implantar el proyecto pastoral.

31. La agenda de nuestra asamblea lleva una fuerte impronta misionera. Elaboraremos los aportes de la CEV sobre la Misi?n Continental propuesta por la Conferencia y el Documento de Aparecida. Estudiaremos el proyecto del Plan Misionero Nacional que nos presentar? la Comisi?n Episcopal de Misiones. Avanzaremos en la concreci?n del compromiso del diezmo misionero asumido en el Concilio Plenario. Elegiremos la delegaci?n que nos representar? en el III Congreso Misionero de Am?rica que se realizar? el pr?ximo mes de agosto en Quito. Elaboraremos en dimensi?n misionera el proyecto de A?o Paulino tomando en cuenta la propuesta de la Santa Sede. Tambi?n abriremos un espacio para hacer memoria agradecida por los 40 a?os de vida y de trabajo de la CEV. Terminaremos de darle forma operativa al Instituto Nacional de Pastoral, pieza clave para la formaci?n de los numerosos agentes pastorales requeridos para llevar adelante la Nueva Evangelizaci?n.

32. Concluyo este informe compartiendo una noticia que regocija toda Venezuela: la beatificaci?n de la Madre Candelaria de San Jos?, fundadora junto con Mons. Sixto Sosa de las Hermanitas de los Pobres de Altagracia de Orituco, m?s popularmente conocidas como Hermanas Carmelitas Venezolanas o Hermanas de la Madre Candelaria. Es la segunda venezolana, con la Madre Mar?a de San Jos?, en subir a los altares. Que el anuncio de esta beatificaci?n nos estimule a asumir con ?nimo y esperanza esta asamblea, consolide nuestra vida colegial y nos fortalezca para dar el testimonio de unidad, de valent?a prof?tica y de fraternidad solidaria, signos que nuestros hermanos sacerdotes, di?conos, seminaristas, personas consagradas y sobre todo los laicos y laicas est?n esperando de nosotros. Que el amor del Esp?ritu Santo que gui? e inspir? a la Madre Candelaria penetre en el coraz?n de nuestras familias cristianas para que surjan de ellas muchos santos amigos de Dios y profetas que renueven la juventud de nuestra Iglesia. Bajo la fascinaci?n que nos produce esta extraordinaria cristiana gracitana declaro inaugurada la octog?sima novena Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana. Muchas gracias.


Caracas, 7 de enero de 2008

+ Ubaldo R. Santana Sequera
Arzobispo de Maracaibo
Presidente de la CEV

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Artículo publicado el EL DÍA por el año 1989 del que se había hecho una fotocopia que se ha conservado hasta ahora.

Las fechas de la Semana Santa



CERCANA la Semana Santa es frecuente que un amplio sector de la población se pregunte qué normas o sistema se siguen para fijar, cada año, las fechas en que deben situarse los días de la magna celebración.

Todo el mundo tiene una vaga idea del importante papel que en ello juega el plenilunio, pero casi nadie conoce, a ciencia cierta, de qué se trata, ni si ello tiene relación con la primavera... que sí la tiene.

Vamos, pues, a esbozar las normas y el sistema utilizados para precisar la fecha del domingo de Resurrección, y por ende de toda. la Semana Santa. Las primeras, basadas, efectivamente, en la luna y en el equinoccio vernal o de primavera, y el segundo consistente en la obtención de unas fórmulas matemáticas muy sencillas.

Como obligado preámbulo indiquemos que el primitivo año romano de 304 días estaba formado por 10 meses, 4 de 31 días y 6 de 30, a los que se añadieron más tarde otros dos: Januarius, que pasó a ser el primero, y Februarius, al que se asignó el último lugar y que se acogió a la protección de Neptuno.

El año resultante, con 4 meses de 31 días, 7 de 29 y 1 de 27, todos ellos, como puede observarse, con números nones de días —señal de buen augurio—, era, no obstante, corto. Lo que se trató de evitar con la adición, cada dos años, del llamado mes mercedonio, de 22 ó 23 días, que había de intercalarse en febrero. El conseguido así fue entonces un año demasiado largo.

Por fin, el año 707, Julio César ordenó la reforma del calendario conocida con su nombre —«juliana»—, que llevó a cabo el astrónomo Sosígenes. En la misma sólo se producía el error de 1 día cada 128 años. Sin embargo, ello provocaba que, al cabo de los siglos, el equinoccio vernal se fuera desplazando hacia el comienzo del año.

El 325, en que se celebró el Concilio de Nicea, el equinoccio
vernal coincidió con el 21 de marzo. Y al realizarse en 1582 la reforma del calendario dispuesta por el Papa Gregorio XIII, llamada por ello «gregoriana», se fijó definitivamente, mediante las oportunas correcciones, en dicho día 21 de marzo el equinoccio de primavera.

La regla que define nuestro año actual es la siguiente: Todo año se considera de 365 días, excepto cuando el número formado por sus dos últimas cifras es divisible por 4, en que cuenta con un día más, el cual se añade a los 28 de febrero, llamándose, entonces, bisiesto. Los años que expresan número exacto de siglos (1700, 1800, 1900, etc.), no se consideran bisiestos a menos que el número de siglos sea divisible por 4, como ocurre, por ejemplo, con los años 1200, 1600 ó 2000.

Finalmente, completemos los datos aún necesarios para concretar las fechas de la Semana Santa, indicando, también, que el año lunar o sinódico está formado por 12 lunaciones de unos 29'8 días cada una; en total, 354 días que lo diferencian en 11 días y cuarto, aproximadamente, de los 365 que forman el año solar. Por su parte, el mes lunar, mes sinódico o lunación es el tiempo que emplea la luna desde su conjunción con el sol (luna nueva) hasta la siguiente.

Conocido lo expuesto, las condiciones que ha de reunir la fe-cha de la Pascua de Resurrección, según el Concilio de Nicea, son:

1°) Tiene que ser domingo.

2°) Este domingo ha de ser el siguiente al décimocuarto día de la luna pascual. Y si dicho día coincide con domingo, se entenderá el siguiente.

3°) La luna pascual es aquella cuyo décimocuarto día (primero de luna llena) tiene lugar en el equinoccio vernal o inmediatamente después del mismo.

Y 4°) El equinoccio vernal o de primavera tiene lugar el 21 de marzo,

De dichas condiciones se de duce, a su vez, lo que sigue:

1°) El domingo de Resurrec ción nunca puede ser anterior al 22 de marzo. En efecto, si la luna llena coincide con el 21 de marzo, la luna nueva se hubiera producido el 8, y la luna nueva pas-cual no puede ser antes del 8 ya que de ser así la luna tendría 14 días antes del 21 de marzo, y entonces no sería luna pascual.

2°) El domingo de Resurrección nunca puede ser posterior al 25 de abril. En efecto, el día 14 de la luna pascual tendrá lugar lo más tarde posible 29 días después del 20 de marzo, puesto que 29 días es una lunación. Ahora bien, 29 días después del 20 de marzo es el 18 de abril, y si este día cae en domingo, el de Resurección debe celebrarse el domingo siguiente, es decir, el 25 de abril. Este es, pues, el día más avanzado de abril que puede coincidir con la Pascua de Resurrección.

Y todo ello se resume así: Por decisión del Concilio de Nicea, la Pascua debe celebrarse el primer domingo después del plenilunio que sigue al equinoccio de primavera, y no puede ser anterior al 22 de marzo ni posterior al 25 de abril.
Evidentemente, el calendario eclesiástico es lunisolar y se rige por la Pascua de Resurrección, que no coincide con la Pascua judía. Respecto a la fecha acordada para el equinoccio vernal, ésta no siempre se ajusta a la astronómica. Y en cuanto al nombre de Pascua, inicialmente recordó el paso de Jehová por Egipto, con la muerte de los primogénitos ' egipcios en tanto quedaban indemnes los de los hebreos. Sobradamente conocida, es la fiesta más importante de este pueblo, y conmemora el fin del cautiverio en poder del Faraón y el milagro del Mar Rojo.

En la actualidad, la Iglesia cele-bra tres solemnidades con el nombre de Pascua: la de Resurrección o «Florida», que deter-mina las fiestas movibles del año litúrgico; la de Reyes, llamada también «de los Negros», y la de Pentecostés, conocida, asimismo, por «Pascua granada».

Sólo nos resta ya reseñar, sucintamente, algunas de las fórmulas matemáticas ideadas para conocer el domingo de cada año en el que debe situarse la Pascua de Resurección. Las más sencillas son las de Gauss (1880), que se obtienen del siguiente modo:
Llamando «N» al número que indica el año de que se trata, es preciso hallar los restos enteros de las cinco divisiones siguientes:

N
-----=
19

N
A.--=
4

N
B.--=
7

19A+X
C.-------=
30

2B+4C+6D+Y
D.-------------=E.
7




En las cinco divisiones indicadas anteriores, las letras «X» e «Y», tiene los valores fijos de 24 y 5, respectivamente, válidos para todos los años comprendidos entre 1900 y 2099, ambos inclusive. Pues bien, obtenidos los cinco restos enteros mencionados y a los que hemos llamado: A, B, C, D y E, el domingo de Resurrección cae:

o bien en: 22 + D + E, del mes de marzo, o bien en: D + E — 9, de abril.

Aplicando estas fórmulas es muy fácil obtener las fechas de los domingos de Resurrección, que desde el ano próximo y hasta el año 2000 son los siguientes: En 1990, el 15 de abril. En 1991, el 31 de marzo. En 1992, el 19 de abril. En 1993, el 11 de abril. En 1994, el 3 de abril. En 1995, el 16 de abril. En 1996, el 7 de abril. En 1997, el 30 de marzo. En 1998, el 12 de abril. En 1999, el 4 de abril y el año 2000, el 23 de abril.

Ocho días antes de cada uno de dichos domingos tiene lugar el de Ramos, y cuarenta antes de éste, el miércoles de Ceniza, que inicia la cuaresma. La penultima 1 semana de ésta es la de Pasión 1 y la última, la Semana Santa. A su vez, el jueves comprendido entre los domingos 5° y 6° después
del de Pascua, se celebra la Ascensión, y el domingo 7° es el de Pentecostés. El que le sigue es la Trinidad y el jueves posterior. el Corpus.

Si con lo expuesto hemos conseguido aclarar una cuestión que para muchos lectores siempre resultó confusa y enmarañada, cuando no totalmente desconocida, nos daremos por satisfechos.

• José Félix Navarro.


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Textos b?blicos, meditaciones y oraciones para el d?a sexto del octavavio por la Unidad de los Cristianos, sacado del folleto para la Celebraci?n de la Semana de Oraci?n por la Unidad.

Orad siempre para obtener
la gracia de colaborar con Dios


?Estad siempre alegres. No ces?is de orar? (1 Ts 5, 16)


2 Sm 7, 18-29: La oraci?n de alabanza y de alegr?a de David
Sal 86: Se?or, escucha
1 Ts 5 (12a), 13b-18: Estad siempre alegres
Lc 10, 1-24: El env?o de los setenta y dos disc?pulos

Comentario

En la oraci?n modelamos nuestra voluntad seg?n Dios y participamos as? en la realizaci?n de su deseo. Tenemos necesidad de que el Esp?ritu Santo cambie el coraz?n de los creyentes y nos d? la gracia de colaborar con Dios y participar en su misi?n y proyecto de unidad. Mientras pedimos sin cesar por eso, somos conscientes de que son necesarios m?s obreros para la cosecha. Con motivo de numerosos encuentros ecum?nicos, y en particular del A'ational Workshop on Christian Unity que se celebra todos los a?os en los Estados Unidos, se destac? la necesidad de promover la participaci?n de los j?venes para que el movimiento ecum?nico pueda prosperar hoy y en las generaciones futuras. Es necesario que a?n m?s obreros conozcan la alegr?a de la oraci?n para contribuir a la obra de Dios.

Las lecturas del sexto d?a nos ayudan a comprender mejor lo que significa trabajar en el servicio del Evangelio. David, sorprendido de ser elegido por el Se?or para participar en la edificaci?n de un espl?ndido templo, afirma: ??De verdad. Dios podr? vivir sobre la tierra?? y concluye: ?Quieres ahora bendecir la casa de tu criado, para que permanezca siempre en tu presencia?.

El salmista ruega: ?Se?or, ens??ame tu camino, para que te sea fiel, gu?a mi coraz?n para que tema tu nombre. Se?or Dios m?o, te dar? gracias de todo coraz?n, dar? gloria a tu nombre por siempre?.

En el env?o de los setenta y dos disc?pulos, Jes?s confirma que gracias a ellos y a todos los que creer?n en El a trav?s de su palabra, su paz y la buena. noticia que declarar? que ?el Reino d.e Dios ha llegado hasta nosotros? ser?n anunciadas al mundo. Cuando sus disc?pulos vuelven contentos de nuevo, aunque tambi?n traen la experiencia del rechazo, Jes?s se alegra de sus ?xitos al someter los demonios: es necesario seguir extendiendo la noticia, sin detenerse.

Dios quiere que su pueblo sea uno. Como los cristianos de Tesal?nica, se nos exhorta a ser ?siempre alegres? y a orar ?sin cesar?, manteniendo la esperanza de que, si nos comprometernos plenamente a colaborar con Dios, se realizar? por fin la unidad seg?n su voluntad.


Oraci?n

Se?or Dios, en la perfecta unidad de tu ser, guarda en nuestros corazones el ardiente deseo y la esperanza de la unidad para que nunca dejemos de trabajar al servicio de tu Evangelio. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Se?or. Am?n.
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Publicado por verdenaranja @ 22:10  | Migraciones
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SEMINARIO DIOCESANO
La Laguna. Tenerife


13 de Enero de 2008


Querido hermano/a:

Aprovecho la ocasi?n del A?o Nuevo para desearte que el Se?or te siga bendiciendo con el don del Esp?ritu Santo y te acompa?e en todas tus tareas pastorales. Recibe un caluroso saludo en nombre propio y del equipo de formadores.
Como sabemos la animaci?n vocacional debe ser permanente en nuestras acciones pastorales en orden a ir potenciando en nuestras comunidades una "cultura vocacional". Con el deseo de compartir esta misi?n que nos encomienda el Se?or te doy a conocer algunas informaciones pueden ayudar en este camino:

a) El d?a 27 de enero se celebrar? a las 12,30, en la capilla del Seminario, la colaci?n de los ministerios de Lector y Ac?lito a un grupo de seminaristas.

b) El 1? de marzo, s?bado, a las 11,00, en la parroquia de Ntra. Sra., de la Concepci?n en La Laguna, ser?n ordenados presb?teros tres de nuestros actuales di?conos.

c) El d?a del Seminario se adelanta este a?o al 9 de marzo. Para realizar lo mejor posible la campa?a vocacional pedimos la ayuda y la comprensi?n de todos a la hora de la visita de los seminaristas. Es necesario hacer un esfuerzo para realizar lo m?s convenientemente posible este deber para con nuestra di?cesis. Se ha escogido como lema "Si escuchas hoy su voz". Ya enviaremos los materiales y las fechas en que los seminaristas visitar?n las distintas comunidades.

d) Te adjunto los siguientes materiales para que cada uno pueda pedir la cantidad que desee:

? Un tr?ptico donde se da a conocer con sencillez el Seminario.
? Un d?ptico que pretende potenciar los Amigos del Seminario.

e) Entre el 12 y el 16 de mayo celebraremos unas jornadas vocacionales dirigidas a todo el pueblo de Dios, estar?n animadas por nuestro Obispo Em?rito Don Dami?n que se har?a presente en cada una de las islas de nuestra di?cesis. Ya enviaremos el calendario oportuno.

f) Dado que estamos celebrando el a?o dedicado a la parroquia nos agradar?a saber en qu? parroquias se celebra la oraci?n por las vocaciones para confeccionar un mapa de oraci?n vocacional. Por otro lado, si alguna comunidad desea hacer la oraci?n en el Seminario nos lo comunica ya que todos los jueves se expone el sant?simo y se celebra la Eucarist?a a las 6,30 de la tarde. Nos sentir?amos felices y agradecidos por su visita.

Sin otro particular recibe nuestro agradecimiento por cuanto haces a favor del Seminario. Cuenta con nuestra oraci?n.

Domingo, 20 de enero de 2008
El Vicario General de la Diócesis de Tenerife nos envía el segundo artículo del obispo sobre el día del migrante y
refugiado.


De parte del Obispo

“LOS JOVENES INMIGRANTES”



En la Iglesia Católica se celebra hoy la “94 Jornada del Emigrante y el Refugiado”. Si bien está circunscrita al ámbito eclesiástico, esta Jornada tiene una gran proyección social ya que se educa y exhorta a los fieles en la acogida y el amor a los inmigrantes -sean o no cristianos- y se les pide colaboración económica para ayudarles en sus necesidades a través de las obras sociales de la Iglesia. La migración es un fenómeno humano que siempre se ha dado en la historia. Los canarios en otras épocas hemos sido emigrantes; ahora recibimos inmigrantes. Como es lógico, no podemos ignorar el hecho, ni ser indiferentes ante el mismo, como si no existiera. La Iglesia, como lo ha hecho siempre, también se preocupa por los inmigrantes y se implica directamente con acciones concretas.

Actualmente, el incremento del número de inmigrantes en España (más de 751.000 en el año 2007) despierta no pocos interrogantes sobre este fenómeno de gran repercusión social con sus aspectos positivos y negativos. Es evidente que los flujos migratorios hacia un determinado país o región no pueden ser un proceso ilimitado. Tarde o temprano se produciría un grave daño tanto para el lugar de acogida como para los propios inmigrantes. Por eso, es muy importante que la administración pública regule -y regularice- a las personas que pueden ser admitidas de acuerdo con las necesidades y posibilidades que ofrece un determinado territorio. Pero esta cuestión (nada fácil de resolver) no puede ser excusa para cruzarnos de brazos y no hacer todo aquello que esté en nuestra mano para ayudar a quien lo necesite, ya que la razón última para la acogida y ayuda a las personas inmigrantes ha de ser siempre no tanto la situación legal o jurídica, sino la igual dignidad de toda persona y sus derechos fundamentales y, además, para un cristiano, el mandato del amor fraterno. En este sentido van las reflexiones que les ofrezco en este breve artículo.
Para esta ocasión el Papa Benedicto XVI ha propuesto como tema de reflexión: “Los jóvenes migrantes” y ha escrito un Mensaje en el que pone de manifiesto como “el amplio proceso de globalización del mundo lleva consigo una necesidad de movilidad que impulsa también a muchos jóvenes a emigrar y a vivir lejos de sus familias y de sus propios países”. Esta es una realidad que a nuestras islas le toca de cerca. También a nuestra tierra llegan jóvenes de distintos lugares del mundo, unas veces con su familia y en otros muchos casos vienen solos. De éstos que no vienen acompañados, como ya sabemos, muchos son menores de edad y están bajo la tutela del Gobierno Autonómico en los distintos centros habilitados para ello que, por cierto, están a tope de ocupación.

Estamos acostumbrados a oír hablar de los menores provenientes de África, pero no hay que olvidar el gran número de jóvenes inmigrantes que viven entre nosotros y que no están en los centros de acogida, bien porque ya son mayores de edad o porque —sin son menores— están con algún familiar. Además, a estos jóvenes, propiamente dichos, hay que añadir un gran número de niños y adolescentes que están en edad escolar y que asisten a los colegios junto con los alumnos canarios y, en este sentido, hay que alabar el esfuerzo que realizan los profesores para realizar su labor educativa con alumnos de distintos países, ofreciendo caminos formativos de integración apropiados a sus necesidades.

Esta realidad de los jóvenes inmigrantes se da ampliamente entre nosotros. En las escuelas, en los lugares de trabajo, en las parroquias, en los centro de ocio,… nos encontramos con niños, adolescentes y jóvenes inmigrantes. Están creciendo, se están educando, están trabajando en nuestra tierra y aportando su capital humano al desarrollo y bienestar común de todos los canarios. Seguramente muchos de ellos formarán una nueva familia y se quedarán aquí para siempre, como en otro tiempo hicimos los canarios en Cuba y Venezuela. Con su espíritu de superación y con sus valores culturales están contribuyendo al progreso de nuestra tierra y podrán hacerlo mucho más en el futuro si, ellos y nosotros, somos capaces de llegar a una convivencia estable sin recelos mutuos, lo cual no es fácil para ninguna de las dos partes, pues hay que pasar de una mentalidad de “acogida” y de “soportar su presencia”, a una de “integración”, por la cual el extranjero se convierte en ciudadano de pleno derecho y con los deberes correspondientes, aunque tenga un origen, raza, cultura o religión diferente. No lo dudemos, también los jóvenes inmigrantes son el futuro de nuestras islas.
Por eso, porque constituyen ya una realidad palpable en nuestro entorno, porque los jóvenes inmigrantes son personas frágiles y porque son parte de nuestro futuro, estamos obligados a apoyarles en todo lo que necesiten para su plena integración y desarrollo personal, pues en la práctica muchos de ellos pasan por enormes dificultades. Todos: las autoridades, la sociedad civil, el sector privado, la Iglesia, las ONGs, y también los propios emigrantes y sus países de origen, deben implicarse para que la migración constituya un factor positivo. Apoyarles significa ofrecerles formación hasta el límite de sus capacidades, significa darles la documentación necesaria, significa ofrecerles contratos de trabajo justos, significa atención sanitaria, significa acogida y participación en la vida de la sociedad y de la Iglesia. Porque, como recuerda la Comisión Episcopal de Migraciones: “A estos inmigrantes, desarraigados de su tierra y de su familia, se les une a veces a su condición la de parado e indocumentado. En muchos aspectos son como seres inexistentes. Esto los coloca en una situación de extrema vulnerabilidad y de indefensión absoluta, especialmente a las mujeres, cuya presencia tiene un peso cuantitativo muy fuerte en la inmigración española de los últimos años”.

En este campo la Iglesia también tiene un importante papel que realizar a través de las parroquias en las que viven los inmigrantes, especialmente si son cristianos, ya que “la parroquia, por su condición de familia, comunidad, por su capacidad de prestar numerosos y variados servicios a la persona, y por estar siempre «abierta» o «en guardia», se encuentra en una situación privilegiada para ser el primer espacio de encuentro de los inmigrantes con la Iglesia de su nuevo país. Por otra parte, una parroquia viva y con espíritu misionero no se conformará con estar a la espera de los que vengan, sino que saldrá al encuentro de todos, especialmente de los más necesitados” (Comisión Episcopal de Migraciones). Todos los católicos debemos secundar las palabras del Papa en su Mensaje: “Invito a las comunidades eclesiales de llegada a que acojan cordialmente a los jóvenes y a los pequeños con sus padres, tratando de comprender sus vicisitudes y de favorecer su integración”.


† Bernardo Álvarez Afonso
Obispo Nivariense


Textos b?blicos, meditaciones y oraciones para el Octavario, sacados e folleto apra la celebraci?n de la Semana de Oraciones por la Unidad de los Cristianos.


D?a quinto

Orad sin cesar con un coraz?n paciente


?Tened paciencia con todos? (1 Ts 5, 14)


Ex 17, 1-4: ?Por qu??
Sal 1: Dar fruto a su tiempo
1 Ts 5 (12a), 13b-18: Tened paciencia con todos
Lc 18, 9-14: Una humilde oraci?n

Comentario

No podemos estar satisfechos con la divisi?n de los cristianos y en consecuencia no somos impacientes hasta que venga el d?a de nuestra reconciliaci?n. Somos leg?timamente impacientes a que venga por fin el d?a de nuestra reconciliaci?n. Por ello, tambi?n debemos ser conscientes de que el ecumenismo no se vive por todas partes al mismo ritmo. Algunos avanzan a grandes pasos, otros son m?s prudentes. Como Pablo predica, debemos seguir siendo pacientes con todos.

Como el fariseo en su oraci?n, podemos f?cilmente presentar-nos ante Dios con la arrogancia de los que hacen todo muy bien: ?yo no soy como el resto de los hombres?. Si a veces se intentan denunciar las lentitudes o las imprudencias de los miembros de nuestra Iglesia, o las de nuestros interlocutores ecum?nicos, la invitaci?n a la paciencia resuena como una advertencia importante.

En ocasiones, incluso, nos mostramos impacientes para con Dios. Como el pueblo en el desierto, a veces gritamos hacia
Dios: ?por qu? toda esta marcha, dolorosa, si todo se debe acabar ahora? Tengamos confianza: Dios responde a nuestras oraciones, a su manera, a su debido tiempo. El sabr? suscitar nue-vas iniciativas para la reconciliaci?n de los cristianos, aquellas que en nuestro tiempo se necesitan.
Oraci?n

Se?or, haz de nosotros tus disc?pulos, que escuchemos tu Palabra d?a y noche. En nuestro camino hacia la unidad, danos saber esperar los frutos a su tiempo, Cuando los prejuicios y la desconfianza triunfan, conc?denos la humilde paciencia necesaria para la reconciliaci?n. As? te lo pedimos.

Publicado por verdenaranja @ 20:55  | Ecumenismo
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DOMINGO 3 DEL TIEMPO ORDINARIO / A
27 de enero de 2008


La paz y el amor de nuestro Se?or Jesucristo est?n con todos vosotros.

Los pocos domingos que este a?o separan la Navidad de la Cuaresma, nos pueden servir para que procuremos vivir lo mismo que vivi? la gente de Galilea al encontrarse por primera vez con Jes?s. Galilea era una tierra de frontera, una tierra de paso, alejada del centro religioso de Israel. Y all? aparece un profeta, hijo de un carpintero de Nazaret, que empieza a remover las conciencias, a curar enfermos, a llamar a personas concretas para que le sigan, a hablar de un Dios que es todo amor.
Nosotros, hoy, hemos venido tambi?n aqu? para escuchar a Jes?s, para vivir la alegr?a de su presencia, para responder a su llamada, para unirnos profundamente a ?l. Todo eso es lo que hacemos en la Eucarist?a.

A. penitencial: En silencio, pidamos que la gracia de Dios nos prepare para esta celebraci?n. (Silencio)

- T?, que eres luz en la tiniebla. SE?OR, TEN PIEDAD.
- T?, que nos llamas a seguirte. CRISTO, TEN PIEDAD.
- T?, que nos abres el camino de la vida. SE?OR, TEN
PIEDAD.

1. lectura (Isa?as 8,23b?9,3): La lectura que ahora escucharemos nos hablar? de una luz que aparece en la tierra de Galilea. Nosotros vemos en esta profec?a un anuncio de la presencia de Jes?s, como luego se nos proclamar? en el evangelio.

2. lectura (1 Corintios 1,10-13.17): San Pablo nos habla hoy de la unidad que debe haber entre los cristianos. Escuchemos con atenci?n sus palabras.

Oraci?n universal: Presentemos al Padre nuestras plegarias, confiando plenamente en su amor. Oremos diciendo: ESC?CHANOS, PADRE.

1. Por todos los cristianos. Que vivamos con toda la alegr?a nuestra fe en Jes?s y nuestro camino de fidelidad al Evangelio. OREMOS:

2. Por las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa. Que cada vez haya m?s j?venes dispuestos a responder a la llamada de Jes?s. OREMOS:

3. Por los pobres y los enfermos. Que encuentren a su lado la ayuda que necesitan. OREMOS:

4. Por... Que...OREMOS:

5. Por todos los que hemos venido a esta asamblea. Que sepamos encontrar siempre en Jes?s la luz y la gu?a de nuestras vidas. OREMOS:

Dios nuestro, Padre de todos. T? nos has enviado a Jes?s como luz para nuestras vidas. Escucha nuestras plegarias, y haz que esta luz alcance a todos los hombres y mujeres del mundo entero. Por Jesucristo, nuestro Se?or.

Padrenuestro: Fieles a la ense?anza de Jesucristo, ahora, antes de participar de su mesa, nos atrevemos a decir:

CPL

Publicado por verdenaranja @ 20:51  | Liturgia
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Comentario a las lecturas del segundo domingo del tiempo ordinario - A, publicado en el Diario de Avisos el domingo 20 de Enero de 2008 bajo el ep?grafe "el domingo, fiesta de los cristianos".

Siempre y en
todo lugar


DANIEL PADILLA


H euros entrado ya, amigos, en eso que la liturgia llama "tiempo ordinario". El tiempo ordinario est? formado por treinta y tantas semanas, en las que "sin celebrarse ning?n aspecto peculiar del Misterio de Cristo, se repasa, sin embargo, todo ese misterio en su plenitud". Todas esas semanas sirven de lazo de uni?n con los dos grandes ciclos -Navidad y Pascua- de la liturgia, llamados "tiempos fuertes". Tiempos fuertes, por tanto y tiempo ordinario.

Pero a m? -?que quieren!- no acaba de gustarme esta denominaci?n de "tiempo ordinario". Me da miedo que alguien, a la palabra "ordinario" le de el significado de tiempo "poco importante", tiempo como "para llenar hueco". Algo as? como la "copa de la liga" que es ese ?ltimo campeonato que hacen los clubes al final de tempora-da, al que acude ya muy poco p?blico y que s?lo sirve para llenar el tiempo de los futbolistas antes de sus vacaciones: un campeonato en el que ya no se ventila nada. Pues, algo parecido. Tengo miedo de que, una vez pasadas las espl?ndidas vivencias de los "tiempos fuertes", al comenzar el "tiempo ordinario", las gentes crean que se puede dejar de pisar el acelerador y que hemos entrado en el preludio de una larga siesta. Una ?poca de menos exigencia para la fe, para el culto y para el
amor. Un tiempo, en fin, de relax cristiano y espiritual.
Y no es asi, amigos. Quiz? para demostrar lo contrario, el Evangelio de hoy recoge nuevamente la figura de Juan se?alando con su ?ndice: "Ah? est? el Cordero de Dios, el que quita el pecado...". Quiz? por eso, igual que en el Adviento, vuelve a sonar su afirmaci?n tajante: "El va por delante de
m?, porque exist?a antes que yo".

Quiz? por eso tambi?n se hace reiterativo su testimonio en este tiempo: "Yo he visto al Esp?ritu posarse sobre ?l y he dado testimonio de que es el Hijo de Dios". Como diciendo: Es precisamente en este tiempo "ordinario" cuando m?s debemos profundizar en el mensaje de Jes?s, este Jes?s avalado por el Esp?ritu".

El "tiempo ordinario", pues, as? enfocado, no es ni mucho menos un tiempo devaluado, como de segunda divisi?n, como de menos urgencia en la asc?tica cristiana, en el di?logo con Dios y en el acercamiento a los hermanos. Al contrario. El Evangelio de hoy nos indica a las claras que hay que seguir teniendo "siempre y en todo lu-gar", mentalidad de adviento, de acercamiento al "Dios que hay en Jes?s". Un quehacer, por tanto, no s?lo para ciertas fechas extraordinarias, sino como "el pan nuestro de cada d?a".

Dios no tiene horarios de visita ni d?as especiales de audiencia. Todos los d?as, todas las horas, todos los minutos son ocasiones h?-biles y preciosas para entrar en relaci?n con El. Santa Teresa del Ni?o Jes?s nos ense??, desde la experiencia m?stica de su "caminito" que "lo ordinario se convierte en "extraordinario", si sabemos enfocarlo hacia "lo alto". A los de Tesal?nica, San Pablo les dec?a: "Recen sin interrupci?n". Y a los de Corinto, les aclaraba: "Cuando coman, cuando beban, cuando hagan cualquier cosa, h?ganlo para la gloria de Dios".

Cuando la liturgia, por tanto, comienza el "tiempo ordinario" lo que quiere es que, en ese tiempo, sin prisas pero sin pausas, sin revelaciones esplendorosas, pero con constancia, nos dejemos impregnar e interpelar por el Misterio de Dios y su Palabra. Con may?scula. nor favor.

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S?bado, 19 de enero de 2008
Textos b?blicos, meditaciones y oraciones para el d?a cuarto del Octavario de Oraciones por la Unidad de los Cristianos, cogidos de folleto para la celebraci?n.

D?a cuarto

Orad sin cesar por la justicia


?Mirad que nadie devuelva mal por mal; al contrario, buscad siempre haceros el bien los unos a los otros y a todos? (1 Ts 5, 15)


Ex 3, 1-12: El Se?or oye el grito de los hijos de Israel
Sal 146: El Se?or... hace justicia a los oprimidos
1 Ts 5 (12a), 13b-18: Mirad que nadie devuelva mal por mal
Mc 5, 38-42: No hag?is frente al que os hace mal

Comentario

Como pueblo de Dios, somos llamados a orar juntos por la justicia. Dios oye el grito de los oprimidos, de los necesitados, del hu?rfano y de la viuda. Dios es un Dios de justicia y responde a nuestras oraciones a trav?s de su I lijo, jesucristo, que nos pidi? que trabajemos juntos en la unidad y la paz, y no en la violencia. Es tambi?n lo que nos recuerda Pablo cuando destaca: ?Mirad que nadie devuelva mal por mal; al contrrio, buscad siempre haceros el bien los unos a los otros y a todos.

Los cristianos rezan sin cesar por la justicia, para que toda vida humana sea tratada con dignidad y reciba lo que le corresponde. En los Estados Unidos, la injusticia de la esclavitud s?lo finaliz? con una guerra civil sangrienta, a la cual sucedi? un siglo de racismo mantenido por el Estado. La segregaci?n en funci?n del color de la piel exist?a incluso en las Iglesias. Desgraciadamente el racismo y otras formas de sectarismo como la xenofobia a?n no desaparecieron de la sociedad norteamericana.

Sobre todo gracias a los esfuerzos de las Iglesias, en particular de las Iglesias alu americanas y de sus socios ecum?nicos, y muy especialmente gracias a la resistencia no violenta del Reverendo Martin Luther King, ]r., los derechos c?vicos de todos se inscribieron en la legislaci?n americana. Estaba convencido profundamente de que solamente el amor cristiano puede superar el odio y permitir la transformaci?n de la sociedad; los cristianos siguen hoy aliment?ndose con esta certeza que los lleva a trabajar juntos en favor de la justicia. El aniversario del nacimiento de Martin Luther King es una fiesta nacional en los Estados linidos. Cada a?o, cae exactamente antes o durante la Semana de oraci?n por la unidad de los cristianos.

Dios oy? y respondi? a los gritos de los hijos de Israel. Dios sigue oyendo y responde a los gritos de todos los oprimidos. _jes?s nos recuerda que la justicia divina se revela en su voluntad personal de renunciar incluso a su seguridad, su potencia y su prestigio, y tambi?n a su vida con el fin de aportar al mundo la justicia y la reconciliaci?n gracias a los cuales todos los seres humanos se considerar?n iguales en valor y en dignidad.

S?lo cuando o?mos y respondemos a los gritos de los oprimidos, podemos progresar juntos en el camino de la unidad. Eso vale tambi?n para el movimiento ecum?nico que nos puede exigir ?dar pasos suplementarios? en nuestra voluntad de escuchar al otro, de renunciar a ser vengativos y de actuar en la caridad.


Oraci?n

Se?or Dios, T? has creado la humanidad, hombre y mujer, a tu imagen. Conc?denos orar sin cesar, con una sola alma y un ?nico coraz?n, para que todos los que tienen hambre en el mundo queden satisfechos, que los oprimidos se liberen, que todo ser humano sea tratado con dignidad; haz de nosotros tus instrumentos para que este deseo se convierta en realidad. `le lo pedimos en el nombre de jesucristo, nuestro Se?or. Am?n.

Publicado por verdenaranja @ 23:26  | Ecumenismo
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D?a 20 de Enero
II Domingo del Tiempo Ordinario


Apostolado



Yo he visto y he dado testimonio. Con estas sencillas palabras, que Juan Bautista pronuncia refiri?ndose a su modo de actuar, queda definida a la perfecci?n la personalidad apost?lica. Fij?monos en el ejemplo del Precursor que hoy nos brinda la Liturgia. Como nosotros, fue testigo del mensaje evang?lico ?ese Anuncio Nuevo?: que los hombres estamos llamados, a partir de Jesucristo, a ser hijos de Dios. No se queda Juan indiferente o pasivo ante la noticia. Comprende de inmediato la trascendencia que tiene para todos, y a todos quiere hacer part?cipes de lo que supone la presencia de Cristo entre los hombres.

Es inseparable del verdadero cristiano la actitud apost?lica. Si el mandamiento por excelencia es la caridad, el amor a los hermanos como manifestaci?n m?s notoria de amor a Dios, parece claro que los queremos de verdad s?lo en la medida en que procuramos lo mejor para ellos. Y no olvidemos que es participar de la filiaci?n divina lo que m?s puede engrandecernos a los hombres. Mucho m?s que cualquier otro talento o riqueza que podr?amos desear o imaginar. Para ser hijos suyos nos cre? Dios: ser buenos hijos de Dios es el ?nico fin que consuma nuestra vida. Ser ap?stoles, pues, supone algo tan elemental como procurar que los dem?s, nuestros iguales, reconozcan su condici?n de hijos Dios y quieran ser consecuentes con su filiaci?n divina.

Aunque se trata de una tarea f?cil, que no plantea apenas problemas entre gentes sencillas, como es el caso de los ni?os; puede no resultar tan elemental en muchos otros casos; en particular cuando el hombre ha perdido la confianza en Dios y lo considera, m?s que como un Padre amoroso al que debe la vida y todo lo que es y tiene, como un obst?culo para la propia autonom?a, o incluso un rival de la libertad personal. A veces, en efecto, hay quien considera a Dios como una complicaci?n inc?moda, que lamentablemente existe, y que dificulta m?s a?n la vida de los hombres, ya de suyo dif?cil.

?C?mo es Dios para los hombres? Se hace necesario asegurar nuestra fe en la Revelaci?n que hemos recibido de Jesucristo, pues, nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo. Jesucristo, Hijo ?nico del Padre, nos ha revelado que Dios es Amor, como dice san Juan, el ap?stol amado. Pensemos, por ejemplo, en la conocida par?bola del "hijo pr?digo", en la que estamos representados ?en aquel hombre que se marcha de la casa paterna y malgasta su herencia? los pecadores de todos los tiempos; y Dios, en aquel Padre que perdona, que espera cada d?a la vuelta del hijo, dispuesto a restituirle su favor apenas regrese arrepentido. No en vano se ha llamado tambi?n a ?sta, la par?bola del "padre misericordioso".

Sin duda, que muchos de nuestros iguales, seguros de s? mismos y, sin embargo, tristes; porque, habiendo sido creados para Dios lo desconocen y ?como declar? san Agust?n? no hallar?n descanso sino en ?l; esperan sin saberlo que les contemos la experiencia nuestra: que, m?s de una vez, hizimos de "hijo pr?digo" y que hemos experimentado siempre el amor de Dios como la riqueza mayor que se puede pensar. En cada ocasi?n ?cada vez que animamos a otro a "volver"? se cumplen las palabras con las que concluye Santiago su carta a una joven comunidad de fieles: si alguno de vosotros se desv?a de la verdad y otro le convierte, sepa que quien convierte a un pecador de su extrav?o, salvar? su alma de la muerte y cubrir? sus muchos pecados.

Si amamos a Dios de verdad nos doler? ?tambi?n por ellos? que otros le ofendan aunque no sepan que lo hacen. En todo caso, querremos que muchos m?s le amen para que crezca m?s y m?s su gloria en el mundo. Pidamos al Se?or la luz de la fe, tambi?n con nuestra mortificaci?n, para tantos que le buscan sin saberlo, porque intentan alcanzar la felicidad plena, pero donde no est?: fuera de Dios. La ilusi?n por acercar almas a Dios es manifestaci?n clara de rectitud en el propio camino: de que amamos a Dios como Jesucristo, que con su coraz?n de hombre nos quiere a todos felices junto a Dios. Con tal fuerza desea nuestro bien, que empe?a su vida por nuestra eterna salvaci?n, que es la ?nica felicidad completa y definitiva para los hombres.

Juan Bautista habl? de Jesucristo a los hombres de su tiempo para que la salvaci?n de Dios, la vida plena de la Trinidad, se extendiera de modo m?s completo que con la ley de Mois?s. En el tiempo nuestro, aunque ha sido ya anunciado y extendido en cierta medida el Evangelio, se hace necesaria una nueva evangelizaci?n, que recuerde a todos el ideal divino ?no humano? que Cristo vino a recuperar para los hombres, el que quiso Dios otorgarnos desde el principio. En Jesucristo, como ense?a San Pablo, nos eligi? antes de la constituci?n del mundo para que seamos santos y sin mancha en su presencia por el amor.

La Reina de los Ap?stoles, nuestra Madre del Cielo, recibi? una especial luz para penetrar en el misterio de la econom?a salv?fica en favor de los hombres, decretado por Dios desde la constituci?n del mundo. Nos encomendamos a Ella, para que sepamos hacer part?cipes a muchos de la inmensa riqueza salvadora de Dios.



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ZENIT publica el comentario del padre Raniero Cantalamessa, OFM Cap., predicador de la Casa Pontificia, a la Liturgia de la Palabra del domingo, II del Tiempo Ordinario, 20 de Enero de 2008.


II Domingo del Tiempo Ordinario


Isa?as 49, 3.5-6; I Corintios 1, 1-3; Juan 1, 29-34



??He ah? el Cordero de Dios!?



En el Evangelio escuchamos a Juan el Bautista que, presentando a Jes?s al mundo, exclama: ??He ah? el cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo!?. El cordero, en la Biblia, y en otras culturas, es el s?mbolo del ser inocente, que no puede hacer da?o a nadie, sino s?lo recibirlo. Siguiendo este simbolismo, la primera carta de Pedro llama a Cristo ?el cordero sin mancha?, que, ?ultrajado, no respond?a con ultrajes, y sufriendo no amenazaba con venganza?. En otras palabras, Jes?s es, por excelencia, el Inocente que sufre.

Se ha escrito que el dolor de los inocentes ?es la roca del ate?smo?. Despu?s de Auschwitz, el problema se ha planteado de manera m?s aguda todav?a. Son incontables los libros escritos en torno a este tema. Parece como si hubiera un proceso en marcha y se escuchara la voz del juez que ordena al imputado a levantarse. El imputado en este caso es Dios, la fe.

?Qu? tiene que responder la fe a todo esto? Ante todo es necesario que todos, creyentes o no, nos pongamos en una actitud de humildad, porque si la fe no es capaz de ?explicar? el dolor, menos a?n lo es la raz?n. El dolor de los inocentes es algo demasiado puro y misterioso como para poderlo encerrar en nuestras pobres ?explicaciones?. Jes?s, que ciertamente ten?a muchas m?s explicaciones para dar que nosotros, ante el dolor de la viuda de Na?m y de las hermanas de L?zaro no supo hacer nada mejor que conmoverse y llorar.

La respuesta cristiana al problema del dolor inocente se contiene en un nombre: ?Jesucristo! Jes?s no vino a darnos doctas explicaciones del dolor, sino que vino a tomarlo silenciosamente sobre s?. Al actuar as?, en cambio, lo transform? desde el interior: de signo de maldici?n, hizo del dolor un instrumento de redenci?n. M?s a?n: hizo de ?l el valor supremo, el orden de grandeza m?s elevado de este mundo. Despu?s del pecado, la verdadera grandeza de una criatura humana se mide por el hecho de llevar sobre s? el m?nimo posible de culpa y el m?ximo posible de pena del pecado mismo. No est? tanto en una u otra cosa tomadas por separado -esto es, o en la inocencia o en el sufrimiento--, sino en la presencia contempor?nea de las dos cosas en la misma persona. Este es un tipo de sufrimiento que acerca a Dios. S?lo Dios, de hecho, si sufre, sufre como inocente en sentido absoluto.

Sin embargo Jes?s no dio s?lo un sentido al dolor inocente; le confiri? tambi?n un poder nuevo, una misteriosa fecundidad. Contemplemos qu? brot? del sufrimiento de Cristo: la resurrecci?n y la esperanza para todo el g?nero humano. Pero miremos lo que sucede a nuestro alrededor. ?Cu?nta energ?a y hero?smo suscita con frecuencia, en una pareja, la aceptaci?n de un hijo discapacitado, postrado durante a?os! ?Cu?nta solidaridad insospechada en torno a ellos! ?Cu?nta capacidad de amor que, si no, ser?a desconocida!

Lo m?s importante, en cambio, cuando se habla de dolor inocente, no es explicarlo, sino evitar aumentarlo con nuestras acciones y nuestras omisiones. Pero tampoco basta con no aumentar el dolor inocente; ?es necesario procurar aliviar el que exista! Ante el espect?culo de una ni?a aterida de fr?o que lloraba de hambre, un hombre grit?, un d?a, en su coraz?n a Dios: ??Oh Dios! ?D?nde est?s? ?Por qu? no haces algo por esa peque?a inocente??. Y Dios le respondi?: ?Claro que he hecho algo por ella: ?te he hecho a ti!?.

[Traducci?n del original italiano realizada por Marta Lago]

Publicado por verdenaranja @ 14:23  | Espiritualidad
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Viernes, 18 de enero de 2008
Alfonso Aguil?
www.interrogantes.net



Le? no hace mucho un comentario interesante sobre el cuento de Caperucita Roja. Ven?a a decir que los ni?os de ahora reaccionan de forma distinta cuando escuchan la narraci?n de aquel viejo cuento, o cuando lo presencian en el gui?ol.

Los ni?os de hoy piensan que la familia de Caperucita Roja no era nada ejemplar. Una madre que tiene a la suya, con tantos a?os, viviendo a muchas leguas de su casa es, para empezar, una mujer poco cari?osa. Una madre que permite que su hija, en este caso Caperucita, se adentre sola en el bosque para llevar a la abuelita abandonada una cesta con un surtido de productos caseros, es una madre ego?sta y poco responsable. De haber tenido algo m?s de sentido com?n, habr?a acompa?ado a su hija en tan larga y arriesgada traves?a. El lobo feroz hace lo que tiene que hacer. Recibe la informaci?n, se adelanta a Caperucita, se come a la abuela que vive sola porque su hija no la quiere tener en casa, se viste con el camis?n de la abuela, se ajusta su redecilla en la cabeza y se mete en la cama en espera de esa tontita que le ha dado todas las pistas. Y llega Caperucita y no reconoce a su abuela, y se cree que el lobo es la abuelita, lo que demuestra lo tonta que era la ni?a y lo poco que visitaba a su abuelita. Y el lobo se la come, porque se lo tiene merecido. Por eso, cuando el lobo se zampa a Caperucita, los ni?os de hoy aplauden a rabiar, hasta el punto que en los gui?oles suelen eliminar del cuento la figura del cazador que salva a ambas, porque no resultar?a nada popular.

Se ve que a los ni?os de ahora les mueve poco el ternurismo o la moralina, y esperan sobre todo coherencia y sensatez. Los ni?os de hoy no perdonan a la fresca de la madre de Caperucita lo mal que se portaba con la abuela, porque a una madre no se la tiene enferma y sola en el bosque. Y tampoco perdonan el despiste de Caperucita, incapaz de distinguir entre una abuela y un lobo metido en la cama con el camis?n y la redecilla de la abuela.

Cuando los ni?os crecen Todo ni?o es en principio un poco psic?logo, que juzga a sus padres, y, en general, a todos los mayores. Los estudia y tantea sin cesar, y pronto determina cu?les son los l?mites de su poder y su libertad. Usa a este efecto todas sus peque?as armas, principalmente las l?grimas o los enfados. Una criatura de seis meses, por ejemplo, sabe ya leer en el rostro de su padre o de su madre para discernir lo que debe hacer o no, su aprobaci?n o su desaprobaci?n. Y cuanto m?s se mima al ni?o, m?s indefenso se le deja, como hac?a aquella mujer que dejaba a su madre en mitad del bosque y enviaba a su hija sola a visitarla.

Con el paso del tiempo, los hijos juzgar?n con dureza el abandono que supone haberles mimado, ese haberles ahorrado todo sacrificio, tantas oportunidades de robustecer su voluntad. Por eso es tan importante no confundir lo que es objeto de nuestro cari?o con lo que puede ser nuestra perdici?n. Los padres que por amor ciego, por comodidad o por ingenuidad han procurado satisfacer siempre los caprichos de sus hijos, pronto se encuentran con que no pueden con el caballo que no fue domado cuando era potro. Y lo peor es que entonces los hijos tienen ya edad para advertir el da?o que les han hecho sus padres con tanta condescendencia.

Por fortuna, tambi?n tienen edad entonces para valorar que se les haya educado en el esfuerzo y la exigencia personal, y lo agradecen a sus padres como un gran tesoro que les han dejado.



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Textos b?blicos, meditaciones y oraciones para el Octavario de Oraciones por la Unidad de las Iglesias, sacado de folleto para su celebraci?n.

D?a tercero

Orad sin cesar por la
conversi?n de los corazones


?Animad a los t?midos y sostened a los d?biles? (1 Ts 5, 14)


Jon 3, 1-10: La conversi?n de N?nive
Sal 51, 8-15: Crea en m? un coraz?n puro
1 Ts 5 (12a) 13b-18: Animad a los t?midos
Mc 11, 15-17: Una casa de oraci?n

Comentario

En el origen y en el coraz?n del ecumenismo, se encuentra una llamada urgente al arrepentimiento y a la conversi?n. Es necesario sabernos desafiar mutuamente en nuestras comunidades cristianas, como Pablo nos invita en la Primera carta a los Tesalonicenses. Si uno u otro siembra divisi?n, que se corrija; si algunos tienen miedo a lo que una reconciliaci?n costosa podr?a implicar, que se animen.

?Por qu? ocultarlo? Si las divisiones entre cristianos permanecen es tambi?n por falta de voluntad de comprometerse con determinaci?n en el di?logo ecum?nico e incluso simplemente en la oraci?n por la unidad.

La Biblia nos informa de c?mo Dios envi? a Jon?s para inter-pelar a N?nive y c?mo toda la ciudad se arrepinti?. De la misma manera, las comunidades cristianas deben ponerse a la escucha de la Palabra de Dios y arrepentirse. Durante el ?ltimo siglo, los


profetas de la unidad no faltaron para recordar a los cristianos la infidelidad de su desuni?n y la urgencia de la reconciliaci?n.

A imagen de la intervenci?n vigorosa de jes?s en el templo, la llamada a la reconciliaci?n de los cristianos puede seriamente trastornar nuestras certezas. Necesitamos purificarnos tambi?n. Debemos saber purificar nuestro coraz?n de todo lo que le impide ser una aut?ntica casa de oraci?n, preocupada por la unidad de todas las naciones.


Oraci?n


Se?or, t? quieres la verdad en el fondo del ser; en el secreto de nuestro coraz?n; t? nos ense?as la sabidur?a. Haz que nos animemos mutuamente en los caminos de la unidad. Mu?stranos las conversiones necesarias para la reconciliaci?n. Da a cada uno un coraz?n renovado, un coraz?n verdaderamente ecum?nico; as? te lo pedimos. Am?n.

Publicado por verdenaranja @ 23:14  | Migraciones
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ZENIT publica el discurso que dirigi? Benedicto XVI el viernes, 18 de Enero de 2008, a la Conferencia de los obispos latinos en las regiones ?rabes, al concluir su visita quinquenal ?ad limina apostolorum?.


Queridos hermanos en el episcopado y en el sacerdocio:

Con alegr?a os doy la bienvenida al cumplir con vuestra visita ?ad limina?, reforzando vuestra comuni?n con el sucesor de Pedro, as? como la de las Iglesias locales de las que sois pastores. Agradezco profundamente a Su Beatitud Michel Sabbah, patriarca latino de Jerusal?n y al presidente de vuestra conferencia episcopal por la presentaci?n a grandes rasgos de la vida de la Iglesia en vuestros pa?ses. Que vuestra peregrinaci?n a la tumba de los ap?stoles sea motivo de una renovaci?n espiritual para vuestras comunidades, fundada en la persona de Cristo.

La Conferencia de los obispos latinos en las regiones ?rabes re?ne a una gran diversidad de situaciones. En la mayor?a de los casos, los fieles, originarios de numerosos pa?ses, se re?nen en peque?as comunidades, en sociedades compuestas mayoritariamente por creyentes en otras religiones. Decidles que el Papa est? muy cerca espiritualmente de ellos y que comparte sus inquietudes y esperanzas. Hago llegar a todos mis mejores deseos para que vivan en la serenidad y la paz.

Ante todo, quisiera confirmaros una vez m?s la importancia que doy al testimonio de vuestras Iglesias locales, recordando el mensaje que dirig? a los cat?licos de Oriente Medio el 21 de diciembre de 2006, para manifestarles la solidaridad de la Iglesia universal. En vuestra regi?n, el continuo desencadenamiento de la violencia, de la inseguridad, del odio, hacen muy dif?cil la convivencia entre vosotros, temiendo en ocasiones por la pervivencia de vuestras comunidades. Es un grave desaf?o planteado a vuestro servicio pastoral, que os estimula a reforzar la fe de los fieles y su sentido fraterno para que todos puedan vivir con una esperanza fundada en la certeza de que el Se?or no abandona nunca a aquellos que se dirigen a ?l, pues s?lo ?l es nuestra aut?ntica esperanza, en virtud de la cual podemos afrontar nuestro presente (Cf. Spe salvi, n. 1). Os invito encarecidamente a permanecer junto a las personas encomendadas a vuestro ministerio, apoy?ndoles en las pruebas e indic?ndoles siempre el camino de una aut?ntica fidelidad al Evangelio, en cumplimiento de sus deberes de disc?pulos de Cristo. Que todos, en las situaciones dif?ciles que experimentan, puedan tener la fuerza y la valent?a para vivir como testigos ardientes de la caridad de Cristo.


Es comprensible que en ocasiones las circunstancias inciten a los cristianos a abandonar sus pa?ses para encontrar una tierra acogedora que les permita vivir de una manera conveniente. Sin embargo, hay que alentar y apoyar firmemente a quienes deciden permanecer fieles a su tierra para que no se convierta en un lugar arqueol?gico, desprovisto de vida eclesial. Promoviendo una vida fraterna s?lida, encontrar?n apoyo en sus pruebas. Ofrezco, por tanto, todo mi apoyo a las iniciativas que emprend?is para contribuir a la creaci?n de condiciones socioecon?micas que ayuden a los cristianos a permanecer en sus pa?ses y hago un llamamiento a toda la Iglesia a apoyar de manera vigorosa estos esfuerzos.

La vocaci?n de los cristianos en vuestros pa?ses tiene una importancia esencial. Siendo art?fices de la paz y de la justicia, son una presencia viva de Cristo, quien vino para reconciliar al mundo con el Padre, y a reunir a todos sus hijos dispersos. De este modo, es necesario afianzar y desarrollar cada vez m?s una comuni?n aut?ntica y una colaboraci?n serena y respetuosa entre los cat?licos de los diferentes ritos. Son se?ales elocuentes para los dem?s cristianos y para toda la sociedad. De hecho, la oraci?n de Cristo en el Cen?culo, ?que todos sean uno?, es una invitaci?n apremiante a buscar sin cesar la unidad entre los disc?pulos de Cristo. Me alegro, por tanto, de saber que atribu?s particular importancia a la profundizaci?n en las relaciones fraternas con las dem?s Iglesias y comunidades eclesiales. Constituyen un elemento fundamental en el camino de la unidad y un testimonio de Cristo ?para que el mundo crea? (Juan 17, 21). Los obst?culos en el camino de la unidad no tienen que apagar nunca el entusiasmo por crear las condiciones para un di?logo diario, preludio de la unidad.

El encuentro con miembros de otras religiones, jud?os y musulmanes, es para vosotros una realidad cotidiana. En vuestros pa?ses, la calidad de las relaciones entre los creyentes asume un significado totalmente particular, convirti?ndose en un testimonio de Dios y, al mismo tiempo, en una contribuci?n para establecer relaciones m?s fraternas entre las personas y entre los diferentes componentes de vuestras sociedades. Es necesario un mayor conocimiento rec?proco para favorecer un mayor respeto de la dignidad humana y de la igualdad de derechos y deberes de las personas y una renovada atenci?n por las necesidades de cada uno, en particular de los m?s pobres. Manifiesto el vivo deseo de que por doquier sea efectiva la aut?ntica libertad religiosa y que no se obstaculice el derecho de cada quien a practicar su religi?n o a cambiarla. Se trata de un derecho primordial de todo ser humano.

Queridos hermanos: el apoyo a las familias cristianas, que tienen que afrontar numerosos desaf?os, como el relativismo religioso, el materialismo y toda las amenazas contra los valores morales familiares y sociales, tiene que seguir siendo una de vuestras prioridades. En particular, os invito a continuar con vuestros esfuerzos por ofrecer una formaci?n s?lida a los j?venes y a los adultos para ayudarles a fortalecer su identidad cristiana y a afrontar valiente y serenamente las situaciones que se les presentan, en el respeto de las personas que no comparten sus convicciones.

Soy consciente del compromiso de vuestras comunidades en los campos de la educaci?n, del servicio sanitario y social, apreciado por las autoridades y la poblaci?n de vuestros pa?ses. En las condiciones que viv?s, al desarrollar los valores de la solidaridad, de la fraternidad y del amor mutuo, anunci?is en vuestras sociedades el amor universal de Dios, en particular a los m?s pobres y desfavorecidos. En efecto, ?el amor, en su pureza y gratuidad, es el mejor testimonio del Dios en el que creemos y que nos impulsa a amar? (Deus caritas est, n. 31). Aprecio el compromiso valiente de sacerdotes, religiosos y religiosas por acompa?ar a vuestras comunidades en vuestra vida cotidiana y en su testimonio. Su apoyo humano y espiritual tiene que ser una de vuestras preocupaciones esenciales como pastores.

Por ?ltimo, quisiera expresar nuevamente mi cercan?a a todas las personas que en vuestra regi?n sufren a causa de la violencia. Pod?is contar con la solidaridad de la Iglesia universal. Me apelo tambi?n a la sabidur?a de todos los seres humanos de buena voluntad, sobre todo de aquellos que tienen responsabilidades en la vida colectiva, para que privilegiando el di?logo entre todas las partes, cese la violencia, se instaure en todos los lugares una paz aut?ntica y duradera y se establezcan relaciones de solidaridad y colaboraci?n.

Encomendando a cada uno de vuestros pa?ses y a cada una de vuestras comunidades a la intercesi?n materna de Mar?a, imploro de Dios para todos vosotros el don de la paz. De todo coraz?n os imparto una afectuosa bendici?n apost?lica, as? como a los sacerdotes, a los religiosos, a las religiosas y a todos los fieles de vuestras di?cesis.

[Traducci?n del original en franc?s realizada por Jes?s Colina

? Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]

Publicado por verdenaranja @ 23:07  | Habla el Papa
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ZENITPublicamos la carta que ha enviado Benedicto XVI al padre Peter-Hans Kolvenbach, S.I., hasta ahora prep?sito general de la Compa??a de Jes?s.



En ocasi?n de la 35? Congregaci?n General de la Compa??a de Jes?s, es mi vivo deseo hacer llegar a Usted y a cuantos toman parte en la Asamblea el m?s cordial saludo, unido a la seguridad de mi afecto y de mi constante cercan?a espiritual. S? lo importante que es para la vida de la Compa??a el acontecimiento que se est? celebrando, s? tambi?n que, por ello, ha sido preparado con gran cuidado. Se trata de una ocasi?n providencial para imprimir a la Compa??a de Jes?s aquel renovado impulso asc?tico y apost?lico que es deseado por todos, para que los Jesuitas puedan llevar a cabo plenamente su misi?n y afrontar los desaf?os del mundo moderno con aquella fidelidad a Cristo y a la Iglesia que distingui? la acci?n prof?tica de San Ignacio de Loyola y de sus primeros compa?eros.

El Ap?stol escribe a los fieles de Tesal?nica que les ha anunciado el evangelio de Dios, ?anim?ndoos y conjur?ndoos - precisa ?l - a comportaros de manera digna de aquel Dios que os llama a su reino y a su gloria? (1 Ts 2,12), y a?ade: ?Precisamente por esto tambi?n nosotros damos gracias a Dios continuamente porque, habiendo recibido de nosotros la palabra divina de la predicaci?n, la hab?is acogido no como palabra de hombres, sino cual es en verdad, como palabra de Dios, que act?a en vosotros que cre?is? (1 Ts 2,13). La palabra de Dios, por tanto, primeramente es ?recibida?, es decir escuchada, despu?s, penetrando hasta el coraz?n, es ?acogida? y quien la recibe reconoce que Dios habla por medio de su enviado: de este modo la palabra act?a en los creyentes. Como entonces, tambi?n hoy la evangelizaci?n exige total y fiel adhesi?n a la palabra de Dios: adhesi?n, ante todo, a Cristo, y escucha atenta de su Esp?ritu que gu?a a la Iglesia, d?cil obediencia a los Pastores que Dios ha puesto para guiar a su pueblo y prudente y franco di?logo con las instancias sociales, culturales y religiosas de nuestro tiempo. Todo esto presupone, como es sabido, una ?ntima comuni?n con Aqu?l que nos llama a ser sus amigos y disc?pulos, una unidad de vida y de acci?n que se alimenta de su palabra, de contemplaci?n y oraci?n, de separaci?n de la mentalidad del mundo y de incesante conversi?n a su amor para que sea ?l, Cristo, quien viva y act?e en cada uno de nosotros. Est? aqu? el secreto del aut?ntico ?xito del empe?o apost?lico y misionero de todo cristiano, y a?n m?s de cuantos son llamados a un servicio m?s directo del Evangelio.

Tal convicci?n est? ciertamente bien presente en cuantos toman parte en la Congregaci?n General, y siento la urgencia de reconocer el gran trabajo ya realizado por la comisi?n preparatoria que a lo largo del a?o 2007 ha examinado los postulados llegados de las Provincias y ha indicado los temas a afrontar. Querr?a expresar mi agradecimiento en primer lugar a Usted, querido y venerado Padre Prep?sito General, que desde 1983 est? guiando de modo iluminado, sabio y prudente la Compa??a de Jes?s, tratando por todos los modos de mantenerla en el cauce del carisma ignaciano. Usted, por razones objetivas, ha pedido varias veces ser exonerado de su cargo, asumido con gran sentido de responsabilidad en un momento no f?cil de la historia de la Orden. Le expreso el m?s vivo agradecimiento por el servicio prestado a la Compa??a y, m?s en general, a la Iglesia. Mi sentimiento de gratitud se extiende a sus m?s directos colaboradores, a los participantes en la Congregaci?n General y a todos los Jesuitas esparcidos por todas las partes del Planeta. A todos y a cada uno llegue el saludo del Sucesor de Pedro, que sigue con afecto y estima el m?ltiple y apreciado trabajo apost?lico de los Jesuitas, y alienta a todos en el camino abierto por el santo Fundador y recorrido por grupos innumerables de hermanos dedicados a la causa de Cristo, muchos de los cuales han sido inscritos por la Iglesia en el cat?logo de los beatos y de los santos. Que ellos protejan y sostengan a la Compa??a de Jes?s en la misi?n que desarrolla en esta nuestra ?poca, marcada por numerosos y complejos desaf?os culturales y religiosos, dif?ciles.

