Artículo publicado en el Boletín "Xtantos" MAYO 2008, recibido en la parroquia para su difusión en la Jornada de la colocación de la "X" en favor de la Iglesia en la declaración de la renta.
¿A qué destina la Iglesia
lo recaudado por el IRPF?
Los acuerdos entre la Santa Sede y el Estado Español establecen que el importe obtenido por la Asignación Tributaria se destinará a la financiación básica de la Iglesia
CARLOS GONZÁLEZ GARCÍA
Entre las múltiples actividades que lleva a cabo la Iglesia en la sociedad, los acuerdos entre la Santa Sede y el Estado Español señalan como principal destinatario de estos tondos: culto, clero y acciones pastorales y asistenciales.
1. Celebrar el Culto
La celebración de la Santa Misa y de los sacramentos: Bautismo, Confirmación, Comunión, Matrimonio, Orden Sacerdotal. También las demás celebraciones: Funerales, celebraciones de piedad ordinaria y popular, fiestas, etc. Hay que mantener los templos: parroquias y ermitas.
En estos momentos, la Eucaristía Dominical cuenta en España con la asistencia de unos diez millones de católicos distribuidos en más de 23.000 parroquias. Sin embargo, estas importantes cifras se quedan pequeñas cuando nos referimos a los fieles que, sin considerarse "practicantes", lo son de facto, pues requieren servicios religiosos con cierta frecuencia para sí o para sus familiares.
Para todo ello, la Iglesia debe disponer de inmuebles y templos adecuados a las menciona-das necesidades. De la misma forma que en nuestros hogares gozamos de ciertas comodidades, es necesario acondicionar los centros de culto: limpieza, temperatura agradable, armonía y ambiente imprescindibles para el digno desarrollo de las celebraciones y actividades que en ellos se realizan. De la misma manera, hay que dotar de medios técnicos a estos edificios para una mejor atención pastoral y personal de cuantos acuden a ellos.
Capítulo aparte -y no precisamente el menos importante–, es el de la restauración del gran patrimonio que, por razones históricas y culturales, posee la Iglesia. Su conservación, protección y embellecimiento supone un coste elevado para la Iglesia a pesar de la colaboración económica que las Administraciones prestan.
2. Retribución del clero
Retribución de los sacerdotes. Sostener los Seminarios donde se forman los sacerdotes. Sueldos del personal que está di-rectamente al servicio de la pastoral.
El sueldo medio de los cerca de 20.000 sacerdotes que hay en nuestro país oscila entre los 650 y 900 E; es decir, entre las 100 y las 150 mil pesetas al mes, según lo estipulado por cada diócesis. No llega, pues, al nivel de los llamados "mileuristas".
Salvando el ejemplo que, como pastor debe dar, en términos estrictamente de consejos evangélicos, el sacerdote debe vivir la "pobreza" como cualquier cristiano, ya que, salvo si es religioso, no ha hecho votos. Sin embargo, más allá de estos términos que atañen a su sentido trascendental, para los que no se reconocen creyentes, el sacerdote debe ser valorado y respetado como un profesional altamente cualificado que realiza una labor insustituible en la sociedad. Y no nos referimos solamente a los servicios religiosos que presta, sino también a su cercanía para escuchar y atender los problemas de la gente y a la labor asistencial, caritativa que desarrolla.
3. Acciones pastorales y caritativas
Sería imposible enumerar, una por una, todas las activida des que llevan a cabo las diferentes instituciones eclesiales, destacamos las siguientes:
Cercanía para los que necesitan una atención personalizada en situaciones de conflicto personal, familiar, etc, o ante situaciones de enfermedad, soledad, etc
Información y formación teológica sistemática en diferentes lugares, como son: universidades, escuelas, encuentros, convivencias, peregrinaciones, retiros espirituales, etc., tanto en el ámbito de la diócesis como en el de la propia parroquia.
Preparación catequética y teológica, adecuada y precisa, a todos aquellos que se acercan para recibir los sacramentos.
Acción caritativa y social desde el mismo ámbito de la parroquia. Lo lleva a cabo mediante programas de sensibilización y acciones de lucha por conseguir un mundo más justo, promoción humana y profesional, búsqueda de trabajo para los parados, integración y pro-moción de los emigrantes etc.
Compromiso del voluntariado. En las distintas instancias de la iglesia los voluntarios son indispensables para la realización de los distintos proyectos de trabajo pastoral. Ellos son el testimonio de la gratuidad en un mundo regido por relaciones mercantiles. Los más de 70.000 que se dedican a la catequesis y los cerca de 60.000 que trabajan en cáritas, son buena muestra de ello.
Con nuestra aportación a través de la X en la Declaración de la Renta, estamos re-conociendo la labor y el papel de la Iglesia en todos los ámbitos de la sociedad, labor que no puede ser suplida por ninguna otra institución.
Los católicos y cuantos valoren la labor de la Iglesia tienen el compromiso unos y la oportunidad otros, de asignar el 0,7% de sus impuestos a la Iglesia católica.