Testimonios de Cardenales, obispos, etc. sobre Manuel Aparici enviados por Carlos Peinó Agrelo Peregrino, Cursillista, colaborador en la Redacción de la Positio super virtutibus del Siervo de Dios
Testimonios de una vida ejemplar
Ofrecemos algunos de los testimonios recibidos. Algunos Obispos fueron testigos en su Causa de Canonización, otros ..., cuyos testimonios han sido muy hermosos.
Mons. Francisco Javier presidió la apertura del la Causa de Canonización del Siervo de Dios en nombre del Sr. Cardenal Arzobispo de Madrid D. Ángel Suquía Goicoechea, ausente por motivos familiares. Comenzó sintiendo la ausencia del Sr. Cardenal; él hubiera podido hablar, con verdadero conocimiento, de la figura de Manuel Aparici, a quien trató muy de cerca. «Yo no lo conocí, pero sí he oído hablar de él mucho y bien».
«Refiriéndose a las generaciones que conocimos a Aparici nos instó a que, fieles a su espiritualidad, difundamos su vida y su obra; y no sólo eso, sino también de dar testimonio, ante la Iglesia y la sociedad de hoy, de la aportación de la Iglesia de aquellos años a la sociedad española, tan rica y tan fecunda y hoy tan ignorada e incluso silenciada [...].«Tenéis –dijo a los miembros de la Asociación de Peregrinos de la Iglesia en el acto de apertura de su Causa de Canonización– el deber de difundir su figura, su obra y la fecunda experiencia de toda aquella época para el bien de la Iglesia».
Por su parte, por ejemplo
* Mons. Lorenzo, Arzobispo de Portoviejo, Manabí. Ecuador, nos dice que «Agradece los bonitos mensajes. Esto lee da mucho gusto [...]» (Cf. Su E-mail de fecha 10 de diciembre de 2007).
* Mons. José Trinidad, Obispo de San Andrés. Tyxtla. México nos dice: «Muchas gracias por el documento enviado» (Su E-Mail de fecha 30 de marzo de 2008).
* Mons. Luis Felipe Gallardo Martín del Campo, SD, Obispo de Veracruz, México, nos dice: «Sí, acepto que me envíe la información pero también es importante que la reciba el sacerdote encargado del MCC de nuestra Diócesis: P. Fermín Herrera Clemente» (Sus E-Mails de fechas 6 y 10 de mayo de 2008).
Cardenal Pla y Deniel
«No conocí a D. Manuel en su etapa seglar –escribe José Díaz Rincón. Carta firmada sin fecha–, pero me consta, por lo que oí montones de veces a mi Obispo, el Cardenal Pla y Deniel, que Aparici era un santo, un apóstol y un líder sensacional [...]».
«Pla y Deniel –dice el Cardenal Tarancón– juzgaba que Manolo de seglar estaba haciendo una labor maravillosa [por eso retrasó su ingreso en el Seminario]. Y era verdad. Quizás más que de cura. Y quizás más que de cura porque delante de los jóvenes el testimonio de un joven como ellos, seglar, tiene más garra que el de un sacerdote; es normal, está más cercano, vive como ellos, parece que había de pensar como ellos; y entonces ese testimonio, esa palabra, tiene una garra que no tiene cuando uno va con hábitos, que dice: «éste, parece que sea ya su profesión».
Cardenal D. Ángel Herrera Oria
Lo calificó de «Coloso de Cristo, de la Iglesia y del Papa» (Mons. Julián Barrio, Arzobispo de Santiago de Compostela, y Mons. Mauro Rubio, Obispo de Salamanca, España, y testigo. BORDÓN DE PEREGRINO Septiembre-Octubre 1998 y C.P. 462-482, respectiva-mente).
Cardenal D. Vicente Enrique y Tarancón,
siendo Arzobispo Emérito de Madrid
Estuvo con el Siervo de Dios en algunos viajes apostólicos. «Yo sólo –dice– le encontré un defecto: que cuando íbamos por ahí [...], él, como seglar, hablaba antes que yo, que era el sacerdote; pero cuando me tocaba hablar a mí, le decía yo: “Pero Manolo, ahora ¿de qué quieres que hable si lo has dicho tú todo ya?”».