Y precisamente a este prop?sito, ?c?mo no reconocer la valiosa contribuci?n que la Compa??a ofrece a la acci?n de la Iglesia en varios campos y de muchas maneras? ?Contribuci?n verdaderamente grande y benem?rita, que s?lo el Se?or podr? recompensar debidamente! Como mis venerados Predecesores, los Siervos de Dios Pablo VI y Juan Pablo II, tambi?n yo aprovecho la oportunidad de la Congregaci?n General para poner de relieve tal aportaci?n y, al mismo tiempo, para ofrecer a vuestra reflexi?n algunas consideraciones, que os sirvan de aliento y est?mulo para realizar cada vez mejor el ideal de la Compa??a, en plena fidelidad al Magisterio de la Iglesia, tal como se describe en la siguiente expresi?n que os es bien familiar: ?Militar para Dios bajo la bandera de la cruz y servir s?lo al Se?or y a la Iglesia su esposa, bajo el Romano Pont?fice, Vicario de Cristo en la tierra? (Litt. Ap. Exposcit debitum, 21 julio 1550). Se trata de una ?peculiar? fidelidad, sancionada tambi?n, para no pocos de vosotros, por un voto de obediencia inmediata al Sucesor de Pedro ?perinde ac cadaver?. De esta vuestra fidelidad, que constituye la se?al distintiva de la Orden, la Iglesia tiene a?n mayor necesidad hoy, en una ?poca en que se advierte la urgencia de transmitir, de manera integral, a nuestros contempor?neos, distra?dos por tantas voces discordantes, el ?nico e inmutado mensaje de salvaci?n que es el Evangelio, ?no como palabra de hombres, sino cual es en verdad, como palabra de Dios?, che opera en los que creen.

Para que esto suceda es indispensable, como ya recordaba el amado Juan Pablo II a los participantes en la 34? Congregaci?n General, que la vida de los miembros de la Compa??a de Jes?s, como tambi?n su investigaci?n doctrinal, est?n siempre animadas de un verdadero esp?ritu de fe y comuni?n en ?d?cil sinton?a con las indicaciones del Magisterio? (Insegnamenti, vol. I, pp. 25-32). Deseo vivamente que la presente Congregaci?n General reafirme con claridad el aut?ntico carisma del Fundador, para alentar a todos los Jesuitas a promover la verdadera y sana doctrina cat?lica. Como Prefecto de la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe, he podido apreciar la valiosa colaboraci?n de Consultores y expertos Jesuitas, que, en plena fidelidad a su carisma, han contribuido de manera considerable a la fiel promoci?n y recepci?n del Magisterio. No es ?ste ciertamente un empe?o f?cil, especialmente cuando se est? llamado a anunciar el Evangelio en contextos sociales y culturales muy diversos y hay que confrontarse con mentalidades diferentes. Aprecio, por tanto, sinceramente tal esfuerzo realizado al servicio de Cristo, esfuerzo que es fructuoso para el verdadero bien de las almas en la medida en que uno se deja guiar por el Esp?ritu Santo, y permanece d?cil a las ense?anzas del Magisterio, refiri?ndose a los principios clave de la vocaci?n eclesial del te?logo expuestos en la Instrucci?n Donum veritatis.

La obra evangelizadora de la Iglesia cuenta, por tanto, mucho con la responsabilidad formativa que la Compa??a tiene en el campo de la teolog?a, de la espiritualidad y de la misi?n. Y, precisamente, para ofrecer a toda la Compa??a de Jes?s una clara orientaci?n que la sostenga en una dedicaci?n apost?lica fiel y generosa, podr?a resultar muy ?til que la Congregaci?n General reafirme, en el esp?ritu de San Ignacio, la propia adhesi?n total a la doctrina cat?lica, en particular sobre puntos neur?lgicos hoy fuertemente atacados por la cultura secular, como, por ejemplo, la relaci?n entre Cristo y las religiones, algunos aspectos de la teolog?a de la liberaci?n y varios puntos de la moral sexual, sobre todo en lo que se refiere a la indisolubilidad del matrimonio y a la pastoral de las personas homosexuales.

Reverendo y querido Padre, estoy persuadido que la Compa??a advierte la importancia hist?rica de esta Congregaci?n General y, guiada por el Esp?ritu Santo, quiere una vez m?s, como dec?a el amado Juan Pablo II en enero de 1995, reafirmar, ?sin equ?vocos y sin dudas, su espec?fico camino hacia Dios, como lo traz? San Ignacio en la Formula Instituti: la fidelidad amorosa a vuestro carisma ser? fuente segura de renovada fecundidad? (Insegnamenti, vol. XVIII/1, 1995, p. 26). Resultan adem?s muy actuales las palabras que mi venerado Predecesor Pablo VI os dirigi? en otra ocasi?n an?loga: ?Todos debemos velar para que la adaptaci?n necesaria no se realice con detrimento de la identidad fundamental, de la esencialidad de la figura del jesuita, como se describe en la Formula Instituti, como la historia y la espiritualidad de la Orden la proponen y como la interpretaci?n aut?ntica de las necesidades mismas de los tiempos parece reclamar hoy. Aquella imagen no deber ser alterada, no debe ser desfigurada? (Insegnamenti, vol. XII, 1974, pp. 1181-1182).

La continuidad de las ense?anzas de los Sucesores de Pedro es prueba de la gran atenci?n y cuidado que ellos mostraron respecto de los Jesuitas, su estima por vosotros y el deseo de poder contar siempre con la aportaci?n preciosa de la Compa??a para la vida de la Iglesia y para la evangelizaci?n del mundo. Conf?o la Congregaci?n General a la intercesi?n del santo Fundador y de los santos de la Orden, a la materna protecci?n de Mar?a, para que todo hijo espiritual de San Ignacio pueda tener ante los ojos ?primero a Dios, y luego el modo de ser de este su instituto? (Formula Instituti, I). Con tales sentimientos aseguro un constante recuerdo en la oraci?n e imparto de coraz?n a Usted, Reverendo Padre, a los Padres de la Congregaci?n General y a la entera Compa??a de Jes?s una especial Bendici?n Apost?lica.

Del Vaticano, 10 Enero 2008

Benedictus XVI

[Traducci?n del original italiano distribuida por la Curia General de la Compa??a de Jes?s

? Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]

Publicado por verdenaranja @ 23:03  | Habla el Papa
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VATICANO - LAS PALABRAS DE LA DOCTRINA por don Nicola Bux y don Salvatore Vitiello - El rey est? desnudo (La falsa ?tolerancia laica? manifest? su rostro)

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Ahora, parece verdaderamente que el rey est? desnudo. (Y ?rey? est? voluntariamente en min?sculas). La falsa ?tolerancia laica? ha manifestado su rostro: los paladines de los derechos humanos deber?n explicar que cosa es la libertad de conciencia y de religi?n, incluso respecto a la carta de los 138 musulmanes, significativamente titulada ?Una palabra com?n entre nosotros y ustedes?.
Por nuestra parte, entendemos el di?logo como tiempo empleado en escuchar al otro, para entender bien qui?n es, a d?nde va, en qu? cree. La ignorancia, en cambio, genera el prejuicio y, en cadena, la violencia. Si no se conoce mutuamente, el miedo nace inevitablemente y el otro es visto como un peligro, ciertamente no como un hermano.

El di?logo parece mostrarse como un arma salida de las manos de quien, ?cat?lico del disenso?, como un tiempo se defin?an a s? mismos, o ?adulto?, como se llaman hoy, - que significa en todo caso ?me siento inc?modo en la Iglesia pero deb?is escucharme a m? y no al magisterio? - ha perdido sustancialmente el sentido de la propia identidad.

Quiz?s Benedicto XVI da miedo porque propone un verdadero di?logo universal - como ha mostrado en Regensburg - dirigi?ndose verdaderamente a todos: a los agn?sticos y a los esc?pticos, a los jud?os y a los musulmanes, a los cristianos secularizados.

Propone un ?iluminismo aut?ntico? mediante ?un ensanchamiento de nuestro concepto de raz?n y de su uso?, con el objetivo de realizar ?un verdadero di?logo de las culturas y de las religiones?.

En filosof?a y en teolog?a, pero en la misma cultura en general, necesitan ser comprendidos de nuevo tanto el concepto de raz?n cuanto el concepto de di?logo, visto que el Papa a?ade repetidamente el atributo ?verdadero?. Hasta ahora se ha considerado que tienen dignidad de ?di?logo? solamente los meetings donde las diferencias eran minimizadas en nombre de aquello que une. Alguien ha dicho eficazmente que entre los cat?licos se ha terminado por considerar verdadera solamente la verdad del otro.

En realidad, tanto en ciertos ambientes teol?gicos como en la sociedad italiana, no hay una convergencia plena sobre la idea de raz?n y de di?logo. Es necesario, por lo tanto, un largo trabajo para tratar de convenir sobre las cuestiones ?fundamentales?, si se pretende favorecer la relaci?n correcta entre religi?n y espacio p?blico.
Por lo tanto, buscaremos interlocutores entre los laicos no creyentes y aquellos religiosos, que no renuncien a la cr?tica de la propia fe o sistema de pensamiento, sino que amen ?pensar y hacer pensar?: esto hace ?caminar el pensamiento? y lo cambia.

Por lo tanto no tendremos miedo de la confrontaci?n al interno de la Iglesia y al externo, tambi?n con cuantos son, pertinazmente e irresponsablemente, fautores de confusi?n.
Lo haremos bajo la gu?a del amado Santo Padre Benedicto XVI, que en M?naco el 10 de septiembre de 2006, en la homil?a de la Celebraci?n Eucar?stica, siguiendo el ?no teng?is miedo de Cristo? de Juan Pablo II, reafirm?: ?Nuestra fe no la imponemos a nadie [?]. La fe s?lo puede desarrollarse en la libertad. Pero a la libertad de los hombres pedimos que se abra a Dios, que lo busque, que lo escuche?. Quien tenga o?dos para entender, que entienda. (Agencia Fides 17/1/2008; l?neas 40, palabras 567)

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VATICANO - La intervenci?n preparada por Benedicto XVI para la visita a la Universidad ?La Sapienza?

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Ha sido publicada la intervenci?n que el Santo Padre Benedicto XVI hubiera tenido que pronunciar durante la vista a la Universidad ?La Sapienza? de Roma, prevista para el jueves 17 de enero y anulada posteriormente. A continuaci?n publicamos algunas partes del texto preparado por el Santo Padre.

?Desde hace siglos esta Universidad marca el camino y la vida de la ciudad de Roma, haciendo fructificar las mejores energ?as intelectuales en todo campo del saber. Tanto a lo largo del periodo en que, tras la fundaci?n querida por Papa Bonifacio VIII, la instituci?n estaba bajo la directa dependencia de la Autoridad eclesi?stica, as? como sucesivamente cuando el Studium Urbis se desarroll? como instituci?n del Estado italiano, vuestra comunidad acad?mica ha conservado un gran nivel cient?fico y cultural, que la sit?a entre las m?s prestigiosas universidades del mundo?.
??Qu? cosa puede y debe decir un Papa en una ocasi?n como ?sta? En la universidad ?La Sapienza?, la antigua universidad de Roma... he sido invitado justamente como Obispo de Roma, y por ello debo hablar como tal. Ciertamente, ?La Sapienza? era en un tiempo la universidad del Papa, pero hoy es una universidad laica con aquella autonom?a que, en base a su mismo concepto fundador, ha sido siempre parte de la naturaleza de la universidad, la cual debe estar relacionada exclusivamente a la autoridad de la verdad. En su libertad de autoridades pol?ticas y eclesi?sticas, la universidad encuentra su funci?n particular, justamente tambi?n para la sociedad moderna, que necesidad de una instituci?n de ese tipo?.

??Qu? cosa puede y debe decir el Papa en el encuentro con la universidad de su ciudad? Reflexionando sobre este interrogativo, me dio la impresi?n que ?ste incluye otros dos, cuya aclaraci?n deber?a conducir por s? misma a la respuesta. Es necesario, en efecto, preguntarse: ?Cu?l es la naturaleza y la misi?n del Papado? ?Cu?l es la naturaleza y la misi?n de la universidad? ... El Papa es sobre todo el Obispo de Roma, y como tal, en virtud de la sucesi?n del Ap?stol Pedro, tiene una responsabilidad episcopal para toda la Iglesia cat?lica... el Obispo - el Pastor - es el hombre que cuida de esta comunidad; aquel que la conserva unida manteni?ndola en el camino hacia Dios, indicado seg?n la fe cristiana por Jes?s - y no solamente indicada: ?l mismo es para nosotros el camino. Pero esta comunidad de la cual el Obispo cuida - sea esta grande o peque?a - vive en el mundo; sus condiciones, su camino, su ejemplo y su palabra influyen inevitablemente sobre todo el resto de la comunidad humana en su conjunto... As?, el Papa, justamente en cuanto Pastor de su comunidad, ha llegado a ser cada vez m?s una voz de la raz?n ?tica de la humanidad?.

??Qu? cosa es la raz?n? ?C?mo puede una afirmaci?n - sobre todo una norma moral - demostrarse ?racional??... Frente a una raz?n a-hist?rica que busca autoconstruirse solamente una racionalidad a-hist?rica, la sabidur?a de la humanidad como tal - la sabidur?a de las grandes tradiciones religiosas - debe ser valorada como realidad que no se puede botar en el basurero de la historia de las ideas?.

?El Papa habla como representante de una comunidad creyente, en la cual, durante los siglos de su existencia ha madurado una determinada sabidur?a de la vida; habla como representante de una comunidad que custodia en s? un tesoro de conocimiento y de experiencia ?ticos, que resulta importante para toda la humanidad: en tal sentido habla como representante de una raz?n ?tica?.

??Y qu? cosa es la universidad? ?Cu?l es su tarea? Es una pregunta gigantesca... Pienso que se puede decir que el verdadero, ?ntimo origen de la universidad est? en el ardor por el conocimiento que es propio del hombre. ?l quiere saber qu? cosa es todo aquello que lo rodea. Quiera la verdad... los cristianos de los primeros siglos... han acogido su fe no en modo positivista, o como v?a de escape de deseos no satisfechos; la han comprendido como la disoluci?n de la niebla de la religi?n mitol?gica para hacer un lugar al descubrimiento de aquel Dios que es Raz?n creadora y al mismo tiempo Raz?n-Amor. Por esto, el interrogarse de la raz?n sobre el Dios m?s grande as? como sobre la verdadera naturaleza y sobre el verdadero sentido del ser humano era para ellos no una forma problem?tica de falta de religiosidad, sino que formaba parte de la esencia de su modo de ser religiosos?.

?El hombre quiere conocer - quiere verdad. Verdad es sobre todo una cosa del ver, del comprender, de la theor?a, como la llama la tradici?n griega. Pero la verdad no es nunca solamente te?rica... Verdad significa m?s que saber; el conocimiento de la verdad tiene como fin el conocimiento del bien. Ese es tambi?n el sentido del interrogarse socr?tico: ?Cu?l es aquel bien que nos hace verdaderos? La verdad nos hace buenos, y la bondad es verdadera: es este el optimismo que vive en la fe cristiana, porque a ella ha sido concedida la visi?n del Logos, de la Raz?n creadora que, en la encarnaci?n de Dios, se ha revelado como el Bien, como la Bondad misma?.

?En la teolog?a medieval se dio una profunda disputa acerca de la relaci?n entre teor?a y praxis, sobre la justa relaci?n entre conocer y hacer -una disputa que no nos toca desarrollar en este momento. De hecho la universidad medieval con sus cuatro Facultades presenta esta correlaci?n?.
?Se hace inevitable la preguntad e Pilato: ?Qu? es la verdad? ?Y c?mo se la distingue? Si para ello se recurre a la ?raz?n p?blica?, como hace Rawls, entonces se pasa a la pregunta: ?Qu? cosa es razonable? ?C?mo una raz?n se muestra como verdadera? En todo caso, en base a esto se hace evidente que en la b?squeda del derecho de la libertad, de la verdad de la justa convivencia, se debe prestar o?do a instancias diversas respecto de partidos o grupos de inter?s, sin querer con ello en lo m?s m?nimo menoscabar su importancia?.

?Tomando distancia de las filosof?as neoplat?nicas, en las que religi?n y filosof?a estaban inseparablemente unidas, los Padres presentaron la fe cristiana como la verdadera filosof?a, subrayando adem?s que esta fe corresponde a las exigencias de la raz?n en b?squeda de la verdad; que la fe es el ?s? a la verdad, respecto de las religiones m?ticas o consuetudinarias. Pero m?s adelante, en el momento del nacimiento de la universidad, en Occidente no exist?an m?s esas religiones, sino tan s?lo el cristianismo, y por ello se deb?a destacar de una manera nueva la responsabilidad propia de la raz?n, que de ning?n modo es absorbida por la fe... La filosof?a debe ser siempre verdaderamente una b?squeda de la raz?n en la propia libertad y responsabilidad; debe ser capaz de ver sus propios l?mites y al mismo tiempo su propia grandeza y vastedad. La teolog?a debe continuar recurriendo a un tesoro de conocimiento que no es invenci?n de ella misma, que m?s bien la supera y que, no siendo nunca totalmente agotable por la reflexi?n, precisamente por ello es siempre impulsora del pensamiento... No pocas cosas dichas por te?logos en el curso de la historia o traducidas a la pr?ctica por autoridades eclesiales han sido luego demostradas falsas por la historia, y hoy pueden causar confusi?n. Pero al mismo tiempo es verdad que la historia de los santos, la historia del humanismo crecidos obre la base de la fe cristiana demuestra la verdad de esta fe en su n?cleo esencial, haciendo de ella tambi?n una instancia para la raz?n p?blica?.

?En los tiempos modernos se han abierto nuevas dimensiones del saber que en la universidad son valoradas, sobretodo en dos grandes ?mbitos: ante todo en las ciencias naturales... en segundo lugar, en las ciencias hist?ricas y humanistas... En este desarrollo se ha abierto a la humanidad no solamente una gran medida de saber y de poder; han crecido tambi?n el conocimiento y el reconocimiento del os derechos y de la libertad de cada hombre, y de ello debemos estar agradecidos. Pero el camino del hombre no puede nunca darse por completo y el peligro de caer en la deshumanizaci?n tampoco deja de estar presente: ?as? lo vemos en el panorama de la historia actual! El peligro del mundo occidental -para hablar s?lo de este tema- es hoy que el hombre, precisamente a causa de la grandeza de su conocimiento y poder, se rinda en relaci?n a la cuesti?n de la verdad. Y ello significa al mismo tiempo que la raz?n, finalmente, se dobla ante la presi?n de los intereses y del atractivo de la utilidad, obligada a reconocerla como criterio ?ltimo... Pero s? la raz?n -en virtud de su presunta pureza- se hace sorda al gran mensaje que le viene de la fe cristiana y de su conocimiento, se seca como un ?rbol cuyas ra?ces no pueden alcanzar el agua que les da la vida. Pierde de este modo el deseo de la verdad y no s?lo no crece, sino que disminuye. Aplicado a nuestra cultura europea esto significa: si ella quiere s?lo auto construirse dentro de los l?mites de sus propias argumentaciones y en base a lo que en el momento la convence y -preocupada por su laicidad- se separa de las ra?ces de las que vive, entonces no es m?s ya razonable ni pura, sino que se descompone y se quiebra?.

?Con esto regreso al punto de partida. ?Qu? puede hacer o decir el Papa en la universidad? Seguramente no debe tratar de imponer a otros de manera autoritaria la fe, que puede s?lo ser entregada en libertad. M?s all? de su ministerio como Pastor de la Iglesia y en base a la naturaleza intr?nseca de su ministerio pastoral es tarea suya el mantener la sensibilidad por la verdad; invitar siempre de nuevo a la raz?n a lanzarse a la b?squeda de lo verdadero, del bien, de Dios y, sobre este mismo camino, alentarla a descubrir las ?tiles luces surgidas a lo largo de la historia de la fe cristiana y a percibir de este modo a Jesucristo como la Luz que ilumina la historia y ayuda a encontrar el camino hacia el futuro?. (S.L.) (Agencia Fides 17/1/2008; l?neas, palabras)

Links:
El texto integral del discurso del Santo Padre en italiano:
http://www.evangelizatio.org/portale/adgentes/pontefici/pontefice.php?id=989

Publicado por verdenaranja @ 22:53  | Habla el Papa
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Jueves, 17 de enero de 2008
D?a segundo


Orad siempre, no teng?is confianza
m?s que en Dios


?Manteneos en constante acci?n de gracias? (1 Ts 5, 18)


1 Re 18, 20-40: El Se?or es Dios
Sa/ 23: El Se?or es mi pastor
1 Ts 5 (12a), 13b-18: Manteneos en constante acci?n de gracias
Jn 11,17-44: Padre, te doy gracias porque T? me has escuchado

Comentario

La oraci?n se fundamenta en la confianza de que Dios es poderoso y fiel. Solo El abarca todo, presente y futuro. Su pala-bra es cre?ble y ver?dica.

La historia de El?as en 1 Reyes muestra de manera impresionante la unicidad de Dios. El?as amonesta a los apostatas que veneran a Baal, que no responde a sus oraciones. Sin embargo cuando El?as ora al Dios de Israel, la respuesta es inmediata y milagrosa. El pueblo toma conciencia y de nuevo vuelve su coraz?n hacia Dios.

El Salmo 2 es una profunda confesi?n de confianza. Describe a una persona convencida de que Dios gu?a sus pasos y que lo tiene cerca de s? mismo en los momentos dif?ciles de la vida, cuando est? presa de la desolaci?n y de la opresi?n.

Probablemente nos encontramos en circunstancias dif?ciles, a veces incluso de gran agitaci?n. Probablemente atravesamos por
momentos de desesperaci?n y desaliento. A veces, nos parece que Dios se oculta. Pero no est? ausente. Manifestar? su poder para liberarnos en medio de nuestras luchas existenciales. Esta es la raz?n por la que le damos gracias en toda circunstancia.

La resurrecci?n de L?zaro es uno de los episodios m?s espectaculares narrados en el evangelio de Juan. Revela el poder de Cristo capaz de romper los v?nculos de la muerte y anticipa la nueva creaci?n. Jes?s ora en voz alta en medio del pueblo y da gracias a su Padre por los potentes milagros que realizar?. La obra salvadora de Dios se realiza a trav?s de Cristo para que todos crean en ?l.

El peregrinaje ecum?nico nos ayuda mejor a tomar conciencia de las acciones maravillosas de Dios. Comunidades cristianas separadas unas de las otras se encuentran. Descubren su unidad en Cristo y comprenden que todas son parte de una sola y misma Iglesia, y tienen necesidad unos de los otros.

Probablemente hay sombras que vienen a ocultar la perspectiva de la unidad, que se ponga en peligro por algunas frustraciones y tensiones, que nos preguntemos s? nosotros, los cristianos, estamos realmente llamados a la unidad. Nuestra oraci?n incesante nos sostiene cuando nos volvemos hacia Dios y tenemos confianza en ?l. No dudamos que realiza su obra en nosotros y nos conducir? hacia la luz de su victoria. Siempre nuestra reconciliaci?n y nuestra unidad son el principio de su reino.

Oraci?n

Dios de toda la creaci?n, escucha a tus ni?os en su oraci?n. Ay?danos a conservar nuestra fe y nuestra confianza en ti. Ens??anos a darte gracias en toda circunstancia, a tener confianza en tu misericordia. Danos la verdad y la sabidur?a, para que tu Iglesia nazca a la nueva vida en la comuni?n. T? solo eres nuestra esperanza. Am?n.

Publicado por verdenaranja @ 22:16  | Migraciones
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Art?culo semanal del Padre Fernando Lorente, o.h., publicado el EL D?A en la secci?n CRITERIOS bajo el e?grafe "Luz en el Camino".

Luz en el Camino Fernando Lorente, o.h. *


Sinceridad evang?lica


SIEMPRE, ser vistos como somos, no depende de la sinceridad con que nos mostramos, sino de la sinceridad con que nos miran. Donde reina Dios, reina la verdad que se manifiesta por la sinceridad. Pero, donde Dios es sustituido por los dioses del dinero, del mismo poder y el de todas clases de vicios, reina el enga?o disfrazado de la verdad, de la sinceridad. La hipocres?a es un vicio abominable, porque todo lo aparenta y nada es verdad. Por el contrario, la sinceridad evang?lica siempre es una virtud eminentemente estimable, porque exige que la vivamos contra toda hipocres?a en todos los momentos y circunstancias Y por eso, tambi?n, el planteamiento de la justicia exige que la sinceridad personal y fraterna est? fundamentada en Dios porque nada se esconde a la mirada de Dios, y nada deber?a esconderse a la nuestra.

En nuestra democracia, bastante madura por sus a?os de existencia, ya en la d?cada avanzada de los 80, m?s de un pensador espa?ol hac?a estas manifestaciones, que aumenta su vigencia actualmente: "?Cu?nta hipocres?a! Se habla y se propaga que vivimos en libertad y democracia, y el aparato de informaci?n y publicidad es tal que se sofoca la verdad y se enga?a al pueblo sencillo. Es necesario imponer, como normativa absoluta de Gobierno, la justicia social, en orden a multiplicar el empleo y acortar distancias entre poderosos y humildes, y el n?mero de parados que aumenta absolutamente; la comparaci?n relativa de ingresos entre los altos funcionarios de la Administraci?n y los ciudadanos de a pie es tremendamente escandalosa; y, adem?s, el endeudamiento estatal produce aut?ntica alarma.

El Poder Judicial no es del Gobierno ni de las C?maras. Si as? fuera, un partido pol?tico hegem?nico tendr?a en sus manos todo el poder del pa?s o de la naci?n, podr?a ser democr?ticamente absolutista, totalitario o tiranizante. ?Puede ser esto lo que intente decir la Constituci?n o la interpretaci?n que puedan hacer los pol?ticos. Esto es imposible, porque ir?a contra el esp?ritu democr?tico. Por estas razones superiores se est? diciendo ahora que la ley del Poder Judicial no ofrece garant?as, que su autogobierno, en personas nombradas por las C?maras con criterios pol?ticos, no es tal, aparece tocado de politizaci?n. La argumentaci?n es impecable".

En un gobierno, por m?s democr?tico que se defina, que vive en esta situaci?n, no existe moralidad, porque interesa cambiar en las personas la mente, la voluntad y el coraz?n, someti?ndolas al imperio de los instintos, que es la degradaci?n moral. Y la licencia, a prueba de abusos y cr?menes hasta ahora desconocidos, invade toda la geograf?a espa?ola, como muestra la prensa diaria. A la propaganda del aborto sigui? la ley despenalizadora que todos conocemos, se est? poniendo en escena la eutanasia para, despu?s confundir a las buenas gentes, ir creando adeptos; y ahora mismo se est? distribuyendo un op?sculo de verg?enza -editado por el Ministerio de Cultura- que, bajo el t?tulo de "Salud", intenta por la obsesi?n sexual conducirnos al desenfreno y a las aberraciones m?s degradantes. No se trata simplemente de la planificaci?n familiar, que se ofrece sugiriendo toda clase de medios, incluso "contra natura", sino que se presentan los medios m?s vergonzosos en orden a un mundo nuevo de placer. Es un ataque frontal a la adolescencia, a la juventud y al matrimonio, y desde el Poder".

Ya lo que resulta insoportable es cuando las autoridades p?blicas promocionan o son c?mplices de la degradaci?n c?vica y moral, por acci?n u omisi?n. En esta situaci?n, recordemos la afirmaci?n del gran Arist?teles: cuando la vida que ?l llama perfecta -es decir, honesta, justa y libre- no se busca como fin, no hay ni convivencia, ni justicia, ni posibilidad de educaci?n, ni cultura. Se llega a la degradaci?n que todos estamos padeciendo. Esta es la situaci?n que apuntaba nuestro pensador espa?ol en 1986, y que sigue manteni?ndose actualmente con m?s extensi?n y profundidad en todos los niveles sociales, culturales y pol?ticos.

Todos los que nos sentimos creyentes cristianos y no creyentes en esta fe, pero responsables del bien com?n como fin supremo de un servicio democr?tico, debemos decir y obrar firmemente con un "no" a esta situaci?n. Encontraremos mucha luz, para responder fielmente a este compromiso, en la doctrina del Vaticano II "Constitucium et spes", art.74:

"Los hombres, las familias y los diversos grupos que constituyen la comunidad civil son conscientes de su propia insuficiencia para lograr una vida plenamente humana y perciben la necesidad de una comunidad m?s amplia, en la cual todos conjuguen a diario sus energ?as en orden a una mejor consecuci?n del bien com?n. La comunidad pol?tica nace, pues, para buscar el bien com?n, en el que encuentra su legitimidad primigenia propia". Por eso -siguiendo esta doctrina conciliar- es indispensable una autoridad que dirija la acci?n de todos hacia el bien com?n; no mec?nica o desp?ticamente, sino obrando principalmente como una fuerza moral, que se basa en la libertad y en el sentido de responsabilidad de cada uno. Aqu? est? la ra?z de la madurez de nuestros pol?ticos y el verdadero progreso de Espa?a.

* Capell?n de la Cl?nica S. Juan de Dios

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REDACCI?N DE ?IGLESIA NIVARIENSE?
C. San Agust?n, n? 28
38201. La Laguna. Tenerife.
Tfno. 922-314961 / Fax. 922-256362
e-mail: [email protected]

BOLET?N 268


? El pr?ximo mi?rcoles se cumplen dos a?os del siniestro severo que sufri? la Sede del Obispado Nivariense, la antigua Casa de Salazar. Fue poco antes del mediod?a del 23 de Enero de 2006 cuando se dio la alerta por fuego en dicha Sede. En pocas horas las llamas acabaron con el Obispado de La Laguna, un edificio del siglo XVII considerado ?nico ejemplo, junto al Palacio de Nava, del barroco canario en la ciudad.


? ?Joven inmigrante, la Parroquia sale a tu encuentro? es el lema de este a?o para desarrollar la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que tendr? lugar el 20 de enero. Con tal motivo, el pr?ximo 18 de Enero tendr? lugar una Vigilia de Oraci?n en la parroquia de Mar?a Auxiliadora de Santa Cruz de Tenerife, y el 20 de Enero una Eucarist?a en Tegueste.

? Con tal motivo, el prelado nivariense publicar?, en la prensa provincial, dos art?culos. En ellos, entre otras cosas, afirma que ?nuestras parroquias y comunidades cristianas deben adoptar una postura activa para dar una respuesta en la medida de sus posibilidades? a la inmigraci?n. La raz?n ?ltima ha de ser siempre no tanto la situaci?n legal o jur?dica, sino la igual dignidad de toda persona, sus derechos fundamentales y el mandato del Se?or?. En nuestra Di?cesis ya se est? trabajando en este sentido, pero debemos hacer mayores esfuerzos, no ya s?lo para acoger a los que acuden a nosotros, sino para salir al encuentro de todos, especialmente de los m?s necesitados, y ofrecerles nuestro apoyo y solidaridad y, particularmente a los que son cristianos, invitarles a participar como un fiel m?s en la vida de la parroquia, en la seguridad de que con su presencia y acci?n las comunidades cristianas se renuevan y se enriquecen.


? Por cierto, con ocasi?n de esta jornada, los m?s j?venes de la C?ritas, en El Hierro, organizan una cena a beneficio del proyecto para atenci?n a emigrantes ?Ben?.

? ?Vivir y comunicar el evangelio en la actual situaci?n de la parroquia? es el t?tulo de la reflexi?n que guiar? el Vicario General, Antonio P?rez, en el pr?ximo Consejo Diocesano de Pastoral.

? Por su parte, el otro Vicario General, Domingo Navarro, guiar? la reflexi?n del Consejo Presbiteral, tal y como acord? su permanente. La misma girar? en torno a la Dimensi?n Pastoral en la vida y el ministerio del Presb?tero.

? En relaci?n a este ?ltimo Consejo, el Obispo ha dirigido una carta a todos los sacerdotes con las conclusiones del Consejo Presbiteral del pasado noviembre en el que se abord? la dimensi?n humana en la vida y el ministerio de los sacerdotes, con el objeto de que se estudien y propongan v?as de aplicaci?n.

? El pr?ximo lunes, 21 de Enero, se reunir? el Consejo Diocesano de Asuntos Econ?micos a fin de estudiar y aprobar, si procede, entre otras cuestiones, el proyecto de presupuestos generales de la administraci?n diocesana para el a?o 2008.

? El Colegio de las Dominicas de Geneto acoger? los d?as 18 y 19 la Asamblea Diocesana de C?ritas Diocesana de Tenerife. En la misma se presentar?, entre otras cosas, el informe de gesti?n del ?ltimo cuatrienio y el proyecto de Pastoral de C?ritas.

? Ese mismo s?bado 19, en la Casa de la Iglesia tienen una cita los Coordinadores Arciprestales de Catequesis a fin de continuar preparando el Encuentro Diocesano del pr?ximo dos de marzo, as? como los cursillos de formaci?n continua del verano que viene.

? El 18 de enero comienza el Octavario de Oraci?n por la Unidad de los Cristianos. Este a?o se cumple el centenario de dicha jornada que comenz? en 1908. Por tal motivo, se han previsto dos celebraciones; la primera ser? el 20 de enero a las 17:30 horas, en la Parroquia de Nuestra Se?ora del Carmen, en Los Cristianos y la segunda, de car?cter diocesano, presidida por el obispo, Bernardo ?lvarez, el 25 de enero, a las 19:30 horas en la Sede Catedralicia.

? El Obispado ha ordenado el cierre cautelar de la ermita de Nuestra Se?ora de Regla, en Santa Cruz de Tenerife, una vez recibido un informe t?cnico sobre el estado de las instalaciones, as? como las malas condiciones sanitarias del templo. Se trata de un problema que viene arrastr?ndose desde las fuertes lluvias acaecidas el 31 de marzo de 2002. Ese d?a la altura del agua lleg? hasta los 1,20 metros afectando a los bancos y a otros objetos de culto. El problema de las inundaciones se debe a que existen pocos desag?es y a la mala disposici?n de las pendientes de evacuaci?n de aguas de la plaza, las cuales est?n orientadas hacia el templo.


? El Centro de Restauraci?n del Papel y del Documento Gr?fico del Cabildo de La Palma ha concluido la restauraci?n del segundo libro de bautismos y entierros de la parroquia de Santo Domingo de Garaf?a, que data de 1619. La obra presentaba un avanzado estado de deterioro y su restauraci?n ha sido exhaustiva y meticulosa, sustituyendo la encuadernaci?n por una similar a la que deber?a haber llevado en su origen, ya que la existente era posterior a la ?poca de su hechura y adem?s presentaba un gran ataque de microorganismos.

? La parroquia de Candelaria, en Frontera, ha realizado una especial reuni?n de los grupos de carism?ticos de la isla con responsables de este grupo a nivel diocesano.

? La responsable de la Peregrinaci?n Diocesana de Oraci?n por la Paz a Candelaria, a celebrar el 23 de febrero, Gladis Rodr?guez, ha enviado una comunicaci?n en la que invita a preparar adecuadamente y a acudir a esta cita pastoral.

? Los laguneros, volver?n a ver el antiguo convento de San Agust?n reformado en unos a?os. Para ello, los t?cnicos ya est?n realizando estudios topogr?ficos y petrol?gicos, el an?lisis de las piedras que se encuentran en las ruinas de San Agust?n. Dichos trabajos son necesarios para poder "empezar con la redacci?n del proyecto" que permita a la ciudad recuperar, ahora con car?cter civil, este edificio.

? El club ?La Opini?n? organiz? en la casa Elder de la capital tinerfe?a un debate sobre si deber?a ser Espa?a un estado laico, para lo cual convocaron a Mar?a Jos? Guerra Palmero, profesora de Filosof?a de la Universidad de La Laguna (ULL); Francisco D?ez de Velasco, profesor de Historia de la ULL y experto en Historia de las religiones; y al director del Instituto Superior de Teolog?a de Canarias, Juan Pedro Rivero Gonz?lez quien se?al?, entre otros aspectos, que ?todos debemos defender la pluralidad social? y puntualiz? que en la Constituci?n del 78 ?no se aclara textualmente si somos aconfesionales o laicos?, sino ?que ninguna confesi?n tendr? car?cter estatal?.


? En un plazo no superior a cinco meses estar? terminada la casa de acogida que promueven la Fundaci?n Santuario de Candelaria y la Comunidad de Dominicos, la cual se construye en Bajo-Maja, junto al tramo de v?a que enlaza el puente de Caletillas con la carretera general del Sur (C-28). Ello ser? posible merced a la aportaci?n de 1.500.000 euros que har? el Cabildo de Tenerife, seg?n anunci? el prior de la Bas?lica, Jes?s Mendoza.


? El municipio de Puntagorda, en La Palma, celebr? el pasado 15 de enero la festividad del patr?n del municipio, San Mauro Abad, con una procesi?n que parti? desde la antigua ermita y a la que acudieron los fieles y autoridades locales e insulares. De todas formas, hay que tener en cuenta que los actos l?dicos y religiosos m?s importantes en honor al patr?n se celebrar?n, como es habitual, desde finales de julio y durante la primera quincena de agosto. En la actualidad, Puntagorda se prepara para vivir las fiestas del almendro en flor.

ZENITPublicamos la intervenci?n de Benedicto XVI en la audiencia general del mi?rcoles, 16 de Enero de 2008, en la que revivi? los ?ltimos d?as de san Agust?n de Hipona, continuando con la meditaci?n comenzada la semana anterior.


Queridos hermanos y hermanas:

Hoy, al igual que el mi?rcoles pasado, quisiera hablar del gran obispo de Hipona, san Agust?n. Cuatro a?os antes de morir, quiso nombrar a su sucesor. Por este motivo, el 26 de septiembre del a?o 426 reuni? al pueblo en la Bas?lica de la Paz, en Hipona, para presentar a los fieles a quien hab?a designado par esta tarea. Dijo: ?En esta vida, todos somos mortales, pero el ?ltimo d?a de esta vida es siempre incierto para cada individuo. De todos modos, en la infancia se espera llegar a la adolescencia; en la adolescencia a la juventud; en la juventud a la edad adulta; en la edad adulta a la edad madura; en la edad madura a la vejez. Uno no est? seguro de que llegar?, pero lo espera. La vejez, por el contrario, no tiene ante s? otro per?odo en el que poder esperar; su misma duraci?n es incierta... Yo por voluntad de Dios llegu? a esta ciudad en el vigor de mi vida; pero ahora ha pasado mi juventud y ya soy viejo? (Carta 213, 1).

En ese momento, Agust?n pronunci? el nombre de su sucesor designado, el sacerdote Heraclio. La asamblea estall? en un aplauso de aprobaci?n repitiendo 23 veces: ??Gracias sean dadas a Dios!?. Con otras aclamaciones, los fieles aprobaron, adem?s, lo que despu?s dijo Agust?n sobre los prop?sitos para su futuro: quer?a dedicar los a?os que le quedaban a un estudio m?s intenso de las Sagradas Escrituras (Cf. Carta 213, 6).

De hecho, siguieron cuatro a?os de extraordinaria actividad intelectual: concluy? obras importantes, emprendi? otras no menos comprometedoras, mantuvo debates p?blicos con los herejes --siempre buscaba el di?logo-- promovi? la paz en las provincias africanas insidiadas por las tribus b?rbaras del sur.

En este sentido, escribi? al conde Dario, venido a ?frica para superar las diferencias entre el conde Bonifacio y la corte imperial, de las que se aprovechaban las tribus de los mauris para sus correr?as: ?T?tulo de grande de gloria es precisamente el de aplastar la guerra con la palabra, en vez de matar a los hombres con la espada, y buscar o mantener la paz con la paz y no con la guerra. Ciertamente, incluso quienes combaten, si son buenos, buscan sin duda la paz, pero a costa de derramar sangre. T?, por el contrario, has sido enviado precisamente para impedir que se derrame la sangre? (Carta 229, 2).

Por desgracia qued? decepcionada la esperanza de una pacificaci?n de los territorios africanos: en mayo del a?o 429 los v?ndalos, enviados a ?frica como desquite por el mismo Bonifacio, pasaron el estrecho de Gibraltar y penetraron en Mauritania. La invasi?n se extendi? r?pidamente por otras ricas provincias africanas. En mayo y en junio del a?o 430, ?los destructores del imperio romano?, como califica Posidio a esos b?rbaros (Vida, 30,1), rodeaban Hipona, asedi?ndola.

En la ciudad, tambi?n se hab?a refugiado Bonifacio, quien, reconcili?ndose demasiado tarde con la corte, trataba en vano de bloquear el paso a los invasores. El bi?grafo Posidio describe el dolor de Agust?n: ?M?s que de costumbre, sus l?grimas eran su pan d?a y noche y, llegado ya al final de su vida, se arrastraba m?s que los dem?s en la amargura y en el luto su vejez? (Vida, 28,6). Y explica: ?Ese hombre de Dios ve?a las matanzas y las destrucciones de las ciudades; las casas destruidas en los campos y a los habitantes asesinados por los enemigos o expulsados; las iglesias sin sacerdotes o ministros, las v?rgenes consagradas y los religiosos dispersos por doquier; entre ellos, algunos hab?an desfallecido ante las torturas, otros hab?an sido asesinados con la espada, otros eran prisioneros, perdiendo la integridad del alma y del cuerpo e incluso la fe, obligados por los enemigos a una esclavitud dolorosa y larga? (ib?dem, 28,8).

Si bien era anciano y estaba cansado, Agust?n permaneci? en primera l?nea, consol?ndose a s? mismo y a los dem?s con la oraci?n y con la meditaci?n de los misteriosos designios de la Providencia. Hablaba de la ?vejez del mundo? --y era verdaderamente viejo este mundo romano--, hablaba de esta vejez como ya lo hab?a hecho a?os antes para consolar a los refugiados procedentes de Italia, cuando en el a?o 410 los godos de Alarico invadieron la ciudad de Roma.

En la vejez, dec?a, abundan los achaques: tos, catarro, lega?as, ansiedad, agotamiento. Pero si el mundo envejece, Cristo es siempre joven. Y lanzaba esta invitaci?n: ?no hay que negarse a rejuvenecer con Cristo, que te dice: "No temas, tu juventud se renovar? como la del ?guila"? (Cf. Serm?n 81,8). Por eso el cristiano no debe abatirse en las situaciones dif?ciles, sino tratar de ayudar al necesitado.

Es lo que el gran doctor sugiere respondiendo al obispo de Thiave, Honorato, quien le hab?a pedido si, bajo la presi?n de las invasiones b?rbaras, un obispo o un sacerdote o cualquier hombre de Iglesia pod?a huir para salvar la vida. ?Cuando el peligro es com?n a todos, es decir, para obispos, cl?rigos y laicos, quienes tienen necesidad de los dem?s no deben ser abandonados por aquellos de quienes tienen necesidad. En este caso, todos deben refugiarse en lugares seguros; pero si algunos tienen necesidad de quedarse, que no sean abandonados por quienes tienen el deber de asistirles con el ministerio sagrado, de manera que o se salvan juntos o juntos soportan las calamidades que el Padre de familia quiera que sufran? (Carta 228, 2). Y conclu?a: ?Esta es la prueba suprema de la caridad? (ib?dem, 3). ?C?mo no reconocer en estas palabras el heroico mensaje que tantos sacerdotes, a trav?s de los siglos, han acogido y hecho propio?

Mientras tanto resist?a la ciudad de Hipona. La casa-monasterio de Agust?n hab?a abierto sus puertas para acoger en el episcopado a las personas que ped?an hospitalidad. Entre estos se encontraba tambi?n Posidio, que ya era disc?pulo suyo, quien pudo de este modo dejarnos el testimonio directo de aquellos ?ltimos y dram?ticos d?as.

?En el tercer mes de aquel asedio --narra-- se acost? con fiebre: era su ?ltima enfermedad? (Vida, 29,3). El santo anciano aprovech? aquel momento, finalmente libre, para dedicarse con m?s intensidad a la oraci?n. Sol?a decir que nadie, obispo, religioso o laico, por m?s irreprensible que pueda parecer su conducta, puede afrontar la muerte sin una adecuada penitencia. Por este motivo, repet?a continuamente entre l?grimas los salmos penitenciales, que tantas veces hab?a recitado con el pueblo (Cf. ib?dem, 31, 2).

Cuanto m?s se agravaba su situaci?n, m?s necesidad sent?a el obispo de soledad y de oraci?n: ?Para no ser disturbado por nadie en su recogimiento, unos diez d?as antes de abandonar el cuerpo nos pidi? a los presentes que no dej?ramos entrar a nadie en su habitaci?n, a excepci?n de los momentos en los que los m?dicos ven?an a verle o cuando le llevaban la comida. Su voluntad fue cumplida fielmente y durante todo ese tiempo ?l aguardaba en oraci?n? (ib?dem,31, 3). Dej? de vivir el 28 de agosto del a?o 430: su gran coraz?n finalmente descans? en Dios.

?Con motivo de la inhumaci?n de su cuerpo --informa Posidio-- se ofreci? a Dios el sacrificio, al que asistimos, y despu?s fue sepultado? (Vida, 31,5). Su cuerpo, en fecha incierta, fue trasladado a Cerde?a y, hacia el a?o 725, a Pav?a, a la bas?lica de San Pedro en el Cielo de Oro, donde descansa hoy. Su primer bi?grafo da este juicio conclusivo: ?Dej? a la Iglesia un clero muy numeroso, as? como monasterios de hombres y de mujeres llenos de personas dedicadas a la continencia y a la obediencia de sus superiores, junto con las bibliotecas que conten?an los libros y discursos de ?l y de otros santos, por los que se conoce cu?l ha sido por gracia de Dios su m?rito y su grandeza en la Iglesia, y en los cuales los fieles siempre le encuentran vivo? (Posidio, Vida, 31, 8).

Es un juicio al que podemos asociarnos: en sus escritos tambi?n nosotros le ?encontramos vivo?. Cuando leo los escritos de san Agust?n no tengo la impresi?n de que sea un hombre muerto hace m?s o menos mil seiscientos a?os, sino que lo siento como un hombre de hoy: un amigo, un contempor?neo que me habla, que nos habla con su fe fresca y actual.

En san Agust?n que nos habla --me habla a m? en sus escritos--, vemos la actualidad permanente de su fe, de la fe que viene de Cristo, del Verbo Eterno Encarnado, Hijo de Dios e Hijo del hombre. Y podemos ver que esta fe no es de ayer, aunque haya sido predicada ayer; es siempre actual, porque realmente Cristo es ayer, hoy y para siempre. ?l es el Camino, la Verdad y la Vida. De este modo, san Agust?n nos anima a confiar en este Cristo siempre vivo y a encontrar as? el camino de la vida.

[Al final de la audiencia, el Papa salud? a los peregrinos en varios idiomas. En espa?ol, dijo:]


Queridos hermanos y hermanas:

Siguiendo hablando de San Agust?n, me refiero hoy a sus ?ltimos a?os de vida, cuando design? a su sucesor, Heraclio, como Obispo de Hipona, para consagrar su tiempo al estudio de la Sagrada Escritura. Fueron a?os de una extraordinaria actividad intelectual, pero en los que realiz? tambi?n grandes esfuerzos de pacificaci?n ante el acoso de la tribus del sur a las provincias africanas. Como ?l dec?a, ?la gloria m?s grande es de vencer a la guerra con la palabra, m?s que matar a los hombres con la espada?. Despu?s, el asedio de Hipona por los V?ndalos en el cuatrocientos veintinueve aument? m?s a?n la pena de Agust?n. En su vejez, ve?a derrumbarse el mundo de la cristiandad en su tierra. No obstante, permaneci? firme, confortando a los dem?s con la meditaci?n de los misteriosos designios de la Providencia. Si el mundo envejece, Cristo es siempre joven, afirmaba. Su casa-monasterio se abri? a los hermanos en el episcopado que le ped?an hospitalidad. Ya cercano a la muerte, s?lo se ocupaba de orar con los salmos penitenciales, porque, confesaba, nadie puede afrontar la muerte sin una adecuada penitencia. Muri? el 28 de agosto del cuatrocientos treinta. Su cuerpo fue trasladado a Cerde?a y, hacia el setecientos veinticinco, a Pav?a, donde reposa hoy. Pero nosotros lo reencontramos a?n vivo en sus escritos.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua espa?ola venidos de Espa?a, Uruguay y otros pa?ses latinoamericanos. Que la vida y escritos de San Agust?n sean para todos nosotros luz y aliento en nuestro camino.

Muchas gracias.

[Traducci?n del original italiano realizada por Jes?s Colina ? Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]

Publicado por verdenaranja @ 21:50  | Habla el Papa
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Santo Domingo (Agencia Fides) - La Conferencia Episcopal Dominicana ha publicado una Carta Pastoral, como es costumbre con motivo de la festividad de Nuestra Se?ora de la Altagracia, Patrona del pa?s el d?a 21 de enero.


CARTA PASTORAL
DE LA
CONFERENCIA DEL EPISCOPADO DOMINICANO
CON MOTIVO DEL D?A DE LA ALTAGRACIA

21 DE ENERO DEL 2008.



?DISC?PULO MISIONERO:
CON CRISTO, PON EN ALTO TUS VALORES CULTURALES
?
.

INTRODUCCI?N.

? En la escuela de Mar?a.
? En comuni?n y sinton?a con la Iglesia Latinoamericana y del Caribe.
? Acci?n de gracias por 25 a?os de los Encuentros Nacionales de Pastoral.

1. EL HOY DE NUESTRA CULTURA.

1.1. Grandes y acelerados cambios: oportunidades y retos.
1.2. Una Iglesia din?mica y en crecimiento.
1.3. La vida precaria y amenazada: de viejos y grandes males.
? Una realidad ambigua y contradictoria que nos interpela.
? Persisten los signos de contradicci?n.
? En la Iglesia.

2. LLAMADOS POR EL SE?OR.

2.1. Jes?s nos llama a la santidad: La identidad del disc?pulo misionero.
2.2. Jes?s nos llama a la comuni?n.
2.3. Jes?s nos llama a la misi?n.
? Por el bautismo: llamados a ser disc?pulos misioneros.
? Disc?pulos misioneros: dos caras de la misma medalla.
? Formados por el Pan de la Palabra y sostenidos por el Pan de la Eucarist?a.

3. EN ESTADO PERMANENTE DE MISI?N.

3.1. Una mirada optimista del futuro: gestando una nueva cultura en los nuevos tiempos.
? La Iglesia abogada de los pobres y defensora de la justicia.
? Para construir desde los valores del Evangelio la cultura del amor y de la vida.
? Realzando los valores que fortalecen nuestra identidad y conciencia de Dominicanos.
3.2. En el camino del Tercer Plan nacional de Pastoral: La renovaci?n pastoral.
? Itinerario de Evangelizaci?n: un nuevo impulso.
? Renovaci?n de las estructuras comunitarias, parroquiales y diocesanas.
? Renovaci?n de los dinamismos pastorales: Comuni?n en la Iglesia y reconstrucci?n del tejido social.
3.3. Renovaci?n de los dinamismos pastorales para llegar a los bautizados alejados.
? ?Vayan m?s bien a las ovejas descarriadas de la casa de Israel?.
? Llevar al reencuentro con Jes?s desde una experiencia vital: La Iniciaci?n Cristiana.
? Con la atracci?n del amor.

CONCLUSI?N.

? Invitados a la ?Fiesta de Bodas?
? Llamados/as a ser signos cre?bles que provoquen la fe.
? Mar?a ora con la Iglesia en la espera de un nuevo Pentecost?s.


INTRODUCCI?N.


?Tres d?as despu?s se celebraba una boda
en Can? de Galilea; all? estaba la madre de Jes?s.
Tambi?n Jes?s y sus disc?pulos estaban invitados? (Jn 2,2)



En la escuela de Mar?a.

1. Como cada a?o con motivo de la festividad de Nuestra Se?ora de la Altagracia, ponemos, en estos d?as del mes de enero, en manos del pueblo dominicano, nuestra Carta Pastoral que quiere ser una palabra de aliento y ?nimo para todos,
muy especialmente para quienes se sienten abatidos y desesperanzados. Como pastores del pueblo de Dios, que nos ha sido confiado, estamos llamados a iluminar los acontecimientos de la vida con la luz de Cristo para que nuestro pueblo ?en ?l? tenga vida en plenitud1 y para alentar a todos los bautizados como disc?pulos misioneros a ser sal y luz de nuestra sociedad.

2. Siguiendo la invitaci?n del Papa Benedicto XVI, queremos permanecer en la escuela de Mar?a2. Por eso en esta Carta Pastoral nos inspiraremos en el relato de ?Las Bodas en Can? de Galilea?, en el que contemplamos a Jes?s y a Mar?a
realizando la voluntad de Dios en su contexto cultural. Desde esta experiencia, con Mar?a, contemplaremos la realidad de nuestro pueblo, escucharemos lo que Jes?s, su Hijo, nos dice, y pondremos en pr?ctica su mandato, para que en nuestro pueblo germinen disc?pulos misioneros que, poniendo en alto sus valores culturales, lleven el Evangelio a cada persona y a todos los rincones de nuestro pa?s.

En comuni?n y sinton?a con la Iglesia Latinoamericana y del Caribe.

3. Muchos acontecimientos marcan la hora presente. Uno de los m?s significativos para la vida de la Iglesia ha sido, y es, la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, celebrada en Aparecida, Brasil, en mayo del 2007. El documento conclusivo de este encuentro ya est? en nuestras manos y debe ser estudiado y reflexionado por todas nuestras comunidades, agentes de pastoral, asociaciones y movimientos para asumir el ?esp?ritu de Aparecida? de manera que pueda ser convertido en pr?ctica pastoral en todo nuestro territorio.

4. El contenido de Aparecida refresca y reafirma nuestro proceso de fe personal y comunitaria, ya que nos se?ala un itinerario de evangelizaci?n dentro de un amplio proyecto de misi?n continental, que pone a toda la Iglesia en estado
permanente de misi?n. Nos alegra constatar que nuestro III Plan de Pastoral, que ?pretende ser una experiencia de discipulado, (?) de la animaci?n, formaci?n y articulaci?n de las comunidades y de sus agentes de pastoral (?), sintoniza plenamente con este ?esp?ritu de Aparecida?. ?l nos iluminar? en la tarea, que nos proponemos de elaborar planes diocesanos y nacionales de discipulado y de misi?n, de modo que englobe todo el ser y el quehacer de las Iglesias Locales, que involucre a todos e incluya todo lo que es la Iglesia?3.
Acci?n de gracias por 25 a?os de los Encuentros Nacionales de Pastoral.

5. La Celebraci?n de los 25 a?os de los Encuentros Nacionales de Pastoral de nuestra Iglesia nos lleva a dar gracias a Dios Padre, que nos ha ?elegido en la persona de Cristo para ser santos e irreprochables ante ?l por el amor?4. A trav?s de ellos nuestra Iglesia ha recorrido un largo camino de comuni?n, de discernimiento y oraci?n, de reflexi?n y programaci?n, que nos ha ayudado a crecer como hermanos. Juntos nos hemos ayudado, corregido, orientado y
animado. Ha sido un ?ejercicio de colegialidad? que ha permitido consolidar en nosotros el sentido de pertenencia a la Iglesia y la fraternidad. Su fruto ha sido la elaboraci?n y seguimiento de nuestros tres Planes Nacionales de Pastoral. Por este gran don damos gracias al Padre; gracias por las personas que han dado su vida para que este proyecto creciera cada d?a; y gracias por el compromiso evangelizador que ha suscitado en nuestra Iglesia en la Rep?blica Dominicana5.
Con Mar?a, ?la llena de gracia?6, podemos decir: ?el poderoso ha hecho obras grandes?7 en nuestra Iglesia.

En este documento usaremos el m?todo de ver, juzgar y actuar.

1.- VER: EL HOY DE NUESTRA CULTURA.


Se acab? el vino y la madre de Jes?s le dice:
| ?No tienen vino? (Jn 2,3).



6. Como Mar?a, que en las bodas en Can? supo estar atenta y descubrir la necesidad del momento, as? nosotros, como Iglesia, abrimos los ojos a nuestra realidad.

1.1. Grandes y acelerados cambios: Retos y oportunidades.

7. Vivimos en una ?poca nueva, en un tiempo nuevo gestado por cambios acelerados y profundos, suscitados en todos los ?mbitos de nuestra realidad.
Han emergido nuevas situaciones familiares; una nueva mentalidad se impone d?a a d?a en los ciudadanos; nuevos valores y contravalores marcan la realidad del momento, dando paso, en definitiva, a una nueva sociedad y cultura.
8. Este fen?meno, que todos conocemos ya omo ?globalizaci?n?, nos abre a infinitas oportunidades, pero tambi?n nos plantea grandes retos y desaf?os que deben ser iluminados desde la ?tica del Evangelio anunciado por Jes?s de
Nazaret8.

9. Como signos positivos del tiempo presente percibimos la sed de Dios de muchas personas cat?licas y de otras denominaciones cristianas, que con sinceridad de coraz?n expresan su fe en su compromiso y testimonio personal y comunitario, as? como en la religiosidad popular. A su vez, la confianza del pueblo e instituciones de la sociedad en la Iglesia nos comprometen a?n m?s en la tarea de ser disc?pulos misioneros, que trabajan por el bien com?n. Las recientes
tormentas Noel y Olga han puesto de manifiesto la vitalidad de los creyentes de nuestras comunidades con su r?pida respuesta solidaria para auxiliar a las v?ctimas de estas tragedias. Esta solidaridad es una de las expresiones del vino
nuevo que necesita nuestro tiempo.

10. A nivel social, en nuestro pa?s, este tiempo nuevo se hace visible de manera significativa en el acceso a la informaci?n y a las tecnolog?as, que abren las puertas a nuevas formas de convivencia social y relaciones que nos deber?an llevar al crecimiento y desarrollo sostenible como sociedad, como pueblo. Crece la conciencia democr?tica entre los dominicanos; la necesidad de una mayor participaci?n de los ciudadanos en el ejercicio de la acci?n pol?tica; y la toma de conciencia sobre la importancia y la necesidad de preservar la parte del planeta que Dios ha puesto bajo la administraci?n y responsabilidad de todos los
dominicanos as? como el fortalecimiento de algunas de nuestras instituciones pol?ticas y sociales.

1.2 Una Iglesia din?mica y en crecimiento.

11. Nos llena de alegr?a la disponibilidad, entusiasmo e integraci?n del Pueblo de Dios en la aplicaci?n del Plan de Pastoral. Para nosotros, los obispos, y tambi?n
para los presb?teros, di?conos, consagrados y laicos, este tiempo es un ?kair?s?, es decir, un tiempo oportuno de gracia y bendici?n, que surge del soplo del Esp?ritu Santo en la Iglesia. Nuevas asociaciones, movimientos y comunidades
eclesiales, como tambi?n nuevas formas de organizaci?n y participaci?n, as? los equipos arquidiocesanos, diocesanos, zonales y parroquiales de animaci?n pastoral y de redacci?n, la sectorizaci?n y la red de mensajeros, son algunas
muestras visibles de la eficacia de este ?kair?s?.

12. Tambi?n nos llena de optimismo el hecho de que una formaci?n m?s estructurada y sistem?tica llega con mayor amplitud al pueblo de Dios a trav?s de las comisiones nacionales, diocesanas y parroquiales. Nos llena de esperanza
tambi?n la preocupaci?n de todas las asociaciones, movimientos y nuevas comunidades laicales, que est?n abriendo espacios de formaci?n respondiendo a esta realidad nueva y a sus desaf?os.

1.3 Una vida precaria y amenazada: viejos y grandes males.

Una realidad ambigua y contradictoria que nos interpela.
13. Tambi?n en nuestra sociedad falta ?el vino? que anime la esperanza de aquellos a quienes esta nueva ?poca ha convertido en insignificantes y que a todos nos ayude a transitar, tambi?n de manera nueva, los caminos del Evangelio, porque estos de ahora son tiempos de audacia para la fe.

14. Aunque es nueva la ?poca que vivimos, persisten, no obstante, entre nosotros males como la corrupci?n, el clientelismo pol?tico, el populismo, que parecen ancestrales. Persisten las injusticias, que lejos de menguar, parecieran crecer y tomar nuevos rostros en el tr?fico y consumo de drogas, la violencia y la delincuencia. Adem?s, pese a los signos de una bonanza y crecimiento econ?micos, es evidente el agrandamiento de la pobreza, la marginalidad, la carencia y deterioro de los servicios b?sicos, la falta de pol?ticas p?blicas claras, como se ha puesto en evidencia tras el paso de las tormentas Noel y Olga, que llenaron el pa?s de luto y destrucci?n.

Persisten los signos de contradicci?n.

15. Con honda preocupaci?n de pastores que miran compasivamente a su grey, observamos que en nuestro pa?s se da un proceso acelerado de transculturaci?n que trae consigo una perniciosa p?rdida de los valores que nos destruyen como
pueblo. El nuevo discurso de la modernidad trae consigo nuevas perversidades para instituciones como el matrimonio y la familia, particularmente el fomento de una cultura antivida. Tambi?n, la difusi?n del secularismo, especialmente en modelos de conducta, re?idos con nuestra cultura cristiana, que consecuentemente dejan al individuo a merced del consumismo, la explotaci?n, la inseguridad, el anonimato, el libertinaje y el relativismo moral. Lo que se deriva de todo esto es una enorme ambig?edad y confusi?n, que genera crisis de valores, debilitamiento de las instituciones y deterioro de la identidad social.

