Escrito procedente del ?rea de Pastoral Social de la Di?cesis de Tenerife dentro de la Campa?a "Austeridad para Compartir" que se iniciar? el pr?ximo mi?rcoles de Ceniza de 2008. AUSTERIDAD PARA COMPARTIR - ES MEJOR DAR QUE RECIBIR
?rea de Pastoral Social - Di?cesis Nivariense, Cuaresma 2008
Todos somos conscientes de los grandes cambios sociales, cient?ficos, culturales y econ?micos que se han producido en nuestra sociedad de modo acelerado, en esta ?ltima etapa de nuestra historia.
Sin embargo, estos cambios no han afectado en beneficio de las personas por igual. Frente al avance y desarrollo y las afirmaciones del valor y la dignidad absoluta de la persona, vemos c?mo se viola esa misma dignidad en forma de actitudes y comportamientos personales, grupales e institucionales injustos.
El af?n desmedido de poder y dominio hace que una tercera parte de la humanidad padezca pobreza severa y exclusi?n social. Para que este sistema funcione, se est? generando una bolsa de pobreza y marginaci?n compuesta por personas, colectivos, pueblos e incluso continentes, que se convierten en poblaci?n sobrante, al margen. No s?lo en el Sur, sino tambi?n en el Norte, entre nosotros.
Hoy llega hasta nosotros, con la misma fuerza que hace miles de a?os, el clamor de Dios en el ?xodo:
?He visto la opresi?n de mi pueblo en Egipto, he o?do sus quejas contra los opresores, me he fijado en sus sufrimientos?? ?Y ahora, anda, que te env?o al Fara?n para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas?? (Ex 3,7-10) La respuesta a estas situaciones es la SOLIDARIDAD. Al sentirnos hijos de un mismo PADRE, somos hermanos de todos los hombres y mujeres. Estamos llamados a comportarnos como tales y a crear cauces de fraternidad a nuestro alrededor, sin dejar de lado la exigencia y el compromiso para la instauraci?n de un orden social justo. Cada uno desde sus posibilidades, pero siempre sin abandonar lo m?s cercano.
La
acci?n significativa ?AUSTERIDAD PARA COMPARTIR? que proponemos, desde el ?rea de Pastoral Social de nuestra Di?cesis para esta Cuaresma que comienza, puede ser un medio importante que deseamos nos ayude a ?SER y HACER MEMORIA DE JESUCRISTO?, aqu? y ahora, en consonancia con el Plan Diocesano de Pastoral.
Intentar vivir hoy siendo solidarios y creando fraternidad, implica, ser capaces de:
REACCIONAR ante la injusticia y el sufrimiento en que viven tantos pueblos y personas, hermanas nuestras. Lo que nos hace estar con los OJOS ABIERTOS para VER la realidad del mundo y de las personas con la misma mirada de Dios. Esta reacci?n afecta a todas las dimensiones de nuestra vida personal.
Tener la
DETERMINACI?N, desde un
CORAZ?N SENSIBLE, de embarcarnos en procesos de conversi?n personal y de compromisos para la erradicaci?n de las causas que generan situaciones donde la persona vive como no-sujeto. Que nos duela tanto las situaciones de soledad, pobreza, exclusi?n y marginaci?n social que nos dispongamos para acoger y acompa?ar a las personas que las sufran ayud?ndolas a que salgan de ellas. La conversi?n personal nos ayuda a superar las tentaciones del poder, del af?n de poseer-consumo y del dominio, a la vez que nos sentimos llamados a vivir desde los valores de las bienaventuranzas: ?Bienaventurados los pobres, los que sufren, los mansos? (Cfr Mt. 5,1-12; Mt 15, 35-36)
Adoptar un
ESTILO DE VIDA sostenible, cambiando nuestra escala de valores, que pone en juego todas nuestras posibilidades y que repercute en nuestro proyecto vital. Ser solidario constituye una forma de vida que afecta por igual a la acci?n social que una persona realiza como a su nivel de vida y consumo o a sus criterios econ?micos, pol?ticos y la relaci?n con el Medio Ambiente y del cuidado de la Creaci?n y tener
MANO PRONTA PARA ACTUAR, en los distintos ?mbitos de nuestra vida: personal, relaciones cercanas, laboral, social y eclesial.
En resumen, con esta
ACCI?N SIGNIFICATIVA, intentamos promover una forma de ser y un estilo de vida que favorezca la transformaci?n (conversi?n) de actitudes personales, colectivas y sociales en h?bitos de fraternidad y solidaridad; de participaci?n responsable con el Medio Ambiente y de compromiso activo desde los ambientes m?s cercanos (familia, parroquia, barrio, trabajo?) que den como resultado la transformaci?n de la persona y del tejido social y el cuidado de la naturaleza.