Art?culo publicado en las p?ginas amarillas de "Misa Dominical", CPL, A?o XL, n?m. 2 TRES TOQUES CUARESMALES
La Cuaresma es un tiempo que hay que aprovechar. Y el hecho de que diga-mos que la Pascua deber?a tener m?s relieve del que tiene, no es motivo para no exprimir tanto como se pueda este tiempo que el pueblo cristiano tiene en general muy interiorizado como tiempo para reafirmar la vida cristiana y para dar alg?n paso de conversi?n personal y colectiva. Para ello puede ser ?til el libro de la colecci?n Dossiers CPL titulado Cuaresma. Sugerencias y materiales, que contiene precisamente esto: tanto sugerencias como materiales. Aqu? solamente se?alaremos tres breves apuntes que es bueno tener como criterios de fondo. Tres "toques" cuaresmales.
1. La austeridad. La austeridad debe ser el clima de fondo de este tiempo. Nos queremos renovar para acercarnos m?s a la vida nueva de Jes?s, y esto comporta, muy especialmente, liberarnos de todo lo que nos distrae de este camino. La austeridad debe ser, ante todo, a nivel personal. De modo que alg?n tipo de pr?ctica austera (en lo que comemos, en lo que gastamos, en el entretenimiento...) deber?a formar parte de nuestra vivencia de este tiempo. Y austeridad, tambi?n, en nuestras celebraciones. No poner flores (tampoco en las im?genes, ni en el Sant?simo; y s? las traen para una boda, sacarlas cuando termine), reducir la m?sica, etc. Debemos, en definitiva, ayudarnos mutuamente a centrarnos en Jes?s y en su camino de entrega.
2. El programa cuaresmal. Socialmente, nada nos ayuda. De modo que la Cuaresma, o nos proponemos seriamente vivirla cada uno, concret?ndola al m?ximo, o llegar? la Pascua sin habernos dado cuenta. As? pues, hay que invitar con una cierta insistencia a que cada uno se haga un programa cuaresmal, que realmente toque lo que m?s necesitado est? de conversi?n e incluya actividades cuaresmales espec?ficas (dedicar m?s ratos a la oraci?n, por ejemplo) y planteamientos m?s permanentes (como comprometerse a visitar enfermos, o a trabajar en alguna asociaci?n solidaria). Tambi?n podr?a pensarse en un cierto programa comunitario: ?en qu? deber?amos convertirnos a nivel parroquial?
3. El horizonte de la Pascua. Es una cuesti?n pedag?gica, pero sin duda muy importante. En la Cuaresma, no nos esforzamos en la conversi?n por un af?n de superaci?n m?s o menos prometeico. Nos queremos convertir porque nos hemos incorporado a Jesucristo, porque estamos unidos a ?l, porque queremos seguirle. Porque, en definitiva, queremos vivir su Pascua. Por esto, durante la Cuaresma deberemos recordar a menudo que estamos caminando hacia la celebraci?n de la muerte y la resurrecci?n de Jesucristo, que es de donde nos viene la salvaci?n y la vida.
JOSEP LLIGADAS