16. Se debe adoptar una postura cr?tica. Es necesario hacer un ejercicio de resistencia. El pluralismo de orden cultural y religioso, propagado fuertemente por una cultura globalizada, debe ser cuidadosamente analizado, pues corre el
peligro de erigir el individualismo en caracter?stica dominante y diferenciadora de la actual sociedad, y responsable del relativismo ?tico y de la crisis de la
familia9. Esto es del todo inaceptable para nosotros los cristianos.

En la Iglesia.

17. Con preocupaci?n y humildad detectamos en la Iglesia realidades sombr?as entre las que caben destacarse: la t?mida acogida y motivaci?n de algunos presb?teros en lo referente al Plan de Pastoral y a la renovaci?n que el mismo demanda; la insuficiente formaci?n y capacitaci?n de los agentes de pastoral de todo el pueblo de Dios; la desvinculaci?n de algunas asociaciones laicales y movimientos apost?licos. Nos preguntamos, como pastores y como Iglesia, ?Somos conscientes del momento que vivimos? ?La Planeaci?n pastoral de
nuestras di?cesis y parroquias y de nuestros servicios pastorales y asociaciones laicales, tiene en cuenta esta realidad e intenta responder a ella?. Es ?ste el gran
reto para nuestra Iglesia.

2.- JUZGAR: LLAMADOS POR EL SE?OR.


?hagan lo que ?l les diga? (Jn 2,5).



18. Siguiendo la escuela de Mar?a, descubrimos que ella, ante la carencia de vino en la boda, recurre a su hijo Jesucristo para que haga algo al respecto. En El, encuentra la espuesta, que la lleva a decir: ?hagan lo que ?l les diga?.
19. En esta misma l?nea, el documento de Aparecida nos invita a recomenzar desde Cristo, ?Camino, Verdad y Vida?, fortaleciendo nuestra identidad de disc?pulos
misioneros en el momento presente10.

20. Es lo que nos proponemos con nuestro Plan Nacional de Pastoral, cuya idea fuerza nos convoca a centrarnos en Jesucristo en un proceso permanente de evangelizaci?n. En esta Carta Pastoral perm?tannos considerar algunos puntos
relevantes, que Jes?s nos propone.

2.1. Jes?s nos llama a la santidad: La identidad del disc?pulo misionero.

21. Jes?s nos llama a estar con ?l, a seguirle como disc?pulos, a compartir su ministerio de proclamaci?n del Reino de Dios. El objeto principal de Jes?s, al
llamar a los disc?pulos, era ense?arles a experimentar y proclamar el Reino de Dios11. ?Hagan lo que ?l les diga?12 nos identifica y nos une con la voluntad de Jes?s. Cuando nos identificamos con su voluntad estamos en el camino de la
santidad.

22. La Idea Fuerza de nuestro III Plan Nacional de Pastoral nos recuerda que estamos convocados ?a la santidad?. Todo el Pueblo de Dios est? llamado a ella.
La santidad expresa los valores del Reino y promueve la justicia y la solidaridad, especialmente con los m?s pobres. Es as? como nuestra santidad se hace transformadora de la sociedad.

23. Nuestro modelo de santidad es Jes?s. Estamos llamados a seguirlo, vivir en intimidad con ?l, imitar su ejemplo y dar testimonio13. Iluminados por el Esp?ritu Santo y animados por los pastores de la Iglesia, con esp?ritu misionero,
hemos de sentirnos responsables, dar testimonio de la fe, personal y comunitariamente; hemos de vivir en di?logo y buscar el consenso, practicar lajusticia, ser acogedores y fraternos y procurar el bien com?n.

24. El llamado a la santidad nos mueve a celebrar la fe, en comuni?n y participaci?n, en una pastoral org?nica, que integra la diversidad de carismas y ministerios, y as? llegar a gozar de la plenitud del amor en el Reino de Dios.
25. Como expresi?n de esa vida nueva de la gracia, nuestro Modelo Ideal de Iglesia en la Rep?blica Dominicana nos anima a asumir nuestra condici?n de bautizados y a hacernos corresponsables, cada uno desde su ?mbito de compromiso y vocaci?n espec?fica, de la obra evangelizadora14. El documento
de Aparecida nos alienta a reconocernos todos, primero, como disc?pulos misioneros del Se?or15.

26. Los distintos ministerios y servicios. as? entendidos, son tareas complementarias y necesarias para el crecimiento y bien de la Iglesia.16. En este sentido animamos a que se d? importancia especial a la formaci?n y a la espiritualidad
de los agentes de pastoral como forma realista y eficaz para realizar la corresponsabilidad. He aqu? nuestro camino com?n hacia la santidad.

2.2. Jes?s nos llama a la comuni?n.

27. La escena de las Bodas en Can? nos ilumina. Una boda es una fiesta, donde se celebra la comuni?n de dos personas, hombre y mujer, que se aman. El libro de los Hechos de los Ap?stoles nos presenta el ideal de vida comunitaria: ?una
sola alma y un solo coraz?n?

17. Es el propio Jes?s quien nos invita a mantenernos unidos ?para que el mundo crea que t? me has enviado?18. Es
nuestra vocaci?n primera: ?La vocaci?n al discipulado misionero es convocaci?n a la comuni?n en su Iglesia?19.
28. Nuestro Modelo Ideal de Iglesia en la Rep?blica Dominicana lo concretiza de una manera muy realista cuando propone como objetivo de la primera etapa de nuestro itinerario evangelizador, que seamos ?un pueblo organizado en
familias, grupos de vida y comunidades?.

2.3. Jes?s nos llama a la misi?n.

Por el bautismo y la confirmaci?n: llamados a ser disc?pulos misioneros.

29. Por estos sacramentos estamos consagrados a Cristo y revestidos de El para construir el templo espiritual como ?piedras vivas?20 y edificar el nuevo Pueblo de Dios. El mandato del Se?or ?vayan y proclamen?21 concierne a todos los
bautizados y confirmados, ya que por estos sacramentos todos hemos sido constituidos disc?pulos misioneros.

Disc?pulos misioneros: dos caras de la misma medalla.

30. Urge, desde nuestra realidad actual y siguiendo nuestro itinerario de evangelizaci?n, que el Pueblo de Dios y sus agentes sean formados para realizar responsablemente con eficacia y audacia esta tarea22. La formaci?n para
la misi?n ha de ser integral y sistem?tica, sabiendo adem?s que: ?El disc?pulo se siente impulsado a llevar la Buena Nueva de la salvaci?n a sus hermanos.

Discipulado y misi?n son como las dos caras de una misma medalla?23.

Formados por el Pan de la Palabra y sostenidos por el Pan de la Eucarist?a.

31. El itinerario de Evangelizaci?n y la tarea de la misi?n, a la que nos lanza el Documento de Aparecida, exige que anclemos nuestro esfuerzo en una s?lida formaci?n b?blica. S?lo desde el Pan de la Palabra podemos iluminar y discernir
la realidad y sus retos; y encontrar alternativas de vida a la luz de los valores del Evangelio. La Eucarist?a, a su vez, sostendr? al pueblo en su lucha como alimento espiritual que renueva nuestras fuerzas en este largo camino24. De este
encuentro con Cristo en la Eucarist?a surge el compromiso evangelizador de servicio a favor de los necesitados. La Eucarist?a ?despierta en el cristiano el fuerte deseo de anunciar el Evangelio y testimoniarlo en la sociedad para que
sea m?s justa y humana?25.

3. ACTUAR: EN ESTADO PERMANENTE DE MISI?N.


?Jes?s le dice: Llenen de agua las tinajas.
Las llenaron hasta el borde (?) Ahora saquen un poco
y ll?venlo al encargado del banquete para que lo pruebe ? (Jn 7-8).


32. Al igual que en el relato de ?las Bodas de Can?, en el que los sirvientes hacen lo que Jes?s les dice, llenando las tinajas de agua y llev?ndolas al encargado de la fiesta, as? nosotros hoy asumimos su Palabra y hacemos lo que El nos dice para que nuestro esfuerzo, por su gracia, sea transformado en vida y alegr?a para nuestro pueblo.

3.1. Una mirada esperanzadora del futuro: gestar una nueva cultura para los nuevos tiempos.

33. Como Jes?s a su Madre, podemos nosotros preguntar: ??Qu? quieres de m?, mujer? A?n no ha llegado mi hora?26. No es una pregunta evasiva de la realidad. Hace referencia a la hora de la gloria. Es nuestra responsabilidad, como creyentes en esta hora de nuestra historia, lograr que los valores del Reino
de Dios sean levadura en el proceso de gestaci?n del nuevo modelo cultural.
Recordemos las palabras de San Agust?n: ?Nosotros somos los tiempos. Como nosotros seamos, as? ser?n los tiempos?27. Es la hora del Esp?ritu, es el vino nuevo, que nos ayudar? a transformar nuestras vidas y nuestra sociedad. Pero
este vino nuevo requiere odres nuevos para que ni se malogre ni pierda valor.

34. Por todo ello, a pesar de las dificultades del momento, mantenemos una actitud positiva, confiada, comprometida que, como disc?pulos misioneros, nos anima y empuja a ser no s?lo un pa?s de esperanza, sino donde tambi?n se viva el
amor.28

La Iglesia defensora de los pobres y defensora de la justicia.

35. En esa tarea, en fidelidad al Evangelio y en comuni?n con la Iglesia latinoamericana y del Caribe, renovamos nuestra opci?n preferencial por los pobres. Como nos ha dicho el Papa: ?la opci?n preferencial por los pobres est? impl?cita en la fe cristol?gica, en aquel Dios que se ha hecho pobre por
nosotros, para enriquecernos con su pobreza (Cf. 2Cor 8,9)?29. Como pastores del pueblo dominicano asumimos, como parte de nuestra tarea, velar porque las autoridades competentes elaboren leyes p?blicas concordes con la
?tica humanista y del Evangelio. Nos comprometemos a colaborar con el desarrollo integral de nuestro pueblo, especialmente de ni?os, adolescentes y j?venes, para ser signo visible del Reino de Dios. Entendemos que es
?necesario presentar la persona humana como el centro de toda la vida social y cultural, resaltando en ella: la dignidad de ser imagen y semejanza de Dios, y la vocaci?n a ser hijos en el Hijo, llamados a compartir su vida por toda la
eternidad?30.

Para construir desde los valores del Evangelio la cultura del amor y de la vida.

36. Todo esto exige de nosotros un renovado esfuerzo en ?mbitos como la educaci?n y la formaci?n de la conciencia ciudadanas de manera que se fundamenten con solidez los cimientos de una nueva patria. Se requerir?n nuevos procesos educativos, que formen en valores para el tiempo nuevo,
principalmente en las nuevas generaciones, y que alimenten la esperanza de que ese tiempo nuevo sea tambi?n bueno y propicio para todo el pueblo dominicano.

37. Es importante resaltar la responsabilidad hist?rica de los laicos de hacer presentes los valores del Evangelio en los nuevos are?pagos donde hoy se fragua la cultura moderna. Animamos a los laicos, hombres y mujeres de nuestro pueblo, disc?pulos misioneros todos, a asumir, con vocaci?n abnegada y
en coherencia con sus convicciones ?ticas, la responsabilidad de llevar la luz del Evangelio a las distintas instancias de la vida p?blica. La carencia de laicos comprometidos en el mundo con fe s?lida y probada se convierte, a la larga, en
una r?mora para el desarrollo humano e integral y para la construcci?n de una Patria Nueva para todos.

Realzar los valores que fortalecen nuestra identidad y conciencia de dominicanos.

38. El lema de este a?o 2008: ?Disc?pulo misionero: con Cristo, pon en alto tus valores culturales?, nos compromete a reconocer los valores del Evangelio, ya presentes en nuestra cultura dominicana. Estos valores nos permiten realizar
nuestra misi?n evangelizadora, como fermento de una sociedad justa y fraterna que se va fraguando, con la fuerza del Esp?ritu, nueva cada d?a31. Para resaltar estos valores culturales dominicanos es preciso que todos los descubramos
primero y que juntos los propaguemos con los medios disponibles, siguiendo las estrategias propias del Plan Nacional de Pastoral.

39. Sabemos que la cultura representa el modo particular con el cual las personas y los pueblos cultivan su relaci?n con la naturaleza y con sus hermanos, con ellos mismos y con Dios, a fin de lograr una existencia plenamente humana32.

40. Es importante para todos comprender que ?La fe s?lo es adecuadamente profesada, entendida y vivida, cuando penetra profundamente en el substrato cultural de un pueblo.?.33 Ahora bien, la fe cristiana nos muestra a Jesucristo
como la verdad plena. que da sentido a la vida del ser humano. En el contexto de una cultura, donde abundan las se?ales de muerte, se nos exige hoy coraje, esp?ritu y audacia prof?ticos para que, desde el anuncio integral del Evangelio, podamos construir una cultura cristiana de la solidaridad, de la fraternidad, de la paz y de la comuni?n. ?ste es un imperativo que nos interpela a todos. El anuncio del Evangelio no puede prescindir de la cultura actual. ?sta debe ser conocida, evaluada, aprovechada y corregida. En definitiva, asumida por la Iglesia. La fe, por su parte, deber? engendrar modelos culturales alternativos
para la sociedad actual34.

41. Debemos valorar el gran tesoro y riqueza espiritual, expresada en la religiosidad popular dominicana, que ha promovido el fervor y ha animado la fe de nuestro
pueblo. De esa experiencia hemos de aprender y, a la vez, debemos iluminarla para lograr un verdadero proceso de inculturaci?n de la fe, que nos ayude, en nuestro crecimiento espiritual, como personas y como pueblo.

42. De ah? la importancia de que todos los agentes de pastoral y fieles en general asumamos con entusiasmo y decisi?n nuestro lema del a?o: ?Disc?pulos misioneros, con Cristo, pon en alto tus valores culturales?.

3.2. En el camino del Tercer Plan nacional de Pastoral.

Itinerario de Evangelizaci?n: un nuevo impulso.

43. La Iglesia en la Rep?blica Dominicana, con el itinerario de Evangelizaci?n del III Plan Nacional de Pastoral, asume el llamado a la Misi?n que hace el Documento de Aparecida. La pastoral de multitudes es un medio adecuado para ello.

44. Es una buena ocasi?n para despertar a nuestra Iglesia, y debe ser un momento fuerte de animaci?n pastoral. Lo estamos comprobando con la implementaci?n del Plan. Pero no hemos de dormirnos en lo alcanzado. Hay que profundizar y darle seguimiento a este Plan. El Instituto Nacional de Pastoral, los Vicarios de Pastoral y los p?rrocos con sus equipos de animaci?n pastoral deben seguir asumiendo, con entusiasmo, valent?a y generosidad, este prop?sito.

Renovaci?n de las estructuras comunitarias, parroquiales y diocesanas.

45. El Modelo Ideal de Iglesia nos indica m?ltiples espacios para la vivencia de la comuni?n: familias, peque?as, comunidades eclesiales y otros tipos de comunidades de vida, sectores, distritos parroquiales, parroquias, zonas
pastorales y las di?cesis. De igual manera los consejos comunitarios, parroquiales y diocesanos y los equipos y servicios pastorales en cada uno de los niveles. Todos ellos son formas concretas para hacer efectiva la participaci?n y el ejercicio de la corresponsabilidad. A la vez, son un reto para la vivencia del ideal de vida cristiana, expresada en el libro de los Hechos de los Ap?stoles35.

46. De una manera especial queremos motivar y animar el trabajo que se realiza en las parroquias, no siempre teniendo los medios suficientes y adecuados.
Pedimos a los agentes que no desmayen en su esfuerzo para que ellas, las parroquias, lleguen a ser ?casa y escuela de comuni?n? 36. No nos cansamos de insistir en la obligatoriedad de establecer peque?as comunidades eclesiales, que, junto al proceso de sectorizaci?n, son elementos claves para lograrlo.

Renovaci?n de los dinamismos pastorales: Comuni?n en la Iglesia y reconstrucci?n del tejido social.

47. El documento de Aparecida nos dice que: ?La comuni?n es misionera y la misi?n es para la comuni?n?37. Nuestro III Plan Nacional de Pastoral nos anima a construir la comuni?n como Iglesia; y a ser instrumentos de comuni?n al servicio del Pueblo Dominicano. Por eso el objetivo general de la primera etapa de nuestro Plan dice: ?El Pueblo de Dios que peregrina en la Rep?blica Dominicana, est? organizado en familias, grupos de vida y comunidades, aceptando y valorando su identidad y sensibilizando a la fraternidad y a la
solidaridad, para ser signo del Reino de Dios?.

48. Todo eso se hace visible en la vivencia de una serie de valores, que marcan la vida y el dinamismo de parroquias y comunidades en este momento y que han quedado plasmados en nuestro objetivo de esta primera fase del Plan. ?El Pueblo de Dios que peregrina en la Rep?blica Dominicana, acepta y valora su identidad, creciendo en su autoestima, sensibiliz?ndose a la acogida y realzando sus valores culturales, para ser signo del Reino de Dios?

49. Es necesario que todos reavivemos la experiencia de la fe y la espiritualidad cat?lica, para que. como Iglesia que peregrina en la Rep?blica Dominicana, desde el encuentro personal y comunitario con Jesucristo, y con la disponibilidad, entusiasmo e integraci?n de sus disc?pulos misioneros, en estado de misi?n permanente, asumamos, como meta, realzar nuestros valores culturales; continuar el proceso de formaci?n estructurado y sistem?tico del
itinerario de Evangelizaci?n; capacitar a los agentes a nivel teol?gico-pastoral; y consolidar las diferentes estructuras pastorales.

50. Motivamos desde aqu?, especialmente a los presb?teros, di?conos, consagrados, consagradas y a los movimientos y asociaciones laicales, a la aplicaci?n del Plan de Pastoral de la Iglesia en la Rep?blica Dominicana, promoviendo el valor
y el lema del mes en los diferentes espacios sociales y eclesiales, especialmente a trav?s de los medios de comunicaci?n social.

51. De ah? la importancia que tiene el proceso a seguir para la aplicaci?n del Plan: sectorizaci?n del equipo de coordinaci?n del sector para llegar a todos; la red de
mensajeros; la carta mensual del p?rroco a su comunidad; el equipo de redacci?n de la carta mensual; la realizaci?n de la acci?n significativa en las familias, en el sector y con los destinatarios de las diferentes Comisiones Pastorales; y el estudio por grupos en los sectores del tema del mes. Especial
valoraci?n hacemos de la celebraci?n eucar?stica dominical, en la que se celebra el valor del mes unido a la Palabra del Domingo.

52. Tambi?n, hay que resaltar: la importancia del trabajo de las Comisiones de pastoral a nivel nacional y diocesano que, realizando lo espec?fico de su ?rea, asume el valor del a?o, y de cada mes; la promoci?n del lema por medio de
cartelones, afiches, cruzacalles y calcoman?as con el valor del mes; la organizaci?n del Equipo de Animaci?n Pastoral en cada nivel; la vivencia de laespiritualidad de comuni?n por medio de los retiros de Espiritualidad de Comuni?n y los talleres de formaci?n de equipos. Es nuestro aporte a la
reconstrucci?n del tejido social y animamos a todos a seguir por este camino con un esfuerzo sostenido.

53. Con los obispos en Aparecida estamos convencidos de que esta propuesta es fuente de renovaci?n de la acci?n pastoral y que el llamado a la misi?n debe ser punto de partida para el proceso de Evangelizaci?n en nuestro pa?s 38

3.3.Renovaci?n de los dinamismos pastorales para llegar a los bautizados lejados.


?Vayan m?s bien a las ovejas descarriadas de la casa de Israel?39
.



54. El lema del a?o pasado: ?Disc?pulo del Se?or acoge al cercano y busca al ejano?, no debe olvidarse ni engavetarse. Nos recuerda que el primer trabajo en ste esfuerzo renovador y de la misi?n en nuestro pa?s ha de ser buscar a los
cat?licos fr?os y alejados. No son alejados por la distancia sino porque muchos an perdido la capacidad de entusiasmar sus vidas con la Buena Noticia del vangelio.

55. Hemos de salir de nuestras iglesias y capillas, de nuestras oficinas, de nuestrasseguridades y comodidades y legar a ellos, a sus vidas, a sus corazones y ecisiones para que redescubran a Cristo, ?el Se?or? de sus vidas, ?nico
?Camino Verdad y Vida?, para que en El tengan ?vida y vida en abundancia?40.

56. Hemos de salir al encuentro de la oveja perdida, y hacerle saber que ?sta es sucasa. Lo hemos de hacer con ntusiasmo, con creatividad, con alegr?a, con
esp?ritu fraterno y con audacia, especialmente en los ambientes dif?ciles y onflictivos de nuestros barrios emergentes y de nuestros campos desolados, tambi?n en los barrios residenciales, donde los muros de seguridad a?slan de la fraternidad y ocultan una gran soledad. ?Acoge al cercano y busca al lejano? nos empuja a ser una Iglesia abierta, sensible, que tiende la mano, que se hace como Pablo: ?todo para todos, aunque sea para salvar por lo menos a algunos?41.
Llevar al reencuentro con Jes?s desde una experiencia vital: La Iniciaci?n Cristiana.

57. La mejor manera de animar a los alejados para el ?re-encuentro con Cristo? es el camino de la iniciaci?n cristiana. Lo dec?amos en la Carta Pastoral del 2007 y lo
retomamos de nuevo aqu?: ?Invitamos a todo el Pueblo de Dios a realizar un proceso de iniciaci?n cristiana y de formaci?n permanente, que propicie el primer encuentro con Jesucristo y desemboque en la edificaci?n de una comunidad cristiana madura, que genere los servidores, misioneros y
misioneras, que requiere el mundo de hoy para su transformaci?n?42.

58. El proceso de iniciaci?n cristiana debe partir del anuncio del Kerigma; introducir en el catecumenado, siguiendo cuidadosamente el Rito de Iniciaci?n Cristiana de Adultos. Es importante que toda la comunidad eclesial, desde el
fervor y el entusiasmo, se sienta sujeto de este proceso de evangelizaci?n. Por eso ?debemos ofrecer a nuestros catequistas de adultos una adecuada formaci?n, que les capacite en el acompa?amiento a los catec?menos y en su
integraci?n a la comunidad?.43

59. La Lectio Divina o la Lectura Orante de la Palabra recobra un especial y singular valor, en el camino de formaci?n y maduraci?n en la fe de los disc?pulos misioneros.
Con la atracci?n del amor.

60. Hay que tener sumo cuidado para que el esfuerzo. que se realiza, respete a cada persona en su conciencia y dignidad. El Evangelio no ha de ser impuesto sino propuesto, con la persuasi?n que nace de la verdad y del amor. Recordemos que
ya en el documento de Puebla la Iglesia se compromet?a a anunciar: La verdad sobre Jesucristo, el Hombre y la Iglesia para que el hombre alcance su plenitud: ?y conocer?n la verdad y la verdad les har? libres?44

61. Rechazamos toda forma de proselitismo que manipule y violente las conciencias de las personas. Animamos a que todos y especialmente las asociaciones laicales, revisen en conciencia sus programas y actividades para el primer
anuncio (Kerigma). Hemos de llevar a los hermanos a que descubran el amor de Dios manifestado en Cristo Jes?s y a permanecer en ?l45. Como nos ha dicho el Papa Benedicto XVI: La Iglesia no hace proselitismo. Crece mucho m?s por
?atracci?n?: como Cristo ?atrae todo a s? con la fuerza de su amor, que culmin? en el sacrificio de la Cruz?46

CONCLUSI?N.


?has dejado el mejor vino para el final? (Jn. 2,10).



Invitados a la ?Fiesta de Bodas?

62. ?Les falta el vino?, le dice Mar?a a Jes?s47. Hay muchas situaciones de la realidad dominicana que necesitan del Esp?ritu del Se?or para ser transformadas y convertirse en motivo de alegr?a, de fiesta. En este contexto que hemos
descrito, con se?ales que nos desalientan y con otras que nos dan esperanza, hemos de sentirnos invitados a la fiesta del Reino. Nosotros, al igual que Mar?a, figura de la humanidad nueva48. Como Jes?s y sus disc?pulos, estamos invitados
a la fiesta de bodas49. Por ello, hemos de asumir de forma decidida y valiente esta realidad que muchas veces nos agobia y de la que tantas y tantas veces nos quejamos, intentando culpar a otros. ?Todav?a no es mi hora?50, no ha de ser
entendido como un escape de nuestra responsabilidad, sino como una forma de situarnos en tensi?n escatol?gica, para que la dicha de compartir la vida en fraternidad y en la sencillez de lo cotidiano llegue a su plenitud cuando Dios sea
?todo en todos?51. Nos queda a todos la tarea de hacer que el ?vino mejor? llegue a todos y anime la fiesta de la vida de nuestro pueblo.

63. Para estar en el banquete hemos de tener puesto nuestro ?traje de fiesta?, que no es otro que el del amor, como Jes?s, que con humildad se abaja52 para servir53.
Es ?sta la ?nica forma grata a Dios de vivir los valores del evangelio en nuestra cultura. ?Los cristianos, con los talentos que han recibido, talentos apropiados, deber?n ser creativos en sus campos de actuaci?n: el mundo de la
cultura, de la pol?tica, de la opini?n p?blica, del arte y de la ciencia?54.

Llamados a ser signos cre?bles que provoquen la fe.

64. El testimonio transparente de nuestra vida, nuestra fe y nuestra acci?n evangelizadora deben llevar la fuerza de la persuasi?n que seduce y atrae.55 Para ello no necesitamos signos espectaculares; hemos de ser el granito de mostaza56,
la levadura que fermenta la masa57. Basta con que cada uno de nosotros haga lo que tiene que hacer, y lo haga bien, con honestidad y apegado a las verdades evang?licas que la Iglesia ha pregonado por siglos en nuestras comunidades, que
se quiere retomar en nuestro III Plan de Pastoral. Por eso, siguiendo el Documento de Aparecida, nos comprometemos a:

65. ?Ser una Iglesia viva, fiel y cre?ble que se alimenta en la Palabra de Dios y en la Eucarist?a?58; que vive con convicci?n y alegr?a su condici?n de disc?pulo misionero. Una iglesia que forma comunidades vivas ministeriales, fraternas,
que impulsen la acci?n misionera, desde la diversidad de carismas, en esp?ritu de comuni?n.

66. Asumimos la tarea de: ?promover un laicado maduro, corresponsable con la misi?n de anunciar y hacer visible el Reino de Dios?59. Adquiere en este sentido especial relieve la participaci?n activa de la mujer en la sociedad y en la
Iglesia; y el acompa?amiento a los j?venes en su formaci?n y b?squeda de identidad, vocaci?n y misi?n.60

67. Vemos urgente, ?la necesidad de mantener con renovado esfuerzo nuestra opci?n preferencial y evang?lica por los pobres?61. El fortalecimiento audaz de la pastoral de la familia y de la vida, el cuidado de la creaci?n, trabajar con
esp?ritu ecum?nico con todas las personas de buena voluntad en la construcci?n del Reino,62 son algunas de las tareas m?s urgentes que la realidad actual demanda de los cristianos.
Mar?a ora con la Iglesia en la espera de un nuevo Pentecost?s.

68. ??Necesitamos un nuevo Pentecost?s! ?Necesitamos salir al encuentro de las personas, las familias, las comunidades y los pueblos para comunicarles y compartir el don del encuentro con Cristo, que ha llenado nuestras vidas de
?sentido?, de verdad y amor, de alegr?a y de esperanza!63 Hemos de proclamar ante nuestra sociedad ?que el amor es m?s fuerte, que hemos sido liberados y salvados por la victoria pascual del Se?or de la historia?64 Animamos a todos
los cat?licos a no quedarnos en actitud pasiva. El momento presente nos urge a tomar nuevas direcciones para proclamar el Evangelio. El Se?or nos convoca en la Iglesia porque quiere que crezca el n?mero de sus disc?pulos misioneros en la
construcci?n de su Reino en nuestra Naci?n.65

69. No estamos solos, Mar?a, Virgen de la Altagracia, Madre de todos los dominicanos, nos mira y nos protege con su inmenso amor maternal. Como hizo con los primeros disc?pulos66, ella est? presente y nos anima hoy a perseverar, y nos dice: ?hagan lo que ?l les diga?67. A ella, Nuestra Madre68, hemos de volver la mirada agradecida por habernos entregado a su Hijo, por habernos acogido como hijos suyos, por cuidarnos como disc?pulos misioneros.

Que Dios les bendiga a todos.


CONFERENCIA DEL EPISCOPADO DOMINICANO

S.E.R. Nic?las de Jes?s Cardenal L?pez Rodr?guez
Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, Primado de Am?rica.
S.E.R. Mons. Ram?n Benito De La Rosa y Carpio
Arzobispo Metropolitano de Santiago de los Caballeros
Presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano.
S.E.R. Mons. Roques Adames
Obispo Em?rito
S.E.R. Mons. Juan Antonio Flores Santana
Arzobispo Em?rito
S.E.R. Mons. Pr?amo Tejeda
Obispo Em?rito
S.E.R. Mons. Fabio Mamerto Rivas, SDB.
Obispo Em?rito
S.E.R. Mons. Jer?nimo Tom?s Abr?u Herrera
Obispo Em?rito
S.E.R. Mons. Jes?s Mar?a De Jes?s Moya
Obispo de San Francisco de Macor?s
S.E.R. Mons. Francisco Jos? Arnaiz, S.J.
Obispo Em?rito
S.E.R. Mons. Jos? Dolores Grull?n Estrella
Obispo de San Juan de la Maguana
S.E.R. Mons. Antonio Camilo Gonz?lez
Obispo de La Vega
S.E.R. Mons. Amancio Escapa, OCD.
Obispo Auxiliar del Arzobispo de Santo Domingo
S.E.R. Mons. Pablo Cedano Cedano
Obispo Auxiliar del Arzobispo de Santo Domingo
S.E.R. Mons. Gregorio Nicanor Pe?a Rodr?guez
Obispo de Nuestra Se?ora de la Altagracia, Higuey
Carta Pastoral de la CED: ?Disc?pulo misionero: Con cristo, pon en alto tus valores culturales? 19
S.E.R. Mons. Francisco Ozoria Acosta
Obispo de San Pedro de Macor?s
S.E.R. Mons. Freddy Antonio de Jes?s Bret?n Mart?nez
Obispo de Ban?
S.E.R. Mons. Rafael L. Felipe N??ez
Obispo de Barahona
S.E.R. Mons. Di?medes Espinal de Le?n
Obispo Mao-Montecristi
S.E.R. Mons. Julio C?sar Corniel Amaro
Obispo de Puerto Plata
S.E.R. Mons. Valent?n Reynoso Hidalgo, M.S.C.
Obispo Auxiliar del Arzobispo de Santiago

Notas

1 Juan 14, 10.
2 Benedicto XVI Discurso al final del rezo del Rosario en Aparecida Documento de Aparecida N? 1. 12 de
mayo 2007.
3 Mons. Ram?n Benito de la Rosa. Discurso de presentaci?n de las Expectativas de la CED en la V Conferencia General del Episcopado latinoamericano y del Caribe. Aparecida, Brasil 2007.
4 Efesios 1,4
5 Cf. Homil?a del Sr. Cardenal en la Eucarist?a conmemorativa de XXV Aniversario.
6 Lucas 1,28b
7 Lucas 1,48
8 Cf. Benedicto XVI. Discurso Inaugural V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe.
9 Cf. Documento de Aparecida 479.
10 Cf. Documento de Aparecida 101.
11 Lucas 9,2
12 Juan 2,5
13 Cf. Discurso Inaugural de Benedicto XVI de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano
y del Caribe.
14 1 Corintios 12,7
15 Cf. Documento de Aparecida 184.
16 Hechos 6, 1-6
17 Hechos 4,32
18 Juan 17, 21
19 Documento de Aparecida 156.
20 1Pedro 2,5
21 Marcos 16,15
22 Cfr. Documento de Aparecida Mensaje Final N? 3.
23 Discurso Inaugural de Benedicto XVI de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y
del Caribe.
24 1Reyes 19,8
25 Discurso Inaugural de Benedicto XVI.
26 Juan 2,4
27 Serm?n 80,8.
28 Cf. Discurso Inaugural de Benedicto XVI de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano
y del Caribe.
29 Ib?d.
30 Documento de Aparecida 480.
31 Apocalipsis 21,5
32 Cf. Documento de Aparecida 476.
33 Documento de Aparecida 477.
34 Cf. Documento de Aparecida 480.
35 Hechos 2, 42-46
36 Cf. Documento de Aparecida Mensaje a los Pueblos N? 3.
37 Documento de Aparecida 163.
38 Documento de Aparecida. Mensaje a los Pueblos N? 3.
39 Mateo 10,6
40 Cf. Juan 10,10
41 1Corintios 9,22
42 Carta Pastoral con Motivo del D?a de la Altagracia del 2007. N? 19.
43 Carta pastoral 2007. Citando al Primer Concilio Plenario Dominicano, n?meros 242 y 244.
44 Juan 8,32
45 Juan 15,9
46 Benedicto XVI. Homil?a en la Eucarist?a Inaugural de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano
y del Caribe. Aparecida 13 de Mayo 2007.
47 Juan 2,3
48 Apocalipsis 12, 1
49 Juan 2,2
50 Juan 2,4
51 1Corintios. 15,28
52 Filipenses 2,5-11
53 Juan 13,13-15
54 Documento de Aparecida 480.
55 Documento de S?nteses, 166.
56 Mateo 13,31
57 Mateo 13,33.
58 DA. Mensaje final.
59 Ib?d.
60 Cf. Documento de Aparecida. Mensaje final.
61 Ib?d.
62 Cf. Documento de Aparecida. Mensaje Final
63 Documento de Aparecida 548.
64 Ib?d.
65 Cf. Documento de Aparecida 548.
66 Hechos 1,14
67 Juan 2,5
68 Juan 19,27

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Mi?rcoles, 16 de enero de 2008
Panam? (Agencia Fides) - La Conferencia Episcopal Paname?a ha emitido un comunicado al termino de la Sesi?n Plenaria Ordinaria celebrada n?m 183 del 7 al 11 de enero en la que los Obispos han reflexionado sobre temas propios de la Iglesia paname?a como la puesta en marcha de la implementaci?n del Documento de Aparecida y han abordado temas de la realidad nacional, desde la visi?n de Fe.


COMUNICADO DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL PANAME?A (C.E.P)
AL T?RMINO DE LA SESI?N PLENARIA ORDINARIA No. 183


Panam?, 11 de enero de 2008


Al finalizar la primera reuni?n ordinaria anual, celebrada del 7 al 11 de enero, queremos compartir con toda la comunidad paname?a nuestros sentimientos, deseos y apreciaciones frente a la realidad eclesial y nacional, iluminados por la Epifan?a del Se?or y animados por el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz ? Familia Humana, Comunidad de Paz- ofrecido por Su Santidad el Papa Benedicto XVI.

El esp?ritu que nos congrega y anima en estas reuniones es el que se?ala muy atinadamente el Documento de Aparecida: ?En la Conferencia Episcopal, los Obispos encuentran su espacio de discernimiento solidario de los grandes problemas de la sociedad y de la Iglesia, y el est?mulo para brindar la orientaciones pastorales que animen a los miembros del Pueblo de Dios a asumir con fidelidad y decisi?n su vocaci?n de ser disc?pulos misioneros?. (DA 181). Por tanto, nuestra mirada ante cualquier situaci?n que ofrezca la vida de nuestro pueblo es siempre una mirada de fe.

I. REALIDAD ECLESIAL

1. La Nueva Enc?clica ?En esperanza fuimos salvados?

Agradecemos el regalo que nos ha hecho el Papa Benedicto XVI con su nueva Enc?clica ?En esperanza fuimos salvados?. El tema es de gran actualidad, ante un panorama, tanto internacional como nacional, que incita mucho m?s al pesimismo frente al futuro que a una actitud sana, din?mica, confiada, alegre y fecunda. Por la esperanza sorteamos todas las dificultades y obst?culos que podr?an destruirnos.
La nueva Enc?clica ser? presentada oficialmente en nuestro pa?s, el d?a 15 de enero, a las 7.00 p.m., en el Sal?n Marcos Gregorio McGrath, del Arzobispado de Panam?.

2. A?o Paulino

Del 28 de junio de 2008 al 20 de junio de 2009, celebraremos los 2000 a?os del nacimiento de san Pablo. Este A?o Paulino ofrece a todos una importante ocasi?n para profundizar en el conocimiento de la personalidad carism?tica y fascinadora de San Pablo, primer gran evangelizador de los paganos y autor de varias cartas, que forman parte del Nuevo Testamento.

Frente a los desaf?os que plantean la inculturaci?n del Evangelio, la globalizaci?n y las discusiones ?ticas, la Iglesia encuentra en su vida un modelo heroico de fidelidad al mandato del Se?or y del ser disc?pulo y misionero.

3. Conferencia en Aparecida (Brasil)

La celebraci?n de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y de El Caribe, en Aparecida, marca la reflexi?n y la acci?n pastoral presente y futura. Por eso, se hace imperativo que a todos los niveles, llevemos a cabo una tarea de divulgaci?n del Documento Conclusivo a fin de hacerlo vida y realidad en nuestras di?cesis, parroquias, comunidades y en cada uno de los miembros de la Iglesia, llamados a ser en forma real y concreta disc?pulos y misioneros de Cristo.

4. 500 A?os de vida de la Iglesia de Panam?

Al comenzar este a?o 2008, iniciamos el quinquenio de la preparaci?n para la celebraci?n de los 500 a?os de vida de la Iglesia de Panam?, con el fin de dar gracias a Dios por el don de la fe, tomar conciencia de que somos la primera Iglesia creada en Tierra Firme del Continente Americano y hacer frente a los desaf?os de evangelizar la sociedad actual.

Esta Conferencia ha constituido una Comisi?n encargada de planificar las actividades religiosas, culturales, festivas, que nos ayuden a prepararnos a celebrar, con esp?ritu agradecido y alegre, tan magno acontecimiento, de manera que nos sirva para amar m?s nuestra Iglesia y sentirnos orgullosos de ser cat?licos, con todo lo que ello implica.

5. Indulgencia Plenaria por los 150 a?os de la aparici?n de Lourdes

El 11 de febrero pr?ximo, se cumplen 150 a?os de la aparici?n de la Virgen Mar?a en Lourdes. A fin de que de este acontecimiento se deriven frutos crecientes de santidad renovada, el Santo Padre Benedicto XVI concede ?indulgencia plenaria" a los fieles que, cumpliendo las condiciones habituales (arrepentimiento de los pecados, confesi?n sacramental, comuni?n y oraci?n por las intenciones del Papa), ejerciten alguna de las pr?cticas siguientes:

1. Visitar, desde el 8 de diciembre de 2007 al 8 de diciembre de 2008, los lugares relacionados con esta aparici?n.

2. Visitar, desde el 2 de febrero de 2008 hasta el 11 de febrero de 2008, en cualquier templo, oratorio, gruta o lugar decoroso, la imagen bendecida de la Virgen de Lourdes, expuesta solemnemente a la veneraci?n p?blica y, ante la misma, participen en un acto de devoci?n mariana o al menos se recojan en meditaci?n y concluyan con el rezo del Padrenuestro, la Profesi?n de fe y la invocaci?n de la Bienaventurada Virgen.

3. Los ancianos, los enfermos y todos los que, por leg?tima causa, no puedan salir de casa, podr?n alcanzar del mismo modo, en su propia casa, la indulgencia plenaria.

6. Aniversario de la visita del Siervo de Dios Juan Pablo II

Hace 25 a?os, el 5 de marzo de 1983, el inolvidable Siervo de Dios, Juan Pablo II, nos visit?, marcando profundamente la vida y la historia de nuestra Patria. Por eso, exhortamos a todos los fieles a que ese d?a tengamos un recuerdo muy especial por tan gran regalo, actualicemos el mensaje que nos leg? y participemos con alegr?a y gratitud en las diversas actividades conmemorativas que se realizar?n a nivel parroquial, diocesano y nacional. Una comisi?n nombrada por la Conferencia Episcopal elaborar? los programas correspondientes.

7. Encuentro de j?venes en Llano Bonito (Chitr?)

Del 17 al 20 de enero se realizar?, en la Di?cesis de Chitr?, el Encuentro de Renovaci?n Juvenil. Reconocemos el valor pastoral de estos Encuentros que, durante veintinueve a?os, por iniciativa del recordado Padre Segundo Familiar Cano, ha congregado miles de j?venes de todo el pa?s en busca de un encuentro personal con Jesucristo vivo.
Animamos a los participantes a que aprovechen la oportunidad para profundizar su fe cristiana, renovar su compromiso apost?lico y encontrar elementos para su opci?n vocacional.

8. Centenario de la presencia de los Salesianos en Panam?

En el Centenario de la presencia de los Salesianos en Panam?, agradecemos el aporte que los hijos de Don Bosco han realizado en nuestra Iglesia paname?a, extendiendo su obra educativa y evangelizadora de manera especial a la juventud. Rogamos al Se?or siga bendiciendo sus actividades apost?licas.

II. REALIDAD NACIONAL

Mirando la realidad en la que estamos inmersos, no hay duda de que vivimos situaciones ambivalentes, que exigen de nosotros, Obispos, un discernimiento claro y un acompa?amiento pastoral.

1. Aumento del Costo de Vida

En los ?ltimos a?os, en Panam?, se viene dando un notable crecimiento econ?mico que, lamentablemente, no alcanza a favorecer a amplios sectores del 37.3% de la poblaci?n paname?a, que vive en situaci?n de pobreza y pobreza cr?tica. Adem?s, la poblaci?n en general se ve afectada por el alza de la canasta b?sica de alimentos, el aumento de los costos de los servicios p?blicos (agua, luz, tel?fono), aunado a la posibilidad del aumento del pasaje en el servicio del transporte colectivo. Confiamos en que se fortalezcan nuevas medidas de cohesi?n social que, si bien son de la iniciativa y responsabilidad primaria del Gobierno Nacional, exige tambi?n la participaci?n de los sectores que, en mayor medida, se est?n beneficiando del crecimiento econ?mico. As?, podremos lograr en forma efectiva minimizar los impactos negativos que afectan la calidad de vida de la mayor?a de los paname?os.

2. Concertaci?n Nacional

Vemos con esperanza el compromiso asumido por los distintos sectores sociales, en el proceso de Concertaci?n Nacional para el Desarrollo, en la b?squeda de un mejor pa?s. Hemos discutido entre paname?os proyectos que puedan contribuir en la perspectiva de un desarrollo integral y c?mo financiarlos. Por eso, garanticemos la efectiva ejecuci?n de los proyectos, con la correspondiente rendici?n de cuentas. Que los partidos pol?ticos los tomen muy en cuenta en su plataforma de cara a la pr?xima campa?a, ya que ?son muy importantes los espacios de participaci?n de la sociedad civil para la vigencia de la democracia, una verdadera econom?a solidaria y un desarrollo integral, solidario y sustentable? ( DA 406).

3. A?o Pre-electoral

En este a?o pre-electoral, frente a las leg?timas aspiraciones pol?ticas de los ciudadanos, exhortamos a evitar campa?as de desprestigio, insultos, amenazas y descalificaciones, as? como el derroche de dinero. Pedimos retomar el Pacto ?tico Electoral que, en el pasado, contribuy? a realizar una campa?a de altura y a avanzar en la consolidaci?n de nuestra democracia.

4. Inseguridad ciudadana

La violencia crece cada d?a, si no en cantidad s? en crueldad, particularmente la violencia intrafamiliar, cuyas v?ctimas principales son las mujeres y los ni?os.

Reconocemos la tarea y esfuerzo que hace el Estado por responder a esta situaci?n. Pero esto no basta. Es necesario que nos involucremos todos para dar una aut?ntica soluci?n. No olvidemos que la violencia tiene entre sus ra?ces el descuido de la educaci?n, la desigualdad y exclusi?n social y, de manera especial, la desintegraci?n de la familia.

Animamos a dar cumplimiento a los acuerdos del Pacto de Estado por la Justicia y del proceso de Concertaci?n Nacional sobre la necesidad de desarrollar una pol?tica criminol?gica de Estado en el marco de la seguridad democr?tica y los derechos humanos.


5. Medio Ambiente y Recursos Naturales

Frente a los proyectos de desarrollo de hidroel?ctricas, de explotaci?n minera, de destrucci?n de bosques y manglares, compartimos lo expresado en la V Conferencia de Aparecida, en relaci?n a que se est? tomando conciencia de la naturaleza como una herencia gratuita que recibimos para protegerla, como espacio precioso de la convivencia humana. Esta herencia se manifiesta muchas veces fr?gil e indefensa ante los poderes econ?micos y tecnol?gicos.

Queremos insistir en que sobre los recursos naturales no predominen los intereses de grupos econ?micos que arrasan irracionalmente las fuentes de vida en perjuicio de naciones enteras y de la misma humanidad. Como dice el Papa Benedicto XVI, el medio ambiente ?ha sido dado al hombre para que lo cuide y lo cultive con libertad responsable, teniendo siempre como criterio orientador el bien de todos. Obviamente, el valor del ser humano est? por encima de toda la creaci?n. Respetar el medio ambiente no quiere decir que la naturaleza material o animal sea m?s importante que el hombre. Quiere decir, m?s bien, que no se la considera de manera ego?sta, a plena disposici?n de los propios intereses? (Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2008).

6. Dignidad de la persona en el contexto familiar

En el Mensaje para la Jornada de la Paz, el Papa Benedicto XVI insiste en que quien pretenda debilitar la familia fundada en el matrimonio de un hombre y una mujer, quien pretenda dificultar el nacimiento de una nueva vida, los que se oponen a que la familia sea la primera educadora de los hijos, est?n poniendo las bases para impedir la paz en nuestro mundo.

Los padres de familia tienen el derecho natural e insustituible de educar a sus hijos. A ellos compete decidir y elegir sobre los planes y programas de educaci?n, seg?n su conciencia recta y formados criterios. Las dem?s entidades, Iglesia, Estado, entes particulares, somos subsidiarios de ellos.

Por eso, cualquier intento de modificar planes y sistemas de educaci?n o de introducir o eliminar ?reas de formaci?n, es inaceptable sin la participaci?n de los padres de familia. M?xime, en ?reas tan vitales como la religi?n, la moral y la cultura, o tan sensitivas como la educaci?n sexual.

Vale lo mismo para todo lo que tiene que ver con la preocupaci?n y protecci?n de los menores que, sin desconocer sus derechos, est?n bajo la tutela de la patria potestad.

Por eso, es necesario participar en el debate acerca de la educaci?n en general, de la educaci?n sexual y de los ante proyectos de leyes: el de la Protecci?n integral a la ni?ez y la adolescencia y el que establece y protege los derechos humanos en materia de sexualidad y salud reproductiva. Es necesario tambi?n activar iniciativas que promuevan una educaci?n basada en principios y valores morales y ?ticos. Pues, como nos dijo el Siervo de Dios Juan Pablo II, en el encuentro con las familias de Panam?, el 5 de marzo de 1983: ?El cristiano cree en la vida y el amor. Por eso dir? s? al amor indisoluble del matrimonio; s? a la protecci?n de la vida; s? a la convivencia leg?tima que fomenta la comuni?n y favorece la educaci?n equilibrada de los hijos?.

III. AGRADECIMIENTOS

Agradecemos a todos los sacerdotes, di?conos, religiosos, religiosas, seminaristas y laicos, que nos han acompa?ado con sus oraciones, aportes y trabajo. Que la Virgen Mar?a, nuestra Se?ora de la Antigua, ?disc?pula por excelencia entre disc?pulos? (DA 451) ?nos muestre el fruto bendito de su vientre y nos ense?e a responder como ella lo hizo en el misterio de la anunciaci?n y encarnaci?n. Que nos ense?e a salir de nosotros mismos en camino de sacrificio, amor y servicio, como lo hizo en la visitaci?n a su prima Isabel, para que, peregrinos en el camino, cantemos las maravillas que Dios ha hecho en nosotros conforme a su promesa? (DA 533).

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Mensaje de los obispos mexicanos de la Comisi?n Episcopal para la Pastoral Social sobre las consecuencias para los ind?genas y campesinos de la desgravaci?n arancelaria del Tratado de Libre Comercio que lleva por t?tulo: ? Jesucristo, vida y esperanza de los ind?genas y campesinos?.

Jesucristo, vida y esperanza de los ind?genas y campesinos



Al pueblo de Dios y todos los hombres y mujeres de buena voluntad de nuestro querido M?xico:

Los obispos de la Comisi?n Episcopal de Pastoral Social les hacemos llegar un saludo sincero al inicio del a?o 2008. Deseamos a todos que la esperanza y el gozo de la presencia del Hijo de Dios entre nosotros nos fortalezcan y nos hagan m?s solidarios unos con otros.

1. El pasado 1 de enero, entr? en vigor la ?ltima etapa de desgravaci?n arancelaria del Tratado de Libre Comercio entre nuestro pa?s con Estados Unidos y Canad? (TLCAN). Con este paso se abren totalmente las fronteras para la importaci?n y exportaci?n de productos agropecuarios. Esto significa que se podr? comprar y vender ma?z, frijol, az?car, leche en polvo y otros productos, sin restricciones arancelarias entre los tres pa?ses.

2. Es indudable que un signo de los tiempos es la mayor intensidad del comercio internacional y no podemos vivir aislados, pues estamos en un mundo cada vez m?s globalizado. M?xico no puede cerrar sus fronteras indefinidamente, no s?lo porque no somos autosuficientes en todo, sino porque actualmente el mercado sobrepasa los l?mites nacionales, con sus beneficios y sus limitaciones. Sin embargo, cuando las leyes del mercado se imponen sobre los derechos de las personas y de los pueblos, el lucro se convierte en valor supremo y se conforman los grandes grupos de inter?s, que excluyen a los pobres, generando un sistema econ?mico globalizado injusto e inhumano.

3. Conviviendo con nuestro pueblo, mayoritariamente pobre, campesino, obrero e ind?gena, nos preocupa que esta apertura comercial, aunque beneficiar? a unos pocos agricultores poderosos y tecnificados, traer? consecuencias dolorosas para aquellos cuya sobrevivencia depende del campo. Nunca podr?n competir, en las circunstancias actuales, con los enormes subsidios que los gobiernos del Estados Unidos y Canad? otorgan a sus agricultores, y quedar?n en una situaci?n desventajosa, si no se implementan medidas que regulen y compensen las asimetr?as de nuestras econom?as.

4. El campo ha estado olvidado y descuidado en M?xico. Desde hace a?os se ha venido perdiendo la capacidad de autosuficiencia y de competitividad en la producci?n de alimentos b?sicos para la poblaci?n. La mayor?a de los campesinos han quedado sin cr?ditos y con tierras que se van reduciendo, desgastando y erosionando.

5. De no enmendar este punto, existe el riesgo real de un mayor empobrecimiento, especialmente en el medio rural e ind?gena, y de empujar a muchos campesinos m?s a abandonar el campo, y a emigrar a ciudades que no est?n preparadas para recibirlos, o intentar llegar a los Estados Unidos, que en este momento tiene un fort?simo e inhumano programa antiinmigrante. Otro riesgo, que no se puede desatender, lo presenta la tentaci?n de los cultivos il?citos, puerta abierta a la inseguridad y a la violencia.

6. En este contexto, un factor que no podemos dejar de tener en cuenta es que la creciente demanda de combustible por parte de la industria estimula la producci?n de bio-combustibles derivados de granos. Esto viene a poner en riesgo los objetivos primarios de la producci?n agr?cola, con consecuencias graves para la alimentaci?n y la soberan?a alimentaria del pa?s.

7. La producci?n de bio-combustibles derivados de granos no puede valorarse s?lo por las ventajas econ?micas o por las oportunidades comerciales que representa. Hay de fondo una cuesti?n ?tica a tener en cuenta. No se pueden poner por encima del derecho a la alimentaci?n de las personas las ventajas de la industria, favoreciendo de nueva cuenta a ?sta antes que al campo.

8. Por ello, los obispos de la Comisi?n Episcopal para la Pastoral Social, en nombre de la Conferencia del Episcopado Mexicano, sentimos la obligaci?n pastoral de decir una palabra sobre las consecuencias para los campesinos de nuestro pa?s ante esta ?ltima etapa de la apertura comercial del TLCAN. Lo hacemos inspir?ndonos en la Doctrina Social de la Iglesia y en continuidad con el mensaje "Por la dignidad del campo"[1], sobre la situaci?n del campo mexicano, que hace 5 a?os publicaron nuestros hermanos Obispos que formaban entonces esta Comisi?n. En las circunstancias presentes, ese mensaje conserva actualidad y validez.

"Denles ustedes de comer"

9. Ante una multitud que ten?a hambre, cuando sus ap?stoles suger?an a Jes?s que se desentendiera de esa gente, que la enviara a resolver su problema y cada quien comprara algo para comer, ?l les dijo: "Denles ustedes de comer" (Mc 6, 35-36). Les pidi? compartir los cinco panes y los dos peces que ten?an para s?; con su bendici?n, alcanz? para todos, y hasta sobr?.

10. Esta actitud de Jes?s nos inspira para no desentendernos de los campesinos e ind?genas que van a pasar m?s hambre, pues en un escenario en el que ya no les sea rentable sembrar su propio ma?z y frijol, de productores pasar?n a ser s?lo consumidores, haci?ndolos dependientes de los grandes productores nacionales, estadounidenses y canadienses.

11. La alimentaci?n es uno de los derechos humanos primordiales y una de las obligaciones ?ticas del Estado en favor de todos los ciudadanos. La dependencia alimentaria tiene efectos sociales muy graves en una sociedad tan desigual como la nuestra. Por ello, el Estado mexicano tiene la obligaci?n de garantizar el derecho humano a la alimentaci?n y de proteger la producci?n nacional.

12. Adem?s, y esto es lo m?s grave, al permitir la importaci?n sin ning?n control de granos, y al no producir el ma?z nativo, cuando se quiera sembrar en el futuro, se tendr?n que comprar semillas de origen extranjero. A los Obispos nos preocupa la posibilidad de que entren en el pa?s semillas gen?ticamente modificadas, que impliquen graves riesgos para la salud, para la biodiversidad y para la econom?a campesina, por la biotecnolog?a que se utiliza para modificar el genoma del ma?z, del frijol y de otras semillas. Al perder el ma?z nativo, ser? necesario comprar semilla a las grandes empresas semilleras, nacionales y extranjeras, creando una dependencia econ?mica que postrar? a los campesinos y al pa?s en una esclavitud estructural.

13. Adem?s del impacto econ?mico, nos preocupa el impacto cultural. Aunque cada vez es m?s el n?mero de personas que viven en las ciudades, el porcentaje de quienes viven en el campo es significativo. Los campesinos y los ind?genas son valorados, por algunos amantes de las estad?sticas, por el aporte que hacen al producto interno en nuestro pa?s; sin embargo, el aporte cultural es m?s valioso de lo que podemos imaginar.

14. No olvidemos que en nuestra patria el sentido de vida de millones de personas est? ?ntimamente influenciado por su relaci?n laboral con la tierra, el ma?z y el frijol. Su cultivo crea relaciones de colaboraci?n, de trabajo familiar y comunitario, que refuerza los v?nculos familiares y sociales. Muchas reuniones y asambleas de los pueblos giran alrededor del ma?z y del frijol. En muchas partes se realizan festividades en torno a la siembra, el cuidado y la cosecha de estos granos. Incluso hay ceremonias y ritos religiosos, tradicionales y cat?licos, en torno al ma?z y el frijol. Las palabras ma?z y frijol est?n incluidas en el nombre de infinidad de poblaciones y de lugares geogr?ficos y topogr?ficos por todo el territorio nacional.

15. La liberaci?n de la importaci?n de estos productos, en condiciones tan desfavorables para el campesinado mexicano, que causar?an el abandono del cultivo de los mismos, puede romper definitivamente todas estas dimensiones que integran la realidad social, cultural y religiosa de esta parte tan importante de la poblaci?n, con resultados que ser?an muy lamentables para nuestro pa?s.

"Tuve hambre y me dieron de comer"

16. Invitamos a todos los cat?licos a hacerse solidarios con la situaci?n que viven nuestros hermanos ind?genas y campesinos. A ninguno deber?a extra?arle que los obispos abordemos esta situaci?n. No podemos reducirnos a celebraciones rituales y a una predicaci?n et?rea. Es claro que la palabra de Jes?s no nos deja en la comodidad del ego?smo y de la pasividad, sino que nos lanza a que hagamos cuanto podamos por los pobres (cf Mt 25,31-46).

17. As? lo confirma el documento conclusivo de Aparecida, fruto de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y de El Caribe: "La opci?n preferencial por los pobres est? impl?cita en la fe cristol?gica... Nace de nuestra fe en Jesucristo"[2]. A ?l "lo encontramos de un modo especial en los pobres, afligidos y enfermos... En el reconocimiento de esta presencia y cercan?a, y en la defensa de los derechos de los excluidos se juega la fidelidad de la Iglesia a Jesucristo. El encuentro con Jesucristo en los pobres es una dimensi?n constitutiva de nuestra fe en Jesucristo. De la contemplaci?n de su rostro sufriente en ellos y del encuentro con ?l en los afligidos y marginados, cuya inmensa dignidad ?l mismo nos revela, surge nuestra opci?n por ellos. La misma adhesi?n a Jesucristo es la que nos hace amigos de los pobres y solidarios con su destino"[3].

18. Movidos por nuestra fe cat?lica, sostenemos que "las condiciones de vida de muchos abandonados, excluidos e ignorados en su miseria y su dolor, contradicen el proyecto del Padre e interpelan a los creyentes a un mayor compromiso a favor de la cultura de la vida. El Reino de vida que Cristo vino a traer es incompatible con esas situaciones inhumanas. Si pretendemos cerrar los ojos ante estas realidades no somos defensores de la vida del Reino y nos situamos en el camino de la muerte"[4].

19. "El Se?or requiere que socorramos las necesidades urgentes, al mismo tiempo que colaboremos con otros organismos o instituciones para organizar estructuras m?s justas en los ?mbitos nacionales e internacionales. Urge crear estructuras que consoliden un orden social, econ?mico y pol?tico en el que no haya inequidad y donde haya posibilidades para todos. Igualmente, se requieren nuevas estructuras que promuevan una aut?ntica convivencia humana, que impidan la prepotencia de algunos y faciliten el di?logo constructivo para los necesarios consensos sociales"[5].

20. "El Santo Padre nos ha recordado que la Iglesia est? convocada a ser abogada de la justicia y defensora de los pobres, ante intolerables desigualdades sociales y econ?micas, que claman al cielo"[6].

21. En este mismo sentido, el Papa Benedicto XVI, en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz del 1 de enero de 2008, ha dicho que "no vivimos unos al lado de otros por casualidad; todos estamos recorriendo un mismo camino como hombres y, por tanto, como hermanos y hermanas"[7]. "La familia humana, hoy m?s unida por el fen?meno de la globalizaci?n, necesita un fundamento de valores compartidos, una econom?a que responda realmente a las exigencias de un bien com?n de dimensiones planetarias... Hay que fomentar relaciones correctas y sinceras entre los individuos y entre los pueblos, que permitan a todos colaborar en plan de igualdad y justicia. Al mismo tiempo, es preciso comprometerse en emplear acertadamente los recursos y en distribuir la riqueza con equidad"[8].

22. "En la familia de los pueblos se dan muchos comportamientos arbitrarios, tanto dentro de cada Estado como en las relaciones de los Estados entre s?. Tampoco faltan tantas situaciones en las que el d?bil tiene que doblegarse, no a las exigencias de la justicia, sino a la fuerza bruta de quien tiene m?s recursos que ?l. Hay que reiterarlo: la fuerza ha de estar moderada por la ley, y esto tiene que ocurrir tambi?n en las relaciones entre Estados soberanos"[9].

Propuestas

23. Estamos conscientes, como ha dicho el mismo Papa en su Enc?clica Deus Caritas est, que "el orden justo de la sociedad y del Estado es una tarea principal de la pol?tica y no de la Iglesia. Pero la Iglesia no puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia"[10]. Por ello, respetuosamente hacemos las siguientes propuestas:

24. Que nuestras autoridades federales analicen la posibilidad jur?dica y la conveniencia econ?mica para renegociar el apartado agropecuario del Tratado de Libre Comercio y proteger con mayor decisi?n los intereses de los campesinos e ind?genas pobres, que son la mayor?a. Existen condiciones jur?dicas, econ?micas y morales para renegociar este cap?tulo, lo cual es prioritario para el gobierno y para los legisladores.

25. A la par de los esfuerzos por la viabilidad de la renegociaci?n, es necesario que las autoridades federales incentiven su creatividad para generar mecanismos de desarrollo que ayuden a los campesinos e ind?genas a ir superando los efectos negativos del Tratado. Someter a nuestros campesinos y productores a reglas y condiciones desiguales de producci?n ante otros pa?ses y productores es intr?nsecamente injusto, porque genera una pobreza permanente y sistem?tica, de la cual no se puede salir.

26. Debemos construir una globalizaci?n de equidad y de justicia para la familia humana. Si vivimos en un mundo globalizado, no se pueden restringir las oportunidades s?lo al aspecto comercial. Es necesario seguir insistiendo en una pol?tica migratoria entre los tres pa?ses, que as? como han acordado el tr?nsito de mercanc?as y la libre inversi?n, tendr?an que procurar mecanismos para una migraci?n ordenada y justa.

27. Es urgente e impostergable destinar m?s recursos al campo y cuidar su recta aplicaci?n, para que lleguen a los peque?os productores del campo y no se queden en beneficio del aparato burocr?tico, o de los productores con mayores recursos de tierras y de capital, e incluso de grandes empresas transnacionales. Hay que luchar contra la corrupci?n del sistema administrativo de los recursos y evitar la destrucci?n de las familias campesinas, que ante el deterioro econ?mico sufren enormes consecuencias sociales por la migraci?n y la deformaci?n de los valores de las nuevas generaciones. No basta, sin embargo, dar m?s recursos al campo; es importante cambiar las pol?ticas hacia el campo y sus objetivos.

