Martes, 30 de septiembre de 2008

Consejos para poner en práctica publicados en HOJA DE DIFUSIÓN DE SANTA RITA DE CASIA DE PUNTA BRAVA Y DE SAN PABLO APÓSTOL EN LAS DEHESAS - PUERTO DE LA CRUZ "COMO LAS HORMIGAS",  Número 170 , 2 de Marzo de 2008

ALGUNOS CONSEJOS PARA PONER EN PRÁCTICA

No se trata de que te eches a correr y luego te tumbes a dormir, es preferible ir paso a paso; pero con cons­tancia un día y otro día, sin pasarte como la famosa fábula de la liebre y la tortuga ¿quién hubiera apos­tado a favor de la tortuga en ese desafió? Y sin embargo ya conoces la historia. Vence la tortuga por su perseverancia hasta cruzar la meta estable­cida. Supongo que la tortuga también tendría ganas de pararse a descansar y hasta de echarse una cabezadita; pero se trata de la responsabilidad de aceptar el desafió de una larga y pesada carrera. Así es la vida. Témenos que estar luchando contra la pereza, contra las ganas de elegir el camino fácil, los deseos de seguir los consejos de los que te dicen, que necesitas dos causas, de que no hace falta tanto; que Dios no exige tanto para salvarse, o ceder ante el pretexto de que otros hacen menos. Que hay que cuidarse mucho para no enfermarse, que todavía hay tiempo, que se puede dejar para mañana o para la semana que entra. Y así siembras la tentación del menor esfuerzo, siguiendo los criterios meramente racionales y quizá olvidando de que tienes un alma espiritual con muchas energías y que precisamente tu cuerpo no es el mejor consejero. La lucha de espíritu contra la carne como todos los Santos.


Tan pronto te despiertes y por tanto te des cuenta de que Dios te ha concedido otro día vivo en este planeta, ponte contento, dale gracias a Dios y no le des ni un solo minuto a la pereza. No lo pienses dos veces. No discutas con la almohada porque siem­pre tendrás motivos y excusas para seguir durmien­do. Hazle caso a lo que te pide tu cuerpo con sus instintos y pasiones y me contarás en qué vas a parar. No te olvides que no hay animal más animal que el hombre. No te puedes poner a la altura de un animal. Tu tienes que mandar sobre ese animal, no te dejes dominar, no cedas a sus caprichos porque terminara siendo un tirano y con tal que cedas, te irá pidiendo cada vez más y allí donde noté más tu flojera allí te pedirá más, porque está claro como dice San Pablo, que se traba una lucha titánica entre el cuerpo y el espíritu. Tu ponte en tu puesto y no cedas al chantaje del cuerpo. Que se note bien quien manda en tu vida, sí tu alma o tu cuerpo con sus pasiones. Si se trata de estar echado si es por el cuerpo, estarás descansando todo el día. Sí se trata de comer hasta reventarse los hemos de contar su comida y cuando hablan su estómago saben reti­rarse de carne. En el hombre está la gula.


Ser fiel a la propia vocación, consiste en cumplir con las obligaciones de su propia condición; pero ha de cumplirlos bien y sólo por amor a Dios, refiriéndolo todo a la Gracia de Dios. A ti te van a juzgar por las normas de la congrega­ción aprobadas por la Iglesia. No le des más vueltas. Dios te quiere hacer Santo con la for-ma de vida que tu has elegido, al franciscano le han de juzgar por las reglas de los Francisca-nos y por sus constituciones, y así a ti por las constituciones o normas de tu congregación. Otros serán juzgados por los mandamientos y las normas propias de su Estado, según la res­ponsabilidad que tenga. A un maestro le pre­guntarán por sus alumnos, aun párroco por sus feligreses, a un padre por su esposa y sus hijos y a cada uno le pedirán responsabilidad de todo cuanto hagan. iSeñorl Qué quieres que haga, dijo San Pablo, y Samuel "Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad". Háblame Señor, que tu sier­vo te escucha. Se trata de cumplir en todo la voluntad de Dios monjes todo por los superio­res, por los propias constituciones, los propias deberes y esto hasta el final.

No me digas que no tienes tiempo para ir a con­fesarte, o que no encuentras a un sacerdote para confesarte, porque siempre llega justo a la hora de decir misa y luego se marcha enseguida, quizá para otra ocupación. Primero tengo que decirte que si estuvieras enfermo y peor aún enfermo grave, no me dirías que no tienes tiem­po para ir al médico. Lo que pasa es que la enfermedad del cuerpo es una cosa que se ve o que duele físicamente, o tienes fiebre o la tensión alta o el azúcar por las nubes y la en­fermedad del alma que es el pecado no se ve físicamente y cuando te vas acostumbrando a pecar ni siquiera sientes dolor espiritualmente. Cometes un pecado mortal tan tranquilo como si nada pasará. Ya no tienes miedo a ir al infier­no. Actúas como si no existiera. Obras como si Dios tampoco existiera y si existe no pinta nada; por lo visto no puede poner ni normas. Tiene que estar a tu servicio, te quejas del dolor de cabeza o de la dentadura y te levantas vivo cada día como si todo te lo merecieras. A Dios lo utilizas solamente para tu interés y si las cosas no te salen como quieres te quejas. ¿Qué clase de Dios te has fabricado?


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ZENIT publica la intervención que pronunció el lunes 29 de Septiembre de 2008, el arzobispo Celestino Migliore, observador permanente de la Santa Sede, ante la asamblea general de las Naciones Unidas.


 

Señor presidente:

En el momento en el que usted asume la presidencia de la sesión número 63 de la asamblea general, mi delegación desea lo mejor para sus tareas y desea trabajar con usted para afrontar los numerosos desafíos de la comunidad global.


Este debate general es una oportunidad para los responsables de la vida nacional de cada país para tomar juntos el pulso a la situación del mundo. Por su naturaleza y estructura, las Naciones Unidas no crean normalmente ni los acontecimientos ni las tendencias, sino que más bien sirven de foro donde éstos se someten a debate para intentar darles una respuesta coherente, consensuada y puntual. Este año se ha caracterizado por una serie de desafíos y crisis: calamidades naturales y provocadas por el hombre, economías tambaleantes, agitación financiera, subida de precios de los alimentos y los combustibles, repercusiones del cambio climático, guerras locales, etc. En esta aula se nos ha invitado a identificar una vez más las causas comunes y denominadores de estas crisis y a aplicar adecuadas soluciones a largo plazo.


Uno de los hechos claros que todos reconocen es que toda crisis presenta una mezcla de factores naturales y elementos de responsabilidad humana. Sin embargo, unos y otros van unidos con frecuencia a la respuesta tardía, a los fracasos o la reluctancia de los líderes para ejercer la responsabilidad de proteger a sus poblaciones.


Cuando en estas paredes se habla de la responsabilidad de proteger, el punto de referencia es el Documento Final de 2005 que trata de la responsabilidad de la comunidad internacional para intervenir en situaciones donde los gobiernos individuales no pueden o no están dispuestos a asegurar la protección a sus propios ciudadanos.


En el pasado, el término "protección" ha sido con demasiada frecuencia un pretexto para la expansión y la agresión. A pesar de los muchos avances del derecho internacional, trágicamente hoy en día todavía está vigente y se aplica esa comprensión del término.


Sin embargo, el año pasado en esta misma sede, registramos un mayor consenso sobre la inclusión de este término como un ingrediente clave del liderazgo responsable. Algunos han invocado la responsabilidad de proteger como un aspecto esencial del ejercicio de la soberanía en el ámbito nacional e internacional, mientras otros han relanzado el concepto del ejercicio de la soberanía responsable.

El Papa Benedicto XVI, en su discurso a la asamblea general de las Naciones Unidas, el pasado mes de abril, también reconoció que, desde la antigua reflexión filosófica sobre el gobierno hasta el moderno desarrollo del concepto de Estados nacionales soberanos, la responsabilidad de ofrecer protección ha servido y debe seguir sirviendo como principio compartido por todas las naciones para el gobierno de sus poblaciones y para reglamentar las relaciones entre los pueblos. Estos pronunciamientos subrayan los fundamentos históricos y morales del deber de los Estados de gobernar. Del mismo modo, confirman que el buen gobierno no debería seguirse midiendo simplemente en el contexto de "Estados de derecho" o de "soberanía", sino más bien, por la capacidad de sus líderes de cuidar de aquellos que les han sido confiados con la grave responsabilidad de guiarles moralmente.


A pesar del creciente consenso en torno a la responsabilidad de ofrecer protección como medio para una mayor cooperación, este principio sigue siendo invocado como pretexto para utilizar arbitrariamente la fuerza militar. Esta distorsión continua con métodos e ideas que en el pasado han fracasado. El uso de la violencia para resolver las divergencias es siempre un fracaso de visión y un fracaso de humanidad. La responsabilidad de ofrecer protección no debería concebirse simplemente en términos de intervención militar, sino ante todo como la necesidad para la comunidad internacional de unirse para afrontar las crisis buscando medios para lograr limpias y abiertas negociaciones, para apoyar la fuerza moral de la ley y buscar el bien común. La falta de acción común para proteger a las poblaciones a riesgo y para prevenir intervenciones militares arbitrarias socavaría la autoridad moral y práctica de esta organización.


El "nosotros los pueblos" que conformó las Naciones Unidas concibió la responsabilidad de ofrecer protección como el fulcro de la ONU. Los fundadores creían que esa responsabilidad no estribaba primordialmente en el uso de la fuerza para reinstaurar la paz y el respeto de los derechos humanos, sino sobre todo, en la reunión de los Estados para detectar y denunciar los primeros síntomas de toda crisis y para movilizar la atención de los gobiernos, de la sociedad civil y de la opinión pública con el fin de individuar las causas y proponer soluciones. Las diferentes agencias y organismos de las Naciones Unidas reafirman también la importancia de la responsabilidad de proteger a través de su capacidad para trabajar de cerca y solidariamente con las poblaciones y aplicando mecanismos de detección, de intervención y de observación.


No sólo les corresponde a los Estados, sino también a las Naciones Unidas, asegurarse que la responsabilidad de ofrecer protección constituya el patrón de medida y la motivación de todo su trabajo.

Mientras muchos siguen preguntándose y debatiendo sobre las auténticas causas y sobre las consecuencias a medio y largo plazo de las diferentes crisis financieras, humanitarias y alimentarias del mundo, las Naciones Unidas y sus miembros tienen la responsabilidad de ofrecer dirección, coherencia y resolución.


En juego no sólo está la credibilidad de esta organización y de los líderes globales, sino lo que es más importante, la capacidad de la comunidad humana para ofrecer alimentación y seguridad y para proteger los derechos humanos básicos de manera que todos los pueblos tengan la oportunidad de vivir libres del miedo y de este modo puedan vivir su dignidad inherente.


Las Naciones Unidas no fueron creadas para ser un gobierno global sino más bien el producto de la voluntad política de sus diferentes Estados miembros. Los niños huérfanos a causa del VIH/sida, los muchachos y muchachas vendidos o reducidos a esclavitud, los que se despiertan cada mañana sin saber si hoy serán perseguidos por su fe o por el color de su piel, siguen pidiendo una institución y líderes que acompañen a las palabras con acciones, compromisos y resultados. Estas voces, ignoradas con demasiada frecuencia, deben ser escuchadas para que podamos superar las divisiones políticas, geográficas e históricas y crear una organización que refleje nuestras mejores intenciones y no nuestros fracasos.


Un área en el que nuestras mejores intenciones exigen acciones urgentes es el clima. Mi delegación elogia al secretario general Ban Ki-moon por su liderazgo para reconocer la urgencia de afrontar esta cuestión y elogia a los Estados y a la sociedad civil que hacen los sacrificios políticos y personales para asegurar un futuro mejor.


El desafío del cambio climático y las diferentes soluciones propuestas y aplicadas nos llevan a considerar la preocupación y la inconsistencia que se dan hoy en el sector del derecho nacional e internacional cuando se considera, en concreto, que todo lo que es técnicamente posible debe ser legalmente lícito.


Traducción del original inglés realizada por Jesús Colina


Publicado por verdenaranja @ 22:53  | Hablan los obispos
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Publicados en la HOJA DE DIFUSIÓN PARROQUIAL DE SANTA RITA DE CASIA DE PUNTA BRAVA Y DE SAN PABLO APÓSTOL EN LAS DEHESAS - PUERTO DE LA CRUZ, año 5 - número 170 (2 de Marzo de 2008). 

 

 


Vino un día a una iglesia de dominicos de Plasencia y al saberlo los frailes fueron todos al coro para verle, por la mucha fama de santo que tenía. Uno de ellos, muy respetable, les decía después a los otros: "Bien saben lo mucho que dudé de lo que este hombre me decía; pues ahora sepan que cuando le miraba desde el coro, se dignó Dios ilustrar mi alma y vi a este varón admirable todo rodeado de ángeles, que visiblemente le iban sirviendo como pajes; uno le limpiaba el rostro, otros le arreglaban y componían el cabello y todos a porfía le agasajaban". Otro día, yendo de camino con un religioso, se levantó una terrible tempestad, y el Santo, por mortificación, no quiso entrar en una cueva, abandonándose ala voluntad de Dios en medio de las lluvias y vientos. Entró en las ruinas de una venta para hacer oración, y apenas se puso de rodillas, levantaron los ángeles aquellas paredes tan arruinadas, que apenas si quedaban los cimientos; con la misma nieve, que caía en tanta abun­dancia, hicieron a manera de un techo o bóveda para que el Santo no quedara sepultado, ni le moles-tara el frío tan riguroso. Así pasaron la noche, continuando después su camino. En aquel sitio levanta-ron después una ermita al Santo.


SAN ISIDRO LABRADOR se entretenía por las mañanas en oír misa y rezar en las iglesias. Creyendo su amo que tenía abandonadas sus tareas, quiso un día sorprenderle y vio que dos ángeles guiaban los bueyes.


Nuestro Ángel de la Guarda.- Los tres niños videntes de Fátima: LUCÍA, de diez años, FRANCIS­CO de nueve, y JACINTA, de siete, eran muy devotos del Santo Angel de la Guarda. Los dos pequeños no salían nunca con el rebaño sin rezar antes un Padrenuestro y la oración al Angel de la Guarda, como se la había enseñado su madre. A Lucía, cuando sólo tenía ocho años, estando un día con otras pastorcitas amigas suyas en un montículo, se le apareció el ángel a manera de estatua de nieve suspendida en el aire, a la que los rayos del sol de mediodía tornaban transparente. Estaban entonces las niñas rezando el rosario. El fenómeno se repitió otras dos, veces en idénticas circunstancias con algunas semanas de intervalos. Un año más tarde, en la primavera de 1916, se les apareció a los tres niños, LUCIA, FRANCISCO Y JACINTA, la misma figura o estatua blanca de nieve, transparente como el cristal a los rayos del sol, con rasgos como de un joven de catorce o quince años, de hermosura sobrehumana, que viniendo hacia ellos los tranquilizó diciendo "iNo temáis! Soy el ángel de la paz. Rezad conmigo". Y arrodillándose en tierra inclinó la frente hasta tocar el suelo.

SAN PEDRO DE ALCÁNTARA, haciendo visita de comisario general al convento de la Viciosa, pasaba una noche en oración en la ermita solitaria de la huerta. Al llegar la media noche, salió en busca de luz para rezar, maitines, que siempre lo hacía,  a las doce, a pesar de sus muchas ocupaciones y enfermedades. Vióse entonces rodeado de innumerable multitud de ángeles que le acompañaban con antorchas en las manos, y vio también que sobre un pino, que allí cerca había, plantado por él mismo de una rama seca, estaba la Santísima Virgen como en bellísimo trono, formado por nubes y resplandores y rodeada de ángeles. "¿A dónde vas, Pedro?", le preguntó la Virgen. "No pases adelante buscando luz que ya la traigo yo para que reces". Lleno de gozo se puso a rezar con su breviario, alternando con los ángeles, y cuando terminó, la Señora le dio su bendición y subió de nuevo al cielo.

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DOMINGO 27 DEL TIEMPO ORDINARIO / A
5 de octubre de 2008


La gracia y la paz de Jesucristo estén con todos vosotros.


Si recordáis, los dos últimos domingos Jesús nos ha hablado de la viña de Dios, y nos invitaba a trabajar en ella. Hoy volverá a utilizar esta misma imagen: una viña bien cuidada, muy querida de Dios, que espera que dé fruto... Pero en la que resulta que a veces los trabajadores no hacen lo que deberían.

Agradezcamos hoy a Dios que nos haya llamado a trabajar en su viña, y preguntémonos si realmente somos buenos trabajadores.


A. penitencial: En silencio, pidamos a Dios que nos perdone, porque muchas veces olvidamos su lla­mada y no seguimos su camino. (Silencio)


Tú, que renuevas nuestra vida. SEÑOR, TEN PIEDAD.

Tú, que nos miras con amor. CRISTO, TEN PIEDAD.

Tú, que nos salvas de todo mal. SEÑOR, TEN PIEDAD.

1. lectura (Isaías 5,1-7): La primera lectura que hoy vamos a escuchar es un cántico lleno de ternura y lleno de dolor. Es Dios que se dirige a su pueblo de Israel. Escuchémoslo y dejemos que sus palabras penetren también dentro de nosotros.

Salmo (79): En las palabras del salmo, el pueblo pide a Dios que vuelva a mirarlo con amor. Pidámoslo tam­bién nosotros desde el fondo de nuestro corazón.

2. lectura (Filipenses 4,6-9): Escuchemos ahora a san Pablo que nos anima a vivir nuestra vida cristiana con la paz y la alegría de Dios.


Antes del aleluya (Ev. Mateo 21,33-43): Jesús, en el evangelio, recuerda el cántico de Isaías que hemos escuchado en la primera lectura, en el que Dios se lamentaba de que el pueblo de Israel no había querido seguir sus caminos. Y anuncia que ahora el Reino de Dios es para todos, superando toda barrera de pueblo o de nación. Pongámonos de pie.


Oración universal: Presentemos nuestras plegarias al Padre, con un espíritu muy abierto y universal. Oremos diciendo: TE ROGAMOS, ÓYENOS.


Para que la Iglesia dé los frutos de fe y de amor que Dios espera. OREMOS:


Para que los que no creen en Jesucristo puedan des-cubrir la alegría del Evangelio. OREMOS:


Para que las actividades del nuevo curso que ahora empezamos nos hagan crecer en la fe y en el amor a Dios y a los hermanos. OREMOS:


Para que los enfermos recobren la salud. OREMOS:


Para que se termine el negocio de la fabricación y la venta de armas. OREMOS:


Para que encontremos cada día más el gusto de la oración y la relación personal con Dios. OREMOS:


Escucha, Padre, lo que con fe te hemos pedido, y haz de nuestras vidas un fiel testimonio de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

 Padrenuestro: Como Jesucristo nos ha enseñado, ahora, antes de comulgar, nos atrevemos a decir:


CPL


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Lunes, 29 de septiembre de 2008

Recomendaciones para el II Sínodo Africano de la Conferencia organizada por el Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz y por el Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM). La conferencia, realizada en Dar es Salaam, capital de Tanzania, del 27 al 30 de agosto de 2008, tuvo por objetivo la presentación del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia católica en preparación para el segundo Sínodo para África que se realizará en el 2009.


(Comunicado Final de la Conferencia)

 RECOMENDACIONES SOBRE LOS PREPARATIVOS PARA EL SÍNODO II AFRICANO - AGOSTO 2008

 

Las siguientes recomendaciones se presentan a las Conferencias Episcopales, Asociaciones Regionales  y a SECAM para la reflexión hacia el próximo Segundo Sínodo de África sobre el Tema: “LA IGLESIA EN ÁFRICA AL SERVICIO DE LA RECONCILIACION, JUSTICIA Y PAZ: “Vosotros sois la Sal de la Tierra. Vosotros sois la Luz del Mundo”


 

Profundizando la fe en África

 

1. Las  religiones tradicionales coexisten juntamente con el cristianismo. Hay necesidad de diálogo y de profundización de la fe.

 

2. Cristianos viven una doble vida – la enculturación podría ser una de las posibles respuestas o modalidades en las que este tema podría estar involucrado;

 

3. Buscar posibilidades de participación más cercana en las organizaciones continentales y regionales; SADCC y el AU;

 

Catequesis:

 

4. Participación de los laicos – promover actividades y trabajo pastoral en Instituciones Católicas Superiores;

 

5. Sea organizado curriculum en esas instituciones que contuviera la enseñanza social de la Iglesia en seminarios y que las instituciones de la Iglesia extendieran los temas de la doctrina Social Católica a un grupo más amplio; de modo que a través de tales iniciativas los académicos de esas instituciones puedan promover teorías dentro de la realidad;

 

6. Se debe alentar las diócesis a tomar conciencia o programas de concentración sobre el sínodo africano;

 

7. Los obispos y sacerdotes deberían ser animados y persuadidos a comprometer a los laicos en el estudio de este compendium;

 

8. Debería darse una oportunidad de debatir los resultados y de compartir experiencias del Primer Sínodo;

 

9. Diálogo con políticos, compartiendo los valores que combatan y paren el tribalismo, corrupción, etc.

 

10. Para que la Iglesia en África sea creíble se debería preparar a llevar a cabo su propio examen;

 

11. La implicación de los obispos y sacerdotes es vital para cualquier puesta en marcha del Sínodo y del  Compendium;

 

12. Las Instrucciones catequéticas integrales deberían ser instrumentos afectivos y efectivos para la fortalecer  la vida espiritual cristiana;

 

13. Los profesionales católicos deben ser plenamente utilizados en la misión de evangelización;

 

14. Cómo puede la Iglesia mantener mejor la paz con los cambios y retos en tecnología, especialmente la tecnología de la información;

 

15 Se debería aumentar el papel de las mujeres en la Iglesia;

 

 

Seguridad de alimentos

 

16. La Iglesia debe animar a los fieles a comprometerse en las actividades económicas, e.g., producción de alimentos, protección de los recursos naturales;

 

17. Se deberían buscar modalidades que aseguren la alimentación;

 

Paz y seguridad

 

18. El Sínodo debería ser capaz de definir un concepto de reconciliación, justicia y paz;

 

19. Fomentar situaciones de justicia, paz y reconciliación en África e islas circulantes y dar pasos para conseguir paz y justicia;

 

20. Desarrollar estrategias regionales que se refieran a cuestiones de justicia y paz para un mejor acercamiento hacia una reconciliación regional;

 

21. Identificar las causas raíz de injusticias en la sociedad, incluyendo la  distribución desigual de los recursos;

 

22. Fomentar una aproximación sobre cómo tratar a los autores  y la ayuda a las víctimas de injusticias;

 

23. Se debe tener en cuenta en África la forma de reparación;

 

24. Tratándose de cuestiones hacia la reconciliación se deberían tratar a todos los niveles, haciendo uso de las propuestas más bajas hasta las más altas y desde las más altas hasta las más bajas -  las instituciones de la Iglesia y organizaciones interreligiosas deberían estar involucradas en el proceso;

 

25. Discutir la cuestión del cruce y del pequeño comercio interno de armas que alimentan conflictos en África;

 

26. Se necesita tratar las manipulaciones constitucionales en orden a prolongar la estancia en el poder y a impactar el sistema legal;

 

27. Se debería utilizar el Compendium para la transformación de nuestras sociedades en las cuestiones de reconciliación, justicia y paz.

 

Recomendaciones para la Iglesia Local

 

 

28. El uso del Compendium se debe hacer como un medio hacia la preparación para el Segundo Sínodo de África;

 

29. Implicar y otorgar poderes a la gente joven en la preparación para el próximo Sínodo – esos jóvenes que participaron en el Día Mundial de la Juventud deberían compartir sus experiencias con otra gente joven;

 

30. El Sínodo debería hacer más para dirigir el apostolado hacia aquellos miembros de los fieles con discapacidades; e. g. (aquellos con desafíos físicos y metales);

 

31. Implicar a todos los interesados en la Iglesia local a participar en la preparación para el Sínodo – deberían tener un sentimiento de propiedad que traduzca la implementación de las resoluciones sinodales;

 

Espiritualidad compartida

 

32. Fortalecer la espiritualidad de la familia de los valores de Dios y  la participación de aquellos valores y riqueza común como un medio para la preparación del Sínodo;

 

33. Donde no exista, deberían formarse Comisiones de Justicia y Paz y animar discusiones del Compendium;

 

34. Los mensajes de reconciliación se deberían dramatizar y tratar en poesía para crear mejor conciencia;

 

35. Se deberían usar entre los jóvenes deportes y partidas para aumentar la reconciliación;

 

36. Divulgar el  Compendium simplificándolo;

 

37. Promover diálogos interreligiosos y discusiones e iniciativas para aumentar la reconciliación;

 

38. Realizar un estudio más profundo de San Pablo y sus enseñanzas cuando pertenezcan directamente a la Doctrina Social de la Iglesia.

 

Comunicaciones sociales

 

39. La Iglesia local debería utilizar todos los recursos de comunicación y  los medios para los preparativos del Sínodo. Las diócesis se deberían animar a poseer y funcionar estaciones de radio y televisión para ser más efectivo en sus actividades pastorales.

 

40. Crear una red entre las Iglesias africanas que les permita compartir sus experiencias para mutuo crecimiento.

 

41. Invitar al Santo Padre a publicar la exhortación post-sinodal en África.

 

 (Traducción particular no oficial desde el inglés)


Texto original (in inglés):

http://www.fides.org/eng/documents/Tanzania_Final_Communique.doc

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ZENIT ofrece el texto íntegro de la audiencia concedida por Benedicto XVI a los participantes en el encuentro promovido por el Centro Turístico Juvenil (CTG) de Italia y por la Oficina Internacional de Turismo Social (BITS) con motivo de la Jornada Mundial del Turismo, el  sábado 27 de septiembre de 2008 en el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo.

 

Señor cardenal,

venerados hermanos en el episcopado y en el sacerdocio,

queridos amigos,

Os acojo con alegría y os doy mi cordial bienvenida. Agradezco al cardenal Martino, presidente del Consejo Pontificio para los Migrantes e Itinerantes, por haberme ilustrado las motivaciones del encuentro de hoy, y haberse hecho intérprete también de vuestros sentimientos. Saludo al arzobispo Agostino Marchetto, secretario del mismo dicasterio dedicado a la pastoral de la movilidad humana, en la que también entra la pastoral de turismo. Mi saludo se extiende a la señora Maria Pia Bertolucci y a monseñor Guido Lucchiari, presidenta y consultor eclesiástico respectivamente del Centro Turistico Giovanile (CTG), principal artífice de esta visita, y al doctor Norberto Tonini, Presidente del Internazionale del Turismo Sociale (BITS), que se ha asociado a la iniciativa. Un afectuoso saludo a todos vosotros aquí presentes.

Nuestro encuentro tiene lugar con ocasión de la celebración hoy de la Jornada Mundial del Turismo. El tema de este año, "El turismo afronta el desafío del cambio climático", indica una problemática de gran actualidad, que hace referencia al potencial del sector turístico respecto al estado del planeta y del bienestar de la humanidad. Vuestras dos instituciones ya están trabajando en un turismo atento a la promoción integral de la persona, en una visión de sostenibilidad y de solidaridad, y esto hace de vosotros actores cualificados a la hora de custodiar y valorar responsablemente los recursos de la Creación, inmenso don de Dios a la humanidad.


La humanidad tiene el deber de proteger este tesoro y de empeñarse contra el uso indiscriminado de los bienes de la tierra. Sin un adecuado límite ético y moral, el comportamiento humano puede efectivamente transformarse en una amenaza y un desafío. La experiencia enseña que la gestión responsable de la Creación forma parte, o así debería ser, de una economía sana y sostenible del turismo. Al contrario, el uso el uso impropio de la naturaleza y el abuso infligido a la cultura de las poblaciones locales dañan también al turismo. Aprender a respetar el medio ambiente enseña también a respetar a los demás y a sí mismos. Ya en el 1991, en la Encíclica Centesimus annus, mi amado predecesor Juan Pablo II había denunciado el consume excesivo y arbitrario de los recursos, recordando que el hombre es colaborador de Dios en la obra de la Creación y no puede ponerse en lugar de Él. Subrayó también que la humanidad de hoy debe "ser consciente de sus deberes y obligaciones hacia las generaciones futuras" (n. 37).


Es necesario por tanto, sobre todo es el ámbito del turismo, gran usuario de la naturaleza, que tiendan a una gestión equilibrada de nuestro habitat, de la que es nuestra casa común y lo será para cuantos vendrán después de nosotros. La degradación del ambiente sólo puede frenarse con una cultura adecuada del comportamiento, que incluya estilos de vida más sobrios. De ahí la importancia, como he recordado recientemente, de educar en una ética de la responsabilidad y de proceder a "hacer las propuestas más constructivas para garantizar el bienestar de las generaciones futuras (Discurso en el Elíseo, L'Osservatore Romano, 13 de septiembre de 2008, p. 8).


Además, la Iglesia comparte con vuestras Instituciones y otras Organizaciones similares el empeño para difundir el llamado "turismo social", que promueve la participación de las clases más débiles y que puede ser un instrumento de lucha válido contra la pobreza y la fragilidad, creando empleos, custodiando los recursos y promoviendo la igualdad. Este turismo representa un motivo de esperanza en un mundo en el que se acentúan las distancias entre quien tiene de todo y quienes sufren el hambre, la carestía y la sequía. Auguro que la reflexión con ocasión de esta Jornada Mundial del Turismo, gracias al tema propuesto, consiga influenciar positivamente el estilo de vida de tantos turistas, de modo que cada uno de su contribución al bienestar de todos, que resulta ser en definitiva el de cada uno.


Dirijo, finalmente, una invitación a los jóvenes para que, a través de vuestras Instituciones, apoyen y sean actores de comportamientos dirigidos al aprecio de la naturaleza y a su defensa, en una perspectiva ecológica correcta, como he subrayado muchas veces con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud en Sydney, el pasado mes de julio. Compete también a las nuevas generaciones promover un turismo sano y solidario, que prohíba el consumismo y el despilfarro de los recursos de la tierra, para dejar espacio a gestos de solidaridad y amistad, de conocimiento y comprensión. De este modo el turismo puede convertirse en un instrumento privilegiado de educación para la convivencia pacífica. Dios os ayude en vuestro trabajo. Por parte mía, estad seguros, os prometo un recuerdo en la oración, mientras imparto con afecto la Bendición Apostólica a vosotros aquí presentes, a vuestros seres queridos y a los miembros de vuestras beneméritas instituciones.

 

[Traducción del italiano por Inma Álvarez

© Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 22:49  | Habla el Papa
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Macao (Agencia Fides) - Los Obispos de las iglesias luxófonas manifiestan su preocupación por el drama tan frecuente del trafico de personas sobre todo mujeres y niños, promovido por influyentes grupos internacionales, en el Comunicado final del Encuentro de Presidentes Episcopales de las Iglesias luxófonas que se ha realizado en Macao (China)



Comunicado final do VIII Encontro das Presidências Episcopais

das Igrejas lusófonas realizado em Macau

 

 

1.O VIII Encontro das Presidências Episcopais das Igrejas lusófonas realizou-se em Macau, no Centro Diocesano de Convenções, de 24 a 28 de Setembro de 2008.

          Participaram no Encontro 12 Prelados: de Angola, D. Damião Franklin, Arcebispo de Luanda e Presidente da Conferência Episcopal de Angola e S. Tomé; do Brasil, D. Luiz Soares Vieira, Arcebispo de Manaus e Vice-Presidente da Conferência Nacional dos Bispos do Brasil (CNBB) e D. João Alves dos Santos, bispo de Paranaguá e referencial da Pastoral afro-brasileira; de Cabo Verde, D. Arlindo Gomes Furtado, bispo de Mindelo; da Guiné-Bissau, D. Pedro Carlos Zilli, Bispo de Bafatá; de Macau, D. José Lai, bispo de Macau; de Moçambique, D. Tomé Makhwelina, arcebispo de Nampula e Presidente da Conferência Episcopal de Moçambique e D. Francisco Chimoio, arcebispo de Maputo e Vice-Presidente da mesma Conferência; de Portugal, D. Jorge Ferreira da Costa Ortiga, arcebispo de Braga e Presidente da Conferência Episcopal Portuguesa (CEP) e D. Carlos Moreira Azevedo, bispo auxiliar de Lisboa e Secretário da CEP; de S. Tomé e Príncipe, D. Manuel António Mendes dos Santos, bispo da respectiva diocese; de Timor-Leste, D. Alberto Ricardo da Silva, bispo de Dili.

          Participaram, ainda, P. José Maia, Presidente do Conselho de Administração da Fundação Evangelização e Culturas (Portugal), o cónego Luís Xavier, Vigário episcopal responsável pela pastoral da comunidade de língua portuguesa em Macau e o P. Ildo Fortes, do Patriarcado de Lisboa, ao serviço da diocese de Mindelo.

          D. José Lai acolheu os participantes com fraterna simpatia e oriental encanto. Será inesquecível na memória grata de todos o modo generoso e eficaz como a diocese de Macau preparou o Encontro.

 

2.O Encontro constituiu um espaço de partilha sobre a realidade das Igrejas de cada país, na presente situação sócio-económica e política. A informação recolhida foi abraçada em comunhão de Igrejas. Alguns pontos mais sensíveis mereceram especial destaque.

 

2.1.A afluência repentina de pessoas às grandes cidades faz aumentar a pobreza e o desrespeito pelos direitos humanos, favorece a corrupção e a economia informal, dificulta a organização das comunidades cristãs e é terreno fértil para novos grupos religiosos, que usam a prosperidade como teologia e seduzem a população, ansiosa por bem-estar e com cultura religiosa débil.

 

2.2.As igrejas e os seus pastores continuam a seguir com dolorosa atenção o drama demasiado frequente do tráfico de pessoas, sobretudo crianças e mulheres, promovido por influentes grupos internacionais. Reconhecem o trabalho realizado por várias instituições, seja na denúncia, seja na resposta preventiva, seja, ainda, no acolhimento das vítimas.

 

2.3.Sente-se, por diversos indícios, e enfrenta-se, em vários locais, um movimento tendente a reduzir a influência da Igreja na sociedade. Existe, de facto, uma diferente concepção acerca da vida humana, da vivência da afectividade, do papel da estabilidade familiar e da educação para valores abertos à transcendência. Começa, no entanto, contraditoriamente, a evidenciar-se o papel da religião e das comunidades cristãs para uma feliz convivência social, assente na paz e na justiça, no respeito pela vida e numa educação sexual, determinada por afectos sadios.

 

2.4.Os bispos presentes congratulam-se com o aumento de vagas para estudantes africanos, abertas em universidades do Brasil, de Portugal e outros países. Pedem que se criem condições de dignidade humana (abrigo e alimentação) para esse momento de formação, trampolim fundamental para o desenvolvimento das comunidades de origem, às quais importa regressar. Ficou manifesta a necessidade de viabilizar o acompanhamento espiritual e religioso dos estudantes.

 

2.5.Os bispos consideram essencial proporcionar meios para o crescimento de uma reflexão filosófica e teológica sólida e, em diálogo com as culturas contemporâneas e locais, capaz de sustentar iniciativas pastorais e promover a qualidade da fé cristã do povo, perante as propostas de desenvolvimento que desprezam a visão integral do ser humano.

 

2.6.Os participantes auguram a auto-sustentabilidade das próprias igrejas, através de uma gestão eficaz, de uma educação para a partilha evangélica dos bens e de um real sentido de pertença. Essas condições permitirão privilegiar a formação de agentes pastorais, as necessárias deslocações de longo curso, bem como a manutenção de infra-estruturas. Foi apontado como caminho a constituição de fundos para ultrapassar a efemeridade das ajudas, bem como a organização de comunidades locais convertidas à lógica do dom.

 

2.7.Os bispos notam uma emergência do papel da sociedade civil nas responsabilidades sociais e políticas, geradora da participação de todos em soluções viáveis e que fraccione o monolitismo da informação presente em alguns países.

 

 

3.A viva memória de Macau, como lugar chave da actividade missionária do Extremo Oriente e hoje como ponte e plataforma com a China, conduziu os participantes do Encontro à vontade de intensificar a vivência missionária como caminho essencial e consequente dos que se comprometem a ser discípulos de Jesus Cristo. Todos foram unânimes na urgência de acordar o espírito missionário católico nas consciências adormecidas e distraídas dos passos largos e belos a percorrer na aventura da evangelização. Não há precariedade de situações que justifique a ausência de acção missionária. Aliás o ardor generoso do anúncio faz sempre crescer a igreja local.

          Graças à participação do bispo coadjutor de Hong-Kong, John Tong, e do bispo de Macau, José Lai, os bispos reunidos perceberam de modo mais agudo as dificuldades e projectos da Igreja para a evangelização na China. A abertura à prática religiosa, ainda sujeita a rigoroso controlo, motiva esperança para o paciente trabalho missionário. Um modo concreto de ajudar a uma positiva evolução consistirá na oferta de livros e de ocasiões de formação.

          Os notáveis esforços das várias igrejas para corresponderem à missão evangelizadora têm implicado a proximidade dos pobres e o seu socorro nas aflições, pois como afirmou o Santo Padre Bento XVI, em Munique, “a questão social e o Evangelho são inseparáveis”. Pela imaginação da caridade importa prosseguir criando meios de pastoral social e interpelando os dirigentes perante os atentados aos direitos humanos, o tráfico de droga, o aumento da criminalidade, a corrupção sem freios e o descontentamento profundo do povo.

 

 

4.Os participantes verificaram os mecanismos do ambivalente processo da globalização, em curso acelerado. Esta etapa correspondente ao fim de um ciclo ideológico, exponenciado pelo neoliberalismo, revela-se na mundialização dos processos produtivos e respectivo mercado universal; no paradigma informacional, criador da sociedade em rede; na preponderância da visão económica sobre a política e a cultural, subjugando os Estados a interesses, sem ética e sem olhar de futuro.

          Ao verificar como a globalização tem agravado os abismos entre pobres e ricos, com o capital a agir sem travões sociais que corrijam as desigualdades, os Bispos procederam a um discernimento deste processo contemporâneo. Pretendem acolher as vantagens, em ordem a uma solidariedade global, qual rosto humano da mundialização da vida. De facto, abrem-se enormes possibilidades para o desenvolvimento da subsidiariedade, tais como o crescimento da responsabilidade ecológica, o reconhecimento prático dos direitos universais ou o trabalho em rede, graças à tecnologia informática. Uma visão ética da situação do sistema globalizador valorizará o sentido da universalidade, como atitude a aprofundar nos cristãos. Mais disponíveis a esta visão deverão estar os jovens, fundamentais para o horizonte futuro. O diálogo intercultural como preparação para o entendimento religioso, sem imposições ou homogeneizações culturais, será um caminho a desenvolver. A missão universal da Igreja e a tarefa de a todos anunciar a salvação obriga os bispos a assumirem a hora presente, com o inconformismo aconselhado por S. Paulo, e com a amplitude da esperança que abre caminho nas actuais condições históricas.

 

 

5.As Presidências das diversas Conferências Episcopais registam o bom acolhimento pela comunidade local, realidade confirmada nas recepções oferecidas pela Direcção do Turismo, pelo Cônsul Geral de Portugal e de modo muito particular pelo Chefe do Executivo da Região Administrativa Especial de Macau. Relevo merecem as palavras dirigidas por Édmond Ho no que concerne à liberdade religiosa a viver, respeitar e estimular.

 

 

6.Os bispos das igrejas de territórios lusófonos propõem-se, concretamente:

 

- proporcionar maior comunicação em rede, para permanente atenção aos factos, preocupações e desafios dos vários países/territórios, pedindo à Agência Ecclesia que desenvolva a ligação efectiva entre todos, em articulação com a Fundação Evangelização e Culturas;

 

- criar uma bolsa de voluntariado nos diferentes campos, em correspondência com uma bolsa de necessidades, apresentadas pelas dioceses ou países;

 

- incentivar possibilidades de formação de padres e de leigos, seja através do acolhimento a quem deseja aprofundar conhecimentos, seja pela disponibilidade de professores para leccionarem filosofia e teologia em escolas ainda carentes de ajuda exterior;

 

- sensibilizar empresários católicos para investirem na área da saúde em regiões com enormes necessidades;

 

- reorganizar a actuação das instituições presentes no sector da cooperação com países lusófonos: Fundação Evangelização e Culturas, Caritas e Fundação Ajuda à Igreja que Sofre, criando uma mais efectiva, qualificada e universal consciência, promotora do acompanhamento e ajuda a projectos em desenvolvimento nas várias igrejas.

 

- disponibilizar-se para, em consonância com a Comunidade de Países de Língua Portuguesa (CPLP), oferecer o contributo de todas as igrejas lusófonas para a viabilização de um programa de promoção e valorização da língua portuguesa, nas áreas do ensino e da comunicação social.

 

China, 27 de Setembro de 2008


Publicado por verdenaranja @ 22:40  | Hablan los obispos
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El Istic (Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias Virgen de Candelaria con sede en Tenerife) comunica la Apertura del Curso 2008-2009 para el día 3 de Octubre de 2008 en el Seminario Diocesano.

Apertura del Curso Académico 2008/2009


 
 

Programa

 

19'00 h. Celebración de la Eucaristía Votiva del Espíritu Santo en la Capilla del Centro, presidida por el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Bernardo Álvarez Afonso, Obispo de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna - Tenerife.

 

20'00 h. Sesión Académica:


Himno "Veni Creator"


Lectura de la Memoria del curso académico 2007/2008


Lección Inaugural: "La Iglesia, los medios de comunicación
y los Derechos Humanos: a los 60 años de la Declaración Universal", a cargo del DR. D. RICARDO ACIRÓN RoYo, Catedrático de Ciencias de la Información de la ULL.


Intervención de Ilmo. Sr. D. Juan Pedro Rivero Gonzá
lez. Director del ISTIC y Rector del Seminario Dioce‑

sano.


Entrega de títulos y distinciones académicas.


Intervención del Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo, que abri­rá el Curso Académico 2008/2009.

 

Terminado el Acto Académico, se servirá un vino de honor en los salones del Centro.


Colocamos a continuación OFERTA FORMATIVA del ISTIC  (Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias "Virgen de Candelaria, Sede en Tenerife) para el curso 2008-2009 (www.cettenerife.org).


I- CICLOS DE FORMACIÓN DE NIVEL UNIVERSITARIO:

·            Diplomatura/Licenciatura en Ciencias
Religiosas. (Presencial o a distancia)

·            Bachiller/Licenciatura en Teología.

(Titulaciones canónicas con reconocimiento de
efecto civil por el MEC)

II- CICLOS DE FORMACIÓN DE POSTGRADO:

·            Especialista Universitario en Derecho Matrimonial Canónico. (Para abogados y peritos en causas de nulidad canónicas)

·            Experto/Especialista Universitario en Educación Socio-Política. (Semi-presencial)

·            En proyecto: Postgrado en Orientación y Mediación Familiar; y Postgrado en Humanización de la Salud.

