Lunes, 09 de junio de 2008

D. 11 DEL TIEMPO ORDINARIO / A

15 de junio de 2008

 

La paz de Jesucristo esté con todos vosotros.

 

Con alegría, nos hemos reunido aquí en la iglesia. Sin duda cada uno de nosotros tenemos proble­mas y angustias que nos hacen sufrir. Pero aun así, aquí venimos con alegría. Porque sabemos que podemos contar con la gracia y el amor de Jesús, que nos llama a formar parte de su Reino. Y esta llamada no son sólo palabras bonitas o esperanzas ilusorias: esta llamada es la certeza de que él está siempre con nosotros, y se fía de nosotros, y nos invita a seguir su mismo camino. Y esto es muy importante.

Hoy, en el evangelio, escucharemos cómo Jesús llama y envía a sus apóstoles. Es el inicio de la comunidad de sus seguidores, esa comunidad que formamos todos nosotros. Por eso estamos reunidos aquí, para proseguir el camino de esta comunidad que Jesús ha convocado.

 

A. penitencial: En silencio, preparémonos para cele­brar la Eucaristía.

 

- Tú, que nos llamas a seguirte. SEÑOR, TEN PIEDAD.

- Tú, que nos reúnes para formar tu pueblo. CRISTO, TEN PIEDAD.

- Tú, que estás siempre con nosotros. SEÑOR, TEN PIEDAD. Gloria

 

1. lectura (Éxodo 19,2-6a): Hoy, en la primera lectura, escucharemos la llamada que Dios hace al pueblo de Israel. Esta llamada Jesús la repetirá en el evangelio, para reunir a un nuevo pueblo, un pueblo renovado y lleno de vida.

 

Salmo (99): Aclamemos al Señor con las palabras del salmo. El nos reúne para que seamos su pueblo, un pueblo guiado por su misericordia y su fidelidad.

 

2. lectura (Romanos 5,6-11): Seguimos leyendo en la segunda lectura, como los domingos anteriores, la carta de san Pablo a los cristianos de Roma. El apóstol nos habla de la salvación que hemos recibido. Jesús, con su fidelidad hasta la muerte, nos ha acercado definitivamente a Dios.

 

Oración universal: Presentemos nuestras plegarias al Padre. Él nos reúne para formar su pueblo. Y quiere que la llamada de su amor llegue a todo el mundo. Oremos diciendo: ESCÚCHANOS, PADRE.

 

Por nuestro obispo .................. y por todos los obispos. Que continúen la obra de los doce apóstoles de Jesús, y sean fieles mensajeros de la buena noticia del Evangelio. OREMOS:

 

Por los chicos y chicas que en estos días terminan el curso escolar. Que aprendan a ser mejores personas cada día y descubran también la vida renovada que nos da Jesucristo. OREMOS:

 

Por los maestros y profesores. Que, a pesar de las dificultades, sepan vivir con alegría la labor educativa que llevan a cabo. OREMOS:

 

Por los agricultores. Que puedan vivir de su trabajo y vean recompensado su esfuerzo con unas buenas cosechas. OREMOS:

 

Por todos nosotros. Que este encuentro dominical en torno a la mesa del Señor haga de nosotros cristianos capaces de dar un buen testimonio del amor de Dios en toda nuestra vida. OREMOS:

 

Escucha, Padre, nuestra oración, y haz de noso­tros buenos trabajadores de las mieses de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

Prefacio: En la primera lectura hemos escuchado hoy cómo Dios llamaba al pueblo de Israel a ser su pueblo elegido, su nación santa. Luego, en el evangelio, hemos visto cómo Jesús quería renovar este pueblo y por ello enviaba a sus apóstoles para anunciar la buena noticia del Evangelio. Nosotros, la comunidad de los cristianos, formamos este nuevo pueblo elegido, llamado a proclamar las maravillas de Dios. Por eso ahora, con alegría, elevamos a Dios nuestra acción de gracias. (Pre­facio dominical l).

 

Padrenuestro: Como Jesucristo nos ha enseñado, formando una comunidad de hermanos, hijos de Dios, nos atrevemos a decir:


CPL


Publicado por verdenaranja @ 22:55  | Liturgia
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