28. Es necesario buscar caminos, en el ?mbito del comercio internacional, para cambiar aquellos sistemas que generan injusticia y exclusi?n, en perjuicio de los pa?ses o sectores menos desarrollados. Ning?n sistema es intocable, cuando genera muerte. Por ello, no bastan paliativos circunstanciales para los campesinos, sino que debemos analizar el modelo econ?mico en general. El documento de Aparecida, con visi?n prof?tica afirma que: "Trabajar por el bien com?n global es promover una justa regulaci?n de la econom?a, finanzas y comercio mundial. Es urgente proseguir en el desendeudamiento externo para favorecer las inversiones en desarrollo y gasto social, prever regulaciones globales para prevenir y controlar los movimientos especulativos de capitales, para la promoci?n de un comercio justo y la disminuci?n de las barreras proteccionistas de los poderosos, para asegurar precios adecuados de las materias primas que producen los pa?ses empobrecidos y normas justas para atraer y regular las inversiones y servicios, entre otros"[11].

29. Convocamos a toda la sociedad mexicana a acompa?ar a los campesinos, valorar y agradecer su trabajo, adquirir sus productos y apoyarles en todas las formas posibles. Consideramos oportuno un debate nacional sobre el papel del campo en la sociedad y en el futuro de M?xico, para encontrar caminos hacia otras pol?ticas m?s incluyentes. Todos tenemos un deber de solidaridad con los campesinos, para escucharlos en sus justas demandas y acompa?arlos en su lucha por una vida digna.

30. Hay que alentar las cooperativas y las organizaciones de peque?os productores, para que sus productos lleguen al mercado sin intermediarios, y as? los mismos campesinos sean los directamente beneficiados. Unidos se podr?n fortalecer los mercados locales y regionales, y facilitar los medios para llegar a mercados nacionales e internacionales con un mayor valor agregado y as? potenciar sus ingresos econ?micos.

31. Es necesario insistir a los campesinos y apoyarlos para que no dejen de sembrar y conserven su ma?z nativo, pues ser? la base de su subsistencia perdurable y del mantenimiento de su identidad milenaria de mujeres y hombres de ma?z. En consecuencia, que no siembren semillas de ma?z que no son de su historia; que siembren todas las variedades propias, partiendo de acuerdos comunitarios para la defensa territorial de su ma?z, y que eviten la siembra de semillas de ma?z transg?nicos que producen granos est?riles.

32. Todos debemos educarnos en la austeridad y en la sobriedad. Los productos del campo son m?s sanos y baratos que los elaborados, y est?n al alcance de los pobres. Por ello reconocemos los esfuerzos de quienes promueven la producci?n agropecuaria org?nica, que mantiene y estimula muchos valores humanos, entre ellos el amor a la tierra, regalo de Dios que debemos cuidar. Es necesario educarnos para re-descubrir el valor de los productos de nuestros campesinos y preferirlo a los que nos ofrece la publicidad as? como no dejarnos atrapar por el irrefrenable consumismo.

33. Que el ejemplo de la Sagrada Familia de Jes?s, Mar?a y Jos?, en la que se combinaba perfectamente la oraci?n con el trabajo, para vivir sobria, pero honesta y justamente, nos inspire en la lucha por una vida digna para todos.


M?xico, D. F., 14 de enero de 2008



+ Gustavo Rodr?guez Vega

Obispo Auxiliar de Monterrey

Presidente de la

Comisi?n Episcopal

para la Pastoral Social



+ Luis Artemio Flores Calzada

Obispo de Valle de Chalco

Responsable de la dimensi?n

Pastoral Social-Caritas



+ Miguel Angel Alba D?az

Obispo de La Paz

Responsable de la dimensi?n

Justicia, Paz y Reconciliaci?n



+ Abelardo Alvarado Alc?ntara

Obispo Auxiliar de M?xico

Responsable de la dimensi?n

Fe y Pol?tica



+ Carlos Garfias Merlos
Obispo de Cd. Netzahualc?yotl

Responsable de la dimensi?n

Pastoral del Trabajo



+ Rafael Mart?nez Sainz

Obispo Auxiliar de Guadalajara

Responsable de la dimensi?n

Pastoral de la Salud



+ Domingo D?az Mart?nez

Obispo de Tuxpan

Responsable de la dimensi?n

Pastoral Penitenciaria



+ Felipe Arizmendi Esquivel

Obispo de San Crist?bal

de las Casas

Responsable de la dimensi?n

Pastoral Ind?gena



+ Rafael Romo Mu?oz

Arzobispo de Tijuana

Responsable de la dimensi?n

Pastoral de la Movilidad Humana



Pbro. Armando Flores Navarro

Secretario Ejecutivo de CEPS


------------------------------------------------------------------------------------

Notas

[1] Cf. COMISION EPISCOPAL PARA LA PASTORAL SOCIAL, Por la Dignidad del Campo. Mensaje de los Obispos de la Comisi?n Episcopal de Pastoral Social sobre la situaci?n del campo mexicano, M?xico, 29 de enero de 2003.
[2] V CONFERENCIA GENERAL DEL ESPISCOPADO LATINOAMERICANO, Aparecida, Documento conclusivo, 2007. No. 392.
[3] Ib?d., No. 257.
[4] Ib?d., No. 358.
[5] Ib?d., No. 384..
[6] Ib?d., No. 395.
[7] BENEDICTO XVI, La familia humana, comunidad de paz, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, 2008. No. 6.
[8] Ib?d., No. 10.
[9] Ib?d., No. 11.
[10] BENEDICTO XVI, Carta enc?clica Deus Caritas est, No. 28
[11] V CONFERENCIA GENERAL DEL ESPISCOPADO LATINOAMERICANO, Aparecida, Documento conclusivo, 2007. No. 406.

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Art?culo de Jos? Cervantes Gabarr?n, publicado en folleto "Pastoral de migraciones en la parroquia", remitido a nuestra comunidad para la celebraci?n de la Jornada del Migrante y del Refugiado 2008.

?Los derechos del inmigrante en la Biblia?


Jos? Cervantes Gabarr?n


En castellano, el t?rmino emigrante designa a toda persona que se ha marchado a otro lugar o pa?s, en el cual reside normalmente para trabajar en ?l. La palabra inmigrante implica un cambio de perspectiva respecto al emigrante, y se refiere a toda persona que ha venido desde su lugar de origen a otro lugar o pa?s, generalmente tambi?n por motivos laborales. En el Antiguo Testamento la palabra g'r es la que mejor se corresponde con nuestros t?rminos emigrante e inmigrante. El t?rmino g'r aparece 92 veces en el AT (cf. Ex 22, 20).

En el mundo antiguo es conocido el deber de la hospitalidad hacia el forastero como un aspecto caracter?stico de la idiosincrasia de los pueblos semitas y mediterr?neos. Los beduinos del desierto y los pueblos n?madas, los hebreos, los griegos y los romanos acreditan sus costumbres hospitalarias. Ateni?ndose a razones humanitarias propias de la filantrop?a y al motivo religioso del temor de los dioses, en el mundo griego y romano se practica la hospitalidad. Ya desde la ?poca de Ho-mero, el extranjero y el mendigo son considerados como enviados de Zeus y por ello han de ser tratados respetuosamente, de modo que la hospitalidad se puede entender como una virtud social y religiosa.

En el AT son muchos los pasajes en los que aparece la hospitalidad con el forastero como un deber natural del israelita. Aceptando que los patriarcas eran pastores semin?madas, se reg?an por el llamado ?c?digo del desierto?, un c?digo no escrito cuyo pilar b?sico era la hospitalidad con el forastero. Se pueden mencionar como relatos positivos ejemplares de acogida al forastero la escena de Abrah?n hospedando en su tienda, junto al encinar de Mambr?, a tres individuos desconocidos, en quienes reconoce la presencia del Se?or (Gn 18, 1-16). Su hospitalidad ser? compensada con el favor de Dios, que conceder? un hijo a su esposa Sara en la vejez. La misma recompensa tendr? la hospitalidad de la mujer sunamita con el profeta Eliseo (2 Re 4, 8-11). Job da testimonio de su hospitalidad con el forastero como muestra de buena conducta (Job 31, 31-32). Tambi?n se encuentran en la Biblia relatos ejemplares negativos por haber faltado a la hospitalidad, como el de los habitantes de Sodoma. Ellos atentaron contra los hu?spedes de Lot, que hab?a salido en defensa de los extranjeros hasta llegar a ofrecerles a sus propias hijas, y merecieron el castigo de la ciudad (Gn 19, 1-11). Lo mismo se puede decir del castigo de los benjaminitas por haber matado a la concubina del levita hospedado en casa del viejo efraimita de Guibe? (Jue 19, 1-30).

En la consideraci?n del extranjero en Israel no s?lo es importante la hospitalidad con el forastero como un valor social fundamental, sino tambi?n la identidad misma del Pueblo de Israel desde sus or?genes. Las ra?ces semin?madas del pueblo hebreo, la historia errante de Abrah?n (Gn 12, 1-10), de Isaac (Gn 26, 1-6) y de Jacob (Gn 46, 1-4), la experiencia de la emigraci?n de los israelitas a Egipto que deriv? en esclavitud y opresi?n (Ex 1, 1-15, 21) y la primera deportaci?n a Asiria (2 Re 15, 29; 17, 6; 18, 9-13) son los referentes hist?ricos del que se considera com?nmente el credo hist?rico de Israel recogido en Dt 26, 5-10: ?Mi padre era un arameo errante, que baj? a Egipto y residi? all? siendo pocos a?n, pero se hizo una naci?n grande, fuerte y numerosa...?.

Con todo, el elemento m?s destacado del tratamiento del inmigrante en la Biblia, y que constituye la principal novedad de Israel respecto a los pueblos de su entorno cultural, es la presencia del inmigrante en los textos legales, lo cual supone la elaboraci?n y promulgaci?n de leyes encaminadas a proteger a los inmigrantes, reconoci?ndoles progresivamente todos sus derechos en la sociedad israelita. La Biblia, en sus tradiciones legales originarias, el C?digo de la Alianza del libro del ?xodo (?x 20, 22-23, 19), el C?digo Deuteron?mico (Dt 12-26), el Dodec?logo Siquemita (Dt 27) y la Ley de Santidad del Lev?tico (Lv 17-26), articula y desarrolla una legislaci?n genuina sobre el inmigrante, el cual es siempre beneficiario de las medidas de protecci?n social re-cogidas en las leyes de la sociedad israelita ya desde el siglo IX a. C., pero cuyo origen se remonta a la ?poca de los Jueces en Israel. En esas leyes, que revelan el proyecto de Dios sobre la convivencia humana en la justicia, el inmigrante tiene todos y los mismos derechos que el nativo (Lv 19, 33-34; ?x 22, 20; Dt 10, 19; Nm 15, 15).

Nuestra reflexi?n sobre el problema de los inmigrantes desde la perspectiva cristiana acude a las fuentes de la revelaci?n para descubrir en los veneros de las tradiciones b?blicas las aportaciones espec?ficas del cristianismo a la sociedad global e intercultural, donde los movimientos migratorios se manifiestan como una consecuencia m?s de las estructuras econ?micas injustas de la humanidad y de las pol?ticas generadoras y promotoras de desigualdad entre los pueblos. A modo de conclusi?n destacamos:

1. El car?cter legal del t?rmino inmigrante y la dimensi?n espiritual del t?rmino emigrante en la Biblia

En los textos b?blicos se constata la presencia de dos tendencias fundamentales en la consideraci?n de los emigrantes, de las cuales se derivan las claves para una teolog?a de la inmigraci?n. Por una parte, el predominio del car?cter legal y jur?dico del t?rmino inmigrante en la Biblia sit?a el problema de la inmigraci?n en el nivel de la justicia social y revela un orden legal que, aparte de las consideraciones ?ticas o teol?gicas de fondo, objetiva las razones de un sistema de justicia vigente en diversos c?digos antiqu?simos recogidos en las tradiciones legales del Pentateuco, y se convierte en una referencia hist?rica relevante para cualquier legislaci?n. Por otra, en la Biblia se percibe un proceso de teologizaci?n progresiva de la categor?a del ?emigrante?, lo cual comporta una espiritualizaci?n del t?rmino tanto en la religiosidad israelita como en la comunidad cristiana primitiva. Esta dimensi?n religiosa se remonta al origen abrah?mico de la fe, revela la identidad hist?rica profunda de jud?os y cristianos y manifiesta la humildad, la provisionalidad y la dependencia del ser humano respecto a Dios en el peregrinaje de su existencia.

2. La justicia social de la Biblia declara a los inmigrantes beneficiarios de todos los derechos

A partir de los primeros textos de la legislaci?n b?blica sobre el inmigrante en el C?digo de la Alianza (?x 22, 20; 23, 9; 23, 12) y a tenor de su desarrollo posterior en las tradiciones deuteron?micas (Dt 24, 14-22; 27, 19; 10, 19) y las sacerdotales del Lev?tico (Lv 19, 33-34; 23, 22), en la justicia social b?blica se articula una legislaci?n genuina sobre el inmigrante, que lo convierte exclusivamente en beneficiario de las leyes y de las medidas de protecci?n social y en sujeto de todos y los mismos derechos que el nativo israelita (Lv 19, 33-34; Ex 22, 20; Nm 15, 15). Y todo ello independientemente de su procedencia y de las causas de su emigraci?n. Para la ley s?lo cuenta el estatuto legal del inmigrante como persona necesitada. Por eso el inmigrante no puede ser objeto de abuso, de explotaci?n, de vejaci?n alguna, ni de extorsi?n, y mucho menos se puede aceptar la legitimaci?n de medidas de exclusi?n o de persecuci?n del inmigrante. Desde la interpretaci?n evang?lica de la justicia y la identificaci?n plena de Jes?s de Nazaret con los pobres, los necesitados, los excluidos y los forasteros, el evangelio de Mateo consolida y culmina el mandato deuteron?mico del amor al inmigrante (Dt 10, 19). Las bienaventuranzas (Mt 5, 3-12) y el final del discurso escatol?gico (Mt 25, 31-46) convierten a los inmigrantes, junto a todos los indigentes y oprimidos del mundo, y s?lo por el mero hecho de serlo, en herederos de la tierra y en beneficiarios con pleno derecho del Reino de Dios.

3. La memoria del sufrimiento como fundamento de los derechos del inmigrante

Todas las leyes que en el Antiguo Testamento tratan de los inmigrantes velando por su protecci?n y defendiendo sus derechos humanos y socia-les, est?n dirigidas a la comunidad de los israelitas, que son los destinatarios ?nicos de las prescripciones legales. Las cl?usulas motivacionales de dichas leyes dan cuenta de las razones de tales normas. Los dos tipos de argumentaci?n frecuentes en ellas recurren a la memoria hist?rica del sufrimiento de Israel, evocando bien sea la experiencia de la emigraci?n en Egipto o bien sea el sufrimiento de la esclavitud en Egipto, pero diferenciando las dos etapas. La f?rmula ?porque + fuiste emigrante + en Egipto? (Ex 22, 20; 23, 9; Lv 19, 34; Dt 10, 19) fundamenta el contenido mismo de las leyes seg?n el principio de reciprocidad, de modo que tanto la prohibici?n de la opresi?n, la explotaci?n y la vejaci?n del inmigrante como el amor hacia ?l se apoyan en el pasado hist?rico de Israel como emigrante. En cambio, la f?rmula ?recuerda + fuiste esclavo + en Egipto? (Dt 6, 21; 16, 12; 24, 18.22) evoca la opresi?n de la esclavitud e invoca el principio de gratuidad liberadora de Dios para reclamar el cumplimiento de toda ley defensora de los pobres, representados en la tr?ada deuteron?mica: ?el inmigrante, el hu?rfano y la viuda?. Convertir la memoria del sufrimiento y la tradici?n de los oprimidos en raz?n y argumento de las leyes que miran por el bien y la liberaci?n de los pobres y de los in-migrantes es encontrar la raz?n humana m?s profunda del derecho y de la justicia.

4. La condici?n de emigrante como paradigma de la vida cristiana y como estrategia social en el horizonte de la fraternidad universal

El car?cter religioso del t?rmino emigrante presente en el sentido metaf?rico de textos como Lv 25, 23; Sal 39, 13 y 1 Cr 29, 15 resalta sobremanera la dimensi?n de la esperanza en Dios de los israelitas durante la di?spora jud?a postex?lica, en las ?pocas helen?stica y romana. Esta experiencia de di?spora y de emigraci?n es la realidad social dominante en las comunidades petrinas de Asia Menor destinatarias de la Carta primera de Pedro del Nuevo Testamento. La condici?n jur?dica y social de emigrantes sin patria ni hogar propicia a los cristianos y cristianas de 1 Pe la oportunidad extraordinaria de dar testimonio de la esperanza puesta en Dios (1 Pe 1, 3.11.21; 3, 15), de mostrar ante los no creyentes comportamientos convincentes de respeto, de disponibilidad y de bondad, capaces de provocar extra?eza y admiraci?n en medio de la sociedad hostil en la que viven. Para ello cuentan con la fuerza del Esp?ritu que emana de la Pasi?n de Cristo (1 Pe 2, 21-25; 3, 18; 4, 1). Esta es la aut?ntica piedra de choque para los constructores de este mundo, pero al mismo tiempo piedra angular (1 Pe 2, 4-10) y clave en la construcci?n de la fraternidad humana universal, de la que es una realidad viva en el tiempo presente la fraternidad cristiana. As? pues, la realidad social de los emigrantes de la di?spora y el talante espiritual correspondiente a la fe en Cristo hacen de la condici?n emigrante un paradigma de la vida cristiana y, al mismo tiempo, una estrategia testimonial marcada por el esp?ritu de resistencia y de aguante en el sufrimiento por la justicia (1 Pe 2, 18-20; 3, 14), con la valent?a propia de las personas libres (1 Pe 3, 14; 2, 16) y haciendo siempre el bien.

2.5. Otras referencias de inter?s

? Mensaje u homil?a del Obispo de la di?cesis para la Jornada del Migrante y del Refugiado.
? Presentaci?n en Power Point: ?Biblia y Migraci?n? (disponible en www.jsf.com.mx/phpldescargarMaterial.php?id=l 8).
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Publicado por verdenaranja @ 22:36  | Migraciones
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Textos de San Daniel Comboni invitando a ofrecer a Dios su frimientos y provaciones por las misiones. Escrito publicado en Bolet?n Bimestral ENERO-FEBRERO 2008 "MISIONEROS de la tercera edad".


El amor a Dios, el amor a jesucristo, que se manifiesta amando a todos los hermanos, es la fuerza que nos ayuda a superar todos los sufrimientos y penalidades de esta vida.
El experimentar el amor de Dios en nuestras vidas, el sentirnos amados, nos consuela, nos reconforta y nos da fuerzas para superar el dolor de las enfermedades y no sentirnos nunca solos. Dios est? siempre con nosotros.
San Daniel Comboni amaba tanto a Dios que le llev? a entregar su vida por Ios africanos.


Leemos algunos textos de sus cartas:

❑"No, la Palma del cielo (la eternidad) no se puede conseguir sin penas, aflicciones y sacrificios; y aquellos a los que se les concede esta clase de favores celestiales pueden con todo derecho llamarse felices en esta tierra, pues gozan de la beatitud de los santos, quienes consideraron suma delicia el padecer mucho por la gloria de Cristo" (Escritos n? 421).

❑ "Que ocurra todo lo que Dios quiera. Dios no abandona nunca a quienes en El conf?an... Soy feliz en la cruz, que, llevada de buena gana por amor de Dios, genera el triunfo y la vida eterna" (Escritos n? 7,246).

❑ "Cuando el misionero de ?frica tiene ardiente el coraz?n de puro amor a Dios, y con la mirada de la fe contempla lo sumamente beneficiosa, grande y sublime que es la Obra por la que ?l se fatiga, to-das las privaciones, los esfuerzos continuos, los m?s duros trabajos se vuelven para su coraz?n un para?so en la tierra..." (Escritos n? 2.705).

Cuando el Misionero de la Tercera Edad tiene ardiente el coraz?n de amor a Dios y sabe que sus sufrimientos, sus sacrificios, sus oraciones y el ofrecimiento de la propia ancianidad son sumamente beneficiosos para las misiones, le ayuda a aceptar y seguir ofreciendo sus privaciones por amor a Dios y amor a todos los hermanos que tambi?n sufren en el mundo.

Que San Daniel Comboni os ayude a vivir vuestra vejez con mucha esperanza y confianza en Dios.

Publicado por verdenaranja @ 22:27  | Espiritualidad
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Comentario al texto Jn 6, 27-35, publicado en Bolent?n Bimestral ENERO-FEBRERO 2008 "MISIONEROS de la Tercera Edad".

JES?S, EL PAN DE VIDA


"TRABAJAD NO POR EL ALIMENTO QUE SE ACABA, SINO POR EL ALIMENTO QUE DURA DANDO VIDA DEFINITIVA, EL QUE OS DA EL HIJO DEL HOMBRE, PUES A ?STE EL PADRE, DIOS, LO HA MARCADO CON SU SELLO...
YO SOY EL PAN DE VIDA. QUIEN SE ACERCA A MI NUNCA PASAR? HAMBRE Y QUIEN ME PRESTA ADHESI?N NUNCA PASAR? SED" (JN 6,27.35).

La Eucarist?a es el alimento de nuestra fe, pero no s?lo eso; la Eucarist?a es el alimento de la vida, de esta vida misteriosa que vive en nosotros desde el momento de nuestro nacimiento, y que llegar? a plenitud el d?a en que nos encontraremos con Dios. Jes?s nos invita a trabajar por el alimento que no pasar? nunca, y este alimento es el mismo Jes?s, el Pan de vida. Cu?ntos esfuerzos y cu?ntos afanes en nuestra vida para conseguir tantas cosas, incluso las necesarias, pero todas perecer?n; sin embargo, qu? poco nos cuesta olvidarnos de Dios, que es NUESTRA VIDA, quien nos promete la vida definitiva que no pasar? jam?s.

El pan es el alimento b?sico. Hace muchos a?os, en los momentos de carest?a de muchos alimentos, el pan nos ayud? a sobrevivir. El pan que Jes?s nos ofrece, la Eucarist?a, es un pan que saciar? nuestra hambre para siempre. Quien coma el cuerpo de Jesucristo, no pasar? jam?s hambre y adem?s el Se?or le dar? la vida eterna.

"En efecto, no es el alimento eucar?stico el que se transforma en nosotros, sino que somos nosotros los que, gracias a El, acabamos por ser cambiados misteriosamente. Cristo nos alimenta uni?ndonos a ?l; nos atrae hacia s?" (Benedicto XVI, Exhortaci?n apost?lica Sacramentum Caritatis").

La vejez no es tiempo para replegarse y acobardarnos, es tiempo para pensar, para reflexionar sobre nuestra vida y para procurar, con la ayuda de Dios, acercarnos m?s al Se?or, a trav?s de la Eucarist?a, para empezar a gustar ya esta nueva vida que nos tiene preparada.
"El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitar? en el ?ltimo d?a" (Jn 6,54)

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Martes, 15 de enero de 2008
Exhortaci?n pastoral emitida por los obispos de Venezuela al final de su asamblea ordinaria plenaria con el t?tulo ?Caminos de Reconciliaci?n y esperanza?.


A todos los hombres y mujeres de buena voluntad

I- INTRODUCCION

1. Los Arzobispos y Obispos de Venezuela, como leg?timos pastores de la Iglesia, compartiendo con el pueblo sus esperanzas y angustias e interpretando sus anhelos, queremos aportar nuestra visi?n cristiana para iluminar las conciencias y se?alar caminos de reconciliaci?n y esperanza a la luz del Evangelio, a fin de lograr unidos una Venezuela en paz.


2. Lo hacemos en el gozo de las recientes celebraciones navide?as, e inspirados por la Carta Enc?clica "Salvados por la Esperanza" del Papa Benedicto XVI y por su mensaje con motivo de la Jornada Mundial por la Paz, a fin de trabajar juntos y hacer de nuestra tierra una "Casa Com?n" al servicio de toda la familia humana.


3. Los Obispos consideramos que el mejor servicio que debemos darle a nuestra patria, en estos momentos de antagonismos entre los venezolanos, es el de mantenernos unidos, de ser fieles en anunciar al pa?s el Evangelio de la Reconciliaci?n, de establecer puentes de entendimiento y aportar valores y principios ?ticos para la construcci?n de una cultura de la paz y de la solidaridad.


4. Los venezolanos anhelamos profundamente encontrarnos de nuevo como hermanos y hermanas en torno a lo que tenemos m?s en com?n: la vida y la dignidad sagrada de toda persona humana.

II.- REALIDAD INTERPELANTE

5. Damos gracias a Dios por la liberaci?n de dos hermanas de la Rep?blica de Colombia, compartiendo su alegr?a y la de sus familias, al tiempo que deseamos que todos los que sufren cautiverio, tanto en Colombia como en Venezuela, alcancen lo mas pronto posible la anhelada liberaci?n.


6. Queremos, ante todo, resaltar los valores positivos que encontramos en nuestra sociedad actual. Es innegable que nuestro pueblo ha avanzado en su autoestima y en la conciencia de su dignidad; su participaci?n pol?tica se ha incrementado y encontramos un aumento sensible de la organizaci?n comunitaria. En todo ello percibimos aspectos positivos que manifiestan signos de la presencia del Reino de Dios y exhortamos a su perfeccionamiento e incremento.


7. Vemos con esperanza el despertar de una juventud con conciencia social y pol?tica, animada por deseos aut?nticos de libertad, verdad, justicia y solidaridad. "La Iglesia ve en la juventud la constante renovaci?n de la vida y de la humanidad y descubre en ella un signo de s? misma" .


8. Sin embargo, no podemos eludir los problemas que nos aquejan y que exigen una intervenci?n m?s oportuna y eficaz. La persistente situaci?n de injusticia por la pobreza de las mayor?as, ante la riqueza e indiferencia de una minor?a, ha causado odios y enfrentamientos. Esta situaci?n de injusticia es un clamor a Dios y es insostenible por m?s tiempo.

Necesitamos superar, no obstante, cualquier proyecto de justicia social que se alimente del populismo y se fundamente en ideolog?as autoritarias y materialistas que fomenten el odio, la violencia y el paternalismo.


9. La violencia y la inseguridad mantienen en constante amenaza la vida de todos en el Pa?s, sin tomar en cuenta las clases sociales ni las militancias pol?ticas. La delincuencia, el secuestro, el crimen, el sicariato y el narcotr?fico, han creado un clima de zozobra. Un ejemplo de esta realidad, es el caso de la frontera, donde los vac?os de autoridad, el mal funcionamiento de los servicios p?blicos, la ausencia de organismos de seguridad y defensa, la han transformado en tierra de nadie.


10. Preocupa tambi?n la persistencia de la inseguridad civil y jur?dica, la lentitud en la administraci?n de la justicia, la precaria situaci?n de los detenidos por motivos pol?ticos, las condiciones infrahumanas de vida de los procesados y condenados en los retenes y centros penitenciarios del Pa?s y el creciente e incontrolable flagelo de la corrupci?n.


11. Denunciamos, del mismo modo, el relativismo ?tico que debilita la conciencia; el materialismo y el consumismo; la permisividad sexual; el narcotr?fico manifestado de muchas maneras, sobre todo en el lavado de dinero; las discriminaciones y el menosprecio de los dem?s.

III.- COMUNION Y SOLIDARIDAD

12. La Iglesia en Venezuela unida al Papa desea manifestar, con valent?a y esperanza la verdad que ha cambiado al mundo: "Dios es Amor" (I Jn. 4, 8). Esta verdad se nos ha manifestado en su Hijo Jesucristo, en quien el hombre encuentra la realizaci?n de su vocaci?n a la comuni?n con Dios y con sus hermanos, hecha caridad y solidaridad fraterna.


13. Juan Pablo II, siguiendo el Mensaje del Evangelio y de la Tradici?n de la Iglesia, nos dijo que "La Solidaridad es un camino hacia la Paz" y Benedicto XVI nos ha recordado que la Justicia y la Solidaridad s?lo se dan realmente en aquellos que viven el Amor a Dios y a los hermanos, ya que Cristo crucificado "reconcilia la justicia y el amor" . "Esta es nuestra esperanza, una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente" . Estamos convencidos de que en estos principios se encuentra el itinerario que debemos seguir para lograr el don de la paz y de la reconciliaci?n entre los venezolanos.

IV.- AL SERVICIO DEL PUEBLO

14. Para consolidar las bases de una sana democracia es necesario defender y promover a la familia como n?cleo fundamental de la sociedad y santuario de la vida; fortalecer la autonom?a de los poderes p?blicos; mejorar la calidad de la educaci?n en todos sus niveles y favorecer la transmisi?n de valores ciudadanos, morales y religiosos, a trav?s de los medios de comunicaci?n social, la formaci?n ciudadana para la paz y la reconciliaci?n y la continuidad de los programas de Educaci?n Religiosa Escolar.


15. Reafirmamos como absoluta prioridad el cumplimiento de las leg?timas esperanzas de la mayor?a de nuestro pueblo: la seguridad, la vivienda, la salud y un empleo digno y estable, que promocione a la persona y permita el disfrute de los beneficios conquistados por una larga historia de luchas sociales en nuestro pa?s y en todo el mundo por el movimiento obrero. El empleo digno exige la remuneraci?n con un salario justo que permita a todas las familias cubrir la canasta b?sica y el ahorro honesto. Pedimos a los dirigentes pol?ticos de todos los sectores que no prioricen la conquista del poder sobre el verdadero y anhelado cambio social.


16. Es necesario promover una verdadera primac?a de la familia e independencia de las organizaciones sociales (vecinales, sindicales, estudiantiles, etc.) frente a los poderes econ?micos, partidistas y frente al Estado; buscar medidas apropiadas para frenar el alto costo de la vida y el desabastecimiento de alimentos; facilitar el acceso a una vivienda digna y darle verdadero empuje y sostenimiento a lo positivo de los programas sociales del Gobierno.

V.- DIALOGO Y REENCUENTRO

17. Hemos de apostar por el bien com?n del pa?s, promover el di?logo y el reencuentro de todos los hombres y mujeres de Venezuela, fortalecer m?s lo que nos une que lo que nos puede separar, recorrer juntos un mismo camino, cultivando la convivencia tolerante y respetuosa.


18. Para reconstituir las buenas relaciones entre sectores y grupos enfrentados, necesitamos volver a un di?logo franco, afable, confiado y prudente. "El di?logo no es orgulloso, no es hiriente, no es ofensivo. Su autoridad es intr?nseca por la verdad que expone, por la caridad que difunde, por el ejemplo que propone; no es un mandato, ni una imposici?n. Es pac?fico, evita los modos violentos, es paciente, es generoso" .


19. Si queremos conseguir una paz estable y duradera, es imprescindible que todos tengamos la voluntad de escuchar al otro, de dialogar y de trabajar mancomunadamente por el bien com?n. Todos, pero principalmente los gobernantes, tienen una responsabilidad primaria en tomar la iniciativa a favor del reencuentro de todos los venezolanos.


20. Para avanzar por la ruta del di?logo y de la conciliaci?n hay que evitar el insulto, la descalificaci?n y la agresi?n a personas e instituciones, tanto civiles como eclesi?sticas. Sirva de ejemplo, la aparici?n de letreros ofensivos y el lanzamiento de una granada a la Nunciatura Apost?lica; el incidente de agresi?n contra la persona del Se?or Cardenal Jorge Urosa Savino y las amenazas de promover esc?ndalos.


21. Reiteramos nuestra convicci?n de que el lema "Patria, socialismo o muerte" u otros semejantes, contrarios al valor de la vida, no ayudan al urgente trabajo del reencuentro de todos los venezolanos.


22. Con la voluntad de crear espacios y ambientes favorables para la conciliaci?n, exhortamos a los partidos pol?ticos y al sector oficial, a no enfrascarse desde ahora en una nueva campa?a electoral, sino m?s bien, dedicarse a la soluci?n solidaria de los problemas que aquejan a nuestro pueblo.


23. La depuraci?n del registro electoral ser?a un paso importante para profundizar los cambios y mejorar la confianza de la poblaci?n en el Consejo Nacional Electoral, en vista a las pr?ximas elecciones de gobernadores y alcaldes.


24. Necesitamos fomentar una cultura de la honestidad y de la transparencia para que las instituciones nunca sirvan a la corrupci?n o a los intereses ego?stas.

VI.- RECONCILIACION NACIONAL

25. Los venezolanos queremos avanzar por caminos democr?ticos y no bajo sistemas que coarten las libertades fundamentales, rechazando la violencia, el odio y la lucha de clases. Esto nos interpela y nos mueve, como embajadores de Cristo, a rogarles en su nombre que acepten reconciliarse con Dios y no desaprovechar su bondad y paciente misericordia (Cf. II Co. 5, 20).


26. La reconciliaci?n no es vuelta al pasado para asumir una praxis poco transformadora; apunta m?s bien a superar la lucha que intenta eliminar al adversario, crea las condiciones objetivas que se comparten y exige compromiso a favor del bien com?n. Ella exige un profundo cambio de nuestra mente, coraz?n y estilo de vida. As? como el Se?or se hizo pobre para darnos vida, necesitamos comprometernos con los empobrecidos de nuestra naci?n, para buscar junto con ellos las causas y soluciones de sus problemas, en lugar de utilizarlos en proyectos pol?ticos o ideol?gicos.


27. No hay reconciliaci?n sin el perd?n que "cura las heridas y restablece en profundidad las relaciones humanas truncadas". As? es posible una "pol?tica del perd?n", con la aplicaci?n de una justicia "con rostro humano (...), capaz de superar el instinto espont?neo de devolver mal por mal (...). La capacidad de perd?n es b?sica en cualquier proyecto de una sociedad futura mas justa y solidaria". "No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perd?n" . Pedimos perd?n si, en nuestras declaraciones y posturas, hemos herido a personas o instituciones, o hemos obstaculizado el di?logo y el entendimiento entre los venezolanos.


28. Un positivo gesto de reconciliaci?n por parte del Gobierno, ha sido promover medidas de gracia. En este sentido, esperamos medidas a favor de otros venezolanos procesados o condenados por presuntos delitos vinculados con posiciones pol?ticas. Al margen de que se puedan otorgar medidas de gracia, recordamos el derecho a ser juzgados en libertad que tienen los funcionarios policiales, actualmente detenidos, en raz?n del debido proceso, ya que el lapso legal establecido para juzgarlos bajo detenci?n ha sido con creces excedido. As? tambi?n, en esta l?nea de reconciliaci?n, solicitamos que el caso de Nixon Moreno se resuelva dentro de la tradici?n cristiana y latinoamericana del asilo diplom?tico.


29. Conscientes de la situaci?n de la que han sido v?ctimas los trabajadores despedidos masivamente de la industria petrolera nacional, en virtud de los principios de justicia social y sus derechos laborales, ver?amos como acto de reconciliaci?n del Gobierno Nacional, el pago de los beneficios que les corresponden, a quienes a?n no los han recibido, as? como las ayudas necesarias para que encuentren nuevas fuentes de trabajo en el marco del derecho a la no discriminaci?n social ni pol?tica. Medidas similares deber?an tomarse respecto de todos aquellos que hayan perdido su empleo en el servicio p?blico por razones pol?ticas.


30. No contribuir?a a la paz nacional el intento de volver a proponer una reforma que fue rechazada por una significativa parte del pueblo; adem?s, la Carta Magna vigente no permite que sea presentada en un mismo per?odo constitucional.


VII.- DISCIPULOS Y MISIONEROS DE JESUCRISTO.

31. Movidos por el Esp?ritu Santo, nos disponemos a asumir el reto de aplicar las ense?anzas y conclusiones del Concilio Plenario de Venezuela y de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida, que se est?n traduciendo en proyectos pastorales a nivel nacional y diocesano. A ello nos impulsan: la Misi?n Continental, los Congresos Misionero y Eucar?stico y el A?o Paulino, que nos ayudar?n a un nuevo despertar de nuestra conciencia como disc?pulos y misioneros de Jesucristo. La conmemoraci?n de los 40 a?os de la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano realizada en Medell?n, es una oportunidad para reafirmar que "la solidaridad humana no puede realizarse verdaderamente sino en Cristo" .


32. Compartimos con toda Venezuela la grata noticia de la beatificaci?n de la Madre Candelaria de San Jos?, a celebrarse el pr?ximo 27 de abril. Es la segunda mujer venezolana, junto con la Madre Mar?a de San Jos?, en ser elevada a los altares. En ella encontramos el modelo de una venezolana cabal, mujer de pueblo, humilde servidora de los desamparados y educadora cristiana; fundadora con Mons. Sixto Sosa de la Congregaci?n de las Hermanitas de los Pobres de Altagracia de Orituco, hoy conocidas como Hermanas Carmelitas Venezolanas o Hermanas de la Madre Candelaria.


33. Exhortamos a todos los cat?licos y personas de buena voluntad a orar y trabajar por la paz y la reconciliaci?n, por la solidaridad y la conversi?n de todos nosotros y a realizar un proyecto com?n de Pa?s sin exclusi?n. Les invitamos a edificar unidos el Reino de Dios, optando por los pobres y prestando un eficaz servicio a la verdad.


34. Como Pastores, estamos comprometidos a caminar con nuestro pueblo, a mejorar nuestra disposici?n para el encuentro, a ser instrumentos de reconciliaci?n sobre la base de la solidaridad y la conversi?n. Encomendamos este camino de Reconciliaci?n Nacional a Mar?a de Coromoto que, "como Madre de tantos, fortalece los v?nculos fraternos entre todos, alienta a la reconciliaci?n y el perd?n, y ayuda a que los disc?pulos de Jesucristo se experimenten como una familia, familia de Dios".

Con nuestra bendici?n.
Los arzobispos y obispos de Venezuela.

Caracas, 11 de enero de 2008.

Publicado por verdenaranja @ 23:20  | Hablan los obispos
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La parroquia se encuentra en una situaci?n priviligiada para ser el primer espacio de encuentro con los inmigrantes.

La Parroquia sale al encuentro

Ante la especial situaci?n de los inmigrantes en nuestro pa?s, de la problem?tica de los indocumentados o ?sin papeles?, nuestras parroquias y comunidades cristianas deben adoptar una postura activa para dar una respuesta en la medida de sus posibilidades. La raz?n ?ltima ha de ser siempre no tanto la situaci?n legal o jur?dica, sino la igual dignidad de toda persona y sus derechos fundamentales, y el mandato del Se?or.

La Parroquia, por su condici?n de familia, comunidad, por su capacidad de prestar numerosos y variados servicios a la persona, y por estar siempre ?abierta? o ?en guardia?, se encuentra en una situaci?n privilegiada para ser el primer espacio de encuentro de los inmigrantes con la Iglesia de su nuevo pa?s. Por otra parte, una Parroquia viva y con esp?ritu misionero no se conformar? con estar a la espera de los que vengan, sino que saldr? al encuentro de todos, especialmente de los m?s necesitados.

El lema elegido por la Comisi?n Episcopal de Migraciones para esta Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, ?Joven inmigrante, la Parroquia sale a tu encuentro?, est? muy en consonancia con el mensaje del Papa: ?Los j?venes inmigrantes".

Con la acogida de los inmigrantes en las parroquias y el empe?o especial de estas en la atenci?n a los m?s j?venes, las comunidades cristianas se renuevan y se enriquecen y aumenta en ellas el n?mero de los agentes pastorales en campos como la liturgia, la catequesis, la acci?n social y caritativa, y otros sectores de la pastoral.

Al territorio de nuestras parroquias llegan, por otra parte, j?venes inmigrantes pertenecientes a las distintas tradiciones cristianas ?cat?licos de ritos latino y de otros ritos, ortodoxos, protestantes, anglicanos Otros son miembros de la comunidad isl?mica de otras religiones o no creyentes.

En lo que se refiere al respeto a la dignidad de toda persona y a la garant?a y defensa de sus derechos fundamentales, as? como en la ayuda a sus necesidades elementales, la Parroquia y cada comunidad cristiana actuar?n siempre evitando toda discriminaci?n.

A todos ha de llegar, por la palabra y el testimonio de los miembros de la Iglesia el anuncio expl?cito del Evangelio de Jesucristo, como propuesta de Salvaci?n.

En la acogida y en el proceso de incorporaci?n a la comunidad cat?lica, la Parroquia habr? de tener en cuenta la diferente condici?n religiosa de sus nuevos vecinos.

Con estas actitudes y con el testimonio de vida de los miembros de la comunidad cristiana, estos ejercer?n su misi?n prof?tica y de denuncia ante posibles injusticias, y estar?n siempre dispuestos a defender la dignidad y los derechos fundamentales de los inmigrantes.

Terminamos con las palabras que el papa Benedicto XVI dirige a los j?venes inmigrantes en su mensaje:
La Iglesia tambi?n os necesita y cuenta con vuestra aportaci?n. Pod?is desarrollar una funci?n providencial en el actual contexto de la evangelizaci?n. [...] Pod?is mostrar a todos que el Evangelio est? vivo y es apropiado en cada situaci?n; es un mensaje antiguo y siempre nuevo; Palabra de esperanza y de Salvaci?n para los hombres de todas razas y culturas, de todas las edades y de todas las ?pocas.
Ojal? esta Jornada suponga un despertar y una llamada a la responsabilidad en nuestra identidad misionera para que a lo largo de este a?o salgamos al encuentro de todos aquellos que nos necesiten. Para ello, las parroquias, animadas por el Secretariado o la Delegaci?n diocesana de migraciones y en colaboraci?n con los colegios cat?licos, con las C?ritas, con los Institutos de Vida Consagrada y con otras organizaciones de la Iglesia, deber?n intensificar su trabajo en esta hermosa tarea que el Se?or pone ante nosotros.

Publicado por verdenaranja @ 22:44  | Migraciones
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Especial atenci?n a los j?venes inmigrantes por parte de la sociedad y de la Iglesia.

Los j?venes inmigrantes

Por s? mismos, por su importancia como protagonistas en la sociedad y en la Iglesia del futuro, por su situaci?n de mayor riesgo y exposici?n a posibles factores desestabilizadores de la persona y de la sociedad, merecen los j?venes una especial atenci?n por parte de la sociedad, de la Administraci?n p?blica y de la Iglesia, que habr?n de arbitrar especiales medidas para su adecuado proceso de desarrollo, de integraci?n y de compromiso.

Adem?s de haber partido de sus pa?ses con una formaci?n, en el mejor de los casos, incompleta, encuentran con frecuencia especiales dificulta-des para conciliar sus propias ra?ces con la integraci?n en la sociedad que los acoge. En su mensaje para la Jornada mundial de este a?o, el Papa describe su situaci?n en los siguientes t?rminos:

Los j?venes migrantes son particularmente sensibles a la problem?tica constituida por la "dificultad de doble pertenencia": por un lado, sienten vivamente la necesidad de no perder la cultura de origen, mientras, por el otro, surge en ellos el comprensible deseo de insertarse org?nicamente en la sociedad que tes acoge.

A estos inmigrantes, desarraigados de su tierra y de su familia, se les une a veces a su condici?n la de parado e indocumentado. En muchos aspectos son como seres inexistentes. Esto los coloca en una situaci?n de extrema vulnerabilidad y de indefensi?n absoluta, especialmente a las mujeres, cuya presencia tiene un peso cuantitativo muy fuerte en la inmigraci?n espa?ola de los ?ltimos a?os.

Publicado por verdenaranja @ 22:39  | Migraciones
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Selecci?n de textos referentes a la Parroquia del documento "La Iglesia y los Inmigrantes" de laConferencia Episcopal Espa?ola, cogidos de folleto para celebraci?n de Jornada del Migrante y del Refugiado 2008.

Documento 2: La Iglesia en Espa?a y los inmigrantes


(Documento n. 52 de la XC Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Espa?ola. Selecci?n de textos referentes a la Parroquia)

La Parroquia es el lugar natural de encuentro y comuni?n de los migrantes y los distintos grupos ?tnicos cat?licos, as? como un apoyo muy adecuado para la integraci?n social en el barrio, para aquellos, cat?licos o no, que se ven limitados por la diversidad de lengua, tradici?n y cultura.

Las parroquias constituyen puntos visibles de referencia f?cilmente perceptibles y accesibles, y son un signo de esperanza y fraternidad a menudo entre laceraciones sociales, tensiones y explosiones de violencia... Contra la inseguridad, la Parroquia ofrece un espacio de confianza en el que se aprende a superar los propios temores. Canalizando las mejores energ?as del barrio, ayuda a la poblaci?n a pasar de una visi?n fatalista de la miseria a un compromiso activo, encaminado a cambiar todos juntos las condiciones de vida... ?Quien renuncie a la tarea compleja, pero noble, de mejorar la condici?n inmigrante no responder?a al designio de Dios, que quiere un desarrollo integral para todos?'.

La Parroquia, como responsable de los migrantes que se establecen dentro de sus l?mites, debe, con respecto a los cat?licos, considerarlos como miembros de pleno derecho y acogerlos positivamente, crear o adaptar servicios para ellos, mantener relaci?n fraterna con el capell?n o misionero propio, si lo hubiere, y darles representaci?n proporcional en el Consejo Parroquial. Con respecto a los no cat?licos, debe contribuir a crear una opini?n p?blica favorable para erradicar los prejuicios, la discriminaci?n, la xenofobia y el racismo, facilitar el trato mutuo entre los migrantes fomentando procesos de socializaci?n, ofrecer el testimonio de fe y caridad de la comunidad cristiana y preparar las condiciones para el di?logo ecum?nico o evangelizador seg?n las ense?anzas de la Iglesia. Nos parece interesante recordar la recomendaci?n espec?fica que hac?a Juan Pablo II:

"La Parroquia representa el espacio en el que puede llevarse a cabo una verdadera pedagog?a del encuentro con personas de convicciones religiosas y culturas diferentes. En sus diversas articulaciones, la comunidad parroquial puede convertirse en lugar de acogida, donde se realiza el intercambio de experiencias y dones, y esto no podr? por menos de favorecer una convivencia serena, previniendo el peligro de tensiones con los inmigrantes que profesan otras creencias retigiosas"4.


3. cf. Juan Pablo 11, Mensaje en la Jornada Mundial del Emigrante 1999,
4. cf. Juan Pablo 11, Mensaje en la Jornada Mundial del Emigrante 2002. 3.

Publicado por verdenaranja @ 22:32  | Migraciones
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Selecci?n de textos referentes a la parroquia del documento "Erga migrantes", sacado de folleto para la celebraci?n de la Jornada del Migrante y del Refugiado 2008.

Discernimiento sobre la pastoral migratoria parroquial


2.1. Documento 1: Erga migrantes (selecci?n de textos referentes a la Parroquia)

22. El Concilio Vaticano II marca, por consiguiente, un momento decisivo para la cura pastoral de los emigrantes y los itinerantes, dando particular importancia al significado de la movilidad y la catolicidad, as? como al de las Iglesias particulares, al sentido de la Parroquia y a la visi?n de la Iglesia como misterio de comuni?n. Por todo lo cual, esta aparece y se presenta como ?el pueblo unido por la unidad del Padre, del Hijo y del Esp?ritu Santo? (LG 4).
La acogida al extranjero, que caracteriza a la Iglesia naciente, es, pues, sello perenne de la Iglesia de Dios. Por otro lado est? marcada por una vocaci?n al exilio, a la di?spora, a la dispersi?n entre las culturas y las etnias, sin identificarse nunca completamente con ninguna de ellas; de lo contrario, dejar?a de ser, precisamente, primicia y signo, fermento y profec?a del Reino universal, y comunidad que acoge a todo ser humano sin preferencias de personas ni de pueblos. La acogida al extranjero es inherente, por tanto, a la naturaleza misma de la Iglesia, y testimonia su fidelidad al Evangelio. [19]

24. El nuevo C?digo de Derecho Can?nico para la Iglesia Latina, siempre a la luz del Concilio y como confirmaci?n, recomienda al p?rroco una especial diligencia hacia tos que est?n lejos de su patria (c. 529, 51), sosteniendo, no obstante, la oportunidad y la obligaci?n, en la medida de lo posible, de ofrecerles una atenci?n pastoral espec?fica (c. 568). Contempla as?, tal como lo hace tambi?n el C?digo de los C?nones de las Iglesias Orientales, la constituci?n de parroquias personales (CIC c. 518; CCEO c. 280, ?1) y de las misiones con cura de almas (c. 516), as? como la figura de sujetos pastorales espec?ficos, como el vicario episcopal (c. 476) y el capell?n de los emigrantes (c. 568).
El nuevo C?digo prev?, adem?s, en su actuaci?n conciliar (cf. PO 10; AG 20, nota 4; 27, nota 28), la instituci?n de otras estructuras pastorales espec?ficas previstas en la legislaci?n y en la praxis de la Iglesia. [23]

49. Por lo que se refiere a los inmigrantes cat?licos, la Iglesia contempla una pastoral espec?fica, requerida por la diversidad de idioma, ori-gen, cultura, etnia y tradici?n, o por la pertenencia a una determinada Iglesia sui iuris, con rito propio, que obstaculiza, a menudo, una plena y r?pida inserci?n de tos inmigrantes en las parroquias territoriales locales, y que se debe tener presentes en vista de la erecci?n de parroquias o de una jerarqu?a propia para los fieles de determinadas Iglesias sui iuris. A los muchos desarraigos (de la tierra de origen, de la familia, de la lengua, etc.), a los que expone forzosamente la expatriaci?n, no se deber?a agregar el del rito o de la identidad religiosa del emigrante.

50. Los grupos particularmente numerosos y homog?neos de inmigrantes han de ser estimulados para que mantengan la propia, espec?fica, tradici?n cat?lica. En particular, habr? que tratar de proporcionarles la asistencia religiosa en forma organizada, con sacerdotes del mismo idioma, cultura y rito de los inmigrantes, eligiendo la figura jur?dica m?s adecuada entre las que prev?n el CIC y el CCEO.
En todo caso, nunca ser? suficiente insistir en la necesidad de una profunda comuni?n entre las misiones ling??sticas o rituales y las parroquias territoriales, y ser? importante, asimismo, llevar a cabo una acci?n que tienda al conocimiento rec?proco, aprovechando todas las ocasiones que proporciona la atenci?n pastoral ordinaria para hacer participar a los inmigrantes en la vida de las parroquias (cf. EEu 28).
Si la escasez del n?mero de fieles no consiente una espec?fica asistencia religiosa organizada, la Iglesia particular de llegada deber? ayudarles a superar los inconvenientes del desarraigo de la comunidad de origen y las graves dificultades de inserci?n en la comunidad de llegada. De todos modos, en los centros con menos inmigrantes ser? precisa una formaci?n sistem?tica, catequ?stica y de animaci?n lit?rgica, realizada por los agentes de pastoral, religiosos y laicos, en estrecha colaboraci?n con el capell?n/misionero (cf. EEu 51, 73 y adem?s p?g. 51).

51. Vale la pena recordar aqu? la necesidad de una asistencia pastoral espec?fica para los t?cnicos, profesionales y estudiantes extranjeros que residen temporalmente en pa?ses con mayor?a musulmana o de otra religi?n. Abandonados a s? mismos y sin una gu?a espiritual, en vez de dar un testimonio cristiano, podr?an ser causa de juicios err?neos sobre el cristianismo. Decimos esto independientemente de la influencia ben?fica que miles y miles de cristianos ejercen en esos mismos pa?ses, dando un aut?ntico testimonio, o del regreso al lugar de origen con minor?a cristiana de antiguos emigrantes de otra religi?n que proceden de zonas intensamente cat?licas.

Publicado por verdenaranja @ 22:23  | Migraciones
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Presentaci?n de la Jornada de la Infancia Misionera 2008 por el Monse?or Francisco P?rez, Director de OMP. (Cogido de revista ILUMINARE, n?m. 372 y recibido como material de la campa?a)

27 de Enero de 2008
JORNADA de
INFANCIA MISIONERA

MANOS A LA OBRA


Por Monse?or Francisco P?rez
Arzobispo de Pamplona-Tudela y Director de OMP



Un a?o m?s queremos resaltar la importancia de la Infancia Misionera. Para ello hemos pensado hacer realidad aquello de ?manos a la obra?. No podemos pararnos. Es necesario remangarse y ponernos a trabajar con los ni?os y para los ni?os. Dentro de poco les tocar? construir un mundo m?s en consonancia con los valores del Evangelio. Para eso conviene trabajar desde estos momentos sin miedos y con valent?a. Hemos de presentarles con ilusi?n y realismo todo lo que han de aprender para formarse como hombres y mujeres del futuro. La confusi?n que hoy se cierne en la sociedad y que se ha ido fraguando con el paso del tiempo, hemos de desenmascararla sin titubeos y con firmeza. La causa de la misma hunde sus ra?ces en el relativismo. ?Cu?nto da?o se puede hacer, y de hecho se est? haciendo, a los que llevar?n sobre sus hombros los destinos de la sociedad dentro de pocos a?os! Por ello conviene movilizarse y preparar con audacia a los ni?os que, como planta tierna, reciben todo y lo asumen con sencillez y asombro.

No todo es v?lido, como ense?an las filosof?as relativistas, ni todo es bueno, como ense?an los maestros del ?vac?o existencial?. Una sociedad que no se forme en el principio moral de ?aceptar el bien y rechazar el mal? se convierte en enemiga de s? misma. La ni?ez es como una esponja que absorbe todo lo que se le pone por delante, y marca para toda la vida. Tanto lo bueno como lo malo puede convertirse o en una vida sana, con actitudes moralmente bien orientadas, o en una bomba de relojer?a que el d?a menos pensado explota con formas de actuar que contradicen la dignidad humana. Libertad no es ?hacer lo que a uno le apetece?; es algo sagrado que ayuda a crecer a la persona en un estilo de vida aut?ntico y que tiene como norma ?hacer el bien y buscar lo bueno?.

Para ello, los medios de comunicaci?n social, que son el ?p?lpito? desde donde se debe ense?ar a vivir y orientar la vida en la verdad, deben echar una mano. Desgraciadamente son frecuentes las veces que nos hallamos ante informaciones o programas interesados que contradicen y amenazan a la persona con modos de vida rastreros; son la ?basura? que nada tiene que ver con la identidad de la naturaleza humana, llamada a la armon?a y a la belleza. En este campo hay que ponerse ?manos a la obra?. Y son las familias, apoyadas por las parroquias, el colegio y los diversos ?mbitos de Iglesia, quienes deben llegar a los ni?os para presentarles el seguimiento de Jes?s como lo m?s hermoso que hay en la vida. Quien va tras las huellas de Cristo hace de su vida un camino. Los diez mandamientos son el mejor programa de vida cristiana, m?s a?n, de experiencia humana. Tanto los tres primeros, que hacen referencia a Dios, como los siete restantes, que hacen referencia al pr?jimo, nos muestran el modo de hacer el bien y rechazar el mal.

Desde las Obras Misionales Pontificias deseamos que la Infancia Misionera sea un aliciente para todos los ni?os espa?oles y que, con su ejemplo, sean muchos los que se sumen a esta forma nueva de vida que ser? una alegr?a para el futuro. Cuando ten?a once a?os, al ver c?mo viv?an otros ni?os, qued? impresionado. Aprend? a rezar con ellos y sent?a un gran gozo dentro de m?. Pero lo que me dejaba at?nito era el testimonio de los santos; mucho me ayudaron San Francisco Javier, San Francisco de As?s, San P?o X? Y todos ven?an a decirme lo mismo: hay que hacerse amigos de Jes?s. As? comenc? una aventura nueva que a?n dura despu?s de tanto tiempo. Conviene volver a presentar ?con vi?etas? la vida de los santos para que los ni?os descubran la grandeza de aquellos que supieron amar a Dios y entregarse a los dem?s.

Desde Obras Misionales Pontificias se est? preparando todo un material catequ?tico, muy bueno, para ni?os. Invito a las parroquias, escuelas, colegios y familias a utilizarlo con ellos, ya que ellos son los que m?s necesitan orientaciones claras y firmes. Pong?monos todos ?manos a la obra? para proclamar clara y gozosamente que ser cristiano hoy es la aventura m?s hermosa que vivirse pueda. Es este un momento importante para ayudar a comprender lo que significa la infancia en la Iglesia. Desde Infancia Misionera queremos mostrar el rostro amable de los ni?os que son los ?peque?os misioneros? y que han de llevar a los dem?s el mensaje de Jes?s.

Adem?s Infancia Misionera se compromete a ayudar a otros ni?os que est?n faltos de amor. Se solidariza con ellos para que puedan tener un hospital o una escuela o una capilla o un ambiente m?s digno. Los ni?os con toda facilidad se ponen ?manos a la obra? compartiendo sus ahorros para la consecuci?n de dichos fines. No les cuesta, e incluso piden a los mayores que les ayudemos. Espa?a es una de las naciones m?s generosas. Hagamos de esta Jornada de la Infancia Misionera un espacio de verdadera formaci?n para nuestros ni?os a fin de que, siendo amigos de Jes?s, se pongan ?manos a la obra? y miren a otros que, como ellos, son tambi?n hijos de Dios y merecen lo mejor de nosotros.

Publicado por verdenaranja @ 0:28  | Misiones
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Lunes, 14 de enero de 2008
ZENIT publica las palabras que pronunci? Benedicto XVI despu?s de haber administrado el sacramento del Bautismo en la Capilla Sixtina a 13 ni?os y antes de rezar la oraci?n mariana del ?ngelus, el domingo 13 de Enero de 2008.


Queridos hermanos y hermanas:

Con la fiesta de hoy, el Bautismo de Jes?s, concluye el tiempo lit?rgico de la Navidad. El Ni?o, a quien desde Oriente fueron a adorar los Magos en Bel?n ofreci?ndole dones simb?licos, se presenta ahora en edad adulta, en el momento en el que es bautizado en el r?o Jord?n por el gran profeta Juan (cf. Mateo 3, 13). El Evangelio observa que cuando Jes?s recibi? el bautismo, sali? agua, se abrieron los cielos y descendi? sobre ?l el Esp?ritu Santo como una paloma (Cf. Mateo 3,16). Se escuch? entonces una voz desde el cielo que dec?a: ?Este es mi Hijo amado, en quien me complazco? (Mateo 3, 17).

Fue su primera manifestaci?n p?blica, despu?s de unos treinta a?os de vida escondida en Nazaret. Fueron testigos oculares del acontecimiento, adem?s del Bautista, sus disc?pulos, algunos de los cuales se convirtieron entonces en seguidores de Cristo (Cf. Juan 1, 35-40). Se trat? al mismo tiempo de una ?cristofan?a? y de una ?teofan?a?: ante todo, Jes?s se manifest? como el ?Cristo?, t?rmino griego para traducir el hebreo ?Mes?as?, que significa ?ungido?: no fue ungido con el aceite, como era el caso de los reyes y sumos sacerdotes de Israel, sino m?s bien con el Esp?ritu Santo. Al mismo tiempo, junto al Hijo de Dios, aparecieron los signos del Esp?ritu Santo y del Padre celestial.

?Cu?l es el significado de este hecho que Jes?s quiso realizar --a pesar de la resistencia del Bautista-- para obedecer a la voluntad del Padre (Cf. Mateo 3, 14-15)? El sentido profundo emerger? s?lo al final de la vida terrena de Cristo, es decir, en su muerte y resurrecci?n. Al hacerse bautizar por Juan junto a los pecadores, Jes?s comenz? a tomar sobre s? el peso de la culpa de toda la humanidad, como el Cordero de Dios que ?quita? el pecado del mundo (Cf. Juan 1, 29). Tarea que llev? a cumplimiento en la cruz, cuando recibi? tambi?n su ?bautismo? (Cf. Lucas 12, 50).

De hecho, al morir, se ?sumergi? en el amor del Padre y difundi? el Esp?ritu Santo para que los creyentes en ?l pudieran renacer gracias a ese manantial inagotable de vida nueva y eterna. Toda la misi?n de Cristo se resume en esto: bautizarnos en el Esp?ritu Santo para liberarnos de la esclavitud de la muerte y ?abrirnos el cielo?, es decir, el acceso a la vida aut?ntica y plena, que ser? ?sumergirse siempre de nuevo en la inmensidad del ser, a la vez que estamos desbordados simplemente por la alegr?a? (Spe salvi, 12).

Es lo que les ha sucedido tambi?n a los trece ni?os a quienes he administrado el sacramento del Bautismo esta ma?ana en la Capilla Sixtina. Invocamos para ellos y para sus familiares la maternal protecci?n de Mar?a sant?sima. Y rezamos por todos los cristianos para que puedan comprender cada vez m?s el don del Bautismo y se comprometan a vivir con coherencia, testimoniando el amor del Padre y del Hijo y del Esp?ritu Santo.

[Despu?s del ?ngelus el Papa salud? a los peregrinos en varios idiomas. En italiano, dijo:]


Hoy se celebra la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado, que este a?o centra su atenci?n en los j?venes emigrantes. De hecho, muchos j?venes por diferentes motivos tienen que vivir lejos de sus familias y pa?ses. Corren particular riesgo las muchachas y los menores. Algunos ni?os adolescentes han nacido y crecido en campos de refugiados: ?tambi?n ellos tienen derecho a un futuro! Manifiesto mi aprecio a cuantos se comprometen a favor de los j?venes refugiados, de sus familias y de su integraci?n laboral y escolar.

Invito a las comunidades eclesiales a acoger con simpat?a a los j?venes y a los m?s peque?os, junto con sus padres, tratando de comprender sus historias y de favorecer la integraci?n. Queridos j?venes emigrantes: comprometeos por construir junto a vuestros coet?neos una sociedad m?s justa y fraterna, cumpliendo con vuestros deberes, respetando las leyes y no dej?ndoos llevar nunca por la violencia. Os encomiendo a todos vosotros a Mar?a, Madre de toda la humanidad.


[En espa?ol, dijo:]

Dirijo mi cordial saludo a los peregrinos de lengua espa?ola que participan en esta oraci?n mariana, especialmente a los fieles provenientes de las di?cesis de Asidonia-Jerez y C?diz y Ceuta. Con este Domingo se termina el tiempo lit?rgico de Navidad y Epifan?a. En la fiesta del Bautismo del Se?or que hoy se celebra, la Iglesia invita a sus hijos, renacidos del agua y del Esp?ritu Santo, a que perseveren en la escucha de la Palabra de Cristo, el Unig?nito de Dios Padre, en el fiel cumplimiento de la voluntad divina y en el testimonio de la caridad. ?Muchas gracias!