III-     CONGRESOS,     CURSOS      Y
SEMINARIOS:

·            Congreso Internacional Diálogo Fe-Cultura. (Última semana de abril) en colaboración con la ULL.

·            Jornada/Curso de Ética y Política. (Última semana de febrero) en colaboración con la ULL.

Semana anual de Teología. (Última semana de noviembre) en colaboración con la ULL.

·    Cursos/Seminarios (2 al año) en colaboración con la UIMP. (Octubre y mayo)

·    Escuela de Verano. (Para todos los interesados sobre múltiple temática teológica interdisciplinar con intención de formación complementaria). Primera quincena de julio y septiembre.

(Con créditos de libre elección)

IV- CURSO PARA LA OBTENCIÓN DE LA DECLARACIÓN ECLESIÁSTICA DE CAPACITACIÓN ACADÉMICA (DECA). En orden a la docencia de la Enseñanza Religiosa Escolar en Infantil, Secundaria y Bachillerato.

V – ESCUELA DIOCESANA DE AGENTES DE PASTORAL PARA:

·            Catequistas.

·            Equipos parroquiales de Liturgia.

·            Agentes de pastoral socio-caritativa.

·            Militantes de movimientos apostólicos.

·            Agentes de pastoral familiar.

·            Agentes de pastoral juvenil.

·            Agentes de pastoral de la salud.
·            Miembros de hermandades y de cofradías.
·            Colaboradores en      medios    de comunicación.
·      Personas con deseos de profundizar en la fe


Domingo, 28 de septiembre de 2008

Comunicado final de la Conferencia organizada por el Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz y por el Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM). La conferencia, realizada en Dar es Salaam, capital de Tanzania, del 27 al 30 de agosto de 2008, tuvo por objetivo la presentación del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia católica en preparación para el segundo Sínodo para África que se realizará en el 2009.

 

COMUNICADO FINAL DE LA CONFERENCIA DE LÍDERES Y MINISTROS AFRICANOS REUNIDOS EN KUNDUCHI – AGOSTO 2008

 

 

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres” (Lc 4, 18)

 

Introducción

 

Nosotros, los líderes y Ministros de la Iglesia Católica procedentes de las diversas partes del continente africano, representando a las diversas Conferencias Episcopales nacionales y regionales, Organizaciones regionales, Institutos y Centros de Enseñanza, grupos religiosos, Expertos, Organizaciones Internacionales, Juristas y laicos reunidos en Kunduchi, Dar es Salaam, Tanzania desde el 27 al 30 de Agosto de 2008 para recibir el Compendiium de la Doctrina Social Católica presentado a las hermanas y hermanos de África, y además a todas las personas de buena voluntad por el Presidente del Consejo Pontificio de Justicia y Paz del Vaticano, su Eminencia Renato Raffaelo Martino.

 

Con 6 Cardenales, varios Arzobispos y Obispos, Sacerdotes, Religiosos y laicos presentes, reflexionamos en la oración sobre los “signos de los tiempos considerados a la luz del Evangelio” (Gaudium et Spes, n. 1.2) y compartimos nuestras mutuas alegrías y tristezas con un espíritu de unidad eclesial, fe y caridad. Con gratitud recibimos las bendiciones y los buenos deseos de Su Santidad, el Papa Benedicto XVI desde Castel Gandolfo que  rogó por el éxito del Encuentro y amonestó que el Congreso recibiera los dones del Espíritu, expresados profundamente en la Enseñanza de la Iglesia según se contienen en los documentos del Compendiium sobre la Doctrina Social de la Iglesia.

 

Mandato

 

Este Congreso continental es continuación de nuestra humilde respuesta como ministros y líderes del Pueblo de Dios en África a la llamada de Jesucristo el Señor de “ir a todo el mundo y proclamar la Buena Noticia de la salvación enseñando a todas la naciones” (Mt 28, 20). Es continuación también a los muchos esfuerzos e iniciativas desde el Concilio Vaticano Segundo con la fundación y  establecimiento en 1969 del symposium de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM) y de las islas del Océano Índico. Siguiendo la Exhortación Apostólica “Ecclesia in Africa” del Papa Juan Pablo II como un resultado de la Asamblea Plenaria del Sínodo de Obispos sobre África en 1994 con el tema de “La Evangelización en África”,  han empezado en diversos países varias actividades pastorales positivas que afectan a toda la vida del los hijos de Dios en África, cristianos o no cristianos por igual. La presentación del recientemente publicado “Compendium sobre la Doctrina Social de la Iglesia (2004) a la Iglesia Africana y al Pueblo en este momento, un documento traducido ya a las lenguas locales en la República Democrática del Congo, en Tanzania y en otras partes llega como una novedad muy bienvenida. El Compendium se desarrolla sobre una amplia riqueza de valores y principios sociales que ofrecen pautas y respuestas en la búsqueda por verdades sostenibles y creíbles que  ayuden a la humanidad en el presente a construir la sociedad estable tan deseada, con el pueblo africano bajo un buen liderazgo. Profundiza en la fe, presenta enseñanza racional y sistemática en los diversos terrenos del esfuerzo humano y coloca a la Iglesia  a la vez como “Mater y  Magistra” (Papa Juan XXIII) y la “luz y sal del mundo” (Mt 5, 13-14).

 

Esta Conferencia Africana nos ayudó a renovar nuestro conocimiento y en verdad a profundizar y apreciar la exposición sistemática del la Doctrina Social de la Iglesia en un volumen legible. Recordamos nuestros diversos encuentros recientemente, particularmente el Segundo Congreso Continental para las Comisiones de Justicia y  Paz de treinta y dos (32) países y cuatro (4) regiones de África y Madagascar, que tuvieron lugar en el Centro Católico de Nganda en Kinshasa en la República Democrática del Congo desde el 2 al 7 de Marzo de 2008.

 

Afirmación y Misión

 

Con profunda gratitud a Dios, nosotros los representantes de la Iglesia Africana: Reafirmamos la misión de SECAM que continúa protegiendo la visión africana total, promoviendo la misión de los hijos e hijas de la Iglesia, en un espíritu de comunión, de modo que  lleguen a ser signos e  instrumentos sirviendo a la familia de Dios, la Iglesia en África. Somos conscientes de nuestra responsabilidad de servir a la liberación total  de la comunidad individual y humana en nuestros distintos países a través de esfuerzos para contribuir al desarrollo integral humano (Papa Pablo VI, Populorum Progressio) dentro de nuestras diócesis  y a través de nuestra colaboración internacional en los departamentos del SECAM que incluyen aquellos que se ocupan de la justicia, paz y desarrollo.

Siguiendo el espíritu del primer Congreso de las Comisiones de Justicia y Paz, que tuvo lugar en 1988 en Roma, Lesotho y siguiendo la Exhortación post-Sinodal “Ecclesia in Africa”, (1995), esta Conferencia ha mantenido conseguir los siguientes objetivos:

 

 

- Presentar a nuestro pueblo de África, particularmente a la Iglesia, y recibir directamente desde el Consejo Pontificio,  el Compendium de la Doctrina Social de la Iglesia recientemente aprobado, participando del conocimiento de su Enseñanza y tomando resoluciones para su aplicación en la vida diaria entre nuestro pueblo a todos los niveles dentro de la IGLESIA y en la SOCIEDAD;

 

- Contribuir a la preparación del segundo Sínodo de África sobre el tema de la Justicia, Reconciliación y Paz.

 

- Oír a todas las comisiones nacionales y regionales en sus esfuerzos y  sugerir prioridades para una reflexión y acción  más profundas sobre la Enseñanza Social de la Iglesia con relevancia a los temas del Buen Gobierno, Demaocracia, Derechos Humanos, erradicación de la pobreza,  asuntos de salud y educación y temas de Justicia y Paz en el nivel continental.

 

Guiados por el Espíritu Santo, reiteramos  las diversas resoluciones del SECAM y sus órganos en reuniones previas a nivel continental tales como la reunión en el Congo en Marzo de 2008 que repite aquí y sirve a la Iglesia en África y sus esfuerzos por construir la paz, la reconciliación y la justicia y mantiene la VISIÓN para el África que nosotros queremos:

 

1. Visión para África

 

. Una África unida, pacífica,  compasiva y respetuosa de la norma de la ley, la dignidad de la persona humana creada a la imagen de Dios (Génesis, 1, 26) y viviendo en el espíritu de Cristo que  vino a “reconciliar todas las cosas consigo”.

 

. Una África consciente de su riqueza cultural y su diversidad, que tiene sus más profundas aspiraciones, a superar la influencia negativa de ideologías extranjeras que son impuestas y que está plenamente comprometida a reconciliarse con sí misma, con toda la humanidad y con Dios todopoderoso, el creador.

 

. Una África con líderes conducidos por un sentido de justicia, paz y creatividad.  Una África verdaderamente democrática, con frontera abierta para sus pueblos en el espíritu de participación del Bien Común, promoviendo solidaridad, subsidiaridad y la dignidad de cada persona individual;

 

. Una África integrada política y económicamente,  todavía autodeterminante, autosuficiente y próspera,

 

. Una África que es capaz de compartir sin ser privada de su economía abundante, de su riqueza social y cultural, por otros o incluso por sus propios hijos.

 

2. Visón de la Iglesia

 

A causa de su vocación, la Iglesia es el sacramento de unidad y reconciliación de la raza humana, “la sal de la tierra y luz del mundo” (Mt 5, 13-14). Urge a sus hijas e hijos a una función misionera de evangelización para la proclamación del Reino de Dios, empezando aquí y ahora a través de sus palabras de fe, esperanza y caridad. La Iglesia como Familia de Dios corresponde a la cultura y tradiciones de nuestro pueblo y está en el corazón de la Exhortación Apostólica “Ecclesia in Africa” (Juan Pablo II). Una Iglesia así da apoyo a la filosofía tradicional de “Existo porque existimos; y  puesto que nosotros existimos por eso yo existo”; es en esta Iglesia que la promoción de los valores de la familia llega a ser realidad, especialmente los valores comunes de reconciliación, amor y unidad. Una Iglesia, que trabaja por una conversión progresiva de los cristianos católicos y está al servicio de la reconciliación de todo el pueblo.

Al estar al servicio de la conversión y evangelización, la Iglesia continúa su misión profética de estimular al pueblo de Dios, particularmente a los líderes africanos, como un instrumento de transformación del continente. Una Iglesia, que toma seriamente esta tarea y reconoce el papel y responsabilidad de los laicos en la misión de evangelización del mundo, de acuerdo con el Concilio Vaticano Segundo. Una  Iglesia que permanece particularmente atenta a la situación de las mujeres africanas, juventud y los más desfavorecidos en la sociedad, fiel a su vocación de una opción preferencial por los pobres.

 

3. Problemas y Retos serios

 

Jesucristo es la Buena Noticia. Él ha bendecido a nuestro pueblo y continente con recursos humanos y minerales de modo que nuestro mandato debe ser distribuirlos en lenguaje de las Escrituras: “Dominad la tierra y llenadla” (Génesis: 1 y 2).

 

Es sin duda una vergüenza que en lugar de considerar nuestras ventajas y usar nuestros abundantes dones, nosotros hemos disparado sobre uno y otro desde fuera y sobre todo desde dentro. Estos retos y problemas que en sí mismos constituyen un mal, fueron identificados en los Lineamenta  para el Sínodo próximo convocado por Su Santidad  el Papa Benedicto XVI para el año 2009 con el tema “La IGLESIA AL SERVICIO DE LA RECONCILIACIÓN, JUSTICIA Y PAZ EN ÁFRICA”. No obstante, reconocemos estos y muchos otros retos, muchas veces a gran escala, que se han constituido a sí mismos en problemas para nuestro pueblo de modo que debemos ser conscientes de ellos y responder a ellos a  la luz de una nueva Evangelización como convocados por el Santo Padre.

 

. Conscientes de los problemas que miran a la humanidad y a los pueblos africanos que tienen impacto en la sociedad y en la Iglesia;

 

. Conscientes que la Iglesia, Una, Santa, Católica y Apostólica tiene hijos e hijas que son algunas veces  capaces de ser responsables de serios pecados y conflictos;

 

. Conscientes que estos hijos e hijas de la Iglesia son llamados a la conversión y a llevar el testimonio de la reconciliación, justicia y paz en el mundo, mencionamos los principales retos orientados al testimonio fiel hacia la Iglesia como sigue:

 

Paz y Reconciliación

 

- Paz es un don de Dios. Carecemos de paz en muchos de nuestros países y  deseamos reconstruir la sociedad africana a través de una propuesta de pastoral social  y de la presencia profética de la Iglesia en los campos sociales, culturales, políticos y económicos.

 

- Parar los conflictos armados en África, con consecuencias fatales, (politización de la etnicidad, el fenómeno de los niños soldados, guerras civiles):

 

- Contribuir a la promoción de la dignidad humana, la abolición del tráfico humano y nuevas formas de esclavitud, como la prostitución, explotación infantil, mutilación genital, et.;

 

- Trabajar por la mejora de condiciones de personas en prisión en nuestros países y dar liderazgo pastoral a la situación apremiante de los derechos humanos de los presos, particularmente aquellos que esperan procesos por períodos más largos que en sí mismos llegan a ser una injusticia.

 

- Pedir la reconciliación de los ofensores y víctimas dentro del ambiente más amplio de nuestras comunidades eclesiales; La vida humana es sagrada y nadie puede quitarla (Papa Juan Pablo II, Evangelium Vitae).

 

- Guiar y acompañar a la juventud para que sea activamente responsable de mayor justicia y paz en su favor;

 

- Promover conocimiento y comprensión mutuos entre la gente joven y encender en ellos el espíritu de trabajo en equipo;

 

- Promover auténticos valores africanos y evangélicos incluyendo el respeto por la vida humana, hospitalidad, participación, solidaridad, hermandad;

 

B) Justicia Social

 

-  Ocuparse incansablemente en el esfuerzo para erradicar la pobreza,

-  Trabajar por la educación en todos los estratos sociales,

-   Educar a los analfabetos,

 

C)  Buen gobierno

 

- Promover el buen gobierno y democracia en los países africanos a través de la implicación en el mantenimiento de elecciones libres y justas, democráticas y trasparentes,

 

- Conseguir la integración regional  sobre la base de autoestima cultural africana y  autosuficiencia,

 

- Crear una cultura de gobierno basado sobre el respeto por el Bien Común que promueva la participación de todos los ciudadanos en la vida pública,

 

- Influir en los mecanismos internacionales de gobierno de modo que África tenga una justa oportunidad de hacer mejor uso de sus propios recursos y participar plenamente en el mercado mundial,

 

- Promover una genuina cooperación (sinergia e independencia) dentro de las estructuras de la Iglesia,

 

- Promover la unidad entre los Africanos respetando su diversidad cultural, la gestión propia de recursos naturales, el respeto por el medio ambiento, la responsabilidad por la creación.

 

4. Compromisos

 

Llamados por Cristo a proclamar la justicia y la paz de acuerdo con el Evangelio, y no de acuerdo a la visión secular de derechos humanos, todos los cristianos están llamados a anunciar, proponer y a estar de acuerdo en lo siguiente:

 

Fe y acción

 

- Enseñar y profundizar en la vida de oración y en la Enseñanza Social de la Iglesia , en los niveles familiares, escolares, parroquiales y diocesanos, así como la formación básica y adicional de todos los agentes de pastoral

 

- Unir el Pensamiento Social y la Acción Social, reforzando el principio de la Práctica Social, al mismo tiempo, compartiendo el conocimiento de diversas Acciones pastorales e iniciativas de la Iglesia en África y documentos de acción social para enriquecerse mutuamente de la Buena Nueva y esfuerzos que vienen de África;

 

- Promover la Vida, matrimonio y familia, la dignidad de las mujeres, educación en valores en las familias, escuelas y sociedad, y la responsabilidad ética de los medios de comunicación.

 

Paz

 

- Erigir dentro de la Iglesia, la Familia de Dios en África, el testimonio personal de responsabilidad y dedicación a la justicia y la paz,

 

- Llamar a todos los cristianos de África y a las personas de buena voluntad a superar su egoísmo y  a abrazarse uno a otro en su diversidad,


- Capacitar a los grupos técnicos a estudiar las causas de guerras en África y buscar soluciones,

 

- Educar e inculcar un sentido cristiano de paz y reconciliación,

 

- Apoyar e instando esfuerzos de promoción de trabajo pastoral de la Iglesia

 

Justicia

 

- Colaborar con comisiones a cargo del diálogo ecuménico e interreligioso en el contexto de reconciliación, justicia y paz,

 

- Promover una distribución justa y  equitativa de recursos,

 

- Manifestar signos y esfuerzos de solidaridad hacia comisiones en situaciones de crisis,

 

- Colaboración con otros cristianos en un nivel ecuménico y trabajar por restaurar la paz y la dignidad humana en colaboración con otras religiones, particularmente nuestros hermanos y hermanas del Islam, insistiendo sobre la libertad de culto, libertad de conciencia y libertad religiosa como es garantizado en la ley internacional, las constituciones de diversos países y Pactos de Naciones Unidas

 

 

d) Buen gobierno

 

- Fortalecer nuestros esfuerzos de mutuo entendimiento,

 

- Comunicar regularmente el uso de todos los instrumentos de comunicación moderna,

 

- Trabajar juntamente por objetivos comunes de ayuda y de presión,

 

- Establecer sistemas de control y vigilancia de las decisiones hechas por nuestros estados en relación al buen gobierno,

 

- Aprender de uno a otro a través del intercambio de programas,

 

- Ayudar a SECAM en su trabajo a nivel continental,

 

- Fortalecer el Secretariado General de SECAM creando puntos temáticos centrales (e. g. buen gobierno, reconciliación, justicia, comunicación)

 

- Erigir un comité de consejeros para ayudar a SECAM en la implementación de sus proyectos y programas,

 

- Dedicarse más en controlar las actividades de las industrias extractivas.

 

5. Propuestas para el Próximo Sínodo sobre la Reconciliación, Justicia y Paz en África

 

- Fortalecer la participación de los laicos (jóvenes, mujeres seculares y religiosas que dependen en su jurisdicción) para el Sínodo,

- Asegurar difusión más amplia de los trabajos del Sínodo.

- Considerar cuidadosamente los problemas que afligen el continente africano que incluyen:

 

. Guerra y circulación de armas

. Manejo de los recursos naturales

. Migración

. Gobierno

. Acuerdos de sociedad Económica (EPAs) entre países ricos y pobres;

. Nueva Ética Global;

. Reconciliación, Paz y Justicia;

. Vigorización del cuidado pastoral de Comunidades Eclesiales, los laicos y especialmente los jóvenes.

 

6. Resoluciones para SECAM

 

Además, llamamos a todas las Conferencias Episcopales, a nuestros Obispos hermanos, a los clérigos, religiosos, agentes de pastoral y al Secretariado de SECAM y a las asociaciones regionales a:

 

. Proveer ayuda al pueblo en dificultad por su compromiso en la justicia y la paz

. Seguir los eventos de clave internacional y  ofrecer la posición de la Iglesia

. Crear Consejos de Ayuda sostenibles en las siguientes áreas y en los siguientes temas:

 

1. Elecciones, derechos humanos y Norma de Ley

2. Medio ambiente e industrias de extracción

3. Migraciones y refugiados

4. Urbanización y pobreza con ayuda de los Objetivos de Desarrollo del Milenio

5. Juventud, mujeres y la ancianidad

6. Buen Gobierno y poder de la sociedad civil

7. Temas de salud particularmente HIV y SIDA, Malaria, Tuberculosis, provisión salubridad de agua limpia

8. Apoyar y cooperar con las diversas instituciones nacionales y las otras católicas dentro de África (e.g. Instituto Católico para el Desarrollo de la Justicia y la Paz, Nigeria (CIDJAP); Universidad Católica de África del Este (CUEA); Institut des Artisans pour les Justice et Paix (IAJP Benin); JCTR; CEPAS), el Foro Africano para la Enseñanza Social Católica (AFCAST) y  la Asociación de África para el Fomento de la Enseñanza Social de la Iglesia en Enjugu (AAACSOT) trabajando por la divulgación de la Enseñanza Social de la Iglesia.

9. Identificar publicaciones útiles basadas en la justicia, paz y buen gobierno

10. Trabajar a la luz de la Enseñanza Social de la Iglesia y participar de los resultados a través de la red a nivel continental

11. Reunir y distribuir la información

12. Presentar retos a la AU, el Parlamento Pan-Africano y a muchas otras Instituciones Internacionales

 13. Visitar las regiones y ayudar el trabajo de las Comisiones de Justicia y Paz.

 

Gratitud

 

Este Congreso está profundamente agradecido a:

 

. Su Santidad, el Papa Benedicto XVI que nos envió un mensaje de Buena Voluntad y aliento asegurando sus oraciones. Esta Conferencia de SECAM le asegura de nuestras continuadas oraciones y amor del pueblo de Dios en África.

 

.El Consejo Pontificio de Justicia y Paz en el Vaticano y particularmente, su Presidente y equipo de trabajo conducido por Su Eminencia el Cardenal Rafael Renato Martino;

 

. SECAM por la invitación a Dar es Sallam y a su Presidente el Cardenal Policarp Pengo y su hermanos en el Episcopado en Tanzania con el pueblo de Dios por su agradable hospitalidad;

 

. Los Facilitadores, Delegados de las Conferencias Episcopales regionales y nacionales y a los Patrocinadores de esta Conferencia incluyendo todos los delegados por su duro trabajo y la difusión de la Buena Noticia en África;

 

. El aspirante al que las Conferencias Episcopales de las diversas regiones de la Iglesia Africana, Madagascar y las Islas del Océano Índico proporcionarán crédito y ayuda profética y acción para las resoluciones de esta Conferencia, haciendo que sea conocida a sus diversos miembros y a todo el pueblo de Dios.

 

Conclusión

 

Bajo el patronazgo de María, Madre de Jesús, Madre de la Iglesia y Reina de África, confiamos estas reflexiones y resoluciones,  llevando nuestras alegrías y tristezas a su intercesión y cuidado suplicante y conscientes  de nuestros muchos defectos, reconocemos muy bien que “sin Dios no podemos hacer nada”  (Juan 15,5; Sal 127) y por tanto firmamos estas declaraciones con fe y esperanza y amor en la Trinidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, del que procede todo bien.

 

Firmado:

 

+Cardenal Polycarp Pengo, Presidente SECAM, Arzobispo de  Dar es Salaam

 

+Cardenal Renato Raffaele Martino, Presidente del

 Consejo Pontificio para Justicia y Paz, Ciudad del Vaticano.

 

Para y de parte del Symposium de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar y las Islas del Océano Índico y el Consejo Pontificio de Justicia y Paz, Ciudad del Vaticano, Roma.

 

Fechado: 30 de Agosto de 2008 en Dar es Salaam, Tanzania.


(Traducción particular no oficial desde el inglés)

Texto original (in inglés):

http://www.fides.org/eng/documents/Tanzania_Final_Communique.doc

 

 

 


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Comunicado que ha emitido el 24 de septiembre de 2008 la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana con el título "El bien y la paz de nuestro pueblo".

 

 

Ante algunos acontecimientos recientes, los Obispos miembros de la Presidencia de la Conferencia  Episcopal Venezolana, como pastores de la Iglesia de Dios interesados por el bien y la paz de nuestro pueblo, queremos manifestar lo siguiente:


1.- Invitamos a todos los venezolanos a participar activamente en la vida del país, con decisión, sin violencia, con respeto a la constitución, la legalidad y los derechos de todas las personas, y rechazamos que se siga creando un clima de agitación política antes de las próximas lecciones.


2.- Como en anteriores oportunidades en que se caldean los ánimos en vísperas de eventos electorales, levantamos nuestra voz de rechazo a  toda violencia e intolerancia,  venga de donde venga, contra personas, instituciones  y medios de comunicación social. Igualmente rechazamos tanto el presunto intento de  magnicidio contra el Presidente de la República como la presunta conspiración para un golpe de estado, y exigimos que dentro del estado de derecho se lleven a cabo las investigaciones pertinentes.


3.- Pedimos a todos los actores políticos, tanto del gobierno como de la oposición, evitar cualquier tipo de acción que pueda poner en peligro la realización de las elecciones previstas para el 23 de noviembre.


4.- Exigimos que se respeten los derechos y se garantice la seguridad de todos los que intervienen en  la campaña electoral, y que el Consejo Nacional Electoral garantice asimismo la absoluta transparencia de los venideros comicios, así como la igualdad de oportunidades para todos los candidatos.


5.-Manifestamos igualmente nuestra preocupación por la aparente inconstitucionalidad de algunos artículos de algunas de las leyes promulgadas el 31 de julio en el marco de la Ley Habilitante, tema sobre el cual haremos un pronunciamiento en la próxima Asamblea extraordinaria de la Conferencia Episcopal que se realizará en octubre.


6.-  Con relación a personas procesadas judicialmente por delitos vinculados con asuntos políticos, entre ellos los Comisarios Vivas, Forero y Simonovis, así como ocho efectivos de la Policía Metropolitana, deploramos que esos procesos se estén desarrollando con fuertes influencias políticas y con excesiva lentitud, y hacemos votos porque resplandezca la justicia.
 
7.-Por último, invitamos a todos los católicos y fieles de otras religiones a orar con insistencia a Dios por Venezuela, para que el futuro de nuestra Patria se desarrolle por los caminos de la libertad, la justicia, la igualdad y la tolerancia, el bien y la paz. Con afecto invocamos sobre todos los venezolanos la bendición de Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, y la maternal intercesión de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela.

  
Ubaldo R. Santana Sequera
Arzobispo de Maracaibo
Presidente


Roberto Lückert León
Arzobispo de Coro
1er. Vicepresidente


Card. Jorge Urosa Savino
Arzobispo de Caracas
2do. Vicepresidente
 
Ramón Viloria Pinzón
bispo de Puerto Cabello
Secretario General


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El cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, alentó el 25 de septiembre de 2008 ante las Naciones Unidas a los líderes de todo el mundo a adoptar las medidas necesarias para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).


Los Objetivos de Desarrollo del Milenio son herramientas maravillosas. Son catalizadores para la acción, un punto de referencia para que los Gobiernos puedan contrastar sus palabras con sus hechos, así como un recordatorio de los millones de personas que sufren, viviendo en la extrema pobreza.

 

Es evidente que la mayoría de nosotros no necesita los ODM para saber lo que significa la pobreza. En Honduras, de donde yo vengo, sufrimos cotidianamente sus limitaciones. Sin embargo, necesitamos los ODM para impulsar a los Gobierno a la acción urgente, para que  cumplan sus promesas pasadas respecto al desarrollo.

 

Muchos de nosotros creemos que la M de las siglas ODM debería significar "Mínimos". Queremos ver a nuestros Gobiernos llegar más allá, sobre todo respecto a medidas sostenibles para el medio ambiente. Todo eso porque el cambio climático está destruyendo los numerosos progresos realizados en los países en vías de desarrollo.

 

En octubre se cumplirán diez años del huracán Mitch, que devastó Centroamérica, destruyendo 50 años de progresos, sólo en Honduras. Mitch fue considerada entonces la cuarta tormenta más fuerte que se había registrado en el Atlántico. Pero ese temporal, que parecía poner fin a todos los demás, era sólo el principio. En pocos años, Mitch ha bajado el sétimo puesto.

Los científicos nos dicen que las inclemencias del tiempo serán cada vez más frecuentes y podemos ver esas palabras hacerse nefasta realidad, hoy en día, en India y Haití. Sin embargo, aunque el cambio climático es un problema mundial, que nos afecta a todos, los pobres lo sufren de manera desproporcionada, mucho más que los ricos. La paradoja es que ellos son los menos responsables de esa contaminación que provoca el calentamiento mundial.

 

Los países industrializados deben respaldar sus compromisos con los ODM, reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero, de al menos el 25-40 por ciento antes del 2020, y al menos del 80 por ciento para 2050, respecto a los niveles de 1990, con el fin de evitar la catástrofe.

Los pobres de los países en vías de desarrollo necesitan también que la ayuda financiera se incremente respecto a los actuales compromisos, con el fin de hacer frente a las consecuencias del cambio climático.

 

Los daños que hemos provocado a nuestro planeta y que ahora estamos sufriendo nosotros mismos deberían servirnos como señal de alarma, porque no se puede jugar con la avaricia sin pagar las consecuencias, no sólo porque es injusto, sino también porque es insostenible.

 

Yo he visto la avaricia muy de cerca en mi propio país, cuando algunas compañías mineras internacionales llegaron a nuestras minas para extraer sus riquezas, dejando luego la tierra envenenada  y la población local en condiciones mucho peores que antes. Somos testigos de la construcción de un mundo en el que la avaricia de pocos, está dejando a la mayoría al margen de la historia.

 

Si fracasamos porque no alcanzamos los Objetivos de Desarrollo del Milenio, no es sólo por la falta de recursos o porque no mejoramos la manera de emplear la ayuda, ni tampoco por no reducir ulteriormente la deuda exterior, o porque carezcamos de un sistema comercial que sea más justo.  

 

Sufrimos de una grave pobreza de imaginación. Es necesario que nos veamos a nosotros mismo no en un "Tercer Mundo" y en "Primer Mundo", sino en un mundo en el que nuestra obligación para con los pobres sea compartida.

 

Tenemos que imaginarnos un mundo en el que las muertes innecesarias de casi 10 millones de niños al año sean una abominación intolerable.

 

Todos tenemos que imaginarlo y ustedes, Jefes de Estado, deben hacerlo realidad, trabajando en cooperación con la sociedad civil y las organizaciones confesionales, que están arraigadas en las comunidades de base. Alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio es una buena manera de comenzar.

 

Ha habido un fracaso en la política y en el liderazgo. Exhortamos a los líderes presentes hoy aquí para que en futuro tomen decisiones valientes, por el bien común, por toda la humanidad.


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ZENIT ofrece el discurso pronunciado l domingo, 27 de Septiembre de 2008,  por el Papa Benedicto XVI durante el rezo del Ángelus a los peregrinos reunidos en el patio del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo.

 

¡Queridos hermanos y hermanas!

 

Hoy la liturgia nos propone la parábola evangélica de los dos hijos enviados por el padre a trabajar en su viña. De ellos, uno dice en seguida que sí pero luego no fue; el otro en cambio rechaza en ese momento, pero después, arrepintiéndose, secunda el deseo paterno. Con esta parábola Jesús confirma su predilección por los pecadores que se convierten, y nos enseña que hace falta humildad para acoger el don de la salvación. También san Pablo, en el fragmento de la Carta a los Filipenses que hoy meditamos, nos exhorta a la humildad: “Nada hagáis por rivalidad, ni por vanagloria, sino con humildad, considerando cada cual a los demás como superiores sí mismo”(Fl 2,3). Estos son los mismos sentimientos de Cristo, che, despojándose de la gloria divina por amor a nosotros, se hijo hombre y se rebajó hasta morir crucificado (cfr Fil 2,5-8). El verbo utilizado - ekenôsen - significa literalmente que Él “se vació a sí mismo”, y pone en claro la humildad profunda y el amor infinito de Jesús, el Siervo humilde por excelencia.

 

Reflexionando sobre estos textos bíblicos, he pensado en seguida en el Papa Juan Pablo I, del que precisamente hoy se cumple el trigésimo aniversario de su muerte. Él eligió como lema episcopal el mismo de san Carlos Borromeo: Humilitas. Una sola palabra que sintetiza lo esencial de la vida cristiana e indica la virtud indispensable de quien, en la Iglesia, está llamado al servicio de la autoridad. En una de las cuatro audiencias generales que celebró en su brevísimo pontificado, dijo entre otras cosas, con ese tono familiar que le caracterizaba: “Me limito a recomendar una virtud, tan querida al Señor, que dijo: aprended de mí que soy manso y humilde de corazón... Aunque hayáis hecho grandes cosas, decid: somos siervos inútiles”. Y observó: “En cambio, la tendencia, en todos nosotros, es más bien la contraria: lucirse” (Enseñanzas de Juan Pablo I, p. 51-52). La humildad puede considerarse su testamento espiritual.

 

Gracias precisamente a esta virtud, bastaron 33 días para que el Papa Luciani entrase en el corazón de la gente. En sus discursos usaba ejemplos sacados de la vida concreta, de sus recuerdos de familia y de la sabiduría popular. Su simplicidad esta vehículo de una enseñanza sólida y rica, que, gracias al don de una memoria excepcional y de una vasta cultura, enriquecía con numerosas citas de escritores eclesiásticos y profanos. Fue así un catequista incomparable, en las huellas de san Pío X, conciudadano suyo y predecesor antes que él en la cátedra de san Marcos y después en la de san Pedro. “Debemos sentirnos pequeños ante Dios”, dijo en aquella misma audiencia. Y añadió: “No me avergüenzo de sentirme como un niño ante su mamá: se cree en la mamá, yo creo en el Señor y en lo que Él me ha revelado” (ivi, p. 49). Estas palabras muestran todo el espesor de su fe. Mientras agradecemos a Dios por haberlo entregado a la Iglesia y al mundo, atesoramos su ejemplo, empeñándonos en cultivar su misma humildad, que le hizo capaz de hablar a todos, especialmente a los pequeños y a los alejados. Invocamos por ello a María Santísima, humilde Sierva del Señor.

 

[Después del Ángelus, el Papa añadió:]

El periodo veraniego ha pasado ya, y pasado mañana volveré al Vaticano. Doy gracias al Señor por todos los dones que me ha concedido en este tiempo. Pienso en particular en la Jornada Mundial de la Juventud de Sydney, en el periodo de descanso transcurrido en Bressanone, en la visita a Cerdeña y en el viaje apostólico a París y Lourdes; y pienso en la posibilidad de hospedarme en esta casa, donde puedo descansar y trabajar mejor en los meses más calurosos. Dirijo un cordial saludo a la comunidad de Castel Gandolfo, con un agradecimiento sentido al obispo, al alcalde y a las fuerzas del Orden. ¡Gracias a todos y hasta pronto!

 

[A los peregrinos de habla española:]

 

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española. En el evangelio de este domingo Jesús nos invita a la escucha obediente de la Palabra del Señor y al cumplimiento fiel de la Voluntad divina. Las enseñanzas de Jesucristo, cuando son acogidas con una fe profunda, sencilla y dócil, transforman la vida de toda persona, de cualquier clase y condición, y muestran cual es el camino que conduce al Reino de Dios. Muchas gracias y feliz domingo.

 

[A los peregrinos polacos:]

 

Saludo con afecto a los Polacos venidos aquí a Castel Gandolfo. De modo particular dirijo hoy mi pensamiento a los fieles reunidos en Białystok, en Polonia, para la beatificación del siervo de Dios Michał Sopoćko, confesor y guía espiritual de santa Faustina Kowalska. Por sugerencia suya, la Santa describió sus propias experiencias místicas y las apariciones de Jesús misericordioso en su conocido “Diario”. También gracias a sus esfuerzos se pintó y transmitió al mundo la imagen con la frase “Jesús, confío en tí”. Este Siervo de Dios se dio a conocer como sacerdote lleno de celo, educador y propagador del culto de la Divina Misericordia. Me uno a la alegría de las diócesis de Białystok y de Vilnius y de cuantos en el mundo aprecian el mensaje de Jesús Misericordioso. Para esta beatificación se alegra, desde la casa del Padre, mi amado predecesor, el Siervo de Dios Juan Pablo II. Fue él quien confió al mundo a la Divina Misericordia y por ello repito a todos su deseo: “”¡Dios rico de misericordia os bendiga!” (Aeropuerto Kraków-Balice, 19 agosto 2002).]

 

[Traducción del italiano por Inma Álvarez]


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Comentario a las lecturas del domingo veintiséis del Tiempo Ordinario - A publicado en Diario de Avisos el domingo 28 de Septiembre de 2008 con el epígrafe "el domingo, fiesta de los cristianos".

El tercer hijo

DANIEL PADILLA

Al leer el evangelio de este domingo, me parece ver ante mí un gran esquema gráfico. En él veo dibujadas unas circunferencias concéntricas. Y, en cada una de ellas, aparecen los diferentes grupos humanos, a los cuales, de una manera u otra, pertenecemos todos: la familia, los colegios y los sitios de trabajo, la comunidad política y social en la que participamos, nuestra comunidad religiosa.

Pues, bien, creo que, en cada una de esas circunferencias o comunidades, se repiten constantemente las actitudes humanas de esos dos hijos del evangelio de hoy: la del que, a la invitación de su padre a trabajar, dice "voy", pero no va. Y la del que dice: "no voy", pero va. Quienes llevan las responsabilidad de esos "grupos" —llámense "padres", o "jefes", o "dirigentes", o "jerarquía"-, constatan que sus "hijos", "súbditos", "ciudadanos", etc. adoptan esas posturas tan contrapuestas.

Efectivamente, en nuestro mundo existen los expertos en zalamería e inclinaciones de cabeza, pero que dejan "la casa sin barrer"; los que bla, bla, bla..., se comen el mundo hablando, pero luego "nada de nada"; los que saben muy bien "dar el camelo" y "hacer como que hacen", pero, luego, como denunciaba San Pablo, "están muy ocupados en no hacer nada".

Y existen también los otros: los que protestan, y patalean, y se revelan, dejando traslucir la natural repugnancia de su naturaleza al esfuerzo; son partidarios de "dejar para mañana lo que pueden hacer hoy". ¡Ah! Pero, luego, con la misma nobleza y espontaneidad, saben desdecirse y reconocer que han sido unos "bocazas" y que "donde dijeron digo, ahora quieren decir Diego". Y van a la viña. Y trabajan. ¡Ya lo creo que trabajan!

En una palabra, son dos posturas viejas como la Humanidad: la hipocresía y la sinceridad; la apariencia y la autenticidad, la mentira y la verdad. Las dos caras de la moneda del actuar. Moneda que no se puede echar al aire, a "lo que salga", sino que hay que tratar de elegir responsablemente por el lado que nos lleve a "trabajar en la viña".

Pero yo he titulado este comentario de hoy "El tercer hijo", remedando un poco aquella famosa película de Caro] Reed, titulada "El tercer hombre". Allá, en la película, ese "tercer hombre" no salía nunca, se le daba por muerto. Y, sin embargo, toda la fuerza de la cinta era averiguar quién era y qué hacía ese misterioso personaje en sombra. Era el verdadero protagonista.

Pues, miren, creo que en la parábola de Jesús, además de esos dos hijos tan antagónicos en su conducta, de los cuales nos habló, existe otro hijo del que no nos habló, pero en el cual sueña una y otra vez. Es un hijo, que, al oír la invitación de su padre para que vaya a trabajar a su viña, no solamente contesta "voy", sino que inmediatamente se pone en camino y "va". Un hijo que sabe usar con delicadeza las "formas" sociales y externas de conducta, pero que, además, cuida "el fondo" de la cuestión, que es cumplir con su palabra, responder con su entrega a la "vocación" a la que ha sido llamado. Un hijo recio por dentro y recio por fuera. Un hijo, al que indudablemente le costaba ir a trabajar, como "a cualquier hijo de vecino", pero que tenía muy asumido eso de que "obras son amores y no buenas razones". Un hijo, en una palabra, como la copa de un pino.

¡El tercer hijo! No nos habló Jesús de él en la parábola. Pero, les aseguro: en este tipo de hijo sueña.


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S?bado, 27 de septiembre de 2008

 

Alfonso Aguiló

www.interrogantes.net

 

 

"Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay otros que luchan muchos años y son mucho mejores. Pero hay quienes luchan toda la vida: esos son los imprescindibles".


        Estas palabras de Bertolt Brecht nos invitan a pensar en lo necesarias que resultan esas personas que todos conocemos y que parece que nunca se cansan, que siempre están ahí, que siempre tiran hacia arriba del ambiente en el que están, que son un catalizador de todo lo positivo de quienes le rodean.


        Si nos paramos a pensar, hay bastantes personas que son así, que han hecho natural en sus vidas esa estabilidad emocional y esa madurez que les hace acostumbrarse a tirar hacia arriba de los demás, pasando ellos casi inadvertidos. Sienten de vez en cuando, como todos, la tentación de dejar de hacer esa discreta y eficaz labor, se sienten a veces hartos de tener que escuchar, animar, mediar, conciliar... Sin embargo, quienes logran hacer todo eso de modo natural, y pasan a considerar ese esfuerzo como algo ordinario, son las personas que consiguen crear y mantener un ambiente de trabajo, de optimismo, de buen entendimiento entre todos. Son esos hombres o mujeres cuyo influjo muchas veces no se valora hasta el día en que faltan, y quizá entonces se ve que su papel era fundamental, que el clima positivo que había a su alrededor era fruto de que se habían acostumbrado a pensar en los demás, a no cansarse de ser paño de lágrimas de unos y otros, a decir con cariño y lealtad lo que se debía mejorar, a relajar la tensión que tantas veces se crea por simples nimiedades.


        Me recuerda también aquella vieja película de Frank Capra titulada "Qué bello es vivir", en la que el protagonista está desesperado y a punto de suicidarse, y un simpático ángel le hace ver lo valiosa que ha sido su vida y lo mucho que ha repercutido para el bien de muchísimas personas. Para demostrárselo, le concede el privilegio de ver lo que hubiese sucedido en la vida de algunas de ellas si él no hubiera existido y por tanto no hubiera podido ayudarlas. Gracias eso, recupera la alegría de vivir y comprende todo lo que una existencia normal puede aportar en la vida de tantísima gente.


Todos podemos incorporar a nuestra vida esa actitud. Porque una palabra amable y conciliadora es fácil de decir, pero sin embargo, a veces nos cuesta llegar a pronunciarla. Nos detiene el cansancio, nos distraen otras preocupaciones, nos frena un sentimiento de frialdad o de indiferencia egoísta. Pasamos junto a personas a las que conocemos pero apenas las miramos a la cara y no reparamos en que sufren, y en que quizá sufren precisamente porque se sienten ignoradas o poco valoradas por nosotros. Bastaría una palabra cordial, un gesto afectuoso, e inmediatamente algo se despertaría en ellas: una señal de atención y de cortesía puede ser una ráfaga de aire fresco en lo cerrado de una existencia castigada en ese momento por la tristeza y el desaliento.


        Muchas veces lo que impide esa buena actitud es nuestra impaciencia ante los defectos ajenos. Quizá esas personas que tanto nos impacientan tienen objetivamente esos defectos que tanto nos enfadan, pero si centramos ahí demasiado nuestra atención eso generará en nosotros una ansiedad que no ayuda nada, ni a ellas ni a nosotros, y puede acabar en algo parecido a una obsesión. Además, hay demasiadas veces en que esos defectos no son tales, sino diferentes y legítimos modos de ser. Si somos demasiado quejosos, quizá debemos ganar en reciedumbre interior y esforzarnos más en ser como esas personas de las que hemos hablado.


