Jueves, 24 de julio de 2008

Artículo introductorio del párroco al Programa de Actos con motivo del 250 aniversario de la Venerable Esclavitud del Santísimo Cristo de la Columna en la parroquia de San Juan de la Orotava.

Reproducir la imagen de su Hijo


Son ya 250 años de existencia de fa generable Esclavitud del Stmo. Cristo a La Columna.

 

La comunidad-parroquial felicita a una cofradía que ha velado tantos años por el culto y la veneración a esta imagen tan querida por todos los feligreses, y por los católicos de nuestra tierra y de otros lugares.

 

San Pablo escribe en su Carta a los Romanos unas palabras, que pueden ser claramente un lema para cada uno de los miembros la Esclavitud, para cualquier cofrade o cristiano en general

"Porque a los que conoció de antemano, los destinó también desde el principio a reproducir la imagen de su Hijo, llamado a ser el primogénito entre muchos hermanos" (Rm 8,29).

 

Como cristianos, como bautizados, estamos unidos a Cristo, y tenemos el deber de reproducir en nuestra vida los valores del vangelio. Si nos llamamos cristianos, es decir, discípulos de Cristo, nuestro estilo de vida, nuestras acciones, nuestra manera de ver las cosas, todo en nosotros debe ser imitación de Cristo.

 

'Y un cofrade, realiza este asemejarse a Cristo, motivado por la veneración a su imagen titular. En cada imagen de Cristo se presenta un aspecto de su vida, del misterio de nuestra redención. La imagen del Cristo a La Columna representa un momento del sufrimiento padecido por Jesús en bien nuestro, por nuestra salvación. Por tanto, debemos considerar continuamente este sufrimiento redentor de Cristo y estar dispuesto a llevar la cruz como El por la salvación del mundo.

 

Para saber venerar la imagen del Santísimo Cristo a La Columna, para que su contemplación nos lleve a un compromiso de amor padecido escuchemos estas palabras de Santa Teresa de Jesús:

"Acaecióme que entrando un día en el oratorio, vi una imagen que habían traído allí a guardar, que se había buscado para cierta fiesta que se hacía en casa. Era de Cristo muy llagado, y tan devota, que en mirándola, toda me turbó de verle tal, porque representaba bien lo que pasó por nosotros. Fue tanto lo que sentí de lo mal que había agradecido aquellas llagas, que el corazón me parece se me partía, arrojéme cabe él con grandísimo derramamiento de lágrimas, suplicándole me fortaleciese ya de una vez para no ofenderle". (Libro de fa 2ida 9,1)

 

Esta contemplación no es simplemente ver y emocionarse. Contemplar una imagen de Cristo es dejar que cale en nuestro corazón, es permitir que su mensaje llegue al corazón y lo haga arder, es dejarnos modelar interiormente por el Espíritu Santo para reproducir en nuestra vida la imagen de Cristo.

 

Ante esta celebración de los 250 años de la Venerable Esclavitud quiero animarles a perseverar en la vivencia de una verdadera devoción al Cristo atado a La Columna. Y quiero también animarles a ser testigos del Evangelio de Jesús con obras y palabras. Nuestro mundo de hoy necesita conocer a Aquel que es Buena Noticia, a Aquel que nos dio buena prueba de su amor sufriendo atado a una columna, entregando su vida por nosotros siendo capaz de entregar su vida. Dejemos transparentar el rostro de Cristo en una auténtica vida cristiana para que lo vean los hombres y mujeres de hoy.


Pedro Jorge Benítez

Párroco de San luan Bautista.



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de

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