Celebración realizada en el arciprestazgo de Icod de los Vinos, Tenerife, con motivo de un encuentro arciprestal de agentes de pastoral y colaboradores parroquiales.
Celebración de final de curso
INTRODUCCIÓN
Nos encontramos reunidos los cristianos de todas las parroquias del arciprestazgo de Icod de los Vinos. San Juan y San José en San Juan de la Rambla; El Dulce Nombre de Jesús y Santo Domingo de Guzmán en la Guancha; Santa Ana, El Sagrado Corazón de Jesús, San Pedro Apóstol, San Juan Bautista, Ntra. Sra. De la Candelaria y San Andrés Apóstol en Garachico; Ntra. Sra. De la Luz y Ntra. Sra. De Lourdes en Los Silos; San Antonio de Padua, La Sagrada Familia, San José y El Santísimo Cristo del Calvario en el Tanque; y San Marcos Evangelista, El Santísimo Cristo del Calvario, San Juan Bautista, El Inmaculado Corazón de María, Ntra. Sra. de Candelaria, San Andrés Apóstol, Ntra. Sra. del Amparo, San Bernabé Apóstol, San Isidro Labrador, Ntra. Sra. de Buen Paso, Ntra. Sra. del Carmen y Santa Bárbara Mártir en Icod de los Vinos.
Nos encontramos por segunda vez para rezar juntos entorno a Él, Jesús, nuestro Señor y Salvador. Para sentir su presencia en nuestras comunidades, para sentir su aliento en todas nuestras empresas y proyectos.
Cuando estamos terminando el primer año del nuevo plan de pastoral, cuyo lema es "Acuérdate de Jesucristo Resucitado", nos cruzamos la mirada con la de Él y le presentamos todos los esfuerzos, trabajos, fracasos y éxitos de este año.
Nosotros, que somos la Iglesia que peregrina en Icod de los Vinos, ponemos todo en sus manos y escuchamos otra vez su llamada a remar adentro.
Hemos llevado un gran tesoro en vasijas de barro con asombro y hasta con miedo. Recordamos nuestros comienzos, cuando le decíamos al Señor: "No me elijas a mí, mira que no se hablar", "que hay otros más preparados que yo". Y recordamos que El nos decía siempre: "Venga, no temas, que Yo estoy contigo".
Y es cierto. Hoy nos reunimos para dar gracias al Señor por confiar en nosotros sin merecerlo, para agradecerle el trabajo realizado en su nombre, por haberse sentido tan cercano a nosotros, y por haber disfrutado de su presencia en los niños con los que hemos trabajado.
CANCIÓN INICIAL SOBERANO
Manos que fueron clavadas por mí.
Heridas que hablan de tu inmenso amor.
Por eso te llamo mi Cristo,
Por eso te canto.
Dios del universo, salvador eterno,
rey de toda la creación.
Redentor divino, Dios a ti me rindo, gloria te doy.
Santo Dios, plan soberano es,
el enviar tu hijo por la humanidad.
Por eso te llamo mi Cristo,
Por eso te canto.
Dios del universo, salvador eterno,
rey de toda la creación.
Redentor divino, Dios a ti me rindo
Santo, santo, santo Dios
Santo, santo, santo Dios
Manos que se entregaron por amor,
lo que soy siempre te daré, Señor.
Por eso te llamo mí Cristo,
Por eso te canto.
Dios del universo, salvador eterno,
rey de toda la creación.
Redentor divino, Dios a ti me rindo,
gloria te doy
Santo, santo, santo Dios
Santo, santo, santo Dios
Dios del universo, salvador eterno,
rey de toda la creación.
Redentor divino, Dios a ti me rindo,
gloria te doy
Santo, santo, santo Dios
Santo, santo, santo Dios
ORACION COMUN (a dos coros).
Padre, TE DOY GRACIAS por la alegría de existir, te doy gracias por el amor que me das cada día.
Te doy gracias por la amistad que me haces encontrar.
Soy uno que camina; uno que busca siempre, uno que te busca a Ti
Tú eres todo lo que amo, todo lo que creo, todo lo que espero, todo lo que no tengo todavía, todo lo que todavía no soy. Siempre te necesito.