NOVEDADES FLUVIUM


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Día 28 de Septiembre
 XXVI Domingo del Tiempo Ordinario

 

Sobre el verdadero amor

 

 Esta parábola del Señor nos pone bien en la realidad de lo que suele ser el comportamiento humano. ¿Quién no desea actuar correctamente? A la hora de la verdad, sin embargo, no pocas veces las obras no se corresponden con nuestros bienintencionados proyectos. Aquel primer movimiento del corazón, y posiblemente también de la lengua en personas muy efusivas, no era del todo determinante de la conducta.


        "Obras son amores y no buenas razones", reza un refrán castellano. Porque son los actos de cada uno lo único que puede contribuir al bien de otro y, por tanto, la manifestación de amor. Hasta que no hay una entrega efectiva, que de algún modo beneficia al ser amado, no hay propiamente amor. Puede haber, ciertamente, proyecto de amar. Pero ese proyecto no pasa de ser un deseo ineficaz, mientras no contribuya al bien de quien se ama.


        El apóstol Santiago, en una carta dirigida a los fieles de la primera cristiandad, ejemplifica con gran sentido cual debe ser la actitud de un buen cristiano: Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento cotidiano, y alguno de vosotros les dice: «Id en paz, calentaos y saciaos», pero no le dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? En ocasiones, es indudable que un comentario oportuno, un consejo, unas palabras de consuelo, una corrección con caridad si es necesario, pueden ser ya otros tantos modos de ayudar eficazmente al prójimo. Pero, casi siempre, es cierto el refrán antes aludido de que lo que ayuda y manifiesta verdadero amor es la conducta, más que las palabras.


        San Pablo nos pone ante los ojos el ejemplo de Jesucristo: En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. Por eso también nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos. Si alguno posee bienes de este mundo y, viendo que su hermano padece necesidad, le cierra su corazón, ¿cómo puede permanecer en él el amor a Dios? Hijos, no amemos de palabra ni con la boca, sino con obras y de verdad.


        Todos tenemos en la memoria la imagen que algunos tipos que se caracterizan por querer de verdad, intensamente –aunque en ocasiones no sea con rectitud– y lo demuestran, porque logran a como dé lugar sus objetivos. En Camino se nos anima a querer como ellos: que no se diga que, por el mal, otros ponen más empeño que nosotros por Dios: Me dices que sí, que quieres. —Bien, pero ¿quieres como un avaro quiere su oro, como una madre quiere a su hijo, como un ambicioso quiere los honores o como un pobrecito sensual su placer?

         —¿No? —Entonces no quieres.


        Cuando se quiere, cuando se ama de verdad, la miradada del corazón no se aparta de quien se ama. Y por la fe reconocemos que en todo momento Dios acoge cada uno de nuestros actos. Pues con esta visión –desde luego sobrenatural, de fe– procura comportarse el buen cristiano. Moverse casi únicamente por la utilidad, por el gusto, por el éxito, por un valor consideradas las cosas de "tejas abajo", nos lleva, antes o después, a desistir del empeño inicial, por decidido que pareciera. Así cada uno decidimos la medida de nuestro esfuerzo, que será siempre en todo caso el que basta para un interés pequeño, pues no es Dios quien nos impulsa en cada instante, siempre hasta la perfección: sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto, recomienda Nuestro Señor.


        Estemos, pues, prevenidos ante nuestras solas buenas intenciones; que no son malas, pero son insuficientes, mientras no se cuajen en realidades de obras de amor. Esas obras que nos acaban confirmando que, efectivamente, los sentimientos nuestros son como Dios quiere, y no sólo una especie de ensueño insustancial y estéril. Una sensata desconfianza de nosotros mismos, puede ser la actitud prudente de quien está muy interesado en concluir, como es debido, los nobles y grandes ideales nacidos en su corazón. Implorando el auxilio divino, contaremos, sin duda, con esa fuerza que nos falta por nuestra pequeñez de criaturas.


        Nos puede suceder, en ocasiones –¡cómo no!–, que no fueron tampoco inicialmente nobles y buenas nuestras disposiciones por obrar el bien. No está, sin embargo, todo perdido, como no estaba tampoco todo ganado con unos buenos propósitos. Recordemos al hijo de la parábola que comenzó con una negativa a su padre, descarada, podríamos decir. Sin embargo, recapacita y no se deja llevar por su primer impulso interior. Ha triunfado el buen criterio de la obediencia. Así nosotros. Si procuramos mantenernos en la presencia de Dios, sentiremos –sí– de cuando en cuando que se nos insinúa rebeldía de no procurar y lo que más agrada a Dios, Nuestro Padre. Pero el amor, presente en el corazón, nos llevará a rectificar, confirmando con obras ese amor.


        A Santa María, les pedimos ser como Ella, por nuestra respuesta entusiasta y generosa a Dios y por un cumplimiento acabado y heroico si fuera preciso.


NOVEDADES FLUVIUM

 


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ZENIT publica el comentario del padre Raniero Cantalamessa, OFM Cap. --predicador de la Casa Pontificia-- a la Liturgia de la Palabra del  domingo XXVI Domingo del Tiempo Ordinario, 28 de septiembrede 2008.

Ezequiel 18,25-28, Filipenses 2, 1-11; Mateo 21, 28-32


"Las prostitutas os precederán en el reino de los cielos"

 

"Un hombre tenía dos hijos. Llegándose al primero, le dijo: 'Hijo, vete hoy a trabajar en la viña'. Y él respondió: 'No quiero', pero después se arrepintió y fue. Llegándose al segundo, le dijo lo mismo. Y él respondió: 'Voy, Señor', y no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? El primero, le dicen".

El hijo de la parábola que dice "sí" pero no lo hace representa a aquellos que conocían a Dios y seguían su ley, pero después en su actuación práctica, cuando se trataba de acoger a Cristo que era "el fin de la ley", se echaron atrás. El hijo que dice no y hace sí representa a aquellos que en un tiempo vivían fuera de la Ley y de la voluntad de Dios, pero después, ante Jesús, se han arrepentido y han acogido en Evangelio. De aquí la conclusión que Jesús pone ante "los príncipes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo": "En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios".


Ningún dicho de Cristo ha sido más manipulado que éste. Se ha acabado por crear a veces una especie de aura evangélica en torno a la categoría de las prostitutas, idealizándolas y oponiéndolas a los llamados "bienpensantes", que serían todos los demás, indistintamente, escribas y fariseos hipócritas. La literatura está llena de prostitutas "buenas". ¡Baste pensar en la Traviata de Verdi, o en la humilde Sonia de Crimen y castigo de Dostoyewski!


Pero esto es un terrible malentendido. Jesús pone un caso límite, como diciendo: "incluso las prostitutas --y es mucho decir-- os precederán en el reino de Dios". La prostitución es vista con toda su seriedad, y tomada como término de comparación para establecer la gravedad del pecado de quien rechaza obstinadamente la verdad.


Hay que darse cuenta, además, de que idealizando la categoría de las prostitutas, se suele idealizar también la de los publicanos, que siempre la acompaña el Evangelio; es decir, los usureros. Si Jesús acerca entre ellas estas dos categorías no es, por otro lado, sin un motivo: unos y otras han puesto al dinero por encima de todo en la vida.


Sería trágico si esta palabra del Evangelio hiciera que los cristianos perdieran el empeño por combatir el fenómeno degradante de la prostitución, que ha asumido hoy proporciones alarmantes en nuestras ciudades. Jesús sentía demasiado respeto por la mujer para no sufrir, él en primer lugar, por lo que ésta llega a ser cuando se reduce a esta situación. Es por ello que él aprecia a la prostituta no por su forma de vivir, sino por su capacidad de cambiar y de poner al servicio del bien su propia capacidad de amar. Como la Magdalena que, tras convertirse, siguió a Cristo hasta la cruz y se convirtió en la primera testigo de la resurrección (suponiendo que fuera una de ellas).


Lo que Jesús quería inculcar con esa palabra suya lo dice claramente al final: los publicanos y las prostitutas se convirtieron con la predicación de Juan el Bautista; los príncipes de los sacerdotes y de los ancianos no. El Evangelio no nos empuja por tanto a promover campañas moralizadoras contra las prostitutas, pero tampoco a tomar a broma este fenómeno, como si no tuviera importancia.


Hoy, por otro lado, la prostitución se presenta bajo una forma nueva, pues consigue producir dinero a patadas sin ni siquiera correr los tremendos riesgos que siempre han corrido las pobres mujeres condenadas a la calle. Esta forma consiste en vender el propio cuerpo, quedándose tranquilamente tras una máquina fotográfica o una cámara de vídeo, bajo la luz de los reflectores. Lo que la mujer hace cuando se presta a la pornografía y a ciertos excesos de la publicidad es vender su propio cuerpo a las miradas en lugar de al contacto. Es prostitución pura y dura, y peor que la tradicional, porque se impone públicamente y no respeta la libertad ni los sentimientos de la gente.


Pero hecha esta necesaria denuncia, traicionaríamos el espíritu del Evangelio si no sacáramos a la luz también la esperanza que esta palabra de Cristo ofrece a las mujeres que, por diversas circunstancias de la vida (a menudo por desesperación), se encuentran en la calle, las más de las veces, víctimas de explotadores sin escrúpulos. El Evangelio es "evangelio", es decir, buena noticia, noticia de rescate, de esperanza, también para las prostitutas. Es más, ante todo para ellas. Jesús quiso que así fuera.


Traducción del original italiano realizada por Inma Álvarez

 


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Viernes, 26 de septiembre de 2008

ZENIT publica el discurso que dirigió Benedicto XVI el viernes, 26 de Septiembre de 2008,  al recibir a los participantes en el encuentro internacional del movimiento Retrouvaille.

 

Venerados hermanos y hermanas en el episcopado y en el sacerdocio,

queridos hermanos y hermanas:


Os doy la bienvenida con alegría, con motivo del encuentro mundial del movimiento Retrouvaille. Os saludo a todos vosotros, esposos y presbíteros, junto a los responsables internacionales de esta asociación que desde hace más de treinta años trabaja con gran entrega al servicio de las parejas en dificultad. Saludo en particular al cardenal Ennio Antonelli, presidente de Consejo Pontificio para la Familia, y le doy las gracias por sus corteses palabras, así como por haberme ilustrado las finalidades de este movimiento.


Me ha impresionado, queridos amigos, vuestra experiencia que os pone en contacto con familias marcadas por la crisis del matrimonio. Reflexionando en vuestra actividad, una vez más he podido ver el "dedo" de Dios, es decir, la acción del Espíritu Santo, que suscita en la Iglesia respuestas adecuadas a las necesidades y a las emergencias de todas las épocas. Ciertamente en nuestros días la separación y los divorcios se han convertido en una emergencia muy sentida. Por tanto, fue providencial la intuición de los cónyuges Guy y Jeannine Beland, en 1977, de ayudar a las parejas en grave crisis a afrontarla por medio de un programa específico, cuyo fin es reconstruir sus relaciones, no como una alternativa a las terapias psicológicas, sino como un camino distinto y complementario. De hecho, vosotros no sois profesionales; sois esposos que a menudo han vivido en primera persona las mismas dificultades, las han superado con la gracia de Dios y el apoyo de Retrouvaille y han experimentado el deseo y la alegría de poner, a su vez, la propia experiencia al servicio de los demás. Entre vosotros hay varios sacerdotes que acompañan a los esposos en su camino, partiendo para ellos la Palabra y el Pan de la vida. "Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis" (Mateo 10,8): constantemente hacéis referencia a estas palabras de Jesús dirigidas a sus discípulos .


Como demuestra vuestra experiencia, la crisis conyugal --estamos hablando de crisis serias y graves-- constituye una realidad con dos caras. Por una parte se presenta, especialmente en su fase aguda y más dolorosa, como un fracaso, como la prueba de que el sueño ha terminado o se ha transformado en una pesadilla y, por desgracia, "no hay nada que hacer". Esta es la cara negativa. Pero hay otra cara, que nosotros desconocemos con frecuencia, pero que Dios ve. Toda crisis, de hecho, nos lo enseña la naturaleza, constituye el paso a una nueva fase de la vida. Si bien en el caso de las criaturas inferiores esto sucede de manera automática, en el ser humano implica la libertad, la voluntad y, por tanto, una "esperanza más grande" que la desesperación. En los momentos más oscuros, los cónyuges han perdido la esperanza; entonces se da la necesidad de otras personas que la custodien, de un "nosotros", de una compañía de auténticos amigos que, con el máximo respeto, pero también con sincera voluntad de bien, estén dispuestos a compartir algo de su propia esperanza con quien la ha perdido. Pero no de manera sentimental o superficial, sino organizada y realista. De este modo, en el momento de la ruptura, ofrecéis a la pareja una referencia positiva en la que confiar frente a la desesperación. De hecho, cuando la relación degenera, los cónyuges caen en la soledad, tanto individual como de pareja. Pierden el horizonte de la comunión con Dios, con los demás y con la Iglesia. Entonces, vuestros encuentros ofrecen el "agarradero" para no perderse totalmente, y para volver a subir poco a poco la cuesta. Os veo como a custodios de una esperanza más grande para los esposos que la han perdido.


La crisis, por tanto, concebida como momento de crecimiento. Desde esta perspectiva se puede leer la narración de las bodas de Caná (Juan 2, 1- 11). La Virgen María se da cuenta de que los esposos "ya no tienen vino" y se lo dice a Jesús. Esta falta de vino hace pensar en el momento en el que, en la vida de pareja, termina el amor, se agota la alegría y se derrumba el entusiasmo del matrimonio. Después de que Jesús transformó el agua en vino, felicitaron al esposo pues, según decían, había guardado hasta ese momento "el vino bueno". Esto significa que el vino de Jesús era mejor que el anterior. Sabemos que este "vino bueno" es símbolo de la salvación, de la nueva alianza nupcial, que Jesús ha venido a realizar con la humanidad. Y precisamente de ésta es sacramento todo matrimonio cristiano, incluso el más frágil y vacilante, y puede encontrar, por tanto, en la humildad la valentía para pedir ayuda al Señor. Cuando una pareja en dificultad o --como demuestra vuestra experiencia-- incluso ya separada, se encomienda a María y se dirige a Aquél que ha hecho de los dos "una sola carne", puede estar segura de que la crisis se convertirá, con la ayuda del Señor, en un momento de crecimiento, y que el amor quedará purificado, madurado, reforzado. Esto sólo lo puede hacer Dios, que quiere servirse de sus discípulos como de válidos colaboradores para acercarse a las parejas, escucharlas, ayudarlas a redescubrir el tesoro escondido del matrimonio, el fuego que ha quedado sepultado bajo las cenizas. Reaviva y hace que vuelva a arder la llama; ciertamente no como en el enamoramiento, sino de una manera diferente, más intensa y profunda: ahora bien, es siempre la misma llama.


Queridos amigos que habéis querido poneros al servicio de los demás en un campo tan delicado: os aseguro mi oración para que vuestro compromiso no se convierta en mera actividad, sino que sea siempre, en el fondo, testimonio del amor de Dios. Vuestro servicio va "contra la corriente". Hoy, de hecho, cuando una pareja entra en crisis, se encuentra con muchas personas dispuestas a aconsejar la separación. Incluso a los esposos casados en el nombre del Señor se les propone con facilidad el divorcio, olvidando que el hombre no puede separar lo que Dios ha unido (Cf. Mateo 19,6; Marcos 10,9). Para desempeñar vuestra misión también vosotros tenéis necesidad de alimentar continuamente vuestra vida espiritual, poner amor en lo que hacéis para que, al entrar en contacto con realidades difíciles, vuestra esperanza no se agote y no quede reducida a una fórmula. Que en esta delicada obra apostólica os ayude a la Sagrada Familia de Nazaret, a quien confío vuestro servicio, y especialmente los casos más difíciles. Que esté a vuestro lado María, Reina de la familia, mientras os imparto de corazón la bendición apostólica a vosotros y a todos los que adhieren al movimiento Retrouvaille.

 

[Traducción del original italiano por Jesús Colina

© Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]


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INTENCIÓN MISIONERA - “Para que en ese mes dedicado a las misiones, a través de la animación de las Obras Misionales Pontificias y de otros organismos, todas las Comunidades cristianas sientan la necesidad de participar en la misión universal de la Iglesia con la oración, el sacrificio y la ayuda concreta”.

Comentario a la intención Misionera indicada por el Santo Padre para el mes de octubre 2008


Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La Iglesia es misionera por naturaleza. Ante la proximidad de la celebración de la Jornada Misionera Mundial el próximo día 19 de este mes de octubre, el Santo Padre ha recordado que “el mandato misionero sigue siendo una prioridad absoluta para todos los bautizados, llamados a ser "siervos y apóstoles de Cristo Jesús" en este inicio de milenio” (11-05-08). A veces se percibe en los cristianos actuales una fe demasiado cómoda, poco comprometida, poco consciente de la necesidad de la misión. Podríamos decir que un cristiano que no siente el celo por llevar el amor de Dios a los hermanos, un cristiano que no es misionero, no es verdaderamente cristiano.

La Palabra del Señor, “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura” (Mc., 16,15-16), sigue resonando en su Iglesia. Si la Iglesia hiciera oídos sordos a esas palabras, sería infiel a Jesucristo. Tenemos en S. Pablo un modelo insigne de misionero, "¡Ay de mí si no predicara el Evangelio! (1 Co 9, 16).El Santo Padre recuerda que es un deber urgente para todos anunciar a Cristo y su mensaje salvífico (Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones, 2008).

En el mes de octubre, mes dedicado por excelencia a las misiones, obedientes al deseo del Santo Padre, debemos realizar un esfuerzo para que esta dimensión esencial de la Iglesia cale de forma más profunda en nuestros corazones y en el de todos los fieles. Debemos volver los ojos a la Iglesia de los orígenes, la Iglesia de los mártires y los confesores. ¡Cuántos hermanos nuestros perdieron su trabajo, su hogar, su dignidad, o incluso su vida por confesar la fe en Jesucristo! Ellos son un testimonio de fidelidad y de obediencia al mandato del Señor.

El Santo Padre habla de tres aspectos particulares de la participación misionera: la oración, el sacrificio y la ayuda concreta.

La oración por las misiones es muestra de una fe madura. Con frecuencia, la oración de los cristianos es demasiado egoísta. Se ora solamente por las propias necesidades. La existencia se reduce a girar en torno a la propia persona y no ser capaz de descubrir la existencia de otros hermanos. Otras veces se descubre la presencia del otro, pero solamente en su aspecto más superficial. Que todos los hombres lleguen a conocer el amor de Dios manifestado en Cristo, que lleguen a participar de la filiación divina por el don del Espíritu Santo, ésta debe ser la meta, puesto que es la voluntad del Señor: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn. 10, 10). Orar por la extensión del Reino de Dios en el corazón de los hombres, orar por los misioneros y por el éxito de sus trabajos, orar para que los hombres abran su corazón a la gracia del Espíritu Santo, son intenciones propias de alguien que ama y valora la misión. En palabras del Santo Padre: “es preciso que en el pueblo cristiano se intensifique cada vez más la oración, medio espiritual indispensable para difundir entre todos los pueblos la luz de Cristo” (11-05-2008).

El segundo aspecto al que se refiere el Santo Padre es el sacrificio. Palabra desagradable en esta sociedad del confort y del placer. Cuando toda la existencia se plantea para “gozar de la vida” en el sentido material de la expresión, no se quiere oír hablar de sacrificio. Con demasiada frecuencia los cristianos nos olvidamos de la cruz de Jesucristo. Se acusa de “fe dolorista” a quien quiere fijar los ojos en el Crucificado. San Pablo no quería saber otra cosa sino a Jesucristo, y éste crucificado ( 1 Cor 2, 2) y señalaba que “muchos viven como enemigos de la cruz de Cristo” (Flp. 3 ,18). Olvidar que el sacrificio por amor a Cristo y unidos con Él, nos introduce en el misterio de la comunión de los santos y nos hace partícipes de la redención, sería un gravísimo error. ¡Sólo Dios sabe cuántas conversiones y cuántas gracias derramadas en las misiones, se deben a la penitencia y sacrificios de muchas personas escondidas, sencillas, religiosas de clausura, que como Sta. Teresa de Lisieux, se ofrecen a Dios con sus dolores y sus penas de cada día!

Finalmente, Benedicto XVI se refiere a la ayuda concreta. Debemos tener siempre ante los ojos la figura de la pobre viuda del Evangelio: ella dio lo que necesitaba para vivir. Nadie puede excusarse diciendo que no puede aportar nada a los hermanos necesitados. Muchas veces la abundancia de bienes materiales crea una especie de insensibilidad hacia los otros o se intenta tranquilizar la conciencia con alguna pequeña ayuda. No debemos olvidar la ley de la proporcionalidad. Dentro de la tradición bíblica, los diezmos han sido una forma tradicional de limosna. Sea más o sea menos, todos podemos aportar algo.
Gracias a Dios existen muchas formas de voluntariado donde, por motivaciones de caridad sobrenatural, numerosas personas realizan servicios de cooperación misionera en sus periodos de vacaciones, dedicando lo mejor de sus talentos y de su persona a ser manifestación del amor de Dios por los hombres, sea en servicios asistenciales, sanitarios o de evangelización.

Que María, la Virgen del Rosario, San Pablo y Sta. Teresa de Lisieux intercedan ante Dios para que el amor y el compromiso misionero crezca en los corazones de todos los fieles. La misión es cuestión de amor.
Pidamos también para que las Obras Misionales Pontificias realicen cada vez con mayor generosidad su labor de llevar el Evangelio hasta los últimos rincones del mundo. Ellas “son un instrumento válido para animar y formar en el espíritu misionero al pueblo de Dios, y alimentan la comunión de bienes y de personas entre las diferentes partes del Cuerpo místico de Cristo” (Mensaje para la Jornada Misionera Mundial 2008). (Agencia Fides 26/9/2008)


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VATICANO - LAS PALABRAS DE LA DOCTRINA por don Nicola Bux y don Salvatore Vitiello - La Liturgia, fuente de la misión


Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – La Iglesia es conciente de no tener otra fuente de donde sacar fuerza para su propia misión sino el mismo Señor Jesucristo. La justa evaluación y autonomía de las ciencias humanas, de la historia a la filosofía, de la psicología a la sociología, etc., no debería nunca sustituir el criterio sobrenatural del discernimiento espiritual.

Es Cristo, con su propuesta al corazón del hombre, el único e imprescindible punto de referencia para la misión de la Iglesia. Fuente de tal misión es pues la adoración del Señor que se expresa principalmente en la Divina Liturgia.

Demasiadas celebraciones se han reducido a una “autocontemplación antropocéntrica” del hombre sobre el hombre, casi impidiendo, por medio de la verbosidad del celebrante, los ritmos convulsivos de la música y el frenesí de los movimientos, el contacto con el Misterio. La Liturgia de la Iglesia es esencialmente adoración del Señor y, a través de la celebración de los misterios divinos, la Iglesia cumple su primera obra misionera.

Es necesario recuperar la clara conciencia sobre el único sujeto protagonista de la Liturgia: el Señor. El pueblo santo de Dios, y con él el celebrante, entre en la Liturgia, pero no la crea: ambos, pueblo y celebrante, son acogidos en el Misterio y sólo la conciencia de tal acogimiento, los hace a su vez capaces de acoger el Misterio y a los fieles.

Orando al Señor e intercediendo por todos los hombres, a través de la sagrada Liturgia, la Iglesia cumple con su primera misión: la celebración de los Sacramentos es por sí misma eficaz en orden a la salvación.
Con tanta organización de la pastoral contemporánea, parece que el compromiso misionero a veces es interrumpido por las celebraciones, cuyo significado, tal vez, no se comprende adecuadamente. Bautizar, perdonar los pecados, celebrar la Eucaristía son acciones más poderosamente salvíficas y misioneras que cualquier catequesis, convenio, lección académica o documento eclesial. Debemos recuperar esta conciencia y, con ella, hacer comprender que la Liturgia no está sujeta al capricho subjetivo de la creatividad y al mito moderno, entendido en sentido democrático de la participación del pueblo.

Como recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica: “La Liturgia es también participación en la oración de Cristo, dirigida al Padre en el Espíritu Santo. En ella, cada oración cristiana encuentra su fuente y su fin. Por medio de la Liturgia, el hombre interior encuentra su raíz y fundamento [Cf. Ef 3,16-17] en el “gran amor con el que el Padre nos ha amado” (Ef 2,4) en su hijo dilecto. Aquello que se vive y se interioriza en cada oración, en cada tiempo, “en el Espíritu” (Ef 6,18) es la misma “maravilla de Dios”. (CCC 1073). (Agencia Fides 25/09/2008)


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Carta a mi querido Teófilo del Padre Antonio María Hernández del Hogar Santa Rita, publicada en la revista "Como las Abejas" número 40, Julio - Agosto 2008.

CARTA A MI QUERIDO TEÓFILO

Mi buen amigo Teófilo: Paz y bien.

 

Al leer tu carta, varias veces, no salgo de mi asombro y me siento también yo invadido por la tristeza. Es muy fuerte, el problema tan espeluznante por el que estás pasando. Me has dejado con la mente en blanco. No me esperaba de ti un final tan duro. He sentido un profundo temor de publicar tu carta, y poner al descubierto, un problema, que llevabas tanto tiempo oculto. Sé que has ido al médico porque ya no tenías otra alternativa, ante la posibilidad de morir todo podrido en algún rincón del Mundo, apartado de la sociedad, y del entorno en que tú siempre te has desenvuelto.

 

Lo tienes muy complicado. Has dado este paso sintiéndote desahuciado, por tus antiguos amigos. y aún por tu misma familia, que no se esperaba que tú contrajeras esta enfermedad. Llevabas una vida, aparentemente normal, y ante los ojos de muchos, parecías una persona de bien. Ahora se ha puesto al descubierto todo y ya no puedes por más tiempo engañar a más nadie. Justamente, por querer ocultar, este problema, ante los ojos de la sociedad y de tu misma familia, has llegado a este estado actual, en que te encuentras, y que ya, como te afirman los médicos, es irreversible. Tenías que haber ido antes al médico: pero ya no podemos darle vueltas al pasado, porque no arreglamos nada, El médico del cuerpo ya no puede hacer nada, sino que tengas cuidados paliativos para evitar que sufras tanto.

 

Ahora se trata de arreglar lo que se puede arreglar, que es tu "Alma", también enferma gravemente; pero, que, a diferencia del cuerpo, aún se puede curar. Yo soy sacerdote católico y sé que tú, independientemente de la amistad personal, me quieres ver como sacerdote y aunque no me lo pidas, tengo que verte, mi buen amigo Teófilo, desde el mundo de Dios. Dejemos ahora aparte de si esta enfermedad, un tanto vergonzosa y horrible, es un castigo de Dios, por la vida tan indeseable que has llevado o por el mal que has hecho a tanta gente a quienes has engañado y le has dicho lo que no sientes y muchos de ellos, como me cuentas, ya han muerto y que tú no le pediste perdón.

 

Dejemos atrás las consideraciones sobre tu actitud, un tanto oscura, y oculta a los ojos de mucha gente que no te conocía en profundidad, y que tu postura haya sido durante muchos años un tanto hipócrita, incoherente, injusta y hasta repugnante. Dejemos, de momento, aparte, el considerar el tanto daño que hayas hecho a tanta gente que te creyó, y que nunca pensó que les estabas engañando y que sólo les estabas utilizando, fingiendo un amor que nunca tuviste. Dejemos, de momento, a un lado tu irresponsabilidad ante tu familia más cercana, ante seres queridos que jamás se les pasó por la cabeza tus enredos, tus mentiras y hasta defendieron más de una vez tu inocencia porque no les cabía en la cabeza que tu tuvieras una doble vida y que ahora van a descubrir tu falsedad.

 

Dejemos, de momento, aparte, las consecuencias nefastas de tu enfermedad y que, por ocultarla tanto tiempo, quizás otras muchas personas están abocadas a sufrir también esta horrible enfermedad, por un contagio que se pudo evitar. Dejemos, por el momento, las consecuencias de tu nueva situación, ahí, en el hospital, atado a una cama, solo, marginado y observas cómo, poco a poco, van desapareciendo de escena los amigos, aún aquellos que creías tus más incondicionales, y te hallas rechazado, justamente por las personas a quienes tu has hecho daño, físicamente y moralmente y que por culpa tuya se pueden perder para siempre. Centrémonos, pues, en lo que ahora podemos hacer positivamente.

 

Yo, como amigo sacerdote, quiero pensar en la salvación de tu "Alma", aunque tú, mi amigo Teófilo, hayas perdido la fe, y nunca hayas pensado ni en Dios, ni en el más allá, ni en el destino que te espera después de la muerte. Hay algo que es totalmente verdadero y serio y es que, a pesar de todo, Dios te sigue queriendo, porque sigue alargando días a tu vida. Todavía no ha perdido la esperanza y, aunque te suene a "sermón rayado", es cierto que lo más importante para Dios eres tú. Dios no siente asco de ti, ni huye de ti. Eres sencillamente su hijo.

 

Ahora tu cuerpo es casi inservible, ya casi no te ayuda en nada; pero aún conservas la cabeza bien y creo que es hora de que te tomes en serio, el problema de tú última etapa en este Mundo. Aún puedes hacer algo positivo. Acepta, como un regalo de Dios, aunque no lo entiendas y no como un castigo, esta cruel enfermedad que está carcomiendo, hora a hora, tu cuerpo.

 

Te aconsejo que hables con el capellán del hospital, que te ayude y te oiga en confesión. Háblale abiertamente sin ocultarle nada. Ponte en las manos de Dios, aunque no tengas fe y Dios no signifique nada en tu vida. Luego emprende una nueva etapa en tu vida. Pide a Dios perdón por el daño que has hecho, a tanta gente que has engañado, muchos de los cuales han muerto. Ofrécele a Dios, "a ciegas", esta situación dolorosa, y toda tu enfermedad, soledad, amargura, tristeza, marginación, en compensación por tus pecados y por los pecados de la humanidad y así Dios te irá dando cada día más fe e irás entendiendo más tu destino eterno.

 

Tú tuviste una buena madre. Aún recuerdas cuando, junto a tu cuna, rezaba el "Jesusito de mi vida". Ella sentirá un gran gozo de que acudas a ella, y te convenzas de que está en el Cielo por encima de las estrellas. Dios es infinitamente misericordioso, y no hay pecado por grande que sea, que no lo perdone, con tal que uno se sienta realmente culpable y reconozca sinceramente que le ha hecho mucho daño a El y a tantas personas que son hijos de El. Dios no es como nosotros, que no acabamos nunca de perdonar, recordando años y años, errores cometidos en otros tiempos. iCuántas veces he oído yo!: "Jamás le perdonaré lo que me hizo". "Le perdono; pero no olvido" y después de transcurrir un montón de años, vuelven a abrir heridas que hace tiempo estaban cerradas. Dios es distinto. Con tal de que le pidamos perdón en serio, automáticamente dejan de existir esos pecados. Jamás te los volverá a recordar. Dios perdona todo y siempre. Lo que quiere de nosotros es un sincero arrepentimiento y que le demostremos, cambiando de conducta y dando un nuevo giro a nuestra vida. Acuérdate de la Magdalena, o de la mujer adúltera, o de la historia del hijo pródigo, o la del ladrón en la cruz que reconoció su mala vida y su vida de pecado y en el último minuto, de la última hora, del último día de su vida recibió el perdón y el Señor, viendo su arrepentimiento de una manera impresionante, no sólo le perdonó y borró todo su pasado, sino que le prometió la entrada en el Paraíso, saltándose hasta el Purgatorio. Ese es nuestro Dios, mi querido amigo Teófilo.

 

Ahora, en ese hospital en donde te encuentras, tienes tiempo, más que suficiente, para echar una mirada a tu pasado, pedirle con transparencia perdón a Dios, y comenzar una nueva etapa en tu vida. Sé que ahora, te costará un poco, porque estás a muchos kilómetros de Dios; pero El lo que quiere de ti es transparencia, que ya acabes con tus engaños, que tu vida sea coherente, que dejes ya de hacer daño a más gente y aceptes la humillación de la enfermedad que tienes y piensa en que lo que aún te queda de valor en esta vida, en los días que Dios te dé, es tu dignidad, como persona humana, y como cristiano. Tu vida desde este momento puede servir para que otros no caigan en los vicios que tu has caído y también puedes animar a otros enfermos, como tú, para que afronten esta enfermedad incomprendida y que para muchos el sólo nombrarla les hace temblar. Dios te quiere así, hecho una piltrafa, una basura como tú dices; pero al fin y al cabo, hijo de Dios.

 

Piensa que lo único que ahora debe importarte es la salvación de tu Alma. Ya aquí en la Tierra, poco puedes hacer. Es cuestión, pues, de preparar bien la documentación y tenerla toda en regla y así, en el equipaje de tus buenas obras, y de tanto dolor, aceptado en contraprestación por tus pecados ante el Creador, entres un día por las puertas del Cielo y seas recibido con un fuerte abrazo por el Padre Dios, que sabe que tu cuerpo se queda, de momento, aquí, mientras tu Alma entra a vivir con tantos seres queridos en el País de la Vida. Allí está tu madre esperándote. No le falles. Dios es puntual a la cita. Hasta siempre, amigo. Seguiremos aquí, en donde  hemos quedado.

Antonio María Hernández


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Jueves, 25 de septiembre de 2008

Extracto de DOSSIER FIDES “LAS MULTINACIONALES FARMACÉUTICAS Y LA POBREZA EN EL TERCER MUNDO” publicado por Agencia Fides el 29 de Agosto de 2008.



Llegan buenas noticias

 

Desde la Global Fund, institución que lucha contra el Sida, la malaria y tuberculosis en África llegan noticias confortantes: en el 2007 unos 1,75 millones de personas iniciaron a curarse con fármacos antirretrovirales (un 59% más respecto al 2006), 3,9 millones han recibido cuidados contra la tuberculosis y han sido distribuidos unos 59 millones de mosquiteros con insecticida –único remedio contra el contagio de la malaria. Se comienza a ver resultados importantes en la isla de Zanzibar y en Tanzania, donde el mismo gobierno lanzó una campaña de sensibilización. Durante la conferencia de Nueva York, Italia ha sido la protagonista de un premio gracias al Proyecto Malawi, que tiene en primera línea a muchos personajes y organizaciones italianas, entre estas la Comunidad de San Egidio.

 

El Global Business Coalition, grupo de más de 220 sociedades que luchan por vencer el Sida, malaria y tuberculosis en África, han premiado un proyecto, nacido en el 2005, que está comprometido en la prevención de la transmisión del virus de madre a hijo, en uno de los países africanos con mayor incidencia de enfermos: de una población de 19 millones de habitantes, los enfermos de Sida en Malawi son un millón. La Comunidad de San Egidio lleva a cabo desde el 2002 un programa llamado DREAM (Drug Resource Enhancement against AIDS and Malnutrition), cuyos resultados fueron presentados a mitad de mayo en Roma. Un proyecto destinado a los pueblos de África subsahariana, que vive la dislocación de numerosos laboratorios que brindan curas gratuitas a los enfermos de Sida, con particular atención por las mujeres embarazadas. Gracias a DREAM unos diez países de esta zona del África tienen la posibilidad de acceder a las curas para combatir y prevenir el virus, y se estima que alrededor de un millón de personas han sido alcanzadas por intervenciones directas o indirectas por médicos o colaboradores del proyecto DREAM.

 

El último reporte presentado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por el Programa afiliado de las Naciones Unidas para el VIH (Unaids) y por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), afirma que unos 3 millones de personas, en los países con rédito medio y bajo, han conseguido acceder a medicinas antirretrovirales. Los datos son del 2007, sin embargo esta meta fue fijada inicialmente para el 2005; el dato positivo es la mayor disponibilidad de medicinas antirretrovirales, a precios más bajos y con una difusión más capilar en todo el territorio. Respecto al VIH, además de la evolución física de la enfermedad, es necesario combatir a otro enemigo, a nivel cultural y psicológico: es una enfermedad de la que uno se avergüenza, de la que se tiene miedo, sobre todo a raíz de la ignorancia difundida en los países pobres. Es necesario difundir la cultura de la prevención de madre a hijo, y la de los tests: es frecuente que quien es seropositivo muere antes de saber el haber contraído la enfermedad en los primeros seis meses del contagio.

 

Todo esto debe ser acompañado por la presencia de centros y personal especializado presente en el lugar, realidad cada vez más difícil de mantener y lograr. Además es arduo hacer comprender a los enfermos la necesidad de no interrumpir las curas (la continuidad en África es un factor crítico, tanto por motivos estructurales como por las grandes distancias y la falta de medios económicos y de transporte de enfermos). Un dato positivo y ciertamente estimulante para continuar la lucha contra las tres enfermedades más graves en África se observa en mujeres y niños: en el 2006, 350 mil mujeres y 127 mil niños recibían medicinas antirretrovirales; en el 2007 el número ha crecido: las mujeres curadas son 500 mil y 200 mil los niños. Se percibe además una disminución de la transmisión de la enfermedad de madre a hijo.

 

Una importante novedad es que algunas casas farmacéuticas comienzan a interesarse por los problemas de los países en desarrollo: es el caso de la suiza Novartis, que realizó en Singapur un centro para investigación sobre enfermedades que afectan principalmente a países pobres, en cooperación con el Economic Development Board of Singapore. Uno de los proyectos más importantes, iniciado en el 2006 con la ayuda de Medicines for Malaria Venture, es el estudio de nuevas medicinas contra la malaria; otra enfermedad bajos los reflectores del centro es la fiebre dengue, una enfermedad viral que mata 12 mil personas en el mundo y de la que padecen otras 50 mil. Se da particularmente en la zona de Singapur. Se espera obtener dentro de este año dos nuevas moléculas, para una medicina que se produciría a partir del 2012. Los fármacos son vendidos al precio de costo y con frecuencia son ofrecidos gratuitamente a los países más pobres.

 

Una de las mayores dificultades que el centro en Singapur tiene que afrontar está relacionada a la tuberculosis: una enfermedad inteligente, pues los síntomas desaparecen tras los primeros seis meses, haciendo que los enfermos abandonen la terapia; es una enfermedad silente, que puede regresar de modo violento, sobre todo cuando se le suman la malnutrición y la falta de luz, y aún más en individuos débiles (ancianos, niños, personas enfermas de otras patologías). Ciertamente cambiar los límites impuestos para las licencias mejoraría definitivamente el acceso a medicinas esenciales; es necesario notar que a lo largo de los años ha habido, y hay aún, intentos de partnership que reunirían a casas farmacéuticas y organismos públicos, en la donación de medicinas (es el caso de la ivermectina, contra la sequedad pluvial, distribuida por la OMS y por la Merck, en el ámbito del Mectizan Donation Program).

 

La música y la cultura también se mueven para combatir el drama del Sida en África: con ocasión del 90º cumpleaños de Nelson Mandela, el 27 de junio, se realizó un concierto en Londres como respuesta del África al drama del Sida con el título “The 46664 Concert Honouring Nelson Mandela at 90”: el número corresponde a la matrícula que Mandela tenía cuando fue hecho prisionero en 1964, número que da también el nombre a una colecta de fondos a favor de los enfermos desde el 2001. Mandela no dejó de ocuparse de la plaga del Sida incluso tras haber abandonado a los 85 años la vida pública por motivos de salud: basta pensar que en 1990, año en que fue liberado, existían alrededor de 120 mil seropositivos en Sudáfrica: hoy la estima de sudafricanos que han contraído el Sida supera los 5 millones.

 

Una esperanza para la lucha contra el Sida llega desde Pomezia, pequeña ciudad en las cercanías de Roma: en los laboratorios del Instituto de investigaciones de  Biología Molecular ‘P. Angeletti’, se ha descubierto una molécula que podría  cambiar el tratamiento tradicional, los antirretrovirales. Los estudiosos están hipotizando la creación de una serie de fármacos dotados de una enzima capaz de limitar la capacidad de desarrollo del virus. Se tiene la esperanza de que la investigación de este centro, y no solo, sea utilizada en sentido plenamente democrático: es decir difundiendo el saber y el conocimiento de los nuevos descubrimientos médicos a toda la población mundial, sobre todo a quienes más necesitan de medicinas y de medios eficaces.


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Extracto de DOSSIER FIDES “LAS MULTINACIONALES FARMACÉUTICAS Y LA POBREZA EN EL TERCER MUNDO” publicado por Agencia Fides el 29 de Agosto de 2008.

 

 

Los costos del Sida: demasiado altos en todo el mundo

 

Un enfermo de Sida en Italia gasta unos 8mil euros por año en medicinas y visitas de control. Este dato, ya alarmante para un país desarrollado como Italia, puede hacer entender cuan desastrosa puede ser la situación en los países en vías de desarrollo, afectados no solamente por una mayor incidencia del virus, sino también por una menor disponibilidad de recursos económicos. Para la lucha contra el Sida en los países subdesarrollados son invertidos miles de millones de dólares (provenientes de fundaciones, benefactores privados, organizaciones mundiales, estados). A la investigación sobre el VIH son destinados aproximadamente el 21% de los fondos destinados a emergencias sanitarias (el 8% en el 2000). Hay quien como Roger England (del Health System Workshop de Granada) sostiene que estos fondos son demasiado bajos pues en los países en desarrollo, por ejemplo, mueren más neonatos por diversas patologías (la tasa de mortalidad de fetos es altísima), que aquellos que mueren a causa del Sida.

 

Contrario el análisis de Paul de Lay (Unaids), que sostiene que los recursos son escasos pues se trata de 9mil millones frente a los 15 efectivamente necesarios; los gastos no son optimizados dada la ausencia de acuerdo entre las varias realidades involucradas o por la corrupción presente en las instituciones locales, pues con frecuencia el VIH se asocia a otras enfermedades y no es fácil distinguir la distribución de los fondos. El dato definitivo es que el costo de las terapias gira en torno a los 10mil y 15mil dólares mientras el gasto anual por persona en los países de África subsahariana –donde vive la mayor parte de seropositivos- es solamente 10 euros: una cifra verdaderamente demasiado modesta si se considera que una buena cura contra el VIH se compone de por lo menos 4 o 5 medicinas y el costo de cada uno varia hasta alcanzar los 900 dólares. Por el momento, en lo que se refiere a los antirretrovirales, no se ha dado la disminución de precios frente a la introducción de fármacos genéricos: solo dos moléculas han pasado la fase de prueba: la didanoxina, donde el precio de genérico es ligeramente inferior al de la ‘especialidad’, y la zidovudina, cuyo genérico cuesta el 85% del fármaco de marca.


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Artículo semanal del Padre Lorente, o.h. publicado en EL DÍA el 24 de Septiembre de 2008 en la sección CRITERIOS bajo el epígrafe "Luz en el Camino".

