Martes, 18 de marzo de 2008

DOMINGO DE PASCUA / A

23 de marzo de 2008

 

Hoy la entrada de la misa debe ser muy solemne. Si parece oportuno, el celebrante, al llegar al presbiterio, puede encender el cirio pascual, mientras continúa el canto.

 

Hermanas y hermanos, sed bienvenidos a celebrar la Eucaristía de Pascua. Que Jesucristo resucitado esté con todos vosotros.

 

¿Por qué buscáis entre los muertos a aquel que vive? ¡No está aquí! ¡Ha resucitado! Esta noche, en todo el mundo, en todos los lugares donde hay cristianos, ha resonado esta gran noticia. Esta noche, en todo el mundo, se ha encendido el cirio pascual y se ha levantado hacia Dios el canto gozoso del aleluya. Hoy estamos aquí para celebrar la resurrección del Señor. Y para recordar, y revivir, que nosotros nos hemos incorporado también a esa vida nueva de Cristo resucitado. Celebremos, pues, con toda la alegría la gran fiesta de la Pascua.

 

Durante el tiempo pascual es muy apropiado el rito de la asper­sión. Hoy, sin embargo, se podría hacer después de la renovación de las promesas del Bautismo. En ese caso, ahora se hace un breve silencio y se pasa directamente al Gloria, cantado.

 

Profesión de fe: El día de nuestro bautismo participamos de una manera misteriosa, sacramental, de la muerte y resurrección de Cristo. Ahora, en esta Eucaristía de Pascua, renovemos de todo corazón nuestra fe.

 

Se puede cantar el Credo breve, o bien decir el Credo dialogado de la renovación de las promesas del bautismo que proponemos a continuación, como en la Vigilia Pascual. El Credo se puede acabar con la aspersión, que hoy se podría hacer en este momento.

 

¿Renunciáis al pecado para vivir verdaderamente como hijos de Dios? sí, RENUNCIO.


¿Renunciáis a todas las obras del mal en vuestra vida? SÍ, RENUNCIO.


¿Renunciáis a vivir pensando sólo en vosotros mismos, olvidándoos de los demás y de Dios? sí, RENUNCIO.

¿Creéis en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra? sí, CREO.


¿Creéis en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la dere­cha del Padre? Sí, CREO.


¿Creéis en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna? sí, CREO.


Esta es nuestra fe, la fe de la Iglesia, la que se proclamó en nuestro bautismo y que ahora hemos renovado. La aspersión con el agua nos recuerda la vida nueva a la que en aquel momento nos incor­poramos. (Aspersión por toda la iglesia, con un canto bautismal).

 

Oración universal: A Jesús resucitado, vida y esperanza para la humanidad entera, orémosle diciendo: JESÚS RESUCITADO, ESCÚCHANOS.


Por la Iglesia: por el papa, por los obispos, sacerdotes y diáconos, por los religiosos y religiosas, por todos los fieles. Que en todos crezca la fe y la esperanza que nos trae la resurrección del Señor. OREMOS:


Por nuestro país, y por todos los países del mundo. Que a todos alcance la paz y el bienestar. OREMOS:

Por los que durante este tiempo de Pascua recibirán el bautismo, la confirmación o la primera eucaristía. Que vivan llenos de la gracia del Espíritu Santo. OREMOS:


Por todos nosotros. Que esta Pascua fortalezca nues­tra fe en Jesús resucitado.

 

Padrenuestro: Unidos a Jesucristo resucitado, como hijos e hijas de Dios, nos atrevemos a decir:

CPL


Publicado por verdenaranja @ 22:34  | Liturgia
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