Domingo, 02 de marzo de 2008
Artículo enviado por Carlos Peinó Agrelo Peregrino, cursillista, colaborador en la redacción de la Positio super virtutibus del Siervo de Dios Manuel Aparici.



MANUEL APARICI: RECORDANDO LA HISTORIA

¡EL ESPÍRITU DE SANTIAGO NO HA FRACASADO.

EL ESPÍRITU DE LA PEREGRINACIÓN SE HA SALVADO!

 

            «Y, al cumplirse  el  primer  aniversario  de  la peregrinación  –escribe Bibiloni–, el Semanario SIGNO, órgano de la Juventud Católica, afirmaba: “Mallorca, que sintió hundirse profundamente en la carne viva de sus setecientos peregrinos la semilla compostelana, alza ahora su bandera contra toda campaña derrotista. ¡El espíritu de Santiago no ha fracasado! Bastaba que una llama prendiera en algunos de los rincones de la Patria para que el espíritu de la peregrinación se hubiera salvado. Y hoy podemos asegurar que, al menos, el fuego de Santiago prendió en Mallorca» [1].


            En otro momento escribe: «[...] Bien pudo el Obispo Hervás, en diciembre de 1949, cuando clausuró la XI Asamblea Diocesana, pronunciar  las siguientes palabras: “Y al oír lo que de vuestros Cursillos he oído diría que en la grandiosa Peregrinación a Santiago robasteis la espada al Apóstol para producir un desgarrón en el manto del cielo, por donde  desciende  a torrentes la gracia divina sobre la juventud”» [2].

 

            ¿Qué Cursillos? Evidencian estas palabras lo que parece ser que quiere el autor que evidencien: que los Cursillos de Cristiandad tienen que ver con la Peregrinación a Santiago?


            Al menos en la Península, no, dado que  el primer Cursillo de Cristiandad que se dio en ella, fuera de Mallorca, –según él– fue en la Archidiócesis de Valencia del 15 al 19 de agosto de 1953 [3]; es decir, cinco años después de haber tenido lugar la Peregrinación a Santiago a Santiago. ¿En Mallorca?


            «¿Qué hace en la década de los cuarenta ese puñado de jóvenes laicos a quienes Dios ha concedido el carisma fundacional [...]? –se pregunta Bibiloni–. Se reúnen –dice– , preparan la peregrinación a Santiago, hacen una vez al año ejercicios espirituales, y retiros cada mes, fundan escuelas de formación, participan en Cursillos de Adelantados y de Jefes de Peregrinos, van forjando paulatinamente la estructura de lo que pronto será y hoy sigue siendo un cursillo de cristiandad. Y sobre todo oran, meditan y leen [...]» [4], pero no dice que esa juventud asista a Cursillos de Cristiandad. ¿Por qué?


            ¿Por qué ese interés en querer relacionar los Cursillos de Cristiandad con la Peregrinación a Santiago? ¿A qué fin responde tal empeño?



[1]  De fecha 3 de septiembre de 1949 (HCC pp. 28-29).

[2]  HCC p. 28 y, en parte Forteza, HYMC p. 127.

[3]  HYMC p. 73.

[4]  HCC p. 34.


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