S?bado, 09 de febrero de 2008
ZENIT publica el comentario del padre Raniero Cantalamessa, OFM Cap. --predicador de la Casa Pontificia-- a la Liturgia de la Palabra del domingo, I de Cuaresma, 10 de Febrero de 2008.

I Domingo de Cuaresma


G?nesis 2, 7-9;3.1-7; Romanos 5, 12-19; Mateo 4,1-11


El demonio, el satanismo y otros fen?menos relacionados son de gran actualidad e inquietan no poco a nuestra sociedad. Nuestro mundo tecnol?gico e industrializado pulula de magos, brujos urbanos, ocultismo, espiritismo, escrutadores de hor?scopos, vendedores de hechizos, de amuletos, as? como de aut?nticas sectas sat?nicas. Expulsado por la puerta, el diablo ha entrado por la ventana. O sea, expulsado por la fe, ha vuelto a entrar con la superstici?n.

El episodio de las tentaciones de Jes?s en el desierto, que se lee el primer domingo de Cuaresma, nos ayuda a aportar un poco de claridad a este tema. Ante todo, ?existe el demonio? Esto es, ?la palabra "demonio" indica de verdad alguna realidad personal, dotada de inteligencia y voluntad, o es simplemente un s?mbolo, un modo de hablar que indica la suma del mal moral del mundo, el inconsciente colectivo, la alienaci?n colectiva y cosas por el estilo? Muchos, entre los intelectuales, no creen en el demonio seg?n el primer sentido. Pero se debe observar que grandes escritores y pensadores, como Goethe o Dostoiewski, tomaron muy en serio la existencia de satan?s. Baudelaire, que no era ciertamente trigo limpio, dijo que ?la mayor astucia del demonio es hacer creer que no existe?.

La principal prueba de la existencia del demonio en los evangelios no est? en los numerosos episodios de liberaci?n de posesos, porque en la interpretaci?n de estos hechos pueden haber influido creencias antiguas sobre el origen de ciertas enfermedades. Jes?s tentado en el desierto por el demonio: ?sta es la prueba. Prueba son tambi?n los muchos santos que han luchado en vida contra el pr?ncipe de las tinieblas. No son quijotes que pelearon contra molinos de viento. Al contrario: fueron hombres y mujeres concretos y de psicolog?a san?sima.

Si muchos encuentran absurdo creer en el demonio es porque se basan en libros, pasan la vida en bibliotecas o en el escritorio, mientras que al demonio no le interesa la literatura, sino las personas, especialmente los santos. ?Qu? puede saber sobre satan?s quien jam?s ha tenido nada que ver con su realidad, sino s?lo con su idea, esto es, con las tradiciones culturales, religiosas, etnol?gicas sobre satan?s? Esos tratan habitualmente este tema con gran seguridad y superioridad, liquidando todo como ?oscurantismo medieval?. Pero se trata de una falsa seguridad. Como si alguien se jactara de no temer un le?n aduciendo como prueba el hecho de que ha visto muchas veces su imagen y jam?s le ha dado miedo. Por otro lado, es del todo normal y coherente que no crea en el diablo quien no cree en Dios. ?Ser?a hasta tr?gico si alguien que no cree en Dios creyera en el diablo!

Lo m?s importante que tiene que decirnos la fe cristiana no es, en cambio, que el demonio existe, sino que Cristo ha vencido al demonio. Cristo y el demonio no son para los cristianos dos principios iguales y contrarios, como en ciertas religiones dualistas. Jes?s es el ?nico Se?or; satan?s no es sino una criatura que ?se perdi?. Si se le concede poder sobre los hombres es para que estos tengan la posibilidad de hacer libremente una elecci?n y tambi?n para que ?no se ensoberbezcan? (2 Co 12,7) crey?ndose autosuficientes y sin necesidad de redentor alguno. ?Qu? locura la del viejo satan?s -dice un canto espiritual negro--. Ha disparado para destruir mi alma, pero ha errado el tiro y destruy? en cambio mi pecado?.

Con Cristo no tenemos nada que temer. Nada ni nadie puede hacernos da?o si nosotros no lo queremos. Satan?s -dec?a un antiguo padre de la Iglesia--, tras la venida de Cristo, es como un perro atado en la era; puede ladrar y abalanzarse cuanto le plazca; si no nos acercamos, no puede morder. ?Jes?s en el desierto se liber? de satan?s para liberarnos de satan?s! Es la gozosa noticia con la que iniciamos nuestro camino cuaresmal hacia la Pascua

[Traducci?n del original italiano realizada por Marta Lago]
Publicado por verdenaranja @ 15:31  | Espiritualidad
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