«Fue un hombre extraordinario. ¡Cuánto bien podría hacer, en la Iglesia de hoy, su ejemplo, como seglar [1] y como sacerdote! Sería un gran modelo de seglares y de sacerdotes. Me hablaban todos de la vida interior de Manolo, de su espiritualidad exquisita, de la exquisitez de conciencia, de su abnegación y de su entrega total. Al hablar así, hablan de sus virtudes en grado heroico prácticamente porque no solamente la fe, sino la caridad que se entrega, una entrega total es lo que caracterizaba a Manolo. Llevaba fuego en su interior; cuando hablaba parecía no un sacerdote, sino un carismático, uno que está ungido por el Espíritu Santo, y hablaba con un fervor, con un entusiasmo verdaderamente extraordinario. Tenía una palabra tan cálida que no solamente penetraba, sino que conmovía a la gente que escuchaba, a todos. Y es que era de una vida interior muy subida, muy fuerte, muy intensa y claro, de la abundancia del corazón hablaba la lengua. Además tenía gracia para expresarlo, y hablaba realmenyte con unción. Lo que más le distinguía era la humildad y la entrega total. Que son dos virtudes básicas para decir que uno es santo; pero la entrega total sin recompensa humana de ninguna clase» [2].
Cardenal D. Ángel Suquía Goicoechea,
cuando era Arzobispo de Madrid
Después de afirmar que falleció en olor de santidad en Madrid el 28 de agosto de 1964, le dice a su Emma. Rvdma. Cardenal Angelo Felici, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos:
«Consultados los señores Obispos de la región eclesiástica, así como los que conocieron y trataron con el Siervo de Dios, coincidieron en la oportunidad de la Causa con términos altamente laudatorios por su ejemplar labor de dirigente de la Juventud de Acción Católica y posterior actividad sacerdotal en ese mismo campo de apostolado.
»Conocí a D. Manuel –nuestro queridísimo Manuel Aparici– y pude admirar su obra entre la juventud, así como su vida ejemplar y gran espiritualidad en la dirección de jóvenes y sacerdotes, por lo que le hacen merecedor de los más grandes elogios. Puedo asegurar a Vuestra Eminencia Reverendísima que la fama de santidad del Siervo de Dios está viva en la Archidiócesis y también difundida en otros pueblos y regiones.
»En mi opinión, no existe duda sobre la oportunidad de su canonización. Sus virtudes, que todos admiraron, su ilimitada dedicación al apostolado, su fe inquebrantable en la Divina Providencia, arrastraron a muchos jóvenes a seguir su ejemplo e incluso a abrazar el sacerdocio, llegando algunos al Episcopado».
Más tarde, siendo Arzobispo Emérito de Madrid nos dijo:
* «Me uno a su acción de gracias al Señor por el camino ya iniciado de este Proceso. Quiera el Señor hacer fecundo este camino, para bien de la Iglesia, y de este mundo nuestro tan necesitado del testimonio vivo de los santos» [3].
* «Me interesa vivamente el tema del Congreso Nacional sobre la figura y obra del Siervo de Dios, nuestro queridísimo Manuel Aparici [...]» (BORDÓN DE PEREGRINO Febrero 2004).
Cardenal D. Antonio María Rouco Varela,
Arzobispo de Madrid
«¡Peregrinos a Santiago, queridos jóvenes, en este último Año Santo Jacobeo de este milenio! –escribe en Alfa y Omega de fecha 11 de junio de 1999–. ¡Hagámoslo con el espíritu de fe y de seguimiento apostólico de Jesucristo que ha caracterizado todas las grandes peregrinaciones de la juventud de Madrid y de España al Sepulcro de Santiago en este siglo! ¿Cómo no recordar la magna peregrinación de la juventud masculina de Acción Católica de agosto de 1948, de la que fue alma y genio apostólico el Presidente Nacional, el madrileño Manolo Aparici, luego sacerdote ejemplar, cuya Causa de Canonización se encuentra en curso? Era una hora decisiva de España y para Europa [...]. La respuesta de la juventud española fue entonces nítida eligiendo el Camino de Santiago: era necesario un renovado encuentro con Jesucristo, el Salvador del hombre [...]».
«[...] Da gusto ver como la Acción Católica ha contado con excelentes personas entregadas a la causa del Evangelio como es el caso de Manuel Aparici a quien recientemente, con motivo de la celebración del Jubileo de la Acción Católica que tuvo lugar el 4 de marzo en la Catedral de la Almudena, el Cardenal le recordó en su homilía como ejemplo de santidad laical y sacerdote ejemplar, es una alegría tener estas referencias. Ellos nos animan en nuestra entrega a favor del Reino de Dios en estos tiempos» (Carta de Beatriz Pascual, Secretaria de la Federación de Movimientos de Acción Católica Española, de fecha 18 de abril de 2000, a la Asociación de Peregrinos de la Iglesia).
