Jueves, 13 de marzo de 2008




DOMINGO DE RAMOS


La liturgia de este domingo nos introduce de lleno en la Semana Santa para celebrar los acontecimientos más importantes de nuestra fe. Jesús, el Hijo de Dios que se hace hombre por nosotros, se dirige a Jerusalén para culminar la obra de amor y salvación que le había encomendado el Padre.

El Rey de reyes entra sobre una borrica y es aclamado por las mismas per­sonas que pedirán su muerte poco después. Pero antes de comenzar su pasión, quiso cenar con sus discípulos y darles a comer su Cuerpo y a beber su Sangre. En un gesto de gran humildad y amor se hizo el servido de todos.

Fijemos nuestra mirada en el Señor, inocente, justo, manso, que al ser humillado no sabe hacer otra cosa sino amar, amar hasta el extremo, amar hasta la cruz.

Fiel ala voluntad del Padre y al amor a los hombres, experimenta el abandono y la soledad, pero también la confianza de que las tinieblas de la muerte quedarán iluminadas con la luz de la Resurrección.


Publicado por verdenaranja @ 0:16  | Espiritualidad
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