Gui?n lit?rgico para la celebraci?n de lajornada Mundial del Enfermo el 11 de Febrero de 2008, publicado dentro de losmateriales para la celebraci?npor la Comisi?n de Pastoral de la Conferencia Episcopal Espa?ola. Ante el duelo,
abiertos a la esperanza
Campa?a del enfermo 2008
GUI?N LIT?RGICO Jornada Mundial del Enfermo - 11 de febrero
? El 11 de Febrero, fiesta de Nuestra Se?ora de Lourdes, es el aniversario de la primera aparici?n (11 de febrero de 1858), del primer encuentro de Bernardita con la Virgen Mar?a. Este a?o es el 150 aniversario de las apariciones y todo un a?o de Jubileo desde el 8 de diciembre de 2007 hasta el 8 de diciembre de 2008.
? Lourdes es un espacio de encuentro y esperanza en el dolor, la fragilidad y el sufrimiento. Por ello se pone en este d?a la Jornada Mundial del Enfermo.
Bernardita va experimentando una serie de p?rdidas desde ni?a. Vive la pobreza y la enfermedad y elabora su propio duelo: ?Estoy molida como un grano de trigo? (Bernardita).
? La Jornada Mundial del Enfermo es el primer paso de la Campa?a que culminaen la Pascua del Enfermo el VI Domingo de Pascua.
? Este a?o coincide la Jornada con el comienzo de Cuaresma, camino que nos lleva a la Pascua. Es un camino que nos abre a la esperanza.
? Lenguaje de los s?mbolos: peque?as velas pueden ser el inicio de una luz que brillar? el d?a de Pascua. Un centro de flores y una vela; un recipiente con trigo (si el grano de trigo?) para la Pascua se llevar?an las espigas.
11 de febrero (Ntra. Se?ora de Lourdes): ?Jornada Mundial del Enfermo? (pontificia y dependiente de la CEE, obligatoria). Celebraci?n de la liturgia del d?a; alusi?n en la monici?n
de entrada y en la homil?a; intenci?n en la Oraci?n de los Fieles. No obstante, por ?utilidad pastoral?, a juicio del rector de la Iglesia o del sacerdote celebrante, se puede
celebrar ?La Misa por los Enfermos? (cf. OGMR 333). Monici?n de entrada En esta fiesta de Mar?a, bajo la advocaci?n de Nuestra Se?ora de Lourdes y con el Jubileo del 150 aniversario de las apariciones, la Iglesia celebra la Jornada Mundial del Enfermo. Desde un principio la celebraci?n de la Jornada
Mundial del Enfermo ha sido el inicio de una Campa?a que se celebra y concluye en la Pascua. El lema de este a?o ?En el duelo, abiertos a la esperanza? constituye una oportunidad privilegiada para la celebraci?n del misterio de la Pascua, del triunfo del amor y de la vida sobre toda forma de
muerte. En estos primeros pasos del camino cuaresmal el compromiso del amor fraterno es la mejor preparaci?n para participar de la Pascua de Cristo y Mar?a, con sus palabras a Bernardita, es estrella de esperanza.
Acto penitencial El Se?or es misericordioso para con todas sus criaturas, lento a la ira y generoso para perdonar. Acudimos a ?l con confianza:
? T? que nos regalas la vida e imprimes en ella el amor. Se?or, ten piedad.
? T? plenitud de la Ley y ?nico camino que nos conduce al Padre. Cristo,
ten piedad.
? T?, Esp?ritu Santo, que en el amor al pr?jimo nos haces part?cipes de la Vida Divina. Se?or, ten piedad.
Monici?n a las lecturas En el libro del Lev?tico Mois?s presenta al pueblo de Israel un c?digo de santidad, y destaca la caridad y la justicia con los dem?s. La conversi?n m?s importante es la conversi?n al hermano, la caridad fraterna. El Evangelio nos subraya esta actitud ante el necesitado; en ?l hay una presencia privilegiada de Jes?s.
Notas para la Homil?a 1. Desde la Palabra Lev 19, 1-2.11-18. Ser?is santos cumpliendo los preceptos del Se?or.
Mois?s presenta al Pueblo de Israel un c?digo de santidad, y entre los aspectos de la vida que va enumerando, insiste en la caridad y la justicia con los dem?s. Hay una consigna clara y positiva: ?amar?s a tu pr?jimo como a ti mismo?, y una motivaci?n: ?yo soy el Se?or?. Dios quiere que seamos
santos como ?l es santo y que sean las obras de nuestra vida la mejor forma de culto.
Sal 18. Tus palabras, Se?or, son esp?ritu y vida. El salmo nos ayuda a profundizar en el camino que nos conduce hacia Dios: ?tus palabras. Se?or, son esp?ritu y vida... los mandatos del Se?or son rectos y alegran el coraz?n?.