[Traducci?n del original italiano realizada por Jes?s Colina

? Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]

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An?lisis de los temores y las esperanzas que enfrentan los mexicanos en particular y Am?rica Latina en general, al empezar el a?o 2008 por el obispo de San Cristobal de las Casas, monse?or Felipe Arizmendi Esquivel.


TEMORES Y ESPERANZAS ANTE EL A?O NUEVO


VER
Al iniciar un nuevo a?o, nos preguntamos: ?Qu? pasar?? ?Habr? cambios significativos, a nivel personal, familiar, pol?tico, econ?mico, social y eclesial? ?Todo seguir? igual? ?La situaci?n ser? mejor, o peor? ?Dios nos conceder? un a?o m?s de vida? ?Gozaremos de salud, o las enfermedades aumentar?n? ?Habr? trabajo? ?Alcanzar? el dinero? ?Qu? ser? de los hijos? Estas y muchas otras expectativas se nos presentan a la mayor?a de las personas.

Hay quienes nada esperan, por pasividad y resignaci?n, por desconfianza y desilusi?n, o porque se sienten fracasados y sin esperanza. Se hunden en la sensaci?n de que est?n solos, de que todo les sale mal, de que no valen, de que no tiene sentido luchar, ni siquiera vivir. Les parece que todos los d?as son iguales y que son in?tiles los buenos prop?sitos. Son hipercr?ticos de todo, nada les parece bien y se amargan la existencia. No conf?an en nada ni en nadie; ni en s? mismos. Viven sin esperanza, sin sentido, sin amor.

JUZGAR
El Papa Benedicto XVI, atento a los gozos y esperanzas del mundo actual, acaba de enviarnos su segunda Carta Enc?clica, recordando lo que nuestra fe ofrece al mundo: esperanza. Bas?ndose en lo que dice san Pablo a los Romanos (Rm 8,24), que "en esperanza fuimos salvados", afirma: "Seg?n la fe cristiana, la redenci?n, la salvaci?n, no es simplemente un dato de hecho. Se nos ofrece la salvaci?n en el sentido de que se nos ha dado la esperanza, una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino. Ahora bien, se nos plantea inmediatamente la siguiente pregunta: pero, ?de qu? g?nero ha de ser esta esperanza para poder justificar la afirmaci?n de que a partir de ella, y simplemente porque hay esperanza, somos redimidos por ella? Y, ?de qu? tipo de certeza se trata?" (1).

El mismo Papa responde: "Llegar a conocer a Dios, al Dios verdadero, eso es lo que significa recibir esperanza" (3). "Jesucristo nos ha redimido. Por medio de ?l estamos seguros de Dios, de un Dios que no es una lejana causa primera del mundo, porque su Hijo unig?nito se ha hecho hombre y cada uno puede decir de ?l: ?Vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me am? hasta entregarse por m?' (Ga 2,20). (6). "El Evangelio no es solamente una comunicaci?n de cosas que se pueden saber, sino una comunicaci?n que comporta hechos y cambia la vida. La puerta oscura del tiempo, del futuro, ha sido abierta de par en par. Quien tiene esperanza vive de otra manera; se le ha dado una vida nueva" (2).

En efecto, nuestra fe no nos enajena con deseos et?reos. El Dios en quien creemos, manifestado en Cristo, es realista: nos ayuda a afrontar las situaciones concretas, personales y sociales. Nos lanza a cambiar lo que es injusto, a combatir la mentira y la muerte; sin embargo, no nos encierra en l?mites exclusivamente materiales, sino que nos abre a la trascendencia de otro mundo mejor, aqu? y ahora, y m?s all? del tiempo. Esa es nuestra esperanza, que supera la amargura de quienes todo lo ven con desconfianza.

Dice el Papa: "Quien no conoce a Dios, aunque tenga m?ltiples esperanzas, en el fondo est? sin esperanza, sin la gran esperanza que sostiene toda la vida. La verdadera, la gran esperanza del hombre que resiste a pesar de todas las desilusiones, s?lo puede ser Dios, el Dios que nos ha amado y que nos sigue amando hasta el extremo, hasta el total cumplimiento. Quien ha sido tocado por el amor empieza a intuir lo que ser?a propiamente vida" (27).

ACTUAR
Los cristianos tenemos un tesoro, que es nuestra fe, y que nos da la seguridad de que Dios nos ama, que la vida tiene sentido por el amor de Dios hacia nosotros y por el amor que damos y recibimos a nuestro alrededor. Esta fe nos da esperanza, porque nos proyecta a luchar por construir un mundo mejor, sin amargarnos porque los gobiernos y los sistemas sociales, pol?ticos y econ?micos no cambian, y sin dejar que todo lo resuelva Dios. Esta es la esperanza que deseamos compartir al mundo.

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo de San Crist?bal de Las Casas

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Mensaje de los Obispos de la Comisi?n Episcopal para las
Relaciones Interconfesionales con motivo de la
Semana de oraci?n por la Unidad de los Cristianos
18-25 de enero de 2008


No ces?is de orar


1. Primer Centenario del Octavario de Oraci?n por la unidad

Se cumplen en 2008 cien a?os del Octavario de oraci?n por la unidad de los cristianos, desde que el P. Paul Wattson, cofundador de la Sociedad de la Expiaci?n (Society of the Atonement), de Graymoor (Nueva York, Estados Unidos), diera comienzo a esta semana anual de oraci?n por la unidad visible de la Iglesia. Desde entonces hasta el presente el camino ha cubierto etapas felizmente superadas y ha vencido obst?culos que parec?an insalvables. Las diversas Iglesias y Comunidades eclesiales se han ido incorporando a esta larga marcha de plegarias y oraciones por la recuperaci?n de la unidad visible perdida de la Iglesia, y la oraci?n intensa y ferviente del Octavario es hoy patrimonio de todas las confesiones cristianas.

2. Avances en la reconstrucci?n de la unidad visible de la Iglesia

El Movimiento ecum?nico, que tiene su punto de partida en la asamblea de Edimburgo en 1910 y condujo a la creaci?n del Consejo Ecum?nico de las Iglesias en 1948, se vio ampliamente enriquecido con la contribuci?n propia del ecumenismo cat?lico desde los a?os sesenta del pasado siglo, gracias al gran impulso que recibi? del Vaticano II. Al lado del ecumenismo misionero de Edimburgo surgieron otras corrientes, que aunaron esfuerzos por la unidad mediante la anhelada convergencia doctrinal en la fe com?n y en el testimonio de los cristianos en el mundo. El ecumenismo teol?gico arroja al presente un notable avance, que hemos de agradecer con humildad a la misericordia de Dios. Junto al di?logo teol?gico el ecumenismo pastoral ha ayudado a Iglesias y Comunidades eclesiales a aunar esfuerzos por un mejor servicio al pueblo de Dios y una mejor articulaci?n de la presencia p?blica de la Iglesia en la sociedad contempor?nea. Todo ello est? redundando en beneficio de la nueva evangelizaci?n que las sociedades de nuestro tiempo esperan de la Iglesia.

Fruto del di?logo teol?gico entre las grandes confesiones cristianas es el reciente documento de la Comisi?n mixta de Iglesia Cat?lica y de la Iglesia Ortodoxa ?Comuni?n eclesial, conciliaridad y autoridad?, del pasado 13 de octubre de 2007, en el cual cat?licos y ortodoxos han llegado a un primer principio de acuerdo sobre el primado del Papa (?el primero de los Obispos?), que necesitar? todav?a mucha reflexi?n antes de que se pueda hablar de acuerdo pleno en un tema tan determinante para la recomposici?n de la unidad visible de la Iglesia. Con todo, el documento es un don del Se?or a la Iglesia, que llega cuando se cumple el primer aniversario del viaje de Benedicto XVI a la sede de Constantinopla, del Patriarca Ecum?nico.

Ya en el campo m?s espec?ficamente pastoral y del testimonio, la III Asamblea Ecum?nica Europea de Iglesias, celebrada en Sibiu (Ruman?a), del 4 al 9 de septiembre de 2007, ha constituido un notable ?xito ecum?nico gracias a la labor de las dos grandes plataformas eclesiales que han organizado la asamblea: el Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y la Conferencia de Iglesias de Europa (CIE). La primera agrupa a las Conferencias episcopales cat?licas y la segunda a las Iglesias y Comunidades eclesiales no cat?licas. Esta tercera asamblea europea de Iglesias tuvo por lema ?La luz de Cristo ilumina a todos?. Celebrada despu?s de las asambleas de Basilea (1989) y Graz (1997), la convocatoria de Sibiu ha querido proyectar la luz de Cristo sobre los pueblos y naciones de Europa, que lentamente se alejan de la tradici?n cristiana. Se trata de una preocupaci?n por Europa que no quiere dejar de tener muy en cuenta la situaci?n global del mundo y la b?squeda de Dios de las grandes religiones.

Haci?ndonos eco del mensaje de Sibiu, queremos recordar en primer lugar el ?nimo que la asamblea quiso dar a las Iglesias para proseguir el di?logo teol?gico sin cansancio; y la invitaci?n que hace al ejercicio de la caridad rec?proca y para con todos los hombres. Caridad que es signo visible que las Iglesias dan al mundo del amor de Dios. Este signo se expresar? con eficacia grande si todos los cristianos se manifiestan un?nimes en la defensa de los derechos humanos y en favor de la paz en el mundo. Una paz que s?lo llegar? con la profunda transformaci?n del coraz?n de cada ser humano, obra de la gracia de Dios.

Animamos a todos a ser testigos del amor de Cristo y a orientar este testimonio particularmente en favor de la vida humana, amenazada por las desgracias naturales, las graves enfermedades contagiosas y aquellos males que son causados por el desorden moral que genera el pecado, como la insolidaridad y la injusticia social, la explotaci?n sin escr?pulo de los seres humanos, el terrorismo y las guerras. Una amenaza que se cierne sobre la vida y que, en nuestros d?as, est? adquiriendo una gravedad no conocida por la pr?ctica del aborto y el infanticidio, la manipulaci?n de la vida embrionaria y su destrucci?n. La asamblea de Sibiu ha sido sensible a la urgencia que han de sentir los cristianos de todas las confesiones en defender unidos la dignidad del ser humano y la condici?n sagrada de la vida.

Cuando los cristianos dan unidos testimonio de Cristo se abre camino el Evangelio predicado por la Iglesia y retrocede el grave mal de nuestro tiempo que es el relativismo moral, que tanto contribuye a apartar a las personas y las sociedades del camino abierto por la predicaci?n del Evangelio de Jesucristo. La norma de una vida regida por los verdaderos valores evang?licos es la fidelidad a los mandamientos de la ley divina y el seguimiento de Cristo por la senda evang?lica de las bienaventuranzas. La asamblea de Sibiu ha querido, adem?s, recordar a todas las Iglesias el compromiso adquirido en Estrasburgo de aplicar la Carta ecum?nica para Europa, el fruto m?s palpable de la asamblea de Graz. Si las Iglesias se proponen secundar con empe?o este compromiso, su testimonio ser? mucho m?s eficaz ante los ciudadanos y las instituciones europeas. La aplicaci?n de la Carta pretende contribuir a que las relaciones entre las Iglesias se asienten sobre la fe com?n en la Santa Trinidad, en la obra redentora de Jesucristo Hijo de Dios y en la misi?n de salvaci?n confiada por Cristo a la Iglesia, y sin menoscabo de la lealtad a la verdad tal como es percibida por cada una de las Iglesias, lealtad que es camino seguro hacia un futuro reconciliado. Al mismo tiempo, la Carta pretend?a sentar las bases para un di?logo interreligioso con el juda?smo y el islam en la nueva situaci?n de las sociedades europeas, sin menoscabo tambi?n de la identidad de Europa hist?ricamente marcada por el cristianismo.

3. Un ecumenismo espiritual alimentado por la oraci?n constante de los cristianos y de las Iglesias

El ecumenismo, sin embargo, no podr? avanzar hacia su propio objetivo si cada uno de los cristianos y todos en la comuni?n de las Iglesias no unieran su plegaria a la de Cristo, el Mediador ?nico de todos los hombres, para implorar al Padre de las misericordias la unidad visible de la Iglesia una y santa. Sin la oraci?n incesante se desdibuja y se pierde el camino hacia la unidad visible. Hay un ecumenismo espiritual que ha contribuido de modo decisivo al reencuentro de las Iglesias, y todos los cristianos han de hacer cuanto est? de su mano para fortalecerlo.

La oraci?n de cada cristiano y cada Iglesia es el alimento del avance hacia la unidad visible. Fue este convencimiento el que inspir? la introducci?n del Octavario por la unidad que, cien a?os despu?s, se ha convertido en una pr?ctica puntual en cada mes de enero, a?o tras a?o. No podemos olvidar que esta oraci?n incesante y sostenida ha salvado situaciones de dificultad cuando el desaliento ha cundido en la marcha del ecumenismo. Durante su celebraci?n todas comunidades cristianas est?n llamadas a orar por la unidad: las comunidades parroquiales y las de vida consagrada, los movimientos y sectores pastorales de la vida de la Iglesia. La oraci?n interconfesional tiene un particular sentido en esta semana grande de la unidad, y es preciso que se realice respetando las orientaciones del Directorio ecum?nico sobre este modo de oraci?n ecum?nica. Para ello se ofrecen a todos los materiales preparados conjuntamente por el Pontificio Consejo para la promoci?n de la unidad de los cristianos y la Comisi?n de Fe y Constituci?n del Consejo Ecum?nico de las Iglesias. Aconsejamos utilizar estos materiales, pero debidamente adaptados en cada caso seg?n el criterio pastoral de los p?rrocos y de los sacerdotes que regentan la vida pastoral de las comunidades cristianas y las casas religiosas, siguiendo siempre las orientaciones del Obispo diocesano.

Al ecumenismo espiritual han contribuido de manera particular las conferencias y encuentros ecum?nicos de las comunidades monacales y religiosas que han sentido una llamada particular a practicar esta v?a de acercamiento entre los cristianos, comprometi?ndose generosamente en la com?n tarea de orar sin cesar por la unidad de la Iglesia. Queremos hacer una menci?n especial de este ecumenismo espiritual y confiamos a las comunidades religiosas movidas por el carisma de la unidad a que no cesen de orar para que se cumpla la voluntad de Cristo: ?Padre, que sean uno, como t? y yo somos uno, para que ellos tambi?n sean uno en nosotros, para que el mundo crea que t? me has enviado? (Jn 17,21).

A todos les recordamos que la necesidad de orar sin desmayo es exhortaci?n y voluntad de Cristo, que a todos nos ha dado ejemplo supremo de comuni?n con Dios su Padre en la oraci?n que le sosten?a en fidelidad a su misi?n, uniendo su voluntad a la voluntad del Padre. As? lo ense?? a sus disc?pulos entreg?ndoles la oraci?n del Padrenuestro: ?H?gase tu voluntad as? en la tierra como en el cielo? (Mt 6,10); y con aquellas otras y definitivas palabras suyas con las que acept? su pasi?n y cruz: ?Padre si es posible, pase de m? este c?liz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya? (Mc 14,36). Hemos de suplicar del Se?or de la Iglesia su unidad visible y confiar a su bondad y providencia la inspiraci?n para hacer en cada momento aquello que convenga al reino de Dios y su presencia en la Iglesia.

Al dirigir este mensaje a las comunidades cristianas pensando en la pr?xima celebraci?n del Octavario de oraci?n por la unidad, cuando se cumplen sus cien a?os de tradici?n y vigencia, nos confiamos a la Inmaculada Virgen Mar?a, figura de la Iglesia y Madre de la esperanza, para que asista con su intercesi?n a todos los cristianos y los sostenga en fidelidad al ?nico Se?or de la Iglesia.

Madrid, a 8 de diciembre de 2007
Inmaculada Concepci?n de la Virgen Mar?a

Adolfo, Obispo de Almer?a, Presidente
Santiago, Arzobispo de M?rida-Badajoz
Jos?, Obispo de Tuy-Vigo
Rom?n, Obispo de Vic


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Ideas para la homil?a del d?a del Migrante y del Refugiado, publicadas en el gui?n lit?rgico de su celebraci?n.

Joven inmigrante, la parroquia
sale a tu encuentro


20 de Enero 2008
2? Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo A



IDEAS PARA LA HOMIL?A

1. Los textos de hoy nos hablan de distintas maneras del objetivo de la misi?n de Jes?s como Dios hecho hombre: ?quitar el pecado del mundo? (Jn 1, 29). Esta realidad y el modo en que se lleva a cabo son expresadas de diversas formas.

El profeta Isa?as nos dice que el siervo de Yahv? es consciente de haber sido elegido para hacer que el Pueblo de Israel vuelva a Dios. El siervo experimenta la dureza y dificultad de su misi?n. Incluso ?l cree que su suerte est? en Yahv?.

Lo que verdaderamente importa es la disposici?n de coraz?n para agradar a Dios. San Juan habla en t?rminos simb?licos de Jes?s como el Cordero de Dios, ofrecido en sacrificio, que quita el pecado del mundo. El reconoce en Jes?s a aquel a quien Juan hab?a preparado el camino. Juan hab?a visto al Esp?ritu Santo descender sobre El. San Pablo habla, en su saludo a los cristianos de Corinto, del doble aspecto de la redenci?n: hemos sido santificados en Jesucristo y estamos llamados a ser santos en el nombre de Jes?s.

Esta misi?n de Jes?s tenemos que llevarla a cabo en un marco social, cultural y religioso muy diferente al de hace diez, quince o veinte a?os como ya observamos en las calles, barrios, plazas, lugares de trabajo, medios de transporte, lugares de culto, etc., de nuestro pueblo o de nuestra ciudad.

2. En la primera lectura Dios nos habla a trav?s del profeta Isa?as y nos dice: ?te mando para que seas luz de los pueblos? (Is 49, 6). El Se?or quiere que seamos ?luz de las gentes?. Pensad en el ambiente familiar, laboral y social que cada uno tiene. El Se?or nos invita a ser en estos ambientes testigos de la fe, a pregonar el Evangelio, a confesar a Jes?s como Hijo de Dios e Hijo del hombre, a ser ?luz de las gentes?, de todo color, lengua, raza, cultura o religi?n.

Todo hombre, de cualquier condici?n y origen, necesita de la Salvaci?n. Jes?s es el Siervo de Dios, que tiene poder para iluminar y reconciliar a todos los hombres hasta el ?ltimo conf?n de la tierra. El Siervo, en su condici?n dif?cil, pero preciosa, experimenta la dureza del coraz?n del Pueblo elegido. Pero sufre pacientemente, para que todos podamos ser como El. Comenta san Gregorio Nacianceno:

?Vengamos a ser como Cristo, ya que Cristo es como nosotros. Lleguemos a ser dioses por El, ya que El es hombre por nosotros. El ha tomado lo que es inferior para darnos lo que es superior. Se ha hecho pobre para que su pobreza nos enriquezca (2 Cor 8, 9); ha tomado forma de esclavo (Flp 2, 7) para que nosotros recobremos la libertad (Rom 8, 1); se ha abajado para alzarnos a nosotros; acept? la tentaci?n para hacernos vencedores; ha sido deshonrado para glorificamos; muri? para salvarnos y subi? al cielo para unirnos a su s?quito, a nosotros que est?bamos derribados a causa del pecado? (Serm?n 1, 5).

3 La llamada de Dios por medio de Jes?s va dirigida a todos, sin excepci?n, escuchamos en la Carta de Pablo a los Corintos. Esto nos obliga a salir como comunidad cristiana, como Parroquia, al encuentro de los otros, para que la gracia, la paz, la justicia y todos los dones de Dios est?n con todas las personas que se encuentran en nuestro entorno, sean del pa?s que sean y tengan la religi?n que tengan.

4. Salmo Responsorial (Ps 39): ?Aqu? estoy, Se?or, para hacer tu voluntad?. Una actitud imprescindible para, en primer lugar, descubrir la voluntad del Se?or como agentes de pastoral en un nuevo contexto marcado en nuestras parroquias, pueblos y ciudades por la multiculturalidad y el pluralismo religioso. Y, en segundo lugar, mostrarse disponible y pasar a una colaboraci?n activa en la nueva pastoral que exige el cambio de paradigma cultural y religioso de nuestros respectivos entornos.

5. El Evangelio de Lucas nos habla del Cordero de Dios. Este Cordero es presentado como enviado por Dios, que lo ha llamado, y dispuesto para ser ya no siervo, sino ejecutor de su voluntad de Salvaci?n universal, des-tinada no s?lo al Pueblo de Israel, sino a las personas de todos los pa?ses y continentes. Proclamar nuestra fe en Jesucristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, nos compromete a actuar en su nombre, quitando el pecado de nuestra vida y de nuestras relaciones sociales, desde el ?mbito familiar hasta los confines del mundo, y estableciendo en su lugar la paz, la justicia social, la convivencia, el di?logo entre culturas y religiones, la solidaridad, etc.

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Gui?n lit?rgico para la Jornada del Migrante y del Refugiado 2008, que se presenta con el lema: "Joven inmigrante, la parroquia sale a tu encuentro". Ha sido enviado con los materiales para su celebraci?n.

JORNADA DEL
MIGRANTE Y DEL REFUGIADO


"JOVEN INMIGRANTE, LA PARROQUIA
SALE A TU ENCUENTRO"


20 de Enero 2008
2? Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo A



LITURGIA DEL D?A


Ambientaci?n

?Te hago luz de las naciones, para que mi salvaci?n alcance hasta el conf?n de la tierra?. Estas palabras de Isa?as que proclaremos en la primera lectura de la liturgia de este segundo domingo del Tiempo Ordinario, nos pueden dar la clave de esta Jornada del Migrante y del Refugiado que hoy recordamos. El lema elegido: ?Joven inmigrante, la Parroquia sale a tu encuentro?, nos est? diciendo que cada uno seamos esa luz para que el proyecto de Dios se cumpla en todo hombre o mujer independiente de su origen geogr?fico, cultural, social o religioso. Dios quiere que salgamos al encuentro de todo aquel o aquella que necesite de nosotros. Que la celebraci?n de esta Eucarist?a nos anime a abrirnos a los dem?s y de un modo especial a los emigrantes y refugiados.

Se dice ?Gloria?

Oraci?n Colecta

Oremos: Dios todopoderoso que gobiernas a un tiempo cielo y tierra, escucha paternalmente la oraci?n de tu pueblo y haz que los d?as de nuestra vida se fundamenten en tu paz. Por nuestro Se?or Jesucristo...
Am?n.


PRIMERA LECTURA: Isa?as 49, 3. 5-6

?T? eres mi siervo (Israel) de quien estoy orgulloso?. Y ahora habla el Se?or, que desde el vientre me form? siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel ?tanto me honr? el Se?or y mi Dios fue mi fuerza?. Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi Salvaci?n alcance hasta el conf?n de la tierra.

Palabra de Dios


SALMO RESPONSORIAL 39

R/ Aqu? estoy, Se?or, para hacer tu voluntad.

1. Yo esperaba con ansia al Se?or: El se inclin? y escuch? mi grito; me puso en la boca un c?ntico nuevo, un himno a nuestro Dios.

2. T? no quieres sacrificios ni ofrendas y en cambio me abriste el o?do. No pides sacrificio expiatorio entonces yo digo: ?Aqu? estoy?.

3. Como est? escrito en mi libro: ?para hacer tu voluntad?. Dios m?o, lo quiero
y llevo tu ley en las entra?as.
Lit?rgia del d?a
4. He proclamado tu Salvaci?n ante la gran asamblea
no he cerrado los labios: Se?or, t? lo sabes.

SEGUNDA LECTURA: 1 Corintios 1, 1-3

Yo, Pablo, llamado a ser ap?stol de Jesucristo, por voluntad de Dios, y S?stenes, nuestro hermano, escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados por Jesucristo, al Pueblo Santo que El llam? y a todos los de-m?s que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo Se?or nuestro y de ellos. La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Se?or Jesucristo sean con vosotros.

Palabra de Dios


TERCERA LECTURA: Juan 1, 29-34

En aquel tiempo, al ver Juan a Jes?s que ven?a hacia ?l, exclam?: ?Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: "Tras de m? viene un hombre que est? por delante de m?, porque exist?a antes que yo". Yo no lo conoc?a, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel?. Y Juan dio testimonio diciendo: ?He contemplado al Esp?ritu que bajaba del cielo como una paloma y se pos? sobre El. Yo no lo conoc?a, pero el que me envi? a bautizar con agua me dijo: "Aquel sobre quien veas bajar el Esp?ritu y posarse sobre El, ese es el que ha de bautizar con Esp?ritu Santo". Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios?.

Palabra del Se?or


IDEAS PARA LA HOMIL?A

1. Los textos de hoy nos hablan de distintas maneras del objetivo de la misi?n de Jes?s como Dios hecho hombre: ?quitar el pecado del mundo? (Jn 1, 29). Esta realidad y el modo en que se lleva a cabo son expresadas de diversas formas.

El profeta Isa?as nos dice que el siervo de Yahv? es consciente de haber sido elegido para hacer que el Pueblo de Israel vuelva a Dios. El siervo experimenta la dureza y dificultad de su misi?n. Incluso ?l cree que su suerte est? en Yahv?.

Lo que verdaderamente importa es la disposici?n de coraz?n para agradar a Dios. San Juan habla en t?rminos simb?licos de Jes?s como el Cordero de Dios, ofrecido en sacrificio, que quita el pecado del mundo. El reconoce en Jes?s a aquel a quien Juan hab?a preparado el camino. Juan hab?a visto al Esp?ritu Santo descender sobre El. San Pablo habla, en su saludo a los cristianos de Corinto, del doble aspecto de la redenci?n: hemos sido santificados en Jesucristo y estamos llamados a ser santos en el nombre de Jes?s.

Esta misi?n de Jes?s tenemos que llevarla a cabo en un marco social, cultural y religioso muy diferente al de hace diez, quince o veinte a?os como ya observamos en las calles, barrios, plazas, lugares de trabajo, medios de transporte, lugares de culto, etc., de nuestro pueblo o de nuestra ciudad.

2. En la primera lectura Dios nos habla a trav?s del profeta Isa?as y nos dice: ?te mando para que seas luz de los pueblos? (Is 49, 6). El Se?or quiere que seamos ?luz de las gentes?. Pensad en el ambiente familiar, laboral y social que cada uno tiene. El Se?or nos invita a ser en estos ambientes testigos de la fe, a pregonar el Evangelio, a confesar a Jes?s como Hijo de Dios e Hijo del hombre, a ser ?luz de las gentes?, de todo color, lengua, raza, cultura o religi?n.

Todo hombre, de cualquier condici?n y origen, necesita de la Salvaci?n. Jes?s es el Siervo de Dios, que tiene poder para iluminar y reconciliar a todos los hombres hasta el ?ltimo conf?n de la tierra. El Siervo, en su condici?n dif?cil, pero preciosa, experimenta la dureza del coraz?n del Pueblo elegido. Pero sufre pacientemente, para que todos podamos ser como El. Comenta san Gregorio Nacianceno:

?Vengamos a ser como Cristo, ya que Cristo es como nosotros. Lleguemos a ser dioses por El, ya que El es hombre por nosotros. El ha tomado lo que es inferior para darnos lo que es superior. Se ha hecho pobre para que su pobreza nos enriquezca (2 Cor 8, 9); ha tomado forma de esclavo (Flp 2, 7) para que nosotros recobremos la libertad (Rom 8, 1); se ha abajado para alzarnos a nosotros; acept? la tentaci?n para hacernos vencedores; ha sido deshonrado para glorificamos; muri? para salvarnos y subi? al cielo para unirnos a su s?quito, a nosotros que est?bamos derribados a causa del pecado? (Serm?n 1, 5).

3 La llamada de Dios por medio de Jes?s va dirigida a todos, sin excepci?n, escuchamos en la Carta de Pablo a los Corintos. Esto nos obliga a salir como comunidad cristiana, como Parroquia, al encuentro de los otros, para que la gracia, la paz, la justicia y todos los dones de Dios est?n con todas las personas que se encuentran en nuestro entorno, sean del pa?s que sean y tengan la religi?n que tengan.

4. Salmo Responsorial (Ps 39): ?Aqu? estoy, Se?or, para hacer tu voluntad?. Una actitud imprescindible para, en primer lugar, descubrir la voluntad del Se?or como agentes de pastoral en un nuevo contexto marcado en nuestras parroquias, pueblos y ciudades por la multiculturalidad y el pluralismo religioso. Y, en segundo lugar, mostrarse disponible y pasar a una colaboraci?n activa en la nueva pastoral que exige el cambio de paradigma cultural y religioso de nuestros respectivos entornos.

5. El Evangelio de Lucas nos habla del Cordero de Dios. Este Cordero es presentado como enviado por Dios, que lo ha llamado, y dispuesto para ser ya no siervo, sino ejecutor de su voluntad de Salvaci?n universal, des-tinada no s?lo al Pueblo de Israel, sino a las personas de todos los pa?ses y continentes. Proclamar nuestra fe en Jesucristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, nos compromete a actuar en su nombre, quitando el pecado de nuestra vida y de nuestras relaciones sociales, desde el ?mbito familiar hasta los confines del mundo, y estableciendo en su lugar la paz, la justicia social, la convivencia, el di?logo entre culturas y religiones, la solidaridad, etc.

Se dice ?Credo?.

Oraci?n de los Fieles

1. Por todos los que formamos la Iglesia, para que seamos fieles a la misi?n que Jes?s nos ha encomendado a cada uno. Roguemos al Se?or.

2. Para que todos los cristianos asumamos voluntariosamente la tarea de ser anticipadores de la Causa de Jes?s, sus precursores, como Juan Bautista, Roguemos al Se?or.

3. Para que no confundamos nuestro deseo de ser testigos de Jes?s con las actitudes de arrogancia, de dominio, de quien se cree poseedor ?nico de la verdad. Roguemos al Se?or.

4. Por nuestra comunidad eclesial para que acoja cordialmente a los peque?os, a los j?venes inmigrantes y a sus padres, trate de comprender sus necesidades y de favorecer su integraci?n. Roguemos al Se?or.

5. Para que nuestros j?venes cristianos puedan madurar y enriquecer su fe en el contacto con otros j?venes de culturas y religiones distintas. Roguemos al Se?or.

6. Por todas aquellas personas que pierden su vida en su intento de llegar como sea a un nuevo pa?s en busca de mejores condiciones de vida para sus personas y sus familias. Roguemos al Se?or.


Oraci?n sobre las Ofrendas

Conc?denos, Se?or, participar dignamente de estos santos Misterios, pues cada vez que celebramos este memorial del sacrificio de Cristo, se realiza la obra de nuestra redenci?n. Por Jesucristo, nuestro Se?or. Am?n.


Ant?fona de la Comuni?n

Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos cre?do en El.


Oraci?n despu?s de la Comuni?n

Oremos: Inf?ndenos, Se?or, el esp?ritu de tu caridad para que, alimenta-dos del mismo pan del cielo, permanezcamos siempre unidos por el mismo amor. Por Jesucristo nuestro Se?or.
Am?n.

Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado

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La responsble diocesana de la Peregrinaci?n por la Paz 2008 de la Di?cesis de Tenerife anuncia por medio de carta la fecha de dicha peregrinaci?n.

San Cristobal de La Laguna a 10 de enero de 2008


Estimado en Cristo,

Hace unos d?as celebr?bamos la fiesta de la Navidad. Una expresi?n se repet?a en la liturgia de estos d?as: "Llega el Pr?ncipe de la Paz". Una expresi?n que nos recuerda la misi?n pac?fica del Se?or en medio de la humanidad.
Por tanto, no nos debe extra?ar que estemos convocados, este a?o, como en a?os anteriores a peregrinar a Candelaria pidiendo por la paz, el pr?ximo 23 de febrero del presente a?o.
El Se?or Obispo me ha nombrando responsable de la organizaci?n de la marcha y hemos creado para ello, el correspondiente grupo que me ayude a poner en funcionamiento dicho evento.
Evidentemente, la presente comunicaci?n trata de motivarte para que animes a la gente de tu comunidad, santuario, parroquia, colegios etc. Para que se unan a estas jornadas de oraci?n por la paz convocada, como sabes, por el Papa y secundada por nuestro obispo D. Felipe y que prosigue D. Bernardo. Este a?o, con m?s raz?n en cuanto que estamos celebrando el a?o de la parroquia, seria bueno que cada comunidad se organizara para hacerse presente en la peregrinaci?n.
El programa ya te lo enviaremos, sabiendo de antemano que la zona norte hasta La Laguna saldr? de Sto. Domingo de Guzm?n el 23 en torno a las 5.30 horas y el resto se concentrar? en Caletillas en donde, posteriormente, se unir?n los dos grandes grupos para continuar hasta la Basilica rezando juntos el rosario. En la misma, presidir? el Obispo la Eucarist?a alrededor de mediod?a.

Un saludo,

Gladys Rodr?guez Hdez.
(Responsable de la
Peregrinaci?n por la paz)

Domingo, 13 de enero de 2008
ZENIT publica el informe que ofreci? el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Promoci?n de la Unidad de los Cristianos, a Benedicto XVI y a los cardenales de la Iglesia reunidos en el Vaticano el 23 de noviembre pasado en v?speras del consistorio para la creaci?n de nuevos purpurados.


En el tiempo de que dispongo, por desgracia, s?lo podr? presentar en sus grandes l?neas y, no de modo exhaustivo, los informes y reflexiones sobre la situaci?n ecum?nica actual. Con todo, espero que mi relaci?n ponga de relieve la obra de la divina Providencia, que gu?a hacia la unidad a los cristianos separados, para que su testimonio sea un signo cada vez m?s claro ante el mundo.

1. Comenzar? con una primera observaci?n, que considero esencial. Lo que llamamos ecumenismo -y que es necesario distinguir del di?logo interreligioso- encuentra su fundamento en el testamento que nos dej? Jes?s mismo la v?spera de su muerte: "Ut unum sint" (Jn 17, 21). El concilio Vaticano II defini? la promoci?n de la unidad de los cristianos como uno de sus principales objetivos (cf. Unitatis redintegratio, 1) y como un impulso del Esp?ritu Santo (cf. ib., 1 y 4). El Papa Juan Pablo II declar? que la b?squeda ecum?nica es un camino irreversible (cf. Ut unum sint, 3); y el Papa Benedicto XVI, desde el primer d?a de su pontificado, asumi? como compromiso primario el trabajar sin escatimar energ?as en el restablecimiento de la unidad plena y visible de todos los seguidores de Cristo. Es consciente de que para esto no bastan las manifestaciones de buenos sentimientos. Hacen falta gestos concretos que entren en los corazones y sacudan las conciencias, impulsando a cada uno a la conversi?n interior, que es el presupuesto de todo progreso en el camino del ecumenismo (cf. Homil?a en la misa en la capilla Sixtina ante el Colegio cardenalicio, 20 de abril de 2005). Por tanto, el ecumenismo no es una elecci?n opcional, sino un deber sagrado.

Naturalmente, ecumenismo no es sin?nimo ni de humanismo ingenuo ni de relativismo eclesiol?gico. Se apoya en la firme conciencia que la Iglesia cat?lica tiene de s? misma y en los principios cat?licos, de los que habla el decreto sobre el ecumenismo (cf. Unitatis redintegratio, 2-4). Es un ecumenismo de la verdad y de la caridad; ambas est?n ?ntimamente unidas y no pueden sustituirse mutuamente. Ante todo, es preciso respetar el di?logo de la verdad. Las normas concretas est?n expuestas de modo vinculante en el "Directorio ecum?nico" de 1993.

El resultado m?s significativo del ecumenismo en los ?ltimos decenios -y tambi?n el m?s gratificante- no son los diversos documentos, sino la fraternidad recuperada, haber redescubierto que somos hermanos y hermanas en Cristo, haber aprendido a apreciarnos los unos a los otros, y haber emprendido juntos el camino hacia la unidad plena (cf. Ut unum sint, 42).

Por este camino, la c?tedra de Pedro se ha convertido durante los ?ltimos cuarenta a?os en un punto de referencia cada vez m?s importante para todas las Iglesias y para todas las comunidades eclesiales. El hecho de que, tras el entusiasmo inicial, se haya asumido una actitud de mayor sobriedad demuestra que el ecumenismo se ha vuelto m?s maduro, m?s adulto. Ya es una realidad diaria, percibida como algo normal en la vida de la Iglesia. Con gran gratitud debemos reconocer en ese desarrollo la obra del Esp?ritu Santo que gu?a a la Iglesia.

De modo m?s espec?fico, podemos distinguir tres campos en el ecumenismo. Ante todo, el de las relaciones con las antiguas Iglesias orientales y con las Iglesias ortodoxas del primer milenio, que reconocemos como Iglesias puesto que, a nivel eclesiol?gico, han mantenido como nosotros la fe y la sucesi?n apost?licas. En segundo lugar, el de las relaciones con las comunidades eclesiales surgidas directa o indirectamente -como las Iglesias libres- de la Reforma del siglo XVI; estas comunidades han desarrollado su propia eclesiolog?a, tomando como fundamento la sagrada Escritura. Y, por ?ltimo, la historia reciente del cristianismo ha registrado una "tercera oleada", la del movimiento carism?tico y el movimiento pentecostal, surgidos al inicio del siglo XX y extendidos luego por todo el mundo con un crecimiento exponencial.

As? pues, el ecumenismo debe afrontar una realidad muy variada y diferenciada, que se caracteriza por fen?menos muy diversos seg?n los contextos culturales y las Iglesias locales.

2. Comencemos por las Iglesias del primer milenio. Ya en los primeros diez a?os de di?logo con las Iglesias orientales pre-calcedonianas, o sea, en el per?odo comprendido entre los a?os 1980 y 1990, logramos resultados importantes. Gracias al consenso conseguido entre el Papa Pablo VI y el Papa Juan Pablo II con los Patriarcas respectivos fue posible superar las antiguas controversias cristol?gicas surgidas en torno al concilio de Calcedonia (a?o 451) y, por lo que ata?e a la Iglesia asiria de Oriente, en torno al concilio de ?feso (a?o 381).

En la segunda fase, el di?logo se concentr? en la eclesiolog?a, es decir, en el concepto de comuni?n eclesial y en sus criterios. El pr?ximo encuentro se tendr? en Damasco del 27 de enero al 2 de febrero de 2008. En ?l se discutir? por primera vez el borrador de un documento sobre "Naturaleza, constituci?n y misi?n de la Iglesia". Gracias a este di?logo, las Iglesias de antigua tradici?n, e incluso de tradici?n apost?lica, toman de nuevo contacto con la Iglesia universal despu?s de haber vivido al margen de ella durante mil quinientos a?os. Es muy normal que eso suceda s?lo lentamente, paso a paso, dadas las circunstancias, es decir, los muchos siglos de separaci?n y las grandes diferencias de cultura y mentalidad.

El di?logo con las Iglesias ortodoxas de tradici?n bizantina, sir?aca y eslava, se inici? oficialmente en 1980. Con esas Iglesias tenemos en com?n los dogmas del primer milenio, la Eucarist?a y los dem?s sacramentos, la veneraci?n de Mar?a, Madre de Dios, y de los santos, y la estructura episcopal de la Iglesia. A estas Iglesias, como a las antiguas Iglesias orientales, las consideramos Iglesias hermanas de las Iglesias locales cat?licas. Ya exist?an diferencias en el primer milenio, pero en esa ?poca no se percib?an como un factor de divisi?n en el seno de la Iglesia. La separaci?n verdadera se produjo a trav?s de un largo proceso de alejamiento y alienaci?n, a causa de una falta de comprensi?n y de amor rec?procos, como puso de manifiesto el concilio ecum?nico Vaticano II (cf. Unitatis redintegratio, 14). Por tanto, lo que sucede hoy es necesariamente un proceso inverso de reconciliaci?n mutua.

Los primeros pasos importantes se dieron ya durante el Concilio. Conviene recordar, por ejemplo, el encuentro y el intercambio de correspondencia entre el Papa Pablo VI y el Patriarca ecum?nico Aten?goras, el famoso "Tomos agapis" y la cancelaci?n de la memoria de la Iglesia de las excomuniones rec?procas del a?o 1054, en el pen?ltimo d?a del Concilio. Sobre esas bases fue posible reanudar algunas formas de comuni?n eclesial del primer milenio: el intercambio de visitas, de mensajes y de misivas entre el Papa y los Patriarcas, sobre todo con el Patriarca ecum?nico; la cordial convivencia y colaboraci?n en muchas Iglesias locales; la concesi?n, para uso lit?rgico, de edificios de culto por parte de la Iglesia cat?lica a cristianos ortodoxos que viven entre nosotros en la di?spora, como signo de hospitalidad y de comuni?n.

Durante el ?ngelus pronunciado con ocasi?n de la fiesta de San Pedro y San Pablo de este a?o, el Papa Benedicto XVI subray? que con estas Iglesias estamos ya en una comuni?n eclesial casi plena.

En los primeros diez a?os del di?logo, desde 1980 hasta 1990, se puntualiz? y se puso de relieve lo que tenemos en com?n con respecto a los sacramentos (sobre todo, a la Eucarist?a) y al ministerio episcopal y sacerdotal. Sin embargo, el cambio pol?tico de 1989-1990, en vez de simplificar nuestras relaciones, las complic?. La vuelta de las Iglesias cat?licas orientales a la vida p?blica, despu?s de a?os de brutales persecuciones y de heroica resistencia pagada incluso al precio de la sangre, ha sido vista por las Iglesias ortodoxas como amenaza de un nuevo "uniatismo". As?, en la d?cada de 1990, a pesar de las importantes aclaraciones que se hicieron en los encuentros de Balamand (1993) y Baltimore (2000), el di?logo se estanc?. La situaci?n de crisis se agudiz? sobre todo en las relaciones con la Iglesia ortodoxa rusa despu?s de la erecci?n can?nica de cuatro di?cesis en Rusia el a?o 2002.

Gracias a Dios, despu?s de muchos esfuerzos realizados con paciencia, el a?o pasado fue posible reanudar el di?logo; en 2006 se tuvo un encuentro en Belgrado y hace cerca de un mes nos reunimos de nuevo en R?vena. En esa ocasi?n, se produjo una decisiva mejora por lo que respecta al ambiente y a las relaciones, a pesar de que se ausent? la delegaci?n rusa por motivos inter-ortodoxos. As? se inici? una prometedora tercera fase de di?logo.

El documento de R?vena, titulado: "Consecuencias eclesiol?gicas y can?nicas de la naturaleza sacramental de la Iglesia", ha constituido un vuelco importante. Por primera vez, los interlocutores ortodoxos han reconocido un nivel universal de la Iglesia y han admitido que tambi?n en este nivel existe un Protos, un Primado, que s?lo puede ser el Obispo de Roma seg?n la taxis de la Iglesia antigua.

Todos los participantes son conscientes de que este es s?lo un primer paso y que el camino hacia la comuni?n eclesial plena ser? a?n largo y dif?cil; sin embargo, con este documento hemos puesto una base para el di?logo futuro. El tema que se abordar? en la pr?xima sesi?n plenaria ser?: "El papel del Obispo de Roma en la comuni?n de la Iglesia en el primer milenio".

Por lo que ata?e m?s espec?ficamente al Patriarcado de Mosc? de la Iglesia ortodoxa rusa, las relaciones en los ?ltimos a?os se han allanado sensiblemente. Podemos decir que ya no hay hielo, sino deshielo. Desde nuestro punto de vista, ser?a ?til un encuentro entre el Santo Padre y el Patriarca de Mosc?. El Patriarcado de Mosc? nunca ha excluido categ?ricamente ese encuentro, pero considera oportuno resolver antes los problemas que, a su parecer, existen en Rusia y sobre todo en Ucrania. Conviene recordar, por lo dem?s, que se han tenido muchos encuentros tambi?n en otros niveles. Entre ellos cabe mencionar la reciente visita del Patriarca Alexis II a Par?s, considerada por ambas partes como un paso importante.

Resumiendo, podemos afirmar que a?n ser?n necesarias una continua purificaci?n de la memoria hist?rica y muchas oraciones para que, sobre la base com?n del primer milenio, logremos colmar la fractura entre Oriente y Occidente, y restablecer la comuni?n eclesial plena. A pesar de las dificultades que a?n persisten, es fuerte y leg?tima la esperanza de que, con la ayuda de Dios y gracias a la oraci?n de tantos fieles, la Iglesia, despu?s de la divisi?n del segundo milenio, en el tercero vuelva a respirar con sus dos pulmones.

3. Pasemos ahora a las relaciones con las comunidades eclesiales surgidas de la Reforma. Tambi?n en este campo se han registrado signos estimulantes. Todas las comunidades eclesiales se han manifestado interesadas en el di?logo, y la Iglesia cat?lica mantiene el di?logo con casi todas las comunidades eclesiales. Se ha alcanzado cierto consenso en el ?mbito de las verdades de fe, sobre todo por lo que concierne a las cuestiones fundamentales de la doctrina sobre la justificaci?n.

En muchos lugares existe una fecunda colaboraci?n en el ?mbito social y humanitario. Se ha generalizado progresivamente una actitud de confianza mutua y de amistad, caracterizada por un profundo deseo de unidad, que sigue existiendo a pesar de que, de vez en cuando, se registran tonos m?s duros y ?speras desilusiones. De hecho, la intensa red de relaciones, tanto personales como institucionales, que se han desarrollado mientras tanto, puede resistir las tensiones ocasionales.

La situaci?n ecum?nica no ha sufrido ninguna interrupci?n, sino un profundo cambio. Se trata del mismo cambio que han experimentado la Iglesia y el mundo en general. Aqu? me limitar? a citar s?lo algunos aspectos de esta transformaci?n.

1) Despu?s de haber logrado un consenso fundamental sobre la doctrina de la justificaci?n, ahora debemos nuevamente discutir temas cl?sicos controvertidos, entre los que cabe destacar la eclesiolog?a y los ministerios eclesiales (cf. Ut unum sint, 66). A este prop?sito, las "Cinco respuestas" dadas por la Congregaci?n para la doctrina de la fe el pasado mes de julio han suscitado perplejidad y originado cierto malhumor. La agitaci?n que se ha producido con respecto a ese documento era, por lo general, injustificada, pues el texto no afirma nada nuevo, sino que reafirma de modo sint?tico la doctrina cat?lica. Sin embargo, ser?a de desear que se revisara la forma, el lenguaje y la presentaci?n en p?blico de esas declaraciones.

2) Las diferentes eclesiolog?as llevan necesariamente a tener distintas concepciones de lo que es la finalidad del ecumenismo. As?, el hecho de que nos falte un concepto com?n de unidad eclesial como meta por alcanzar, es un problema. Ese problema es a?n m?s grave si consideramos que la comuni?n eclesial es para los cat?licos el presupuesto para una comuni?n eucar?stica y que la ausencia de una comuni?n eucar?stica conlleva grandes dificultades pastorales, sobre todo en el caso de matrimonios y familias mixtas.

3) Mientras, por una parte, nos esforzamos por superar las antiguas controversias, por otra surgen nuevas divergencias en el campo ?tico. Eso ata?e de modo especial a las cuestiones relativas a la defensa de la vida, al matrimonio, a la familia y a la sexualidad humana. A causa de estas nuevas brechas que se est?n produciendo, el testimonio p?blico com?n se ha debilitado notablemente, por no decir que resulta casi imposible. La crisis que se ha verificado en el interior de las respectivas comunidades se puede ejemplificar con gran claridad en la situaci?n de la Comuni?n anglicana, que no es un caso aislado.

4) La teolog?a protestante, marcada durante los primeros a?os del di?logo por el "renacimiento luterano" y por la teolog?a de la palabra de Dios de Karl Barth, ahora ha vuelto a los motivos de la teolog?a liberal. En consecuencia, constatamos que, en lo que ata?e a la parte protestante, los fundamentos cristol?gicos y trinitarios que hab?an sido hasta ahora un presupuesto com?n, quedan a veces diluidos. Lo que consider?bamos nuestro patrimonio com?n ha comenzado a deshacerse en muchos puntos como los glaciares en los Alpes.

Pero tambi?n hay fuertes corrientes contrarias, que han surgido como reacci?n ante los fen?menos que he mencionado. Se registra en todo el mundo un fuerte crecimiento de grupos evang?licos, cuyas posiciones coinciden por lo general con las nuestras en las cuestiones dogm?ticas fundamentales, sobre todo en el campo ?tico, pero a menudo son muy divergentes en lo que ata?e a la eclesiolog?a, la teolog?a de los sacramentos, la ex?gesis b?blica y la comprensi?n de la tradici?n.

Hay agrupaciones eclesiales importantes que desean imponer en el anglicanismo y en el luteranismo elementos de la tradici?n cat?lica por lo que se refiere a la liturgia y al ministerio eclesial. A estas agrupaciones se les a?aden cada vez m?s comunidades mon?sticas que, viviendo frecuentemente seg?n la regla benedictina, se sienten cercanas a la Iglesia cat?lica. Adem?s, existen comunidades pietistas que, ante la crisis relativa a las cuestiones ?ticas, no se sienten totalmente a gusto en las comunidades eclesiales protestantes; y ven con gratitud las claras tomas de posici?n del Papa, que no hace mucho tiempo criticaban con un tono menos ben?volo.

Todos estos grupos, juntamente con las comunidades cat?licas de vida consagrada y los nuevos movimientos espirituales, han constituido recientemente "redes espirituales", agrupadas a menudo en torno a monasterios como Chevetogne, Bose y sobre todo Taiz?, y tambi?n en movimientos como el de los Focolares y el de "Chemin neuf".

De este modo, podemos decir que el ecumenismo vuelve a sus or?genes en peque?os grupos de di?logo, de oraci?n y de estudio b?blico. Recientemente, estos grupos han tomado la palabra tambi?n en p?blico, por ejemplo en los grandes encuentros de los movimientos en Stuttgart, en 2004 y en 2007. As?, juntamente con los di?logos oficiales, que cada vez resultan m?s dif?ciles, han surgido nuevas formas de di?logo prometedoras.

Por consiguiente, esta panor?mica general nos muestra que no s?lo existe un acercamiento ecum?nico, sino que tambi?n hay fragmentaciones y fuerzas centr?fugas que est?n actuando. Adem?s, si tomamos en cuenta las numerosas "Iglesias" as? llamadas independientes, que siguen surgiendo sobre todo en ?frica, y la proliferaci?n de grup?sculos a menudo muy agresivos, comprobamos que el panorama ecum?nico ahora resulta muy diferenciado y confuso. Este pluralismo no es m?s que el reflejo de la situaci?n pluralista de la sociedad "pos-moderna", que a menudo lleva a un relativismo religioso.

En el contexto actual, son particularmente importantes los encuentros como la asamblea plenaria del Consejo mundial de Iglesias, que tuvo lugar en febrero del a?o pasado en Porto Alegre (Brasil), el "Global Christian Forum" y la "Asamblea ecum?nica europea", celebrada en septiembre de este a?o en Sibiu-Hermannstadt (Ruman?a). Estos encuentros tienen como finalidad reunir en di?logo a los diversos grupos divergentes y, en la medida de lo posible, mantener unido el movimiento ecum?nico con sus luces, sus sombras y sus nuevos desaf?os, en una situaci?n que ha cambiado y que sigue cambiando r?pidamente.

4. El tema del pluralismo me lleva a la tercera oleada de la historia del cristianismo, es decir, la difusi?n de los grupos carism?ticos y pentecostales, los cuales, con cerca de cuatrocientos millones de fieles en todo el mundo, ocupan el segundo lugar entre las comunidades cristianas, desde el punto de vista num?rico, y experimentan un crecimiento exponencial. Sin una estructura com?n y sin un ?rgano central, son muy diversos entre s?. Se consideran como el fruto de un nuevo Pentecost?s; en consecuencia, el bautismo del Esp?ritu desempe?a para ellos un papel fundamental.

Refiri?ndose a ellos, el Papa Juan Pablo II afirm? que este fen?meno no debe considerarse s?lo de modo negativo, pues, m?s all? de los innegables problemas, testimonia el deseo de una experiencia espiritual. Eso no quita que, por desgracia, muchas de esas comunidades mientras tanto se han convertido en una religi?n que promete una felicidad terrena.

Con los pentecostales cl?sicos ha sido posible entablar un di?logo oficial. Con otros siguen existiendo notables dificultades a causa de sus m?todos misioneros un poco agresivos. Ante ese desaf?o, el Consejo pontificio para la promoci?n de la unidad de los cristianos ha organizado en varios continentes seminarios para obispos, te?logos y laicos comprometidos en el ecumenismo: en Am?rica Latina (S?o Paulo y Buenos Aires); en ?frica (Nairobi y Dakar); en Asia (Se?l y Manila). El resultado de estos seminarios se refleja tambi?n en el documento final de la V Asamblea general del Episcopado latinoamericano y del Caribe, celebrada en Aparecida en mayo de este a?o.

Ante todo, es necesario hacer un examen de conciencia pastoral y preguntarnos de modo auto-cr?tico: ?Por qu? tantos cristianos abandonan nuestra Iglesia? No debemos comenzar pregunt?ndonos: ?qu? es lo que no est? bien en los pentecostales?, sino m?s bien: ?cu?les son nuestras carencias pastorales, y c?mo podemos reaccionar ante este nuevo desaf?o con una renovaci?n lit?rgica, catequ?tica, pastoral y espiritual?

5. Esta pregunta nos lleva a la pregunta conclusiva: ?De qu? modo proseguir el camino ecum?nico? No es posible dar una respuesta ?nica. La situaci?n es demasiado diversa seg?n las regiones geogr?ficas, los ambientes culturales y las Iglesias locales. Son las Conferencias episcopales, en particular, las que deben asumir sus responsabilidades.

En l?nea de principio, debemos partir del patrimonio com?n de fe y permanecer fieles a lo que, con la ayuda de Dios, ya hemos conseguido ecum?nicamente. En la medida de lo posible, debemos dar un testimonio com?n de esta fe en un mundo cada vez m?s secularizado. Eso significa, en la situaci?n actual, tambi?n redescubrir y reforzar los fundamentos de nuestra fe. De hecho, todo se tambalea y se vac?a de sentido si no tenemos una fe firme y consciente en el Dios vivo, uno y trino, en la divinidad de Cristo, en la fuerza salv?fica de la cruz y de la resurrecci?n. Para quien ya no sabe lo que es el pecado y lo que es estar implicado en el pecado, la justificaci?n del pecador no tiene ninguna importancia.

S?lo apoy?ndonos en la fe com?n es posible dialogar sobre nuestras diferencias. Y ese di?logo debe realizarse de un modo claro pero no pol?mico. No debemos ofender la sensibilidad de los dem?s o desacreditarlos; no debemos se?alar con el dedo lo que nuestros interlocutores ecum?nicos no son y lo que no tienen. M?s bien, debemos dar testimonio de la riqueza y de la belleza de nuestra fe de un modo positivo y acogedor. De los dem?s esperamos la misma actitud. Si esto sucede, entonces podr? existir entre nosotros y nuestros interlocutores, como dice la enc?clica Ut unum sint (1995), no s?lo un intercambio de ideas, sino tambi?n de dones, con el que nos enriqueceremos ambos (cf. nn. 28 y 57). Ese ecumenismo de intercambio no es un empobrecimiento, sino un enriquecimiento mutuo.

En el di?logo fundamentado en el intercambio espiritual, el di?logo teol?gico desempe?ar? tambi?n en el futuro un papel esencial. Sin embargo, s?lo ser? fecundo si est? sostenido por un ecumenismo de la oraci?n, de la conversi?n del coraz?n y de la santificaci?n personal. En efecto, el ecumenismo espiritual es el alma misma del movimiento ecum?nico (cf. Unitatis redintegratio, 8; Ut unum sint, 21-27) y a nosotros nos toca promoverlo en primer lugar. Sin una verdadera espiritualidad de comuni?n, que permite dejar espacio al otro sin renunciar a la propia identidad, todos nuestros esfuerzos desembocar?an en un ?rido y vac?o activismo.

Si hacemos nuestra la oraci?n que Jes?s pronunci? en la v?spera de su muerte, no debemos desalentarnos y vacilar en nuestra fe. Como dice el Evangelio, debemos confiar en que lo que pedimos en el nombre de Cristo ser? escuchado (cf. Jn 14, 13). A nosotros no nos toca decidir cu?ndo, d?nde y c?mo. Eso corresponde a Aquel que es el Se?or de la Iglesia y que congregar? a su Iglesia desde los cuatro vientos. Nosotros debemos contentarnos con hacer todo lo que est? de nuestra parte, reconociendo con gratitud los dones recibidos, es decir, lo que el ecumenismo ha realizado hasta ahora, y mirar al futuro con esperanza. Basta echar, con un m?nimo de realismo, una mirada a los "signos de los tiempos" para comprender que no hay ninguna alternativa realista al ecumenismo, y sobre todo ninguna alternativa de fe.

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Secretariado Nacional del MCC de Espa?a se lee:


Peregrinaci?n a Santiago de Compostela 2008


Iniciamos la cuenta atr?s de nuestra Peregrinaci?n a Santiago, con motivo del 60 Aniversario de la Peregrinaci?n de 1948 que se sit?a en los inicios de Cursillos de Cristiandad. En esta secci?n, adem?s, podr?s leer unas palabras de nuestra Presidenta Nacional, dedicadas a este acontecimiento.

Leer m?s

INTRODUCCI?N:


Este rinc?n de nuestra p?gina vamos a dedicarlo a este importante acontecimiento que ha de servir para revitalizar nuestras Escuelas y Secretariados , nuestras Ultreyas y Reuniones de Grupo al recobrar ?el primer amor?, ese momento inicial de nuestra aventura cristiana que hemos de procurar mantener en tensi?n durante todo nuestro peregrinar por esta vida, en la confianza, como dir?a San Pablo, de que ? el que ha inaugurado entre vosotros una empresa buena, la llevar? adelante hasta el d?a de Cristo Jes?s. Y esta es mi oraci?n: Que vuestra comunidad de amor siga creciendo m?s y m?s en penetraci?n y en sensibilidad para apreciar los valores As? llegareis al D?a de Cristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jes?s, a gloria y alabanza de Dios?( Fil. 1,3-6 y 9-11).

Vamos a disponernos a peregrinar.

Como recoge nuestra Gu?a del Peregrino, peregrinar es?

Ir por Cristo hacia el Padre,

A impulsos del Esp?ritu Santo,

Por los caminos del coraz?n del mundo

a manera de fermento,

con la ayuda de Mar?a y de todos los santos,

llevando consigo a los hermanos.



Palabras de nuestra Presidenta Nacional:



Queridos amigos y hermanos en la fe:

Sean las primeras palabras, mi m?s sincera felicitaci?n y el deseo de paz y bien para el a?o que ya hemos estrenado.

Estamos en un nuevo a?o; a?o que tiene una significaci?n especial, ya que se cumplen el sesenta aniversario de aquella Peregrinaci?n del 28 de Agosto de 1948 a Santiago de Compostela que como todos bien sab?is, organiz? la Juventud de Acci?n Cat?lica Espa?ola, con la consigna de llevar 100,000 j?venes, para visitar la tumba del Ap?stol en el A?o Santo. Aquella peregrinaci?n suscito un ?mpetu y un ardor evangelizador que causo impacto y que supuso el despertar en los j?venes de un alto ideal de santidad y apostolado. De aqu? surgi? el n?cleo que supuso el germen del nacimiento de Cursillos de Cristiandad.

Hace poco, revisando algunos documentos, le?a un discurso del Papa P?o XII del a?o 1943, donde dec?a con respecto al proyecto de la peregrinaci?n: ?Espa?a, en este momento culminante de la Historia del mundo, tiene, sin duda alguna, una misi?n alt?sima que cumplir; pero solamente ser? digna de ella si logra totalmente de nuevo encontrarse a s? misma en su esp?ritu tradicional y cristiano y en aquella humildad que s?lo sobre tal esp?ritu puede edificarse?.

Si en aquel momento Espa?a, cuna de cursillos ten?a mucho que decir, hoy sesenta a?os despu?s, nuestro Movimiento todav?a tiene que seguir escribiendo y haciendo historia en la tarea evangelizadora de la Iglesia.

No podemos olvidar que desde sus comienzos, se ha reconocido a cursillos un carisma, es decir una gracia del Esp?ritu en orden a una misi?n eclesial y ese carisma lo derrama sobre cuantos van trabajando en cursillos desde sus comienzos hasta nuestros d?as.

Esa gracia se ha ido desarrollando en la historia del Movimiento, lo ha sustentado y ha hecho posible llegar hasta hoy

Ese mismo Esp?ritu siguen presente hoy en todos aquellos que trabajan en el, y el primer paso para asumir nuestra misi?n es tomar conciencia de esa presencia en nosotros aqu? y ahora que nos capacita y nos motiva para llevar a cabo esa tarea.

Quiz?s la pregunta que brote en vuestra mente sea la de c?mo seguir dando respuesta al mundo de hoy.

Cuando aquellos j?venes comenzaron, seguro que no se imaginaban donde iban a llegar, pero sin miedo se pusieron en camino. Ellos supieron acoger un esp?ritu peregrino y con sus mochilas llenas de ilusi?n se lanzaron a la aventura a la que se les invitaba.

Hoy, con la misma fuerza de entonces, se nos est? pidiendo que recobremos nuestro estilo peregrino, que reavivemos en cada uno el deseo de vivir de la fe y por esta fe dejarlo todo. De ser es una llama viva de oraci?n. Hoy, se nos vuelve a pedir, que derrochemos generosidad y arranque, que queramos ir siempre adelante y estar en vanguardia. En una palabra, no guardarnos nada, darnos con ilusi?n y recuperar el gozo de estar al servicio de la Iglesia.

Por este motivo, y con el deseo de volver a reavivar el esp?ritu peregrino que ha impregnado siempre a Cursillos de Cristiandad, desde el Secretariado Nacional de Espa?a, queremos organizar una Peregrinaci?n a Santiago de Compostela que nos ayude a recuperar quiz?s, una Fe dormida. Tal vez, la Esperanza empeque?ecida. Posiblemente, un Amor a medias tintas.

Esta peregrinaci?n culminar? con una Ultreya Nacional el d?a 12 de Octubre, donde todos juntos podremos darle gracias a Dios por todos los regalos que nos sigue haciendo y pedirle que nos siga iluminando para seguir trabajando desde cursillos en la extensi?n de su reino.

