DOMINGO 21 DEL TIEMPO ORDINARIO / A
24 de agosto de 2008 Tú, el Mesías, el Hijo de Dios vivo. SEÑOR, TEN PIEDAD. Tú, el camino, la verdad y la vida. SEÑOR, TEN PIEDAD. Dios misericordioso tenga piedad de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
El Señor, el Hijo de Dios vivo, esté con todos vosotros.
Nos reunimos una semana más, hermanas y hermanos, para celebrar la eucaristía del domingo. Jesús nos convoca y nosotros acudimos a su llamada. Queremos renovar nuestra fe en él, profundizarla, sentirnos en comunión con él y con los hermanos. Y necesitamos el alimento que él mismo nos da. Dispongámonos, pues, a vivir con intensidad este rato de encuentro entre nosotros y con el Señor.
A. penitencial: Comencemos nuestra celebración poniéndonos en silencio ante Dios y pidiendo perdón per nuestros pecados.
Tú, la roca firme que sostiene a la Iglesia. CRISTO, TEN PIEDAD.
1. lectura (Isaías 22,19-23): Escucharemos hoy en el evangelio cómo Jesús instituye a su apóstol Simón como "piedra" sobre la que se edificará su Iglesia. En esta primera lectura Dios expresa sus deseos e intenciones sobre un hombre escogido para ir delante de su pueblo.
Oración universal: Presentemos con confianza nues-tras plegarias al Padre, diciendo: ESCÚCHANOS,
PADRE.
Por la Iglesia de todo el mundo, edificada sobre la fe en Jesucristo. Que dé testimonio de Jesús, el Hijo de Dios vivo. OREMOS:
Por el papa Benedicto XVI, sucesor de Pedro, llamado a ser punto de referencia y de comunión para todos los cristianos. Que Dios le ilumine y le sostenga en su servicio apostólico. OREMOS:
Por todos aquellos que en cualquier ámbito de la sociedad ostentan responsabilidades como gobernantes o dirigentes. Que lo hagan siempre con espíritu de servicio y en bien de los demás. OREMOS:
Por los lugares que viven en situación de sequía y falta de agua. Que baje del cielo el don de la lluvia, como una bendición de Dios, providente y bueno. OREMOS:
Porque el tiempo de verano nos ayude a encontrar momentos de paz, de meditación, de oración, para profundizar en nuestra fe y también en las relaciones gratuitas con los demás. OREMOS:
Por todos nosotros, por nuestros familiares y amigos, por nuestros vecinos y conocidos. Por nuestros difuntos. OREMOS:
Escucha, Padre bondadoso, las oraciones de tus hijos, y concédenos lo que te hemos pedido con confianza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Padrenuestro: Con la sencillez y la confianza de Pedro, movidos por el Espíritu de Dios, nos atrevemos a decir:
CPL