Los responsables de las Conferencias Episcopales de los países del G8 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unidos, Francia, Italia, Canadá y Rusia) se han unido en una carta dirigida a los gobernantes de estos países con motivo de la próxima celebración del 7 al 9 de julio de 2008 de la cumbre del G8 en Tokio (Japón).
19 de Junio de 2008
Muy Honorable Stephen Harper
Primer Ministro de Canadá
Cámara de los Comunes
Ottawa, ON
K1A 0A6
RE: Carta de las Conferencias Episcopales a los Líderes del G8
Querido Primer Ministro:
Al acercarse la Cumbre del G8 en Japón, escribimos de parte de las Conferencias de Obispos Católicos a los líderes de nuestras respectivas naciones para urgirles a profundizar en sus compromisos y acciones a reducir la pobreza global y a tratar del cambio climático global.
Como dijo nuestro Santo Padre el Papa Benedicto XVI en su visita a las Naciones Unidas en Abril: “[C]uestiones de seguridad, objetivos de desarrollo, reducción de desigualdades locales y globales, la protección del medio ambiente, de recursos y del clima, requieren que todos los líderes internacionales actúen juntamente y muestren una buena disposición a trabajar de buena fe, respetando la ley, y promocionando la seguridad con las regiones más débiles del planeta. Estoy pensando especialmente de aquellos países en África y otras partes del mundo que permanecen al margen del auténtico desarrollo integral, y corren por tanto peligro de experimentar solo los efectos negativos de la globalización”.
Nuestro compromiso religioso y moral de proteger la vida humana y promover la dignidad humana nos mueve a estar particularmente preocupados por los miembros más pobres y más vulnerables de la familia humana, especialmente aquellos países en desarrollo. La experiencia de la Iglesia Católica al servicio de las necesidades de comunidades pobres nos conduce a aplaudir la dirección de la Cumbre sobre el desarrollo y sobre África.
Es críticamente importante que ustedes se reafirmen y trabajen a partir de los compromisos sustanciales hechos en Gleneagles en 2005 y en Heiligendamm en 2007. En 2005 los países más ricos del Mundo prometieron gastar un adicional de 50 billones por año en ayuda del desarrollo para 2010, con la mitad de esa cantidad para África. Se debe cumplir este compromiso y se deberían hacer compromisos adicionales en el área de la asistencia sanitaria, educación y ayuda humanitaria. La cumbre de UN de Septiembre de 2008 sobre los Objetivos del Desarrollo del Milenio ofrecerá una oportunidad crucial para movilizar más ampliamente la comunidad internacional.
La crisis global de comida, que devasta desproporcionadamente a las comunidades pobres, y la terrible cuota de HIV/SIDA, malaria y otras enfermedades, hacen de la acción coordinada aún más urgente. Les pedimos considerar propuestas concretas que mitiguen el impacto de la crisis mundial de alimento en las comunidades pobres, que aumenten el gasto de salud y educación, y que se muevan hacia políticas de comercio justo mundial que respeten la dignidad de la persona humana en su vida de trabajo. Para asegurar el resultado a largo plazo de estas medidas, a los pobres se les deben otorgar poderes para que sean los conductores de su propio desarrollo. Promover sus capacidades de autoayuda y su participación en los procesos económicos, sociales, políticos y culturales son requisitos esenciales para el desarrollo.
De nuevo la agenda de su Cumbre incluye el cambio climático global, un tema de especial preocupación para la gente de fe basada en el compromiso de proteger la creación de Dios. Como Obispos católicos, tenemos una preocupación especial por el impacto del cambio climático en los pobres. Los pobres que han contribuido menos a las actividades humanas que agravan el cambio global climático, son proclives a experimentar una participación desproporcionada de sus efectos perjudiciales, incluyendo conflictos potenciales, costos crecientes de energía, y problemas de salud. Esto es verdad en nuestros países así como en África y en otros lugares del mundo en vías de desarrollo. Los costos de iniciativas para prevenir y adaptarse a las consecuencias nocivas del cambio climático se soportarán mejor por las personas y naciones más ricas que se han beneficiado más de las emisiones que han estimulado el desarrollo y que no deberían cargar excesivamente a los pobres. Se deberían crear mecanismos específicos para ayudar a que las personas y naciones pobres se adapten a los efectos del cambio climático global y se adopten tecnologías adecuadas que mejoren su desarrollo por vías que no contribuyan al cambio climático global.
La Cumbre del G8 investigará muchos temas de importancia crítica para la vida y dignidad humanas. Pedimos que su encuentro sea bendecido por un espíritu de colaboración que les haga capaces de avanzar al bien común global tomando medidas concretas para reducir la pobreza y dirigir el cambio climático.
Sinceramente suyos,
El Reverendísimo V. James Weisgerbert
Arzobispo de Winnipeg
Presidente
Conferencia Canadiense de Obispos Católicos
Juntamente con:
Su Eminencia el Cardenal André Vingt-Trois, Arzobispo de Paris,
Presidente de la Conferencia de Obispote de Francia (Conférence des évêques de France)
- El Reverendísimo Robert Zollitsch, Arzobispo de Freiburg,
Presidente de la Conferencia de Obispo de Alimania (Deutsche Bischofskonferenz)
- Su Eminencia Angelo Cardinal Bagnasco, Arzobispo de Genoa,
Presidente, Conferencia de Obispos de Italia.
- Reverendísimo Peter Takeo Okada, Arzobispo de Tōkyō,
Presidente, Conferencia de Obispos Católicos de Japón.
- Reverendísimo Joseph Werth, Obispo de la Diócesis de la Transfiguración del Señor en Novosibirsk,
Presidente, Conferencia de Obispos Católicos de la Federación Rusa
- Su Eminencia Keith Patrick Cardinal O’Brien, Arzobispo de Edinburgh and St Andrews,
Presidente, Conferencia de Obispos Católicos de Scotland
- Su Eminencia Cormac Cardinal Murphy-O'Connor, Arzobispo de Westminster,
Presidente, Conferencia de Obispos Católicos de England and Wales
- Su Eminencia Francis Cardinal George, Arzobispo de Chicago,
Presidente, Conferencia de Obispos Católicos de United States.
(Traducción particular no oficial desde el Inglés)
Carta original de los Obispos a los líderes del G8, en inglés
http://www.fides.org/eng/documents/harper_g8-eng_june_08.pdf