LUZ EN EL CAMINO FERNANDO LORENTE, O.H. *


El mundo, Dios y la Iglesia



CONCEBIR el mundo como lo opuesto del hombre, o del espíritu o de la Iglesia, implica afirmar un dualismo que es falso además de ser pernicioso. El mundo es el hombre, la humanidad en el contexto de todas aquellas realidades entre las que vive; "es el teatro de la historia del género humano, con sus afanes, fracasos y victorias; el mundo que los cristianos creen fundado y conservado por el amor del Creador". Redimido por Cristo y destinado, según el proyecto divino, a transformarse y alcanzar su cumplimiento, como nos ha declarado el Vaticano II. GS 2. Así, el Concilio, volviendo a la tradición más original, afirma la distinción entre Dios y el mundo y la unidad de la historia en la que Dios obra. Reconoce además que el mundo camina hacia su plenitud. Dios mismo, al fin de los tiempos, cuando Él hará los nuevos cielos y la nueva tierra.


En esta visión se sitúa esta reflexión. Conscientes de que el mundo avanza hacia su cumplimiento, conduciendo misteriosamente por el amor de Dios, nos ofrece ver cómo el hombre, en su esfuerzo por estar y por construir el mundo, de hecho procede hacia el reino de Dios, y cómo la Iglesia, siendo ella misma parte del mundo, está llamada precisamente a servir al hombre para que entre en el reino de Dios. Por eso, el mundo, en perspectiva antropológica, es el hombre en cuanto centro de toda la creación, en quien se sintetizan todas las realidades físicas, biológicas, psíquicas y espirituales mediante su inteligencia y su libertad. En la perspectiva cultural, el mundo es también el hombre, la humanidad en cuanto da un sentido, una dirección no sólo a su propia vida, sino a toda la realidad creada mediante opciones libres. Por último, este mundo "los cristianos lo creen creado y conservado por el amor del Creador. Hacemos tantas cosas, vivimos agitados por tantas preocupaciones, que no tenemos tiempo ni fuerzas para hacer un alto en el camino en nuestra vida, dejarnos coger por la sinceridad y decir con nuestro corazón y con nuestros labios las palabras de aquel hijo de la parábola: "Volveré hacia mi Padre".


En la medida en que serenamente nos detengamos a ahondar en lo más profundo de nosotros mismos, allí donde estamos solos y liberarnos de "los personajes" -que somos cada uno de nosotros- y escuchemos con sinceridad y con paz la voz divina, descubriremos lo que es el mundo verdadero y el verdadero Dios.


Denunciamos y nos quejamos constantemente del silencio y de la ausencia de Dios. Sería más justa esta postura nuestra si reconociéramos sinceramente que la voz de Dios sólo resuena en el silencio de los corazones ávidos de oírle para saber lo que es el mundo que debemos vivir, lo que es Él y lo que es la Iglesia, no el que nos figuramos o nos empeñamos en creer, que deben ser el hombre (la humanidad), Dios y la Iglesia; o a lo que quieran que se reduzcan en los países donde los poderes políticos -por más democrático que se consideren- no admiten el valor y sentido religioso de la Iglesia católica en la vida humana y, todavía menos, como principio fundamental de libertad en las naciones que están gobernando.


* Capellán de la Clínica

S. Juan de Dios


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VATICANO - “AVE MARÍA” por mons. Luciano Alimandi - ¡Quien reza recibe la fuerza de Cristo!


Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – Para salir de nuestro “mundo” donde, generalmente, todo gira alrededor de nuestro “yo” – ya que nuestra naturaleza, herida por el pecado, se ha hecho egocéntrica – tenemos necesidad de la oración. Sólo abriéndonos a Dios, con humildad y confianza, la luz y la fuerza de Su verdad entrará en nuestros corazones e iluminará nuestras mentes.

“¡Puertas, levantad vuestros dinteles, alzaos, portones antiguos, para que entre el rey de la gloria!” (Sal 23, 7), estas palabras inspiradas del salmista nos invitan a esto, nos impulsan a hacer entrar en nosotros al “Rey de la gloria”, al Señor Jesús. Las “puertas” de las potencias superiores del alma – intelecto, memoria y voluntad – deben abrirse a la gracia y este “movimiento” del ser es favorecido, en primer lugar, por la oración. La humilde y confiada oración tiene el poder no solo de “abrir” nuestras puertas, sino también de ayudar a otros a abrir las suyas. Si las puertas del corazón están cerradas a Cristo, de nada sirven todos los demás esfuerzos.

La gracia del momento presente fluye en el alma, únicamente, si esta se abre al Señor en la oración. Quien cree en el poder de la oración, la antepone a todo: antes de cualquier acción pastoral, se refugia y se fortalece en ella; se deja acompañar por la oración durante la acción y a través de la oración la lleva a su realización. ¡Esto nos enseñan los santos!

Cuanta sabiduría nos transmiten, al respecto, las palabras de San Juan de la Cruz: “Adviertan, pues, aquí los que son muy activos, que piensan ceñir al mundo con sus predicaciones y obras exteriores, que mucho más provecho harían a la Iglesia y mucho más agradarían a Dios, dejado aparte el buen ejemplo que de sí darían, si gastasen siquiera la mitad de ese tiempo en estarse con Dios en oración, aunque no hubiesen llegado a tan alta como ésta. Cierto, entonces harían más y con menos trabajo con una obra que con mil, mereciéndolo su oración, y habiendo cobrado fuerzas espirituales en ella; porque de otra manera todo es martillar y hacer poco más que nada, y a veces nada, y aun a veces daño. Porque Dios os libre que se comience a envanecer la sal (Mt. 5, 13), que, aunque más parezca que hace algo por de fuera, en sustancia no será nada, cuando está cierto que las obras buenas no se pueden hacer sino en virtud de Dios” (Cántico Espiritual B, estrofa 29, 3).

La oración tiene asimismo un poder de purificación: purifica nuestras intenciones y nos guía a buscar, en todo lo que hacemos, la voluntad y la gloria de Dios, y a dejar de lado nuestro provecho y nuestro honor. Todo santo ha sido un hombre de gran oración y los santos más “activos” han sido aquellos que han rezado más. Cuando se le preguntaba a Madre Teresa de Calcuta cual fuese la fuerza secreta de su Congregación, ella señalaba el ejemplo de sus hermanas que, en la capilla, ante el Santísimo Sacramento se dedicaban a la adoración desde las primeras horas de la mañana. Aquí las misioneras de la caridad encontraban la fuerza para darse todas en la ayuda a los más pobres entre los pobres. Un gigante de santidad, como San Pío de Pietralcina, en toda su vida, puso la oración en el primer lugar: cada día le dedicaba varias horas y con los años aumentaba la intensidad y la durada de su oración.

El Santo Padre Benedicto XVI ha hecho de la invitación a la oración uno de los puntos fuertes de su Magisterio. En Lourdes, recientemente, afirmó: “María nos recuerda aquí que la oración, intensa y humilde, confiada y perseverante debe tener un puesto central en nuestra vida cristiana. La oración es indispensable para acoger la fuerza de Cristo. “Quien reza no desperdicia su tiempo, aunque todo haga pensar en una situación de emergencia y parezca impulsar sólo a la acción” (Deus caritas est, n. 36). Dejarse absorber por las actividades entraña el riesgo de quitar de la plegaria su especificad cristiana y su verdadera eficacia. En el Rosario, tan querido para Bernadette y los peregrinos en Lourdes, se concentra la profundidad del mensaje evangélico. Nos introduce en la contemplación del rostro de Cristo. De esta oración de los humildes podemos sacar copiosas gracias” (Benedicto XVI, homilía en Lourdes, 14 de septiembre 2008).

La enseñanza de la Iglesia y la vida de los santos nos muestran claramente que el progreso espiritual de un alma es únicamente posible si esta avanza por el camino de la oración.

No se trata de añadir “oraciones” a “oraciones”, de multiplicar “ejercicios” de piedad, sino de habituarse a vivir en presencia de Dios, bajo Su mirada llena de amor por toda criatura.

Cuanto es esto verdadero, cuando nos encontramos en oración ante un tabernáculo, donde es custodiada la Santísima Eucaristía. Aquí está la real presencia de Jesús: es justamente Él quien nos mira, quien nos espera, quien nos ama… así como somos. Estar en silencio ante Jesús Eucaristía es una de las más hermosas oraciones que podemos hacer y es así simple para todos. ¡Basta quererlo! La mediación maternal de María y el ejemplo de los santos nos fortalezcan en la decisión de seguir a Jesús en el camino de la oración, que es el mejor camino de todos. (Agencia Fides 24/9/2008; líneas 56 palabras 894)


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Extracto de DOSSIER FIDES “LAS MULTINACIONALES FARMACÉUTICAS Y LA POBREZA EN EL TERCER MUNDO” publicado por Agencia Fides el 29 de Agosto de 2008.

Curarse en el Tercer Mundo: el dilema entre salud y ganancia

 

El 97% de los decesos por enfermedades infecciosas, que cada año en el mundo llegan a 15 millones de caso, ocurre en los países en vías de desarrollo. El Sida es la primera causa de muerte en el África subsahariana (2,8 millones de muertos); por lo general la pulmonía y las infecciones respiratorias son culpables de 4 millones de muertos, la malaria de 1,3 millones, la tuberculosis de 1,6 millones, la diarrea de 1,8 millones de decesos cada año. En los países en vías de desarrollo las mujeres mueren todavía por consecuencias vinculadas al embarazo o al parto: son más de 500 mil cada año. Alrededor de 2 mil millones de personas son afectadas por enfermedades que derivan del uso del agua no potable, y cada año mueren 2 millones de estas personas.

 

Incluso llevando sobre las espaldas la casi totalidad de las enfermedades globales, los países en vías de desarrollo inciden en el gasto sanitario mundial con una cifra irrisoria, alrededor del 11%. África consume el 2% de los fármacos registrados vendidos en el mundo, América Latina el 7%, Asia – excluyendo al Japón – el 8%. El desinterés respecto a estas enfermedades – a excepción de las numerosas comunidades y asociaciones que luchan por la mejoría de todas las condiciones de vida en los países más pobres – puede ser relevada también por el hecho de que, entre los más de 1200 fármacos que han sido introducidos al mercado en los últimos 25 años, sólo 13 poseen una indicación específica relativa a las enfermedades tropicales. La investigación y el desarrollo de nuevos fármacos se concentra, en efecto, en problemas sanitarios que se refieren a países más desarrollados, y sólo el 0,2% de las inversiones se ocupa de enfermedades como la pulmonía, la tuberculosis y la diarrea, que causan en el mundo, cada año, el 18% de las muertes.

 

También en lo que concierne la salud y la accesibilidad a un bien necesario como los fármacos, el discriminante entre norte y sur del mundo es de carácter económico. Se trata de recursos financieros. Baste pensar que Francia e Italia son, respectivamente, en el primer y segundo puesto por acceso de los ciudadanos a la sanidad. La falta de ganancia de los países pobres es la causa que no sólo provoca millones de muertes por hambre, sino que además es causa de la imposibilidad de resolver numerosas crisis sanitarias. La situación de excesiva pobreza de los países en vías de desarrollo, que tienen dificultades a conseguir alimentos y agua para sobrevivir, se refleja también en la posibilidad de adquirir medicinas: una compra que no es superflua, sino necesaria, dada el porcentaje de decesos que, en gran parte, podrían ser evitados con el uso de fármacos ad hoc, y a precios más bajos.

 

El costo de una medicina, de una terapia, es frecuentemente causa de la dispersión de los ingresos de una año entero de un ciudadano pobre que vive en África. Por su costo algunos fármacos salvavidas no han sido incluidos en el elenco de la Organización Mundial de la Salud – actualizado periódicamente – de las medicinas esenciales, es decir aquellos que satisfacen a la mayor parte de la población y por esto deben ser producidos en cantidades necesarias. Sobre el costo de los fármacos pesa, asimismo, la exclusiva de las casas farmacéuticas en la producción de una medicina protegida por una patente y en la decisión sobre el precio por toda la duración de la misma. La patente es por un período de 20 años. Sólo al final de la patente la medicina se convierte en genérica: puede, entonces, ser producida por otras casas farmacéuticas, y las leyes de la competencia comportan una posible disminución del precio. Precios más bajos también para los fármacos bajo patente que son producidos localmente: en estos casos se trata de hacer una proporción entre ingreso pro capite y precio del fármaco, según el país en que es producido y luego vendido.

 

Los convenios políticos y comerciales de la Organización Mundial de Comercio (nacida en el ’95, impide la venta de bienes contrahechos, controlando todas las fases de la patente y fabricación) sancionados, luego, en 1996, por los acuerdos TRIPS (Trade-Related Aspects of Intellectual Property Rights), garantizan la continuidad de este sistema. Los acuerdos TRIPS, de hecho, prohíben la producción local de fármacos y establecen reglas rígidas sobre la venta, uso e importación, creando un ulterior crecimiento del costo de los fármacos, ya que una sola entidad, la que tiene la patente, puede dictar la ley sobre el fármaco y sobre su precio; los productores locales están obligados a pagar licencias muy costosas para participar a un mercado – el del fármaco – en el que no lograrán nunca competir con los grandes colosos mundiales; la presencia de estos últimos, finalmente, desalienta las actividades de investigación y de desarrollo incluso tecnológico a nivel local. Además, las poblaciones locales no obtienen ninguna ventaja por la experimentación de las patentes, ya que el productor tiene la posibilidad de escoger autónomamente el lugar de producción. El 2008 es el último año concedido a los 48 países más pobres para adecuarse a los acuerdos TRIPS, con la amenaza de sanciones de carácter comercial.

 

Las casas farmacéuticas afirman que los elevados precios de los medicinales derivan de los altos costos de la investigación, que frecuentemente, sin embargo, son sostenidos por financiaciones públicas. Las ganancias son altísimas, tanto que el sector farmacéutico, con un crecimiento anual alrededor del 18%, es el segundo después de los gigantes de la informática. A pesar de las enormes ganancias, las multinacionales no invierten en investigación para fármacos que podrían salvar de las enfermedades de las que aún hoy se sigue muriendo en los países en vías de desarrollo, ni tampoco prevén una política de precios diversos, según los países en los que los fármacos son vendidos. Un rayo de sol, en esta situación desastrosas, ha sido una ley firmada en 1997 por Mandela, que permitía, entre otras cosas, la producción local de fármacos y las importaciones paralelas, buscando hacer frente a la plaga del Sida, que en Sudáfrica, entre 1997 y 2002, ha asesinado a cerca de 400 millones de personas, y por la cual se han enfermado alrededor de 4 millones de individuos.

 

En 1998 un grupo de casas farmacéuticas inició una acción legal contra esta ley, debiendo desistir, tres años después, gracias entre otras cosas al compromiso de numerosos personajes y organizaciones no gubernamentales (Médicos sin fronteras, entre todos, que ha activados una campaña por un justo acceso a los fármacos, que ha tenido ciertamente el mérito de mover a los Estados y de hacer entrar este espinoso tema en el debate político internacional, aunque queda mucho por hacer). Un momento que hubiese podido convertirse en un verdadero cambio en la gestión de la emergencia farmacéutica de los países del Tercer Mundo, ha sido el acuerdo del 2003, firmado por 146 países de la World Trade Organization, sobre los fármacos salvavidas: en realidad las normas incluidas en el acuerdo están llenas de cláusulas poco claras, haciendo en la práctica imposible la actuación seria de las líneas guía.

 

Mucho más importante ha sido la Declaración de Doha, del 2001, con la que se sancionó la supremacía de la salud sobre los intereses de las casas farmacéuticas, introduciendo, como en Sudáfrica, en casos de necesidad y emergencia (que sólo el país peticionario puede determinar), la posibilidad de ‘exportaciones paralelas’ y de ‘licencias obligatorias’. Una alternativa que, por el momento, está en el foco de atención de cuantos trabajan en los países en vías de desarrollo, son los fármacos así llamados genéricos: fármacos no cubiertos por la patente, con el mismo principio activo de los fármacos ‘de marca’, pero producidos a un costo más bajo (dado que se copian moléculas ya conocidas, el precio del fármaco genérico no se ve cargado por los costos de la investigación), por casas farmacéuticas más modestas.

 


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Mi?rcoles, 24 de septiembre de 2008

ZENIT ofrece la intervención que pronunció el miércoles, 24 de Septiembre de 2008,  Benedicto XVI durante la audiencia general que concedió a los peregrinos congregados en la plaza de San Pedro para la audiencia general, en la que continuó con el ciclo de catequesis dedicadas a la figura de san Pablo. En esta ocasión, la dedicó a su relación con los demás Apóstoles.


Queridos hermanos y hermanas,

Hoy quisiera hablar sobre la relación entre san Pablo y los Apóstoles que lo habían precedido en el seguimiento de Jesús. Estas relaciones estuvieron siempre marcadas por un profundo respeto y por la franqueza que en Pablo derivaba de la defensa de la verdad del Evangelio. Aunque él era prácticamente contemporáneo de Jesús de Nazaret, nunca tuvo la oportunidad de encontrarle, durante su vida pública. Por esto, tras el deslumbramiento en el camino de Damasco, advirtió la necesidad de consultar a los primeros discípulos del Maestro, que Él había elegido para que llevaran el Evangelio hasta el confín del mundo.


En la Carta a los Gálatas, Pablo desarrolla un importante informe sobre los contactos mantenidos con algunos de los Doce: ante todo con Pedro, que había sido elegido como Kephas, palabra aramea que significa roca, sobre la que se estaba edificando la Iglesia (cfr Gal 1,18), con Santiago, "el hermano del Señor" (cfr Gal 1,19), y con Juan (cfr Gal 2,9): Pablo no duda en reconocerles como las "columnas" de la Iglesia. Particularmente significativo es el encuentro con Cefas (Pedro), que tuvo lugar en Jerusalén: Pablo se quedó con él 15 días para "consultarle" (cfr Gal 1,19), es decir, para informarse sobre la vida terrena del Resucitado, que le había "atrapado" en el camino de Damasco y le estaba cambiando la existencia de modo radical: de perseguidor hacia la Iglesia de Dios había legado a ser evangelizador de que la fe en el Mesías crucificado e Hijo de Dios, que en el pasado habían intentado destruir (cfr Gal 1,23).


¿Qué tipo de información obtuvo Pablo sobre Jesús en los tres años sucesivos al encuentro de Damasco? En la primera Carta a los Corintios podemos encontrar dos pasajes, que Pablo había conocido en Jerusalén, y que ya habían sido formulados como elementos centrales de la tradición cristiana, tradición constitutiva. Él los transmite verbalmente, tal y como los ha recibido, con una fórmula muy solemne: "Os transmito cuanto he recibido". Insiste, por tanto, en la fidelidad a cuanto él mismo ha recibido y fielmente transmite a los nuevos cristianos. Son elementos constitutivos y conciernen a la Eucaristía y a la Resurrección; se trata de textos ya formulados en los años treinta. Llegamos así a la muerte, sepultura en el seno de la tierra y a la resurrección de Jesús. (cfr 1 Cor 15,3-4). Tomemos uno y otro: las palabras de Jesús en la Última Cena (cfr 1 Cor 11,23-25) son realmente para Pablo centro de la vida de la Iglesia: la Iglesia se edifica a partir de este centro, siendo así ella misma. Además de este centro eucarístico, del que vuelve a nacer siempre la Iglesia -también para toda la teología de Pablo, para todo su pensamiento- estas palabras tienen un notable impacto sobre la relación personal de Pablo con Jesús. Por una parte atestiguan que la Eucaristía ilumina la maldición de la cruz, convirtiéndola en bendición (Gal 3,13-14), y por otra, explican el alcance de la misma muerte y resurrección de Jesús. En sus Carta el "por vosotros" de la institución se convierte en el "por mí" (Gal 2,20), personalizando, sabiendo que en ese "vosotros" él mismo era conocido y amado por Jesús y por otra parte "por todos" (2 Cor 5,14): este "por vosotros" se convierte en "por mí" y "por la Iglesia" (Ef 5, 25), es decir, también "por todos" del sacrificio expiatorio de la cruz (cfr Rm 3,25). Por y en la Eucaristía, la Iglesia se edifica y se reconoce como "Cuerpo de Cristo" (1 Cor 12,27), alimentado cada día por la fuerza del Espíritu del Resucitado.


El otro texto, sobre la Resurrección, nos transmite de nuevo la misma fórmula de fidelidad. San Pablo escribe: "Os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se apareció a Cefas y luego a los Doce" (1 Cor 15,3-5). También en esta tradición transmitida a Pablo vuelve a mencionar la expresión "por nuestros pecados", que subraya el don que Jesús ha hecho de sí mismo al Padre, para liberarnos del pecado y de la muerte. De este don de sí mismo, Pablo saca las expresiones más conmovedoras y fascinantes de nuestra relación con Cristo: "A quien no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en él" (2 Cor 5,21); "Conocéis la generosidad de Nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, por vosotros se hizo pobre a fin de que os enriquecierais con su pobreza" (2 Cor 8,9). Vale la pena recordar el comentario con el que el entonces monje agustino, Martín Lutero, acompañaba estas expresiones paradójicas de Pablo: "Éste es el grandioso misterio de la gracia divina hacia los pecadores: por un admirable intercambio nuestros pecados ya no son nuestros, sino de Cristo, y la justicia de Cristo ya no es de Cristo, sino nuestra" (Comentario a los Salmos del 1513-1515). Y así hemos sido salvados.


En el kerygma original (anuncio), transmitido de boca a boca, merece señalarse el uso del verbo "ha resucitado", en lugar del "resucitó" que habría sido más lógico utilizar, en continuidad con el "murió" y "fue sepultado". La forma verbal "ha resucitado" se ha elegido para subrayar que la resurrección de Cristo incide hasta el presente de la existencia de los creyentes: podemos traducirlo por "ha resucitado y sigue vivo" en la Eucaristía y en la Iglesia. Así todas las Escrituras dan testimonio de la muerte y resurrección de Cristo, porque --como escribió Hugo de San Víctor-- "toda la divina Escritura constituye un único libro, y este libro es Cristo, porque toda la escritura habla de Cristo y encuentra en Cristo su cumplimiento" (De arca Noe, 2,8). Si san Ambrosio de Milán puede decir que "en la Escritura leemos a Cristo", es porque la Iglesia de los orígenes ha releído todas las Escrituras de Israel partiendo y volviendo a Cristo.


La enumeración de las apariciones del Resucitado a Cefas, a los Doce, a más de quinientos hermanos, y a Santiago se cierra con la referencia a la aparición personal, recibida por Pablo en el camino de Damasco: "Y en último término se me apareció también a mí, como a un abortivo" (1 Cor 15,8). Debido a que él ha perseguido a la Iglesia de Dios, en esta confesión expresa su indignidad de ser considerado apóstol, al mismo nivel que aquellos que le han precedido: pero la gracia de Dios no ha sido vana en él (1 Cor 15,10). Por tanto, la afirmación prepotente de la gracia divina une a Pablo con los primeros testigos de la resurrección de Cristo: "Tanto ellos como yo esto es lo que predicamos; esto es lo que habéis creído" (1 Cor 15,11). Es importante la identidad y la unicidad del anuncio del Evangelio: tanto ellos como yo predicamos la misma fe, el mismo Evangelio de Jesucristo muerto y resucitado que se entrega en la Santísima Eucaristía.


La importancia que él confiere a la Tradición viva de la Iglesia, que transmite a sus comunidades, demuestra cuán equivocada está la visión de quienes atribuyen a Pablo el invento del cristianismo: antes de proclamar el evangelio de Jesucristo, le encontró en el camino de Damasco y le conoció en la Iglesia, observando su vida en los Doce y en aquéllos que le habían seguido por los caminos de Galilea. En las próximas catequesis tendremos la oportunidad de profundizar en las contribuciones que Pablo ha dado a la Iglesia de los orígenes; pero la misión recibida por parte del Resucitado en orden a la evangelización de los gentiles necesita ser confirmada y garantizada por aquéllos que le dieron a él y a Bernabé la mano derecha, en signo de aprobación de su apostolado y de su evangelización, y de acogida en la única comunión de la Iglesia de Cristo (cfr Gal 2,9). Se comprende entonces que la expresión "Y si conocimos a Cristo según la carne, ya no le conocemos así" (2 Cor 5,16) no significa que su existencia terrena tenga una escasa relevancia para nuestra maduración en la fe, sino que desde el momento de la Resurrección, cambia nuestra forma de relacionarnos con Él. Él es, al mismo tiempo, el hijo de Dios, "nacido del linaje de David según la carne, constituido Hijo de Dios con poder, según el espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos", como recordará Pablo al principio de la Carta a los Romanos (1, 3-4).


Cuanto más intentamos seguir las huellas de Jesús de Nazaret por los caminos de Galilea, tanto más podemos comprender que él ha tomado a cargo nuestra humanidad, compartiéndola en todo excepto en el pecado. Nuestra fe no nace de un mito, ni de una idea, sino del encuentro con el Resucitado, en la vida de la Iglesia.


[Al final de la audiencia, Benedicto XVI saludó a los peregrinos en varios idiomas. En español, dijo:]

Queridos hermanos y hermanas:

San Pablo, aunque fue contemporáneo de Jesús, no lo conoció durante su ministerio público. Por eso sintió la necesidad de consultar a los primeros discípulos, elegidos por el Maestro para llevar el Evangelio hasta los confines del mundo. El mismo Pablo habla de su encuentro con Santiago, Juan y, sobre todo con Pedro, para que le informaran sobre la vida terrena del Resucitado (cf. Ga 1,19), que a él lo había "atrapado" en el camino de Damasco. Así, su tarea como Apóstol de los gentiles se confirmaba y garantizaba por los que, antes de él, habían seguido a Jesús por los caminos de Galilea. Del contenido de estas informaciones destacan las palabras en la Última Cena, con la institución de la Eucaristía, que iluminan el misterio de la cruz, que de maldición se convierte en bendición y en sacrificio de salvación "por todos", en el que la Iglesia se edifica y reconoce como "Cuerpo de Cristo". También adquiere un especial sentido la resurrección del Señor, que no sólo "fue" resucitado, sino que sigue viviendo en la Eucaristía y en la Iglesia. Así, pues, nuestra fe no nace de un mito o una idea, sino del encuentro con Cristo resucitado y vivo en la vida de la Iglesia.


Saludo a los peregrinos y visitantes de España y Latinoamérica, en particular a los sacerdotes de San Juan de Puerto Rico, con el Cardenal Luis Aponte y el Arzobispo Metropolitano Roberto González, así como a los alumnos del Colegio Sacerdotal Argentino, en Roma, a los venidos de Paraná, con su Arzobispo, Mons. Mario Mauleón y a los demás grupos de Puerto Rico, México, Panamá, El Salvador, Venezuela, Argentina y otros Países latinoamericanos. Muchas gracias por vuestra visita.


[Traducción del italiano por Inma Álvarez

© Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]


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Mensaje que ha enviado Benedicto XVI en el trigésimo aniversario de la muerte de Pablo VI a monseñor Luciano Monari, Obispo de Brescia.

 

Al venerado hermano

Luciano Monari

Obispo de Brescia


Con ocasión del trigésimo aniversario de la muerte del Papa Pablo VI, deseo enviarle un saludo cordial y mis mejores deseos a usted, venerado hermano, al presbiterio y a toda la comunidad diocesana de Brescia, de la que este predecesor mío recibió el don de la fe y tomó los grandes valores de piedad, cultura y humanidad, a los que siempre conformó su existencia de sacerdote, de obispo y de Sucesor de Pedro. A esa Iglesia, en la que fue introducido por celosos sacerdotes, estuvo siempre unido por un amor siempre vivo y por sentimientos de profunda y sincera gratitud, que expresó en diversas circunstancias con gestos llenos de afecto y veneración. También yo, personalmente, me siento agradecido al siervo de Dios Pablo VI por la confianza que me demostró nombrándome, en marzo de 1977, arzobispo de Munich y, tres meses después, incluyéndome en el Colegio cardenalicio.


La Providencia
divina lo llamó a guiar la Iglesia en un período histórico caracterizado por muchos desafíos y problemas. Al repasar con el pensamiento los años de su pontificado, impresiona el celo misionero que lo animó y lo impulsó a emprender arduos viajes apostólicos incluso a naciones lejanas y a realizar gestos de gran alcance eclesial, misionero y ecuménico.


El nombre de este Pontífice ha quedado unido sobre todo al concilio ecuménico Vaticano ii. El Señor quiso que un hijo de Brescia se convirtiera en timonel de la barca de Pedro precisamente durante la celebración de la asamblea conciliar y durante los años de su primera puesta en práctica.

Con el  paso  de los años resulta cada vez más  evidente  la importancia de su pontificado para la Iglesia y para el mundo, así como la inestimable herencia de magisterio y de virtudes que legó a los creyentes y a toda la humanidad.


Han pasado treinta años desde aquel 6 de agosto de 1978, cuando, en la residencia estival de Castelgandolfo, murió el Papa Pablo vi. Era la tarde del día en que la Iglesia celebra el misterio luminoso de la Transfiguración de Cristo. En el texto preparado para el Ángelus del 6 de agosto, que no pudo pronunciar, dirigiendo la mirada a Cristo transfigurado había escrito:  "Ese cuerpo que se transfigura ante los ojos atónitos de los Apóstoles es el cuerpo de Cristo, nuestro hermano, pero es también nuestro cuerpo destinado a la gloria; la luz que le inunda es y será también nuestra parte de herencia y de esplendor. Estamos llamados a compartir tan gran gloria, porque somos "partícipes de la divina naturaleza"" (L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 13 de agosto de 1978, p. 3).

Al recordar su piadosa muerte, doy fervientes gracias a Dios por haber dado a la Iglesia a un Pastor, fiel testigo de Cristo Señor, enamorado de modo tan sincero y profundo de la Iglesia y tan cercano a las expectativas y a las esperanzas de los hombres de su tiempo, deseando vivamente que cada miembro del pueblo de Dios honre su memoria con el compromiso de una sincera y constante  búsqueda de la verdad.


Con estos sentimientos, a la vez que invoco la protección materna de la Virgen María, le envío de corazón a usted, venerado hermano, y a cuantos están  encomendados  a su solicitud pastoral, una bendición apostólica especial.


Castelgandolfo, 26 de julio de 2008


 [Traducción del original italiano distribuida por la Santa Sede

© Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]


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Carlos Peinó Agrelo, peregrino, Cursillista, Colaborador en la redacción de la Positio super virtutibus del Siervo de Dios nos envío historia del movimiento de cursillos de cristiandad.

HISTORIA

DEL MOVIMIENTO

DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD

 

 

 

24 de Septiembre de 2008.

Nuestra Señora de la Merced



Cuatro son las facetas, perfectamente diferenciadas, en el comportamiento de Bonnín, que vamos a presentar con sus palabras, las de Francisco Forteza, Eduardo Suárez, Jesús Valls, Guillermo Bibiloni, etc. Estas facetas son: FIRMEZA, DEBILIDAD, SILENCIOS Y MENTIRAS. Luego juzgue el lector.

 

          1.       FIRMEZA

 

          Eduardo Suárez, en una de sus entradillas, escribe que «[...] resulta delicado comprender que una persona como Eduardo Bonnín, cuyo “pecado” ha sido crear los Cursillos de Cristiandad y defender sus orígenes y principios [...]» [1].

          «[...] Era como todos sabían –escribe Forteza– el dirigente que más defendía sus propios criterios ante los sacerdotes y el Obispo cuando eran discrepantes» [2].

 

                   1.1.    Respuestas de Bonnín a Eduardo Suárez

 

          «[...] El sacerdocio está condicionado por muchas cosas y yo siempre me he sentido un hombre libre, con las mayores posibilidades de poder opinar (aunque no me han dejado opinar casi nunca) y de poder decir lo que he pensado en cada momento [...]» [3]. «[...] Soy una persona que no se parece a nadie, hago lo que me da la gana y disfruto de vivir [...]» [4].

          «Lo  que  defendía  entonces,  y  lo  que  he  defendido siempre, es  el fruto de los Cursillos [...]» [5].

          «La defensa personal no me parece correcta, ahora, cuando has de  defender  algo  que  vale más que tú, hay que jugarse el tipo» [6].

          «Sé muy bien que a la verdad histórica no hay que defenderla, ya que con el paso del tiempo se defiende sola [...], pero entiendo que sí me concierne y me obliga el ineludible deber de tener que salir en defensa de la verdad [...].

          »No soy partidario de acudir donde no me llaman, pero si alguien trata de prostituir mi pensamiento, empleando mi nombre para defender ideas diametralmente opuestas a la verdad, dándoles un sentido completamente contrario a lo que yo quise decir al decirlo, entiendo que es de justicia hacer uso de la santa libertad de los hijos de Dios, y por lo menos protestar, aun sabiendo que el derecho del pataleo no suele ser escuchado por quienes provocan la necesidad de ejercerlo.

          »No obstante, siento que en conciencia tengo la obligación de decir la verdad, aun a riesgo de que el decirla pueda interpretarse como una reacción de mi amor propio, de mi orgullo o de mi ambición, que aunque sé muy bien que a menudo debo corregirme de cada una de estas tres cosas, o de las tres juntas, sería tonto emplearlas para defender la verdad, ya que la verdad, como dije, tarde o temprano flota siempre por sí misma y no necesita flotadores» [7] ... «[...] No necesita interpretaciones ni defensores, ella se defiende sola, basta explicarla [...]» [8] ... «[...] Se impone por sí misma» [9].

          «Desde Mallorca estamos protestando del secuestro que se ha hecho de los Cursillos. Entiendo que es mi responsabilidad y no me quedaría tranquilo sino dijera que, por ejemplo, los Cursillos Mixtos van contra la esencia del Movimiento de Cursillos. Nadie está obligado a escucharme, pero yo en conciencia, me veo obligado a decir esto [...]» [10].

          «En una carta de aquella época comentas –escribe Eduardo Suárez en la pregunta que le hace a Bonnín–: “Mi situación es muy pintoresca y todo movimiento mío despierta una serie de susceptibilidades”. Este comentario lo encontré repetido en muchas otras cartas. En otra, decías: “Estoy en entredicho y no se me permite ejercer mi libertad”. Y todavía en una carta de 1969 podemos leer: “el haber dicho algunas verdades en las alturas, me ha situado fuera de juego”. ¿Cuánto duró esta situación?

          «Era la verdad –le contesta Bonnín– y creo que todavía lo es [...]» [11].

          «En Roma, hace mucho tiempo, dieron la orden de que los Cursillos deberían ser únicamente para los hombres de una determinada edad; yo protesté, pero como siempre, no me escucharon [...]» [12].

          «Yo ahora soy gubernamental, me han acogido en el OMCC, por lo tanto yo no puedo estar en contra. A mí me gusta la revolución, pero si las cosas ya están revolucionadas para qué voy a armar más revoluciones, es un tontería. Pero considero que en este momento la idea de los Cursillos es completamente distinta de lo que se necesita ahora [...]» [13].


                   1.2.    Jesús Valls

 

          «Eduardo ha tenido la imagen de infranqueable y contumaz en las exigencias de llevar a cabo un método» [14]. «[...] Quien le contradice en su pensamiento cursillista, se encuentra una “guardia suiza” en las puertas de su criterio [...]» [15].

 

                   1.3.    P. Antonio Pérez Ramos

 

          «No le falta una tozudez amable, la de quien conoce las fuentes, los genes, las raíces, el devenir de una criatura que lleva en la mente y en el corazón. La de quien no tolera que nadie tergiverse  o  manipule  o profane  un  proyecto  hecho  carne con tanto afán, contra viento y marea [...]» [16].

 

                   1.4.    Frances Ruppert

 

          «[...] Su carácter humilde y su estilo discreto y amistoso, puede a veces contrastar considerablemente  con  sus  fuertes  convicciones,  presentadas  de manera enérgica y entusiasta [...]» [17].

 

                   1.5.    Guillermo Bibiloni

 

          «[...] Bonnín ha defendido desde 1944 el valor universal del método de Cursillos. Ardua y dolorosa ha sido la lucha para conseguir que se aceptara su punto de vista [...]» [18]. «[...] Defenderlos a capa y espada [...]» [19].

          «[...] Si hay un campo donde no tiene rival, es éste de los cursillos, en cuyo altar ha quemado toda su vida. Timeo hominem unius libri, decía Tomás de Aquino. Temo al hombre de un solo libro, de una sola idea. Por esta razón resulta un adversario temible e imbatible. El mismo confiesa a Cesáreo que “tiene cierta implacable firmeza cuando defiende lo que cree verdadero”. Reconoce, al mismo tiempo, que “él no es la verdad, pero por haberla vivido, entiende que puede contarla”. Y la cuenta [...]» [20].

          «[...] Con gran sorpresa de todos, sigue donde ha estado siempre: firme contra viento y marea, fiel a si mismo y sus raíces, inamovible en su genuina concepción de los Cursillos, a los que quiere como a la niña de sus ojos, por los que vive y se desvive, y que, a no dudarlo, representan el sueño dorado de su vida. Esta firmeza y fidelidad a unos principios, se paga caro en una sociedad elástica como la nuestra. El precio que por ello ha debido de pagar, podemos barruntarlo nosotros, más únicamente él lo conoce en realidad» [21].

          «[...] Eduardo sigue siendo el mismo de siempre, el lector apasionado, el eterno aprendiz de cristiano, una asignatura que dura tanto como la vida, el amigo de la verdad más que de Platón [...], el que nada a contracorriente y avala con su conducta la teoría que ha forjado, el hombre, en fin, cuya única y gran pasión son los Cursillos de Cristiandad. Sabe de fijo que goza de un amplio respaldo popular, y que si algunos en la cúspide lo menosprecian y miran con recelo, son muchísimos más los que lo aprecian y estiman, aprueban su labor y confían plenamente en su palabra y en su obra» [22].

          «Existe  otra  carta  de Eduardo a Mons. Enciso. En ella  defiende Bonnín los Cursillos [...]» [23].

          «[...] En la entrevista celebrada en el despacho del obispo Hervás [el 30 de octubre de 1966 en Ciudad Real [24], éste trató de convencerle para que firmara un documento en el cual se hacía constar que los Cursillos comenzaron el año 1949 y no en 1944. Y viendo que no lograba convencerle por las buenas, comenzó a hablarle de Averroes y otros herejes con el fin de infundirle miedo. Pero Eduardo se mantuvo firme, negándose a firmar, gesto que le honra y que por sí sólo da la talla del personaje; un hombre de carácter que sabe decir no cuando debe decir no [...]» [25].

 

          Sin embargo, firmó como veremos en el punto siguiente.

 

                   1.6.    D. Juan Capó

 

          «En este mismo libro [Pequeñas Historias escrito el año 1970] trata de los orígenes de los Cursillos. Cita  en primer lugar –escribe Bibiloni– a don Sebastián Gayá, su antecesor en el cargo de Consiliario de los Jóvenes [...]. Luego pregunta: “¿Otros nombres?” Y responde él mismo: “No hay duda que existieron. Los más conocidos: Eduardo, el nombre a secas lo califica sin ambigüedad posible. Es muy pronto para intentar un análisis sintético de su personalidad tan rica y compleja como difícil. Le ha caracterizado siempre un afán obsesivo, que nace de su convicción profunda de influir estratégicamente, siempre de una forma indirecta. Preguntas, consejos, sugerencias, la ironía magistral con que pinta las situaciones erradas. Ha buscado siempre en el ardor de otros una especie de contrapeso. Encuentra en la pasión ajena el ámbito donde aportar la subjetiva y absoluta seguridad de sus esquemas de pensamiento. Procede por formas simples, esquemas, con una imaginación que suple y suplanta el razonamiento. Con una claridad en lo que piensa y una tenacidad en lo que quiere, propia de quien ha sentido siempre la responsabilidad de la conducción. Incansable y tenaz”» [26].

 

          2.       DEBILIDAD

 

          «Por qué en el libro “El cómo y el  porqué” –le pregunta Eduardo Suárez a Bonnín– das como fecha decisiva en la vida de los cursillos enero de 1949 y no mencionas agosto de 1944?»

          «Ten en cuenta –le responde– que antes teníamos que apoyarnos en la jerarquía, ellos eran el derecho a la vida, sino nos mataban. A mí me quisieron hacer prometer que los Cursillos no empezaron en 1944 y que empezaron en 1949, yo no tuve más remedio que decir que en el 49 empezó la numeración, la oficialización de los Cursillos. Ésta es la verdad» [27].

          Pero, ese  libro  está firmado por ti y por Miguel Fernández , le pregunta de nuevo.

          «Yo siempre –le contesta– he estado en libertad vigilada, no tuve más remedio que decir lo que querían que dijera. Si en ese momento no lo hubiera aceptado, el movimiento de Cursillos hubiera sido condenado [...]» [28].

 

          Este mismo hecho lo refiere después Bibiloni.

 

          «Otro despropósito es el referente a la fecha del primer cursillo. ¿Cómo es posible –se pregunta Bibiloni– que Fernández y Bonnín suscribieran semejante versión de los hechos? Recordemos, en descargo suyo, que en aquellos años no se podía decir públicamente otro cosa. Desde las alturas se había puesto nombre y fecha al primer cursillo, y era tenida por heterodoxa cualquier otra versión. En consecuencia, dan la del 7 de enero de 1949 como fecha decisiva, y consideran al de San Honorato por sus especiales características como el primer cursillo, aunque no lo expresan con la rotundidad de don Juan Capó. “Este Cursillo fue como todos los demás”» [29].

 

          3.       SILENCIOS

 

          «[...] Llegaron a ordenarme que no viajara y que les enviara todas las cartas que recibía y también la contestación. Pero si yo en aquel tiempo me hubiera rebelado, seguramente hoy no tendríamos Cursillos» [30].

 

                   3.1.    Francisco Forteza

 

          «[...] Yo era testigo privilegiado de una actitud permanente de Bonnín, de llevar su obediencia a la Iglesia jerárquica mucho más allá de lo que el derecho canónico preveía, hasta el punto de poner en riesgo el verdadero carácter de una obra como los Cursillos, por él inicialmente diseñada.

          »Para cerciorarme de esta impresión, reforcé mis estudios de Derecho Canónico, que compatibilicé con los de Derecho Civil, y con ello no hice sino llegar a convencerme de que Eduardo tenía no sólo el derecho sino también incluso el deber, de mantener públicamente su discrepancia en los temas metodológicos y conceptuales controvertidos: punto en el que nunca me dio la razón el propio Bonnín, siempre partidario de que sólo diría sus discrepancias a quienes le preguntaran, para no suscitar desconcierto o escándalo o división innecesarios en un movimiento que trascendía con mucho a él mismo, a Capó, a Hervás y a todos sus dirigentes [...].

          »Mucho más tarde  he entendido que, atendida la dinámica histórica de la Iglesia visible en este siglo, Bonnín llevaba razón, y que agrandar diferencias entonces hubiera quizás imposibilitado la situación actual» [31].