Tú estás en todo lo que vive, en todo lo que nace, en todo lo que crece.
Eres el futuro de todas las cosas.
Te doy gracias porque Tú vives, aunque yo no te vea. Eres amor, aunque yo no te conozca.
Me amas y me buscas, aunque yo no me preocupe de Ti. LECTOR:
"No me elegisteis vosotros a Mí, fui yo quien os eligió a vosotros y os destiné a que os pongáis en camino y deis fruto, y un fruto que dure. Así, lo que pidáis al Padre en mi nombre, lo dará.
Esto es lo que os mando: que os améis unos a otros". (Jn.15,16-17).
ORACION COMUN (a dos coros).
Señor, mi corazón rebosa de agradecimiento por tantos dones y bendiciones tuyas.
No bastaría el canto del corazón y de los labios, si no pusiera mi vida a tu servicio para darte testimonio con mis acciones.
A Ti la gratitud y la alabanza.
Tú me has sacado de la nada y me has hecho tu elegido; me has hecho feliz con tu amor y tu presencia.
ACCIÓN DE GRACIAS (un lector)
Gracias y perdón, son las dos palabras que quiero pronunciar al final de este curso.
Gracias... por tu luz para encontrarte...Perdón, por mi miedo para seguirte.
Gracias... por la seguridad de tu evangelio...Perdón, por sentirme ante
El tan defectuoso, tan imperfecto, tan apegado al mundo.
Gracias... por detenerme... Perdón, por mí ofuscación y mi
insistencia.
Gracias... por darme libertad... Perdón por no usarla siempre para Ti.
Gracias... por demostrarme el amor... Perdón, por no saber corresponderlo.
Gracias... por una doctrina tan completa, tan plena, tan clara... Perdón,
por una interpretación tan egoísta, tan vacía, tan pobre.
Gracias... por dejarme vivir... Perdón, por no saber aprovechar.
Gracias... por querer utilizarme... Perdón, por no saber servirte.
Gracias... porque quisiste ser pan para alimentarme... Perdón,
porque ni siquiera pude ser leña para "consumirme"
Gracias... porque quisiste ser vino vivificador... Perdón, porque no supe
entregarme y acatar.
Gracias... porque me concediste un año más para Verte nacer...
Perdón, porque deje a mi lado muchas estrellas sin encender.
Gracias...por haberme llamado un año más a tu viña por haberme
dejado empujar tu arado por tantas cosas...gracias, Señor
CANTO
HOY, SEÑOR, TE DAMOS GRACIAS POR LA VIDA, LA TIERRA Y EL SOL. HOY, SEÑOR, QUEREMOS CANTAR LAS GRANDEZAS DE TU AMOR.
Gracias, Padre, mi vida es tu vida, tus manos amasan mi barro. Mi alma es tu aliento divino, tu sonrisa en mis ojos está.
Gracias, Padre, tú guías mis pasos, tú eres la luz y el camino. Conduces a ti mi destino, como llevas los ríos al mar.
LECTOR:
"Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? Para nada vale ya, sino para tirarla fuera y que la pisen los hombres. Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para taparla con una vasija de barro; sino que se pone sobre el candelero, para que alumbre a todos los de la casa. Brille de tal modo vuestra luz delante de los hombres que, al ver vuestras buenas obras, den gloria vuestro Padre del cielo". (Mt.5,13).
PRESENTACIÓN DEL SIGNO (lector)
Este fragmento que hemos escuchado forma parte del capítulo V del evangelio de san Mateo, y se encuentra a continuación de las bienaventuranzas, que nos describen una imagen, nos presentan un perfil de ser humano de elevada perfección.
En el mundo material el sol es la luz. Sín esta luz no se distingue el color, ni se percibe la belleza de las cosas. El Santo Padre nos recuerda en su mensaje que cuando la luz va menguando o desaparece completamente, ya no se consigue distinguir la realidad que nos rodea. En el corazón de la noche podemos sentir temor e inseguridad, esperando sólo con impaciencia la llegada de la luz de la aurora.
