Artículo publicado en la revista "Iglesia nivariense" de la diócesis de Tenerife, número 82 MARZO 2008.
"Los educadores deberíamos ser
creadores de humanidad"
Carlos Pérez
La Delegación Diocesana de Enseñanza y el Centro de Estudios Teológicos han organizado, unas Jornadas sobre "Educación en valores desde una perspectiva cristiana". En las mis-mas, fueron ponentes Fernando Lucini, una auténtica autoridad en la materia, educador y autor de libros sobre este tema y María Cobos, especialista en la obra de la filósofa María Zambrano. Ambos hablaron también para Iglesia Nivariense.
Cuando hablamos de valores surgen varias posturas enfrentadas, los que opinan que hoy día todo está perdido, los que apoyan el relativismo moral y los que se esfuerzan por afianzar unos valores objetivos. Fernando Lucini cree en estos valores universales pero sin olvidar otros principios también fundamentales. "Yo creo que en este mundo hay que empezar a reivindicar los pequeños valores que sostienen a los grandes. Me refiero a valores como la generosidad, la ternura, la bondad y tantos otros. Hoy día estos valores están olvidados, parece corno si se los hubiesen comido los grandes." En este sentido, María Cobos indica que existen unos principios que han estado, están y seguirán estando porque las personas los necesitamos. "Se trata de verdades objetivas fundamentales en las que todos estamos de acuerdo. Es lo que en ética se llama principio mínimo, aunque yo suelo decir que no son mínimos porque si uno mira el Evangelio se da cuenta que en realidad son principios máximos."
En la actualidad, el caballo de batalla de muchos padres, madres, profeso-res, catequistas y educadores en general es encontrar la fórmula "mágica" para transmitir adecuadamente los valores. Lucini señala que en estos momentos en todo el mundo se reivindica de nuevo la familia en su concepción profunda. "Me refiero, entre otros aspectos, a la dedicación responsable a los hijos. Sin embargo, falta algo que en otras épocas ha sido fundamental; el testimonio de los padres. Es importante dialogar con los hijos, no darle todos los caprichos, etc. Actualmente —añade Lucini- los padres para descargar un poco su falta de tiempo para atender a sus hijos lo que hacen es consentirles todo. Estos valores hay que recuperarlos desde el testimonio que es como se aprende. De nada sirve reivindicar la familia si luego resulta que los padres colocan a los niños en la guardería todo el día".
Por otro lado, según indica María Cobos existen valores que son cambiantes ya que en la realidad existen varios planos, el exterior y el interior de la persona. "Decía Platón que los dis-tintos planos de la realidad se confunden dando la impresión que todos son iguales. Por eso confundirnos el plano importante de ese valor fijo con el otro valor relativo, cotidiano que es necesario que vaya cambiando. Este es el problema actual, que no sabernos diferenciar los diferentes planos."
Estamos inmersos en una sociedad que relativiza prácticamente todo. Dentro de este marco, existe una cierta dejadez en la educación de los aspectos básicos, tal y como señala Lucini. "Es raro ver a un chaval hoy día que conozca los derechos humanos y su historia, por ejemplo. El problema general que hay en el mundo es la gran deshumanización de las personas. Educar es humanizar, como decía Freire. A las nuevas generaciones hay que facilitarles contenidos más humanos y recuperarlos de la sociedad consumista porque la educación hay que entenderla como un proceso totalmente humanizador. La humanización es el arte de hacer personas y crear humanidad es colaborar directamente con el Dios creador. Los padres y los educadores católicos deberíamos ser creadores de humanidad."
¿Cuál es la perspectiva que da la Fe en este ámbito de los valores? "La Fe opta por una alternativa profunda-mente humanizadota -indica Lucini-. Lo que pasa es que hoy día educar cristianamente es más difícil porque vamos contra corriente." En este sentido María Cobos señala la importancia de mirar con los ojos de Cristo. "Yo siempre veo a Jesús en la persona que está al lado mío, aunque sea muy diferente a mí. Si yo veo a Cristo en él o en ella, ya fluye la comprensión y la compasión. Zambrano dice que nos hacemos personas con el otro y hace una diferencia muy bonita entre el individuo y la persona. El individualismo es bueno porque te hace sentir único y singular pero lo que te hace persona autorrealizada radica en la relación con el otro. Toda persona sea creyente o no. necesita relacionarse con el otro."