 

          Obsérvese que Forteza, aunque después exculpe a Bonnín, era en principio de la opinión que «Eduardo tenía no sólo el derecho sino también incluso el deber, de mantener públicamente su discrepancia en los temas metodológicos y conceptuales controvertidos». Pero Bonnín guardó silencio.

 

          «[...] Ante las inexactitudes históricas que patrocinaba el Secretariado Nacional de Cursillos de España, el P. Seguí elaboró un texto con el título de “Orígenes de los Cursillos de Cristiandad. 1941-1949” [...], que explica la génesis y el nacimiento de los Cursillos en su más veraz perspectiva, y que puede considerarse demasiado breve y por tanto incompleto, pero en absoluto tendencioso, ya que en él no se menosprecia la labor de ninguno de los protagonistas iniciales del Movimiento. Sin embargo, evidentemente constituyó una descalificación cualificadísima de la pseudo-historia de Cursillos, que acababa de completar el Secretariado Diocesano de Mallorca dirigido por D. Juan Soler, con la colocación de una lápida en la Monasterio de Randa, donde se celebró el cursillo de enero de 1949 [...] afirmando que “Aquí se celebró del 7 al 10 de enero de 1949 el primer Cursillo de Cristiandad de la historia”.

          »La reacción al trabajo del P. Seguí fue muy virulenta, tanto en Ciudad Real como en Córdoba, dando lugar a la publicación de réplicas por parte de D. Francisco Suárez y D. Clemente Sánchez y del propio D. Juan Capó, pretendidamente descalificadoras, y que en realidad aportaron muy poca luz, sobre todo, por la negativa de Bonnín a terciar en la polémica pública.

          »Sin duda hubo quienes pensaron que el P. Seguí escribió aquel trabajo histórico inducido por el propio Bonnín, pero puedo asegurar que no sucedió así, y que a Eduardo le sorprendió ese trabajo tanto como a los demás, aparte de que le confortara su contenido. Más aún; puedo asegurar también que el efecto más directo del estudio del P. Seguí fue el que Bonnín propusiera una vez más la elaboración de la “Vertebración de Hechos” [...] precisamente porque no le parecía evangélico tener que historiar contradiciendo y por tanto descalificando de alguna forma a personas como Hervás, Capó o Suárez, sin las que los Cursillos nunca hubieran sido lo que son; ya que creía que estos previos posicionamientos históricos en clave de polémica podrían teñir de afán de protagonismo lo que no quería ser sino llana afirmación de la verdad» [32].

 

          El hecho es que Bonnín se negó a terciar en la polémica pública porque no le parecía evangélico tener que historiar contradiciendo y por tanto descalificando de alguna forma a personas sin las que los Cursillos nunca hubiesen sido lo que son. Sin embargo, la historia, ¿real  u oficial?, se escribió y se escribió con estos silencios.

          ¿Aún así hemos de aceptar la invitación de Bibiloni de que «[...] acudamos a las fuentes en busca de información, y ninguna, a su juicio, más fidedigna que la del propio Eduardo [...]»? [33].

          ¿Dicho sea con todos los respetos, cómo saber cuándo Bonnín ha dicho la verdad y cuando no?

 

          «[...] Bonnín nunca se atrevió, hasta la década de los 70, a exponer en público que a su entender nadie en Cursillos, y por tanto tampoco ningún sacerdote, debía poder tener protagonismo alguno si no integraba una auténtica reunión de grupo [...]» [34].

          A este hecho también se refiere Bibiloni lo que no tiene nada de extraño, toda vez –como el mismo nos dice– acude a Forteza hartas veces.

 

                   3.2.    Guillermo Bibiloni

 

          «Pese al revuelo que se armó, a raíz del escrito del padre Seguí, Eduardo guardó silencio y se negó a terciar en la polémica. Por sensatez, no quería contradecir a personas como Hervás, Capó o Suárez, a quienes tanto debían los Cursillos y sin cuya contribución jamás hubieran llegado a ser lo que hoy son. Por otra parte, deseaba evitar la sospecha de que lo hacía inducido por un afán de protagonismo y no por defender la verdad» [35].

          Con fecha 6 de abril de 1964, a tan sólo cuatro meses de la muerte de Manuel Aparici, Mons. Hervás le dice a Bonnín «haberse enterado confidencialmente de que [...], cuando se halla de viaje por el extranjero y oye que le llaman Fundador de los Cursillos de Cristiandad, no lo desmiente, sino que con un chiste deja la cosa en el aire y hasta parece que lo confirma. Y advierte: “Sinceramente, creo que tienes el grave deber de conciencia de aclarar siempre que se te dé tal título que eres uno de los Fundadores, pero no “el Fundador” [...]. Conviene [...] que dejes claro este punto [...].

          «Queriendo o sin querer –escribe Bibiloni–, Hervás ha tocado la fibra más sensible de Eduardo: los Cursillos de Cristiandad. Se le presenta ahora la gran ocasión,  y no la desaprovechará, para vindicar la verdad histórica, que algunos –entre ellos el propio obispo prior– desconocen, tergiversan o niegan. No es cuestión de vanidad, ni defensa personal y menos ambición, sino de algo más serio y trascendental. Se trata de verdades históricas, que por ser verdades y por ser historia de la Iglesia valen mucho más que quienes, las sostienen, tergiversan o niegan.

          »Bonnín quiere que el obispo Secretario Nacional de Cursillos tenga todos los datos precisos acerca del origen de los mismos a fin de que pueda encauzarlos debidamente. Si no los aprovecha, es su responsabilidad. Eduardo tendrá, por lo menos las manos limpias y la conciencia tranquila. Por vez primera en la vida va a revelar la verdad, toda la verdad, con el mayor respeto y sumisión. Reconoce su parte de culpa por no haberlo hecho antes, por haberse callado durante tanto tiempo a causa de un respeto y un jerarquismo mal entendidos. Y así escribe: “Con sinceridad, entiendo que ha llegado la hora de decirle, no para recoger ningún laurel, ni para que lo sepa nadie, pero sí para que los sepa Vuestra Excelencia que los cursillos en sus líneas esenciales, y hasta en sus detalles concretos, estaban ya estructurados y perfilados en casi todos los pormenores que lo integran ahora, en el año 1946, y que los concibieron y estructuraron seglares únicamente” [...].

          »Inicialmente, no había ningún sacerdote en el grupo que los concibió y estructuró. Comprendo que sería más bonito lo otro, pero esto es lo verdadero. Lo recuerdo perfectamente y el relato de la Proa citada y su fecha, lo sitúa fuera de toda duda. Por esto, cuando me han hecho preguntas concretas al respecto no he dicho más que la verdad, porque no creo que haya nada ni nadie que pueda obligarme a decir mentiras. Los Cursillos se gestaron los años 1944, 1945 y 1946, valiéndonos de las notas y de las experiencias que teníamos de los que se celebraron el año 1941 y 1943 por los del Consejo Superior. Esta es la verdad.

          »Ni el gallo de Pitágoras cantó más claro. Se necesitan agallas para decirle a quien se considera el “Obispo de los Cursillos” y [...] lo que acaba de decirle Eduardo [...].

          «“Si la primera vez que, de seguro de buena fe, se faltó a la verdad histórica –le sigue diciendo Bonnín– , me hubiera apresurado a decir la verdad con caridad, en lugar de optar por la cómoda solución de decir, callándome, que era blanco lo que sabía bien que era negro, tal vez no habríamos llegado a este estado de cosas en que uno parece que se defiende a sí mismo con decir tan sólo lo que siempre fue verdad, aunque nadie lo dijera. La realidad de los hechos, sin culpa de nadie más que mía por haber callado, se ha ido tergiversando de tal manera que hasta Vuestra Excelencia ha podido decir, creyendo decir verdad, que los Cursillos fueron “fundados” por un grupo de sacerdotes y “algunos” seglares, entre los cuales estaba yo”» [36].

 

          En contra de lo que pudiera parecer, Bonnín le da la razón a Mons. Hervás. Él no es el Fundador de los Cursillos, pues le dice (en plural) que Cursillos «los concibieron y estructuraron seglares únicamente».

          Por otro lado, destacar que es en Mayo de 1964 cuando Bonnín dice que por vez primera en la vida va a revelar la verdad, toda la verdad, para vindicar la verdad histórica. Nunca antes, según él, lo había hecho, pero, sin embargo, una historia ¿real u oficial? se había escrito con esos silencios.

          ¿Sólo ésta es la verdad? ¿Quiere decir que cualquier otra afirmación hecha por él antes de esa fecha no la hemos de tener por verdad?

 

          «El operario se fue de este mundo sin haber comprendido cabalmente el qué y para qué del MCC. Menos aún supo comprender las razones que tuvo Eduardo para guardar silencio frente a las falsedades históricas propaladas, silencio del cual se ha dolido y reconocido culpable [...]» [37].

 

          Es de agradecer su reconocimiento de culpabilidad, pero lo escrito, escrito está con sus silencios ¿Historia Real? ¿Historia Oficial? ¿Historia ... ?

 

          4.       MENTIRAS

 

                   4.1.    Mons. Cordes

 

          «[...] Debo confesar –repetimos– que a veces miento hablando en plural, pero el singular me da mucho fastidio. En la mejor de las hipótesis, la culpa es mía por haber adoptado la solución fácil de callar verdades vividas; pero no lo he hecho para elegir el camino más fácil, sino por haber experimentado en la carne, infinitas veces, que se daba más importancia a la obediencia que a la verdad, y mi interés era que los cursillos siguieran adelante a pesar de todo» [38].

 

          ¿Es de extrañar, pues, que convivan dos historias de Cursillos?

 

          CONCLUSIÓN

 

          Comprendemos y admiramos el sacrificio de Eduardo por los Cursillos, pero se estará de acuerdo con nosotros que se ha puesto y ha puesto a otros ante una situación muy delicada que afecta a la veracidad histórica. Por todo ello, hemos de preguntarnos cuánto hay de verdad en la llamada historia real de los Cursillos de Cristiandad, cuánto en la llamada historia oficial, y sino es necesaria  una revisión de ambas historias.

 

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 Carlos Peinó Agrelo, peregrino, Cursillista, Colaborador en la redacción de la Positio super virtutibus del Siervo de Dios nos envía escrito sobre la historia de los cursillos de cristiandad.

HISTORIA
DEL MOVIMIENTO
DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD

 

 24 de Septiembre de 2008.

Nuestra Señora de la Merced

 

 

          «La Sub-Comisión de la revisión de Ideas Fundamentales –se lee en la Carta Mensual OMCC, Agosto 2008- presentó [en la Segunda Reunión de Ideas Fundamentales y la Segunda Reunión Ordinaria del MCC celebrada en Miami los días 22-27 de julio de 2008] el trabajo, que había preparado, parta su renovación y comentario. Se estudiaron y se recomendaron revisiones para cinco capítulos: Historia, Carisma, Mentalidad, Finalidad y Método [...].

          »Después de mucho estudio y diálogo sobre el capítulo de Historia, se decidió que se escribiera un capítulo con una historia general del Movimiento de Cursillos, semejante a lo que está en propuesta de formar una Comisión nueva, que incluyera un Historiador, con la finalidad de estudiar y publicar un libro completo sobre la Historia del Movimiento de Cursillos de Cristiandad».

Fray Servando García Rubio, O.S.A. ha escrito un libro titulado «Cursillos de Cristiandad. Una respuesta al Espíritu» publicado por el Secretariado Nacional de Cursillos de Cristiandad de España, 2003. La primera parte está dedicada a la Pre-Historia de los Cursillos de Cristiandad y la segunda a la Historia. De lo escrito por él sólo recogemos aquí las palabras que dedica AL LECTOR si bien antes creemos conveniente recordar las palabras de Mons. Meneses, Obispo de Tarrasa, y de Juan Capó, testigo excepcional de los orígenes de los Cursillos de Cristiandad, Consiliario del primer Secretariado Diocesano, etc.

          Dice el primero: «Permitidme en primer lugar recordar  cuan importante es conocer y valorar los orígenes, la propia historia, las raíces. Conocer la historia de la familia que se transmite de generación en generación. El álbum familiar que se pasa de padres a hijos. Es éste un aspecto que se cuida sobremanera en determinadas instituciones eclesiales pero que se descuida un tanto en el MCC [...]» [1].

          Escribe el segundo en «Pequeñas historias de la historia de los Cursillos de Cristiandad», Secretariado Nacional de Cursillos de Cristiandad de España 1970:

          *        «Una historia debe atender a hechos para situarlos en un contexto intencional. Tiene perspectiva y comporta una valoración. Una información exhaustiva en lo fundamental y un ánimo neutro. No creo que haya llegado el momento. Yo por lo menos no asumiría el riesgo. Ya hay capítulos que podrían cerrarse. Hay hechos capitales que pasarán en bloque a la historia de los Cursillos: la Ultreya de Roma y el discurso de Pablo VI, por ejemplo. Lo más difícil será fijar los límites cambiantes en las etapas de formación, de lo que, precisamente está en la raíz de cualquier intento de inteligencia.

»Es hora, sin embargo, de aportar algunos materiales de valor desigual y que, al tiempo que satisfacen la cariñosa curiosidad, pueden dar una plataforma para contestar a ulteriores preguntas. Por esto, por no asumir más responsabilidad que narrar lo que creo que puede interesan de mis recuerdos, de algunos de mis recuerdos, es preferible calificar este trabajo que me pide el Director de la Hoja del Secretariado Nacional con el nombre de “pequeñas historias”» [2].

*        «Se ha dicho y se ha escrito mucho [sobre cómo empezaron los cursillos]. No fue una casualidad. Se encuentran muchos de sus elementos en las fechas anteriores al Cursillo 1º de San Honorato. Sin embargo, el Cursillo de San Honorato comportó una realidad nueva. Fue un hallazgo. La actitud de los que asistimos a este primer Cursillo fue asombro. Lo habíamos conseguido. Es un hecho. Podría citar los documentos que avalan lo que digo. Mejor será contar la historia» [3].

*        «No puede darse [una respuesta concreta] Hay quienes no aparecen a lo largo de años y cuya influencia fue decisiva. Era un ambiente. Un afán [...].

»No nos queda más remedio que repetir lo que ya escribimos en otra ocasión: “ El primer Cursillo era la realización de unos afanes, de unas ansias, de unos modos de ser y de actuar. Fue algo posible en el clima pastoral y apostóicos de aquellos momentos. Para indicar los comienzos reales de los Cursillos tendríamos que remontar hasta sus raíces, las corrientes que los hicieron posible, detallar desde su nacimiento las inquietudes que les dieron ser. Lo cierto es que no nacieron de golpe, así como un milagro hecho, como la luz de una estrella que sorprendiera la noche puesta de repente en el arco del cielo por los dedos de Dios. No es la obra de un hombre, sino de un grupo, de un clima, de una afán convergente primero y compartido después» [4].

*        «Un entusiasmo apostólico como acento peculiar y definidor de lo mejor de la Peregrinación a Santiago  con todo lo que ella comportó en su preparación, realización y aprovechamiento posterior» [5].

*        «[...] Los Cursillos, como en toda historia, tienen una prehistoria no debe confundirse. Al principio no se confundió. Pienso un día probar alto tan sencillo como esto: En 1949 nadie dudó que algo había empezado. Hasta después de 1956 nadie dudó que la historia de los Cursillos tenía una fecha [...]»[6].

*        «[...] Hay mucho que rehacer y que estudiar todavía. Yo mismo me siento incapaz de localizar donde podría hallarse una documentación rica y completa. Éramos reacios a la publicación de lo que sabíamos, era difícil [...].

          »Hay mucho material que pasó al Cursillo y que no se ha mantenido después. Las fichas definiendo los tipos. El estudio de las diferentes Acciones Católicas que servía para el primitivo rollo de estudio del ambiente. Material que vino traspasado de los antiguos Cursillos y que apenas existe en un volumen mecanografiado que pocos poseen y que casi en su totalidad posee Eduardo Bonnín [7], el seglar que más intensa y responsablemente vivió la aventura de los Cursillos desde su misma prehistoria. Los esquemas del célebre Cursillo, verdadera premonición que celebró en Mallorca el centro de la J.A.C.E. de Tarrasa en agosto de 1946 y que ha publicado “Aguas Buenas”, en un intento de aportar este material difícil para el estudio de los interesados en el movimiento [...]»[8].

          «[...] Sucedieron muchas cosas que no me corresponde narrar y que debo silenciar. Voy a relatar la parte de mis recuerdos, la que a mí me corresponde y que tiene suficiente perspectiva para que pueda ser utilizada. No hablo de [...] las tensiones que a lo largo del año 1956 y parte de 1957 nos hicieron sufrir a todos, incluso a los que nos esforzamos por mantener un silencio que gritaba de puro dolor» [9].

          «[...] Hay  un  dato que no he contado nunca sino a los íntimos y que hago ahora público [...]»[10].

 

          En el Capítulo XI: ¿Historia real de los Cursillos de Cristiandad? de nuestro trabajo de investigación y análisis titulado Manuel Aparici «Capitán de Peregrinos» presentábamos este tema de tanta importancia, tan delicado y controvertido al mismo tiempo de la mano de Francisco Forteza, Guillermo Bibiloni, Eduardo Bonnín, etc., pesos pesados del Movimiento, con sus mismas palabras tomadas de los siguientes libros:

          *        «Historia y Memoria de Cursillos», de Francisco Forteza Pujol [11]; «Eduardo Bonnín un aprendiz de cristiano», de Eduardo Suárez del Real Aguilera, e «Historia de los Cursillos de Cristiandad. Mallorca, 1944-2001», de Guillermo Bibiloni, los cuales forman parte de la Colección: CURSILLOS DE CRISTIANDAD, FUNDACIÓN CURSILLOS DE CRISTIANDAD, Libros Libres, y figuran entre las publicaciones de la Fundación Eduardo Bonnín Aguiló (FEBA). Es de agradecer a todos ellos su testimonio y a la Fundación su publicación.

          «Tal como yo lo veo –me decía Ismael Sahún, administrador de la página web Cursillos y Cursillistas y de la Fundación, libros, por su E-Mail de fecha 3 de enero de 2007–estos libros están supervisados, cuando no escritos, por Eduardo Bonnín [...]».

          *        «Signos de Esperanza. Retrato de siete movimientos eclesiales», de Mons. Paul Joseph Cordes.

 

Francisco Forteza y Guillermo Bibiloni han escrito una Historia: «Historia y Memoria de Cursillos» e «Historia de los Cursillos de Cristiandad. Mallorca, 1994-2001», respectivamente. Por otro lado, sus libros forman parte de la Colección: CURSILLOS DE CRISTIANDAD, FUNDACIÓN CURSILLOS DE CRISTIANDAD, Libros Libres, y figuran entre las publicaciones de la Fundación Eduardo Bonnín Aguiló, supervisados, cuando no escritos por Eduardo.  Del contenido de estos libros trata el trabajo de investigación que enviamos tiempo atrás, y cuya relectura recomendamos.

 

La Primera Parte del trabajo está dedicada a «Manuel Aparici y la Peregrinación a Santiago»; la segunda a «Manuel Aparici y los Cursillos de Cristiandad» y la Tercera y última a la «Vanguardia de Cristiandad-Cursillos de Cristiandad».

Se nos ha dicho: «el estudio que haces es de gran valor porque es pesquisa, y todo está fundamentado con citas». «[...] Es maravilloso tu trabajo [...]». Al mismo tiempo, se nos ha deseado el mejor de los éxitos y que Dios bendiga nuestro trabajo con muchos frutos de bien. Algunos se sienten muy honrados de que algo que se pone en sus blogs pueda servir a otros.

 

          Dicho capítulo dice así:

 

          «Encontrar dos definiciones de Cursillos o dos escenarios y fecha distintas para situar el primero que se impartió en el mundo –escribe Eduardo Suárez en una de sus entradillas–, no es una simple anécdota o un detalle sin importancia, es la punta de un triste iceberg en el que conviven dos historias de Cursillos: la real y la oficial. Como todas las  historias  oficiales,  la  de Cursillos está escrita con silencios y teñida de oscuridades» [12].

 

          Estamos plenamente de acuerdo con él en que esta cuestión «no es una simple anécdota o un detalle sin importancia». ¿Pero sólo la historia oficial de los Cursillos es la que está escrita con silencios y teñida de oscuridades? ¿La real, no?

          Al igual que él intentamos aportar algo de luz a los hechos y precisar ciertas afirmaciones  que  se hacen en los libros que ocupan nuestra atención «[...] sin otra pretensión –como escribe Bibiloni– que la de una estricta fidelidad a los hechos tal como sucedieron» [13].

          Y hablando  de  «silencios  de  la historia oficial», como él dice, recordar que me puse en contacto con él con fecha 26 de mayo de 2007 –y el 2 y 19 de julio del mismo año– con el ruego de que me  aclarase unas palabras de Bonnín –de esa historia real– que aparecen en la página 72 de su libro. Prometió contestarme cuando regresase a Mallorca, porque en esa fecha estaba en México, sin embargo hasta el día de hoy no he recibido contestación alguna.  ¿Cómo interpretar su silencio?

 

          «Ignoro –escribe Eduardo Suárez en el prólogo de su libro– si quienes han invitado una historia oficial de los Cursillos, crearán una biografía oficial de Eduardo, pero me permito dudarlo porque parte del discurso oficial pasa por “negar al César lo que es del César” [...]» [14].

 

          ¿Y habla de «negar» cuando él me ha negado unas aclaraciones que le pedía? ¿No está contribuyendo él con su silencio a esa historia?

 

          «[...] Conocer la vida de Eduardo de viva voz –afirma–, será internarse en la intrahistoria de los Cursillos y penetrar hasta la génesis de este movimiento [...]» [15].


[1]  De la conferencia que pronunció el día 10 de noviembre de 2005 en el Salón de Actos del Obispado de Córdoba con motivo de la conmemoración del 50 aniversario del MCC en Córdoba.

[2]  Páginas 9 y 10.

[3]  Página 10.

[4]  Página 13.

[5]  Página 16.

[6]  Página 48.

[7]  «[...] Era el único que tenía programadas y sistematizadas todas sus intervenciones [...]» (Página 19).

[8]  Páginas 71 y 72.

[9]  Página  75.

[10]  Página 76.

[11]  http://www.iglesia.cl/CURSILLOSCRISTIANDADVALPARAISO/historia%20.

[12]  EBAC p. 61.

[13]  HCC p. 32.

[14]  EBAC p. 20.

[15]  EBAC p. 16.

 


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Martes, 23 de septiembre de 2008

Discurso de Benedicto XVI pronunció el  sábado, 20 de Septiembre de 2008, en la Sala de los Suizos del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, al recibir en audiencia a los participantes en el Congreso Internacional de Abades Benedictinos.


Queridos Padres Abades,

Queridas Hermanas Abadesas,

con gran alegría os acojo y saludo con ocasión del Congreso Internacional que cada cuatro años reúne en Roma a todos los Abades de vuestra Confederación y a los Superiores de los Priorados independientes, para reflexionar y discutir sobre las modalidades a través de las cuales encarnar el carisma benedictino en el presente contexto social y cultural, y responder a los nuevos desafíos que éste pone al testimonio del Evangelio. Saludo sobre todo al Abad Primado Dom Notker Wolf y le agradezco todo lo que ha expresado en nombre de todos. Saludo también al grupo de Abadesas, que han acudido en representación de la Communio Internationalis Benedictinarum, como también a los Representantes ortodoxos.


En un mundo desacralizado y en una época marcada por una preocupante cultura del vacío y del "sinsentido", vosotros estáis llamados a anunciar sin compromiso el primado de Dios y de hacer propuestas de nuevos caminos de evangelización. La tarea de santificación, personal y comunitaria, que buscáis en la oración litúrgica que cultiváis os permiten dar un testimonio de particular eficacia. En vuestros monasterios, sois los primeros en renovar y profundizar día a día el encuentro con la persona de Cristo, que tenéis siempre con vosotros como huésped, amigo y compañero. Por esto vuestros conventos son lugares adonde hombres y mujeres, también en nuestra época, corren a buscar a Dios y a aprender a reconocer los signos de la presencia de Cristo, de su caridad, de su misericordia. Con humilde confianza, no os canséis de compartir, con cuantos se dirigen a vuestras solicitudes espirituales, la riqueza del mensaje evangélico, que se resume en el anuncio del amor del Padre misericordioso, dispuesto a abrazar en Cristo a toda persona. Continuaréis así ofreciendo vuestra preciosa contribución a la vitalidad y santificación del Pueblo de Dios, según el carisma particular de san Benito de Nursia.


Queridos Abades y Abadesas, vosotros sois los custodios del patrimonio de una espiritualidad radicalmente anclada en el Evangelio. Per ducatum evangelii pergamus itinera eius, dice san Benito en el Prólogo de la Regla. Por esto os compromete en comunicar y dar a los demás los frutos de vuestra experiencia interior. Conozco y aprecio mucho la generosa y competente obra cultural y formativa que tantos de vuestros monasterios llevan a cabo, especialmente en favor de las nuevas generaciones, creando un clima de acogida fraterna que favorece una singular experiencia de Iglesia. En efecto, es de importancia primaria preparar a los jóvenes a afrontar su porvenir y a medirse con las múltiples exigencias de la sociedad, teniendo una referencia constante en el mensaje evangélico, que siempre es actual, inagotable y vivificante. Dedicaos por tanto a los jóvenes con renovado ardor apostólico, pues son el futuro de la Iglesia y de la humanidad. Para construir una Europa "nueva" es necesario empezar con las nuevas generaciones, ofreciéndoles la posibilidad de acercarse íntimamente a las riquezas espirituales de la liturgia, de la meditación y de la lectio divina.


Esta acción pastoral formativa, en realidad, es cada vez más necesaria para la entera familia humana. En muchas partes del mundo, especialmente en Asia y en África, hay gran necesidad de espacios vitales de encuentro con el Señor, en los que a través de la oración y la contemplación se recuperen la serenidad y la paz con uno mismo y con los demás. Por tanto, no dejéis de salir al encuentro con corazón abierto a las esperanzas de cuantos, incluso fuera de Europa, expresan el deseo verdadero de vuestra presencia y de vuestro apostolado para poder sacar las riquezas de la espiritualidad benedictina. Dejaos guiar por el íntimo deseo de servir con caridad a todo hombre, sin distinción de raza y de religión. Con profética libertad y sabio discernimiento, sed presencias significativas allí donde la Providencia os llame a estableceros, distinguiéndoos siempre por el equilibrio armónico de oración y trabajo que caracteriza vuestro estilo de vida.


¿Y qué decir de la célebre hospitalidad benedictina? Esta es una peculiar vocación vuestra, una experiencia plenamente espiritual, humana y cultural. También aquí debe haber un equilibrio: el corazón de la comunidad debe estar abierto, pero los tiempos y modos de la acogida deben estar bien proporcionados. Así podréis ofrecer a los hombres y las mujeres de nuestro tiempo la posibilidad de profundizar en el sentido de la existencia en el horizonte infinito de la esperanza cristiana, cultivando el silencio interior en la comunión de la Palabra de salvación. Una comunidad capaz de una auténtica vida fraterna, ferviente en la oración litúrgica, en el estudio, en el trabajo, en la disponibilidad cordial al prójimo sediento de Dios, constituye el mejor impulso para hacer brotar en los corazones, especialmente de los jóvenes, la vocación monástica y, en general, un camino de fe fecundo.


Quisiera dirigir una palabra especial a las representantes de las monjas y hermanas benedictinas. Queridas hermanas, también vosotras como otras familias religiosas sufrís, sobre todo en algunos países, la escasez de nuevas vocaciones. No os dejéis desanimar, sino afrontad estas situaciones dolorosas de crisis con serenidad y con la conciencia de que a cada uno no se nos pide tanto el éxito como el empeño y la fidelidad. Lo que se debe evitar absolutamente es el debilitarse de la adhesión espiritual al Señor y a la propia vocación y misión. Perseverando fielmente en ella se confiesa, en cambio, con gran eficacia también de cara al mundo, la propia confianza firme en el Señor de la historia, en cuyas manos están los tiempos y los destinos de las personas, de las instituciones, de los pueblos, y a él confiamos lo tocante a las realizaciones históricas de sus dones. Haced vuestra la actitud espiritual de la Virgen María, contenta de ser ancilla Domini, totalmente disponible a la voluntad del Padre celeste.


Queridos monjes, monjas y hermanas, ¡gracias por esta agradable visita! Os acompaño con mi oración, para que en vuestros encuentros de estos días de congreso podáis discernir las modalidades más oportunas para dar testimonio visible y claramente en vuestro estilo de vida, en el trabajo y en la oración, del empeño en una imitación radical del Señor. María Santísima sostenga todos vuestros proyectos de bien, os ayude siempre a tener ante los ojos a Dios, antes que otras cosas, y os acompañe maternalmente en vuestro camino. Mientras invoco los dones celestes en apoyo de todo propósito generoso vuestro, imparto de corazón a vosotros y a la entera Familia Benedictina una especial bendición apostólica.


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ZENIT ofrece el discurso pronunciado por Benedicto XVI el sábado, 20 de Septiembre de 2008,  por la mañana pronunciado durante la audiencia a los obispos nombrados este año, que han participado estos días en Roma en el Curso de preparación promovido por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.

¡Queridos hermanos en el episcopado!

Os recibo con alegría, con ocasión del seminario preparatorio propuesto por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Agradezco sentidamente el saludo fraterno que me ha dirigido el Prefecto, el cardenal Ivan Dias, en nombre de todos vosotros. El Congreso en el que participáis se sitúa en el Año Paulino, que estamos celebrando en toda la Iglesia con la intención de profundizar en el conocimiento del espíritu misionero y de la personalidad carismática de san Pablo, considerado por todos el gran Apóstol de los gentiles.


Estoy seguro de que el espíritu de este "maestro de los gentiles en la fe y en la verdad" (1 Tm 2,7; cfr 2 Tm 1,11) ha estado presente en vuestra oración, en vuestras reflexiones y puestas en común, y que no dejará de iluminar y enriquecer vuestro ministerio pastoral y episcopal. En la homilía de la inauguración del Año Paulino, comentando la expresión "maestro de los gentiles", observaba cómo esta palabra se abría al futuro, proyectando el alma del Apóstol hacia todos los pueblos y todas las generaciones. Pablo no es para nosotros simplemente una figura del pasado, que recordamos con veneración. Es también nuestro maestro, el apóstol de Jesucristo también para nosotros. Sí, el es nuestro maestro y de él debemos aprender a mirar con simpatía a los pueblos a los que hemos sido enviados. De él debemos también aprender a buscar en Cristo la luz y la gracia para anunciar hoy la Buena Noticia; a ejemplo suyo, debemos rehacernos para recorrer incansablemente los senderos humanos y geográficos del mundo de hoy, llevando a Cristo a aquellos que ya le han abierto el corazón y a aquellos que aún no le han conocido.


Vuestra vida de Pastores en muchos aspectos se parece a la del apóstol Pablo. A menudo el campo de vuestro trabajo pastoral es muy vasto y extremadamente difícil y complejo. Geográficamente, vuestras diócesis son, en su mayor parte, muy extensas y a menudo les faltan carreteras y medios de comunicación. Esto hace difícil llegar a los fieles más alejados del centro de vuestras comunidades diocesanas. Además, en vuestras sociedades, como en otros lugares, se abate cada vez con más violencia el viento de la descristianizacción, de la indiferencia religiosa, de la secularización y de la relativización de los valores. Esto crea un ambiente frente al cual las armas de la predicación pueden parecer, como en el casto de Pablo en Atenas, faltos de la fuerza necesaria. En muchas regiones los católicos son una minoría, a veces muy exigua. Esto os lleva a confrontaros con otras religiones más fuertes y no siempre acogedoras hacia vosotros. No faltan, finalmente, situaciones en las cuales, como pastores, deberéis defender a vuestros fieles ante la persecución y los ataques violentos.


No tengáis miedo y no os desaniméis por estos inconvenientes, a veces duros, sino dejaos aconsejar e inspirar por san Pablo, que tuco que sufrir mucho por las mismas causas, como se desprende de su segunda Carta a los Corintios. Recorriendo los mares y las tierras, sufrió persecución, flagelaciones e incluso la lapidación; afrontó los peligros del viaje, el hambre, la sed, ayunos frecuentes, frío y desnudez, trabajó sin cansarse viviendo hasta el final la preocupación por todas las Iglesias (cfr 2 Cor 11,24ss). Él no rehuía las dificultades y los sufrimientos, porque era muy consciente de que éstas forman parte de la cruz que como cristianos hay que llevar cada día. Entendió profundamente la condición a la que expone al discípulo la llamada de Cristo: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame" (Mt 16,24). Por este motivo, recomendaba a su hijo espiritual y discípulo Timoteo: "soporta conmigo los sufrimientos por el Evangelio" (2 Tm 1,8), indicando de esta forma que la evangelización y su éxito pasan a través de la cruz y del sufrimiento. El sufrimiento une a Cristo y a los hermanos y expresa la plenitud del amor, cuya fuente y prueba suprema es la misma cruz de Cristo.


Pablo había llegado a esta convicción tras la experiencia de las persecuciones que había tenido que afrontar en la predicación del Evangelio; pero había descubierto por este camino la riqueza del amor de Cristo y la verdad de su misión de Apóstol. En la homilía de la inauguración del Año Paulino decía a propósito de esto: "La verdad que había experimentado en el encuentro con el Resucitado merecía para él la lucha, la persecución, el sufrimiento. Pero lo que lo motivaba en lo más profundo era el ser amado por Jesucristo y el deseo de transmitir a los demás este amor". Sí, Pablo fue un hombre "conquistado" (Fil 3,12) por el amor de Cristo y todo su obrar y sufrir se explica sólo a partir de este centro.


¡Queridos hermanos en el episcopado! Estáis al comienzo de vuestro ministerio episcopal. No dudéis en recurrir a este potente maestro de la evangelización, aprendiendo de él a amar a Cristo, a sacrificaros en el servicio a los demás, a identificaros con el pueblo en medio del cual habéis sido llamados a predicar el Evangelio, a proclamar y a dar testimonio de la presencia del Resucitado. Son lecciones para cuyo aprendizaje es indispensable invocar con insistencia la ayuda de la gracia de Cristo. Pablo hace referencia continuamente a esta gracia en sus Cartas. Que vosotros, como sucesores de los Apóstoles sois continuadores de la misión de Pablo de llevar el Evangelio a las gentes, sepáis inspiraros en él para comprender vuestra vocación en estrecha dependencia de la luz del Espíritu de Cristo. Él os guiará por los caminos a menudo impracticables, pero siempre apasionantes, de la nueva evangelización. Os acompaño en vuestra misión con mi oración y con una afectuosa Bendición Apostólica que imparto a cada uno de vosotros y a todos los fieles de vuestras comunidades cristianas.


[Traducción de Inma Álvarez

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ZENIT publica el texto de la homilía pronunciada el domingo, 21 de Septiembre de 2008, por Benedicto XVI en Albano (Roma) con ocasión de la dedicación del altar de la catedral.

 


¡Queridos hermanos y hermanas!

 

La celebración de hoy es muy rica en símbolos, y la Palabra de Dios que se ha proclamado nos ayuda a comprender el significado y el valor de lo que estamos cumpliendo. En la primera lectura hemos escuchado el relato de la purificación del Templo y de la dedicación del nuevo altar de los holocaustos por obra de Judas Macabeo en el 164 a.C., tres años después de que el Templo fuese profanado por Antíoco Epifanes (cfr 1 Mac 4,52-59). En recuerdo de este acontecimiento, se instituyó la fiesta de la Dedicación, que duraba ocho días. Esta fiesta, ligada inicialmente al Templo donde el pueblo acudía en procesión para ofrecer sacrificios, se alegraba con la iluminación de las casas, y ha sobrevivido bajo esta forma, tras la destrucción del Templo de Jerusalén.

 

El Autor sagrado subraya precisamente el gozo y la alegría que caracterizaron a este acontecimiento. Pero cuánto más grande, queridos hermanos y hermanas, debe ser nuestra alegría sabiendo que en el altar, que vamos a consagrar a continuación, cada día se ofrecerá el sacrificio de Cristo; sobre este altar Él seguirá inmolándose, en el sacramento de la Eucaristía, para nuestra salvación y la del mundo entero. En el Misterio eucarístico, que se renueva en cada altar, Jesús se hace realmente presente. La suya es una presencia dinámica, que nos aferra para hacernos suyos, para asimilarnos a él; nos atrae con la fuerza de su amor haciéndonos salir de nosotros mismos para unirnos a Él, haciendo de nosotros una sola cosa con Él.

 

La presencia real de Cristo hace de cada uno de nosotros su "casa", y todos juntos formamos su Iglesia, el edificio espiritual del que habla también san Pedro. "Acercándoos a él, piedra viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios -escribe el apóstol-, también vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por medio de Jesucristo" (1 Pe 2, 4-5). Casi desarrollando esta bella metáfora, san Agustín observa que mediante la fe los hombres son como maderos y piedras cogidos de los bosques y de los montes para la construcción; mediante el bautismo, la catequesis y la predicación se van desbastando, escuadrando y puliendo; pero se convierten en casa del Señor sólo cuando se acompañan por la caridad. Cuando los creyentes se ponen en contacto en un orden determinado, se yuxtaponen y cohesionan mutua y estrechamente, cuando todos están unidos con la caridad se convierten verdaderamente en casa de Dios que no teme derrumbarse (cfr Serm., 336).

 

Es por tanto el amor de Cristo, la caridad que "no tendrá fin" (1 Cor 13,8), la energía espiritual que une a cuantos participan del mismo sacrificio y se nutren del único Pan partido para la salvación del mundo. De hecho ¿es posible estar en comunión con el Señor si no estamos en comunión entre nosotros? ¿Cómo podemos presentarnos ante el altar de Dios divididos, lejanos unos de otros? Este altar, sobre el cual dentro de poco se renueva el sacrificio del Señor, sea para vosotros, queridos hermanos y hermanas, una constante invitación al amor; a él os debéis acercar siempre con el corazón dispuesto a acoger el amor de Cristo y a difundirlo, a recibir y a conceder el perdón.

 

A propósito de esto nos ofrece una lección importante para la vida el pasaje evangélico que hace un momento se ha proclamado (cfr Mt 5,23-24). Es un breve pero apremiante e incisivo llamamiento a la reconciliación fraterna, indispensable para presentar dignamente la ofrenda en el altar. Una llamada que retoma las enseñanzas bien presentes ya en la predicación profética. También los profetas denunciaban con vigor la inutilidad de los actos de culto que no tenían las correspondientes disposiciones morales, especialmente en la relación con el prójimo (cfr Is 1,10-20; Am 5, 21-27; Mic 6, 6-8). Cada vez que os acerquéis al altar para la celebración eucarística, vuestra alma debe abrirse al perdón y a la reconciliación fraterna, dispuestos a aceptar las excusas de cuantos os hayan herido y dispuestos, por vuestra parte, a perdonar.

 

En la liturgia romana el sacerdote, tras presentar la ofrenda del pan y del vino, inclinado hacia el altar, reza en sumisamente: "Humildes y arrepentidos acógenos, Señor: acepta nuestro sacrificio que hoy te presentamos". Se prepara así a entrar, con toda la asamblea de los fieles, en el corazón del misterio eucarístico, en el corazón de esa liturgia celeste a la que se refiere la segunda lectura, tomada del Apocalipsis. San Juan presenta a un ángel que ofrece "muchos perfumes para que, con las oraciones de los santos, los ofreciera sobre el altar de oro colocado delante del trono" (cfr Ap 8, 3). El altar del sacrificio se convierte, de cierta forma, en punto de encuentro entre el Cielo y la tierra; el centro, podríamos decir, de la única Iglesia que es celeste y al mismo tiempo peregrina en la tierra, donde, entre las persecuciones del mundo y las consolaciones de Dios, los discípulos del Señor anuncian su pasión y muerte hasta que vuelva en la gloria (cfr Lumen gentium, 8). Es más, cada celebración eucarística anticipa el triunfo de Cristo sobre el pecado y sobre el mundo, y muestra en el misterio el fulgor de la Iglesia, "esposa inmaculada del Cordero sin mancha, Esposa que Cristo a amado y por la que se ha entregado, a fin de hacerla santa" (ibid., 6).

 

Estas son las reflexiones que nos suscita el rito que vamos a realizar en vuestra catedral, que hoy admiramos en su belleza renovada y que justamente queréis hacer cada vez más acogedora y decorosa. Una tarea que os compete a todos y que, en primer lugar, pide a toda la comunidad diocesana que crezca en la caridad y en la dedicación apostólica y misionera. Concretamente se trata de dar testimonio con la vida de vuestra fe en Cristo y la confianza total que ponéis en él. Se trata también de cultivar la comunión eclesial que es ante todo un don, fruto del amor libre y gratuito de Dios, y que por tanto es divinamente eficaz, y está siempre presente y operante en la historia, más allá de cualquier apariencia contraria. La comunión eclesial es también una tarea confiada a la responsabilidad de cada uno. Que el Señor os conceda una comunión cada vez más convencida y operante, en la colaboración y en la corresponsabilidad en todos los niveles: entre presbíteros, consagrados y laicos, entre las distintas comunidades cristianas de vuestro territorio, entre las distintas agrupaciones de laicos.

 

Dirijo ahora mi saludo cordial a vuestro obispo, monseñor Marcello Semeraro, a quien agradezco las corteses palabras de bienvenida con las que ha querido acogerme en nombre de todos vosotros. Deseo también expresarle sentimientos de ferviente felicitación, con motivo del décimo aniversario de su consagración episcopal. Un pensamiento especial dirijo al cardenal Angelo Sodano, Decano del Colegio Cardenalicio, titular de esta diócesis Suburbicaria, que hoy se une a nuestra alegría. Saludo a los prelados presentes, a los sacerdotes, a las personas consagradas, a los jóvenes y los ancianos, a las familias, a los niños, a los enfermos, abrazando con afecto a todos los fieles de la comunidad diocesana reunida aquí espiritualmente. Un saludo a las Autoridades que nos honran con su presencia, y en primer lugar al señor Alcalde de Albano, al cual agradezco también las corteses palabras que me ha dirigido al inicio de la Misa. Invoco sobre todos las celeste protección de san Pancracio, titular de esta catedral, y del apóstol Mateo, quel que hace hoy memoria la liturgia.

 

Invoco, particularmente, la intercesión maternal de la Beata Virgen María. En este día, que corona los esfuerzos, sacrificios y tareas llevadas a cabo para dotar a la catedral de un renovado espacio litúrgico, con oportunas intervenciones que han incluido la Cátedra episcopal, el Ambón y el Altar, os obtenga la Virgen que podáis escribir en nuestro tiempo otra página de santidad cotidiana y popular, que se añada a las que han marcado la vida de la Iglesia en Albano en el curso de los siglos. No faltan, como ha recordado vuestro Pastor, desafíos y problemas, pero son grandes las esperanzas y las oportunidades para anunciar y dar testimonio del amor de Dios. El Espíritu del Señor resucitado, que es el Espíritu de Pentecostés, os abra a sus horizontes de esperanza y alimente en vosotros el empuje misionero hacia los vastos horizontes de la nueva evangelización. Por esto oramos, prosiguiendo la celebración eucarística.