Pong?monos a trabajar. Cada uno desde su escuela, desde su Ultreya o desde su reuni?n de grupo. Divulguemos este gran acontecimiento. Invitemos a todos aquellos que nos encontremos a participar con nosotros en este momento de Gracia. Animemos a nuestros Obispos, contagiemos en nuestras Di?cesis, de este deseo de ser ap?stoles en el siglo XXI.

Empecemos a preparar nuestras mochilas. A lo largo de este a?o iremos metiendo en ellas todo aquello que nos haga falta para el camino. Poco a poco, iremos comunic?ndoos, el itinerario, el lugar de celebraci?n, el horario., etc.

?Animo! Santiago de Compostela nos espera, y no podemos faltar a una nueva llamada del Se?or.

No iremos encontrando en el camino.

M? Dolores Negrillo Mart?nez

Presidenta Nacional



Con tal motivo le dec?a a M? Dolores:



Querida M? Dolores:

He le?do tu preciosa carta. Mis felicitaciones m?s cordiales.

Hablas de que este a?o se cumplen el sesenta aniversario de la magna peregrinaci?n de los j?venes de Acci?n Cat?lica en agosto de 1948 a Santiago de Compostela, que vais a conmemorar; del estilo y esp?ritu peregrino, de un alto ideal de santidad y apostolado, etc. Y ello porque, seg?n t?, de aqu? surgi? el n?cleo que supuso el germen del nacimiento de Cursillos de Cristiandad.

Hoy dices que se nos est? pidiendo que recobremos nuestro estilo peregrino, estilo peregrino que lleva difundiendo la Asociaci?n de Peregrinos de la Iglesia. Por este motivo, y con el deseo de volver a reavivar el esp?ritu peregrino q ue ha impregnado siempre a Cursillos de Cristiandad, desde el Secretariado Nacional de Espa?a, quer?is organizar una Peregrinaci?n a Santiago de Compostela que nos ayude a recuperar quiz?s, la Fe dormida, etc. Sin embargo, no citas a quien fue el alma y la vida de esa Peregrinaci?n, del estilo y esp?ritu peregrino, del ideal de santidad y apostolado, etc: el Siervo de Dios Manuel Aparici, cuyas partes actoras de su proceso de Canonizaci?n son la Archidi?cesis de Madrid y Peregrinos de la Iglesia. Quiero pensar que tu omisi?n es por tu falta de conocimiento de esta figura, una de las m?s importantes de la Iglesia Espa?ola en el siglo XX, pero no dudo que har?s todo lo posible para profundizar en su vida, divulgar su figura, y trabajar muy estrechamente con las partes actoras. ?Me equivoco?

Pides que divulguemos este gran acontecimiento, divulgaci?n que ya hemos hecho a ... cursillistas de habla hispana. Es una pena que no hayamos podido hacerlo a los de habla inglesa. Faltan manos.

Como recoge nuestra Gu?a del Peregrino, peregrinar es?



Ir por Cristo hacia el Padre,

A impulsos del Esp?ritu Santo,

Por los caminos del coraz?n del mundo

a manera de fermento,

con la ayuda de Mar?a y de todos los santos,

llevando consigo a los hermanos.




Muchos a?os antes, el Siervo de Dios pas? de la Iglesia Militante a la Iglesia Peregrina.

Porque Manuel Aparici ?hizo brotar de su genio de ap?stol un estilo peregrinante que impregnaba nuestras vidas ? y nos dec?a: la peregrinaci?n espiritual es una marcha asc?tica que hay que realizarla d?a a d?a? [1]. Y les ense?? a entender y a vivir la vida como una peregrinaci?n. Porque, para ?l ?Peregrinar es caminar por Cristo al Padre, a impulsos del Esp?ritu Santo, con la ayuda de Mar?a y llevando consigo a los hermanos?.

Quiso dar ese sello de peregrino constante a nuestra Juventud para restaurar el sentido din?mico de la vida cristiana, porque ?sta no es m?s que un ir constante al Padre. Este distintivo espec?fico de la Obra empieza propiamente con la peregrinaci?n a Roma en 1934. En ella se ratifica la vocaci?n peregrinante de la Juventud de Acci?n Cat?lica Espa?ola.

El desarrollo hist?rico del Ideal Peregrinante hacia la ?Cristiandad ejemplar? coincide pr?cticamente con la historia de la Juventud de Acci?n Cat?lica hasta despu?s de la magna Peregrinaci?n a Santiago de Compostela en 1948; y se relaciona con los ?Cursillos de Cristiandad?. Por eso, pretender escribir la historia de las peregrinaciones de la Acci?n Cat?lica es tanto como relatar la propia historia de esa Juventud.

Muchos a?os despu?s de haber sido formulada esta definici?n por el Siervo de Dios, el Concilio Vaticano II proclamar? en todos sus textos el car?cter peregrinante de la Iglesia y la espiritualidad que de ella se deriva. ?La comunidad cristiana -dice el Concilio- est? integrada por hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Esp?ritu Santo en su peregrinar hacia el Reino del Padre y han recibido la buena nueva de la salvaci?n para comunicarla a todos?. Y en otro lugar: ?La Madre de Jes?s antecede con su luz al peregrinante Pueblo de Dios?. Y lo repite incesantemente la sagrada Liturgia.

Ideal de santidad y apostolado


De apostolado, porque se trataba de convocar en Santiago a las Juventudes Cat?licas de los pueblos hispanos a una empresa com?n de reconquista del mundo para Cristo. De santidad, porque tal empresa habr?a de exigir de quienes se comprometieran a ella una vida de verdadera santidad, personal y comunitaria.

Movido por las ideas del Siervo de Dios, Antonio Rivera, ?El ?ngel del Alc?zar?, en unos Ejercicios Espirituales, escribi? su prop?sito: ?Para Santiago he de ser santo?. Muerto Antonio Rivera, este grito -??Para Santiago, santo!?- fue el lema de los j?venes peregrinos en los largos a?os de caminar en esp?ritu hacia Compostela.

No todos, sin embargo, estaban de acuerdo con el Siervo de Dios. Entre sus inmediatos colaboradores algunos pensaban -como era opini?n com?n aquellos a?os- que la santidad es cosa de pocos, los dem?s han de contentarse con ser buenos.

Si entonces aquellos j?venes aspiraban a ser santos, hoy el Concilio Vaticano II nos proclama con claridad meridiana la universal vocaci?n a la santidad: ?En la Iglesia, todos, lo mismo quienes pertenecen a la Jerarqu?a que los apacentados por ella, est?n llamados a la santidad, seg?n aquello del Ap?stol: ?Porque esta es la voluntad de Dios, vuestra santificaci?n?? [2].


FIESTA BAUTISMO DE JES?S

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[1] (Cf.) Jos? Luis L?pez Mosteiro.

[2] Lumen Gentium, 39.

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Cogido de folleto para la celebraci?n de la Semana de Oraci?n por la Unidad de los Cristianos 2008.

D?a primero
Orad siempre

?No ces?is de orar? (1 Ts 5, 17)


ls 55, 6-9: Buscad al Se?or mientras se le encuentra
Sal 34: Llam? al Se?or y ?l me respondi?
1 Ts 5, 13b-18: No ces?is de orar
Lc 18, 1-8: Orar constantemente y sin desfallecer

Comentario

Pablo ha escrito: ?Estad siempre alegres. No ces?is de orar. Manteneos en constante acci?n de gracias, porque esto es lo que Dios quiere de vosotros como cristianos?. Su carta va dirigida a una comunidad de fieles ansiosos ante la muerte. Muchos hermanos y hermanas, buenos y creyentes, se ?durmieron? antes de que el Se?or vuelva de nuevo para unirlos a todos en su resurrecci?n. ?Que ser? de estos fieles difuntos? ?Cu?l ser? la suerte de los vivos? Pablo los reconforta diciendo que los muertos resucitar?n con los vivos y los imv ita ?a orar sin cesar?. ?Pero qu? significa orar sin cesar? Las lecturas de hoy ofrecen algunos elementos como res-puesta a esta cuesti?n. Toda nuestra vida debe ser una b?squeda de Dios, en la convicci?n de que si buscamos, encontraremos.

En pleno exilio, cuando todo parece in?til y sin esperanza, el profeta Isa?as proclama: ?Buscad al Se?or mientras se le encuentra, invocadlo mientras est? cerca. Incluso en el exilio, el Se?or est? cerca de su pueblo y le exhorta a dirigirse a ?l en la oraci?n, y a seguir sus ?rdenes para que pueda conocer su misericordia y su perd?n. En el centro del Salmo 34 encontramos esta convicci?n prof?tica que el Se?or responder? a la llamada de los que lo invocan, uniendo la alabanza a la llamada a la oraci?n continua.

En el evangelio de Lucas, Jes?s dice la par?bola de la viuda que pide justicia por un juez que no tiene temor de Dios ni respeto a los hombres. Este relato es una manera de recordar la necesidad de una oraci?n constante, ?orar siempre y sin desfallecer?, y la certeza que la oraci?n conceder?: ?;Y Dios no har?a justicia a sus elegidos que le gritan d?a y noche??.

Como cristianos en b?squeda de la unidad, meditamos sobre estas lecturas para encontrar ?la voluntad de Dios? respecto a nosotros ?en Cristo Jes?s?. Es Cristo aquel que vive en nosotros. La llamada de orar sin cesar se convierte en parte integral de su intercesi?n eterna ante el Padre: ?Que todos sean uno... para que el mundo crea...?. La unidad que buscamos es la unidad ?tal como Cristo la quiere, y la celebraci?n del uoctavario? de oraci?n por la unidad de los cristianos es el reflejo del concepto b?blico de plenitud, es decir, la esperanza que un d?a habr? respuesta a nuestra oraci?n.

La unidad es un don que Dios hace a la Iglesia. Es tambi?n la vocaci?n c?e los cristianos destinados a vivir de este clon. La oraci?n por la unidad es la fuente de donde brota cualquier esfuerzo humano dedicado para manifestar la unidad plena y visible. Numerosos son los frutos producidos hace un siglo de octavarios de oraci?n por la unidad. Con todo, numerosas tambi?n son las barreras que dividen a?n los cristianos y sus Iglesias. Con el fin de no desalentarnos, debemos ser constantes en la oraci?n y buscar al Se?or y su voluntad en todo lo que emprendemos y en todo lo que somos.

Oraci?n

Se?or de la unidad, Padre, Hijo y Esp?ritu Santo, te pedimos sin cesar para que todos seamos uno como T? eres uno. Padre. ove nuestra llamada cuando te buscamos. Cristo, cond?cenos a la unidad que deseas para nosotros. Esp?ritu Santo, procura que no nos desalentemos nunca. Am?n.

Publicado por verdenaranja @ 21:19  | Ecumenismo
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Sacado de materiales enviados a la parroquia para la celebraci?n de la Jornada de la Infancia Misionera de 2008.

El Dec?logo del Ni?o Misionero


La Infancia Misionera propone, desde su inicio, un estilo nuevo de misi?n que coloca en el centro la gracia del Bautismo y reconoce a los ni?os el derecho de recibirla y el deber de darla. Se configura as? como un itinerario de fe que les hace descubrir la alegr?a de servir a los hermanos.

El lema ?los ni?os ayudan a los ni?os? supone un gran cambio en el campo apost?lico. Los peque?os act?an en la Iglesia como protagonistas de la pastoral. Un protagonismo sencillo, pero creativo y valiente. Ellos no son ?nicamente beneficiarios de la misi?n y destinatarios del anuncio: se convierten tambi?n en sus protagonistas. Todos, y especialmente las comunidades cristianas, han ido tomando conciencia de la fuerza misionera de los ni?os, en los que se manifiesta la presencia del Esp?ritu.

Imitando a Mar?a, cada bautizado recibe la gracia de la inocencia, de la pobreza interior, de la obediencia, de la humildad y de la docilidad, de la pureza y del silencio, y se siente animado a mirar y orar al Ni?o Jes?s y a ver en otros ni?os d?biles y necesitados de ayuda y de cari?o la misma presencia de Dios. La misi?n de la Infancia Misionera se realiza con peque?os gestos, con deseos y pensamientos de paz, por medio de actitudes fraternas, en los momentos de juego, en el trabajo, en la oraci?n. Los ni?os ayudan a los ni?os y juntos caminan hacia el Padre. Este esp?ritu es reconocido en el Estatuto de las OMP cuando describe la primera de las finalidades de Infancia Misionera: ?Esta Obra es un servicio de las Iglesias particulares que trata de ayudar a los educadores a despertar progresivamente en los ni?os una conciencia misionera universal y a moverles a compartir la fe y los medios materiales con los ni?os de las regiones y de las Iglesias m?s desprovistas a este respecto? (art. 13).

El Dec?logo del ni?o misionero concreta este esp?ritu al recordar que:


1.- Un ni?o misionero mira a todos los hombres con ojos de hermano.

2.- Un ni?o misionero conoce a Jes?s, ama como Jes?s, no se averg?enza de hablar de Jes?s.

3.- Un ni?o misionero reza todos los d?as a su Padre Dios por sus hermanos, los ni?os de todo el mundo y quiere que conozcan a su Madre, la Virgen.

4.- Un ni?o misionero siempre dice ?Gracias!

5.- Un ni?o misionero goza de poder dar, y de que los otros tambi?n puedan gozar al darle a ?l.

6.- Un ni?o misionero est? alegre en el servicio.


7.- Un ni?o misionero sabe que su persona es m?s necesaria que su dinero.

8.- Un ni?o misionero es generoso aunque le cueste.

9.- Un ni?o misionero busca soluciones y las encuentra.

10.- Un ni?o misionero mira a todos los hombres con ojos de hermano.



Por todo ello, es necesario revitalizar y recuperar la fuerza del Dec?logo del ni?o misionero como medio adecuado para hacer realidad el carisma de esta Obra Misional.

Aitor Pastor
Delegaci?n de Misiones de Vitoria

Publicado por verdenaranja @ 21:08  | Misiones
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Reflexi?n Teol?gico-Pastoral de la Jormada de la Infancia Misionera 2008, cogida de los materiales llegados a la parroquia para la celebraci?n.

MANOS A LA OBRA

Contemplar las manos de
Jes?s que nos aman
hasta el extremo


?Record?is c?mo comienza San Juan su primera carta? Nos dice as?: ?Lo que o?mos, lo que vieron nuestros ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos... os lo anunciamos ahora? (1Jn 1,1-3).

?Os parece que le pidamos a Juan, el ap?stol amado, que comparta con nosotros estos recuerdos?

S?, que nos d? su testimonio, que nos anuncie eso que vio y oy? para que podamos participar de su alegr?a. ?C?mo eran las manos de Jes?s, qu? hicieron?

?... Las contempl? ?nos dice Juan? especialmente aquella tarde, aquel jueves en el cen?culo y en aquellos d?as en Jerusal?n que ?l hab?a deseado tanto, en aquellos d?as en los que nos am? hasta el extremo. Fueron los d?as en los que sus manos dieron vida, crearon la Eucarist?a, se dejaron clavar y traspasar, y se nos mostraron como signo de resurrecci?n. Si quer?is saber algo de sus manos, de c?mo eran y lo que hac?an por los hombres, os invito a contemplarlas conmigo en aquellos momentos.

Lo primero que hizo fue algo sorprendente, que nunca antes le hab?amos visto hacer: con sus manos nos lav? los pies. Con sus manos se quitaba el manto, se ce??a la toalla y con calma echaba el agua en la jofaina. Con ellas realizaban gestos expresivos de su amor hasta el punto de que, arrodillado, sus manos fueron lavando nuestros pies. Su manos fueron aquella tarde manos que nos amaban. Lo hab?an sido toda su vida, pero aquel d?a quiso que las contempl?ramos en el gesto supremo de su amor. S?, sus manos nos amaron sirvi?ndonos.

Y, ya sentados a la mesa, sus manos tomaron el c?liz y despu?s el pan. Parec?an expresar con toda intensidad el sentido de su vida. Siempre hab?a afrontado con valor cualquier situaci?n, nunca hab?a escatimado esfuerzos para estar con todos, era como si todo su cuerpo quisiera multiplicarse para amar. Ahora, con sus manos, al coger el pan y el vino, nos dec?a que todo su ser era ofrenda de su amor por nosotros. S?, sus manos nos entregaron la ofrenda de su vida.

Y poco m?s tarde lleg? la Cruz. Yo estaba all?, con su Madre, y vi sus manos, las que tanto hab?an amado, aquellas manos siempre abiertas para acoger a todos. Ahora estaban m?s abiertas que nunca, como si a?n le faltar?n rostros por acariciar y enfermos por sanar. Y en la Cruz sus manos quedaron traspasadas. S?, sus manos crucificadas nos mostraron la fidelidad de su amor.

??Volveremos a ver sus manos??, nos pregunt?bamos. Nos lo hab?a prometido y... no pasaron muchos d?as. S?, fueron precisamente sus manos el signo que tuvimos para reconocerle de nuevo vivo entre nosotros. Lo cont? en mi evangelio intentando reflejar toda la fuerza de aquel momento. Dijo: ?Aqu? est?n mis manos? (Jn 20,27). Eran sus manos, ?l lo repet?a: ?Mirad mis manos y mis pies, soy yo en persona, palpadme? (Lc 24,39). S?, sus manos volvieron a ser para nosotros signo de la presencia del Amor.

As? recuerdo sus manos en aquellos d?as; entregadas para servir, ofrecidas para amar, crucificadas para acoger y resucitadas para acompa?ar ya para siempre a todo hombre. En ellas se contiene el sentido de toda su vida?.

Las manos de Jes?s
mostr?ndonos
su amor a todos


Y tras los recuerdos de Juan, les pedir?amos a otros muchos que se encontraron con Jes?s y sintieron la fuerza de sus manos que nos hablaran de ellas y de lo que sintieron al ser tocados por el Se?or. Ni?os y ancianos, hombres y mujeres, y muchos enfermos que ?tocaron y palparon al Verbo de la vida?. Sintieron el calor de las manos de Jes?s sobre sus cuerpos, sus heridas, sus enfermedades y, especialmente, el calor de las manos de Jes?s llenando sus corazones.

San Marcos nos presenta a muchos de esos enfermos en las primeras p?ginas de su evangelio. La suegra de Pedro fue una de aquellas afortunadas; estaba enferma y Jes?s ?se acerc?, la cogi? de la mano y la levant?. Se le pas? la fiebre y se puso a servirles? (Mc 1,31). Las manos de Jes?s curan y dan fuerza para servir.

A continuaci?n se le acerc? un leproso (Mc 1,40-41) con una petici?n en sus labios: ??Si quieres, puedes limpiarme?. Y Jes?s, sintiendo l?stima, extendi? la mano y lo toc? diciendo: ?Quiero, queda limpio?. Las manos de Jes?s responden a la oraci?n sincera y sanan el cuerpo y el coraz?n.

Otro d?a fue un ciego de nacimiento el que sinti? la fuerza salvadora de Jes?s. Y las manos de Jes?s expresaron toda la fuerza que brotaba de su interior, y que quer?a ser luz para aquel hombre y para toda la humanidad. Con sus manos hizo barro, lo cogi?, ?se lo unt? en los ojos... y al lavarse volvi? con vista? (Jn 9,6-7). Las manos de Jes?s son transmisoras de luz.

Y entre tantos que se acercaban, vemos ahora a una mujer que desde hac?a dieciocho a?os estaba enferma por causa de un esp?ritu y andaba encorvada, sin poder enderezarse del todo. ?Qu? hizo Jes?s? La llam? y le dijo: ??Mujer, quedas libre de tu enfermedad?. Y le aplic? las manos? (Lc 13,12-13). Las manos de Jes?s liberan y rehacen la vida, la enderezan y la plenifican.

Acabamos con unos ni?os, los preferidos del Se?or. La escena nos transmite algo importante de los sentimientos de Jes?s. Le llevaban ni?os para que los tocara y ?l quer?a tenerlos cerca. Y en esta ocasi?n las manos de Jes?s se desbordan en signos de cercan?a: les impuso las manos (Mt 19,15) y los abrazaba y los bendec?a (Mc 10,16). Las manos de Jes?s bendicen como expresi?n del amor entra?able del Padre.

Qu? quiere Jes?s
de nosotros y
c?mo nos da su fuerza


Nos lo va a decir tambi?n a trav?s de sus manos:

Quiere que le sigamos sin miedo

Un d?a el ap?stol Pedro vio a Jes?s calmar la tempestad y dirigirse a ellos diciendo: ??nimo, soy yo, no teng?is miedo?. Pero Pedro quiso un signo de esta presencia y le pidi? a Jes?s andar sobre las aguas. Y ocurri? lo siguiente: ?Pedro baj? de la barca y ech? a andar sobre el agua acerc?ndose a Jes?s, pero al sentir la fuerza del viento le entr? miedo, empez? a hundirse y grit?: ??Se?or, s?lvame!?. Y Jes?s, extendi? en seguida la mano, lo agarr? y le dijo: ??Qu? poca fe! ?Por qu? has dudado??? (Mt 14,29-31).

La mano de Jes?s nos agarra con fuerza y prontitud para que el miedo desaparezca de nuestra vida. La mano de Jes?s nos trae su poder, su gracia cada d?a y en cada acontecimiento. Si alguien te dice: ??Manos a la obra!?, no puedes dudar. No es fiado en ti ni en tu fuerza como has de actuar. Ser? su mano quien te agarr? para obrar y llegar hasta las misiones que te parezcan m?s imposibles.

Quiere curarnos de todos nuestros
impedimentos para la misi?n


Un hombre ten?a un brazo atrofiado y, tras una disputa con los fariseos, Jes?s se acerc? a ?l y le dijo: ??Extiende el brazo?. Lo extendi? y qued? restablecido como el otro? (Mt 12,13).

?Le diremos nosotros a Jes?s, cuando nos diga: ?Manos a la obra?, que no podemos trabajar en la misi?n? ?Qu? sorprendente es este evangelio! La mano de Jes?s cura un brazo seco, incapacitado para trabajar. Hay que ponerse manos a la obra, con los dos brazos, es decir, rehabilitados por Jes?s, que necesita de cada uno de nosotros por entero.

Y otro d?a cur? a un inv?lido que llevaba 38 a?os as?. No importa, parece decirnos Jes?s, yo cuento con todos. Nada es obst?culo, es posible salir de donde estemos parados, recuperar la fuerza, ponerse ?manos a la obra?. Y nos lo demuestra este hombre al que Jes?s le dice: ?Lev?ntate, toma tu camilla y echa a andar? (Jn 5,8). E inmediatamente aquel hombre recobr? la salud, carg? con su camilla y ech? a andar.

Debemos tomar con fuerza y aliento nuestro vivir. Jes?s nos sana para que nuestra vida recupere fuerzas y se ponga en marcha. Y el primer paso es este: escuchar a Jes?s, hacer que nuestras manos dejen a un lado la camilla y liberarnos de obst?culos que nos impiden trabajar.

Quiere que nosotros
mostremos a otros su amor


Y nos lo dice de dos maneras, con dos pasajes del Evangelio. El primero nos invita a usar nuestras manos para ungir, amar y dejarnos perdonar. Jes?s alaba las manos de una mujer que se acerca a ?l y que unge sus pies (Lc 7,36ss). Ponernos manos a la obra para hacer lo que Jes?s quiere es, ante todo, tener siempre dispuestas nuestras manos para el amor, que debe hacerse sensible, tener gestos concretos.

As? nos lo ense?a Jes?s con la par?bola del Buen Samaritano. En ella nos muestra que el amor tiene en las manos el primer modo de mostrar lo que el coraz?n encierra. Las manos act?an seg?n lo que el coraz?n lleva dentro. En primer lugar, la par?bola nos muestra lo que hacen unas manos movidas por un coraz?n que no ama, que no respeta al hombre: lo asalta, lo degrada, lo deshumaniza. Unas manos no dispuestas para el amor cogieron a aquel hombre y le desnudaron, le molieron a palos y le abandonaron. ?Cu?ntas manos as? degradan continuamente nuestro mundo!

Pero otras manos, movidas por un coraz?n nuevo, muestran los gestos del amor: ?Le vend? las heridas ech?ndole aceite y vino, lo mont? en su cabalgadura, lo llev? a una posada y lo cuid? (Lc 10,30-37).

Al escuchar este a?o el lema de Infancia Misionera, ?Manos a la obra?, reconocemos que estamos preparados por el Se?or para vivirlo, ya que ?l mismo nos agarra de la mano para sostenernos; ?l mismo da fuerza a nuestros brazos y nos hace dejar las camillas que nos mantienen tumbados y nos impiden caminar; y sobre todo, ?l nos muestra los trabajos que encomienda a nuestras manos: llenar de consuelo, enjugar l?grimas, curar y vendar a los m?s pobres, salir a los caminos para llevar a todos el amor de Dios?


?Manos a la obra?,
la actualidad de la propuesta


La enc?clica Deus caritas est del papa Benedicto XVI nos urge a ponernos manos a la obra: ?Vivir el amor y, as?, llevar la luz de Dios al mundo, a esto quisiera invitar en esta enc?clica? (n. 39). Palabras que el Papa nos dirige para actualizar todo lo que el Se?or nos ha dicho a trav?s del lenguaje de sus manos. Ahora, con nuestros brazos sanados para la misi?n, con nuestras manos dispuestas a socorrer al necesitado y sabiendo que la mano de Jes?s agarra con fuerza la nuestra, escuchamos la propuesta: ?El momento actual requiere una nueva disponibilidad para socorrer al pr?jimo necesitado? (n. 30). ?Y esta es una tarea para cada fiel... para toda la comunidad eclesial, y esto en todas sus dimensiones... tambi?n la Iglesia en cuanto comunidad tiene que poner en pr?ctica el amor? (n. 20).

Manos a la obra, a la obra del amor:

? ?El amor es el servicio que presta la Iglesia para atender constantemente los sufrimientos y las necesidades de los hombres? (n. 19).

? ?Quien intenta desentenderse del amor se dispone a desentenderse del hombre en cuanto hombre. Siempre habr? sufrimiento que necesite consuelo y ayuda. Siempre habr? soledad, siempre habr? situaciones de necesidad material en las que es indispensable una ayuda que muestre un amor concreto al pr?jimo? (n. 28).

? ?A un mundo mejor se contribuye solamente haciendo el bien ahora y en primera persona, con pasi?n y donde sea posible... dejemos que hable s?lo el amor? (n. 31).

Y es tambi?n muy consolador saber que, al que se pone manos a la obra, ?a veces el exceso de necesidades y lo limitado de sus propias actuaciones le har?n sentir la tentaci?n del desaliento. Pero, precisamente entonces, le aliviar? saber que, en definitiva, ?l no es m?s que un instrumento en manos del Se?or... Quien gobierna el mundo es Dios, no nosotros. Nosotros le ofrecemos nuestro servicio s?lo en lo que podemos y hasta que ?l nos d? fuerzas. Sin embargo, hacer todo lo que est? en nuestras manos con las capacidades que tenemos es la tarea que mantiene siempre activo al siervo bueno de Jesucristo? (n. 35).


Manos a la obra con Mar?a

Para ponernos ?manos a la obra?, acabamos mirando a Mar?a en el momento del primer gesto de amor con el Dios encarnado que nac?a, cuando sus manos cogieron al ni?o ?y lo envolvi? en pa?ales y lo acost? en el pesebre? (Lc 2,7). La Virgen nos ofrece as? la primera muestra de todos los gestos de amor que con las manos se deben hacer a Jes?s y a los m?s pobres.

Damos gracias porque la palabra de Mar?a nos ayuda a reconocer que Dios ?hace proezas con su brazo? (Lc 1,51) y nos invita a ponernos manos a la obra con disponibilidad total a la misi?n, como Ella hizo: ?Aqu? est? la esclava del Se?or? (Lc 1,38), y como Ella nos dijo: ?Haced lo que ?l os diga? (Jn 2,5).

Juan Ignacio Rodr?guez Trillo,
Director del Secretariado de la Subcomisi?n Episcopal de Catequesis

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13 Enero (ACI).- Durante una Misa celebrada en la Capilla Sixtina con ocasi?n de la Solemnidad del Bautismo del Se?or, el Papa Benedicto XVI bautiz? a 13 ni?os, hijos de trabajadores del Vaticano, y se?al? que los padres, tras el Bautismo, deben ser los primeros modelos de vida cristiana para los hijos.

?Este es uno de los momentos m?s expresivos de nuestra fe, en el que podemos casi ver, a trav?s de los signos de la liturgia, el misterio de la vida?, dijo el Pont?fice ?En primer lugar, vida humana, representada aqu? en articular por estos 13 ni?os que son el fruto de vuestro amor?y est? el misterio de la vida divina, que hoy Dios dona a estos peque?os mediante el renacimiento en el agua y el Esp?ritu Santo?.

Pero a diferencia de la vida terrena, que pasa, el Papa record? que ?en el Bautismo el peque?o ser humano recibe una vida nueva, la vida de la gracia, que lo hace capaz de entrar en relaci?n personal con el Creador, y esto para siempre, para toda la eternidad?.

?Todos sentimos ?agreg? el Pont?fice-, todos percibimos interiormente que nuestra existencia es un deseo de vida que invoca una plenitud, una salvaci?n. Esta plenitud de vida nos es dada por el Bautismo?.

Benedicto XVI explic? que Dios Padre permiti? que su Hijo, siendo completamente puro, compartiera con los pecadores el bautismo en el Jord?n, ?porque ha enviado a su Hijo unig?nito como Cordero que toma sobre s? los pecados del mundo?. ?Desde aquel momento, Jes?s fue revelado como Aquel que ha venido a bautizar a la humanidad en el Esp?ritu Santo: ha venido a traer a los hombre la vida en abundancia, la vida eterna?.

?He aqu? ?agreg?- por qu? los padres cristianos, como ustedes hoy, traen tan pronto sea posible a su hijos a la fuente bautismal, sabiendo que la vida, que ellos le han comunicado, reclama su plenitud, una salvaci?n que s?lo Dios puede dar?.

Dirigi?ndose a los padres, el Pont?fice se?al? que ?mientras les ofrecen aquello que es necesario para su crecimiento y su salud, ustedes, ayudados por los padrinos, est?is comprometidos a desarrollar en ellos la fe, la esperanza y la caridad, las virtudes teologales que son propios de la vida nueva a ellos dada en el sacramento del Bautismo?. ?Aseg?rense de ello con su presencia, con vuestro afecto; aseg?rense ante todo y por encima de todo con la oraci?n, present?ndolos diariamente a Dios, confi?ndoselos a ?l en cada etapa de su vida?.

??Sean para ellos los primeros testigo de la fe aut?ntica en Dios!? subray?

Finalmente el Santo Padre pidi? que ?alimenten siempre, queridos hermanos y hermanas, la llama de la fe con la escucha y la meditaci?n de la Palabra de Dios y la asidua comuni?n con Jes?s Eucarist?a. Que los asistan en esta estupenda, a?n si dif?cil misi?n los santos protectores de estos trece ni?os de quienes tomar?n los nombres. Que estos santos los ayuden, sobre todo a ellos, a corresponder a vuestros esfuerzos de padres cristianos?.

DOMINGO 2 DEL TIEMPO ORDINARIO / A
20 de enero de 2008


La gracia de nuestro Se?or Jesucristo, el amor del Padre y la comuni?n del Esp?ritu Santo est?n con todos vosotros.

El domingo pasado termin?bamos el tiempo de Navidad, y dentro de tres semanas comenzaremos la Cuaresma, porque este a?o la Pascua viene muy adelantada. Estos tres domingos que quedan en medio ser?n como una continuaci?n de la manifestaci?n de Jes?s que record?bamos el domingo pasado, en la fiesta de su Bautismo. Veremos c?mo Jes?s comienza a mostrarse como el enviado de Dios, que viene a anunciar la vida nueva del Evangelio.
Hoy recordamos tambi?n un hecho importante. Estamos dentro de la Semana de Oraci?n por la Unidad de los Cristianos. Por eso, en esta Eucarist?a, le pediremos a Dios que d? su luz a todas las Iglesias y comunidades cristianas para encontrar los caminos de la unidad.

A. penitencial: En silencio, prepar?monos para celebrar la Eucarist?a.

- T?, que has sido enviado a sanar los corazones afligi-
dos. SE?OR, TEN PIEDAD
- T?, que has venido a llamar a los pecadores. CRISTO,
TEN PIEDAD
- T?, que est?s sentado a la derecha del Padre para interceder por nosotros. SE?OR, TEN PIEDAD.

1. lectura (Isa?as 49,3.5-6): Hoy, en el evangelio, Juan Bautista nos presentar? a Jes?s como el enviado de Dios, el Hijo de Dios. Escuchemos ahora una profec?a que nos anuncia la misi?n de este enviado.

2. lectura (1 Corintios 1,1-3): Durante estos tres domingos antes de la Cuaresma, escucharemos el inicio de la primera carta de san Pablo a los cristianos de Corinto. Hoy leeremos su saludo lleno de fe y de cari?o.

Oraci?n universal: En esta Semana de Oraci?n por la Unidad de los Cristianos, presentemos nuestras s?plicas al Padre diciendo: ESC?CHANOS, PADRE.

1. Para que los cristianos de todas las Iglesias seamos fieles al Evangelio, dando testimonio de nuestra fe ante el mundo. OREMOS:

2. Para que Dios conceda a todas las Iglesias cristianas fortalecer y ensanchar lo que las une y superarlo que las separa. OREMOS:

3. Para que pronto llegue el d?a en el que todos cuantos creemos en Cristo podamos compartir el pan y el c?liz de una misma Eucarist?a. OREMOS:

4. Para que en el mundo entero progrese la paz, la liber-tad y la justicia, y se superen las divisiones y enemistades entre los pueblos. OREMOS:

5. Para que los que nos hemos reunido aqu? aprendamos a ser m?s fieles cada d?a a la Palabra del Se?or. OREMOS:

Escucha, Padre, lo que con fe te hemos pedido. Y concede a los cristianos y a la humanidad entera los dones de la unidad y de la paz. Por ...

Padrenuestro: Como Jes?s nos ense??, unidos en la misma fe, nos atrevemos a decir:

CPL

Publicado por verdenaranja @ 19:18  | Espiritualidad
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Comentario a las lecturas de la fiesta del Bautismo del Se?or - A, publicado en el Diario de Avisos el d?a 13 de Enero de 2008 bajo el ep?grafe "el domingo, fiesta de los cristianos".

Contado entre
los pecadores


DANIEL PADILLA


E1 amor, cuando es verdadero, lleva al amante a l?mites insospechados. Lo ve?amos el domingo pasado, cuando dec?amos que "la Palabra -con may?scula, por favor- se hizo carne". Lleva a l?mites insospechados, con riesgo hasta de la propia vida. La hagiografia nos suele contar casos de amor impresionante. Una Isabel de Hungr?a, por ejemplo, que recorr?a las calles de su ciudad curando a los enfermos apestados. Un Juan de Dios, limosnero de los pobres, lavando sus ?lceras m?s repugnantes. La historia de las misiones est? igualmente llena de ejemplos magn?ficos.

?Recuerdan "Molokai"? Era la enternecedora vida del P. Dami?n que, por amor a los leprosos, se hace leproso. ?Y de cualquier misionero, que, en no se qu? r?o, salvaba a nado, uno a uno, la vida de cuatro ni?os, mu-riendo ?l al final, al fallarle el coraz?n por el esfuerzo tit?nico? S?, el amor ha escrito mil p?ginas heroicas. A veces turbulentas y tr?gicas. El cine duro ha reconstruido, m?s de una vez, la aventura de una mujer enamorada, que, sin pensarlo dos veces se une a un criminal para protegerlo y encubrirlo.

Les digo estas cosas, porque el evangelio nos presenta la figura de un Jes?s que, por salvar al hombre, si no se identifica con el pecado, s? se identifica con la humanidad pecadora.

No se hace pecado, claro est?. Pero, en cierto modo, carga con ?l y lo asume, para eliminarlo. Se acerca tanto al
abismo, que queda confundido entre los pecadores.

V?anlo ah?, entrando en las aguas del Jord?n. Nadie lo distinguir?a de los otros. Es uno m?s. Y quiere, como
ellos, acercarse al bautismo de Juan por el camino de la penitencia. El asombrado Juan es el que pone las cosas en claro: "?Soy yo el que debo ser bautizado por Ti y T? vienes a m??" - ?Es tan desbordado el amor al hombre de este Dios que, por curarle de la lepra, se hace leproso. Por evitar que "nos ahoguemos", se arroja al abismo para salvarnos, dejando su propia vida en el empe?o. Quiere tanto a este pecador que soy yo, que carga con el peso de mi pecado y con el castigo que merezco.

?Recuerdan a Jes?s, a los doce a?os, "perdido" en el templo? A la angustia de su madre que pregunta "?por qu? has hecho eso?", Jes?s contesta sin inmutarse: "Yo debo ocuparme de las cosas de mi Padre". Pues, bien, si se acercan ahora, cuando entra en el Jord?n como "perdido" tambi?n entre los pecadores, y le preguntan, "?por qu? haces eso?", les dir? algo parecido: "Yo debo ocuparme en las cosas de mis hermanos". Y "esas cosas", amigos, ya lo saben, son nuestro pecado. Lo predijo mucho tiempo antes Isa?as: "Ser? contado entre los malhechores".

Pues, ?se es el tema. En esta ?poca en que "se ha perdido la con-ciencia de pecado", como venimos diciendo desde P?o XII; en esta ?poca, en la que, en entrevistas a pol?ticos, deportistas y famosos, a la pregunta del periodista sobre "si corregir?a algo de su vida", todos contestan con seguridad: "yo no me arrepiento de nada"; en esta ?poca tan satisfecha, puede resultar anacr?nica la figura de este Jes?s, penitente del Jord?n, que le dice a Juan: "Baut?zame, porque es conveniente que as? se haga".

Pero deber?amos meditar en ello nosotros, los "modernos", los que hemos borrado la palabra "pecado" de nuestro diccionario existencial. Porque esta escena viene, adem?s, avalada por la firma de "lo Alto". Ya saben que, a continuaci?n se abrieron los cielos y se oy? una voz que dec?a: "Este es mi Hijo... ?Escuchadle!".

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S?bado, 12 de enero de 2008
Alfonso Aguil?
www.interrogantes.net



Hay personas que logran ganarse una posici?n de gran respeto por la v?a de la fuerza o el miedo: tienden a utilizar un poder coercitivo para lograr lo que se proponen. Su eficacia a corto plazo suele ser alta, pero no es f?cil de mantener por mucho tiempo, pues produce una sumisi?n tensa y provoca actitudes de resistencia que pueden llegar a ser enormemente activas e ingeniosas.

Este tipo de poder es el que ejercen algunas personas ?en el trabajo, la escuela, la familia, etc.?, con resultados a largo plazo generalmente deplorables, pues entran con facilidad en una din?mica que alienta la simulaci?n, la sospecha, la mentira y la inmoralidad.

En algunos casos extremos, cuando se lleva al l?mite esa tensi?n, produce conflictos personales m?s graves, pues ?como escribi? el pensador ruso Alexander Solzhenitsyn? ?s?lo se tiene poder sobre las personas mientras no se les oprima demasiado; porque si a una persona se le priva de lo que considera fundamental, considerar? que ya nada tiene que perder y se liberar? de esa sujeci?n a cualquier precio?.

El poder coercitivo suele desaparecer cuando desaparece la capacidad de ejercer las amenazas o el miedo, y entonces surgen con facilidad, como reacci?n, sentimientos de rechazo, oposici?n o revanchismo.

Hay otros estilos de autoridad menos desp?ticos, que consiguen mantener una posici?n de dominio de una manera m?s utilitaria, por la v?a de la contraprestaci?n y el equilibrio de poderes, y la gente les obedece y les sigue en puntos concretos a cambio de unas ventajas determinadas. La relaci?n que se establece suele ser de simple funcionalidad, y ese equilibrio de fuerzas se mantiene mientras beneficie a ambos, o al menos mientras continuar as? les perjudique menos que romperlo. Es cierto que ofrece una cierta sensaci?n de equidad y justicia, pero es el tipo de situaci?n propia de relaciones laborales o familiares precarias y enrarecidas.

Hay, por ?ltimo, otras formas de ejercer la autoridad m?s acordes con la dignidad del hombre. Es la autoridad moral que poseen aquellas personas en las que se conf?a y a las que se respeta porque se cree en ellas y en la tarea que est?n llevando a cabo. No es una fe ni una servidumbre ciegas, ni consecuencia del arrastre de un gran carisma personal, sino una reacci?n consciente y libre que esas personas producen en los dem?s gracias a su honestidad, su val?a y su actitud hacia los dem?s.

Todos hemos conocido personas que han despertado en nosotros esos sentimientos de adhesi?n. Quiz? esa persona nos sorprendi? depositando una mayor confianza en nosotros, nos trat? de forma distinta, nos alent? en momentos dif?ciles, o nos ofreci? su ayuda cuando no lo esper?bamos. El caso es que gener? en nosotros una consideraci?n especial hacia ?l: una actitud de respeto, de lealtad, de compromiso, de receptividad.

Se trata de algo que tambi?n puede producirse ante un personaje que nos presenten los medios de comunicaci?n, o ante figuras que descubrimos en la historia, o ante escritores o artistas de otra ?poca, por ejemplo. Pueden despertar en nosotros una corriente de extraordinaria simpat?a o, por el contrario, de profundo rechazo. Estudiar esas figuras, y analizar los rasgos que producen esos efectos, ser? siempre una fuente de ideas interesantes para todo aquel que desee ganar en autoridad moral.



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Entrevista con el presidente del Instituto de Pol?tica Familiar en Espa?a.

El esc?ndalo del aborto llama a despertar
conciencias


Europa, un aborto cada treinta segundos; Espa?a, un aborto cada cinco minutos. El reciente estallido de la magnitud del aborto en suelo espa?ol al menos est? movilizando la conciencia ciudadana y se puede emprender el camino ?del principio del fin? de esta tragedia, conf?a el presidente del Instituto de Pol?tica Familiar (IPF) en el pa?s, Eduardo Hertfelder.


Marta Lago
MADRID/BRUSELAS, jueves, 10 enero 2008 (ZENIT.org)



De su mano naci? esta instituci?n civil (http://www.ipfe.org) hace siete a?os en Espa?a. Su implantaci?n es internacional. Est? presente en Francia, Noruega, Suiza, B?lgica ?con delegaci?n propia en Bruselas?, y en parte de Latinoam?rica. Est? en el Intergrupo de Familia e Infancia del Parlamento Europeo y goza de estatus consultivo en las Naciones Unidas.

El IPF busca el apoyo y la promoci?n de la instituci?n familiar a trav?s de la sensibilizaci?n de la sociedad haciendo visible la problem?tica que sufre la familia.

Para ello realiza informes, estudios y encuestas ?que analizan la realidad con ayuda de un equipo multidisciplinar de expertos, partiendo rigurosamente de estad?sticas oficiales? y genera propuestas y soluciones que presenta a la sociedad y a las Administraciones P?blicas y partidos pol?ticos para implementar una verdadera pol?tica integral de la familia.

?Queremos que la familia sea considerada como patrimonio de la humanidad por parte de las legislaciones nacionales y supranacionales?, declara Hertfelder; ?que se desarrollen normas y pol?ticas p?blicas con perspectiva de familia? porque ?no basta con considerarla en el plano te?rico?.

?Hay que pasar al terreno pr?ctico tratando a la familia como c?lula b?sica de la sociedad?, una demanda que Hertfelder desarrolla en esta entrevista a ra?z de la evidencia de la magnitud del aborto en Espa?a, un drama que no conoce fronteras.

Ha estallado el esc?ndalo del aborto en Espa?a. El IPF tuvo que dar la voz de alarma porque el Ministerio de Sanidad estaba ocultando las cifras de abortos...

As? es. El proceso es el siguiente: las cl?nicas abortivas, cuando practican abortos quir?rgicos, env?an esos datos a las distintas Consejer?as de ! las Comunidades Aut?nomas y ?stas a su vez los transmiten al Ministerio de Sanidad, el cual, con todo ello, elabora un informe que tiene que estar preparado al final de cada a?o respecto al anterior, esto es, en diciembre de 2007 ?como muy tarde? se tienen que publicar los datos correspondientes a 2006.

Pero el Ministerio de Sanidad ?en las distintas Administraciones y m?s en la actual? est? promocionando el aborto en varios niveles: ante todo con la falta de visibilidad del n?mero de abortos. Pero tambi?n digamos que se enga?a a la gente con la terminolog?a, porque ya no se habla de aborto, sino de ?interrupci?n voluntaria del embarazo?, y ni siquiera de ello, sino de sus siglas, ?IVE?. Tampoco se habla ya de n?mero de abortos, sino de tasa de abortos, y cuando se transmite a la sociedad, por ejemplo, que la tasa de abortos se ha elevado del 9,60 al 10,62 (en un a?o), pasa inadvertido este drama; la gente es insensible a lo que sucede. Si adem?s la publicaci?n de estos datos se realiza a finales de a?o ?cumpliendo la ley?, pero en plenas vacaciones [de Navidad. NdR], pasa absolutamente desapercibido.

Consideramos que sido deliberado, por parte de la Administraci?n, el intento de que esta realidad pasara desapercibida. Hemos demandado que los datos se vayan publicando a medida que se conozcan, primero por parte de las Comunidades Aut?nomas, y que luego la Administraci?n Central no espere al ?ltimo d?a.

Esta vez se lleg? al extremo de que, habiendo comenzado el a?o 2008, todav?a no se hab?an publicado las cifras de 2006, y nos consta que ello obedec?a a que el n?mero anual de abortos hab?a cruzado el umbral de los 100 mil.

Publicamos desde el IPF una nota el 2 de enero denunciando esta ocultaci?n; enseguida los medios de comunicaci?n empezaron a difundirla y a llamar al Ministerio de Sanidad; ?ste cita la presi?n de los medios y de los distintos agentes sociales para haber hecho p?blicos los datos al poco tiempo.

?Opina que existe alguna relaci?n con el hecho de que se destapara, tambi?n recientemente, la actuaci?n ilegal de cl?nicas abortistas?

Efectivamente. Es que no s?lo las cifras de abortos eran muy significativas, sino que por primera vez en Espa?a, despu?s de mucho tiempo, se hab?a reavivado el debate del aborto al difundirse un v?deo, hace un a?o, en la televisi?n p?blica danesa sobre casos de pr?ctica ilegal del aborto en nuestro pa?s. Eso provoc? la movilizaci?n legal de una plataforma ciudadana, ?E-cristians?, que fue tenida en cuenta y provoc? que recientemente se desencadenara en Madrid y en Barcelona el cierre judicial de algunas cl?nicas que estaban realizando abortos ilegales.

Se pudo contemplar qu? significa realmente el aborto; se pudo saber de m?dicos ?si se les puede llamar as? sin escr?pulos que s?lo buscan aumentar su negocio a costa de madre e hijo. Se produjo una sensibilizaci?n de la sociedad al ver estas im?genes espeluznantes. Intentando frenar el debate, la Administraci?n por su parte reten?a las cifras. La sociedad reclam? esos datos y no ha habido m?s remedio que publicarlos.

?Qu? realidad reflejan las estad?sticas oficiales?

Que en Espa?a se han practicado 101.592 abortos en 2006.

Para captar la magnitud de lo que estamos hablando esto se traduce en que se practica un aborto cada! cinco minutos en nuestro pa?s. Cada d?a, 278 abortos; en una hora, 12 abortos. Esto deber?a hacer reflexionar a las Administraciones.

Adem?s tengamos en cuenta que el aborto se ha duplicado en Espa?a en los ?ltimos diez a?os, que el ritmo de crecimiento de esta pr?ctica en nuestro pa?s es el mayor de los 27 pa?ses de la Uni?n Europea, que la legislaci?n espa?ola al respecto es muy d?bil [el C?digo Penal despenaliza el aborto en caso de malformaci?n del feto (hasta las 22 semanas de gestaci?n), en caso de violaci?n (hasta las 12 semanas); en tercer lugar, se puede abortar sin l?mite de tiempo en caso de riesgo f?sico o ps?quico para la salud de la madre, pero tal riesgo ha de ser grave. NdR].

El ?riesgo f?sico y psicol?gico? implica que el 97% de los abortos se practican bajo esta previsi?n. Dentro de ese 97% ?seg?n nuestras estimaciones, porque faltan datos oficiales? m?s del 90% de los abortos se acogen al riesgo psicol?gico, que se ha convertido en el gran coladero del aborto, dado que incluso ese riesgo psicol?gico no contempla l?mites de plazo: se puede abortar en cualquier momento de la gestaci?n. Por eso, aunque no ?de derecho?, s? se produce ?de hecho? el aborto libre en Espa?a.

Aparte de esta permisividad legal, ?qu? otros motivos est?n llevando al aborto, a su incremento, a decidirse por esa dram?tica opci?n?

En primer lugar insistamos en que el aborto es un negocio para much?simas personas a costa de la vida de los ni?os y del drama y del da?o psicol?gico que produce a las madres.

En segundo lugar existe una campa?a err?nea: se ha transmitido a la sociedad la ?educaci?n? ?por llamarla as? sexual del ?haz lo que quieras, como quieras y con quien quieras, porque se trata de un juego sin consecuencias?. Se transmite una visi?n de la sexualidad centrada en la genitalidad, desgajada del amor y de la entrega a otra persona; se inculca, por ejemplo, que el preservativo es 100% ?seguro?, cuando cient?ficamente no es as?; y si hay alg?n ?problema? se ?soluciona? con la ?p?ldora del d?a despu?s?. Todo esto adem?s supone un gran negocio en Espa?a para cl?nicas, m?dicos y empresas farmac?uticas. Y est? llevando a un aumento de los embarazos no deseados, por lo que se recurre al aborto quir?rgico.

La divulgaci?n cient?fica y una informaci?n al alcance de todos hace dif&iac! ute;cil pensar que quien practica, colabora o recurre al aborto no sepa que se trata de la eliminaci?n de una persona...

El ser humano cae muchas veces en la negaci?n, en todos los sentidos, y no quiere ver la problem?tica, porque de ser as? hay que comprometerse. Adem?s reiteradamente se ha transmitido que el aborto no tiene trascendencia, que es un ?derecho?, y que se gesta ?algo? ?no ?alguien?? que se puede extirpar en cualquier momento, y que no produce da?os psicol?gicos a la madre ni para el ni?o ?porque se difunde que no es tal?.

Ante esta visi?n ha faltado una reacci?n clara y una transmisi?n veraz de qu? es el aborto. Cargamos ahora con las consecuencias de que se haya impregnado ?con ?xito? a la sociedad de una ?cultura? contraria a la persona y a la vida.

Todo este esc?ndalo ha suscitado al menos perplejidad en la opini?n p?blica. Podr?a ser un momento adecuado para despertar la conciencia personal y social de la gravedad del aborto y de sus repercusiones. ?Qu? sugiere para frenar esta tendencia del aborto e incluso ponerle punto final?

No s?lo ?podr?a?, sino que ?ste tiene que ser el momento que marque un punto de inflexi?n para que la gente se sensibilice sobre que realmente se est?n eliminando personas, y psicol?gicamente tambi?n se est? destruyendo la vida de la madre, abocada al aborto.

Parad?jicamente, ante estas cifras de abortos, la tendencia es incrementar la p?ldora del d?a despu?s y el preservativo, por ejemplo. En lugar de admitir que se ha transmitido una visi?n err?nea e irresponsable de la sexualidad, y que esto llev! a al aborto y a su incremento, se incide en los medios contraceptivos. Por lo menos la sociedad se est? dando cuenta de que esto no da resultado.

Es el momento, subrayo, de que haya un giro, y ello depender? de la movilizaci?n de la sociedad civil y de la exigencia que se transmita a los partidos pol?ticos y a las Administraciones. Si se prosigue con esta sensibilizaci?n que est? produci?ndose en muchos sectores y niveles de la sociedad espa?ola, ser? el comienzo del fin del aborto en Espa?a. Pero a?n queda camino.

El IPF tiene experiencia en el an?lisis de problem?ticas familiares y en la aportaci?n de soluciones. Goza de estatus consultivo especial con el Consejo Econ?mico y Social de la ONU. ?Podr?a apuntar algunos pasos en este camino que opta por la vida, o algunas medidas para que la sociedad prosiga en su movilizaci?n?!

S?. Se trata de actuaciones a varios niveles. En primer lugar, se requiere seguir sensibilizando a la sociedad a trav?s de los medios de comunicaci?n, de dar visibilidad a esta problem?tica, pero tambi?n hay que llegar a las Administraciones. Por ejemplo, dado que en Espa?a emprendemos ahora el itinerario electoral, desde el IPF y otras instituciones estamos teniendo contactos con los partidos pol?ticos para que incluyan medidas ante todo de apoyo a la mujer embarazada, para que ?sta no sufra obst?culos para tener los hijos que quiera; hay que implementar los mecanismos de apoyo a la natalidad, se necesita voluntad pol?tica de ayuda a la mujer embarazada. Pensemos, por ejemplo, en la poblaci?n inmigrante, cuyos recursos econ?micos son muy limitados: estamos hablando del 10% de nuestro pa?s.

Por otro lado, est? la propia ley del aborto en Espa?a. Ante todo, se necesita un compromiso para evitar el ?coladero? del que habl?bamos antes. En segundo lugar es necesario llegar a eliminar ese supuesto normativo del ?riesgo psicol?gico?, porque cuando una persona tiene un problema psicol?gico hay que ayudarle a resolverlo, no a crear otro a?n mayor. Como primera etapa, eliminando ese ?riesgo psicol?gico? de la ley, se evitar?a ya el 90% de los abortos. Si se logra esto, y se sigue concienciando a la sociedad, se pueden emprender otras etapas hasta que verdaderamente la vida sea totalmente defendida en Espa?a.

Desde que se ?legaliz? el aborto en Espa?a, en 1985, se ha superado la cifra de 1.100.000 abortos registrados hasta el a?o 2006...

Y por esos ni?os a los que se les ha impedido nacer tambi?n ha quedado afectada la vida de los padres por la decisi?n del aborto, por no mencionar a otros familiares. La cifra de personas digamos destruidas se multiplica...

?El IPF ha pulsado la reacci?n internacional al esc?ndalo del aborto?

As? es. En nuestra publicaci?n del ?Informe de la evoluci?n de la Familia en Europa 2006? advertimos hace unos meses de que en Europa se practican un mill?n de abortos al a?o, o sea, un aborto cada treinta segundos.

Presentamos este informe en el Parlamento Europeo, convocando una reuni?n abierta, y muchos europarlamentarios y representantes de medios de comunicaci?n admitieron que hasta entonces no ten?an conciencia de la gravedad de! lo que se est? viviendo. Por unas u otras razones, era un tema que no se hab?a abordado y constataron que deb?a entrar en la agenda pol?tica y medi?tica. Han empezado a sensibilizarse y se est? creando una corriente de apoyo a la vida y a la mujer embarazada en el Parlamento Europeo, si bien a?n incipiente.

Confirmo que se est? produciendo un surgimiento de distintas iniciativas en esta l?nea en muchos lugares. Se ha creado ?y el IPF lo ha apoyado? un frente parlamentario mundial por la vida, es decir, distintos parlamentarios se han comprometido a luchar por la vida en sus respectivos parlamentos. De hecho, naci? en Chile esa experiencia, y all? se logr? frenar, por mayor?a, una ley pro-aborto de Bachelet. Esa iniciativa local se est? extendiendo: dentro de la sociedad tambi?n se est?n sensibilizando los parlamentarios, y es el comienzo para que se cree una ! cultura a favor de la vida y una legislaci?n a favor de la vida.

El siguiente paso ser? en la ONU. En su seno el IPF, con distintos grupos tambi?n con estatus consultivo, tuvo una actuaci?n muy importante denunciando el infanticidio femenino en China a trav?s del aborto. Hemos logrado que la ONU lo empiece a abordar a trav?s de sus documentos. Es un primer paso que tanto en ese nivel como en el Parlamento Europeo y en los nacionales se empiece a contemplar el tema de la vida como tema de agenda de debate y legislativa.



Publicado por verdenaranja @ 23:03  | Entrevistas
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XCIV JORNADA MUNDIAL EL EMIGRANTE Y DEL REFUGIADO


?JOVEN INMIGRANTE,

LA PARROQUIA SALE A TU ENCUENTRO?



2? Domingo del Tiempo Ordinario

18-19-20 de Enero de 2008

San Crist?bal de La Laguna, 7 de enero de 2008



Queridos hermanos en Cristo:


Cuando aun resuenan los ecos de la celebraci?n de la Epifan?a del Se?or, la gran fiesta de la Manifestaci?n de Cristo como Salvaci?n para todos los hombres, para todas las naciones, recibes estas l?neas ante la proximidad de la Jornada Mundial de las Migraciones, a celebrar el pr?ximo d?a 20 de enero. Ya hemos enviado hace unos d?asel material de la campa?a a todas la parroquia asi como a las comunidades religiosas y Delegaciones Diocesanas; y a todo ello sumaremos, ya impreso en A4, el mensaje de los Obispos de la Comisi?n Episcopal de Migraciones, que estamos haciendo llegar masivamente a trav?s de los Arciprestestazgos, para que sea distribuido a los fieles ese fin de semana.


Este a?o bajo el lema, ?Joven inmigrante, la parroquia sale a tu encuentro? esta jornada se presenta en plena consonancia con el ?A?o de la Parroquia? en el que nos encontramos como primera etapa de nuestro Plan Diocesano de Pastoral y nos invita a tener en cuenta a los j?venes. Ellos, y de forma especial los j?venes inmigrantes merecen una especial atenci?n por parte de la sociedad y de la Iglesia, y urge que se arbitren especiales medidas para su adecuado proceso de desarrollo, de integraci?n y de compromiso.


La realidad de la inmigraci?n constituye un reto para la tarea evangelizadora de la Iglesia y nos ha de poner en sinton?a creativa para que nuestras comunidades parroquiales sean generadoras de procesos de integraci?n, donde cada uno aporte lo mejor de s? mismo y se enriquezca a su vez, con todo lo bueno que los dem?s, vengan de donde vengan, pueden aportarnos.


En definitiva, la Jornada Mundial de las ?Migraciones? es una llamada al compromiso de todos y cada uno de los que formamos parte de esta Iglesia Diocesana, que en un tiempo tierra de emigrantes y que ahora se ha convertido en punto de referencia para los que llegan... y puente para la esperanza de los que buscan un futuro que disipe sus miedos, sacie su hambre y colme sus vidas necesitadas.


La invitaci?n a celebrar esta jornada, en medio de este mes de enero plagado de acontecimientos y jornadas eclesiales, nos mueve a pedirles que pongan empe?o y cuiden, como bien saben hacerlo, la celebraci?n del fin de semana del 19 y 20 de enero, haciendo referencia a la misma jornada y usando, con las debidas adaptaciones a cada realidad, los materiales adjuntos.

Por nuestra parte, como Delegaci?n de Migraciones, hemos organizado dos momentos celebrativos para esos d?as a los que queremos se sientan invitados:


Una Vigilia de Oraci?n que tendr? lugar en la Parroquia de Mar?a Auxiliadora de Santa Cruz de Tenerife, el 18 de enero a las 20.00 horas; en la que tendremos presente la realidad de la inmigraci?n en nuestras islas y donde se nos invitar? a hacer nuestro el sentir de la Iglesia con respecto al fen?meno de las migraciones.

Una Eucarist?a de la Jornada de Migraciones que celebraremos el 20 de enero a las 12.00 del mediod?a en la Parroquia de San Marcos de Tegueste, que est? viviendo la realidad de la presencia de j?venes inmigrantes.


Esperando poder contar con las aportaciones de todos para hacer efectivo el trabajo de la Delegaci?n de Migraciones en favor de la sensibilizaci?n y de la acogida de los inmigrantes que se acercan a nuestras parroquias, as? como de aquellos que viven entre nosotros y que deben ser objeto de nuestra cercan?a y de nuestro testimonio, les emplazamos, tambi?n desde ahora, para las pr?ximas ?IV Jornadas de Formaci?n y Sensibilizaci?n en torno al mundo de la Inmigraci?n? que celebraremos en el pr?ximo mes de marzo y de las cuales ya iremos dando cumplida informaci?n en su debido momento.


Afectuosamente en Cristo.

Oscar Luis Guerra P?rez Delegado Diocesano de Migraciones

Saludo del Santo Padre a los participantes en el encuentro

Publicado: 30-12-2007


Saludo a los participantes en el Encuentro de las Familias que se est? llevando a cabo en este domingo en Madrid, as? como a los Se?ores Cardenales, Obispos y sacerdotes que los acompa?an. Al contemplar el misterio del Hijo de Dios que vino al mundo rodeado del afecto de Mar?a y de Jos?, invito a las familias cristianas a experimentar la presencia amorosa del Se?or en sus vidas.


Asimismo, les aliento a que, inspir?ndose en el amor de Cristo por los hombres, den testimonio ante el mundo de la belleza del amor humano, del matrimonio y la familia. ?sta, fundada en la uni?n indisoluble entre un hombre y una mujer, constituye el ?mbito privilegiado en el que la vida humana es acogida y protegida, desde su inicio hasta su fin natural. Por eso, los padres tienen el derecho y la obligaci?n fundamental de educar a sus hijos, en la fe y en los valores que dignifican la existencia humana. Vale la pena trabajar por la famiia y el matrimonio, porque vale la pena trabajar por el ser humano, el ser m?s precioso creado por Dios.

Me dirijo de modo especial a los ni?os, para que quieran y recen por sus padres y hermanos; a los j?venes, para que estimulados por el amor de sus padres, sigan con generosidad su propia vocaci?n matrimonial, sacerdotal o religiosa; a los ancianos y enfermos, para qu eencuentren la ayuda y comprensi?n necesarias. Y vosotros, queridos esposos, contad siempre con la gracia de Dios, para que vuestro amor sea cada vez m?s fecundo y fiel. En las manos de Mar?a, ?que con su s? abri? la puerta de nuestro mundo a Dios? (Enc. Spe Salvi, 49), pongo los frutos de esta celebraci?n. Muchas gracias y Felices Fiestas.

