Domingo, 10 de febrero de 2008
Art?culo publicado en el Bolet?n "Misioneros Javerianos", DICIEMBRE 2007, A?o XLIV - N? 438 en la secci?n "La Misi?n: Gozo y Esperanza".

AUTOESTIMA Y ESPERANZA


P. Carlos Collantes


En los ?ltimos n?meros hemos reflexionado sobre las dificultades actuales que encuentra el cristianismo en nuestro humus cultural europeo. En nuestra sociedad ?Dios no est? de moda?. Referirse a El en la vida p?blica ?no est? bien visto?. Poderosos grupos medi?ticos tienen a gala desprestigiar todo lo que huele a religi?n, ridiculizar a los creyentes o presentar simplemente la imagen m?s negativa de la Iglesia cat?lica. Algunos ?artistas?, amparados en la libertad de expresi?n, hieren nuestros sentimientos m?s profundos.

Somos seres sociales, no vivimos al margen de nuestro ambiente, respiramos el mismo aire social que cualquier otro ciudadano, aire que nos envuelve y condiciona; comportamientos y criterios valorados socialmente nos influyen. Las ideas que nuestra sociedad proyecta sobre nosotros influyen sobre nuestras convicciones m?s ?ntimas. Queremos ser re-conocidos y valorados socialmente. No queremos desentonar demasiado, queremos hacer lo que hace la mayor?a, o pasar desapercibidos; por mimetismo social nos acomodamos y adaptamos a ideas y valores dominantes o a im?genes y expectativas que nuestra sociedad tiene sobre nosotros. ?Qu? ocurre cuando el grupo social al que pertenecemos ?la Iglesia cat?lica? est? en horas bajas o es ob-eto de burlas y de mofa frecuente? ?Qui?n va adherir a un grupo desprestigiado? ?Qui?n, si sus miembros viven desmoralizados?

Dios nuestra fuerza

D?a 8 de septiembre, d?a del co-operante. La televisi?n p?blica da la palabra a uno de ellos que, entre otras cosas, dice que Africa es su asignatura pendiente dada la escasa presencia de ellos en este continente. Nos alegramos del trabajo de los cooperantes porque todos somos necesarios para construir un mundo m?s justo, para luchar contra tanta injusticia y miseria, porque el reino de Dios est? presente fuera de las fronteras de la iglesia. En Africa ?y en otros continentes? somos miles los misioneros que trabajamos y cuando todos se van nosotros nos quedamos al lado del pueblo. No, no so-mos cooperantes. Somos algo distinto por la motivaci?n que nos empuja y aunque es importante hacer cosas, trabajar, moverse, mucho m?s es estar con la gente, vivir con ellos, participar de sus esperanzas, llantos, luchas, gozos y permanecer cuando otros se van.

A los misioneros no pueden ridiculizarnos f?cilmente, prefieren silenciar nuestra presencia, porque a algunos nuestras motivaciones les molestan; no somos fil?ntropos que est?n all? y trabajan ?nicamente por el hombre, somos creyentes y nuestra fe en Dios refuerza nuestro compromiso con el ser humano, lo hace m?s urgente, m?s exigente, m?s
consolador. Nuestro amor al hermano tiene su fundamento en Dios ?nuestra fuerza y energ?a? pero como se quiere expulsar a Dios de la escena p?blica, se pretende que est? ausente. Hay quien ?los menos? va m?s lejos y desvirt?a nuestro compromiso con explicaciones retorcidas. Pienso en un escritor de esos que se mofan con cinismo de nuestra fe y que escriben desde un p?lpito bien protegido por un poderoso grupo de informaci?n; para ?l, dado que creemos en el m?s all?, estamos ?comprando? el cielo y nos viene bien que exista miseria para cimentar nuestra gloria ?escribe ?l?para poder practicar la caridad cristiana, silenciando ?entre otras cosas? que luchamos por la justicia. ?Cuanto cinismo!

Sue?os...

D?a 10, el periodista ?en la radio esta vez? da la noticia de la presencia del Dalai lama en Barcelona. El buen budista habla de ?amor, compasi?n y solidaridad?, jubiloso el periodista se entusiasma hablando de ?amor, compasi?n y solidaridad? ?El evangelio no insiste en esto tambi?n? ?Por qu? tienen reparos en hablar del cristianismo ?cuando no se burlan o hablan de ?l con desden? y exultan al referirse al budismo? ?Por qu? hay que callar o silenciar toda referencia cristiana?