Al jubileo de la Acción Católica dedicó ese día su exhortación pastoral. Destacamos: «[...] La Acción Católica iba a ser –y fue– la gran protagonista de ese verdadero movimiento apostólico con el que vibró toda la Iglesia en España y la hizo fructificar en riquísimos bienes de santificación, de vida consagrada, de misión y de experiencias heroicas de caridad y santidad los últimos cien años. Los mártires y santos de la Acción Católica Española han sido muchos. Está en marcha el Proceso de Canonización de una de sus figuras más recordadas, la del madrileño Manuel Aparici, Presidente de la Juventud de Acción Católica en los dificilísimos años de nuestra posguerra, y luego sacerdote y Consiliario ejemplar» (Alfa y Omega de fecha 9 de marzo de 2000. BORDÓN DE PEREGRINO Mayo 2000).
«[...] Cuenten, desde luego, con mi oración al Señor, para que la difusión de la figura de D. Manuel Aparici, de su vida y de su obra, y el avance de su Causa de Canonización, sea motivo de aliento y ocasión de nueva vitalidad para la Asociación de Peregrinos y los Cursillos de Cristiandad, para el bien de toda la Iglesia y la salvación de los hombres» (Su carta de fecha 28 de octubre de 2002 a la Asociación de Peregrinos de la Iglesia).
«Les agradezco de veras su carta y su entrañable evocación de nuestro querido Manuel Aparici. Quiera el Señor que su ejemplo, y particularmente como apóstol del laicado y de la juventud, en estos momentos del camino de nuestra Iglesia diocesana, sea verdadero estímulo de vida cristiana y apostólica, de santidad en medio del mundo, para crecimiento de la Iglesia y salvación de todos los hombres» (Su carta de fecha 4 de noviembre de 2002 a la Asociación de Peregrinos de la Iglesia).
El Día del Militante de la Acción Católica de la Archidiócesis de Madrid del año 2003, 15 de marzo, el Sr. Cardenal en su homilía, profunda y motivadora como siempre, dedicó, unas palabras –amables, cálidas y elogiosas– para la figura del Siervo de Dios Manuel Aparici, a quien presentó a los militantes de la Acción Católica como modelo de apóstoles seglares, digno de ser imitado. Antes, la Rama adulta había evocado su figura, con una excelente intervención de Luis Albi (BORDÓN DE PEREGRINO Mayo y Diciembre 2003).
El Sr. Cardenal se «alegra mucho de que la figura del Siervo de Dios sea cada vez más conocida, y pueda servir de estímulo, y ser un claro ejemplo a seguir en estos momentos de la vida de la Iglesia. Su Congreso Nacional será «sin duda –decía– una hermosa ocasión para dar más a conocer su figura, y para que se multiplique la fecundidad cristiana y apostólica de la Iglesia en España, y particularmente de la Acción Católica y de todo el apostolado seglar. Quiera Dios bendecirnos con frutos abundantes» (Su carta de fecha 3 de julio de 2003 a la Asociación de Peregrinos de la Iglesia).
«Pidamos calor, fe y entusiasmo para evangelizar con el espíritu de Aparici [...]» (BORDÓN DE PEREGRINO Marzo 2004).
«Estimo que la figura del Siervo de Dios es muy importante para los sacerdotes de nuestra Archidiócesis y digna de que sea conocida por los mismo [...]» (Su carta de fecha 30 de marzo de 2004 a la Asociación de Peregrinos de la Iglesia).
«El Cardenal presidió la celebración de la Eucaristía en la Peregrinación de la Acción Católica de Madrid al Cerro de los Ángeles [...]. En su homilía recordó [...] que la tarea de la Acción Católica en la Iglesia y, en concreto, en cada una de las parroquias, es preocuparse por lo más íntimo de cada persona, la salvación de su alma [...]. Para lograr esto hay que tratar en la oración a Dios, para poder darlo a conocer. El Cardenal puso como ejemplos a Santa Teresa de Jesús, que tan bien expresó en sus escritos esta intimidad con Dios, y a Manuel Aparici, militante, dirigente y Consiliario de Acción Católica, cuya Causa de Beatificación se encuentra ya en Roma [...]» (BORDÓN DE PEREGRINO Noviembre de 2005).