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Madrid (Agencia Fides) - El Comit? Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Espa?ola da las gracias al Santo Padre Benedicto XVI por sus palabras en el d?a de la celebraci?n de la Familia y a favor de todos los que trabajan por ella. "Merece la pena trabajar por la familia y el matrimonio" ha dicho el Papa.


Madrid, 10 de enero de 2008



El Comit? Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Espa?ola, reunido hoy en su sesi?n mensual, tratando, entre otras cosas, de la celebraci?n por la familia cristiana que tuvo lugar en Madrid el pasado d?a 30 de diciembre, domingo de la Sagrada Familia, hace una valoraci?n muy positiva del acto.

El Comit? Ejecutivo agradece al Santo Padre, Benedicto XVI, que se haya dignado dirigirse a los congregados con iluminadoras palabras de est?mulo para quienes trabajan en favor de la familia. Tambi?n expresa su agradecimiento a la Archidi?cesis de Madrid y al se?or Cardenal Arzobispo por la acogida y la organizaci?n de la asamblea, junto con las asociaciones y personas que han prestado su colaboraci?n. Da asimismo las gracias a los numeros?simos fieles, presentes en muchos casos con toda su familia y llegados de toda Espa?a, que participaron en el extraordinario acontecimiento religioso con devoci?n, alegr?a y sin escatimar sacrificios.

El Ejecutivo conf?a en que el Se?or bendecir? con abundantes frutos espirituales, pastorales y sociales esta celebraci?n. ?Vale la pena trabajar por la familia y el matrimonio, porque vale la pena trabajar por el ser humano, el ser m?s precioso creado por Dios? (Benedicto XVI).

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VATICANO - Mensaje de solidaridad del Santo Padre a las comunidades cristianas en Irak afectadas por atentados

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El Santo Padre Benedicto XVI ha expresado su solidaridad a la comunidad cristiana en Irak despu?s de los recientes ataques ocurridos en Bagdad, Mossul y Kirkuk (ver Agencia Fides 10/1/2008). El telegrama, firmado por el Secretario de Estado, Card. Tarcisio Bertone, est? dirigido al Card. Emmanuel III Delly, patriarca de Babilonia de los Caldeos. A continuaci?n el texto del telegrama.

"Profundamente preocupado por las noticias sobre los ataques contra objetivos cristianos en Bagdad, Mosul y Kirkuk, que se han producido el pasado domingo y ayer, el Santo Padre expresa su cercan?a espiritual a los heridos y a sus familias. A Su Beatitud Eminent?sima, Presidente de la Asamblea de los Obispos cat?licos de Irak, y a los Arzobispos de las ciudades interesadas, asegura su oraci?n fraterna, mientras trat?is de ofrecer esperanza y fuerza a vuestro pueblo. Le pide, adem?s, su solidaridad a los superiores de las comunidades religiosas afectadas por estos ataques y que renueve sus sentimientos de sincera solidaridad a todos los miembros de las comunidades cristianas en Irak, cat?licos y no cat?licos. Consciente de que estos ataques est?n dirigidos tambi?n contra todo el pueblo iraqu?, Su Santidad se dirige a los responsables para que renuncien a la violencia que ha causado tanto sufrimiento entre la poblaci?n civil y alienta a cuantos tienen autoridad para que renueven los esfuerzos orientados a una negociaci?n pac?fica, que promueva una resoluci?n justa de las dificultades del pa?s y que respete los derechos de todos". Rogando por un regreso a la convivencia pac?fica de los diferentes grupos que constituyen la poblaci?n de este querido pa?s y conf?a a todo el pueblo iraqu? a la protecci?n celestial de nuestro Padre omnipotente y misericordioso. Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado". (Agencia Fides 11/1/2008; L?neas: 23 Palabras: 307)

Links:
El texto original del telegrama, en ingl?s
http://www.fides.org/ita/documents/bertone_0108messaggio_di_solidarieta_alle_comunita_colpite.doc

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Día 13 de Enero
Domingo del Bautismo del Señor


Una visión más completa de la vida



Hoy nos ofrece la Liturgia de la Iglesia, en esta fiesta del Bautismo del Señor, una escena muy sobrenatural y especial para nosotros, habituados tal vez a contemplar la realidad de este mundo sólo con los ojos del cuerpo. Nos conviene reconocer, una vez más, que no se agota la verdad con lo que logramos descubrir con los sentidos. Por eso el Señor anima con mucha frecuencia a fomentar la virtud de la fe, pues, todo un mundo sobrenatural nos aguarda, aunque no podamos verlo ni alcanzarlo con las fuerzas de la naturaleza.

Necesitamos creer mediante la la fe. Se trata de una virtud: hábito, o disposición permanente, infundida por Dios en el espíritu del hombre, que lleva a la persona a aceptar las verdades reveladas por Dios, no tanto por la evidencia con que se le muestran, sino por la autoridad del mismo Dios que revela, que –de acuerdo con su perfección– no puede engañarse ni –de acuerdo con su bondad– puede engañarnos.

Nuestro Dios, por propia iniciativa y de acuerdo con el misterioso designio de su amor por el hombre, nos revela su intimidad trinitaria. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se hacen distintamente presentes en el Bautismo del Hijo encarnado, cuya fiesta celebramos hoy. No nos basta, por consiguiente, reconocer la existencia de un Dios único, autor de cuanto existe, causa primera y perfección suma. Es preciso que reconozcamos también que es Padre, Hijo y Espíritu Santo y remunerador de los que le aman. Por eso hoy deseamos tenerle especialmente presente en sus Tres Personas, pues, cada una nos sugiere afectos propios, siendo el mismo Dios.

Hace pocos años, cuando preparábamos el Gran Jubileo del 2000, fomentábamos –fieles al deseo del Papa– un trato más afectuoso con Dios Padre, que nos llama hijos en Jesucristo. Es su voz la que se escuchó aquel día, cuando Jesús fue bautizado por Juan. El Padre siempre contempla al Hijo, nunca lo desampara aunque alguna vez parezca olvidarlo. No queramos tampoco olvidarnos de Nuestro Dios, aunque nuestros quehaceres quieran imponerse a veces con urgencia y de modo inoportuno. Posiblemente será necesario un ejercicio tenaz por nuestra parte para no perder esa presencia de Dios que, fomentando la virtud de la fe, nos lleva a descubrir el fundamento de la dignidad humana: que somos hijos muy queridos de Dios, hasta el extremo de que, según su misterioso designio, el Hijo se ha hecho como uno de nosotros para salvarnos del pecado.

Consideremos también en este día, pues hemos conocido desde mucho tiempo atrás la Redención, que –como Juan Bautista– podemos dar testimonio de la vida de Cristo entre los hombres y de nuestra grandeza por el amor que Dios nos tiene. Tenemos asimismo la posibilidad de anunciar a los demás que Dios quiso compartir nuestra condición para que, participando nosotros de la suya, seamos sus hijos por adopción. Que como verdaderos hijos que somos de Dios se complace en nosotros y nos ofrece en todo momento la ocasión de recrearnos con su presencia, soñando con el día en que, libres ya de lo gravoso de este mundo, gocemos para siempre con Él en el Cielo.

Es bueno, en todo caso, vivir bien afianzados en el momento presente y, por tanto, en la realidad terrena que ahora nos corresponde. Lo cual no nos impide ejercitar la virtud de la fe, que, sin sacarnos de esta tierra –lugar de nuestra santificación– nos permite saborear la vida para la que fuimos creados como hombres: una vida escondida con Cristo en Dios, según la expresión del Apóstol. No se trata, desde luego, solamente de soñar y de saborear antes de tiempo una ilusión. Debemos ejercitarnos en obras que, cada jornada, nos aproximen al Cielo; pero nos animará para ese ejercicio, que se nos hace costoso, contemplar por la fe el Paraíso que Nuestro Señor nos tiene prometido. No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas. De lo contrario, ¿os hubiera dicho que voy a prepararos un lugar? Cuando me haya marchado y os haya preparado un lugar, de nuevo vendré y os llevaré junto a mí, para que, donde yo estoy, estéis también vosotros: la verdad de la divina promesa la garantiza el mismo Dios por Jesucristo; y los que le siguen, empeñándose con confianza en el esfuerzo que les supone ese seguimiento, viven con paz y alegría, comprobando que no es tanta su fatiga o su exigencia que se les haga insufrible; por el contrario, encuentran para cada instante la energía sobrenatural y humana, proporcionada a sus circunstancias, para actuar según Dios espera.

Esa alegría y paz, fruto de avanzar según Dios hacia un destino feliz, además de estimular de modo permanente al propio esfuerzo, supone un importante revulsivo que contagia a otros, que se sienten también atraídos por el reflejo de Cristo en la vida de los cristianos consecuentes. Así ha sucedido desde los tiempos apostólicos, cuando el atractivo de la vida de los fieles al Señor y su alegría destacaba y sorprendía a pesar de las persecuciones que injustamente padecían.

La vida más fácil –sin fe– de los paganos de entonces, como la de muchos hoy, llena de atractivos sensibles, decaía paulatinamente hasta ser superada por otras culturas más violentas. Pero el cristianismo se ha mantenido, aunque haya sido, no pocas veces, con abundante dolor por parte de los cristianos. Se ha cumplido así la promesa de Jesucristo de que su Iglesia no sería aniquilada y que Él acompañaría siempre a los suyos. Y su Reino no tendrá fin, rezamos en el Credo.

Nos sentimos asimismo seguros acompañados por su Madre, habiendo querido desde su Cruz que fuese también Madre de nuestra.


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ZENIT publica el comentario del padre Raniero Cantalamessa, OFM Cap. --predicador de la Casa Pontificia-- a la Liturgia de la Palabra del domingo, Bautismo del Se?or, 13 de Enero de 2008.


Bautismo del Se?or
Isa?as 42, 1-4.6-7; Hechos 10, 34-38; Mateo 3, 13-17



?Me ha consagrado con la unci?n?




Jes?s mismo dio una explicaci?n de lo que ocurri? en ?l en el bautismo en el Jord?n. De regreso, en la sinagoga de Nazaret se aplic? a s? mismo las palabras de Isa?as: ?El Esp?ritu del Se?or est? sobre m?: me ha consagrado con la unci?n...?. El mismo t?rmino de unci?n utiliza Pedro en la segunda lectura, hablando del bautismo de Jes?s: ?Dios a Jes?s de Nazaret le ungi? con el Esp?ritu Santo y con poder?.

Se trata de un concepto fundamental para la fe cristiana. Basta decir que el nombre Mes?as en hebreo y Christos en griego significan exactamente eso: Ungido. Nosotros mismos, dec?an los antiguos Padres, nos llamamos cristianos porque hemos sido ungidos a imitaci?n de Cristo, el Ungido por excelencia. La palabra ?ungido?, en nuestro lenguaje, tiene muchos significados, no todos positivo. En la antig?edad la unci?n era un elemento importante de la vida. Se ung?an con aceite los atletas para estar sueltos y ?giles en las carreras, y se ung?an con aceite perfumado hombres y mujeres para tener el rostro bello y resplandeciente. Actualmente, con estos mismos objetivos, hay a disposici?n una infinidad de productos y cremas en gran parte derivados de distintos tipos de aceites.

En Israel el rito ten?a un significado religioso. Se ung?a a los reyes, a los sacerdotes y a los profetas con un ung?ento perfumado y ?ste era el signo de que estaban consagrados al servicio divino. En Cristo todas estas unciones simb?licas se hacen realidad. En el bautismo en el Jord?n ?l es consagrado rey, profeta y sacerdote eterno por Dios Padre. Pero no con un aceite f?sico, sino con el aceite espiritual que es el Esp?ritu del Se?or, ?el ?leo de alegr?a?, como lo define un salmo. Esto explica por qu? la Iglesia da tanta importancia a la unci?n con el santo crisma. Existe un rito de unci?n en el bautismo, en la confirmaci?n y en la ordenaci?n sacerdotal; existe una unci?n de los enfermos (en un tiempo llamada ?extremaunci?n?). Es porque a trav?s de estos ritos se participa en la unci?n de Cristo, esto es, en su plenitud de Esp?ritu Santo. Se es literalmente ?cristiano?, esto es, ungido, consagrado, persona llamada -dice Pablo-- ?a difundir en el mundo el buen olor de Cristo?.

Procuremos ver qu? nos dice todo ello a los hombres de hoy. Actualmente est? de moda hablar de aromaterapia. Se trata del empleo de aceites esenciales (o sea, los que exhalan perfume) para el mantenimiento de la salud o para la terapia de algunos trastornos. Internet est? lleno de anuncios de aromaterapia. No se contenta con prometer con ellos bienestar f?sico. Existen tambi?n ?perfumes del alma?, por ejemplo ?el perfume de la paz interior?.

No me corresponde dar un juicio sobre esta medicina alternativa. Si embargo veo que los m?dicos invitan a desconfiar de esta pr?ctica que no est? cient?ficamente probada y que incluso implica en algunos casos contraindicaciones. Lo que deseo expresar es que existe una aromaterapia segura, infalible, que excluye toda contraindicaci?n: ?la que est? hecha a base del aroma especial, del ung?ento perfumado, que es el Esp?ritu Santo!

Esta aromaterapia hecha de Esp?ritu Santo cura las enfermedades del alma y a veces, si Dios quiere, tambi?n las del cuerpo. Hay un canto spiritual afro-americano en el que no se hace m?s que repetir continuamente estas pocas palabras: ?Hay un b?lsamo en Gilead que cura las almas heridas? (There is a balm in Gilead / to make the wounded whole...). Gilead, o Galaad, es una localidad famosa en el Antiguo Testamento por sus perfumes y ung?entos (Jr 8,22). El canto prosigue, diciendo: ?A veces me siento desalentado y pienso que todo es en vano, pero entonces el Esp?ritu Santo reaviva el alma m?a? (Some times I feel discouraged and think my work's in vain but then the Holy Spirit revives my soul again). Gilead es para nosotros la Iglesia, y el b?lsamo que sana es el Esp?ritu Santo. ?l es la estela de perfume que Jes?s ha dejado tras de s?, al pasar por esta tierra.

El Esp?ritu Santo es especialista en las enfermedades del matrimonio. El matrimonio consiste en darse el uno al otro; es el sacramento de hacerse don. Y el Esp?ritu Santo es el don hecho persona: la donaci?n del Padre al Hijo y del Hijo al Padre. Donde llega ?l renace la capacidad de hacerse don y con ella la alegr?a y la belleza de vivir juntos.

El fil?sofo Heidegger lanz? un juicio alarmado sobre el futuro de la sociedad humana: ?S?lo un dios nos puede salvar?, dijo. Pues yo digo que este Dios que nos puede salvar existe: es el Esp?ritu Santo. Nuestra sociedad necesita dosis masivas de Esp?ritu Santo.

[Traducci?n del original italiano realizada por Marta Lago.]

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ZENITPublicamos la homil?a que pronunci? Benedicto XVI el 6 de enero de 2008 en la celebraci?n eucar?stica que presidi? en la Bas?lica de San Pedro del Vaticano con motivo de la solemnidad de la Epifan?a del Se?or, el 6 de enero.


Queridos hermanos y hermanas:
Celebramos hoy a Cristo, luz del mundo, y su manifestaci?n a las naciones. En el d?a de Navidad el mensaje de la liturgia era: "Hodie descendit lux magna super terram", "Hoy desciende una gran luz a la tierra" (Misal romano). En Bel?n, esta "gran luz" se present? a un peque?o grupo de personas, a un min?sculo "resto de Israel": a la Virgen Mar?a, a su esposo Jos?, y a algunos pastores. Una luz humilde, seg?n el estilo del verdadero Dios. Una llamita encendida en la noche: un fr?gil ni?o reci?n nacido, que da vagidos en el silencio del mundo... Pero en torno a ese nacimiento oculto y desconocido resonaba el himno de alabanza de los coros celestiales, que cantaban gloria y paz (cf. Lc 2, 13-14).


As?, aquella luz, aun siendo peque?a cuando apareci? en la tierra, se proyectaba con fuerza en los cielos. El nacimiento del Rey de los jud?os hab?a sido anunciado por una estrella que se pod?a ver desde muy lejos. Este fue el testimonio de "algunos Magos" que llegaron desde Oriente a Jerusal?n poco despu?s del nacimiento de Jes?s, en tiempos del rey Herodes (cf. Mt 2, 1-2).


Una vez m?s, se comunican y se responden el cielo y la tierra, el cosmos y la historia. Las antiguas profec?as se cumplen con el lenguaje de los astros. "De Jacob avanza una estrella, un cetro surge de Israel" (Nm 24, 17), hab?a anunciado el vidente pagano Balaam, llamado a maldecir al pueblo de Israel y que, al contrario, lo bendijo porque, como Dios le revel?, "ese pueblo es bendito" (Nm 22, 12).


Cromacio de Aquileya, en su Comentario al evangelio de san Mateo, relacionando a Balaam con los Magos, escribe: "Aquel profetiz? que Cristo vendr?a; estos lo vieron con los ojos de la fe". Y a?ade una observaci?n importante: "Todos vieron la estrella, pero no todos comprendieron su sentido. Del mismo modo, nuestro Se?or y Salvador naci? para todos, pero no todos lo acogieron" (ib., 4, 1-2). Este es, en la perspectiva hist?rica, el significado del s?mbolo de la luz aplicado al nacimiento de Cristo: expresa la bendici?n especial de Dios en favor de la descendencia de Abraham, destinada a extenderse a todos los pueblos de la tierra.
De este modo, el acontecimiento evang?lico que recordamos en la Epifan?a, la visita de los Magos al Ni?o Jes?s en Bel?n, nos remite a los or?genes de la historia del pueblo de Dios, es decir, a la llamada de Abraham, que encontramos en el cap?tulo 12 del libro del G?nesis. Los primeros once cap?tulos son como grandes cuadros que responden a algunas preguntas fundamentales de la humanidad: ?Cu?l es el origen del universo y del g?nero humano? ?De d?nde viene el mal? ?Por qu? hay diversas lenguas y civilizaciones?


Entre los relatos iniciales de la Biblia aparece una primera "alianza", establecida por Dios con No?, despu?s del diluvio. Se trata de una alianza universal, que ata?e a toda la humanidad: el nuevo pacto con la familia de No? es, a la vez, un pacto con "toda carne" (cf. Gn 9, 15). Luego, antes de la llamada de Abraham, se encuentra otro gran cuadro, muy importante para comprender el sentido de la Epifan?a: el de la torre de Babel. El texto sagrado afirma que en los or?genes "todo el mundo ten?a un mismo lenguaje e id?nticas palabras" (Gn 11, 1). Despu?s los hombres dijeron: "Ea, vamos a edificarnos una ciudad y una torre con la c?spide en los cielos, y hag?monos famosos, por si nos desperdigamos por toda la haz de la tierra" (Gn 11, 4). La consecuencia de este pecado de orgullo, an?logo al de Ad?n y Eva, fue la confusi?n de las lenguas y la dispersi?n de la humanidad por toda la tierra (cf. Gn 11, 7-8). Esto es lo que significa "Babel"; fue una especie de maldici?n, semejante a la expulsi?n del para?so terrenal.


En este punto se inicia la historia de la bendici?n, con la llamada de Abraham: comienza el gran plan de Dios para hacer de la humanidad una familia, mediante la alianza con un pueblo nuevo, elegido por ?l para que sea una bendici?n en medio de todas las naciones (cf. Gn 12, 1-3). Este plan divino se sigue realizando todav?a y tuvo su momento culminante en el misterio de Cristo. Desde entonces se iniciaron "los ?ltimos tiempos", en el sentido de que el plan fue plenamente revelado y realizado en Cristo, pero debe ser acogido por la historia humana, que sigue siendo siempre historia de fidelidad por parte de Dios y, lamentablemente, tambi?n de infidelidad por parte de nosotros los hombres.


La Iglesia misma, depositaria de la bendici?n, es santa y a la vez est? compuesta de pecadores; est? marcada por la tensi?n entre el "ya" y el "todav?a no". En la plenitud de los tiempos Jesucristo vino a establecer la alianza: ?l mismo, verdadero Dios y verdadero hombre, es el Sacramento de la fidelidad de Dios a su plan de salvaci?n para la humanidad entera, para todos nosotros.


La llegada de los Magos de Oriente a Bel?n, para adorar al Mes?as reci?n nacido, es la se?al de la manifestaci?n del Rey universal a los pueblos y a todos los hombres que buscan la verdad. Es el inicio de un movimiento opuesto al de Babel: de la confusi?n a la comprensi?n, de la dispersi?n a la reconciliaci?n. Por consiguiente, descubrimos un v?nculo entre la Epifan?a y Pentecost?s: si el nacimiento de Cristo, la Cabeza, es tambi?n el nacimiento de la Iglesia, su cuerpo, en los Magos vemos a los pueblos que se agregan al resto de Israel, anunciando la gran se?al de la "Iglesia pol?glota" realizada por el Esp?ritu Santo cincuenta d?as despu?s de la Pascua.


El amor fiel y tenaz de Dios, que mantiene siempre su alianza de generaci?n en generaci?n. Este es el "misterio" del que habla san Pablo en sus cartas, tambi?n en el pasaje de la carta a los Efesios que se acaba de proclamar. El Ap?stol afirma que este misterio le "fue comunicado por una revelaci?n" (Ef 3, 3) y ?l se encarg? de darlo a conocer.
Este "misterio" de la fidelidad de Dios constituye la esperanza de la historia. Ciertamente, se le oponen fuerzas de divisi?n y atropello, que desgarran a la humanidad a causa del pecado y del conflicto de ego?smos. En la historia, la Iglesia est? al servicio de este "misterio" de bendici?n para la humanidad entera. En este misterio de la fidelidad de Dios, la Iglesia s?lo cumple plenamente su misi?n cuando refleja en s? misma la luz de Cristo Se?or, y as? sirve de ayuda a los pueblos del mundo por el camino de la paz y del aut?ntico progreso.


En efecto, sigue siendo siempre v?lida la palabra de Dios revelada por medio del profeta Isa?as: "La oscuridad cubre la tierra, y espesa nube a los pueblos, mas sobre ti amanece el Se?or y su gloria sobre ti aparece" (Is 60, 2). Lo que el profeta anuncia a Jerusal?n se cumple en la Iglesia de Cristo: "A tu luz caminar?n las naciones, y los reyes al resplandor de tu aurora" (Is 60, 3).


Con Jesucristo la bendici?n de Abraham se extendi? a todos los pueblos, a la Iglesia universal como nuevo Israel que acoge en su seno a la humanidad entera. Con todo, tambi?n hoy sigue siendo verdad lo que dec?a el profeta: "Espesa nube cubre a los pueblos" y nuestra historia. En efecto, no se puede decir que la globalizaci?n sea sin?nimo de orden mundial; todo lo contrario. Los conflictos por la supremac?a econ?mica y el acaparamiento de los recursos energ?ticos e h?dricos, y de las materias primas, dificultan el trabajo de quienes, en todos los niveles, se esfuerzan por construir un mundo justo y solidario.


Es necesaria una esperanza mayor, que permita preferir el bien com?n de todos al lujo de pocos y a la miseria de muchos. "Esta gran esperanza s?lo puede ser Dios, (...) pero no cualquier dios, sino el Dios que tiene un rostro humano" (Spe salvi, 31), el Dios que se manifest? en el Ni?o de Bel?n y en el Crucificado Resucitado.


Si hay una gran esperanza, se puede perseverar en la sobriedad. Si falta la verdadera esperanza, se busca la felicidad en la embriaguez, en lo superfluo, en los excesos, y los hombres se arruinan a s? mismos y al mundo. La moderaci?n no s?lo es una regla asc?tica, sino tambi?n un camino de salvaci?n para la humanidad.


Ya resulta evidente que s?lo adoptando un estilo de vida sobrio, acompa?ado del serio compromiso por una distribuci?n equitativa de las riquezas, ser? posible instaurar un orden de desarrollo justo y sostenible. Por esto, hacen falta hombres que alimenten una gran esperanza y posean por ello una gran valent?a. La valent?a de los Magos, que emprendieron un largo viaje siguiendo una estrella, y que supieron arrodillarse ante un Ni?o y ofrecerle sus dones preciosos. Todos necesitamos esta valent?a, anclada en una firme esperanza.


Que nos la obtenga Mar?a, acompa??ndonos en nuestra peregrinaci?n terrena con su protecci?n materna. Am?n.

Traducci?n distribuida por ?L'Osservatore Romano?

? Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana

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Viernes, 11 de enero de 2008
Los Obispos de Kenia han publicaron ayer, 9 de enero de 2008, una carta pastoral en la que invitan a los fieles y los hombres de buena voluntad a rezar y a trabajar por la paz.


Nuestros queridos Cristianos y el pueblo de Kenia

Nosotros los obispos cat?licos de Kenia deseamos darles las gracias por la calurosa recepci?n de nuestra reciente carta ?Mi Paz os doy? exhortando a todos hacia la Paz y la Jusitica. Al reunirnos para examinar la situaci?n de nuestro pa?s, una vez m?s deseamos pedirles a mantener y fomentar la Paz y la fraternidad buscando una soluci?n a la crisis en la que se ha encuentrado nuestro pa?s.

Deseamos expresar nuestra ayuda a los esfuerzos de la actual mediaci?n del Presiente Kufuor de Ghana y la oraci?n por el ?xito de estos encuentros. A?adimos nuestra voz a la llamada del Santo Padre el Papa Benedicto XVI a nuestros l?deres a buscar el di?logo y a rezar expresamente y esperar que el Presidente Mwai Kibaki y Hon Raila Odinga iniciar?n y tomar?n seriamente los resultados y resoluciones que alcancen durante la mediaci?n. Creemos que estas conversaciones ayudar?n a que surja la verdad acerca de los resultados de la elecci?n impugnada porque es sobre esta verdad sobre la que la justicia se puede fabricar.

Mientras estas conversaciones se est?n desarrollando, destacamos la cuesti?n de la Tierra como una de las cuestiones problem?ticas subyacentes que tiene que ser tratada en este largo camino.
Continuamos urgiendo a todos nuestros cristianos y a todos los kenianos de buena voluntad, a seguir rogando por la Paz y suplicando a la misericordia de Dios por todos nosotros, por nuestro pa?s. Pedimos a ustedes a obsrvar un d?a nacional de oraci?n el 20 de Enero de 2008, y les enviaremos una oraci?n que usaremos durante este tiempo. Continuamos estando muy cercanos a todos aquellos que est?n afligidos, por la p?rdida de vida y propiedad y estamos pidiendo por todos ustedes.

Exhortamos tambi?n a todos los kenianos a procurar y dar asistencia material a todos estos hermanos y hermanas que est?n sufriendo. ?Confiamos que Jes?s el Pr?ncipe de la paz bendecir? nuestro pa?s con la Paz duradera!

La Paz os doy, mi paz os doy,
Una paz que el mundo no puede dar,
Este es mi don para vosotros? (Juan 14, 27)
?Que la Justicia sea nuestro escudo y defesa?

Firmado:

Su Eminencia John Cardinal Njue

Arzobispo de, Administrador Apost?lico de Murang'a & Nyeri
Presidente, Conferencia Episcopal de Kenia

Rt. Rev. Philip Sulumeti, Vice Presidente de KEC, Obispo de Kakamega
y los otros 22 obispod de Kenia.

(Traducci?n particular no oficial desde el Ingl?s)

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AMERICA/ECUADOR - Hacia el Tercer Congreso Misionero Americano CAM 3: las iniciativas realizadas a lo largo del 2007

Quito (Agencia Fides) - En una relaci?n enviada a la Agencia Fides por Osvaldo Fierro, Secretario Ejecutivo del Tercer Congreso Misionero Americano CAM 3, se destacan los pasos principales y etapas realizadas a lo largo del a?o 2007 en el camino de preparaci?n del CAM3, que tendr? lugar en Quito (Ecuador) del 12 al 17 de agosto.

En primer lugar del 23 al 27 de abril se realiz? la Asamblea Plenaria del Episcopado Ecuatoriano, dedicada a la Dimensi?n Misionera de la Iglesia Particular (ver Fides 21/4/2007). Durante la misma Mons. Ra?l Vela, Arzobispo de Quito y anfitri?n del CAM 3 realiz? una presentaci?n general del Congreso. Se analiz? adem?s el borrador de la Carta Misionera como parte importante en el proceso preparatorio.
Durante este a?o se ha presentando tambi?n la canci?n oficial del Congreso y se ha realizado un videoclip para promover el congreso (ver Fides 22/11/2007). Adem?s se ha realizado un CD con trece canciones que recogen la tem?tica, los ejes centrales, el tema y el lema del Congreso ?Es la primera vez en la historia de Congresos Misioneros Americanos que se elabora un CD musical, especialmente para animar la preparaci?n y celebraci?n del Congreso?, se lee en la nota enviada a Fides.

En el mes de noviembre del 2006 el Cardenal Antonio Gonz?lez Zum?rraga, Presidente del CAM3 solicit? al Santo Padre una oraci?n para el Congreso, que fue presentada oficialmente en el mes de agosto del 2007,durante la celebraci?n del Segundo Simposio Internacional de Misionolog?a. ?Tanto a nivel nacional como internacional la oraci?n se ha convertido en un valioso instrumento de animaci?n para la preparaci?n del Congreso?, afirma Osvaldo.

Despu?s de casi tres a?os de intenso trabajo, la Comisi?n Teol?gica, bajo la presidencia de Mons. Julio Ter?n Dutari, Obispo de Ibarra, elabor? el Instrumento de Trabajo, que fue presentado durante el Segundo Simposio Internacional de Misionolog?a, el jueves 2 de agosto de 2007 (ver Fides 19/9/2007 y 22/11/2007). El documento est? en estrecha relaci?n con el documento final de Aparecida. Consta de cinco cap?tulos: La Iglesia en discipulado misionero; Nuestra Vida Misionera en Am?rica desde los CAMs comlas; Discipulado: Comunidad disc?pula de Jes?s; Pentecost?s: Comunidad llevada por el Esp?ritu; Evangelizaci?n: Comunidad misionera para la Humanidad. Adem?s de a todos los Directores Nacionales de las Obras Misionales Pontificias se han enviado varios ejemplares del Instrumento de Trabajo a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el Continente para que cada Conferencia Episcopal lo conozca y difunda.

Del 31 de julio al 3 de agosto se celebr? el Segundo Simposio Internacional de Misionolog?a con el objetivo de reflexionar sobre la Antropolog?a y la pastoral de la Misi?n para dar un aporte a la presentaci?n del CAM3 y a la misi?n continental que se propuso durante la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y el Caribe. Participaron 20 delegados de 17 pa?ses de toda Am?rica, relacionados con la acci?n misionera de la Iglesia (ver Fides 4/7/2007).

Para estructurar el proceso de preparaci?n y la celebraci?n del CAM 3 comla8, con el apoyo de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, se conformaron las Comisiones nacionales: Central, Ejecutiva, Teol?gica, Econ?mica, Metodol?gica y en la arquidi?cesis de Quito se estructur? de manera especial la Comisi?n de la Sede (ver Fides 4/6/2007).

En varias Iglesias Particulares del Ecuador se han llevado a cabo Congresos Misioneros Diocesanos como parte vital del proceso que se desarrolla en cada Iglesia particular. Est?n previstos durante este a?o la realizaci?n de 14 Congresos Misioneros Diocesanos y en el mes de mayo de 2008 se realizar? el Congreso Misionero Nacional. Tambi?n en varios pa?ses como Venezuela, El Salvador, Uruguay, Paraguay, Costa Rica, Brasil, entre otros se est? preparando la realizaci?n de Congresos Misioneros Nacionales como parte del proceso de preparaci?n al CAM 3

Los Obispos del Ecuador en la Asamblea Plenaria del Episcopado Ecuatoriano, realizada en el mes de noviembre de 2007, presentaron al pueblo del Ecuador la Carta Misionera con el fin de preparar al pueblo cat?lico hacia el CAM 3 (Ver Fides 22/10/2007 y 24/10/2007). Desde el 23 de Junio al 17 de Agosto de 2008, estar? en Ecuador las reliquias de Santa Teresita del Ni?o Jes?s. Est? programado que visitar? cada una de las Iglesias Particulares y estar? en Quito en la Celebraci?n del CAM3 (ver Fides 4/6/2007). (RG) (Agencia Fides 11/1/2008 L?neas: 54 Palabras: 725)

Links:
Informe completo 2007 hacia el CAM3
http://www.fides.org/spa/documents/inForme_2007_cam_3.doc

Links:
Para mayor informaci?n sobre el CAM3
http://www.cam3ecuador.org/index_OK.htm

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VATICANO - LAS PALABRAS DE LA DOCTRINA de don Nicola Bux y don Salvatore Vitiello - "Jes?s no era Espartaco? (Spe salvi 4)

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - En la segunda Enc?clica del Santo Padre Benedicto XVI, "Spe salvi", est?n presentes, en varios pasajes, juicios sint?ticos y eficaces, que facilitan la comprensi?n del lector. Tambi?n los que tienen menos familiaridad con las disciplinas teol?gicas, pueden sacar, de estos breves pasajes sint?ticos, la clave de lectura de todo el documento y tambi?n localizar una br?jula de clara orientaci?n para la valoraci?n de otros ?mbitos y situaciones.

Uno de estos pasajes se encuentra en el n?mero 4 de la Enc?clica, d?nde se lee: " El cristianismo no tra?a un mensaje socio-revolucionario como el de Espartaco que, con luchas cruentas, fracas?. Jes?s no era Espartaco, no era un combatiente por una liberaci?n pol?tica como Barrab?s o Bar-Kokeb?. Lo que Jes?s hab?a tra?do, habiendo muerto ?l mismo en la cruz, era algo totalmente diverso: el encuentro con el Se?or de todos los se?ores, el encuentro con el Dios vivo y, as?, el encuentro con una esperanza m?s fuerte que los sufrimientos de la esclavitud, y que por ello transforma desde dentro la vida y el mundo" (Cf Spe salvi 4).

Jes?s no era Espartaco. Un juicio cu?nto m?s sint?tico, obvio, podr?an pensar algunos, pero tanto m?s necesario, en una ?poca en que parecen reflorecer, en tantas partes y de modo casi orquestado, "lecturas restrictivas" de Jes?s de Nazaret: desde quien quisiera negar su aut?ntica historicidad, hasta quien se ejercita h?bilmente en inventar, historias infundadas, a qui?n, a?n ateni?ndose a la historia y a la "carta" de la fe en Jes?s Cristo, evidencia de modo tan unilateral una espec?fica dimensi?n, que lleva a perder la esencia de Su persona y Su mensaje.

"Jes?s no era Espartaco? significa que el Verbo hecho carne, en el tiempo y en la historia de los hombres, no ha venido a traer una revoluci?n pol?tica hecha de 'luchas y justicia social', como afirma el Papa: Jes?s "no era un combatiente por una liberaci?n pol?tica". Si hubiera tra?do una tal liberaci?n, hubiera dado demasiado poco a los hombres. Como afirmaba continuamente la Beata Teresa de Calcuta, ?Qui?n no da a Dios da muy poco?.

Jes?s ha dado a los hombres una Esperanza totalizadora, mucho m?s grande y radical de la soluci?n de las cuestiones pol?tico-sociales. Jes?s no era Espartaco. Jes?s ha donado al mundo el encuentro con el mismo Dios, hecho hombre, muerto y resucitado para la salvaci?n total, plena y definitiva de los hombres.

Resuenan, en este importante juicio del Santo Padre, las p?ginas del libro de Joseph Ratzinger-Benedicto XVI "Jes?s de Nazaret", cuando el autor, pregunt?ndose qu? es lo que ha tra?do de nuevo Jes?s al mundo, contesta con inmediato candor: "Jes?s nos ha donado a Dios".

La Iglesia, en su sabidur?a sobrenatural, iluminada por el Esp?ritu, no ha cedido nunca, en los siglos, a las diversas tentativas de reducir el alcance del Cristianismo, favoreciendo las sugestiones de los tiempos y las culturas dominantes. Por el contrario, manteni?ndose fiel a la propia identidad ha podido y sabido, progresivamente, fecundar todas las culturas encontradas, valorizando cu?nto en ellas era positivo, razonable y conforme a la revelaci?n y, al mismo tiempo, invitando constantemente a purificar los aspectos demasiado marcados por las limitaciones y el pecado de los hombres.

Por tanto, Jes?s es mucho m?s que Espertaco. Y el Papa lo recuerda con gran claridad. El Cristianismo, fiel a Su Se?or, Jesucristo, es la permanencia en el tiempo de la misma "pretensi?n" de Jes?s: ser la presencia de Dios en el mundo y, por tanto, la presencia de una Esperanza definitiva. (Agencia Fides 10/1/2008; L?neas: 44 Palabras: 608)

Publicado por verdenaranja @ 21:58  | Espiritualidad
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Jueves, 10 de enero de 2008
Sugerencias para la homil?a de la Eucarist?a del d?a de la Infancia Misionera 2008, 27 de Enero, tomadas del gui?n lit?rgico recibidos para dicha jornada.

SUGERENCIAS PARA LA HOMIL?A


El mensaje de la Jornada de Infancia Misionera de este a?o. con la idea de las "manos", completa el ciclo de atenci?n solicitada de los ni?os al recorrer con ellos el significado misionero de los ojos, el coraz?n, los pies... El misionero, ni?o o mayor, tiene los ojos abiertos y atentos a la realidad del mundo; siente en su coraz?n la urgencia y la llamada... Sus pies se ponen alegres en camino, y sus manos, con Jes?s, "a la obra".

? "El Verbo y el Esp?ritu son las manos del Padre" (San Ireneo). Cristo es la mano de Dios; a trav?s de ?l act?a el Padre con fuerza y poder. Es la mano del Padre que libera al hombre, lo defiende, lo llena de dones, lo transforma. El vino a realizar las obras del Padre (Jn 9,4;10.32.37-38).

? Cristo es el arquitecto que dirige la obra. Todas las manos son pocas para colaborar con ?l. Con nuestras manos creamos, construimos, trabajamos...; cada una de ellas es como "una piedra que se a?ade a la construcci?n del mundo nuevo", del Reino. Con ellas tambi?n acariciamos, alentamos. pararnos el golpe para defender al otro, aunque tambi?n podemos hacer da?o.

? Las manos de un ni?o, aunque peque?as, son importantes. Pueden ser "sacramento de Dios', porque hacen hoy presente en el mundo su mano creadora, llena de amor; mano de Cristo tendida a todos los pobres y necesitados del mundo, que hace posible que nadie se sienta "abandonado de su mano". El Se?or nos invita a "tender a todos la mano", a "dar a todos la mano", a ser para todos "la mano amiga de Dios" ?como dec?a Teresa de Calcuta?, la mano generosa y bondadosa de Dios

? Ser "la mano amiga de Dios" supone: ayudar al hermano en los buenos y en los malos momentos, hacer presente a Dios en las cosas grandes y peque?as, y hacerlo con gratuidad y generosidad, con alegr?a; tender la mano a todos y... ser mano que cura al enfermo, gu?a al her-mano ciego, anima al que est? triste, comparte con el hermano pobre. libera al hermano pre-so... Son distintas maneras de "dar la mano". Dar la mano al de cerca y al de lejos, al conocido y al desconocido, crear puentes de solidaridad y crear un `"corro universal de fraternidad".

? Jes?s ya no tiene manos, tiene s?lo nuestras manos para construir. Jes?s no tiene pies, tiene s?lo nuestros pies. Jes?s no tiene labios, tiene s?lo nuestros labios para anunciar por el mundo la Buena Noticia a los pobres. Somos nosotros evangelio de Dios, el ?nico evangelio que la gente puede entender.

? Ofrezcamos al Se?or nuestras manos para que ?l las utilice y podarnos as? seguir construyendo, curando, liberando, animando. acariciando, dando y entregando lo mejor de nosotros mismos. nrolonoando su Ohra. Hunda mucho por hacer

Publicado por verdenaranja @ 23:47  | Homil?as
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Gui?n lit?rgico para la celebraci?n de la Eucarist?a del d?a de la Infancia Misionera 2008, que este a?o se presenta con el lema: "Infancia misionera, manos a la obra". Informaci?n tomada de la revista Iluminare enviada entre los materiales para la celebraci?n de la Jornada.


27 de Enero - Domingo 3? del Tiempo Ordinario


Gui?n Lit?rgico para la Eucarist?a de la Infancia Misionera



MONICI?N de ENTRADA

Como todos los domingos, el Se?or nos invita hoy a celebrar juntos la fiesta de la vida, regalo suyo. para acoger su Palabra y compartir el Pan de la Eucarist?a que nos une a El, nos hace hermanos y nos env?a al mundo. Puede parecernos un domingo m?s, pero hoy es un d?a diferente.

Unidos a todos los ni?os del mundo, celebramos la Jornada de la Infancia Misionera, y la invitaci?n que el Se?or les lanza a ellos: "Infancia Misionera, manos a la obra", nos la
remite a todos y cada uno de nosotros. Es
una buena ocasi?n para dedicar un rato a "mirar nuestras manos" y tomar el pulso a nuestra generosidad y disponibilidad a la hora de cooperar en la construcci?n del Reino. Nuestras "manos misioneras" pueden dar la medida de un coraz?n entregado y solidario con todos los ni?os desfavorecidos del mundo.

ACTO PENITENCIAL

Cuando nos acercamos al Se?or, reconocemos que muchas veces no respondemos a lo que El espera de nosotros. Por eso, necesitamos su perd?n.

? Jes?s, llevamos muchas veces nuestras manos manchadas por la envidia, la pereza... Queremos estar disponibles para lo que quieras de nosotros. L?vanos, purif?canos... ;SE?OR, TEN PIEDAD.

? Jes?s, llevamos tambi?n las manos cerradas. Somos ego?stas, todo lo queremos para nosotros. Querernos aprender a compartir, a ser amigos, a ayudar a todos. Perd?nanos, cambia nuestro coraz?n. ;CRISTO, TEN PIEDAD.

? Jes?s, a menudo llevamos las manos metidas en los bolsillos, no queremos colaborar en nada ni arrimar el hombro. Queremos ser valientes y generosos. Transf?rmanos, qu?tanos los miedos. ;SE?OR, TEN PIEDAD.

MONICI?N A LAS LECTURAS

"El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz" (1a Lect.). Este es el estupendo mensaje de la Palabra que vamos a escuchar. Luz que convoca. luz que re?ne y "nos invita a ponernos de acuerdo, a no andar divididos", como nos dir? San Pablo (2" Lect.). Escucharemos tambi?n c?mo el Se?or Jes?s, junto al lago de Galilea, llama a seguirle a Andr?s, Pedro, Santiago y Juan. "Venid detr?s de m? y os har? pescadores de hombres", les dice (Ev.). Tiene preparada para ellos una gran tarea y necesita sus manos, su vida entera para ir construyen-do, con El, el Reino. Y el premio ser? una profunda alegr?a. la alegr?a de los que regresan de la siega con las manos cargadas de frutos (1' Lect.).

SUGERENCIAS PARA LA HOMIL?A

El mensaje de la Jornada de Infancia Misionera de este a?o. con la idea de las "manos", completa el ciclo de atenci?n solicitada de los ni?os al recorrer con ellos el significado misionero de los ojos, el coraz?n, los pies... El misionero, ni?o o mayor, tiene los ojos abiertos y atentos a la realidad del mundo; siente en su coraz?n la urgencia y la llamada... Sus pies se ponen alegres en camino, y sus manos, con Jes?s, "a la obra".

? "El Verbo y el Esp?ritu son las manos del Padre" (San Ireneo). Cristo es la mano de Dios; a trav?s de ?l act?a el Padre con fuerza y poder. Es la mano del Padre que libera al hombre, lo defiende, lo llena de dones, lo transforma. El vino a realizar las obras del Padre (Jn 9,4;10.32.37-38).

? Cristo es el arquitecto que dirige la obra. Todas las manos son pocas para colaborar con ?l. Con nuestras manos creamos, construimos, trabajamos...; cada una de ellas es como "una piedra que se a?ade a la construcci?n del mundo nuevo", del Reino. Con ellas tambi?n acariciamos, alentamos. pararnos el golpe para defender al otro, aunque tambi?n podemos hacer da?o.

? Las manos de un ni?o, aunque peque?as, son importantes. Pueden ser "sacramento de Dios', porque hacen hoy presente en el mundo su mano creadora, llena de amor; mano de Cristo tendida a todos los pobres y necesitados del mundo, que hace posible que nadie se sienta "abandonado de su mano". El Se?or nos invita a "tender a todos la mano", a "dar a todos la mano", a ser para todos "la mano amiga de Dios" ?como dec?a Teresa de Calcuta?, la mano generosa y bondadosa de Dios

? Ser "la mano amiga de Dios" supone: ayudar al hermano en los buenos y en los malos momentos, hacer presente a Dios en las cosas grandes y peque?as, y hacerlo con gratuidad y generosidad, con alegr?a; tender la mano a todos y... ser mano que cura al enfermo, gu?a al her-mano ciego, anima al que est? triste, comparte con el hermano pobre. libera al hermano pre-so... Son distintas maneras de "dar la mano". Dar la mano al de cerca y al de lejos, al conocido y al desconocido, crear puentes de solidaridad y crear un `"corro universal de fraternidad".

? Jes?s ya no tiene manos, tiene s?lo nuestras manos para construir. Jes?s no tiene pies, tiene s?lo nuestros pies. Jes?s no tiene labios, tiene s?lo nuestros labios para anunciar por el mundo la Buena Noticia a los pobres. Somos nosotros evangelio de Dios, el ?nico evangelio que la gente puede entender.

? Ofrezcamos al Se?or nuestras manos para que ?l las utilice y podarnos as? seguir construyendo, curando, liberando, animando. acariciando, dando y entregando lo mejor de nosotros mismos. nrolonoando su Ohra. Hunda mucho por hacer

ORACI?N DE LOS FIELES

Oremos confiados a Dios nuestro Padre. ?l nos mira con cari?o y tiene siempre las manos abiertas para responder a nuestras necesidades.

? Por la Iglesia, llamada a llevar la luz de Dios por todos los continentes, para que nunca se canse de anunciar la Buena Noticia de Jes?s a todos los que no la conocen. Roguemos al Se?or.
? Por la paz en el mundo, para que podamos llegar a ser, de verdad, hermanos de todos, olvidando nuestras divisiones y ego?smos. Roguemos al Se?or.
? Por todos los misioneros. para que sean siempre "la mano amiga de Dios" que cura. perdona, anima y acompa?a. Roguemos al Se?or.
? Por los ni?os del mundo, especialmente por los que nunca han recibido un abrazo, una caricia, por los que nunca han disfrutado de un amigo, para que sientan nuestra cercan?a y nuestra solidaridad.
Roguemos al Se?or.
? Por los ni?os de Infancia Misionera, para que escuchemos la voz de Jes?s que nos llama a seguirle y nos pongamos "manos a la obra" empezando a ser misioneros en casa, en el colegio, en la calle, en la parroquia, con los amigos.
Roguemos al Se?or.
? Por los que estamos aqu? reunidos, para que sepamos tender la mano a todos y compartir con ellos, con generosidad, lo que somos y tenemos.
Roguemos al Se?or.

Acoge, Se?or, esta oraci?n que te dirigimos con amor y confianza. T? que vives y reinas, en la unidad del Padre y el Esp?ritu, por los siglos de los siglos.

DESPEDIDA

Al terminar esta celebraci?n, resuena fuerte en nosotros el mensaje de la Jornada de hoy: "Infancia Misionera, manos a la obra". Miremos de nuevo nuestras manos... Se las hemos ofrecido a Jes?s para lo que necesite. Ahora ?l cuenta con nosotros y nos env?a a ser sus misioneros, a llevar su luz, a construir la gran familia de Jes?s con todos los hermanos. Vayamos alegres y sin miedo a cumplir nuestra misi?n. "Manos a la obra".


CANTOS

Pon tu mano en la mano o Tomado de la mano (P. Mariano de Blas); Manos abiertas ante ti, Se?or (C. Guadalupe); Tus manos son palomas de la paz (Generoso); Manos abiertas (F. San Romualdo); Mano a mano con Dios (Javi S?nchez); Manos misioneras (Grupo Getseman? ?OMP?).

Publicado por verdenaranja @ 23:43  | Liturgia
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Este libro contiene dos muestras de teatralizaci?n de textos narrativos realizadas en versi?n libre por Julio Escalada y Tom?s Gayo. CUENTO DE NAVIDAD: Original de Charles Dickens. Adaptaci?n para el teatro en cinco actos para las aulas y grupos de teatro de los centros educativos. Con 25 personajes de ambos g?neros.Algunos papeles pueden ser representados indistintamente por chicos o chicas, de igual manera un mismo estudiante puede encarnar dos o m?s papeles. LA LOTER?A DEL DIABLO: Original de Jos? Echegaray. Presentada como un trabajo de dramaturgia y puesta en escena.


UNA DE INDIOS
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UNA DE INDIOS: Obra en catorce cuadros, original de Juan Ram?n Barat. Viene a ser una reflexi?n sobre la tolerancia necesaria para convivir en grupo. Dirigida a p?blicos entre 10 y 12 a?os. Actores: ni?os y preadolescentes de esas mismas edades. Tiene 10 personajes y pueden intervenir muchos m?s como integrantes de la tribu de los Patacoja. HISTORIA DE PIQUITO, EL INDIO PEQUE?ITO: Obra en tres actos, original de Teresa N??ez. Un alegato en defensa de la paz y del medio ambiente. Consta de siete personajes y un n?mero indefinido de figurantes para los indios sioux. Necesita una voz en off para representar la voz de la luna. Para ni?os entre 8 a 11 a?os. Actores: ni?os de 9 a 11 a?os.


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ISBN: 978-84-9842-1392. 17x24 cm. 176 p?gs (11,15 ?) 11,60 ?

Las canciones de corro, de comba, las retah?las, las canciones de juego, las de echar a suertes, requieren un ?mbito l?dico cada vez m?s escaso. Ya no es tan habitual ver a los ni?os jugando al ritmo de estas canciones en parques y plazas. La escuela, el patio del colegio, se pueden convertir, con la colaboraci?n del maestro, en el ?ltimo reducto a partir del cual rescatar estas canciones y juegos del olvido. Este extenso repertorio forma parte de nuestro folclore y, si se pierde, estaremos relegando al olvido una parte importante de nuestra cultura.


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LA ?TICA CRISTIANA
Claves para catequistas y educadores de la fe
Eugenio Alburquerque
ISBN: 978-84-9842-1460 Formato: 13,5x21 cm. 228 p?gs. 1? Edici?n (9,57 ?) 9,95 ?
Con la precisi?n y claridad que le son reconocidas, Eugenio Alburquerque presenta en este libro los fundamentos y claves de la moral cristiana. Est? dedicado especialmente a padres, catequistas y educadores de la fe para ayudarles a transmitir la dimensi?n ?tica que incluye siempre la experiencia de la fe.


Colecci?n DON BOSCO


CAMINAR TRAS LAS HUELLAS DE DON BOSCO
De la historia a la vida
Francesco Motto
ISBN: 978-84-9842-1552 Formato: 15x21 cm. 1? Edici?n. 196 P?ginas. (8,56 ?) 8,90 ?
El volumen contiene los textos de las conversaciones que el autor tuvo con los salesianos de la Inspector?a de Nueva York durante los Ejercicios Espirituales, publicadas despu?s en la colecci?n ACSSA (Start afresh from Don Bosco, Varia 4, Roma, 2006). Respecto al original ingl?s, para una adaptaci?n a un p?blico m?s amplio y no necesariamente implicado en un particular clima espiritual, se han hecho algunos retoques en los primeros siete cap?tulos hist?rico-espirituales, y han sido reelaboradas las cuatro ?ltimas conferencias para una mayor actualizaci?n.


DON BOSCO ENCUENTRA A LOS J?VENES
El secreto del sistema educativo salesiano
Claudio Russo
ISBN: 978-84-9842-1569 Formato: 15x21 cm. 1? Edici?n. 216 P?ginas. (8,75?) 9,10 ?
El objetivo de esta publicaci?n es presentar un m?todo educativo a trav?s de la vida y el ejemplo concreto de un educador santo: Don Bosco. Los destinatarios son los animadores, los educadores, los profesores, los padres y cualquiera que se interese de coraz?n por el crecimiento humano y espiritual de los ni?os y de los j?venes. El libro narra el encuentro de Don Bosco con 30 muchachos. Entre ellos Miguel Rua, Pablo ?lbera y Felipe Rinaldi, que ocupar?an despu?s el cargo de Rector Mayor de la Congregaci?n Salesiana. Hay santos, beatos, fundadores y grandes emprendedores de actividades eclesiales y misioneras. Todos tuvieron un denominador com?n: se encontraron con Don Bosco y Don Bosco marc? su vida para siempre de una u otra manera. La narraci?n de cada encuentro es completada por una reflexi?n sobre el aspecto del m?todo educativo de Don Bosco que aparece con claridad en ese episodio.



Colecci?n DON BOSCO (Seria Folletos)


DON BOSCO Y EL PAPA

Fausto Jim?nez.
ISBN: 978-84-9842-1576. 10,5x15 cm. 48 p?gs. (3,61 ?) 3,75 ?
Afectivamente, Don Bosco tuvo y cultiv? algunas preferencias. Desde la perspectiva de la educaci?n, su predilecci?n se centr? en los muchachos (adolescentes y j?venes), especialmente pobres y abandonados. Desde la perspectiva de la religi?n, sus grandes amores son tres: la Eucarist?a, la Virgen Mar?a como Auxiliadora y el Papa.


DON BOSCO Y SAN FRANCISCO DE SALES
Eugenio Alburquerque
ISBN: 978-84-9842-1590. 10,5x15 cm. 72 p?gs. (3,75 ?) 3,90 ?
Sin duda, Don Bosco a lo largo de su vida, se interesa, admira y se inspira en muchos santos: San Luis Gonzaga, San Alfonso Mar?a de Ligorio, San Felipe Neri, San Vicente de Paul, etc. Pero especialmente Don Bosco se sinti? atra?do por San Francisco de Sales, cuyo retrato pudo contemplar ya desde sus a?os de seminarista en la capilla del seminario de Chieri. ?Cual es el influjo del santo Obispo de Ginebra en el santo de los j?venes?, ?por qu? lo escoge como Patrono de los Institutos religiosos que funda?, ?qu? signific? para ?l esta elecci?n?, ?qu? representa realmente Francisco de Sales en la vida y en la obra de Juan Bosco?, ?cu?l es su lugar en la Familia Salesiana de Don Bosco?


Colecci?n P?STER CATEQUISTAS


EL PERD?N DE JES?S
Guerrino Pera(dibujos) y ?lvaro Ginel (texto)
ISBN: 978-84-9842-1620. (1,44 ?) 1,50 ?
Dios es quien nos da fuerzas para comenzar de nuevo. Al descubrir la grandeza del amor de Dios, nuestro coraz?n se estremece ante el horror y el peso del pecado y comienza a temer ofender a Dios por el pecado y verse separado de ?l. El coraz?n humano se convierte mirando al que nuestros pecados traspasaron.

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AMERICA/CUBA - Cuba se prepara para celebrar el d?cimo aniversario de la hist?rica visita de Juan Pablo II: ?La Iglesia se dio a conocer a nuestra sociedad, y se dio a conocer al mundo entero: la Iglesia Cat?lica estaba ah?, estaba viva, junto a su pueblo?

La Habana (Agencia Fides) - La iglesia de Cuba se prepara a celebrar un gran acontecimiento eclesial el pr?ximo 21 de enero: el d?cimo aniversario de la hist?rica visita del Siervo de Dios Juan Pablo II al pa?s del 21 al 26 de enero de 1998. Con dicho motivo Su Em el Cardenal Tarsicio Bertone, Secretario de Estado, realizar? en breve una visita al pa?s.
El Arzobispo de La Habana Su Em. el Cardenal Jaime Lucas Ortega y Alamino, ha concedido una entrevista a la revista ?Espacio Laical?, ?rgano del Consejo de Laicos de la Archidi?cesis de La Habana, en la que realiza una reflexi?n de dicha visita despu?s de una d?cada.

En primer lugar el Cardenal analiza las circunstancias que permitieron la realizaci?n de esta visita y las personas que trabajaron para que esto fuera posible entre ellos el Nuncio Apost?lico en Cuba en la ?poca, Mons. Beniamino Stella y la Conferencia de Obispos Cat?licos de Cuba que actuaron en perfecta unidad, con mucha decisi?n y entusiasmo. La preparaci?n se efectu? , explica el Cardenal, ?mediante una comisi?n conjunta Iglesia-Estado, que trabaj? muy bien, con mucha articulaci?n, y que en todo momento sorte? las dificultades de cualquier orden que podr?an producirse para una visita de esa envergadura?, por ello, seg?n el Cardenal esta etapa preparatoria pudo influir ?en ese mejoramiento de las relaciones entre la Iglesia y el Estado despu?s de la visita papal?.

En los d?as previos ?hubo realmente una movilizaci?n misionera a nivel nacional, de todas nuestras comunidades? y el Cardenal considera que fue muy buena la acogida del pueblo al Papa, no solo durante el recibimiento, sino durante todo el tiempo que el Papa estuvo en Cuba: ?la acogida del pueblo super? nuestras expectativas. La vibraci?n de pueblo, la alegr?a, la disciplina, el entusiasmo, hicieron que el balance fuera muy positivo, superando nuestras mejores expectativas?.

El Cardenal considera que la visita del Santo Padre ?fue algo ?nico, no solo para m?: la visita del Papa marc? la vida de la Iglesia en Cuba y nuestra historia como naci?n? ?La Iglesia se dio a conocer a nuestra sociedad, y se dio a conocer al mundo entero: la Iglesia Cat?lica estaba ah?, estaba viva, junto a su pueblo?, concluye la entrevista.
Por su parte Mons. Wilfredo Pino Est?vez, Obispo de Guant?namo-Baracoa, ha realizado una invitaci?n a todo el pueblo que peregrina en Cuba para participar en la Santa Misa de conmemoraci?n de la creaci?n de dicha di?cesis. En efecto, durante aquella memorable visita, el 24 de enero el Papa Juan Pablo II, al terminar la Misa en Santiago de Cuba, anunci? la creaci?n de la Di?cesis de Guant?namo-Baracoa. ?Con coraz?n paternal - afirma el Obispos - nos pidi? ese d?a: ?Quiero animar a los sacerdotes y fieles de la nueva circunscripci?n eclesi?stica a comprometerse a edificar, como piedras vivas en torno a su pastor, esta Iglesia particular que nace hoy??.
?Diez a?os despu?s y gracias a la bendici?n de Dios y a la labor misionera de mi predecesor y de un peque?o grupo de sacerdotes, di?conos, religiosas y laicos, aquellas 19 comunidades del principio se han multiplicado y hoy son ya 202?, se lee en el comunicado. Por ello, el d?a 24 de enero tendr? lugar una Eucarist?a en la Plaza Pedro Agust?n P?rez de la ciudad para agradecer a Dios por este acontecimiento. (RG) (Agencia Fides 10/1/2008 L?neas: 41 Palabras: 600)

Links:
Para leer la entrevista completa
http://www.iglesiacubana.org/

EUROPA/ESPA?A - Mensaje de los Obispos para la Jornada de las Migraciones: ?La Parroquia por su condici?n de familia, se encuentra en una situaci?n privilegiada para ser el primer espacio de encuentro de los inmigrantes con la Iglesia de su nuevo pa?s?


MENSAJE DE LOS OBISPOS DE LA COMISI?N EPISCOPAL DE MIGRACIONES
CON MOTIVO DE LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MIGRACIONES 2008



?JOVEN INMIGRANTE,
LA PARROQUIA SALE A TU ENCUENTRO?



16 de julio de 2007


INTRODUCCI?N

La celebraci?n de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado vuelve a poner ante nuestros ojos una realidad en la que se ven envueltas m?s de 190 millones de personas en todo el mundo, adem?s de los 24,5 millones de desplazados internos.
Por lo que se refiere a Espa?a, hemos pasado de 3.730.610 en el a?o 2006 a 4.482.568 en el a?o 2007, lo que supone un aumento de 751.958 personas, o sea, un 20,2% m?s. Dicho de otra manera, si en el 2006 la poblaci?n extranjera representaba un 8,5% de la poblaci?n total, en el 2007 este porcentaje ha subido al 9,9%.
La inmigraci?n se ha convertido en un fen?meno humano complejo, con sus causas y consecuencias, que necesita ser encauzado convenientemente a fin de posibilitar sus repercusiones positivas y atenuar las negativas. Los gobiernos, las comunidades de origen y de acogida, la sociedad civil, el sector privado, la Iglesia y tambi?n los propios emigrantes, pueden y deben implicarse para que la migraci?n constituya un factor positivo en los aspectos sociales, econ?micos, pol?ticos y religiosos.

ALGUNOS ACONTECIMIENTOS RELEVANTES

A lo largo del a?o reci?n terminado ha habido en nuestro pa?s algunos acontecimientos especialmente relevantes para nuestra tarea pastoral. Aunque en menor n?mero, han seguido llegando a nuestras costas inmigrantes procedentes de ?frica, a veces de Asia, habi?ndose cobrado el mar numerosas vidas. No olvidamos a la mayor?a de los inmigrantes que llegan a Espa?a por otras v?as. La Iglesia, sobre todo a trav?s de las parroquias de los lugares de llegada de estos inmigrantes, no puede permanecer ajena. Ha de poner cuanto est? de su parte para una digna acogida y un trato humano.
Por otra parte, contin?a siendo un hecho preocupante la estancia en nuestro pa?s de numerosos inmigrantes indocumentados, la mayor parte de ellos j?venes e incluso menores que se ven empujados a vivir en la clandestinidad y en la inseguridad. Tambi?n con estos tiene la Iglesia un especial compromiso de ayuda y servicio.