 

[Traducción del original italiano por Inma Álvarez

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DOMINGO 26 DEL TIEMPO ORDINARIO A
28 de septiempre de 2008


El Señor, que dirige nuestros corazones para que amemos a Dios, esté con todos vosotros.


Jesús nos ha convocado, como cada domingo, a celebrar la Eucaristía. Y nosotros hemos respon­dido a la llamada y nos hemos reunido dejando, quizás, otras cosas, otras posibilidades. Quizá también hemos tenido que vencer las pocas ganas de venir a misa.

Pero sabemos que escuchar la Palabra y celebrar la Eucaristía, reunidos como Iglesia, es impor­tante para vivir después, a lo largo de la semana, según la voluntad de Dios. Él nos da su bondad y su gracia.


A. penitencial: Dispongamos nuestros corazones a recibir la gracia de esta celebración. Pidamos la misericordia del Señor (silencio).


Tú, que esperas que nos convirtamos. SEÑOR, TEN

Tú, que nos das tu perdón y tu fuerza. CRISTO, TEN PIEDAD.

Tú, que con tu palabra nos conduces a la vida. SEÑOR, TEN PIEDAD.

1. lectura (Ezequiel 18,25-28): La primera lectura y el evangelio de hoy nos invitan a la conversión. Pero no a una conversión hecha de palabras o de vacilantes propósitos sino una conversión sincera, que suponga un cambio de vida: la conversión de aquel hijo que había dicho "no" con la boca pero que luego dijo "sí" con la vida.

2. lectura (Filipencs 2,1-11): San Pablo nos presenta hoy un entero programa para nuestra vida cristiana. Y nos lo presenta recordando el modelo de Jesucristo, fiel y entregado hasta la muerte y así glorificado por Dios. (Convendría leerla versión completa de esta lectura, no la breve).


Oración universal: Ahora, después de haber procla­mado nuestra fe, presentemos nuestra oración confiada. Respondamos diciendo: ESCÚCHANOS,

PADRE.


Por toda la Iglesia, por todos aquellos que quieren seguir a Jesucristo con fidelidad. OREMOS.


Por el Papa, por nuestro obispo y por todos los obis­pos del mundo. OREMOS.


Por las vocaciones al sacerdocio, al diaconado, a la vida religiosa. OREMOS.


Por los hombres y mujeres del mundo entero, princi­palmente por aquellos que sufren las consecuencias de una riqueza mal repartida. OREMOS.


Por los inmigrantes, por todos los que han tenido que dejar su casa para ganarse el pan en tierras lejanas y desconocidas. OREMOS.


Por todos los que, movidos por el amor, trabajan por el bien de sus hermanos. OREMOS.


Por los ancianos, los enfermos y los que se encuentran solos

. OREMOS.


Por los que ahora estamos reunidos para esta euca­ristía, compartiendo la alegría de la fe. OREMOS.


Escucha, Padre nuestra oración. Haznos cada vez más fieles a tu amor, siguiendo el camino de tu Hijo Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.

 

 

Padrenuestro: Fieles a la enseñanza de Jesucristo, siguiendo su palabra, nos atrevemos a decir:


CPL

PIEDAD.


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EXPOSICIÓN DE BIBLIAS EN LA LAGUNA
 

 

Con ocasión de las XX Jornadas de la Asociación Bíblica Española, que tienen lugar en Tenerife en la segunda semana de septiembre de 2008, el  Cabildo Catedral de San Cristóbal de La Laguna, en las Salas Capitulares, ofrece una exposición de ejemplares de la Biblia de gran valor histórico, bibliográfico y artístico.

 

Una «exposición de biblias», además del polifacético valor de los ejemplares en sí mismos -histórico, artístico, filológico, bibliográfico…-, es testimonio de la importancia y significación que ha tenido y tiene la transmisión del texto de la Biblia a lo largo del tiempo, tanto para la fe en la Palabra de Dios escrita, como para la cultura de cada tiempo y lugar.

 

En efecto, dentro de las cuestiones que tienen que ver con el estudio de la Sagrada Escritura (su relación con la revelación divina en la historia, el proceso de formación del texto bíblico, su naturaleza humano-divina que la convierten en Palabra de Dios en lenguaje humano, el canon de los libros inspirados, los criterios para su recta interpretación, etc.), el tema de la transmisión fiel del texto inspirado a través de la historia, tanto en las lenguas originales como en las versiones o traducciones a las distintas lenguas, es fundamental para la vivencia de la fe y para dar razón de

ella a todo el que nos lo pidiere.

 

No basta con creer que Dios —a lo largo de más de mil años— inspiró a los autores de la Biblia y que luego esos escritos se reconocieron como Palabra de Dios y forman lo que hoy conocemos como el «canon bíblico». También hay que responder a la pregunta: ¿La Biblia que tengo en mis manos se corresponde con la que Dios inspiró, o me la han cambiado posteriormente, añadiendo o quitando cosas? ¿Esta traducción o aquella otra traducción es fiel al texto original? Nuestra fe se fundamenta en la Palabra de Dios y no en los que digan lo hombres, por eso debemos tener la seguridad de que la Biblia que leo se corresponde con aquello que escribieron sus autores

humanos bajo la inspiración del Espíritu Santo.

 

Responder a esta pregunta, supone verificar si, a lo largo del tiempo, el texto bíblico se ha ido copiando fielmente o ha sufrido alteraciones, sobre todo, teniendo en cuenta que durante más de  dos mil años —hasta la invención de la imprenta en el siglo XV— las copias se hacían a mano y

eran muy escasas. Para ello existe una ciencia, llamada «crítica textual», que se ocupa de analizar los manuscritos antiguos que han llegado hasta nosotros para verificar su grado de fidelidad y ofrecernos aquel que más se corresponde con el original. Es una ciencia muy técnica, con reglas muy precisas, en la que no intervienen las creencias, y que se aplica tanto a los textos bíblicos como a otros escritos de la antigüedad. Los resultados de esta ciencia han producido grandes beneficios para el estudio de la Biblia, pues nos han demostrado que el texto bíblico se ha transmitido con gran fidelidad a lo largo de la historia, lo que pone de manifiesto el gran respeto que los copistas tenían a la Palabra de Dios y la escrupulosidad con que transcribieron el texto.

 

En la presente exposición contamos con ejemplares de la Biblia en las  lenguas originales (hebreo y griego) y, además, en latín, castellano y otras lenguas modernas. Aunque lo ideal es tener siempre a mano un texto en lengua original, esto está reservado sólo a los especialistas que conocen las lenguas bíblicas. De ahí la necesidad e importancia de las traducciones. Sin ellas, la inmensa mayoría de las personas no podrían acceder directamente a la lectura del texto. Ya, antes de la era cristiana, el Antiguo Testamento fue traducido al griego común -koiné- para el servicio de los judíos de la diáspora; una traducción conocida como la «Septuaginta» (LXX) que tiene gran importancia en la historia del texto bíblico. Luego, con la llegada del cristianismo, la traducción de la Biblia a las distintas lenguas ha formado parte del mandato misionero de Jesús y ha contribuido en gran medida a la expansión y arraigo de la fe cristiana en distintos países y culturas. «Según el informe más reciente ofrecido por la Sociedades Bíblicas Unidas en el año 2005, la Biblia completa está traducida a 422 idiomas, el Nuevo Testamento a otros 1.079, y algún libro o sección de la Biblia a 876 más. Esto hace un total de 2.377 lenguas en las que hay alguna parte de la Biblia o está toda ella traducida. Ningún libro o autor ha alcanzado tal grado de universalidad. Cada año el número de traducciones aumenta y se estima que hay unos

setecientos proyectos de traducción en marcha, lo mismo que revisiones y actualizaciones»1.

 

Afortunadamente, cada vez más, contamos con excelentes traducciones de la Biblia realizadas por equipos interdisciplinares, formados por especialistas en el estudio de la Biblia -críticos textuales, filólogos, hermeneutas, exegetas, historiadores, teólogos…-, que nos permiten tener en nuestras manos el texto de la Biblia con las máximas garantías de que es una traducción fiel al original.

 

Si Jesús mandó a sus discípulos, «id al mundo entero y haced discípulos a todas las gentes,  bautizándoles y enseñándoles a guardar lo que yo os he mandado…», es que su mensaje es para todos, sean de la nación, raza o cultura que sean, y, por tanto, es un mensaje que ha de ser traducido. La ingente cantidad de traducciones de la Biblia, pone de manifiesto que el

acontecimiento de Pentecostés se va haciendo realidad a lo largo de la historia, porque, ciertamente, mediante las traducciones del texto bíblico, todos los pueblos de la tierra entienden la Buena Nueva del Evangelio, cada uno en su propia lengua. La verdad cristiana, como el mismo Cristo, es  transcultural o universal y, por eso, como dice el salmo, «a toda la tierra

alcanza su pregón» (Sal. 18,5).

 

La muestra de biblias que se contemplan en la exposición son testimonio del esfuerzo realizado en otras épocas para que la Palabra de Dios que, como decía San Pablo, «no está encadenada» (2Tim. 2,9), llegue a todos sin adulteraciones. Forman parte de una tradición ininterrumpida de transmisión del texto bíblico a todas las gentes de cualquier tiempo y lugar.

 

Es hermoso pensar que biblias como estas fueron las que sostuvieron la fe de nuestros antepasados, una fe que ellos nos transmitieron y que nosotros hemos recibido. Mucho de lo que nosotros somos hoy tiene sus raíces en estas biblias. Exponerlas es hacer memoria agradecida por la herencia religiosa y cultural que hemos heredado y, también, es compromiso de conservarla en su esencia, vivirla en nuestro molde cultural y transmitirla a las nuevas generaciones.

 

† Bernardo Álvarez Afonso

Obispo Nivariense

 

1 SAMUEL ESCOBAR, La importancia de la traducción de la Biblia para la misión de la Iglesia. Rev. Reseña Bíblica,

nº 51, otoño 2006. Ed. Verbo Divino.

 


Lunes, 22 de septiembre de 2008

Oración al Cristo de la Unidad publicada en el Boletín “al margen”, nº 69 Septiembre – Diciembre 2008.

 

 

ORACIÓN AL CRISTO DE LA UNIDAD

 

Señor Jesucristo, clavado en la Cruz

por los pecados de la humanidad,

y tam­bién por los nuestros;

mira con Misericordia infinita toda nuestra indigen­cia,

y concédenos vivir siempre en tu Gracia,

rechazando todo pecado que nos aparta de Dios y destruye la Unidad

en la que tú nos mandaste vivir,

y por la que suplicaste al Padre

al final de tu vida en la tierra.

 

Te lo pedimos, Señor, por el inmenso Amor

que tienes a tu Santísima Madre,

María, nuestra Madre y nuestra Guía. Amén

 


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Estamos celebrando el bimilenario del nacimiento de San Pablo. Colocamos a continuación oración dirigida a la intercesión del apóstol de las gentes, publicada en BOLETÍN INFORMATIVO "al margen", nº 69 Septiembre-Diciembre 2008.


¡Oh glorioso San Pablo!,

Apóstol lleno de celo,

Mártir por amor a Cristo,

intercede para que obtengamos una fe profunda,
una esperanza firme,

un amor ardiente al Señor

para que podamos decir contigo:

"No soy yo el que vive, sino es Cristo quien vive en mí".

Ayúdanos a convertirnos en apóstoles

que sirvan a la Iglesia con una consciencia pura,
testigos de su verdad y de su belleza

en medio de la obscuridad de nuestro tiempo.

Alabamos junto contigo a Dios nuestro Padre,

"A Él la gloria, en la Iglesia y en Cristo

por los siglos de los siglos."

Amén.


Publicado por verdenaranja @ 23:41  | Oraciones
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Artículo publicado en el Boletín Bimestral SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2008 de los MISIONEROS DE LA TERCERA EDAD- CORAZÓN DE LA MISIÓN.

LA MISIÓN, TAREA DE TODOS

 
Octubre es el mes misionero por excelencia: el día 1 la Iglesia hace memoria de Santa Teresa del Niño jesús, patrona de las misiones; el día 1p, de San Daniel Comboni; el día 15, de Santa Teresa de Avila, que intentó huir a tierras de misión para bautizar "moros"; y e119, domingo del DOMUND.

 

En ese mes la Iglesia nos invita a rezar "para que todas las comunidades cristianas sientan la necesidad de participar en la misión universal de la Iglesia". Si esta mision es universal no puede ser obra de unos pocos llamados "misioneros", sino de todo cristiano, puesto que TODOS SOMOS UTILES.

 

Cornboni lo tenía muy claro. Por eso en muchos de sus escri­tos y viajes por Europa no tendrá ningún reparo en pedir a unos oraciones y sacrificios; a otros, personal; a otros inclu­so dinero.


Además, todas las obras ya existentes cuyo objetivo es favo­recer a los negros, obras todas de Dios, mientras que separa-das unas de otras producen escasos e incompletos frutos, uni­dlas y dirigidas al unico fin de implantar establemente la fe en Africa interior, cobrarían mayor vigor, se desarrollarían más fácilmente y se volverían grandemente eficaces para alcanzar la meta deseada (Escritos 1100).

 

La Obra debe ser católica, no ya española, francesa, alema­na o italiana. Todos los católicos deben ayudar a los pobres negros, porque una nación sola no puede socorrer a foda la estirpe negra. Las iniciativas católicas... sin duda han hecho mucho bien a un número de individuos negros; perp hasta ahora, todavía no se ha comenzado a implantar en Africa el catolicismo y hacerlo arraigar allí para siempre... Y para obte­ner esto, me parece, se deben unir todas las obras hasta ahora existentes las cuales, teniendo desinteresadamente ante los ojos el nolle fin, deberán dejar a un lado sus intereses parti­culares (Escritos 944).

 

De hecho, cuando usted reza por mí, se une a las muchas casas religiosas de todo el mundo, y la oración de tantas almas tiene que encontrar respuesta en el Corazón Sacratísimo de jesús con un dar al que pide y un abrir al que llama (Escritos 1889).


Acudan también las Ordenes y Congregaciones religiosas, que son la milicia selecta de la Iglesia, a cosechar laureles en este vastísimo campo... Y vosotros a los que obligaciones de vuestro estado os impiden marchar, no neguéis ni vues-tras oraciones cotidianas, ni el óbolo de vuestra caridad (Escritos 2181).


Publicado por verdenaranja @ 23:31  | Misiones
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Reflexiones publicadas en el Boletín Bimestral - SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2008 de los MISIONEROS DE LA TERCERA EDAD - CORAZÓN DE LA MISIÓN.


TESTIGOS DE LA TRADICIÓN DE FE


La Biblia siente una particular preferencia en presentar al anciano corno el símbolo de la persona rica en sabiduría y llena de respeto a Díos.


¡Qué bien parece la sabiduría en los viejos,

la reflexión y el consejo en los ilustres!

Corona de los viejos es la mucha experiencia,

su orgullo es el temor del Señor (Eclesiástico 25,4-6).


En este sentido, la contribución del anciano en la sociedad y en la Iglesia podría calificarse de ser testigo de la tradición de la fe que, a su vez, ha recibido:

Y cuando os pregunten vuestros hijos: "¿Qué significa para vosotros este rito?", responderéis: "Este es el sacrificio de la Pascua de Yahvé, que pasó de largo por las casas de los

israelitas en Egipto cuando hirió a los egipcios y salvó

nuestras casas" (Exodo 12, 26-27).

 

El anciano es también un maestro de la vida:


Si te gusta escuchar, aprenderás,

si inclinas el oído, serás sabio.

Acude, hijo, a la reunión de los ancianos;

Que hay un sabio, júntate a él (Eclesiástico 6,33-34).

 

Y un ejemplo de caridad con el necesitado:

 

También al pobre tiéndele la mano, para que tu bendición sea perfecta.

La gracia de tu dádiva llegue a todo viviente,

ni siquiera a los muertos les rehúses tu gracia (Eclesiástico 7,32-33).


Ningún cristiano puede renunciar a su papel en la sociedad y en la Iglesia a causa de la edad:

 

En la vejez seguirán dando frutos, serán frescos y lozanos, para anunciar lo recto que es Yahvé (Salmo 92,15-16).


Publicado por verdenaranja @ 23:24  | Espiritualidad
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ZENIT publica las palabras que dirigió Benedicto XVI el domingo, 21 de Septiembre de 2008,  al rezar la oración mariana del Ángelus junto a varios miles de peregrinos congregados en el patio del palacio apostólico de Castel Gandolfo.

 

 

Queridos hermanos y hermanas:

Quizá recordáis que, en el día de mi elección, cuando dirigí a la muchedumbre en la Plaza de San Pedro, me presenté espontáneamente como un obrero de la viña del Señor. Pues bien, en el Evangelio de hoy (Cf. Mateo 20,1-16a), Jesús narra precisamente la parábola del dueño de la viña que, en diferentes horas del día llama a obreros a trabajar en su viña. Y al terminar el día da todos el mismo salario, un denario, suscitando la protesta de los obreros de la primera hora. Está claro que el denario representa la vida eterna, don que Dios reserva para todos. Es más, precisamente aquellos que son considerados los "últimos", si lo aceptan, se convierten en los "primeros", mientras que los "primeros" pueden correr el riesgo de ser los "últimos".


Un primer mensaje de esta parábola está en el mismo hecho de que el dueño no tolera, por así decir, el desempleo: quiere que todos trabajen en su viña. Y, en realidad, el ser llamados es ya la primera recompensa: poder trabajar en la viña del Señor, ponerse a su servicio, colaborar en su obra, constituye en sí un premio inestimable, que recompensa de todo cansancio. Pero lo comprende sólo quien ama al Señor y a su Reino; quien, por el contrario, sólo trabaja por el salario nunca se dará cuenta del valor de este tesoro inestimable.


Quien narra la parábola es san Mateo, apóstol y evangelista, de quien se celebra precisamente hoy la fiesta litúrgica. Me gusta subrayar que Mateo, vivió en primera persona esta experiencia (Cf. Mateo 9,9). Antes de que Jesús le llamara desempeñaba la profesión de publicano y por este motivo era considerado un pecador público, excluido de la "viña del Señor".


Pero todo cambia cuando Jesús, al pasar junto a su despacho de impuestos, le dice: "Sígueme". Mateo se levantó y le siguió. De publicano se convirtió inmediatamente en discípulo de Cristo. De "último" se convirtió en "primero", gracias a la lógica de Dios que --¡por suerte para él!-- es diferente a la del mundo. "No son mis pensamientos vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos" (Isaías 55,8).

San Pablo, de quien estamos celebrando un año jubilar, también experimentó la alegría de sentirse llamado por el Señor a trabajar en su viña. ¡Y cuánto trabajo hizo! Pero como él mismo confiesa, fue la gracia de Dios la que actuó en él, esa gracia que de perseguidor de la Iglesia le transformó en apóstol de las gentes. Hasta el punto de que dijo: "Para mí la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia". Pero inmediatamente después añade: "Pero si el vivir en la carne significa para mí trabajo fecundo, no sé qué escoger" (Filipenses 1,21-22). Pablo comprendió bien que trabajar por el Señor es ya una recompensa en esta tierra.


La Virgen María
, a la que tuve la alegría de venerar hace una semana en Lourdes, es sarmiento perfecto de la viña del Señor. De ella brotó el fruto bendito del amor divino: Jesús, nuestro Salvador. Que ella nos ayude a responder siempre y con alegría a la llamada del Señor y a encontrar nuestra felicidad para poder cansarnos por el Reino de los cielos.


[Tras rezar el Ángelus, el Papa añadió en italiano:]

En las semanas pasadas, los países caribeños, en particular Haití, Cuba, la República Dominicana y el sur de los Estados Unidos, en especial Texas, fueron duramente golpeados por violentos ciclones. Quisiera asegurar de nuevo a todas esas queridas poblaciones mi especial recuerdo en la oración. Espero que lleguen cuanto antes las ayudas a las zonas más afectadas. Que el Señor haga prevalecer, al menos en estas circunstancias, la solidaridad y la fraternidad por encima de cualquier otro motivo.


El próximo jueves, 25 de septiembre, se celebrará en Nueva York, en el marco de la 63 sesión de la Asamblea General de la ONU un encuentro de alto nivel para verificar el cumplimiento de los objetivos establecidos en la Declaración del Milenio, el 8 de septiembre de 2000. Con motivo de esta importante reunión, que congregará a líderes de todos los países del mundo, quisiera renovar la invitación para que se tomen y se apliquen con valentía las medidas necesarias para desarraigar la pobreza extrema, el hambre, la ignorancia y el flagelo de las pandemias, que golpean sobre todo a los más vulnerables. Un compromiso así, si bien exige en estos momentos de dificultad económica particulares sacrificios, no dejará de producir importantes beneficios ya sea para el desarrollo de las naciones que tienen necesidad de ayuda del exterior ya sea para la paz y el bienestar de todo el planeta.


[Luego el Papa saludó a los peregrinos en varios idiomas. En español, dijo:]

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española que se han unido en esta plegaria mariana, e invito a todos a responder generosamente a la llamada que Jesús nos hace de ir a su viña, para trabajar sin buscar otra cosa que su gracia y su amor, como nos enseña el Evangelio de hoy. Muchas gracias y feliz domingo.


[Por último, hablando en italiano, concluyó]

Al celebrar hoy la Jornada dedicada por la Organización Mundial de la Salud al Alzheimer, deseo expresar mi cercanía espiritual a las personas afectadas por esta enfermedad y a sus familiares. A todos deseo un feliz domingo.


[Traducción del original italiano realizada por Zenit

© Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]


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Domingo, 21 de septiembre de 2008

Artículo de monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de Las Casas, con el tema "Laicidad, sí; laicismo, no".


VER


Avanza el consenso de diferenciar laicidad y laicismo. Laicidad es respetar las diferentes opciones de fe, en un marco jurídico de libertad religiosa para todos; es que el Estado ni imponga una religión a los ciudadanos, ni la obstruya. Laicismo es el rechazo a todo lo ligado a una concepción creyente; es pretender que ni Dios ni las Iglesias tengan cabida en la vida pública; es eliminar todo rastro religioso en las leyes y en las instituciones.

Con motivo de la reciente visita del Papa Benedicto XVI a Francia, es clarificador lo dicho por éste y por el Presidente de ese país.


JUZGAR

Nicolás Sarkozy, en un discurso que pronunció en Roma en diciembre pasado, dijo: "Ya nadie contesta que el régimen francés de la laicidad es hoy una garantía de libertad: libertad de creer o de no creer, libertad de practicar una religión y libertad de cambiar, libertad de no ser herido en su conciencia por prácticas ostensibles, libertad para los padres de dar a los hijos una educación conforme a sus creencias, libertad de no ser discriminado por la administración en función de su creencia. La laicidad se presenta como una necesidad y una oportunidad. La laicidad no debería ser la negación del pasado. No tiene el poder de desgajar a Francia de sus raíces cristianas. Ha tratado de hacerlo. No hubiera debido. Una nación que ignora la herencia ética, espiritual, religiosa de su historia comete un crimen contra su cultura, contra el conjunto de su historia, de patrimonio, de arte y de tradiciones populares que impregna tan profunda manera de vivir y pensar. Arrancar la raíz es perder el sentido, es debilitar el cimiento de la identidad nacional, y secar aún más las relaciones sociales que tanta necesidad tienen de símbolos de memoria. Tenemos que asumir las raíces cristianas de Francia, es más valorarlas, defendiendo la laicidad finalmente llegada a madurez. Hago un llamamiento a una laicidad positiva, es decir, una laicidad que velando por la libertad de pensamiento, de creer o no creer, no considera las religiones como un peligro, sino como una ventaja".

Respondiendo a una pregunta de los periodistas durante el vuelo Roma-París, el Papa dijo: "Me parece evidente que la laicidad no está en contradicción con la fe. Diría incluso que es un fruto de la fe, pues la fe cristiana era, desde el inicio, una religión universal, por tanto, no se identificaba con un Estado y estaba presente en todos los Estados".

En París, agregó: "En torno a las relaciones entre campo político y campo religioso, Cristo ya ofreció el criterio para encontrar una justa solución a este problema al responder a una pregunta que le hicieron afirmando: ‘Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios'. La Iglesia en Francia goza actualmente de un régimen de libertad. La desconfianza del pasado se ha transformado paulatinamente. Usted, Señor Presidente, utilizó la expresión ‘laicidad positiva' para designar esta comprensión más abierta. En este momento histórico en el que las culturas se entrecruzan cada vez más entre ellas, estoy profundamente convencido de que una nueva reflexión sobre el significado auténtico y sobre la importancia de la laicidad es cada vez más necesaria. En efecto, es fundamental, por una parte, insistir en la distinción entre el ámbito político y el religioso para tutelar tanto la libertad religiosa de los ciudadanos, como la responsabilidad del Estado hacia ellos y, por otra parte, adquirir una más clara conciencia de las funciones insustituibles de la religión para la formación de las conciencias y de la contribución que puede aportar, junto a otras instancias, para la creación de un consenso ético de fondo en la sociedad".


ACTUAR

Sigamos aclarando conceptos y derechos. Los obispos no pretendemos que el Estado imponga el catolicismo a todos los mexicanos, sino que los ciudadanos de cualquier credo tengamos plenos derechos a ejercer la libertad religiosa. Ni un catolicismo impuesto a la fuerza, ni negación a los creyentes para confesar y practicar pública y abiertamente su fe, superando cortapisas que aún tiene nuestra legislación.


+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo de San Cristóbal de Las Casas


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Homilía que pronunció el 18 de septiembre el Arzobispo de Santiago de Chile, el cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa en el Te Deum ecuménico de Fiestas Patrias de Chile.


¿Qué Buscas Chile?


Para dar comienzo a este 18 de septiembre, y con él a nuestras Fiestas Patrias, nos hemos reunido en esta Catedral, en la cual el pueblo de Chile y sus gobernantes han presentado año a año, recordando la Declaración de la Independencia, su gratitud a Dios por la fundación de nuestra Patria y por los innumerables bienes con que nos ha bendecido.

Inspira esta celebración el relato de una hora decisiva en la vida de Jesucristo junto al Jordán: aquella hora en la cual nació la comunidad de quienes lo seguirían, y llevarían más tarde el Evangelio hasta los confines de la tierra.


¿Qué buscaban los coterráneos de Jesucristo?



Cuando Jesucristo percibe que lo siguen dos discípulos de Juan Bautista, les pregunta: "¿Qué buscan?" Había venido a este mundo a colmar la esperanza de los que buscan. Por eso, respeta las razones por las cuales tratan de darle alcance. Verdaderamente, ¿qué buscan?

No era fácil la vida de los israelitas cuando apareció Juan Bautista junto al Jordán, donde predicaba y bautizaba. Anhelaban tantos bienes. Israel, un pueblo con vocación de libertad, vivía sujeto a la dominación romana, y sufría la influencia de costumbres y religiones distintas a la suya, que amenazaban su identidad. También estaba amenazado su mayor tesoro: la revelación que se refería a Dios, rico en vida y misericordia, lento a la ira y pronto al perdón, padre de los pobres y los marginados.

Entre los israelitas, un número considerable esperaba la realización de las promesas de Dios y su reinado de justicia y de paz. Anhelaban y buscaban al Mesías prometido. A este grupo pertenecían los dos discípulos a los cuales Juan Bautista les señaló al Cordero de Dios.

De inmediato siguieron sus pasos. Jesús les pregunta: "¿Qué buscan?". El Mesías sale al encuentro del ser humano y le pregunta por sus inquietudes y expectativas. El Señor nos salva asumiendo la condición humana. Nos propone que le confiemos nuestras esperanzas, nuestra libertad y nuestros proyectos. Los dos discípulos no enumeraron las cosas buscadas por su pueblo. Buscaban al Mesías y el don de la sabiduría divina.


Y nosotros, ¿qué buscamos?



Esta mañana nos inquieta la misma pregunta: ¿qué buscamos? ¿Qué ha buscado nuestro pueblo en estos últimos 12 meses? ¿Qué ha encontrado? ¿Qué dones ha recibido por los cuales alabar y agradecer - sobre todo a Él, pero también a quienes han hecho suyo su plan de amor y han cooperado con Él para que fuera realizado entre nosotros? Y en camino al Bicentenario de nuestra Independencia, ¿qué desafíos queremos enfrentar con su ayuda?

Hemos buscado tantas cosas. Desde luego, seguridad en las poblaciones y en las calles, empleos dignos y para todos, remuneraciones que consideren principios éticos y así garanticen a todos una vida conforme a su dignidad, pensiones que ayuden a quienes tienen menos recursos, como asimismo medidas efectivas para disminuir la escandalosa brecha que existe entre los más altos y los más bajos ingresos familiares.

Con dolor hemos esperado medios de transporte, no sólo en Santiago, que trasladen a nuestros trabajadores con la mayor rapidez a sus lugares de trabajo y a sus hogares, ahorrándoles el agobio que les hace tan difícil el diálogo comprensivo y alentador con sus hijos. Hemos querido que se erradique la corrupción y también el narcotráfico, y hemos puesto una gran esperanza en la justa respuesta a la aspiración que tienen todos los jóvenes y los niños de recibir una educación de calidad. Queremos que no se recurra a la violencia para solucionar los problemas, sino al diálogo y al respeto de los derechos de los demás, de manera que haya paz en las familias, paz en las aulas, en las empresas, en las poblaciones, en los estadios, en los campos y en los bosques, y siempre entre los países, también en el país hermano de Bolivia.

Queremos que los servidores públicos se entiendan, colaboren entre sí, no usen los hechos del pasado como arma política en el hoy, eviten las descalificaciones personales y busquen el bien de Chile, y no en primer lugar el bien de su grupo político o de sí mismos. Buscamos por eso más amistad cívica, más espíritu de solidaridad que emprenda tareas de bien común, que venza la marginación, que colabore en las desgracias, y traiga cercanía y confianza en la soledad y en la enfermedad. Buscamos más asombro y gratitud por la hermosa naturaleza que Dios nos regaló, y más respeto por ella, de manera que sea fuente de alegría para el espíritu, pero asimismo de energía, belleza y riqueza para todos, en bien de un desarrollo que nos favorezca a todos, también a los pobres, y sea verdaderamente sustentable.

Hemos anhelado más aprecio por las culturas y las costumbres de todos los pueblos que constituyen nuestra Patria, especialmente de los pueblos originarios, y la satisfacción que surge del cuidado del medioambiente donde viven, como también del respeto - con justicia, equidad y simpatía mutua - de sus derechos y de los derechos de quienes conviven con ellos. Buscamos el bienestar material y espiritual que nos permita vivir sin sobresaltos, y la solidaridad que necesitan los pobres debido al encarecimiento de los alimentos y de la vida, que llena a tantas familias de tristeza y aflicción. Buscamos sobre todo esa confianza en Dios que nos ayuda a vivir sin temor en el hoy y sin angustia por el mañana, y que nos alienta a cumplir nuestra tarea en bien de los demás, y para peregrinar por este mundo con la alegría de llegar un día a la felicidad del cielo.


Te Deum laudamus: ¡a Ti, Señor, nuestra alabanza!



A veces son tantos nuestros anhelos, que nos dejamos abatir por la imposibilidad de satisfacerlos en el corto plazo. Pero no podemos ser mezquinos en el ámbito de la gratitud. La generosidad sobreabundante de Dios y el esfuerzo de muchos constructores de la sociedad al colaborar con Él son tales, que no podemos ser ingratos. Nos hemos reunido para manifestar con gozo nuestro agradecimiento por sus innumerables dones. Recordemos algunos en esta celebración, para prolongar en estos días, gracias a tantos otros, nuestra acción de gracias.

Señor, Dios Eterno, alegres te cantamos. A Ti, nuestra alabanza. A Ti, la alabanza de toda la Creación. A Ti, que nos revelaste nuestra verdadera dignidad y tu designio de colaborar con nosotros para que todos tengan vida en abundancia. Celebrando la proclamación de nuestra Independencia, te alabamos, en primer lugar, por el compromiso con nuestra soberanía que nos caracteriza desde los albores de la Patria, no sólo con la soberanía política, sino también con la soberanía espiritual, la de nuestra identidad cultural, que hunde sus raíces en pueblos nobles que se encontraron, y en el Evangelio del Señor Jesús. Gracias, porque no queremos ser colonizados por culturas decadentes, que se alejan de sus propias raíces, y se asoman tras los mares en alas de la globalización. Gracias, Señor, porque apreciamos nuestra historia, nuestros valores y la geografía que nos regalaste, colmada de hermosura y de riquezas. Gracias, porque Chile, aprendiendo de sus sufrimientos, siempre quiere priorizar con fe y esperanza el derecho a la vida, y la búsqueda, en justicia e igualdad, del bien de sus hijos, sobre todo de los más desvalidos.

De manera particular, recorriendo los meses pasados, agradecemos esta mañana el hecho de haber sido testigos de un importante hito legislativo, político y social. Es la reforma previsional promulgada en marzo recién pasado. Ella es la concreción de una aspiración ampliamente querida por la sociedad chilena, congregando al Ejecutivo y al Legislativo en esfuerzos serios, técnicos pero también de un alto contenido ético, al aprobársela en el Congreso por unanimidad en casi todos sus aspectos y en muy breve plazo. Es, sin duda, una gran noticia el que se haya establecido un sistema de pensiones básicas solidarias para todos los residentes mayores de 65 años, que pertenezcan al 60% más pobre de la población. La reforma previsional ha sido una demostración de lo que puede hacerse en unidad, con seriedad y desprendimiento, y ha enaltecido a quienes han contribuido a su aprobación.

Muchas familias sufren graves dificultades económicas, debido al alza de los alimentos, de los combustibles y de la inflación. Sin embargo, si comparamos la manera como nuestro país sufre esta crisis que en gran medida es mundial, podemos constatar que Chile presenta una economía que sigue creciendo, con una situación sólida en las cuentas fiscales. Esta disciplina fiscal ha permitido al país sortear mejor que otras naciones las turbulencias económicas mundiales, y seguir generando puestos de trabajo, especialmente trabajos formales. Podemos darle gracias a Dios y a los responsables de esta área por la conducción seria de nuestras finanzas, y por los subsidios aprobados para paliar el empobrecimiento en las familias de menores recursos.

Agradecemos a nuestro Señor el prestigio del cual gozan nuestras Fuerzas Armadas y de Orden, y las muestras de amistad con sus pares en los países hermanos. Le damos gracias por la aprobación de la Ley que contempla la Agenda de Probidad y Transparencia. Agrademos también las aportaciones que hace la Contraloría General de la Republica a la superación de la corrupción y de las malas prácticas administrativas. Te alabamos, Padre, porque tanto ella como el Tribunal Constitucional trabajan a conciencia, pensando en el bien de Chile, y sin temor al malestar que muchas veces causarán sus dictámenes o sentencias, ajustándose a la Constitución y a nuestro ordenamiento legal. Incluyamos en nuestra gratitud a Dios los pasos que se han dado para acoger los grandes valores y las justas aspiraciones de los pueblos originarios. No olvidemos el acuerdo de los presidentes de los partidos políticos de comprometer toda su "voluntad en la búsqueda del bien común, mediante una actividad política leal y honesta, que debe ser respetuosa de las ideas ajenas y dispuesta a valorar las concordancias por sobre las legítimas discrepancias"; tampoco echemos al olvido el compromiso de numerosas confesiones cristianas de trabajar para la prevención de la drogadicción, amenaza que se cierne sobre tantas familias; ni el apoyo que han recibido incontables madres mediante la extraordinaria multiplicación de salas cunas durante este último año. Entre otras medidas que favorecen a los trabajadores, recordemos la entrada en vigencia de la Nueva Justicia Laboral, que permitirá solucionar conflictos entre empleadores y trabajadores a través de juicios rápidos y en igualdad de condiciones para las partes. En este ámbito, le agradecemos al Señor que haya privilegiado entre sus dones la probidad y el esfuerzo de nuestra Judicatura, inmersa en un mundo difícil y exigente.

Démosle un amplio espacio en nuestra alabanza a los progresos que podemos constatar en el campo de la justicia social y la equidad. Mons. Alejandro Goic, Presidente de la Conferencia Episcopal, quiso despertar, o al menos motivar, la conciencia ética de quienes pagan salarios, de modo que, en la medida de sus posibilidades, éstos alcanzasen para que cada trabajador viva conforme a su dignidad. La necesidad de retribuciones justas y la responsabilidad social en la empresa, sea esta privada, estatal o mixta, lograron focalizar la atención de todos y marcaron el "año de la equidad". Más allá de episodios violentos de grupos minoritarios, asistimos a otro hecho muy positivo: el Consejo Asesor Presidencial para el Trabajo y la Equidad, terminó con éxito su labor encaminada a crear una serie de propuestas con miras a lograr mayor equidad en el ámbito laboral, y originar la creación de un pacto social por el desarrollo.

Esta mañana queremos alabar también a nuestro Dios, por el gran cambio, que ha comenzado a producir buenos frutos en el mundo empresarial y sindical, al propiciar nuevas relaciones laborales. Se abren camino los modelos que garantizan un diálogo constructivo, un clima laboral acogedor, una oferta de capacitación para todos los trabajadores, la confianza de acoger ideas e iniciativas de los trabajadores, y de entregarles responsabilidades en el proceso productivo, el incremento de la seguridad en el trabajo, y el logro de tanta solidaridad entre el bien de la empresa y el bien del trabajador, que éste se siente orgulloso de trabajar en ella. Es la experiencia que muestran las empresas premiadas por la Fundación Carlos Vial Espantoso. A esta premiación se agregan otras. Recuerdo la notable iniciativa de El Mercurio y de Chile Unido de premiar a las mejores empresas para padres y madres que trabajan; empresas que valoran el bien de las familias de sus trabajadores, comprobando que ello, lejos de perjudicar la productividad, la incentiva. Incluyamos en nuestra gratitud la multiplicación de estas iniciativas en centenares de empresas de nuestra Patria, con el propósito de conciliar el trabajo y la familia.

Durante los últimos meses se ha tramitado en el Parlamento la aprobación de la Ley General de Educación, uno de los frutos del trabajo del Consejo Asesor Presidencial de Educación, plasmado en proyecto de ley gracias al consenso logrado entre el Gobierno y los partidos políticos de la Concertación y de la Alianza. En su aprobación trabajan el Ministerio de Educación y el Parlamento para darle al país un marco legal que mantenga la educación estatal y la particular, asegure la libertad de enseñanza, valore la misión de la familia como la primera educadora de sus hijos, opte por el principio de subsidiariedad por parte del Estado, tienda vigorosamente a ofrecer calidad de educación a todos, especialmente a los niños más vulnerables, regule los deberes y derechos de los distintos actores en este servicio público que es la educación, y vele por el buen uso de los medios de todos los chilenos que llegan a los establecimientos de enseñanza a través de las subvenciones. Nuestra acción de gracias incluye las bondades de este proyecto de ley marco, que le abre espacio a otros proyectos que garantizarán la calidad de la educación para todos los chilenos. Nuestra gratitud incluye las subvenciones escolares preferenciales que favorecerán a más de 400.000 niños de las familias de menores recursos.

en camino al Bicentenario



Teniendo tan cercana la celebración del Bicentenario de nuestra primera Junta de Gobierno, nuestra mirada tiene que dirigirse hacia el futuro. Pensemos en quienes serán los protagonistas del mañana. Pensemos en los niños y en los jóvenes.

¿Qué buscaban los jóvenes que están privados de libertad? ¿Qué buscan aquellos que están envueltos en el alcoholismo y la drogadicción? ¿Qué buscan los que protestan y recurren a la violencia, como si nadie quisiera escucharlos? ¿Qué buscan los que no se inscriben en los registros electorales? ¿Qué buscan los que se toman sus escuelas, cuidando las instalaciones o dañándolas? ¿Qué buscan los que han recibido una educación de calidad, y agradecen la sintonía entre el hogar y la escuela en los valores que han hecho propios y que los siguen motivando? ¿Qué busca esa amplia generación de jóvenes que son los primeros en sus familias que cruzan las puertas de una Universidad? ¿Qué buscan los jóvenes de "Un techo para Chile", los que participan multitudinariamente en la caminata del Padre Hurtado y peregrinan al santuario de Teresita de los Andes, y los que recorren Chile como voluntarios, en las acciones Servicio País, Chile Solidario, Misión País y tantas otras? ¿Qué buscan miles y miles de voluntarios, llenos de generosidad?

privilegiemos algunas peticiones



Al acercarnos al Bicentenario nos conviene examinar todos nuestros proyectos para que persigan el bien de los jóvenes, cuya vocación es inseparable de la generosidad, la sinceridad y la entrega a causas grandes, y por eso mismo, del esfuerzo, la fiesta y la alegría.

En los últimos decenios han tenido un gran protagonismo los ingenieros, los economistas y los empresarios. Les agradecemos que hayan puesto algunas de las bases necesarias para el desarrollo, acrecentando la producción y la exportación de productos al mundo entero, y ofreciendo cada vez más puestos de trabajo. Deben seguir en lo suyo, contando con el apoyo y el aprecio de la Comunidad Nacional.

También han tenido un gran protagonismo los expertos en derecho, quienes apoyados por otros profesionales han buscado más verdad y justicia, han empleado sus talentos en los Tribunales, y han trabajado en perfeccionar nuestra institucionalidad, de modo que sea más justa. Podríamos recorrer también otros ámbitos de la vida nacional y diferentes profesiones que han tenido un gran protagonismo.

Se abre, sin embargo, una nueva etapa. No basta con el bienestar material. Tampoco basta el mero reconocimiento de derechos. No basta, en el ámbito del espíritu, la mejor transmisión de conocimientos. La tarea es más exigente. Los más jóvenes quieren desplegar sus talentos, quieren potenciar sus valores y sus iniciativas, buscan personas sabias que les hablen de Jesucristo, exigen un trato conforme a su dignidad, y con ello, igualdad y pluralidad de oportunidades. Realmente aprecian a quienes quieren abrirle camino a su esfuerzo y creatividad. En esta nueva etapa hacia el pleno desarrollo deben asumir el protagonismo que les cabe los pedagogos, las familias y los comunicadores sociales.