Mt 25, 31-46. Venid vosotros, benditos de mi Padre, porque... Apartaos de m?, malditos, porque... El evangelista habla de la venida de Jes?s al final de los
tiempos como un acto de discernimiento. En ese acto la medida, lo decisivo es la actitud de amor o indiferencia hacia los hermanos m?s peque?os. La raz?n ?ltima est? en la ?ntima solidaridad que existe entre estos y Jes?s: ??cu?ndo te
vimos enfermo y fuimos a verte? ?cu?ndo te vimos con hambre y no te asistimos??.
2. Con Mar?a, estrella de esperanza Nuestra vida hoy camina hacia la Pascua, comienza un viaje. Benedicto XVI habla del viaje de la vida en su ?ltima enc?clica: ?Con un himno del siglo VIII/IX, por tanto de hace m?s de mil a?os, la Iglesia saluda a Mar?a, la Madre
de Dios, como ?estrella del mar?: Ave maris stella. La vida humana es un camino. ?Hacia qu? meta? ?C?mo encontramos el rumbo? La vida es como un viaje por el mar de la historia, a menudo oscuro y borrascoso, un viaje en el que escudri?amos los astros que nos indican la ruta. Las verdaderas estrellas
de nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente. Ellas son luces de esperanza. Jesucristo es ciertamente la luz por antonomasia, el sol que brilla sobre todas las tinieblas de la historia. Pero para llegar hasta ?l
necesitamos tambi?n luces cercanas, personas que dan luz reflejando la luz de Cristo, ofreciendo as? orientaci?n para nuestra traves?a. Y ?qui?n mejor que Mar?a podr?a ser para nosotros estrella de esperanza, Ella que con su ?s?? abri? la puerta de nuestro mundo a Dios mismo; Ella que se convirti? en
el Arca viviente de la Alianza, en la que Dios se hizo carne, se hizo uno de nosotros, plant? su tienda entre nosotros (cf. Jn 1, 14)?? (Spe salvi, 49).
3. Celebramos la Jornada Mundial del Enfermo En estos primeros compases del camino cuaresmal, se nos pone delante el compromiso del amor fraterno como la mejor preparaci?n para participar de la Pascua de Cristo. La primera lectura nos pon?a como medida ?amar a los dem?s como nos amamos a nosotros mismos? y el evangelio va un poco m?s
all?: ?cada vez que lo hicisteis con ellos, conmigo lo hicisteis; cada vez que no lo hicisteis con uno de ellos, tampoco lo hicisteis conmigo?.
La primera lectura nos urg?a a no hacer mal al pr?jimo, pero en el evangelio no se habla de no da?ar, sino de hacer el bien. Son los pecados de omisi?n los que cuentan. El examen ser? sobre si hemos visitado y atendido al enfermo. Se trata de un nivel de exigencia bastante mayor: ayudar al que
pasa hambre. Alguien ha dicho que tener un enfermo en casa es como tener el sagrario, pero entonces debe de haber muchos ?sagrarios abandonados?.
Empezamos la Campa?a del Enfermo y terminaremos en la celebraci?n de la Pascua del Enfermo. Este a?o nos invita a tener en cuenta a todos aquellos que sufren por la p?rdida de un ser querido, desde que la enfermedad puede ir anunciando la muerte, en el mismo momento de morir y el acompa?amiento
posterior. Son quienes est?n viviendo ?su duelo?. El lema de la campa?a puede resultar sugerente: ?En el duelo, abiertos a la esperaza?. Es la esperanza cristiana que surge de la Pascua. El prefacio I de Cuaresma dice: ?anhelar a?o tras a?o
la solemnidad de la Pascua, dedicados con mayor entrega a la alabanza divina y al amor fraterno?.
Somos peregrinos de la vida y empezamos el camino cuaresmal. ?Al atardecer de la vida, como lo expres? san Juan de la Cruz, seremos juzgados sobre el amor?; si hemos dado de comer, si hemos visitado al que estaba solo? La pastoral
de la salud es la Iglesia que acompa?a en la fragilidad. Al final resultar? que eso era lo ?nico importante. En las experiencias de duelo se agradece el recuerdo hecho aroma de una FLOR, el cari?o hecho roc?o de una L?GRIMA y el apoyo
hecho esperanza en la ORACI?N.
Oraci?n universal Dios va acompa?ando nuestra historia con personas que d?a a d?a nos van saliendo al encuentro. Traemos a nuestro coraz?n toda esa realidad y la presentamos al Se?or como oraci?n de la Iglesia.
? Oremos por la Iglesia para que experimente cada d?a ?las palabras del Se?or, que son esp?ritu y vida...? y pueda realizar con valent?a su misi?n de amor y de paz. Roguemos al Se?or.
? Oremos por los que gobiernan las naciones, para que no se desanimen ante las dificultades, ni antepongan los intereses particulares al bien com?n. Roguemos al Se?or.
? Oremos por los que colaboran en el servicio a la salud, para que sus esfuerzos se dirijan a promover una vida m?s humana y digna de ser vivida y apreciada. Roguemos al Se?or.
? Oremos por los enfermos, en su domicilio o en el hospital, especialmente por los que est?n elaborando su duelo, para que encuentren la compa??a necesaria para dar el ?paso? a la plenitud de la vida. Roguemos al Se?or.