LOS J?VENES INMIGRANTES

Por s? mismos, por su importancia como protagonistas en la sociedad y en la Iglesia del futuro, por su situaci?n de mayor riesgo y exposici?n a posibles factores desestabilizadores de la persona y de la sociedad, merecen los j?venes una especial atenci?n por parte de la sociedad, de la Administraci?n p?blica y de la Iglesia, que habr?n de arbitrar especiales medidas para su adecuado proceso de desarrollo, de integraci?n y de compromiso.
Adem?s de haber partido de sus pa?ses con una formaci?n, en el mejor de los casos, incompleta, encuentran con frecuencia especiales dificultades para conciliar sus propias ra?ces con la integraci?n en la sociedad que los acoge. En su mensaje para la Jornada mundial de este a?o, el Papa describe su situaci?n en los siguientes t?rminos: ?Los j?venes migrantes son particularmente sensibles a la problem?tica constituida por la ?dificultad de doble pertenencia?: por un lado, sienten vivamente la necesidad de no perder la cultura de origen, mientras, por el otro, surge en ellos el comprensible deseo de insertarse org?nicamente en la sociedad que les acoge?.
A estos inmigrantes, desarraigados de su tierra y de su familia, se les une a veces a su condici?n la de parado e indocumentado. En muchos aspectos son como seres inexistentes. Esto los coloca en una situaci?n de extrema vulnerabilidad y de indefensi?n absoluta, especialmente a las mujeres, cuya presencia tiene un peso cuantitativo muy fuerte en la inmigraci?n espa?ola de los ?ltimos a?os.

LA PARROQUIA SALE AL ENCUENTRO

Ante la especial situaci?n de los inmigrantes en nuestro pa?s, de la problem?tica de los indocumentados o ?sin papeles?, nuestras parroquias y comunidades cristianas deben adoptar una postura activa para dar una respuesta en la medida de sus posibilidades. La raz?n ?ltima ha de ser siempre no tanto la situaci?n legal o jur?dica, sino la igual dignidad de toda persona y sus derechos fundamentales y el mandato del Se?or.
La Parroquia, por su condici?n de familia, comunidad, por su capacidad de prestar numerosos y variados servicios a la persona, y por estar siempre ?abierta? o ?en guardia?, se encuentra en una situaci?n privilegiada para ser el primer espacio de encuentro de los inmigrantes con la Iglesia de su nuevo pa?s. Por otra parte, una Parroquia viva y con esp?ritu misionero no se conformar? con estar a la espera de los que vengan, sino que saldr? al encuentro de todos, especialmente de los m?s necesitados.
El lema elegido por la Comisi?n Episcopal de Migraciones para esta Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, ?Joven inmigrante, la Parroquia sale a tu encuentro ?, est? muy en consonancia con el mensaje del Papa: ?Los j?venes inmigrantes?.
Con la acogida de los inmigrantes en las parroquias y el empe?o especial de estas en la atenci?n a los m?s j?venes, las comunidades cristianas se renuevan y se enriquecen y aumenta en ellas el n?mero de los agentes pastorales en campos como la liturgia, la catequesis, la acci?n social y caritativa, y otros sectores de la pastoral.
Al territorio de nuestras parroquias llegan, por otra parte, j?venes inmigrantes pertenecientes a las distintas tradiciones cristianas ?cat?licos de ritos latino y de otros ritos, ortodoxos, protestantes, anglicanos...?. Otros son miembros de la comunidad isl?mica de otras religiones o no creyentes.
En lo que se refiere al respeto a la dignidad de toda persona y a la garant?a y defensa de sus derechos fundamentales, as? como en la ayuda a sus necesidades elementales, la Parroquia y cada comunidad cristiana actuar?n siempre evitando toda discriminaci?n.
A todos ha de llegar, por la palabra y el testimonio de los miembros de la Iglesia el anuncio expl?cito del Evangelio de Jesucristo, como propuesta de Salvaci?n.
En la acogida y en el proceso de incorporaci?n a la comunidad cat?lica, la Parroquia habr? de tener en cuenta la diferente condici?n religiosa de sus nuevos vecinos.
Con estas actitudes y con el testimonio de vida de los miembros de la comunidad cristiana, estos ejercer?n su misi?n prof?tica y de denuncia ante posibles injusticias, y estar?n siempre dispuestos a defender la dignidad y los derechos fundamentales de los inmigrantes.
Terminamos con las palabras que el papa Benedicto XVI dirige a los j?venes inmigrantes en su mensaje: ?La Iglesia tambi?n os necesita y cuenta con vuestra aportaci?n. Pod?is desarrollar una funci?n providencial en el actual contexto de la evangelizaci?n. [...] Pod?is mostrar a todos que el Evangelio est? vivo y es apropiado en cada situaci?n; es un mensaje antiguo y siempre nuevo; Palabra de esperanza y de Salvaci?n para los hombres de todas razas y culturas, de todas las edades y de todas las ?pocas?.
Ojal? esta Jornada suponga un despertar y una llamada a la responsabilidad en nuestra identidad misionera para que a lo largo de este a?o salgamos al encuentro de todos aquellos que nos necesiten. Para ello, las parroquias, animadas por el Secretariado o la Delegaci?n diocesana de migraciones, y en colaboraci?n con los colegios cat?licos, con las C?ritas, con los Institutos de Vida Consagrada y con otras organizaciones de la Iglesia, deber?n intensificar su trabajo en esta hermosa tarea que el Se?or

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BOLET?N 267



? La iglesia de Nuestra Se?ora de Los Remedios, en La Palma, se ha quedado sin una de sus im?genes: la Virgen de Regla, del siglo XIX, que fue echada en falta el pasado cinco de enero, v?spera de Reyes, sobre las siete de la tarde, durante la celebraci?n de una misa. Tan s?lo unas horas antes (entre las cinco y las seis) hab?a sido sustra?da, ya que hasta entonces permanec?a en su peque?o altar. Se trata de una talla mide 61 cent?metros de altura, es negra y tiene un ni?o blanco en sus manos y es original de La Habana o de Barcelona, pues no se ha podido determinar a?n su origen exacto, seg?n ha indicado la investigadora Mar?a Victoria Hern?ndez.

? Siguiendo en La Palma, el Jesuita Fernando L?pez se ha despedido de sus paisanos, en una eucarist?a celebrada en la parroquia de San Francisco de As?s de la capital palmera, ya que retorna, tras m?s de a?o y medio, a su servicio evangelizador en la amazonia. L?pez esta semana ser? el protagonista principal del programa ?Nivaria? de Popular TV-Tenerife, con cuyos espectadores compartir? su amplia experiencia misionera.



? Por cierto que los jesuitas se encuentran celebrando una Congregaci?n General en Roma para elegir al m?ximo representante de la Compa??a de Jes?s. Francisco Jos? Ruiz, tambi?n palmero, est? participando en ese importante encuentro por tener el cargo de Provincial de la regi?n B?tica, que engloba a Andaluc?a y Canarias. La Congregaci?n General s?lo se convoca para tratar asuntos de especial importancia o para elegir a un nuevo superior general, como es el caso, ha matizado Ruiz, el cual precis? que el "c?nclave" no tiene fecha de cierre y puede durar semanas o meses.

? Esta semana se re?nen las permanente de los Consejos Presbiteral y Pastoral a fin de planificar las pr?ximas sesiones plenarias de ambos ?rganos diocesanos.



? Ya han comenzado las obras de la primera fase de la Casa de Acogida Madre de Candelaria, en la regi?n de Los Teques, a 40 km de Caracas. Al acto de de presentaci?n del proyecto acudieron alrededor de 1000 personas. Este centro estar? destinado a acoger canarios residentes en Venezuela y tendr? una capacidad para 136 personas.


? Esta semana se han retomado, en Tenerife y La Palma, la presentaci?n de la formaci?n para el clero, la cuales viene girando en torno a la tercera persona de la Sant?sima Trinidad y su vinculaci?n con la Iglesia.

? Este s?bado, la Coordinadora de Pastoral Juvenil se reunir? para revisar como marchan los diversos grupos arciprestales y para presentar el encuentro de j?venes que se ha previsto para el 5 de abril, en el Seminario Diocesano.


? El 17 de enero se desarrollar? un nuevo ciclo de conferencias en el Aula de Teolog?a Torres Padilla, en La Gomera.

? ?Joven inmigrante, la Parroquia sale a tu encuentro? es el lema de este a?o para desarrollar la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado que tendr? lugar el 20 de enero. Con tal motivo, el obispado est? enviando para su amplia difusi?n, entre otros materiales, el mensaje de los obispos de la Comisi?n Episcopal de Migraciones. Adem?s, el pr?ximo 18 de Enero tendr? lugar una Vigilia de Oraci?n en la parroquia de Mar?a Auxiliadora de Santa Cruz de Tenerife, y el 20 de Enero una Eucarist?a en Tegueste.

? El pr?ximo lunes, 21 de Enero, se reunir? el Consejo Diocesano de Asuntos Econ?micos a fin de estudiar y aprobar, si procede, entre otras cuestiones, el proyecto de presupuestos generales de la administraci?n diocesana para el a?o 2008.


? Con la llegada del nuevo a?o el municipio de Arona celebra la festividad de su patr?n San Antonio Abad. Otro tanto ocurrir?, entre otros lugares, en El Pinar (El Hierro) o el barrio de El Amparo, en Icod de los Vinos.

? Por otro lado, el Colegio de las Dominicas de Geneto acoger? los d?as 18 6 19 la Asamblea Diocesana de C?ritas Diocesana de Tenerife. En la misma se presentar?, entre otras cosas, el informe de gesti?n del ?ltimo cuatrienio y el proyecto de Pastoral de C?ritas.

? Ese mismo s?bado 19, en la Casa de la Iglesia tienen una cita los Coordinadores Arciprestales de Catequesis a fin de continuar preparando el Encuentro Diocesano del pr?ximo dos de marzo, as? como los cursillos de formaci?n continua del verano que viene.

? El 18 de enero comienza el Octavario de Oraci?n por la Unidad de los Cristianos. Este a?o se cumple el centenario de dicha jornada que comenz? en 1908. Por tal motivo, se han previsto dos celebraciones; la primera ser? el 20 de enero a las 17:30 horas, en la Parroquia de Nuestra Se?ora del Carmen, en Los Cristianos y la segunda, de car?cter diocesano, presidida por el obispo, Bernardo ?lvarez, el 25 de enero, a las 19:30 horas en la Sede Catedralicia.


? La periodista Lucy Gonz?lez ha presentado el libro "De Chuchurumbache a San Isidro". El acto tuvo lugar en el centro cultural de San Isidro, donde la autora explic? que esta obra recoge la historia de este n?cleo poblacional, que comenz? con la construcci?n de su ermita en 1675. El pr?logo lo ha hecho el famoso periodista y escritor canario Fernando Delgado y el p?rroco Jos? Ventura ha colaborado mucho aportando una cuantiosa documentaci?n.

Reflexi?n de Monse?or Don Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Crist?bal de las Casas, M?xico, al comienzo del a?o 2008.

San Crist?bal de las Casas, Chis a 9 de enero de 2008



PANORAMA MUNDIAL DE NUEVO A?O


VER
Al empezar un nuevo a?o, se oyen presagios de todo tipo. Hay quienes lo prev?n negro y tormentoso, sobre todo en el aspecto econ?mico, por el alza de las gasolinas, de la tortilla y de otros productos; por los nuevos impuestos y por la total apertura de fronteras para la importaci?n de granos de Estados Unidos y Canad?.

El sector oficial nos presenta un panorama halag?e?o, como si las cosas marcharan bien y se estuvieran atacando adecuadamente los problemas.

Hay quienes se encierran en su intereses, y no les importa lo que sucede a su alrededor. No quieren ver noticias, para no preocuparse; se enfocan s?lo en sus vanidades y se hacen insensibles ante el dolor ajeno.

JUZGAR
Jes?s se molesta con los fariseos y saduceos, buenos para criticar y poner trabas, pero incapaces de discernir ?los signos de los tiempos? (Mt 16,3).

El Papa Benedicto XVI, en su reciente discurso al Cuerpo Diplom?tico acreditado ante la Santa Sede, hizo un repaso de la situaci?n en los cinco continentes. Del nuestro, recordando su visita a Brasil, dijo: ?En el ?mbito econ?mico y social, pude apreciar tanto signos elocuentes de esperanza para este continente, como motivos de preocupaci?n. ?C?mo no desear una cooperaci?n creciente entre los pueblos de Am?rica Latina, as? como el cese de tensiones internas en cada uno de los pa?ses que la componen, para que puedan converger en los grandes valores inspirados por el Evangelio??

Ante las ?espantosas cat?strofes naturales por los huracanes e inundaciones?, dijo que ?es necesario un compromiso com?n y decidido?.

Del Medio Oriente, se alegr? por los avances entre palestinos e israel?es, inst?ndoles a no frenar ?el proceso felizmente iniciado?. Cit? las ?pruebas y violencias? que vive L?bano. Dijo que ?la reconciliaci?n es una urgencia? en Irak, donde ?los atentados terroristas, las amenazas y la violencia contin?an, en particular contra la comunidad cristiana?. Alent? ?la v?a de la diplomacia para resolver la cuesti?n del programa nuclear iraniano?.

De Asia, se refiri? a la violencia en Pakist?n, a la producci?n de drogas en Afganist?n, a los conflictos vigentes en Sri Lanka, a los problemas entre el gobierno y la oposici?n en Myanmar. De Africa, expres? su profundo pesar por el siniestro cortejo de hambre y de muerte que perdura en el Darfur. Habl? del proceso de paz en el Congo, de la violencia y la pobreza de Somalia, as? como la brusca erupci?n de violencia en Kenia: ?La Iglesia Cat?lica no es indiferente a los gemidos de dolor que se elevan en esta regi?n?.

En cuanto a Europa, se alegr? ?de los progresos alcanzados en los diferentes pa?ses de la regi?n de los Balcanes? y dese? que se encuentre la ?soluci?n a una crisis que dura demasiado tiempo? en Chipre. Sin embargo, dijo, ?no puedo dejar de deplorar los continuos ataques perpetrados, en todos los continentes, contra la vida humana... Deploro los ataques preocupantes contra la integridad de la familia, fundada sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer? La libertad religiosa, est? frecuentemente amenazada. Existen, en efecto, lugares donde no se puede ejercer plenamente. La Santa Sede la defiende y pide su respeto para todos. Ella esta preocupada por las discriminaciones contra los cristianos y contra los fieles de otras religiones?.

ACTUAR
Para concluir, dijo: ?La paz no puede ser s?lo una simple palabra o una aspiraci?n ilusoria. La paz es un compromiso y un modo de vida que exige que se satisfagan las expectativas leg?timas de todos como el acceso a la alimentaci?n, al agua y a la energ?a, a la medicina y a la tecnolog?a, o bien el control de los cambios clim?ticos. Solamente as? se puede construir el futuro de la humanidad; solamente as? se favorece el desarrollo integral para hoy y para ma?ana? Para consolidar la paz, es necesario que los positivos resultados macroecon?micos, obtenidos en 2007 por numerosos pa?ses en v?as de desarrollo, sean sostenidos por pol?ticas sociales eficaces y por la puesta en pr?ctica de compromisos de asistencia por parte de los pa?ses ricos?.

Hagamos lo que nos toca, para que este a?o y los que siguen sean mejores.


+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo de San Crist?bal de Las Casas


? 2008 CEM :: CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO

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Mi?rcoles, 09 de enero de 2008
09 Enero (ACI).- Al retomar el tema de la relaci?n entre Jesucristo y la Iglesia desde una perspectiva hist?rica, el Papa Benedicto XVI centr? este mi?rcoles su atenci?n en la gran figura de San Agust?n de Hipona, y concluy? el encuentro anunciando que dedicar? las pr?ximas audiencias generales a reflexionar en torno a la teolog?a del gran Padre de la Iglesia.

"Luego de las fiestas de Navidad, quisiera regresar a las meditaciones sobre los Padres de la Iglesia y hablar hoy sobre el m?s grande de los Padres de la Iglesia latina, San Agust?n", dijo el Pont?fice.

"Hombre de pasi?n y de fe ?dijo el Santo Padre?, de inteligencia alt?sima y de premura pastoral incansable, este gran santo y doctor de la Iglesia es frecuente conocido, al menos de nombre, incluso por quien ignora el cristianismo o no tiene familiaridad con ?l, porque ha dejado una huella muy profunda en la vida cultural de Occidente y de todo el mundo".

"Por su singular relevancia ?prosigui?, San Agust?n ha tenido una amplia influencia, y se podr?a afirmar, por un lado, que todos los caminos de la lectura latina cristiana llevan a Hipona (hoy Annaba, en la costa de Argelia), el lugar de donde fue Obispo, y por otro, que desde esta ciudad del ?frica romana, de la que Agust?n fue Obispo del 395 hasta su muerte en 430, se derraman muchos otros caminos del cristianismo sucesivo y de la misma cultura occidental".

El Papa abord? luego los rasgos biogr?ficos de San Agust?n, recordando que el autor de las "Confesiones", "extraordinaria autobiograf?a espiritual... con una gran atenci?n al misterio del Yo, al misterio de Dios que se esconde en el Yo", naci? en Tagaste en el a?o 354, hijo de Patricio y Santa M?nica. Su madre lo educ? en la fe cristiana, que m?s tarde el santo abandon?, no obstante le interesase siempre la figura de Cristo.

Agust?n estudi? ret?rica y gram?tica, de la que fue maestro en Cartago. En esta ciudad ley? el "Hortensius" de Cicer?n, porque a pesar de haber dejado la pr?ctica eclesial, buscaba siempre la verdad.

El libro, continu? el Santo Padre, "despert? en ?l el amor por la sabidur?a", pero "como estaba convencido de que sin Jes?s no se puede encontrar la verdad", y en el "Hortensius" no se hablaba de Cristo, comenz? a leer la Escritura.

Sin embargo, subray? Benedicto XVI, el encuentro con la Biblia lo desilusion?, no solo porqu? el estilo latino de las traducciones era tosco, sino porque "el contenido no le parec?a satisfactorio. En las narraciones de las Escrituras sobre las guerras y otras peripecias humanas no encontraba ni la altura filos?fica, ni el esplendor de la b?squeda de la verdad que la caracteriza".

Pero Agust?n no quer?a vivir sin Dios y buscaba "una religi?n que respondiera a su deseo de verdad (...) y de acercarse a Jes?s". Por eso, se sinti? atra?do por el manique?smo, cuyos seguidores se presentaban como cristianos y aseguraban que su "religi?n era completamente racional". Adem?s, la moral del dualismo maniqueo atra?a al futuro Obispo de Hipona, que se convenci? de haber encontrado la s?ntesis entre "racionalidad, b?squeda de la verdad y amor a Jesucristo". Pero el manique?smo se demostr? incapaz de resolver las dudas del santo.

El Sumo Pont?fice relat? luego que cuando Agust?n se traslad? a Mil?n tom? la costumbre de escuchar las predicaciones del Obispo Ambrosio para mejorar su ret?rica. El Obispo de Mil?n ense?aba la "interpretaci?n tipol?gica del Antiguo Testamento (...) que es un camino hacia Jesucristo". Fue as? como Agust?n "encontr? la clave para entender la belleza e incluso la profundidad filos?fica del Antiguo Testamento y entendi? toda la unidad del misterio de Cristo en la historia y la s?ntesis entre filosof?a, racionalidad y fe en el Logos, en Cristo Verbo eterno que se hizo carne".

As?, Agust?n se convirti? al cristianismo "al final de un largo y atormentado itinerario interior" el 15 de agosto del 386, bautiz?ndose el 24 de abril del 387. Fue ordenado presb?tero en el 391 y obispo cuatro a?os m?s tarde.

"Fue ?dijo el Papa? un obispo ejemplar en su incansable empe?o pastoral... atend?a a los pobres, se preocupaba por la formaci?n del clero, organizaba monasterios" y en poco tiempo pas? a ser "uno de los principales representantes del cristianismo de aquellos tiempos".

Benedicto XVI record? finalmente que Agust?n "se conf?o a Dios todos los d?as, hasta el final de su vida", y poco antes de morir "pidi? que escribieran con grandes letras los salmos penitenciales e hizo que los clavaran en la pared de la habitaci?n para que durante su enfermedad pudiera leerlos". El Obispo muri? el 28 de agosto del 430.

"A sus obras, a su mensaje y a su camino interior dedicaremos los pr?ximos encuentros" concluy? el Pont?fice.

ZENIT publica la intervenci?n de Benedicto XVI durante la audiencia general del mi?rcoles, 9 de Enero de 2008, en la que comenz? una serie de meditaciones sobre san Agust?n de Hipona.


Queridos hermanos y hermanas:

Despu?s de las grandes festividades navide?as, quisiera volver a meditar sobre los padres de la Iglesia y hablar hoy del padre m?s grande de la Iglesia latina, san Agust?n: hombre de pasi?n y de fe, de elevad?sima inteligencia y de incansable entrega pastoral. Este gran santo y doctor de la Iglesia es conocido, al menos de nombre, incluso por quien ignora el cristianismo o no tiene familiaridad con ?l, por haber dejado una huella profund?sima en la vida cultural de Occidente y de todo el mundo.

Por su singular relevancia, san Agust?n tuvo una influencia enorme y podr?a afirmarse, por una parte, que todos los caminos de la literatura cristiana latina llevan a Hipona (hoy Anaba, en la costa de Argelia), localidad en la que era obispo y, por otra, que de esta ciudad del ?frica romana, en la que Agust?n fue obispo desde el a?o 395 hasta 430, parten muchas otras sendas del cristianismo sucesivo y de la misma cultura occidental.

Pocas veces una civilizaci?n ha encontrado un esp?ritu tan grande, capaz de acoger los valores y de exaltar su intr?nseca riqueza, inventando ideas y formas de las que se alimentar?an las generaciones posteriores, tal y como subray? tambi?n Pablo VI: ?Se puede decir que todo el pensamiento de la antig?edad confluye en su obra y de esa se derivan corrientes de pensamiento que penetran toda la tradici?n doctrinal de los siglos sucesivos? (AAS, 62, 1970, p. 426).

Agust?n es, adem?s, el padre de la Iglesia que ha dejado el mayor n?mero de obras. Su bi?grafo, Posidio, dice: parec?a imposible que un hombre pudiera escribir tanto en vida. En un pr?ximo encuentro hablaremos de estas obras. Hoy nuestra atenci?n se concentrar? en su vida, que puede reconstruirse con sus escritos, y en particular con las ?Confesiones?, su extraordinaria biograf?a espiritual escrita para alabanza de Dios, su obra m?s famosa.

Las ?Confesiones? constituyen precisamente por su atenci?n a la interioridad y a la psicolog?a un modelo ?nico en la literatura occidental, y no s?lo occidental, incluida la no religiosa, hasta la modernidad.

Esta atenci?n por la vida espiritual, por el misterio del yo, por el misterio de Dios que se esconde en el yo, es algo extraordinario, sin precedentes, y permanece para siempre como una ?cumbre? espiritual.

Pero, volvamos a su vida. Agust?n naci? en Tagaste, en la provincia de Numidia, en el ?frica romana, el 13 de noviembre de 354, hijo de Patricio, un pagano que despu?s lleg? a ser catec?meno, y de M?nica, fervorosa cristiana.

Esta mujer apasionada, venerada como santa, ejerci? en su hijo una enorme influencia y le educ? en la fe cristiana. Agust?n hab?a recibido tambi?n la sal, como signo de la acogida en el catecumenado. Y siempre qued? fascinado por la figura de Jesucristo; es m?s, dice que siempre am? a Jes?s, pero que se alej? cada vez m?s de la fe eclesial, de la pr?ctica eclesial, como les sucede tambi?n hoy a muchos j?venes.

Agust?n ten?a tambi?n un hermano, Navigio, y una hermana, de la que desconocemos el nombre y que, tras quedar viuda, se convirti? en superiora de un monasterio femenino.

El muchacho, de agud?sima inteligencia, recibi? una buena educaci?n, aunque no siempre fue estudiante ejemplar. De todos modos, aprendi? bien la gram?tica, primero en su ciudad natal, y despu?s en Madaura y, a partir del a?o 370, ret?rica, en Cartago, capital del ?frica romana: lleg? a dominar perfectamente el lat?n, pero no alcanz? el mismo nivel en griego, ni aprendi? el p?nico, lengua que hablaban sus paisanos.

En Cartago, Agust?n ley? por primera vez el ?Hortensius?, obra de Cicer?n que despu?s se perder?a y que se enmarca en el inicio de su camino hacia la conversi?n. El texto ciceroniano despert? en ?l el amor por la sabidur?a, como escribir? siendo ya obispo en las ?Confesiones?: ?Aquel libro cambi? mis sentimientos? hasta el punto de que ?de repente todas mis vanas esperanzas se envilecieron ante mis ojos y empec? a encenderme en un incre?ble ardor del coraz?n por una sabidur?a inmortal? (III, 4, 7).

Pero, dado que estaba convencido de que sin Jes?s no puede decirse que se ha encontrado efectivamente la verdad, y dado que en ese libro apasionante faltaba ese nombre, nada m?s leerlo comenz? a leer la Escritura, la Biblia. Qued? decepcionado. No s?lo porque el estilo de la traducci?n al lat?n de la Sagrada Escritura era deficiente, sino tambi?n porque el mismo contenido no le pareci? satisfactorio.

En las narraciones de la Escritura sobe guerras y otras vicisitudes humanas no encontraba la altura de la filosof?a, el esplendor de la b?squeda de la verdad que le es propio. Sin embargo, no quer?a vivir sin Dios y buscaba una religi?n que respondiera a su deseo de verdad y tambi?n a su deseo de acercarse a Jes?s.

De esta manera, cay? en la red de los maniqueos, que se presentaban como cristianos y promet?an una religi?n totalmente racional. Afirmaban que el mundo est? dividido en dos principios: el bien y el mal. Y as? se explicar?a toda la complejidad de la historia humana. La moral dualista tambi?n le atra?a a san Agust?n, pues comportaba una moral muy elevada para los elegidos: y para quien, como ?l, adher?a a la misma era posible una vida mucho m?s adecuada a la situaci?n de la ?poca, especialmente si era joven.

Se hizo, por tanto, maniqueo, convencido en ese momento de que hab?a encontrado la s?ntesis entre racionalidad, b?squeda de la verdad y amor a Jesucristo. Y sac? una ventaja concreta para su vida: la adhesi?n a los maniqueos abr?a f?ciles perspectivas de carrera. Adherir a esa religi?n, que contaba con muchas personalidades influyentes, le permit?a seguir su relaci?n con una mujer y continuar con su carrera.

De esta mujer tuvo un hijo, Adeodato, al que quer?a mucho, sumamente inteligente, que despu?s estar?a presente en su preparaci?n al bautismo en el lago de Como, participando en esos ?Di?logos? que san Agust?n nos ha dejado. Por desgracia, el muchacho falleci? prematuramente.

Siendo profesor de gram?tica en torno a los veinte a?os, en su ciudad natal, pronto regres? a Cartago, donde se convirti? en un brillante y famoso maestro de ret?rica. Con el pasar del tiempo, sin embargo, Agust?n comenz? a alejarse de la fe de los maniqueos, que le decepcionaron precisamente desde el punto de vista intelectual, pues eran incapaces de resolver sus dudas, y se transfiri? a Roma, y despu?s a Mil?n, donde resid?a en la corte imperial y donde hab?a obtenido un puesto de prestigio, por recomendaci?n del prefecto de Roma, el pagano Simaco, que era hostil al obispo de Mil?n, san Ambrosio.

En Mil?n, Agust?n se acostumbr? a escuchar, en un primer momento con el objetivo de enriquecer su bagaje ret?rico, las bell?simas predicaciones del obispo Ambrosio, que hab?a sido representante del emperador para Italia del norte. El ret?rico africano qued? fascinado por la palabra del gran prelado milan?s; no s?lo por su ret?rica. El contenido fue tocando cada vez m?s su coraz?n.

El gran problema del Antiguo Testamento, la falta de belleza ret?rica, de nivel filos?fico, se resolvi? con las predicaciones de san Ambrosio, gracias a la interpretaci?n tipol?gica del Antiguo Testamento: Agust?n comprendi? que todo el Antiguo Testamento es un camino hacia Jesucristo. De este modo, encontr? la clave para comprender la belleza, la profundidad incluso filos?fica del Antiguo Testamento y comprendi? toda la unidad del misterio de Cristo en la historia, as? como la s?ntesis entre filosof?a, racionalidad y fe en el Logos, en Cristo, Verbo eterno, que se hizo carne.

Pronto, Agust?n se dio cuenta de que la literatura aleg?rica de la Escritura y la filosof?a neoplat?nica del obispo de Mil?n le permit?an resolver las dificultades intelectuales que, cuando era m?s joven, en su primer contacto con los textos b?blicos, le hab?an parecido insuperables.

Agust?n continu? la lectura de los escritos de los fil?sofos con la de la Escritura, y sobre todo de las cartas de san Pablo. La conversi?n al cristianismo, el 15 de agosto de 386, se enmarc? por tanto al final de un largo y agitado camino interior, del que seguiremos hablando en otra catequesis. El africano se mud? al campo, al norte de Mil?n, al lago de Como, con su madre, M?nica, el hijo Adeodato, y un peque?o grupo de amigos, para prepararse al bautismo. De este modo, a los 32 a?os, Agust?n fue bautizado por Ambrosio el 24 de abril de 387, durante la vigilia pascual en la catedral de Mil?n.

Tras el bautismo, Agust?n decidi? regresar a ?frica con sus amigos, con la idea de llevar vida en com?n, de car?cter mon?stico, al servicio de Dios. Pero en Ostia, mientras esperaba para embarcarse, su madre se enferm? improvisamente y poco despu?s muri?, destrozando el coraz?n del hijo.

Tras regresar finalmente a su patria, el convertido se estableci? en Hipona para fundar un monasterio. En esa ciudad de la costa africana, a pesar de resistirse a la idea, fue ordenado presb?tero en el a?o 391 y comenz? con algunos compa?eros la vida mon?stica en la que estaba pensado desde hace alg?n tiempo, repartiendo su tiempo entre la oraci?n, el estudio y la predicaci?n.

Quer?a estar s?lo al servicio de la verdad, no se sent?a llamado a la vida pastoral, pero despu?s comprendi? que la llamada de Dios significaba ser pastor entre los dem?s y as? ofrecer el don de la verdad a los dem?s. En Hipona, cuatro a?os despu?s, en el a?o 395, fue consagrado obispo.

Continuando con la profundizaci?n en el estudio de las Escrituras y de los textos de la tradici?n cristiana, Agust?n se convirti? en un obispo ejemplar con un incansable compromiso pastoral: predicaba varias veces a la semana a sus fieles, ayudaba a los pobres y a los hu?rfanos, atend?a a la formaci?n del clero y a la organizaci?n de los monasterios femeninos y masculinos.

En poco tiempo, el antiguo profesor de ret?rica se convirti? en uno de los exponentes m?s importantes del cristianismo de esa ?poca: sumamente activo en el gobierno de su di?cesis, con notables implicaciones tambi?n civiles, en sus m?s de 35 a?os de episcopado, el obispo de Hipona ejerci? una amplia influencia en la gu?a de la Iglesia cat?lica del ?frica romana y m?s en general en el cristianismo de su ?poca, afrontando tendencias religiosas y herej?as tenaces y disgregadoras, como el manique?smo, el donatismo, y el pelagianismo, que pon?an en peligro la fe cristiana en el ?nico Dios y rico en misericordia.

Y Agust?n se encomend? a Dios cada d?a, hasta el final de su vida: contrajo la fiebre, mientras la ciudad de Hipona se encontraba asediada desde hac?a casi tres meses por v?ndalos invasores. El obispo, cuenta su amigo Posidio en la ?Vita Augustini? pidi? que le transcribieran con letra grande los salmos penitenciales ?y pidi? que colgaran las hojas contra la pared, de manera que desde la cama en su enfermedad los pod?a ver y leer, y lloraba sin interrupci?n l?grimas calientes? (31, 2). As? pasaron los ?ltimos d?as de la vida de Agust?n, quien falleci? el 28 de agosto del a?o 430, sin haber cumplido los 76 a?os. Dedicaremos los pr?ximos encuentros a sus obras, a su mensaje y a su experiencia interior.

[Al final de la audiencia, Benedicto XVI salud? a los peregrinos en varios idiomas. En espa?ol, dijo:]

Queridos hermanos y hermanas:

Con palabras de Pablo VI, se puede decir de San Agust?n, ?que todo el pensamiento de la antig?edad converge en su obra y de ella brotan corrientes de pensamiento que permean toda la tradici?n de los siglos posteriores?. Este Santo es el Padre de la Iglesia del que m?s obras se conservan. Naci? en Tagaste el trescientos cincuenta y cuatro, de Patricio y santa M?nica. Estudi? gram?tica y ret?rica. En Cartago ejerci? como maestro de ret?rica. Luego se transfiri? a Mil?n, ciudad en la que se convirti? a la fe cat?lica escuchando predicar a san Ambrosio, del que recibi? el Bautismo en el trescientos ochenta y siete. Posteriormente, se estableci? en Hipona. All? fue ordenado presb?tero el trescientos noventa y uno y obispo cuatro a?os m?s tarde. En sus treinta y cinco a?os al frente de esa sede episcopal se mostr? como un Pastor ejemplar por su doctrina, atenci?n a los pobres, dedicaci?n al clero y organizaci?n de monasterios. Ejerci? un gran influjo en el cristianismo de su tiempo y gracias a ?l se pudo hacer frente al manique?smo y a las herej?as donatista y pelagiana. Muri? el veintiocho de agosto del a?o cuatrocientos treinta.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua espa?ola. En particular, a la Real Maestranza de Caballer?a de Sevilla, a la Parroquia Nuestra Se?ora de los Milagros de Alange, a los capitulares de la Congregaci?n de San Pedro ad Vincula, as? como a los dem?s grupos venidos de Espa?a, M?xico, Brasil y de otros pa?ses latinoamericanos. Os invito a imitar la confianza en Dios de San Agust?n y a acogeros a su intercesi?n. Muchas gracias.

Traducci?n del original italiano realizada por Jes?s Colina

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Intervenci?n de Benedicto XVI el mi?rcoles 2 de enero durante la primera audiencia general que concedi? en el a?o 2008 en el aula Pablo VI del Vaticano.

Queridos hermanos y hermanas:

Una f?rmula de bendici?n muy antigua, recogida en el libro de los N?meros, reza as?: "El Se?or te bendiga y te guarde. El Se?or ilumine su rostro sobre ti y te sea propicio. El Se?or te muestre su rostro y te conceda la paz" (Nm 6, 24-26). Con estas palabras que la liturgia nos hizo volver a escuchar ayer, primer d?a del a?o, os expreso mis mejores deseos a vosotros, aqu? presentes, y a todos los que en estas fiestas navide?as me han enviado testimonios de afectuosa cercan?a espiritual.

Ayer celebramos la solemne fiesta de Mar?a, Madre de Dios. "Madre de Dios", Theotokos, es el t?tulo que se atribuy? oficialmente a Mar?a en el siglo V, exactamente en el concilio de ?feso, del a?o 431, pero que ya se hab?a consolidado en la devoci?n del pueblo cristiano desde el siglo III, en el contexto de las fuertes disputas de ese per?odo sobre la persona de Cristo.

Con ese t?tulo se subrayaba que Cristo es Dios y que realmente naci? como hombre de Mar?a. As? se preservaba su unidad de verdadero Dios y de verdadero hombre. En verdad, aunque el debate parec?a centrarse en Mar?a, se refer?a esencialmente al Hijo. Algunos Padres, queriendo salvaguardar la plena humanidad de Jes?s, suger?an un t?rmino m?s atenuado: en vez de Theotokos, propon?an Christotokos, Madre de Cristo. Pero precisamente eso se consider? una amenaza contra la doctrina de la plena unidad de la divinidad con la humanidad de Cristo. Por eso, despu?s de una larga discusi?n, en el concilio de ?feso, del a?o 431, como he dicho, se confirm? solemnemente, por una parte, la unidad de las dos naturalezas, la divina y la humana, en la persona del Hijo de Dios (cf. DS 250) y, por otra, la legitimidad de la atribuci?n a la Virgen del t?tulo de Theotokos, Madre de Dios (cf. ib., 251).

Despu?s de ese concilio se produjo una aut?ntica explosi?n de devoci?n mariana, y se construyeron numerosas iglesias dedicadas a la Madre de Dios. Entre ellas sobresale la bas?lica de Santa Mar?a la Mayor, aqu? en Roma. La doctrina relativa a Mar?a, Madre de Dios, fue confirmada de nuevo en el concilio de Calcedonia (a?o 451), en el que Cristo fue declarado "verdadero Dios y verdadero hombre (...), nacido por nosotros y por nuestra salvaci?n de Mar?a, Virgen y Madre de Dios, en su humanidad" (DS 301). Como es sabido, el concilio Vaticano II recogi? en un cap?tulo de la constituci?n dogm?tica Lumen gentium sobre la Iglesia, el octavo, la doctrina acerca de Mar?a, reafirmando su maternidad divina. El cap?tulo se titula: "La bienaventurada Virgen Mar?a, Madre de Dios, en el misterio de Cristo y de la Iglesia".

El t?tulo de Madre de Dios, tan profundamente vinculado a las festividades navide?as, es, por consiguiente, el apelativo fundamental con que la comunidad de los creyentes honra, podr?amos decir, desde siempre a la Virgen sant?sima. Expresa muy bien la misi?n de Mar?a en la historia de la salvaci?n. Todos los dem?s t?tulos atribuidos a la Virgen se fundamentan en su vocaci?n de Madre del Redentor, la criatura humana elegida por Dios para realizar el plan de la salvaci?n, centrado en el gran misterio de la encarnaci?n del Verbo divino.

En estos d?a de fiesta nos hemos detenido a contemplar en el bel?n la representaci?n del Nacimiento. En el centro de esta escena encontramos a la Virgen Madre que ofrece al Ni?o Jes?s a la contemplaci?n de quienes acuden a adorar al Salvador: los pastores, la gente pobre de Bel?n, los Magos llegados de Oriente. M?s tarde, en la fiesta de la "Presentaci?n del Se?or", que celebraremos el 2 de febrero, ser?n el anciano Sime?n y la profetisa Ana quienes recibir?n de las manos de la Madre al peque?o Ni?o y lo adorar?n. La devoci?n del pueblo cristiano siempre ha considerado el nacimiento de Jes?s y la maternidad divina de Mar?a como dos aspectos del mismo misterio de la encarnaci?n del Verbo divino. Por eso, nunca ha considerado la Navidad como algo del pasado. Somos "contempor?neos" de los pastores, de los Magos, de Sime?n y Ana, y mientras vamos con ellos nos sentimos llenos de alegr?a, porque Dios ha querido ser Dios con nosotros y tiene una madre, que es nuestra madre.

Del t?tulo de "Madre de Dios" derivan luego todos los dem?s t?tulos con los que la Iglesia honra a la Virgen, pero este es el fundamental. Pensemos en el privilegio de la "Inmaculada Concepci?n", es decir, en el hecho de haber sido inmune del pecado desde su concepci?n. Mar?a fue preservada de toda mancha de pecado, porque deb?a ser la Madre del Redentor. Lo mismo vale con respecto a la "Asunci?n": no pod?a estar sujeta a la corrupci?n que deriva del pecado original la Mujer que hab?a engendrado al Salvador.

Y todos sabemos que estos privilegios no fueron concedidos a Mar?a para alejarla de nosotros, sino, al contrario, para que estuviera m?s cerca. En efecto, al estar totalmente con Dios, esta Mujer se encuentra muy cerca de nosotros y nos ayuda como madre y como hermana. Tambi?n el puesto ?nico e irrepetible que Mar?a ocupa en la comunidad de los creyentes deriva de esta vocaci?n suya fundamental a ser la Madre del Redentor. Precisamente en cuanto tal, Mar?a es tambi?n la Madre del Cuerpo m?stico de Cristo, que es la Iglesia. As? pues, justamente, durante el concilio Vaticano II, el 21 de noviembre de 1964, Pablo VI atribuy? solemnemente a Mar?a el t?tulo de "Madre de la Iglesia".

Precisamente por ser Madre de la Iglesia, la Virgen es tambi?n Madre de cada uno de nosotros, que somos miembros del Cuerpo m?stico de Cristo. Desde la cruz Jes?s encomend? a su Madre a cada uno de sus disc?pulos y, al mismo tiempo, encomend? a cada uno de sus disc?pulos al amor de su Madre. El evangelista san Juan concluye el breve y sugestivo relato con las palabras: "Y desde aquella hora el disc?pulo la acogi? en su casa" (Jn 19, 27). As? es la traducci?n espa?ola del texto griego: εiς tά ?δια; la acogi? en su propia realidad, en su propio ser. As? forma parte de su vida y las dos vidas se compenetran. Este aceptarla en la propia vida (εiς tά ?δια) es el testamento del Se?or. Por tanto, en el momento supremo del cumplimiento de la misi?n mesi?nica, Jes?s deja a cada uno de sus disc?pulos, como herencia preciosa, a su misma Madre, la Virgen Mar?a.

Queridos hermanos y hermanas, en estos primeros d?as del a?o se nos invita a considerar atentamente la importancia de la presencia de Mar?a en la vida de la Iglesia y en nuestra existencia personal. Encomend?monos a ella, para que gu?e nuestros pasos en este nuevo per?odo de tiempo que el Se?or nos concede vivir, y nos ayude a ser aut?nticos amigos de su Hijo, y as? tambi?n valientes art?fices de su reino en el mundo, reino de luz y de verdad.

?Feliz a?o a todos! Este es el deseo que os expreso a vosotros, aqu? presentes, y a vuestros seres queridos durante esta primera audiencia general del a?o 2008. Que el nuevo a?o, iniciado bajo el signo de la Virgen Mar?a, nos haga sentir m?s vivamente su presencia materna, de forma que, sostenidos y confortados por la protecci?n de la Virgen, podamos contemplar con ojos renovados el rostro de su Hijo Jes?s y caminar m?s ?gilmente por la senda del bien.

Una vez m?s: ?Feliz a?o a todos!

[Tras la audiencia, el Papa salud? a los peregrinos en varios idiomas. En espa?ol, dijo:]


Saludo a los peregrinos venidos de Espa?a y Latinoam?rica. Confi?monos a la Virgen Mar?a, para que nos conduzca a su Hijo Jesucristo y nos haga valientes constructores de su reino en este mundo. ?Feliz a?o nuevo!


[En italiano]


A todos los peregrinos de lengua italiana presentes en esta primera audiencia general de 2008 les expreso un afectuoso deseo de serenidad y bien para el nuevo a?o.
Dirijo un saludo especial a la comunidad de los Legionarios de Cristo, que provienen de diversos pa?ses, y en particular a los nuevos sacerdotes y a los representantes del "Regnum Christi". Queridos hermanos, el misterio de la encarnaci?n que celebramos en este tiempo lit?rgico os ilumine en el camino de fidelidad a Cristo. A ejemplo de Mar?a, conservad, meditad y seguid al Verbo que en Bel?n se hizo carne, y difundid con entusiasmo su mensaje de salvaci?n.

Saludo, por ?ltimo, a los j?venes, a los enfermos y a los reci?n casados. A vosotros, queridos j?venes, os deseo que consider?is cada d?a como un don de Dios, que es preciso acoger con gratitud y vivir con rectitud. A vosotros, queridos enfermos, que el nuevo a?o os conforte en el cuerpo y en el esp?ritu. Y vosotros, queridos reci?n casados, entrad en la escuela de la Sagrada Familia de Nazaret, para aprender a realizar una aut?ntica comuni?n de vida y amor.

Traducci?n distribuida por la Santa Sede

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Publicado por verdenaranja @ 23:09  | Habla el Papa
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El Santo Padre Benedicto XVI ha enviado una carta, por medio del Cardenal Secretario de Estado Tarcisio Bertone, al Presidente de la Conferencia Episcopal de Kenia, el Card. John Njue, Arzobispo de Nairobi, expresando su solidaridad por las v?ctimas e invitando a la paz y al di?logo.


Su Eminencia el Cardenal John Hjue
Arzobispo de Nairobi
Presidente de la Conferencia Episcopal de Kenia

Eminencia,
Su Santidad el Papa Benedicto XVI ha seguido con profunda tristeza y preocupaci?n la violencia que se ha desatado en vuestro pa?s, y me ha pedido que os dirija esta carta, en vuestra calidad de Presidente de la Conferencia Episcopal de Kenia, en orden a expresar su unidad y solidaridad con vuestros Hermanos Obispos y todos vuestros compatriotas, y para aseguraros de sus oraciones para que esta gran tragedia llegue pronto a terminar.
El Papa est? cercano en esp?ritu a todas las v?ctimas de esta violencia: las muchas personas que han perdido sus vidas, muchas veces atrozmente, los miembros apenados de sus familias, los heridos, aquellos que est?n despose?dos o han tenido que abandonar sus casas, y todos aquellos que est?n amenazados y viviendo en el temor. Al encomendar a aquellos que han muerto a la misericordia del Se?or, le invita a echar una mano generosamente a todos aquellos que est?n en angustia o necesidad.
Esperanza sincera de su Santidad es que esta querida naci?n, cuya experiencia de tranquilidad social y desarrollo representa un elemento de estabilidad en toda la agitada regi?n, desterrar? tan pronto como sea posible la amenaza del conflicto ?tnico que contin?a dando lugar a tantos cr?menes en ciertas partes de ?frica.
Su Santidad por tanto se asocia con el Mensaje ?Mi Paz os doy?, que los obispos de la Iglesia Cat?lica en Kenia dirigieron a los Cristianos y a todo el pueblo de su pa?s. ?l ruega por un fin inmediato de los actos de violencia y conflicto fraticida. La violencia es in?til como medio para resolver los problemas; ?s?lo los agraba y conduce a sufrimientos sin precedentes!
El Papa tambi?n llama a los l?deres pol?ticos, que son responsables del bien com?n, y los invita a embarcarse resueltamente en el camino de la paz y de la justicia, ya que el pa?s necesita la paz que est? basada sobre la justicia y la fraternidad. Les anima a resolver las presentes dificultades a trav?s del di?logo y debate democr?tico, prestando atenci?n a las sugerencias pr?cticas que ofrecisteis en vuestro mensaje.
Hace justamente unos pocos d?as, al pricipio del nuevo a?o, el D?a Mundial de la Paz se celebr? con el tema: ?La Familia Humana, una Comunidad de Paz?. En este contexto el Santo Padre expresa su esperanza que todos los kenianos trabajen en hacer de su pa?s a?n m?s como una familia en la que todos se ven como hermanos y hermanas cuyas relaciones est?n marcadas por la justicia y el amor. Asimismo ?l pide que los creyentes rueguen incansablemente a Dios por el gran don de la paz. Por estas intenciones imparte cordialmente a vosotros, Venerables Hermanos, y a todos los sacerdotes, a los religiosos y religiosas y a los fieles una esp?cial Bendici?n Apost?lica.
Uniendome a su Santidad al expresar estos sentimientos, aprovecho la ocasi?n para ofreceros mis cari?osos y respetuosos saludos.

Un cordial saludo en Cristo
Card. Tarsicio Bertone
Secretario de Estado

(Traducci?n particular no oficial desde el Ingl?s)


Texto original: http://www.evangelizatio.org/portale/adgentes/pontefici/pontefice.php?id=982

Martes, 08 de enero de 2008
Discurso que dirigi? Benedicto XVI el lunes, 7 de Enero de 2008, a los embajadores de los pa?ses acreditados ante la Santa Sede con motivo del encuentro de felicitaci?n por el nuevo a?o.


Excelencias.

Se?oras y Se?ores.

1. Saludo cordialmente a vuestro decano, el Embajador Giovanni Galassi, y le agradezco las amables palabras que me ha dirigido en nombre del Cuerpo diplom?tico acreditado. Un saludo deferente va a cada uno de vosotros, y en particular a los que participan por primera vez en este encuentro. A trav?s de vosotros, elevo mis fervientes votos a los pueblos y gobiernos que digna y competentemente represent?is. Hace algunas semanas, vuestra comunidad se ha vestido de luto: el embajador de Francia, se?or Bernard Kessedjian, culmin? su peregrinaci?n terrena; ?que el Se?or le conceda su paz! Al mismo tiempo, dirijo un pensamiento especial a las naciones que no tienen todav?a relaciones diplom?ticas con la Santa Sede: tambi?n ellas tienen un lugar en el coraz?n del Papa. Como he querido se?alar en el Mensaje para la celebraci?n de la Jornada Mundial de la Paz de este a?o, la Iglesia est? profundamente convencida de que la humanidad constituye una familia.

2. Las relaciones diplom?ticas con los Emiratos ?rabes Unidos se han establecido inspiradas en un esp?ritu de familia, as? como la visita a unos pa?ses muy queridos. La calurosa acogida de los brasile?os permanece todav?a vibrante en mi coraz?n. En este pa?s, tuve la alegr?a de encontrar a los representantes de la gran familia de la Iglesia en Am?rica Latina y en el Caribe, reunidos en Aparecida para la Quinta Conferencia General del CELAM. En el ?mbito econ?mico y social, pude apreciar tanto signos elocuentes de esperanza para este continente como motivos de preocupaci?n. ?C?mo no desear una cooperaci?n creciente entre los pueblos de Am?rica Latina, as? como el cese de tensiones internas en cada uno de los pa?ses que la componen, para que puedan converger en los grandes valores inspirados por el Evangelio? Deseo mencionar a Cuba, que se apresta a celebrar el d?cimo aniversario de la visita de mi venerado Predecesor. El Papa Juan Pablo II fue recibido con afecto por las Autoridades y por la poblaci?n, animando a todos los cubanos a colaborar para conseguir un futuro mejor. Perm?taseme retomar este mensaje de esperanza que no ha perdido nada de su actualidad.

3. Mi pensamiento y mi oraci?n se dirigen sobre todo hacia las poblaciones golpeadas por espantosas cat?strofes naturales. Me refiero a los huracanes e inundaciones que han devastado ciertas regiones de M?xico y de Am?rica Central, as? como algunos pa?ses de ?frica y de Asia, en particular Bangladesh, y una parte de Ocean?a; tambi?n habr?a que mencionar los grandes incendios. El Cardenal Secretario de Estado, que, a finales de agosto se acerc? hasta el Per?, me ofreci? un testimonio directo de la destrucci?n y la desolaci?n provocada por el terrible terremoto, pero tambi?n del ?nimo y de la fe de las poblaciones afectadas. Frente a los tr?gicos acontecimientos de este tipo, es necesario un compromiso com?n y decidido. Como he escrito en la Enc?clica sobre la Esperanza ?la grandeza de la humanidad est? determinada esencialmente por su relaci?n con el sufrimiento y con el que sufre. Esto es v?lido tanto para el individuo como para la sociedad? (carta enc?clica Spe salvi, n. 38).

4. La comunidad internacional mantiene viva su preocupaci?n por el Medio Oriente. Me alegra que la Conferencia de Annapolis haya dado signos en la direcci?n de un abandono del recurso a soluciones parciales o unilaterales, en beneficio de una visi?n global, respetuosa de los derechos e intereses de los pueblos de la regi?n. Una vez m?s, hago un llamamiento a los israel?es y a los palestinos, para que concentren sus esfuerzos en poner en pr?ctica los compromisos asumidos en esta ocasi?n y no frenen el proceso felizmente iniciado. Invito adem?s a la comunidad internacional a sostener a estos dos pueblos con convicci?n y comprensi?n hacia los sufrimientos y los miedos de cada uno de ellos. ?C?mo no estar cerca del L?bano, en las pruebas y las violencias que siguen afligiendo este querido pa?s?. Deseo que los libaneses puedan decidir libremente acerca de su futuro y pido al Se?or que les ilumine, empezando por los responsables de la vida p?blica, para que, dejando de lado los intereses particulares, est?n dispuestos a comprometerse por el camino del di?logo y de la reconciliaci?n. Solamente as? el pa?s podr? progresar en la estabilidad y ser de nuevo un ejemplo de convivencia entre las comunidades. Tambi?n en Irak, la reconciliaci?n es una urgencia. Actualmente, los atentados terroristas, las amenazas y la violencia contin?an, en particular contra la comunidad cristiana, y las noticias que nos llegan de ayer confirman nuestra preocupaci?n; es evidente que todav?a quedan por resolver aspectos esenciales de ciertas cuestiones pol?ticas. En este marco, una reforma constitucional apropiada deber? salvaguardar los derechos de las minor?as. Se necesitan importantes ayudas humanitarias para las poblaciones afectadas por la guerra, y pienso en particular en los desplazados dentro del pa?s y en los refugiados en el extranjero, entre los cuales se encuentran numerosos cristianos. Invito a la comunidad internacional a mostrarse generosa con ellos y con los pa?ses donde ellos encuentran refugio, cuya capacidad de acogida se ve sometida a dura prueba. Deseo tambi?n alentar a que se contin?e sin descanso por la v?a de la diplomacia para resolver la cuesti?n del programa nuclear iraniano, negociando con buena fe, adoptando medidas destinadas a aumentar la transparencia y la confianza rec?procas, y teniendo siempre en cuenta las aut?nticas necesidades de los pueblos y del bien com?n de la familia humana.

5 Ampliando nuestra mirada al continente asi?tico, quisiera llamar vuestra atenci?n sobre otras situaciones cr?ticas. En primer lugar, Pakist?n, que en los ?ltimos meses ha sido duramente golpeado por la violencia. Deseo que todas las fuerzas pol?ticas y sociales se comprometan en la construcci?n de una sociedad pac?fica que respete los derechos de todos. En Afganist?n, junto a la violencia se a?aden otros graves problemas sociales, como la producci?n de drogas; es necesario ofrecer m?s apoyo a los esfuerzos de desarrollo y trabajar con m?s intensidad todav?a en la construcci?n de un futuro sereno. En Sri Lanka, no es posible aplazar para m?s tarde los esfuerzos decisivos para remediar los inmensos sufrimientos causados por los conflictos vigentes. Pido al Se?or que en Myanmar, con el apoyo de la comunidad internacional, se abra una ?poca de di?logo entre el gobierno y la oposici?n, asegurando el verdadero respeto de todos los derechos del hombre y de las libertades fundamentales.

6. Volviendo ahora a ?frica, quisiera en primer lugar volver a expresar mi profundo pesar al comprobar c?mo la esperanza parece casi derrotada por el siniestro cortejo de hambre y de muerte que perdura en el Darfur. Deseo de todo coraz?n que la operaci?n conjunta de las Naciones Unidas y de la Uni?n Africana, cuya misi?n acaba de comenzar, lleve ayuda y consuelo a las poblaciones que sufren. El proceso de paz en la Rep?blica Democr?tica del Congo tropieza con fuertes resistencias en la zona de los grandes lagos, sobre todo en las regiones orientales, y Somalia, en particular Mogadiscio, sigue estando afligida por la violencia y la pobreza. Hago un llamamiento a las partes en conflicto para que cesen las operaciones militares, se facilite el paso de la ayuda humanitaria y los civiles sean respetados. Kenia ha experimentado estos d?as una brusca erupci?n de violencia. Uni?ndome a la exhortaci?n de los Obispos del 2 de enero, invito a todos los habitantes, y en particular a los responsables pol?ticos, a buscar a trav?s del di?logo una soluci?n pac?fica, fundada sobre la justicia y la fraternidad. La Iglesia Cat?lica no es indiferente a los gemidos de dolor que se elevan en esta regi?n. Ella hace suyas las peticiones de ayuda de los refugiados y de los desplazados y se compromete para favorecer la reconciliaci?n, la justicia y la paz. Este a?o, Etiop?a inicia el tercer milenio cristiano, y estoy seguro de que las celebraciones organizadas con este motivo contribuir?n tambi?n a recordar la inmensa obra, social y apost?lica, realizada por los Cristianos en ?frica.

7. Terminando por Europa, me alegro de los progresos alcanzados en los diferentes pa?ses de la regi?n de los Balcanes y expreso una vez m?s el deseo que el estatuto definitivo de Kosovo tenga en cuenta las leg?timas reivindicaciones de las partes implicadas y garantice, a todos los que habitan en esta tierra, seguridad y respeto a sus derechos para que definitivamente se aleje el fantasma de los enfrentamientos violentos y se refuerce la estabilidad europea. Quisiera citar igualmente a Chipre recordando con alegr?a la visita, el mes de junio pasado, de Su Beatitud el Arzobispo Chrysostomos II. Deseo que, en el contexto de la Uni?n Europea, no se escatime ning?n esfuerzo para encontrar soluci?n a una crisis que dura demasiado tiempo. En el mes de septiembre pasado, realic? una visita a Austria, que quiso tambi?n subrayar la contribuci?n esencial que la Iglesia cat?lica puede y quiere dar a la unificaci?n de Europa. A prop?sito de Europa, quisiera aseguraros que sigo con atenci?n el per?odo que se ha abierto con la firma del ?Tratado de Lisboa?. Esta etapa impulsa el proceso de construcci?n de la ?casa Europea?, que ?ser? para todos un buen lugar para vivir si se construye sobre un s?lido fundamento cultural y moral de valores comunes tomados de nuestra historia y de nuestras tradiciones? (Encuentro con las Autoridades y el Cuerpo diplom?tico, Viena, 7 septiembre 2007) y si ella no reniega de sus ra?ces cristianas.

8. De este r?pido repaso general, aparece con claridad la fragilidad de la seguridad y la estabilidad en el mundo. Los factores de preocupaci?n son diferentes; sin embargo, todos testimonian que la libertad humana no es absoluta, sino que se trata de un bien compartido, cuya responsabilidad incumbe a todos. En consecuencia, el orden y el derecho son elementos que la garantizan. El derecho s?lo podr? ser una fuerza eficaz de paz si sus fundamentos permanecen s?lidamente anclados en el derecho natural, dado por el Creador. Es por eso tambi?n que no se puede nunca excluir a Dios del horizonte del hombre y de la historia. El nombre de Dios es un nombre de justicia, representa una llamada urgente a la paz.

9. Esta toma de conciencia podr?a ayudar, entre otras cosas, a orientar las iniciativas de di?logo intercultural e interreligioso. Estas iniciativas son cada vez m?s numerosas y pueden estimular la colaboraci?n en temas de inter?s mutuo, como la dignidad de la persona humana, la b?squeda del bien com?n, la construcci?n de la paz y el desarrollo. A este respecto, la Santa Sede ha querido dar un relieve particular a su participaci?n en el di?logo de alto nivel sobre el entendimiento entre las religiones y las culturas y la cooperaci?n para la paz, en el marco de la 62? Asamblea General de las Naciones Unidas (4-5 octubre 2007), Este di?logo, para ser aut?ntico, debe ser claro, evitando relativismos y sincretismos, pero animado de un respeto sincero por los otros y de un esp?ritu de reconciliaci?n y de fraternidad. La Iglesia cat?lica est? profundamente comprometida en ello y me es grato recordar de nuevo la carta que, el 13 de octubre pasado, me dirigieron ciento treinta y ocho personalidades musulmanas, renovando mi gratitud por los nobles sentimientos que all? se expresan.

10. Nuestra sociedad ha incluido justamente la grandeza y la dignidad de la persona humana en las diversas declaraciones de derechos, que han sido formuladas a partir de la Declaraci?n Universal de los Derechos del Hombre, adoptada hace sesenta a?os. Este acto solemne fue, seg?n la expresi?n del Papa Pablo VI, uno de los m?s grandes t?tulos de gloria de las Naciones Unidas. En todos los continentes, la Iglesia cat?lica, se compromete para que los derechos del hombre sean no solamente proclamados, sino aplicados. Es de desear que los organismos creados para la defensa y promoci?n de los derechos del hombre consagren todas sus energ?as a este cometido, y en particular, que el Consejo de los Derechos del Hombre sepa responder a las expectativas suscitadas tras su creaci?n.

11. La Santa Sede, por su parte, no dejar? de reafirmar estos principios y estos derechos fundados sobre lo que es esencial y permanente en la persona humana. Es un servicio que la Iglesia desea ofrecer a la verdadera dignidad del hombre, creado a imagen de Dios. Partiendo precisamente de estas consideraciones, no puedo dejar de deplorar, una vez m?s, los continuos ataques perpetrados, en todos los continentes, contra la vida humana. Quisiera recordar, junto a tantos investigadores y cient?ficos, que las nuevas fronteras de la bio?tica no imponen una elecci?n entre la ciencia y la moral, sino que m?s bien exigen un uso moral de la ciencia. Por otra parte, recordando el llamamiento hecho por el Papa Juan Pablo II con ocasi?n del gran Jubileo del A?o 2000, me alegra que, el 18 de diciembre pasado, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptara una resoluci?n por la que se llama a los Estados a instituir una moratoria en la aplicaci?n de la pena de muerte, y deseo que esta iniciativa estimule el debate p?blico sobre el car?cter sagrado de la vida humana. Deploro, una vez m?s, los ataques preocupantes contra la integridad de la familia, fundada sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer. Los responsables de la pol?tica, de la orientaci?n que sean, deben defender esta instituci?n fundamental, c?lula b?sica de la sociedad. ?Qu? m?s se puede decir! Hasta la libertad religiosa, ?exigencia ineludible de la dignidad de cada hombre y piedra angular del edificio de los derechos humanos? (Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1988, pre?mbulo), est? frecuentemente amenazada. Existen, en efecto, lugares donde no se puede ejercer plenamente. La Santa Sede, la defiende y pide su respeto para todos. Ella esta preocupada por las discriminaciones contra los cristianos y contra los fieles de otras religiones.

12. La paz no puede ser s?lo una simple palabra o una aspiraci?n ilusoria. La paz es un compromiso y un modo de vida que exige que se satisfagan las expectativas leg?timas de todos como el acceso a la alimentaci?n, al agua y a la energ?a, a la medicina y a la tecnolog?a, o bien el control de los cambios clim?ticos. Solamente as? se puede construir el futuro de la humanidad; solamente as? se favorece el desarrollo integral para hoy y para ma?ana. Hace cuarenta a?os, el Papa Pablo VI, acu?ando una expresi?n particularmente feliz, se?al? en la Enc?clica Populorum progressio que ?el desarrollo es el nuevo nombre de la paz?. Por eso, para consolidar la paz, es necesario que los positivos resultados macroecon?micos, obtenidos en 2007 por numerosos pa?ses en v?as de desarrollo, sean sostenidos por pol?ticas sociales eficaces y por la puesta en pr?ctica de compromisos de asistencia por parte de los pa?ses ricos.

13. Por ?ltimo, quisiera exhortar a la comunidad internacional a un compromiso global por