¿Hay alguna profesión civil más noble que la que asume el profesor si es un pedagogo, una mujer o un hombre al servicio del proyecto maravilloso que Dios ha sembrado en cada uno de sus hijos? Bien sabemos la importancia que tendrá para toda la vida la configuración y consolidación de los valores y de la personalidad del niño en los primeros años de su existencia, y que ella ocurre en el hogar, en la escuela y, en los últimos decenios, a través de la televisión. ¿Qué "producto", por así decirlo, de las demás profesiones civiles es tan valioso como un niño que en la formación básica ya intuye el sentido de su vida y la solidaridad, y comienza a hacer suyas esas actitudes que lo harán el primer agente de su desarrollo y del bien que procurará a los demás? Naturalmente, lograr que todos los educadores no sean meros transmisores de conocimientos sino pedagogos, que siempre gocen de la estima de toda la sociedad y de los incentivos necesarios para seguir formándose, que no le teman a las evaluaciones, que participen activamente en una asociación gremial que realmente los represente y que ponga todos sus esfuerzos en la dignificación, no sólo económica, de la profesión, es una meta que exige una gran dedicación y un gran amor a nuestros jóvenes y a nuestra Patria. Tenemos que movilizar a todas las facultades de pedagogía para que aborden vigorosamente esta tarea. Con espíritu visionario debemos hacer planes para que en un plazo no muy lejano, si se cumplen las metas anteriores, los profesores pertenezcan al grupo de los profesionales mejor retribuidos de Chile, debido a la incomparable dignidad de sus servicios.

¿Hay otra escuela de valores y actitudes más decisiva para la vida futura que la familia? Es el bien más apreciado. Recientemente en la encuesta del Instituto Nacional de la Juventud, más del 91% de los jóvenes consultados afirmaron que para ellos lo más importante es la familia; luego, el trabajo. Pero aquello que buscan es, para muchos, un bien inalcanzable. El 62% de los chilenos no nacen en un hogar constituido por el matrimonio de sus padres, es decir, en una familia que ya cumple con un derecho y un anhelo fundamental de todo niño: contar en su hogar, de manera estable, con el amor y el apoyo de su padre y su madre. Anhelan contar con una familia unida para toda la vida, conforme al proyecto sabio de Dios.

Por estudios hechos en numerosos países, conocemos la influencia negativa que tiene, en la mayoría de los casos, la ausencia del padre, y sabemos que los hijos que han contado con la cercanía y la dedicación de su madre durante los cuatro primeros años de vida, como jóvenes normalmente no optarán por la delincuencia ni la violencia. Es de conocimiento general que los índices de mayor criminalidad y de mayor participación en las guerrillas, se dan entre quienes no han tenido un hogar. Y los mayores índices de desconcierto y depresión, entre quienes han sufrido dolorosamente el trauma de la destrucción de su hogar. Digo ‘los mayores índices', porque Dios, que es Padre de los huérfanos, las viudas y los afligidos, también a ellos les ofrece caminos para paliar estos males. Pero es un hecho: del desarrollo afectivo temprano depende en buena medida el desarrollo humano. Ya lo decía Gabriela Mistral: "Muchas cosas pueden esperar; el niño, no. A ellos no les pueden decir ‘mañana'. Su nombre es ‘hoy'".

Sin lugar a dudas, esta nueva etapa a favor de los niños y de los jóvenes tiene que caracterizarse por políticas públicas y privadas a favor de la constitución de familias estables, que sean verdaderos santuarios de la vida, la confianza y la sociabilidad. Valorando sobre manera las aportaciones de la mujer en la vida pública y en los lugares de trabajo, postulando para ella igual remuneración que para los varones y mayor flexibilidad de horarios, no caigamos en la trampa de no valorar lo que hace, de manera irreemplazable, ahora con la ayuda de su esposo, en el seno de su familia. También esta ocupación es parte del ‘mercado laboral', en el cual la mujer participa, ciertamente, en mucho más del 50%.

Son de gran influencia las aportaciones de los profesionales de la comunicación en la formación de los niños y de los jóvenes. Pero no faltan quienes, hay que reconocerlo, han convertido la libertad de expresión en un ídolo. Nada debe regularlo. Es un ser absoluto, que no reconoce nada superior a él. El tema es complejo. Existe una estrecha relación entre la libertad de expresión y la vigencia de la democracia. Sin que ello obste, el conocimiento que tenemos de la casi incontrarrestable influencia que tienen algunos medios de comunicación social, sobre todo los audiovisuales, en la formación de incontables niños, y de la eficacia que tienen en darle carta de ciudadanía a determinadas maneras de pensar y de actuar, que a veces refuerzan y a veces destruyen nuestros valores, ¿no se hace del todo necesario dar más calidad a la formación de los futuros comunicadores, que asumirán abnegadamente tantas jornadas de trabajo y de fatigas por prestarle un gran servicio al país, mediante la información, comunicación, entretención y socialización de proyectos y costumbres? En realidad, no debiera existir ninguna escuela de periodismo que no ofrezca, con mayor razón que en la mayoría de las otras profesiones, una asignatura que se ocupe, con gran nivel, de la ética profesional. La nueva etapa del Bicentenario debe caracterizarse por una generosa corresponsabilidad por el bien de los niños y de los jóvenes de parte de los medios de comunicación social.


Maestro, ¿dónde moras?



También el pueblo de Chile, al igual que los primeros discípulos, no busca tan sólo bienes materiales y espirituales, busca el rostro y la bondad de Jesucristo, busca a Aquel que es el origen de nuestra sabiduría, nuestra esperanza, nuestra solidaridad y nuestro canto. Constatamos tantas veces que al igual que los primeros discípulos, cuando el Señor le pregunta "¿Qué buscan?, su respuesta es "Maestro, ¿dónde vives?". Y la reacción de Jesús no se deja esperar: "¡Vengan y lo verán!". Él nos ofrece la experiencia de su amistad personal y de su verdad, es decir, de "su hogar", el hogar donde es posible encontrar a nuestros hermanos y a nuestro Padre.

Lo encuentran incontables chilenos en horas de contento, de aflicción y de dolor. Por eso, vibró el alma de nuestro pueblo cuando supo que el General José Alejandro Bernales con su esposa, trágicamente fallecidos, eran un matrimonio unido por la misma fe y esperanza, que los llevaba a acercarse a quienes más sufrían en su institución. Y se conmovió el alma de nuestro pueblo cuando tuvo conocimiento de la reacción cristiana de los padres y de las compañeras de las nueve niñitas del Colegio Cumbres que se habían accidentado en el Norte y habían fallecido. No dudaban de que esta vida es un camino al cielo, al encuentro y el amor definitivo. En el mismo ámbito de la fe, este año fuimos testigos de la gratitud que le guarda nuestro pueblo a la Virgen María por su entrañable amor a Jesucristo, y en Él a todos nosotros. Acudió masivamente a los santuarios donde se la venera -los del norte, del centro y del sur del país-, no porque fuera una obligación, no el lunes anterior o posterior al 16 de julio, sino el mismo día de su fiesta. Simplemente por cariño, el que le tenemos a quien queremos como a la mejor de las madres, a la madre de Jesús.


Conclusión



Concluyo, deseando a Vuestra Excelencia, como Presidenta de la República, a sus colaboradoras y colaboradores en las tareas de gobierno, como también a todos los parlamentarios, a los integrantes del Poder Judicial, y a los miembros de nuestras Fuerzas Armadas y de Orden, y a todos los que aman el bien de Chile y se dedican a procurarlo, la celebración de unas Fiestas Patrias colmada de la alegría que brota de los bienes que Dios ha concedido a nuestra Patria, y del esfuerzo sincero de todos los que se empeñan en hacer de ella una gran Nación.


+ Francisco Javier Errázuriz Ossa
Cardenal Arzobispo de Santiago


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Comunicado emitido por el cardenal Pedro Rubiano Sáenz, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, con el título "No matarás, para expresar su desacuerdo con el Proyecto de Ley Estatutario No. 004 de 2008 Senado, que busca reglamentar las prácticas de la Eutanasia y la asistencia al suicidio en Colombia.



En relación con el Proyecto de Ley Estatutario No. 004 de 2008 Senado, por el cual se reglamentan las prácticas de la Eutanasia y la asistencia al suicidio en Colombia, como Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, quiero recordar a los fieles y a todos los colombianos que nunca puede ser moralmente lícita la acción que provoque directa o intencionalmente la muerte de una persona.


La Eutanasia
es un crimen y en él participan todos los que ejecutan el acto homicida. El Estado ha sido erigido para defender la vida, como lo afirma el artículo 11 de la Constitución Colombiana "el derecho a la vida es inviolable".


Este principio debe proclamarse siempre en relación con los pacientes que padecen enfermedad y tienen graves sufrimientos e incluso, con aquellos que piden expresamente que se dé fin a su vida. La terminación intencional de la vida por otra persona, así sea un tercero cualificado, constituye siempre un asesinato, pues ni el personal médico, ni los familiares pueden tomar la decisión de provocar la muerte de una persona.


El derecho a la vida debe ser proclamado y salvaguardado, con mayor valentía, cuando se trata de los más débiles, como las personas que se encuentran en estado vegetativo, los minusválidos o los niños recién nacidos o en la fase prenatal, que sufren malformaciones. En ninguno de estos casos se puede renunciar al tratamiento médico proporcionado. No se trata de prolongar gratuitamente el sufrimiento, de generar gastos exorbitantes o intervenciones médicas inútiles. Se trata de defender los principios fundamentales porque sobre prácticas semejantes y argumentando la calidad de la vida o de la raza, se edificaron otrora regímenes totalitarios.


+ Pedro Card. Rubiano Sáenz

Arzobispo de Bogotá

Primado de Colombia


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Desde la Delegación de Catequesis de la Diócesis de Tenerife se nos ofrece el siguiente subsidio litúrgico para la celebración del envío de los catequistas el 12 de Octubre de 2008.

DÍA DE LA CATEQUESIS
12 de Octubre


...hasta lacanzar a Cristo


MONICIÓN DE ENTRADA

Todos los domingos entorno al altar, nos reunimos para celebrar el misterio de la muerte y resurrección del Señor. Este domingo, nuestra comunidad diocesana celebra el día de la catequesis, con el lema:”… hasta alcanzar a Cristo”.

La catequesis es una actividad importante y fundamental en nuestra comunidad. Durante el curso muchos niños, jóvenes y adultos, van a ser ayudados, a descubrir a Dios, a profundizar en la fe que recibieron en el bautismo y que profesaremos en el credo.

Los catequistas desempeñan esta tarea, propia de la Iglesia y en nombre de la comunidad.

Pero es una tarea común de toda la comunidad por eso en esta celebración, vamos a nombrar, acoger y a enviar, a los catequistas en nombre de Dios y de su Iglesia.

Comenzamos nuestra celebración cantando.

 

MONICIÓN LECTURAS

Mientras vamos de camino para alcanzar a Cristo, es necesario ir ligeros de equipaje y llevar solo lo necesario, para que la marcha sea más llevadera.

La Palabra de Dios es imprescindible para el camino, es el bastón de apoyo de todo el que camina en el Señor. Por eso escuchemos atentos al Dios que nos habla en nuestro caminar hacia Él.

 

 

DESPUÉS DE LA HOMILÍA
(Dice el sacerdote)

Queridos hermanos: En primer lugar, me dirijo a ustedes, madres y padres, que tienen a sus hijos en catequesis. Son muchas las dificultades que lleva consigo esta labor. Y mucho más cuando nos olvidamos de nuestras responsabilidades. Por eso, les pido que acompañen a los catequistas en la formación cristiana de sus hijos y ayuden a sus hijos a dar los primeros pasos en la vida de la fe.

En segundo lugar, ustedes, catequistas, alégrense de la tarea que les ha encomendado la Iglesia. Los catequizandos les necesitan, pero nosotros también. Por eso, les agradecemos vuestra generosidad y vuestro trabajo.

Somos conscientes de las dificultades que van a tener, pero saben que Dios no les abandona y que la parroquia pone a su disposición todo lo que necesitan para realizar lo mejor posible vuestra labor.

Desde aquí, y en nombre de toda la comunidad, pedimos la gracia y la bendición de Dios para todos ustedes y para los adultos, niños y jóvenes que van a educar en la fe durante este curso que ahora comienza. Amén.


Todos juntos vamos a proclamar el Credo. Es la fe de la Iglesia en la que todos hemos nacido. Pero hoy, vamos a proclamar nuestra fe con la fórmula que usamos en el bautismo:

 

*Les pregunto a todos

 

 ¿Creen en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra?
*Si, creo

 

¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre?
*Sí, creo

 

¿Creen en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los Santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna?
*Sí. creo

 

Esta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús, Señor nuestro.
*Amén

 

*Les pregunto a los catequistas

¿Quieren, por tanto, ser testigos de esta fe de la Iglesia que todos han recibido?
*Sí, quiero

 

¿Se comprometen a transmitir la fe de la Iglesia, que hemos proclamado juntos, y a educarla en los miembros de nuestra comunidad?
*Si, me comprometo

 

Que el Espíritu de Dios Padre y de Jesucristo, el Señor, les fortalezca y les guíe en el ejercicio de esta tarea y de esta responsabilidad que han contraído ante la Iglesia.
 *Amén

 

SÍMBOLO QUE SE ENTREGA

(se acerca el sacerdote a cada uno,

le entrega el material y le dice:)

 

Sacerdote:


Recibe el material de la formación, profundiza lo que en él se enseñe, para que puedas vivir aquello que luego inicies con tus catequizandos.

 

ORACIÓN DE TODOS LOS CATEQUISTAS


Señor Jesús:

Aquí me tienes para servirte

y colocar a tus pies la labor en que estoy empeñado.

Tú me escogiste para ser catequista,

anunciador de tu mensaje a mis hermanos.

Me siento muy pequeño e ignorante, soy a menudo inconstante,

pero sé que tu me necesitas.

Gracias por confiar en mí, pequeño servidor tuyo.

Estoy pronto a cumplir esta hermosa tarea,

con sencillez y modestia, amor y fe.

Quiero ser instrumento tuyo

para despertar en muchos hermanos:

cariño por tu persona, confianza en tu promesa,

deseos de seguir te como discípulo.

Bendice día a días mis esfuerzos;

pon tus palabras en mis labios,

y haz que, en comunión con mis hermanos,

pueda colaborar en extender tu Reino.

María, tu que seguiste con fidelidad

las huellas de tu Hijo,

guíanos por ese mismo camino.

 

 

ORACIÓN DE LOS FIELES

Oremos, hermanos, a Dios por las necesidades de la Iglesia y del mundo, por nosotros y, de modo especial, por quienes se dedican a la tarea de la catequesis.

1.- Por la Iglesia, presente en todo el mundo, para que no cese en su empeño por anunciar el Evangelio a todos los hombres, roguemos al Señor.


2.-Por el Papa, los Obispos, Presbíteros, los Diáconos y demás ministros de la Palabra, para que sean fieles transmisores de la misma y testigos de su fuerza salvadora, roguemos al Señor.

3.-Por todos los que trabajan en la obra de la evangelización y la catequesis, para que ni el fracaso los desanime, ni el éxito les envanezca, roguemos al Señor.

4.-Por todos los que han de ser catequizados, para que el Espíritu Santo los ilumine y los asista, roguemos al Señor.

5.-Por los catequistas de nuestras parroquias, para que se entreguen con dedicación y fidelidad a su misión de transmitir la Palabra de Dios, de educar en la fe y ser testigos claros y valientes del seguimiento de Jesús entre nosotros. roguemos al Señor.

6.-Por todos los que nos hemos reunido, para que el Señor despierte y sostenga en nosotros el sentirnos Iglesia y la conciencia de la propia responsabilidad en la obra de la evangelización y de la catequesis, roguemos al Señor.

Escucha, Padre de todos los hombres, nuestra oración esperanzada. Te pedimos que todos seamos, cada vez más, servidores de la vida que tú has sembrado en nosotros. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

 

  

PRESENTACIÓN OFRENDAS

(Dos catequistas presentan el pan y el vino)


Te presentamos el pan y el vino Señor, que se transformarán en tu cuerpo y tu sangre. Con ellos los catequistas, ponemos en tu altar hoy, la ilusión y el esfuerzo de nuestro trabajo para que tu Jesús, lo transforme en encuentro contigo en camino de fe y alegría, en vida nueva para toda la comunidad parroquial.


(Dos catequistas presentan unos globos de colores)


Te ofrecemos estos globos de colores, expresan la alegría que sentimos, por que quieres contar con nosotros, con nuestras pobres palabras para anunciarte a los niños, jóvenes y adultos que encontremos en el camino.

 

 

AGRADECIMIENTO DE LOS PADRES


(Un padre o madre de familia dice…)


Una de las actividades más importantes de nuestra comunidad es la catequesis, donde los catequizandos reciben los fundamentos de la fe y la formación suficiente para vivir la fe cristiana. Cada día se hace más difícil esta labor. Nosotros, los padres y madres, les agradecemos a los catequistas su dedicación y les pedimos que sigan en este empeño, por difícil que sea, porque necesitamos de su ayuda.

 

 

 

“… hasta alcanzar a Cristo"

Se pueden utilizar algunos signos durante la celebración. Por ejemplo, delante del altar, colocar una mochila, unas botas, un bastón… utensilios para el camino.


La mochila: que deben ir llenando los catequistas de lo que es realmente necesario: La Palabra de Dios, los sacramentos, la formación… Para alcanzar a Cristo es necesario ir ligeros y no llevar mucho peso durante el camino. Habrá que ir despojándose de todo lo que nos sobra, lo que no es necesario para caminar.


Las botas: para alcanzar a Cristo es necesario llevar un calzado apropiado, saber por dónde vamos a caminar. Necesitamos ser conscientes a quien vamos a catequizar, a quien tenemos delante para adaptar el lenguaje; para poder ayudarles, también a ellos a alcanzar a Cristo.


El bastón: no podemos caminar, no podremos alcanzar a Cristo, si no vamos tras sus huellas, si no hay encuentros con Él en la oración, en la Eucaristía, en tiempos gratuitos y personal con Él.


El envío propiamente dicho, lo hemos dejado con la entrega de los materiales de formación, que será lo común que se haga. Se podría dar la opción de entregar la formación y los catequistas meter en la mochila como compromiso: la Biblia, un pan, un material de formación y unos libros de catequesis.

 


Publicado por verdenaranja @ 20:00  | Catequesis
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Delegado Diocesano de Catequesis de la Diócesis de Tenerife envía calendario pastoral de catequesis para el cruso 2008-2009.

CALENDARIO PASTORAL DE CATEQUESIS

CURSO 08/09



Con el lema “…hasta alcanzar a Cristo” nos aprestamos a comenzar un nuevo curso pastoral en el que nuestra atención preferente, en comunión con el PDP, serán los jóvenes y las vocaciones. Igualmente tendremos en cuenta que nos encontramos en el llamado “Año Paulino”. De ahí que nuestro lema esté entresacado de la carta que Pablo dirige a la comunidad de filipos, en la que se nos invita a ponerlo a Él como el centro de nuestra vida y la meta última hacia la que nos dirigimos, de modo que vayamos siendo, cada día, memoria viva de Jesucristo resucitado.

Es muy importante que tengamos en cuenta, y preveamos nuestra participación en estas fechas significativas:

  • Del 15 al 18 de Septiembre, de 5 a 9 de la tarde, organizado junto con el Instituto Superior de Teología, seminario sobre: “Orígenes, presente y futuro del Catecumenado” Jordi D’Arquer y Terrasa responsable del departamento nacional para el catecumenado. La matrícula ha de hacerse en la secretaría del ISTIC.
  •  17 de Septiembre: Presentación del Catecismo “Jesús es el Señor”, a las siete de la tarde en el seminario, por Juan Ignacio Rodríguez Trillo, director del Secretariado Nacional de Catequesis. Tratemos de invitar a todos los catequistas y participarán también los que estén en el curso del catecumenado.  
  • 5 de Octubre. A las 5 de la tarde en la Catedral, entrega oficial del Catecismo “Jesús es el Señor” a los coordinadores y miembros de la delegación en el marco de la Eucaristía presidida por el obispo. Es muy importante nuestra presencia en esta singular celebración  
  • 12 de Octubre: Día de la Catequesis.  
  • 17 de Mayo: ENCUENTRO DIOCESANO …A LOS 10 AÑOS DEL SÍNODO (Unifica los tradicionales encuentros de catequistas, juventud, caritativo social y apostolado seglar)  
  • 20 de Junio: JORNADA DE CATEQUESIS DE ADULTOS: 
    Pablo: “…Hasta alcanzar a Cristo” 

     
  •  REUNIONES DE LA DELEGACIÓN DE CATEQUESIS:

 

o Miércoles 10 de Septiembre, Sábado 13 de Septiembre, Miércoles 1 de Octubre, Miércoles 12 de Noviembre, Sábado 13 de Diciembre, Miércoles 14 de Enero, Miércoles 11 de Febrero, Sábado 7 de Marzo, Miércoles 15 de Abril, Miércoles 13 de Mayo.

 

* Las fechas en negrita coinciden con los coordinadores arciprestales.

  • CURSILLOS DE CATEQUESIS:

 

o Del 6 al 8 de Julio de 2009: “La dimensión vocacional en la catequesis con jóvenes”, en La Laguna, animado por el Departamento de Jóvenes de la Delegación.

 

o Del 6 al 8 de Julio de 2009: “Pablo: Siervo de Jesucristo llamado a ser Apóstol”, en Santa Cruz de La Palma, animado por José Francisco Concepción Checa.

 

o Del 13 al 15 de Julio de 2009: “La Iniciación cristiana: nacer a la Fe”, en Adeje, impartido por Juan Sebastián Teruel.

 

o Del 15 al 18 de Septiembre de 2009: “La Iniciación Cristiana y la catequesis”, en la Orotava, impartido por Juan Carlos Díaz Hernández.

 

Antonio P. Morales

Delegado de Catequesis

El próximo 13 de septiembre nos reuniremos los miembros de la delegación y los coordinadores arciprestales en la casa de la Iglesia, a partir de las diez y cuarto. 
 

Publicado por verdenaranja @ 19:36  | Catequesis
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El Delegado Diocesano de Catequesis de la Diócesis de Tenerife envía a los catquistas escrito animándoles a comenzar el curso y comentando el lema de este añor: ...hasta alcanzar a Cristo.

…hasta alcanzar a Cristo


Un curso más, ponemos en manos de todos los catequistas nuestra propuesta de formación gracias a la gentileza de la Comisión Regional de Catequesis de Aragón. Nunca insistiremos suficientemente sobre la importancia que para nosotros, y para nuestro servicio educativo y evangelizador, tiene la formación continua. Gracias, por tanto, por el cariño y empeño que ponemos en esta tarea que nos capacita mejor para nuestra tarea catequética.


Nada hay más hermoso, nos dice Benedicto XVI, que haber sido alcanzados, sorprendidos, por el Evangelio, por Cristo. Nada más bello que conocerle y comunicar a los otros la amistad con Él. Lo que el mundo necesita es el amor de Dios, encontrar a Cristo y creer en Él. Por ello, nuestro lema catequético de este curso, en comunión con el Plan Diocesano de Pastoral es: “…hasta alcanzar a Cristo”.


El Señor nos envía y acompaña en esta preciosa misión: “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo… Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mt.28, 19-20) Qué maravilla: Alguien, Él está siempre con nosotros.


Durante los cursos pastorales 2008/09 y 2009/10, vamos a formarnos en una cuestión capital: la Iniciación Cristiana. Por ello, editaremos este folleto, y otro material el venidero año, para capacitarnos mejor en esta tarea en la que la catequesis es el elemento central: ayudar a engendrar y a llevar a una mínima madurez a nuevos hijos e hijas de Dios.


Al cumplirse diez años de la conclusión de nuestro primer sínodo diocesano, no hemos dado cumplimiento del todo a una de sus constituciones que pide la realización de un directorio diocesano para la iniciación cristiana. El vigente Plan Pastoral retoma esta cuestión y prevé, además, dedicar el curso 2009/10 a este importante desafío.


La iniciación cristiana, efectivamente, es el gran desafío de esta hora. En los últimos años el tema de la iniciación cristiana, considerada a la vez como un proceso catequético, vital y litúrgico, ha sido objeto de atención recurrente y objeto de múltiples reflexiones y orientaciones. Pocas cosas pueden compararse en nuestra misión con la tarea de ayudar a que del seno de la Iglesia nazcan y crezcan nuevos hijos de Dios. La Iglesia, decía S. Agustín, «es la única madre verdadera de todas las gentes, que ofrece su regazo a los no regenerados y amamanta a los regenerados». Esta maternidad la ejercita en la iniciación cristiana, mediante el anuncio del Evangelio con palabras, obras y a través de los sacramentos. Por eso mismo, pocas cosas pueden compararse en importancia a esa unidad inseparable e inquebrantable de sacramentos y catequesis que constituye, en su conjunto, la iniciación cristiana.


 

Hablamos, por lo tanto, de una cuestión capital. En ella se juega el ser cristiano; se inicia en la fe a una persona, es decir, se le bautiza, confirma y participa en la Eucaristía, se le educa básicamente en la fe, vida y misión de la Iglesia, para hacerlo cristiano, esto es, para ser y vivir en Cristo. Esto es muy serio y decisivo. La urgencia de la IC viene determinada por la «obediencia al mandato misionero del Resucitado y la fidelidad a la condición maternal de la Iglesia».


La fatiga de la noche y el peso de nuestras deficiencias puede ser grande.1 No obstante, siempre es posible abrir caminos nuevos para el Evangelio. Parafraseando a Martín concluyamos diciendo: ninguna nostalgia, ningún llanto, ninguna evasión de las urgencias del momento presente: dejémonos, en cambio, animar por una ardiente esperanza, de una profunda pasión por el Reino que nos haga capaces de desarrollar en el presente de la humanidad, la belleza de la promesa de Dios para el futuro. Alentados por el soplo del Espíritu, es tiempo de recomenzar, de reemprender la marcha. Nuestra andadura ha de hacerse más rápida en este nuevo milenio, nuestra vista conviene que se agudice, nuestra contemplación debiera ser más frecuente, nuestra escucha de la Palabra cotidiana y nuestro ardor apostólico y misionero, irrefrenable, pues nos empuja el que no defrauda, el Señor del Cosmos y de la Historia. Todo pasa; el amor permanece. Es siempre la hora de la esperanza. La Virgen del Sábado Santo sabrá hacernos compañía en la certeza de que no seremos defraudados, en esta tarde del tiempo y en la aurora de los días que vendrán. La gran aventura de la evangelización continúa… hasta que alcancemos a Cristo (Flp 3,7-8)

1 Cf. Lc. 5, 5.8.

 


Publicado por verdenaranja @ 19:24  | Catequesis
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Comentario a las lecturas del domingo veinticinco del Tiempo Ordinario  - A, publicado en Diario de Avisos el domingo 21 de Septiembre de 2008 bajo el epígrafe “el domingo, fiesta de los cristianos”.

Nadie nos ha contratado

DANIEL PADILLA

 

Cuando, hace algunos años, leía esta parábola de los jornaleros de la viña, recuerdo que apenas me detenía en su primera parte y trataba de profundizar seria­mente en la segunda. ¡Qué quieren: no me impresionaba de­masiado esa galería de "hombres ociosos" en la plaza, a to­das las horas del día! Me pareció una historia poco verosí­mil. ¡Claro, eran años de pluriempleo y horas "extras"! Los hombres trabajaban diez y hasta doce horas y el nivel de vi­da crecía proporcionalmente. Por eso, prefería fijarme en la segunda parte: en esa extraña y sorpresiva manera del dueño de la viña a la hora de valorar los méritos de sus jornaleros, ya que a todos -los últimos y los primeros- les pagaba el mis­mo jornal: un denario. Sí, esa segunda parte era la que me llamaba la atención.

 

Pero he aquí, amigos, que, de pronto, en las fechas que vivimos, me está sucediendo lo contrario. No es que ahora ya no me interese la manera de pagar del dueño, sino que, de la noche a la mañana, y a la chita callando, veo que lo que antes parecía una fábula, pura ficción literaria, ha tomado cuerpo y se ha hecho sangrante realidad. La gran plaza de  nuestro pueblo se ha llenado de      "ociosos". Son gentes de todas las edades, de todos los estilos,  de toda condición.

 

- ¿Nadie los ha contratado?

 

- Nadie, Señor. Ni a la hora de tercia, ni a la hora de sexta, ni a la hora de nona.

 

En la gran plaza de nuestro país hay millones de parados. Y en la plaza más recoleta de nuestra provincia, miles. Y es ésta: que aquí y ahora, nadie viene a contratar a nadie.

 

¿Por qué? Hoy día, claro, hay explicaciones para todo. Y las explicaciones, más o menos, y simplificando mucho, son éstas. Los dueños de la viña tienen miedo. Miedo a invertir. (Sabido es que "el miedo guarda la viña"). Tienen miedo de no vender sus productos. Si no venden sus productos, tienen miedo de no poder seguir ampliando la viña, prefieren, pues, "cerrar el kiosco". Como, por otra parte, los jornaleros "ociosos", al no poder cobrar dinero, no pueden adquirir sus productos, llegamos a lo de "la pescadilla que se muerde la cola".

 

Y lo malo no queda ahí. Lo malo es que, además, ese mundo del "parado" termina afectando a todo: a la integri­dad y equilibrio del propio parado, al armónico desarrollo de su familia, al entorno social y la seguridad ciudadana, acaso hasta a sus mismas vivencias religiosas.

 

¿Qué hacer, Señor? No lo sé. Pero me gustaría que la parábola volviera a ser tal y como Tú la contaste. Es decir, me gustaría que todos -Administración y empresarios, banca pública y capitales privados, ciudadanos de la "jet-set" y cualquier poseedor de una viña- salieran a las plazas de nues­tros pueblos a contratar operarios. A la hora sexta y a la de nona. Hasta dejar vacías todas las plazas. Porque no hay fe­licidad más grande en este tema que la que expresó tan cer­teramente aquel obispo: "Dichosos lo que se empobrecen por "invertir" y crear puestos de trabajo, porque acumulan "acciones" para el Reino".


Publicado por verdenaranja @ 11:23  | Espiritualidad
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S?bado, 20 de septiembre de 2008

El próximo 6 de octubre de 2008 tendrá lugar la Bajada de la Virgen de Guadalupe desde su Santuario de Puntallana hasta la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en la villa capitalina de San Sebastián de la Gomera. Se iniciarán así las "Fiestas Lustrales 2008" en honor de la Patrona de la Gomera que se prolongarán hasta el 13 de diciembre. Con ese motivo el obispo diocesano deon Bernardo Álvarez se dirige a los fieles de La Gomera y y de toda la Diócesis.

"¿QUIÉN SOY YO PARA QUE ME VISITE LA MADRE DE MI SEÑOR"

 

A los hombres y mujeres de la isla de la Gomera, donde quiera que se encuentren:

 

Que la gracia, la paz y el amor de Dios Padre, manifestado en Jesucristo su Hijo, concebido por obra del Espíritu Santo y nacido de la Virgen María, sea con ustedes.

 

Fiel a su cita quinquenal, el próximo 6 de octubre tendrá lugar la Bajada de la Virgen de Guadalupe desde su Santuario de Puntallana hasta la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en la villa capitalina de San Sebastián de la Gomera. Se iniciarán así las "Fiestas Lustrales 2008" en honor de la Patrona de la Gomera que se prolongarán hasta el 13 de diciembre, fecha en la que la venerada imagen, después de peregrinar por toda la isla de La Gomera, retornará de nuevo a su histórico y centenario Santuario, construido a partir de una primitiva ermita erigida, a comienzos del siglo XVI, para albergar la imagen de la Virgen que providencialmente fue encontrada en aquel lugar.

 

En efecto, como nos ha transmitido una bella tradición de nuestros antepasados, un navío del siglo XVI, en ruta hacia América, pasó cerca de la isla de La Gomera. Sus tripulantes advirtieron en tierra muchas luces brillantes que salían de una cueva. Atraídos por ello descendieron a tierra y encontraron en la cueva una pequeña imagen de la Virgen María con su hijo Jesús en brazos. La trasladaron al barco. Pero, por más que lo intentaron, cuando quisieron emprender el viaje no podían navegar. Comprendiendo que todo aquello tenía algo de misterioso devolvieron la imagen al mismo lugar donde la encontraron. Se dirigieron al puerto cercano de San Sebastián de la Gomera e informaron a las autoridades y habitantes de lo que les había pasado. Todos fueron al lugar, llamado Punta Llana, totalmente despoblado y a unos siete kilómetros de distancia. Al llegar allí encontraron la imagen donde les habían dicho. Después de venerarla, decidieron que debía permanecer en aquel sitio y le improvisaron un rústico albergue que luego sería una ermita y posteriormente el actual Santuario donde ininterrumpidamente y con gran devoción se ha venido venerando aquella imagen por todas las generaciones de gomeros que se han sucedido desde entonces.

 

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?

 

Hermanas y hermanos: Todos hemos oído alguna vez esta expresión. La pronunció por primera vez Isabel, ante la Virgen María, cuando ésta, después de varios días de camino, se presentó inesperadamente en su casa con la intención de acompañarla y servirla, pues Isabel era una mujer relativamente mayor y estaba embarazada de seis meses. Pero, aquella no era una visita cualquiera, su prima María también esperaba un hijo, ¡el Hijo de Dios!, concebido por obra del Espíritu Santo. La presencia de María en casa de Isabel llevando a Jesús en su seno produjo tal conmoción que incluso la criatura de Isabel (el futuro Juan Bautista) saltó en el vientre de la madre, que de paso se llenó del Espíritu Santo y se puso a felicitar a María con gran efusión. Es gratificante volver a leer el texto evangélico que nos relata aquel memorable hecho:

 

En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito:
-"¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?

En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá."

María dijo:

-"Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí". (Luc. 1,39-49)

 

 

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Isabel se sorprende, no sólo por lo inesperado de la visita, sino -sobre todo- por la persona que la visita: "La Madre del Señor". Las palabras de Isabel son expresión de su humildad, pues aunque es mayor que su joven prima, reconoce la grandeza de María y que no es digna ni merece que la visite aquella que es ¡la Madre del Señor! Por su parte, la Virgen María también expresa su humildad y sencillez, pues -aunque es consciente de su grandeza y dignidad- no le importa dejar su casa para hacer de criada de Isabel durante tres meses y cuando su prima la felicita con grandes ponderaciones diciéndole: ¡Bendita tu entre todas las mujeres! ¡Dichosa tú que has creído!, ella, inmediatamente, atribuye todo a Dios –Poderoso y Salvador- que es quien ha hecho cosas grandes en su vida.

 

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? La visitación de la Virgen María a su prima Isabel es uno de los "Misterios del Rosario", concretamente el segundo de los llamados "Misterios de gozo". Este y los demás hechos de la vida de Jesús y de María se llaman "misterios" no porque sean algo inexplicable o incomprensible, sino porque en ellos se está manifestando y realizando la salvación que Dios -por medio de su Hijo Jesucristo- quiere para todos los hombres y mujeres del mundo. El "misterio de la visitación de la Virgen" fue un hecho histórico que ocurrió hace más de dos mil años y –como tal hecho histórico- ya no se vuelve a repetir, pero lo que si se repite desde entonces -en todo tiempo y lugar- es lo que este misterio significa: que Dios -por medio de Jesús y de su madre la Virgen María- sigue visitándonos y comunicándonos aquellos mismos bienes que comunicó a Isabel. La Virgen María conoce nuestras necesidades y nos visita para servirnos como hizo con su prima Isabel.

 

Todos los cristianos sabemos y creemos que la Virgen María, un ser humano como cualquiera de nosotros, fue elegida por Dios para ser la Madre de su Hijo y como tal la dotó de grandes privilegios, que no se le han concedido a ninguna otra criatura: fue concebida sin pecado original y preservada de todo pecado (Inmaculada) y una vez cumplidos los día de su vida en la tierra fue llevada al Cielo en cuerpo y alma (Asunción). María es la criatura humana más perfecta que existe porque en ella se realizó de un modo único y singular la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte. La muerte y resurrección de Jesucristo, con anticipación, produjo como fruto primero y el más excelso esta persona singular que es la Virgen María. Todo lo que es y tiene María es regalo del Señor, que hizo maravillas en ella, como la propia María reconoció y proclamó ante su prima Isabel en la oración de alabanza que llamamos "Magnificat". María es la realización plena del Señorío de Dios en la historia, aquel Señorío que da la vida en plenitud y que Dios quiere extender a todas las personas que, como María, acogen libremente su voluntad y la cumplen.

 

La Virgen María en el momento de la Encarnación, cuando por medio del Ángel Gabriel, Dios le pidió que fuese la madre de su Hijo, respondió: "Hágase en mí según tu palabra", es decir, "sí", que se haga en mí lo que el Señor quiera. Más tarde, cuando estaba al pie de la cruz de su Hijo, en el momento en que éste iba morir, también se le pidió que fuese "madre". Leemos en el evangelio, "Jesús, viendo a su madre y al lado al discípulo, dice a su madre: -Mujer ahí tienes a tu hijo; después dice al discípulo: ahí tienes a tu madre". Y también entonces, la Virgen María, acepto la maternidad, esta vez espiritual, de todos los discípulos de su Hijo, los que han sido, son y serán. También nosotros, como discípulos de Cristo que somos, hemos sido dados como hijos a la Virgen María y ella, dócil como siempre a la voluntad de Dios ha dicho para cada uno de nosotros: "Sí, que se haga en mí lo que el Señor quiera", e inmediatamente se ha puesto a cuidarnos con amor materno; por eso creemos que no deja de visitarnos constantemente para cuidar de nosotros, especialmente cuando estamos más necesitados.

 

Esta acción de la Virgen María en la vida de cada uno es posible porque ella no es una persona del pasado. Ella no es simplemente alguien de otra época de quien nos queda el recuerdo de una vida ejemplar y que ahora admiramos o tratamos de seguir sus enseñanzas y su forma de vida. Es mucho más que eso, ella es contemporánea nuestra. En efecto, la Virgen María desde su Asunción al Cielo trasciende el tiempo y el espacio, ella es una persona viva que, formando parte del Misterio de Cristo y de la Iglesia, unida para siempre a Cristo y a su obra de salvación, está presente en la vida y la historia de los hombres, también en la vida y la historia de nuestra isla de La Gomera, para ayudarnos a vivir bien en esta vida y llegar a gozar de la vida eterna junto con ella en el cielo. Como rezamos en la liturgia de la misa: La Virgen María, "desde su asunción a los cielos, acompaña con amor materno a la Iglesia peregrina, y protege sus pasos hacia la patria celeste, hasta la venida gloriosa del Señor".

 

Sí. Hay que decirlo abiertamente: María, tras haber sido llevada al cielo no deja de visitar la tierra. Los "misterios" de la vida de María durante su vida en la tierra marcaron su existencia para siempre. Ella, desde el cielo, sigue realizando la misma misión que realizó en los días de su vida mortal: darnos a Jesucristo para que, por El, alcancemos el perdón de nuestros pecados y seamos verdaderos hijos de Dios. Y, para hacernos este servicio, sin duda el mejor que puede hacernos, la Virgen María nos visita como visitó a su prima Isabel. Sabemos que Nuestra Señora se ha aparecido muchas veces y de muchas maneras en distintas épocas y lugares del mundo –siempre con sencillez, discreción y sin apabullar a nadie-, a fin de dar a los cristianos la confianza en el amor que Dios nos tiene. Ella siempre se ha manifestado como aquella que viene a socorrer a los débiles, a curar a los enfermos, a invitar a todos a la conversión, a darnos la esperanza de que, al final, podremos reunirnos con ella en el cielo. Hemos sido dados por Dios, como hijos, a la Virgen María, ella nos ha aceptado y ha asumido la responsabilidad de ser nuestra madre; estamos seguros que no nos abandona, más aún, a poco que ponemos nuestro corazón en ella la sentimos cerca y nos llenamos de alegría, de confianza y ganas de vivir haciendo el bien a todo el mundo. La Virgen María es como un perfume penetrante que te deja impregnado de su fragancia cuando te mojas con el, aunque sólo sean unas gotas. Esto es lo que le pasó a Isabel cuando recibió la visita de María y es lo que le pasa a quienes como Isabel reconocen en María a la madre del Señor y la veneran como tal: "Bendita tu eres entre todas la mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús".

 

En el siglo XVI una imagen de la Virgen María, llevando en brazos al niño Jesús, fue encontrada en Puntallana, un lugar apartado y solitario de la isla de la Gomera. ¿Puede considerarse aquel hecho "una visita de la Virgen María" al pueblo Gomero de entonces? Se puede, ciertamente. Dejando a un lado el tema de cómo llegó la imagen a aquel lugar, cosa que nunca podremos saber con certeza, fijémonos en algunos detalles de esta hermosa tradición:


1.      La imagen es encontrada. Por tanto la iniciativa no parte del pueblo gomero, ni siquiera de los marinos. El hallazgo no es fruto de una búsqueda o investigación. Si los marinos, y las gentes de San Sebastián, van al encuentro de la imagen, es porque –antes- la imagen se les mostró a ellos: primero, mediante luces, a los marinos y luego, mediante el testimonio, a las gentes de la gomera. Se trata por tanto de "una visita" no pedida, inesperada y gratuita.

2.      Tanto los marinos como los gomeros reconocen en aquella imagen a la Virgen María con su hijo Jesús en brazos. De hecho, la invocaron como Nuestra Señora de Guadalupe, advocación con la que la Virgen ya era venerada en otros lugares.


3.      Los gomeros la veneran con sus oraciones y construyen una ermita (más tarde santuario) para guardar la imagen y poder ir a darle culto, cosa que perdura hasta hoy.

 

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? No sabemos si los gomeros de aquel tiempo lo dijeron con estas mismas palabras, pero, por las reacciones que se produjeron y por devoción constante, mantenida durante más de cuatrocientos años, podemos pensar que la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe que se venera en La Gomera, significó y sigue significando para los cristianos "una visita" de la Virgen María que, a través de esta venerada imagen, se manifiesta como madre de todos lo gomeros, los cuales –a su vez- a través de la propia imagen, veneran a María como Madre de Dios y Madre nuestra. Esta veneración no significa que la imagen reciba veneración y sea objeto de culto en sí misma, sino que la reverencia se dirige a quien la imagen representa, es decir, mediante la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe queremos encontrarnos y venerar a la persona viva que es la Virgen María, la cual, creemos por la fe, que habiendo subido al cielo, no deja de visitar la tierra para guiar y proteger los pasos de sus hijos. Todos hemos recibido de nuestros antepasados esta hermosa herencia: la fe en el amor maternal de la virgen María de Guadalupe. Dios quiera que sepamos cuidarla, vivirla cada vez con mayor autenticidad y trasmitirla fielmente a las nuevas generaciones, para que los niños y jóvenes de hoy experimenten el amor maternal de la Virgen María y la veneren con fe y devoción.