El mismo d?a, una encuesta que describe y camufla la realidad. Nada nuevo, en el ?ltimo lugar como posible vocaci?n
aparecemos los religiosos. Hemos cometido errores, sin duda. Aparecen periodistas, profesores isorprendente y alentador! Y por supuesto deportistas de ?lite, actores, actrices icon el past?n que ganan... y c?mo lo ganan! Algo habremos hecho mal y tenemos que interrogarnos, pero en una sociedad que predica sin cesar el consumo, el hedonismo, el individualismo, el pragmatismo m?s miope y esa libertad insolidaria y de puro disfrute ?qui?n se extra?a de que algunos j?venes sue?en con lo m?s c?modo, lo que dora la imagen y da pasta? Viendo el inensato protagonismo y hasta un fervor rid?culo y patriotero con que la TV ?cada vez que juega la selecci?n espa?ola?trata a unos jovenzuelos que ganan millones y millones corriendo detr?s de un bal?n y dando patadas. ?No podr?an esos periodistas tan ?patriotas? entusiasmar-se ante otros j?venes m?s ?oscuros?, que ganan mucho menos y hacen mucho m?s por la humanidad: j?venes voluntarios, profesores, cient?ficos, misioneros j?venes que tambi?n los hay?

?Qu? locura!

Si nuestro mundo se ha convertido en un gran mercado donde los grandes mercaderes ?las Multinacionales? son los amos y cuando ganan menos que el a?o anterior hablan de p?rdidas, olvidando la suerte de millones de hermanos, un mer-
cado donde todo se compra y vende ?c?mo va a florecer la gratuidad, el gozo de una vida entregada de forma desinteresada y altruista, generosa y libre? Si lo que se persigue es el dinero, el ?xito y una imagen brillante, haciendo depender la propia felicidad del consumo superfluo ?c?mo seguir un estilo de vida alejado de los valores, de los criterios, de los signos exteriores por los que nuestra sociedad valora el ?xito? Hace falta estar loco, con la locura del Crucificado... que entrega su vida.

"La virginidad florece en la historia, cuando llega la plenitud de la revelaci?n, siguiendo el modo de vivir de
Cristo y de su madre, como expresi?n de un amor m?s grande y de una fecundidad sin medida. El que recibe este don (var?n o mujer), no es un tarado, sino que en ?l/ella han cuajado
los mejores valores del Reino, llevando a la persona al don m?s perfecto y m?s pleno de s? (amor de ?gape)".
dec?a Mons. Demetrio Fern?ndez en el XVII encuentro nacional de V?rgenes consagradas. iQu? necedad! dir?n algunos, los ?sabios? hedonistas.

Ciertos valores dominantes han parasitado y colonizado el coraz?n de tantos j?venes y dificultan enormemente la vivencia y el anuncio del Evangelio. Lo importante es tener ?xito en un clima de competitividad exacerbada. ?Ser?s el rey de la jungla... el poder de la tecnolog?a?, as? venden su mercanc?a ?en una versi?n actualizada y demoledora de la ley del m?s fuerte?. ?Venden coches o agresividad? Un anuncio totalmente irresponsable y peligroso viendo el rosario de muertes que ocurren cada fin de semana en nuestras carreteras, j?venes muchas de ellas.

Abundan los ?dolos en nuestra sociedad, en nuestro interior encuentran un eco, su brillo nos seduce, ?dolos que nos alejan del ?nico Se?or, por eso se nos exige una actitud de vigilancia, de lucidez, de cr?tica, de conversi?n permanente. Si nos estimamos s?lo cuando y seg?n nos estiman los dem?s nuestra autoestima ser? vulnerable, fr?gil. Las circunstancias que vivirnos nos invitan a una presencia serena en nuestra sociedad, al testimonio valiente, bien formado e informado, libres de complejos. ■

Los historiadores encuentran una de las explicaciones de la sorprendente difusi?n del cristianismo durante los primeros siglos precisamente en su ?moral colectiva alta?, en claro contraste con un mundo greco-romano muy vasto y poderoso pero tocado por el pesimismo. ?Una de las causas m?s importantes del ?xito de la primera evangelizaci?n cristiana es que mientras los paganos hab?an perdido la confianza en s? mismos el cristianismo aparec?a a los ojos de todos como una fe por la que merec?a la pena vivir porque era tambi?n una fe por la que merec?a la pena morir?.
(ER ODS citado en la carta pastoral por los obispos)


Un grupo cuya autoestima colectiva es baja, emite, aun sin quererlo, mensajes subliminales que resultan m?s disuasorios que persuasivos. Sus miembros ofrecen acomplejadamente su fe, se vuelven propensos a excusarse de sus debilidades, y tentados de mostrar escasa adhesi?n a su comunidad... Hace falta tener mucha moral para acercarse siquiera a un grupo que posee esta moral. (Carta pastoral de los obispos de Pamplona, Bil-bao, San Sebasti?n y Vitoria, cuaresma-pascua 2005)
Publicado por verdenaranja @ 20:59  | Misiones
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