? Oremos por los responsables de la pastoral de la salud para que, en su labor de atender y cuidar al ser humano en la fragilidad, encuentren el apoyo del Se?or. Roguemos al Se?or.
? Oremos por nosotros, los feligreses de?, para que el Esp?ritu Santo nos haga testigos del amor de Dios. Roguemos al Se?or.
Escucha, Padre, la oraci?n que te dirigimos en esta fiesta de Mar?a, que en Lourdes ha sido antorcha de esperanza para tantas personas marcadas por el sufrimiento.
Que ella sea estrella de esperanza para nuestras vidas. Por Jesucristo, Nuestro Se?or.
Despedida En el mensaje del Papa para esta Jornada, Benedicto XVI une tres acontecimientos importantes para la Iglesia: la Eucarist?a, Lourdes y la Pastoral de la Salud. Tres acontecimientos que nos ofrecen una particular oportunidad
para considerar la estrecha conexi?n que existe entre el misterio de la Eucarist?a, el papel de Mar?a en el proyecto salvador y la realidad del dolor y el sufrimiento humano.
Tenemos por delante una gran tarea: el deber cristiano de hacernos cercanos a cualquier situaci?n de dolor que se presente, para que esas situaciones oscuras de la vida encuentren la respuesta en Cristo, que venci? a la muerte y resucitando nos dio la vida que no conoce fin. ?En el duelo, abiertos a la esperanza?.
Cantos para la celebraci?n Entrada: Nos has llamado al desierto. A. Alcalde (2CLN n? 126)
Salmo: Tu Palabra me da vida. J. A. Espinosa
Ofertorio: Este pan y vino
Santo: (lCLN-I6)
Comuni?n: Ubi caritas de J. Barthier (2CLN n? 159); Al atardecer de la vida,
C. Gabara?n (2CLN n? 739)
Final: Ave de Lourdes; Gracias Se?or (2CLN n? 604)
Lourdes 2008: Oraci?n del Jubileo Dios, Padre nuestro,
entre todas tus criaturas, hiciste surgir a Mar?a,
la criatura perfecta, la ?Inmaculada Concepci?n?.
En Lourdes, Ella misma se dio este nombre
y Bernardita lo repiti?.
La Inmaculada Concepci?n es un grito de esperanza:
el mal, el pecado y la muerte ya no son los vencedores.
Mar?a, signo precursor, aurora de la salvaci?n.
Mar?a,
la inocencia, refugio de los pecadores,
te rogamos.
Dios te salve, Mar?a?
Se?or Jes?s,
T? nos has dado a Mar?a como Madre.
Ella comparti? tu Pasi?n y tu Resurrecci?n.
En Lourdes, se mostr? a Bernardita,
contristada por nuestros pecados, pero radiante de tu luz.
Por medio de Ella, te presentamos las alegr?as y las penas,
las nuestras, las de los enfermos, las de todos los hombres.
Mar?a,
hermana y madre nuestra,
nuestra confidente y nuestra ayuda,
te rogamos.
Dios te salve, Mar?a?
Esp?ritu Santo, Esp?ritu de amor y de unidad.
En Lourdes, Mar?a pidi? por medio de Bernardita,
que se construya una capilla y que se venga en procesi?n.
Inspira a la Iglesia, construida por Cristo sobre la fe de Pedro.
Congr?gala en la unidad.
Gu?a la peregrinaci?n de la Iglesia,
para que sea fiel y decidida.
Mar?a, colmada del Esp?ritu Santo,
la esposa y la esclava.
Modelo de los cristianos y rostro materno de la Iglesia,
te rogamos.
Dios te salve, Mar?a?
Por tantas gracias recibidas aqu?,
por todas las conversiones,
por todo el perd?n,
por todas las curaciones,
por las vocaciones y las promesas
que has hecho nacer y has confirmado aqu?,
por la alegr?a del servicio, que nos haces apreciar,
Nuestra Se?ora de Lourdes,
te damos gracias.
Con todos los seres humanos, hermanos nuestros,
con los pueblos carentes de paz y de justicia,
con los j?venes que buscan su camino,
con los que sufren por el luto o la enfermedad,
la discapacidad o el fracaso,
con los que tendr?an motivos para desesperar,
a Ti que te mostraste toda joven a la joven Bernardita,
Nuestra Se?ora de Lourdes,
te rogamos.
Porque eres la sonrisa de Dios,
el reflejo de la luz de Cristo,
la morada del Esp?ritu Santo;
porque escogiste a Bernardita en su miseria,
porque eres la estrella de la ma?ana, la puerta del cielo,
y la primera criatura resucitada,
Nuestra Se?ora de Lourdes,
te admiramos,
te aclamamos
y cantamos contigo las maravillas de Dios:
Magnificat!
Esta oraci?n se compone de seis estrofas.
Se pueden utilizar por separado las tres primeras o las tres ?ltimas. Se pueden tambi?n utilizar las dos partes en dos momentos distintos.