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«Desde 1948 está vivo en Santiago el recuerdo de Manolo y su Obra», nos dijo cuando era Arzobispo de Santiago de Compostela» [4].
Cardenal D. Francisco Álvarez Martínez,
siendo Arzobispo de Toledo
«Veo muy bien vuestra iniciativa. Por ello, hablaré con la Acción Católica para que se ponga en contacto con vosotros. Y, con todos, hacer lo posible por Manuel Aparici –que lo merece– sea valorado por la Iglesia como ejemplar seglar y sacerdote y “Modelo de Peregrinos” ... » (Su escrito de fecha 8 de abril de 2000. BÓRDON DE PEREGRINO Mayo 2000).
Cardenal D. Ricardo María Carles Gordó,
cuando era Arzobispo de Barcelona
«Les felicito por esta iniciativa que honra una gran figura de la Iglesia en nuestra tierra, de la que tengo noticias y que siempre me ha merecido una gran admiración [...]. Pido a Dios que conceda abundantes frutos ... » (BORDÓN DE PEREGRINO Febrero 2004).
. «Me uno a Vds. en el deseo de que ese espíritu peregrinante avive la esperanza evangélica en nuestro tiempo y en nuestro mundo, como recomienda el Papa en la Exhortación Apostólica ‘Iglesia en Europa’, tras las huellas de ese gran peregrino que fue D. Manuel, especialmente para los jóvenes» (BORDÓN DE PEREGRINOS Febrero 2004).
Cardenal D. Agustín García Gasco,
cuando todavía no era Cardenal
«[...] Nos animó a seguir trabajando en la consecución de nuestros objetivos dentro de la Iglesia, especialmente en el Proceso de Canonización de Manuel Aparici [...]» (BORDÓN DE PEREGRINO Junio 1999).
Cardenal D. Luis Martínez Sistach,
siendo Arzobispo de Tarragona, hoy de Barcelona
«Deseo que este Congreso se muy fecundo en bien de la Iglesia, de la Acción Católica y de la Causa de Canonización [...]» (BORDÓN DE PEREGRINO Febrero 2004).
Cardenal D. Marcelo González Martín,
Arzobispo Emérito de Toledo
«[...] Es admirable y sumamente capaz de mover el ánimo del lector al reconocimiento de la santidad de tan distinguido hijo de la Iglesia. Ojalá podamos verle pronto en la glorificación que le corresponde» (BORDÓN DE PEREGRINO Mayo 2001).
Cardenal Stanislaw Rylko,
Presidente del Pontificio Consejo para Laicos
«Confiando que el proceso de beatificación del Siervo de Dios Manuel Aparici Navarro llegue a buen término [...]» (Su carta de fecha 22 de julio de 2004. BORDÓN DE PEREGRINO Septiembre-Octubre 2004).
Cardenal James Francis Stafford,
siendo Presidente del Pontificio Consejo para Laicos
«[...] Con mucho gusto tendré presente esta figura ejemplar, cuya Causa de Canonización está ya en Roma» (Su carta de fecha 7 de noviembre de 2002. BORDÓN DE PEREGRINO Enero 2003).
«Confiando que el proceso de beatificación del Siervo de Dios Manuel Aparici llegue a buen término [...]» (Su carta de fecha 22 de julio de 2004).
Cardenal D. Eduardo Martínez Somalo
«[...] Les deseo los mejores frutos para este encuentro y les acompaño con la plegaria» (BORDÓN DE PEREGRINO Febrero 2004).
Cardenal Javierre
Fue compañero de Manuel Aparici en la Universidad Pontifica de Salamanca. Para él era «un santo».
Cardenal Jorge Mario Bergoglio S.J.
Buenos Aires, Argentina
«He recibido vuestro E-mail. Muchas gracias. Es edificante lo que allí se dice. Quedo a su disposición. Les deseo una piadosa Semana Santa y una feliz Pascua. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuida. Y, por favor, les pido que recen y hagan rezar por mí. Fraternalmente» (Su E-Mail de fecha 14 de marzo de 2006. BORDÓN DE PEREGRINO Mayo 2005).
[1] C.P. p. 9811.
[1] «Manuel Aparici es un coloso de los apóstoles de la Juventud Católica» (Carlos Rey Aparicio, testigo. C.P. pp. 432-445).
[1] CF. C.P. pp. 9790-9410 y Biografía del Siervo de Dios en la página web de la Asociación de Peregrinos de la Iglesia.