Extracto de DOSSIER FIDES "La Iglesia, los pueblos, las naciones. MÉXICO", publicado por Agencia Fides el 11 de Agosto de 2008.
ENTREVISTA al Card. Norberto Rivera Carrera, Arzobispo de México
Eminencia, Vd. está al frente de una iglesia muy importante, rica de fieles y de vocaciones a la vida religiosa. ¿Cuáles considera Vd. que son las prioridades de esta Iglesia?
La Arquidiócesis de México, por el número de fieles católicos (nueve millones), está considerada la más grande del mundo. Por su magnitud esta dividida en ocho vicarías episcopales al frente de las cuales está un obispo auxiliar. Así mismo, la ciudad de México concentra el poder político, económico, cultural y podemos decir que, incluso, religioso del país, porque en nuestra Arquidiócesis se encuentra el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de América y las Islas Filipinas y cuya basílica es la más visitada del mundo.
Una ciudad tan grande y compleja exige un enorme esfuerzo evangelizador, por ello, y como fruto del Sínodo Diocesano (1993) se declaró a nuestra Arquidiócesis en estado de “misión permanente”, esto mismo que se ha presentado como la prioridad de los obispos latinoamericanos en Aparecida, Brasil, y que nosotros hemos venido realizando desde hace ya varios años.
El mismo Sínodo Diocesano marcó las prioridades que no han cambiado: la atención pastoral de los alejados, los pobres, los jóvenes y la familia. Por desgracia, el año pasado en la ciudad de México se legisló para aumentar las causales del aborto, y pese a que sabíamos que las izquierdas, simpatizantes de estas posturas, tenían una amplia mayoría en el congreso local, la Iglesia dio una gran batalla para mostrar su oposición, los laicos se organizaron para defender el valor de la vida y para brindar apoyo a mujeres embarazadas; hoy en día, la controvertida ley esta siendo analizada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y tenemos la esperanza de que sea declarada inconstitucional.
Así mismo en nuestra ciudad se han aprobado leyes que avalan las así llamadas “uniones de convivencia” entre homosexuales y se acaba de realizar la primera boda transexual, todas estas legislaciones son claros embates contra la familia, sin embargo, el valor de la familia está muy arraigado en la cultura de los mexicanos, y la Iglesia tiene el deber de defenderla pero sobre todo de evangelizarla. No olvidemos que el Santo Padre ha querido que nuestra Arquidiócesis de México sea la sede del Encuentro Mundial de las Familias, donde abordaremos los grandes desafíos que se nos presentan, pero sobre todo buscaremos la forma de que las familias sean las primeras evangelizadoras y formadoras en los valores de las nuevas generaciones.
¿Cuales son los principales problemas a los que debe hacer frente hoy la iglesia en México?
En la respuesta anterior presenté ya algunos grandes desafíos, pero tampoco debemos perder de vista la promoción de las vocaciones sacerdotales y religiosas. El número de católicos aumenta en nuestro país año con año y aunque no tenemos una crisis de vocaciones como sucede en Europa, lo cierto es que son insuficientes.
La carencia de sacerdotes hace imposible atender de forma adecuada a nuestros fieles lo que provoca que este hueco sea llenado por las sectas, el esoterismo o las supersticiones. Hace falta que los católicos tomen plena conciencia de su compromiso bautismal y que dejen su tradicional pasividad para convertirse en verdaderos apóstoles del Señor, en agentes activos y creativos de la nueva evangelización.
Eminencia, el pueblo mexicano es históricamente un pueblo que cree y que tiene fe. ¿continúa siendo así? ¿continúa siendo viva la fe del pueblo de México? O más bien ocurre en México, como en todo el mundo occidental, que la fe se va relegando cada vez más a lo privado, a algo que no incide en la vida publica?
La fe de los católicos mexicanos es una fe viva, y se expresa de una forma muy original a través de la religiosidad popular. Año con año, el número de peregrinos que visita en santuario de Nuestra Señora de Guadalupe aumenta.
Durante el año pasado y lo que va de este, he venido realizando la visita pastoral en la Arquidiócesis y he podido constatar, al contrario de lo que pregona la prensa- que el compromiso de los laicos va aumentando y que van asumiendo cada vez más un rol consciente y activo en la evangelización.
Después de la persecución religiosa de los años veintes en que la Iglesia fue relegada de la vida social y cultural, hoy vuelve a la escena pública y poco a poco la sociedad va entendiendo que podemos y tenemos mucho que aportar para la construcción de un país más humano y justo.
Es cierto que nos falta mucho por hacer, pero podemos decir que la fe de los mexicanos cuenta con cabal salud.
En el pasado llegaron a México varios misioneros que contribuyeron a la edificación de la iglesia. ¿Esto continúa ocurriendo o son más bien los mexicanos lo que van a evangelizar a otros países?
Pese a sus limitaciones, el pueblo mexicano es muy generoso, y no es la excepción el ámbito religioso. El Episcopado Mexicano creó ex profeso un seminario para formar misioneros que realizan una labor muy loable sobre todo en Asia y África, me refiero a los Misioneros de Guadalupe, así mismo nuestra Arquidiócesis y otras diócesis sostienen misiones en otras partes del mundo. México recibió la fe católica como un regalo de la Providencia a través de santos y heroicos misioneros y hoy nuestro país siente la necesidad de corresponder a esta elección divina enviando misioneros a países donde hace falta que llegue la luz de Jesucristo.