Esta imagen de la luz está muy presente en la Biblia. Según el profeta Isaías, la luz de Israel y de todas las naciones será el Mesías. En el evangelio de san Juan (8,14), Jesús afirma de sí mismo que es la luz del mundo: Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida. Posteriormente, él mismo afirma de los discípulos: Vosotros sois la luz del mundo.
Vosotros sois la luz del mundo. Esta expresión contiene una significación profunda y un compromiso enorme. Vosotros sois "la luz" del mundo. No dice Jesús que somos "una luz", una luz más entre otras muchas posibles, sino que somos "la luz". Según nos explican los expertos en el lenguaje, cuando se pone el artículo determinado ante el predicado de una oración sustantiva, significa que el sujeto agota la capacidad de significación del mismo.
Ahora bien, el discípulo sólo puede ser luz en la medida que viva unido a Cristo-luz, en la medida que reciba de él la luz. Para vivir esa unión personal profunda, para avanzar en esa experiencia inefable, es decir, que no
se puede explicar con palabras, para ir entendiendo — que no comprendiendo-cada vez más esa vida de Dios en nosotros, es condición indispensable experimentar un encuentro personal con Cristo.
El encuentro personal con Cristo, nos recuerda el Santo Padre:
Con el nuevo modo que El nos proporciona de ver el mundo y las personas, nos hace penetrar más profundamente en el misterio de la fe, que no es sólo acoger y ratificar con la inteligencia un conjunto de enunciados teóricos, sino asimilar una experiencia, vivir una verdad; es la sal y la luz de toda la realidad.
El Santo Padre nos llama a comprometer toda la existencia desde nuestra opción creyente. Es la hora de la misión. El sentido de la existencia de la luz es iluminar. Una luz que no ilumina no tendría sentido. Una luz que no ilumina ha dejado de ser luz. Los jóvenes han de ser centinelas de la mañana que anuncien la llegada del sol que es Cristo resucitado; la llegada de Cristo resucitado, luz y vida de toda la humanidad.
Por eso, ahora nos vamos a ir acercando los que están en los extremos de los bancos y encender la vela en el cirio pascual. El cirio representa a Jesús. Nos llenamos de la luz de Jesús y luego llenamos de esa luz a los demás. Por eso, luego, en el banco, encenderemos la luz de los que están a mi alrededor. Mientras, cantamos.
CANTO (todos)
QUE SEA MI VIDA LA SAL
El que me sigue en la vida, sal de la tierra será; mas si la sal se adultera, los hombres la pisarán.
QUE SEA MI VIDA LA SAL, QUE SEA MI VIDA LA LUZ. SAL QUE SALA, LUZ QUE BRILLA SAL Y FUEGO ES JESUS.
Sois como la luz del mundo, que a la ciudad alumbra; ella se pone en la cima y en el monte se encumbra.
Que brille así nuestra luz, ante los hombres del mundo; que palpen las buenas obras de lo externo y lo profundo.
ORACION COMUN (a dos coros).
Señor, danos fuerzas. Es fácil predicar el Evangelio, pero es difícil vivir el Evangelio.
A veces nos apartamos de Ti, creemos que estamos convertidos del todo, pero o es así.
Nos dejamos llevar de la ira, por el egoísmo y la envidia, nos sentimos superiores, no nos acordamos de Ti, ni de cómo actuaría Jesús en cada situación.
No ponemos la otra mejilla, respondemos con la misma moneda.
Señor, que tu Espíritu esté siempre con nosotros.
Que nos ayude a caminar a tu lado, y te pedimos nos perdones por los fallos cometidos durante este curso.
Que nuestra Madre, la Virgen María, interceda por nosotros, y nos acompañe en nuestro caminar diario.
Sabemos, por tu palabra, que veremos la justicia floreciendo, y la Pascua y el Reino progresando.
Que así sea. Señor, danos fuerzas. Amén.
CANTO FINAL.
Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino Santa María va.
Ven con nosotros al caminar, Santa María, ven.(Bis).
Aunque te digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad
Ven con nosotros al caminar, Santa María, ven. (Bis).