Artículo de Monseñor Adrian Smith, arzobispo de Honoria, publicado en Voice Katolika, con motivo del Año de San Pablo. El Papa Benedicto XVI ha declarado desde Junio de 2008 hasta 2009 un Año de San Pablo para preparar nuestras mentes para el Año de San Pablo. Fr. Ambrosio Pereira sdb, editor de la Voz Katolika me pidió escribir un corto artículo sobre San Pablo y yo le dije, lo titularé: “Por qué amo a San Pablo”. Durante largo tiempo tuve miedo de San Pablo, pero ahora me he enamorado de él. Más tarde, encontré sus escritos difíciles pero según pasaba el tiempo, comencé a ver a San Pablo de modo diferente. Pasé a verle como un gran misionero, como una persona que tendió sus brazos a cada grupo que él evangelizó. Los instruyó, les requirió; confió en ellos, y les dio responsabilidad para sus propias comunidades locales. Rogó constantemente por las comunidades que él condujo a la Buena Nueva. Amó a aquellos que llevó a la fe en Cristo Jesús. “Por supuesto, estamos alegres de ver a Tito, pero lo que nos hizo realmente alegres es el modo cómo levantasteis su ánimo. Nos dijo qué tristes estabais y qué preocupados por mí. Y esto me hizo aún más feliz” (2Cor 7, 7). Las relaciones fueron muy importantes para San Pablo. Quiso estar dispuesto a corregir a las personas si ellas se distanciaban de lo que les enseñó, pero nunca quiso romper sus relaciones con ellos.
Por qué amo a San Pablo
Su amor por aquellos que él convirtió no le impidió corregirles si oía que se habían apartado del mensaje que les predicó. Cuando oía que alguno estaba causando división en sus comunidades, era rápido en condenar la división que estaba teniendo lugar. Que él hablara fuertemente contra la división era porque les amaba como sus hijos e hijas, como sus hermanos y hermanas en Cristo. San Pablo era un verdadero padre para ellos.
“Pido que Dios nuestro Padre y nuestro Señor Jesucristo sea amable con vosotros y que os bendiga con la paz” (Rom 1, 7b). “Dios siempre ha visto cómo nunca he cesado de rogar por vosotros” (Rom 1, 9b). “En todas mis oraciones, pido a Dios que haga lo posible para visitaros” (Rom 1, 10a). Leyendo frases como éstas vemos a Pablo como un hombre de una preocupación auténtica, que tiene aquellos a los que está escribiendo muy cercanos a su corazón.
“Tengo buenas cosas que decir de Febe… Acogedla de un modo que es propio para alguien que tiene fe… Ayudadla del modo que podáis…” (Ver Romanos 16, 1-2) Dad mis saludos a Priscila y a Aquila… arriesgaron su vida por mí. Acoged a mi querido amigo Epéneto, que fue la primera persona que tuvo en Asia fe en Cristo” (Rom 16, 3-5). Pablo tuvo un amor personal por aquellos con los que él compartió su fe y recordó la amabilidad que ellos le mostraron. Ten un momento para leer Romanos 16, 1-24 y descubre a San Pablo como una persona que ama.
Cuando escribí las líneas de arriba, vino a mi casa Sr. Tarsisia DMI. “Obispo, el niño de Eremina ha muerto”, ella informó. Gracias a Dios que Sr. Tarsisia tuvo la maravillosa previsión, ella reconoció que el niño estaba luchando por la vida y lo bautizó de tres días. Murió un poco tiempo después. Pude oír a San Pablo susurrándome: “Vete a ver a Eremina al Hospital Central. Lo hice y encontré a una madre desolada pero aceptando. Antony su esposo había vuelto a casa a organizar para el entierro. Estos nos son momentos para respuestas. Gracia a Dios por la fe que compartimos juntos. Ereminia había sido mi secretaria durante casi dos años.
“Cuando Timoteo llegue, dadle una cordial acogida… no permitáis que nadie le maltrate” (1Cor 16; 10-11). Pablo muestra la preocupación que tiene por sus colaboradores. Pide a las personas de Corinto que sean agradables con Timoteo. “Sabéis que Estéfanas y su familia fueron los primeros que en Acaya tuvieron fe en el Señor” (1Cor 16, 15). Pablo quiere mantener vivo en la comunidad un agradecimiento de aquellos que son sus padres y madres espirituales. Tales recuerdos ayudan a la comunidad a permanecer inquebrantable en su fe. “¡Haced un lugar para nosotros en vuestros corazones!... Estaréis siempre en nuestros pensamientos… Estoy siempre orgulloso de vosotros y estoy muy animado” (2Cor 7, 2-4). Estas palabras son las palabras de una persona que ama de una manera profunda. Ha sido una gran alegría para mí llegar a conocer a San Pablo de este modo. Como un misionero, como un sacerdote, como obispo, San Pablo tiene mucho que enseñarme. ¡Me he enamorado de mi maestro!
“Adiós, mis amigos. Perfeccionaos y poned atención a lo que he dicho. Procurad progresar y vivid pacíficamente unos con otros” (2Cor 13, 11a). Estas son las palabras de un padre espiritual, las palabras de uno que quiere que aquellos que ama progresen en su conocimiento del mensaje que le trajo. “Estoy escandalizado de que os hayáis apartado tan rápidamente de Dios, que os eligió por su maravillosa benevolencia. Habéis creído otro mensaje” (Gal 1, 6). Aquí vemos un misionero verdaderamente preocupado. Está experimentando desilusión. Aquellos que aman conocen muy bien la pena de su desilusión. “Estoy preocupado, he gastado mi tiempo trabajando con vosotros” (Gal 4, 11). “Ojalá estuviera ahora con vosotros. Entonces no tendría que hablar de este modo. Me habéis realmente confundido” (Gal 4, 20). San Pablo no está rechazando a las personas que ama, además de su amor por ellos los está corrigiendo.
Si ustedes tienen tiempo, cojan vuestra Biblia y lean de nuevo las cartas de San Pablo. Pongan especial atención en sus comentarios personales a sus lectores. Si ustedes pueden hacer esto entonces estoy seguro que también se enamorarán del gran San Pablo. Puedo terminar con esas bellas palabras de San Pablo: “En cada momento pienso en vosotros, doy gracias a mi Dios. Y dondequiera que os mencione en mi oración, me hace feliz”. Estas palabras nos dan una percepción de la espiritualidad de San Pablo. Amó de un modo muy profundo a todos aquellos que con él encontraron la fe en Cristo Jesús. (Ver Fil 1, 3-4). Para San Pablo conducir a otro a la fe en Cristo Jesús es construir una relación de amor, preocupación y compromiso a nuestros hermanos y hermanas en Cristo Jesús. Me agrada que me hayan pedido escribir: Por qué amo a San Pablo.
(Traducción particular no oficial desde el Inglés)