 

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? La celebración de nuevo, después de cinco años, de la Bajada de la Virgen de Guadalupe, encaja perfectamente con las reflexiones anteriores. La Bajada de la Virgen, nos recuerda que la persona viva que es María siempre viene a nuestro encuentro, significa que la Madre del Señor viene a visitarnos como visitó a su prima Isabel. La salida de la venerada imagen de su santuario de Puntallana, para acercarse a todas las parroquias de La Gomera, visibiliza la cercanía de María con todos sus hijos. Ojalá que, como Isabel, valoremos esta visita de la Virgen y con admiración y humildad exclamemos: ¿Quiénes somos nosotros para que nos visite la Madre de nuestro Señor? La Bajada, por parte nuestra, es una manifestación personal y comunitaria de amor y devoción a la Virgen María. Ojalá que de nuestro corazón y de nuestros labios salga una sincera y afectuosa alabanza: "Bendita tu eres entre todas la mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús". Ojalá que le pidamos, con un profundo deseo en nuestro corazón, aquello que ella más quiere darnos, como le decimos en la oración de la Salve: "Muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre". Y ojala, también, estemos atentos para escucharla, para escuchar aquellas palabras que nos repite sin cesar y que son las palabras más importantes que ella puede decirnos refiriéndose a Jesucristo: "Haced lo que El os diga".

 

A lo largo de los más de dos meses de la Bajada de la Virgen, tenemos la oportunidad de vivir todo esto y así, fijándonos en María y apoyándonos en su intercesión podremos avanzar hacia un más pleno cumplimiento de la voluntad de Dios es nuestra vida. María es la figura ejemplar para todo creyente por haber hecho siempre, y en todo, la voluntad de Dios. Para vencer el pecado y crecer en santidad debemos levantar los ojos hacia María, que brilla ante toda la comunidad cristiana como modelo de virtudes. Como nos enseña el Concilio Vaticano II: "La verdadera devoción no consiste ni en un afecto estéril y transitorio, ni en vana credulidad, sino que procede de la fe verdadera, por la que somos conducidos a conocer la grandeza y dignidad de la Madre de Dios y somos impulsados a un amor filial hacia nuestra Madre y a la imitación de sus virtudes" (LG 67). De María debemos aprender a:

 

·        Hacer de Dios el centro de nuestra vida: nada ni nadie puede anteponerse a Dios.

·        Buscar, conocer, aceptar y cumplir la voluntad de Dios sobre nosotros. Hacer siempre su voluntad por encima de nuestros gustos y deseos.

·        Ser fieles a Dios y vivir unidos a El por la oración.

·        Entregarnos responsable y generosamente al cumplimiento de nuestros deberes familiares, profesionales y cívicos.

·        Velar y trabajar por el bien común, especialmente de los más pobres y necesitados.

·        Ser humildes de corazón y sencillos en nuestro modo de vivir, como lo fue ella.

·        Vivir alegres y esperanzados en el Señor, a pesar de las pruebas y tribulaciones.

 

Queridos hermanos y hermanas de la Gomera, fieles devotos de la Virgen de Guadalupe que se disponen a celebrar las fiestas principales en honor de la Patrona insular: Recojo, para concluir, unas palabras del Papa Pablo VI que nos recuerdan cual es la finalidad del culto y devoción a la Virgen María y, por tanto, cual debe ser la finalidad de estas Fiestas de la Bajada en honor de la Virgen María, Nuestra Señora de Guadalupe:


"Por si fuese necesario, quisiéramos recalcar que la finalidad última del culto a la bienaventurada Virgen María es glorificar a Dios y empeñar a los cristianos en un vida absolutamente conforme a su voluntad. Los hijos de la Iglesia, en efecto, cuando uniendo sus voces a la voz de la mujer anónima del Evangelio, glorifican a la Madre de Jesús, exclamando, vueltos hacia El: "Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron" (Lc 11, 27), se verán inducidos a considerar la grave respuesta del divino Maestro: "Dichosos más bien los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen" (Lc 11, 28). Esta misma respuesta, si es una viva alabanza para la Virgen, suena también para nosotros como una admonición a vivir según los mandamientos de Dios y es como un eco de otras llamadas del divino Maestro: "No todo el que me dice: "Señor, Señor", entrará en el reino de los Cielos; sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mt 7, 21) y aquellas otras: "Vosotros sois amigos míos, si hacéis cuanto os mando" (Jn 15, 14). (Marialis cultus, 39).


La Bajada
de la Virgen es una ocasión extraordinaria para acoger los dones de la salvación que Dios ofrece a todos, no dejemos pasar esta oportunidad. En su peregrinar, por los distintos lugares de nuestra isla, María es como el riachuelo del Cedro, una corriente de agua cristalina y fresca que sería una pena se perdiera sin aprovecharla para las personas y las plantas. Que pena que "el agua viva que es Cristo", y que nos ofrece la Virgen María, caiga en saco roto, porque nuestros corazones le rechazan, están indiferentes o simplemente porque nos quedamos en la superficialidad de las cosas. Seguro que no será así. Seguro que serán muchos los que en la isla de la Gomera, con ocasión de esta Bajada de la Virgen de Guadalupe de 2008, verán la salvación de Dios.

 

Así lo deseo y de corazón les bendigo en el Señor, "todo de todos",

 

† Bernardo Álvarez Afonso

         Obispo Nivariense


Con motivo de las fiestas del Cristo de La Laguna el obispo diocesano Don Bernardo Álvarez se ha dirigido
a los fieles.


"Para mí la vida es Cristo"

 

Lo que era para mí era ganancia, lo he juzgado una pérdida a causa de Cristo. Y más aún: juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por quien perdí todas las cosas, y las tengo por basura para ganar a Cristo.

 

(San Pablo. Carta a los Filipenses. 3, 7-8)

 

 

 

De nuevo, un año más, con la llegada de septiembre tenemos una cita en la ciudad de San Cristóbal de La Laguna para celebrar la Fiestas en Honor del Santísimo Cristo. Los festejos, que prácticamente duran todo el mes, son ocasión para que la "Ciudad de los Adelantados" se vista con sus mejores galas y para que, junto con las celebraciones religiosas, se desarrollen los más variados actos culturales, deportivos, musicales y lúdicos en general. Todo ello para honrar a Nuestro Señor Jesucristo, representado en la singular imagen del Santísimo Cristo de La Laguna que se guarda y venera en el Santuario que lleva su nombre, bajo la custodia de los Padres Franciscanos y de los fieles laicos de la "Pontificia, Real y Venerable Esclavitud".

 

El día culminante de las fiestas es el 14 de septiembre, que coincide con la celebración en todo el mundo de la Exaltación de la Santa Cruz. En este "Día del Cristo" la ciudad de La Laguna proclama su fe y amor a Jesucristo con la celebración de la Misa Pontifical en la Santa Iglesia Catedral y la solemne procesión del mediodía, que se prolonga horas después en la procesión de la noche con los fuegos artificiales. Además, este día central, está precedido por los cinco días de preparación con el Quinario en la Catedral y se continúa posteriormente con el Octavario, una vez que la Venerada Imagen ha regresado a su Santuario.

 

Este año 2008, la tricentenaria Esclavitud del Santísimo Cristo de la Laguna está cumpliendo el Primer Centenario desde que el Papa San Pío X le concediera el título de "Pontificia" (15-2-1908), un título que, aparte de honrarla, le vincula muy especialmente con el Papa y su misión apostólica al frente de toda la Iglesia; es decir, llevar el título de "pontificia" compromete a la Esclavitud a orar por el Papa, a seguir fielmente su magisterio, a secundar sus iniciativas, a defenderle y apoyarle en cualquier circunstancia. Un título "honra" a quien lo tiene, sólo si "hace honor" a lo que dicho título significa.

 

Precisamente, hablando del Papa y de nuestra fidelidad a él, las Fiestas del Cristo de este año 2008 vienen enmarcadas por dos importantes acontecimientos de la Iglesia Universal que iluminan el Misterio de Cristo y nos pueden ayudar a celebrar con mayor profundidad estas fiestas en honor del Santísimo Cristo. Por un lado está la celebración del "Año Paulino" (dos mil años del nacimiento del apóstol San Pablo) que se inició el pasado 29 de junio y, por otra parte, la Asamblea del Sínodo de Obispos que se iniciará de comienzos de octubre próximo para tratar el tema de "La Palabra de Dios en al vida y la misión de la Iglesia". Dos acontecimientos promovidos por el Papa Benedicto XVI que afectan a toda la Iglesia y en los que hemos de participar activamente para que redunden en beneficio nuestro y de todos los católicos.

 

El propio Benedicto XVI ha dicho recientemente: "Pablo quiere hablar con nosotros, hoy. Por esto he querido convocar este especial "Año paulino": para escucharlo y aprender ahora de él, como nuestro maestro en la fe y la verdad".

 

Si, "nuestro maestro en la fe y la verdad". Ciertamente, nadie como San Pablo ha profundizado tanto en el conocimiento de Cristo y nadie como él ha amado tan apasionadamente a Jesucristo. En sus 14 cartas, que son Palabra de Dios y que se leen asiduamente en nuestras  celebraciones litúrgicas, nos ha dejado la mejor enseñanza que existe sobre quién es Cristo y sobre el significado de su vida, muerte y resurrección para todos los hombres de todos los tiempos; también para nosotros, hombres y mujeres de comienzos del siglo XXI. Baste recordar la síntesis de su credo, que sigue siendo hoy el Credo de la Iglesia, tal como la escribió en la segunda carta a los Corintios: "Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os prediqué, que habéis recibido y en el cual permanecéis firmes, por el cual también sois salvados, si lo guardáis tal como os lo prediqué... Si no, ¡habríais creído en vano! Porque os transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras" (1Cor. 15, 1-4).

 

En cualquiera de sus cartas, cuando San Pablo pronuncia el nombre de Cristo se le ensancha el corazón y sus labios rebosan de sabiduría para hablar de Jesucristo, su Señor, por el cual lo perdió todo, incluso la vida. Por eso, sus afirmaciones no son palabras vacías de contenido, sino expresión de una experiencia profunda de amor a Cristo: "Para mi la vida es Cristo", les dice a los filipenses y a los gálatas les confiesa: "estoy crucificado con Cristo y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí". Asimismo, para Pablo la superioridad de Cristo es incuestionable, como pone de manifiesto en la carta a los Colosenses:

 

El es imagen de Dios invisible,

primogénito de toda criatura;

porque por medio de El

fueron creadas todas las cosas:

celestes y terrestres, visibles e invisibles,

Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;

todo fue creado por El y para El.


El es anterior a todo, y todo se mantiene en El.

El es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia.

El es el principio, el primogénito de entre los muertos,

y así es el primero en todo.


Porque en El quiso Dios que residiera toda la plenitud.

Y por El quiso reconciliar consigo todos los seres:

los del cielo y los de la tierra,

haciendo la paz por la sangre de su cruz.

 

(San Pablo. Carta a los Colosenses. 1, 15-20)

 

Pero, por encima de todo, San Pablo nos da testimonio del impacto que supuso para su vida el experimentar el amor de Cristo hacia su persona y para con todos los hombres. A propósito de esto decía el Papa en la apertura del Año Paulino: "En la Carta a los Gálatas, él nos ha donado una profesión de fe muy personal, en la cual abre su corazón frente a los lectores de todos los tiempos y revela cual es el resorte más íntimo de su vida «Vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí». Todo aquello que hace Pablo, parte de este centro. Su fe es la experiencia del ser amado por Jesucristo de manera totalmente personal; es la conciencia del hecho que Cristo ha enfrentado la muerte no por algo anónimo, sino por amor a él- a Pablo- y que, como resucitado, lo ama todavía, que Cristo se ha donado por él. Su fe es el ser alcanzado por el amor de Jesucristo, un amor que lo perturba hasta lo más íntimo y lo transforma. Su fe no es una teoría, una opinión sobre Dios o sobre el mundo. Su fe es el impacto del amor de Dios sobre su corazón. Y así, esta misma fe es amor por Jesucristo".

Que bueno y benéfico sería para nuestras vidas si tuviéramos la fe y el amor de San Pablo por Cristo. No dudemos en pararnos ante nuestro Santísimo Cristo de la Laguna y pedirle nos conceda una fe así y tengamos el atrevimiento de proclamar: No es nada todo ante la sublimidad del conocimiento de Jesucristo, mi Señor. "Para mí la vida es Cristo".

 

Tenemos en nuestras manos el Programa de Celebraciones de las Fiestas del Santísimo Cristo de la Laguna. Pero todos estos actos no son un fin en sí mismos, sino que están al servicio de todos y cada uno de nosotros para que, cómo San Pablo, nos dejemos alcanzar por el amor de Cristo y seamos transformados por El.

 

Sólo honramos a Cristo cuando acogemos lo que El nos ofrece y hacemos lo que El nos pide. Lo más importante de las fiestas no es lo que nosotros hacemos, sino lo que hace Cristo. El verdadero programa no es el de los actos que aquí se detallan, sino el que Cristo hace para tu vida y la mía. Él es quien nos hace el programa de lo que quiere de nosotros, no sólo para estos días de fiesta sino para toda la vida.

 

† Bernardo Álvarez Afonso

         Obispo Nivariense


Mensaje que ha envidado en la conclusión del Ramadán el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso a los musulmanes del mundo. El tema de este año es "Cristianos y musulmanes: juntos por la dignidad de la familia".

MENSAJE EN LA CONCLUSIÓN DEL RAMADÁN

 

Queridos amigos musulmanes:

Al acercarse el final del Ramadán, siguiendo una tradición consolidada, el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso se complace en saludarles cordialmente. Durante este mes, algunos cristianos se han acercado a vosotros y han compartido vuestras reflexiones y celebraciones familiares: el diálogo y la amistad se han reforzado. ¡Alabado sea Dios!


Como en el pasado, este encuentro amistoso es ocasión para reflexionar juntos acerca de un tema de actualidad. Un tema que, enriqueciéndonos mutuamente nos ayude a conocernos mejor; a conocer nuestros valores comunes y nuestras diferencias. Para este año, quisiéramos proponeros el tema de la familia.


Uno de los documentos del Concilio Vaticano II, la Constitución Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo contemporáneo, afirma: "El bienestar de la persona y de la sociedad humana y cristiana está estrechamente ligado a la prosperidad de la comunidad conyugal y familiar. Por eso los cristianos, junto con todos lo que tienen en gran estima a esta comunidad, se alegran sinceramente de los varios medios que permiten hoy a los hombres avanzar en el fomento de esta comunidad de amor y en el respeto a la vida y que ayudan a los esposos y padres en el cumplimiento de su excelsa misión; de ellos esperan, además, los mejores resultados y se afanan por promoverlos" (n. 47).


Estas palabras nos recuerdan que el desarrollo de la persona y de la sociedad dependen en gran medida de la prosperidad de la comunidad conyugal y familiar. ¿Cuántos sobrellevan, a veces durante toda su vida, las heridas producidas por una situación familiar difícil o dramática? ¿cuántas personas, buscando llenar el vacío de una infancia atormentada, se precipitan en el abismo de la droga o de la violencia? Nosotros, cristianos y musulmanes, podemos y debemos trabajar juntos para proteger la dignidad de la familia, hoy y siempre.


Dado que cristianos y musulmanes tenemos en gran estima la familia, hemos podido colaborar varias veces en este campo, tanto a nivel local como internacional. La familia, lugar del amor y la vida, espacio donde el respeto por los demás y la hospitalidad se encuentran y se trasmiten, es indudablemente la "célula fundamental de la sociedad".


Cristianos y musulmanes no pueden hesitar ante el compromiso. No solamente para ayudar a las familias que atraviesan dificultades, sino también para colaborar con los que, de manera convencida, favorecen la institución familiar y el ejercicio de la responsabilidad de los padres, particularmente en el campo educativo. No es entonces superfluo recordar que la familia es la primera escuela donde se aprende el respeto por el otro, en su identidad y diferencia. El diálogo interreligioso y el ejercicio de la ciudadanía se beneficiarían de esta experiencia familiar.


Queridos amigos, al terminar vuestro ayuno, purificados y renovados por la prácticas entrañables de vuestra religión, ¡os deseamos una vida serena y próspera junto a vuestras familias y vuestros seres queridos! ¡Que el Dios Altísimo os colme a todos de su misericordia y de su paz!

Jean-Louis Card. Tauran

Presidente

 

Arzobispo Pier Luigi Celata

Secretario

 

[Traducción enviada por el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso]


Publicado por verdenaranja @ 22:56  | Hablan los obispos
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Discurso que ha dirigido el viernes, 19 de Sepiembre de 2008,  Benedicto XVI a los obispos de Panamá, con motivo de la visita ad limina apostolorum.


Queridos Hermanos en el Episcopado:

"Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes y los tenemos presentes en nuestras oraciones" (1 Ts 1,2). Estas palabras de San Pablo expresan mis sentimientos al recibirles con motivo de su visita ad limina, la cual manifiesta los fuertes lazos que unen a sus respectivas Iglesias particulares con el Sucesor de San Pedro, Cabeza del Colegio Episcopal (cf. Lumen gentium, 22).


Agradezco las amables palabras que me ha dirigido en nombre de todos monseñor José Luis Lacunza Maestrojuán, obispo de David y presidente de la Conferencia Episcopal, haciéndome partícipe de las alegrías y anhelos que ustedes llevan en el corazón, así como de los retos que se disponen a afrontar. Sepan que en sus tareas el Papa camina a su lado. Por eso, cuando regresen a su País, tengan la bondad de transmitir mi cercanía espiritual a los Obispos eméritos, a los sacerdotes y comunidades religiosas, a los seminaristas y fieles laicos, especialmente a los más necesitados, y díganles que rezo por ellos, pidiendo a Dios que no desfallezcan en sus trabajos por el Evangelio y continúen exhortando a todos, de palabra y con la vida, a encontrar la propia felicidad en seguir a Cristo y en compartir con los demás el gozo que nace de saber que Él nos ama hasta el extremo (cf. Jn 13,1).


La lectura de sus informes quinquenales y las conversaciones que hemos mantenido me han hecho ver cómo ustedes animan las iniciativas destinadas a sembrar generosamente la Palabra de Dios en el corazón de los panameños, para acompañarlos en el camino de su maduración en la fe, de modo que sean auténticos discípulos y misioneros de Jesucristo. En este sentido, ayudados por las líneas trazadas por la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, celebrada en Aparecida, están intensificando su quehacer pastoral, con vistas también a las celebraciones que se están preparando para conmemorar el V Centenario de la evangelización del País, en el año 2013. Estos trabajos son una oportunidad providencial para estrechar todavía más la comunión eclesial entre las Diócesis de Panamá.


Es motivo de alegría la fecunda acción misionera de sacerdotes, religiosos y laicos, que contrasta la creciente secularización de la sociedad como una configuración del mundo y de la humanidad al margen de la trascendencia, que invade todos los aspectos de la vida diaria, desarrolla una mentalidad en la que Dios de hecho está ausente de la existencia y de la conciencia humana y se sirve a menudo de los medios de comunicación social para difundir el individualismo, el hedonismo e ideologías y costumbres que minan los fundamentos mismos del matrimonio, la familia y la moral cristiana. El discípulo de Cristo encuentra la fuerza para responder a estos desafíos en el conocimiento profundo y el amor sincero al Señor Jesús, en la meditación de la Sagrada Escritura, en la adecuada formación doctrinal y espiritual, en la plegaria constante, en la recepción frecuente del sacramento de la Reconciliación, en la participación consciente y activa en la Santa Misa y en la práctica de las obras de caridad y misericordia.


Esto es importante sobre todo para las nuevas generaciones. El recuerdo de mi venerado Predecesor, el Siervo de Dios Juan Pablo II, en este año en el que se conmemora el XXV aniversario de la visita que hizo a su querida Nación, puede servir de estímulo para dedicarse con ahínco a la pastoral juvenil y vocacional, de forma que no falten sacerdotes que lleven a los panameños a Cristo, fuente de vida en abundancia para quien se encuentra con Él (cf. Jn 10,10). A este respecto, les invito a suplicar con confianza al "Dueño de la mies", que envíe numerosas y santas vocaciones al sacerdocio (cf. Lc 10,2), para lo cual es esencial también un correcto discernimiento de los candidatos al presbiterado, así como el celo apostólico y el testimonio de comunión y fraternidad de los sacerdotes. Este estilo de vida ha de inculcarse ya desde el Seminario, en el que ha de privilegiarse una seria disciplina académica, espacios y tiempos de oración diaria, la digna celebración de la liturgia, una adecuada dirección espiritual y el cultivo intenso de las virtudes humanas, cristianas y sacerdotales. De esta manera, orando y estudiando, los seminaristas pueden construir en ellos el hombre de Dios que los fieles tienen derecho a ver en sus ministros.


La historia de Panamá ha estado marcada por la encomiable labor de numerosos misioneros y por la generosa solicitud de los Religiosos y Religiosas. Que estos modelos luminosos alienten en la hora presente a los consagrados a hacer de su vida una continua expresión de caridad cristiana, alimentada por el deseo de identificarse radicalmente con Cristo y servir con fidelidad a la Iglesia.


Con abnegación, muchas familias viven en su Patria el ideal cristiano en medio de no pocas dificultades, que amenazan la solidez del amor conyugal, la paternidad responsable y la armonía y estabilidad de los hogares. Nunca serán suficientes los esfuerzos que se realicen para desarrollar una pastoral familiar vigorosa, que invite a las personas a descubrir la belleza de la vocación al matrimonio cristiano, a defender la vida humana desde su concepción a su término natural y a construir hogares en los que los hijos se eduquen en el amor a la verdad del Evangelio y en sólidos valores humanos.


En su País, como en otros lugares, se están viviendo momentos arduos, que generan desazón, y también situaciones que despiertan gran esperanza. En el actual contexto, reviste particular urgencia que la Iglesia en Panamá no deje de ofrecer luces que contribuyan a la solución de los acuciantes problemas humanos existentes, promoviendo un consenso moral de la sociedad sobre los valores fundamentales. Por eso es primordial divulgar el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, que facilita un conocimiento más profundo y sistemático de las orientaciones eclesiales que particularmente los laicos han de asumir en el campo político, social y económico, favoreciendo igualmente su correcta aplicación en las circunstancias concretas. Así, la esperanza cristiana podrá iluminar al pueblo de Panamá, sediento de conocer la verdad sobre Dios y sobre el hombre en medio de fenómenos como la pobreza, la violencia juvenil, las carencias educativas, sanitarias y de vivienda, el acoso de innumerables sectas o la corrupción, que en diversa medida turban su vida e impiden su desarrollo integral.


Al término de este encuentro, los encomiendo a ustedes y a todos los hijos e hijas de esa noble Nación a la intercesión de Santa María la Antigua, para que su amor de Madre brille siempre sobre Panamá y los conforte en su camino. Con estos sentimientos les imparto con afecto la Bendición Apostólica.


[© Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]


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Día 21 de Septiembre
XXV Domingo del Tiempo Ordinario

 

En continua ocasión de amar a Dios


 Intentamos meditar, con la ayuda del Paráclito, a quien suplicamos luz para nuestra inteligencia, de modo que sepamos entender lo que el Señor nos enseña, esta parábola con la que Jesús nos muestra el sentido de nuestra vida. Cada uno, en efecto, al final de esa jornada completa de nuestra existencia terrena, vamos a recibir el salario, en cierto sentido común para todos cuantos hemos aceptado trabajar para Dios: la Eterna Bienaventuranza.


        Otras veces hemos ya meditado sobre la infinita justicia de Dios, que retribuye a cada uno según sus obras, aunque sea también con infinita misericordia. San Pablo en su carta a los fieles de Roma de modo inequívoco se refiere al justo juicio de Dios, el cual retribuirá a cada uno en justicia: la vida eterna –dice– para quienes, mediante la perseverancia en el buen obrar, buscan gloria, honor e incorrupción; la ira y la indignación, en cambio –continúa–, para quienes, con contumacia, no sólo se rebelan contra la verdad, sino que obedecen a la injusticia.


        Pero hoy tenemos para nuestra consideración unos versículos de san Mateo que nos invitan a reflexionar en la llamada a la santidad que cada uno hemos recibido, porque Dios, Creador y Señor nuestro, así lo ha querido, escogiéndonos para ello de entre las demás criaturas terrenas. Como a aquellos obreros del campo, a cada uno nos ha llamado también a su viña: a la santidad. A poco que reflexionamos, somos capaces de recordar en qué momento esa vida sobrenatural, que ahora entendemos como el único destino que colma la vida del hombre, tomó cuerpo en nuestros planes, en nuestras ilusiones. Es decir, también para cada uno hubo una llamada particular, posiblemente en un momento preciso o, al menos, en unas circunstancias peculiares, como sucedió a los trabajadores contratados para la viña. El momento cronológico viene a ser lo de menos, toda vez que, de hecho, nuestra existencia ha cobrado un sentido nuevo y pleno: esto es lo decisivo en verdad. Pues, fácilmente somos capaces de reconocer que hasta entonces todas las ilusiones, los proyectos forjados, los trabajos más a menos intensos, estaban faltos en realidad de la riqueza y potencialidad debidas.


        "El momento viene a ser lo de menos", decíamos. Porque, dependiendo de Dios –que es quien llama y a quién se responde o no, libremente–, siempre es el ideal para cada uno. Todos llegamos a ser conscientes de la dimensión trascendente de nuestra existencia en el mejor momento, aquel momento y en aquellas circunstancias irrepetibles, ideales en nuestro caso, para tomarnos, a partir de entonces, la vida como Dios quiere. Desde la infancia, unos; en la adolescencia, otros; en los primeros años de la madurez y el ejercicio profesional, bastantes; ya entrados en años...; o incluso, en lo que podríamos a llamar la recta final del tránsito terreno, en algunos casos. Pero siempre el trabajo será la santidad personal, como en aquellos contratados para trabajar en la viña.


        Entre nosotros, unos hemos conocido Dios y a Cristo desde la infancia, a partir de unos padres cristianos. Algunos, por circunstancias de todo tipo, no perseveraron en ese conocimiento y su trato con Dios fue decayendo hasta casi desaparecer. Le reencontraron, tal vez, con el paso de los años y, entonces, más maduros intelectualmente, entendieron la inigualable belleza de una vida en Cristo. Un cataclismo personal... por enfermedad, por una tragedia especialmente a vivida, por un desengaño trágico, por una iluminación singular, etc., puede ser el origen en algún caso del gran descubrimiento de Dios, como principio, sentido y destino inigualable de la existencia del hombre. Los hay, y la historia los recuerda en personajes que se han hecho famosos por su santidad, en Agustín, Teresa, Edith Stein, ..., entre muchísimos otros, que descubrieron el atractivo imparable de Dios a partir de unas páginas escritas.

 

        La crítica de aquel contratado a primera hora estaba claramente fuera de lugar. Bajo ningún concepto se puede poner en entredicho la infinita bondad divina. ¿Qué facultad se otorga aquél hombre para protestar? ¿Con qué derecho piensa mal del dueño de la viña? Agradecido debería estar por haber sido contratado, ya que el señor no tenía obligación alguna con él. ¿No puedo yo hacer con lo mío lo que quiero? He aquí la incuestionable verdad que dirime toda pretendidas polémica con el Creador. Una vez más, es la soberbia humana de no querer reconocer que somos criaturas de Dios el único problema de fondo.


        Los hay, por desgracia, hoy como ayer, que desde su orgullo y su inteligencia limitada se atreven a emitir juicios de desaprobación a la Voluntad de Dios, que se manifiesta en el acontecer cotidiano: que por qué he tenido que sufrir este accidente imprevisto; que por qué han tenido que concurrir estas circunstancias lamentables en mi vida; diferente sería todo si yo tuviese la fortuna de aquél: él, en cambio, sí que lo tiene fácil; parece mentira que Dios permita... Por lo tanto, Dios no es justo.


        Es, en verdad, muy difícil vivir con paz, mientras no queremos entender que cualquier circunstancia de la vida es un momento ideal –el único momento de que disponemos– para amar a Dios: para agradarle con la conducta que espera de nosotros en esas las circunstancias más o menos difíciles, más o menos previstas. Así se expresaba, con cierto humor, san Josemaría: Vivir santamente la vida ordinaria, acabo de deciros. Y con esas palabras me refiero a todo el programa de vuestro quehacer cristiano. Dejaos, puess, de sueños, de falsos idealismos, de fantasías, de eso que suelo llamar mística ojalatera –¡ojalá no me hubiera casado, ojalá no tuviera esta profesión, ojalá tuviera más salud, ojalá fuera joven, ojalá fuera viejo!...–, y ateneos, en cambio, sobriamente, a la realidad más material e inmediata, que es donde está el Señor.


        La Madre de Dios respondió, en todo momento, con un sí generoso, bien consciente de que el Señor la esperaba en cada instante. A su cuidado maternal nos encomendamos, para que nos haga comprender la ilusión de Padre bueno que Dios tiene de que le amemos como hijos, lo mejor que sepamos, en cada circunstancia de que nuestra vida.


NOVEDADES FLUVIUM


Publicado por verdenaranja @ 16:08  | Espiritualidad
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ZENIT publica el comentario del padre Raniero Cantalamessa, OFM Cap. --predicador de la Casa Pontificia-- a la Liturgia de la Palabra del próximo domingo, 21 de septiembre  de 2008, XXV Domingo del tiempo ordinario.

 

Isaías 55, 6-9; Filipenses 1,20c-27a; Mateo 20 1-16a


"Id también vosotros a mi viña"

 

La parábola de los trabajadores enviados a trabajar en la viña en horas distintas del día ha creado siempre grandes dificultades a los lectores del Evangelio. ¿Es aceptable la manera de actuar del dueño, que da la misma paga a quienes han trabajado una hora y a quienes han trabajado una jornada entera? ¿No viola el principio de la justa recompensa? Los sindicatos hoy se sublevarían a quien se comportara como ese patrón.

La dificultad nace de un equívoco. Se considera el problema de la recompensa en abstracto y en general, o en referencia a la recompensa eterna en el cielo. Visto así, se daría efectivamente una contradicción con el principio según el cual Dios "da a cada uno según sus obras" (Rm 2, 6). Pero Jesús se refiere aquí a una situación concreta, a un caso bien preciso: el único denario que se les da a todos es el Reino de los Cielos que Jesús ha traído a la tierra; es la posibilidad de entrar a formar parte de la salvación mesiánica. La parábola comienza diciendo: "El Reino de los cielos es semejante a un propietario que salió a primera hora de la mañana...".


El problema es, una vez más, el de la postura de los judíos y de los paganos, o de los justos y los pecadores, de cara a la salvación anunciada por Jesús. Aunque los paganos (respectivamente, los pecadores, los publicanos, las prostitutas, etc.) sólo ante la predicación de Jesús se han decidido por Dios, mientras que antes estaban alejados ("ociosos"), no por ello ocuparán en el reino un lugar distinto e inferior. Ellos también se sentarán a la misma mesa y gozarán de la plenitud de los bienes mesiánicos. Es más, como ellos se han mostrado más dispuestos a acoger el Evangelio, que no los llamados "justos", se realiza lo que Jesús dice para concluir la parábola de hoy: "los últimos serán primeros y los primeros, últimos".


Una vez conocido el Reino, es decir, una vez abrazada la fe, entonces sí que hay lugar para la diversificación. Entonces ya no es idéntica la suerte de quienes sirven a Dios durante toda la vida, haciendo rendir al máximo sus talentos, respecto a quien da a Dios solo las sobras de su vida, con una confesión remediada, de alguna forma, en el último momento.


La parábola contiene también una enseñanza de orden espiritual de la máxima importancia: Dios llama a todos y llama en todas las horas. El problema, en suma, es la llamada, y no tanto la recompensa. Esta es la forma con que nuestra parábola fue utilizada en la exhortación de Juan Pablo II sobre "vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo"(Christifideles laici). "Los fieles pertenecen a ese pueblo de Dios que está prefigurado por los obreros de la viña... Id también vosotros a mi viña. La llamada no se dirige solo a los pastores, los sacerdotes, los religiosos y las religiosas, sino que se extiende a todos. También los fieles laicos son llamados personalmente por el Señor" (nr.1-2).


Quisiera llamar la atención sobre un aspecto que quizás sea marginal en la parábola, pero que es muy sentido y vital en la sociedad moderna: el problema del desempleo. A la pregunta del propietario: "¿Por qué estáis aquí todo el día parados?", los trabajadores contestan: "Es que nadie nos ha contratado". Esta respuesta podría ser dada hoy por millones de desempleados.


Jesús no era insensible a este problema. Si describe tan bien la escena es porque muchas veces su mirada se había posado con compasión sobre aquellos corros de hombres sentados en el suelo, o apoyados en una tapia, con un pie contra la pared, en espera de ser "fichados". Ese propietario sabe que los obreros de la última hora tienen las mismas necesidades que los otros, también ellos tienen niños a los que alimentar, como los tienen los de la primera hora. Dando a todos la misma paga, el propietario muestra no tener sólo en cuenta el mérito, sino también la necesidad. Nuestras sociedades capitalistas basan la recompensa únicamente en el mérito (a menudo más nominal que real) y en la antigüedad en el servicio, y no en las necesidades de la persona. En el momento en que un joven obrero o un profesional tiene más necesidad de ganar para hacerse una casa y una familia, su paga resulta la más baja, mientras que al final de la carrera, cuando uno ya tiene menos necesidades, la recompensa (especialmente en ciertas categorías sociales) llega a las nubes. La parábola de los obreros de la viña nos invita a encontrar un equilibrio más justo entre las dos exigencias del mérito y de la necesidad.

[Traducción del original italiano por Inma Álvarez]


Publicado por verdenaranja @ 16:02  | Espiritualidad
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Viernes, 19 de septiembre de 2008

La Delegación de Pstoral Penitenciaria de la Diócesis de Tnerife nos envía la historia y motivación de la fiesta de Ntra. Sra. de la Merced, que se celbrará el 24 de Septiembre.


ACERCÁNDONOS A MARÍA, MERCED DE DIOS PARA LA HUMANIDAD

 

El 10 de Agosto de 1218, después de haber trabajado ya algún tiempo como redentor de cautivos, Pedro Nolasco fundó en Barcelona una orden religiosa de caballeros comerciantes dedicada a esa misión. Durante algunos años la orden recibió diversos nombres: de Santa Eulalia, de la redención, de los cautivos, etc.. Poco después empezó a llamarse “de la Merced” y con ese nombre permanece.

 

La palabra “merced” no tenia en aquel tiempo un significado religioso. Significaba “aquello que es gratuito”, el gesto de misericordia o compasión que se dirige a los que están necesitados. “Persona de merced” el que ofrece lo que tiene y es al servicio de los pobres.  En aquel tiempo los más pobre eran sobre todo los cautivos. Por ello en el s. XIII la palabra Merced viene a condensarse y significa “sacar de cautividad”. Tras un proceso rápido en 1272, los frailes de Pedro Nolasco asumirán el nombre de Merced como algo propio y se llamarán así los mercedarios, es decir “redentores de cautivos”.

 

Pero en este proceso ha sido importante el papel de María. Pedro Nolasco y sus hermanos la tomaron como patrona y guía de su empresa redentora. Muy pronto presentan a María como fundadora de la orden, reconociendo que en la base de la fundación ha estado la experiencia de María. Se nos cuenta en forma de leyenda, con el estilo clásico de las teofanías, este encuentro de María con Pedro Nolasco, donde María aparece como promotora de redención: es desde la praxis liberadora  de donde se experimenta a María como apoyo, impulsora y compañera de la liberación. 

 

María es la mujer que desde su compasión y cercanía con su pueblo pobre ha entrañado el proyecto Redentor de Dios, su sueño de plenitud.

 

María penetra hasta el fondo el sufrimiento y la injusticia de la historia. Nos invita a descender al cautiverio. María junto a la cruz del hijo, comparte el sufrimiento de Jesús. Penetra hasta el fondo el sufrimiento y, de alguna manera, lo hace suyo. Con Jesús, lleva en ella el dolor de todos los oprimidos y crucificados de hoy, el dolor de la división, violencia  y contradicción humana, lleva en ella el mismo dolor de Dios.

 

Pero no es vencida o derrotada, no es un dolor infecundo, sino el dolor de maternidad, el dolor que lleva a comprometerse.. Su dolor es  dolor de parto que da lugar a la humanidad nueva. Es madre de nueva creación. Por ello es reconocida como MADRE Y PROTECTORA DE CAUTIVOS.

 

María, profetisa. En el Magnificat,  al incluirse como sierva entre la masa de oprimidos de la tierra, María canta su liberación como principio y signo de una libertad que está extendiéndose a todos. Por eso desde el mismo centro de su historia personal ella introduce una palabra de transformación social, el cambio más profundo de la historia. María anuncia como profetisa la llegada de una humanidad en la que todo se comparte. No habrá ricos, personas que se elevan y caminan por encima de los otros; triunfaran los pobres, aquellos que, apoyados por el mismo Dios, comparten de manera gratuita la existencia.

 

María es Merced de Dios, porque es la mujer comprometida con la historia, que se une al compromiso de Jesús y colabora en la misma tarea redentora, empeñada con Cristo y como él en la tarea de transformación liberadora con su fe y su ser entero.  

 

Acercarnos a ella nos compromete. Jn 2, 1-11 (bodas de Caná)

 

Es la mujer que orienta nuestra mirada al corazón de nuestro mundo,  nos lleva hasta el lugar de la necesidad humana para decirnos “falta el vino”, falta el amor y libertad para mis hijos, falta el evangelio de la gratuidad que nos hace hijo/as y hermano/as .. y nos lleva hasta Jesús, “haced lo que el os diga”.

 

María promueve en medio de nosotras un camino de transformación y redención para los pobres.

 

María nos invita a romper nuestras seguridades y miedos que nos protegen y paralizan, a descender al cautiverio, a adentrarnos en el lugar del sufrimiento, en el tejido de injusticias y opresiones que destruyen. Nos invita a dejarnos “embarazar”, a cargar con ello.. aunque lo vivamos desde la impotencia, pero acogiéndolo desde la entraña. Ese cargar con el dolor de otros y otras nos ira configurando, “engendrando” como mujeres comprometidas, como mujeres habitadas por el deseo de redención, con la confianza que un día habrá alumbramiento, nacerá lo nuevo.

 

Para ello, es necesario el análisis social, no basta con vivir: hay que entender lo que se vive. Adentrarnos y conocer en profundidad los mecanismos que destruyen nuestro mundo y los espacios en donde está ya Dios trabajando por la vida

 

María nos invita a celebrar,  a descubrir la acción liberadora de Dios y celebrar la plenitud de vida y presencia del Reino ya realizada. En el Magnificat ella ha iniciado una liturgia jubilosa de agradecimiento redentor, liberador. Ella salta de gozo y nos invita a acompañarle porque el Reino ha comenzado a realizarse. 
 

María mujer que nos empodera, es promotora de redención. Nos enseña  a empoderar a otros,  a promover y acompañar todo proyecto liberador, toda actividad humana por la vida y la justicia.

 

Es la mujer que desde su propio deseo de vida y Redención, desde su compromiso con la historia, promueve, inspira y  acompaña todo proyecto por la liberación y redención. También desde su fe fuerte que ha confiado a pesar de las oscuridades:

 

María aparece apoyando y “empoderando a Jesús en su misión”: en las Bodas de Cana, adelantando su hora; al pie de la cruz porque es la mujer que cree y confía en la oscuridad y le da su apoyo hasta la muerte.  Es la mujer que está, que acompaña y empodera a la primera Iglesia, iglesia pobre, que busca, que vive la persecución. Esta en medio de ella como “una más” pero como presencia que condensa en ella  el anuncio y la esperanza de una humanidad nueva.

 

María inspiró y confirmó   a Pedro Nolasco en su empresa Redentora y a la Madre Margarita.

Ella nos cuenta que de la mirada a María, a la iglesia y Cristo brota su decisión de hacerse Misioneras, de salir, de desplazarse hasta el dolor y necesidad humana, para hacerse redentoras. La mirada a María es fuerza para arriesgarse en la aventura misionera, aunque acechen las dudas, el no saber como será y se vislumbren las dificultades. 

 

María es la mujer que nos  confirma en nuestra misión redentora, nos sigue animando como a Pedro Nolasco... “no dudes en nada.... “   Ella nos impulsa a ser audaces, no tener miedo cuando se trata de la vida de los pobres, cuando se trata del Reino, a pesar de las oscuridades, de no ver claro, y de sentir fuertemente nuestros límites y pequeñez.


Porque ella sabía muy bien que nuestra pequeñez y nuestros límites, cuando son reconocidos y acogidos, es el espacio donde comienza la posibilidad de Dios.


Oración enviada por la Delegación Diocesana de Pastoral Penitenciaria de Tenerife con motivo del día de la Merced, 24 de Septiembre.

 

SANTA MARÍA DE LA MERCED

REDENTORA DE CAUTIVOS Y PRESOS


24 de septiembre de 2008


Dios te salve, llena de gracia,

Dios te salve, Madre del Divino cautivo,

Señora de la Merced, abogada de nuestras penas,

dulce paño de lágrimas y baluarte de nuestra dignidad.

 

A ti acudimos, pedimos por los hombres y mujeres privados de libertad.

En tu regazo maternal ponemos nuestros pesares.

Dios te salve, Madre del Cristo,

libertador de encarcelados,

fiel compañero de infortunio y esperanza nuestra.

 

Serenísima Madre, detén la espiral de violencia

y ayúdanos a no combatir el mal con el mal.

Que la indulgencia venza al odio,

y la prudencia encamine nuestros pasos

por la senda de la Justicia que tú quieres.

 

Multiplica, Madre de amor infinito,

los esfuerzos de quienes se empeñan

en dignificar y humanizar las prisiones,

y de cuantos no reniegan de la causa

del ser humano y de su suprema libertad.

Ayúdales a ofrecer más oportunidades,

a construir más puentes y a colocar menos rejas.

 

Virgen de los privados de libertad,

de los de cerca y de los de lejos,

no los abandones ni de noche ni de día.

Recuérdanos que nuestro compromiso

es abrir las fronteras, superar los muros de las prisiones

y humanizar las leyes de extranjería, para que todos

nos reconozcamos hijos de un mismo Padre.

 

Libéranos, Señora de gracia,

de cuanto nos ata y oprime.

Alcánzanos la libertad de los hijos de Dios

y los frutos redentores de tu Hijo.

 

Ayúdanos, Señora, a vivir en tu amor,

diferentes, juntos y en paz, y haz presentes

nuestros anhelos ante tu Hijo.

 

Madre de todas las gracias,

no mires nuestros méritos,

sino la sinceridad de nuestra oración

y llévale al Cristo preso

la súplica del buen ladrón: “a pesar de todo,

‘Acuérdate de mi Señor’”.

No nos olvides,

Madre de la Merced,

y regálanos cuanto antes la anhelada libertad.

Amén.


Publicado por verdenaranja @ 23:21  | Oraciones
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El Delegado Diocesano de Pastoral Penitenciaria de Tenerife propone oración de los fieles para el día de Ntra. Sra. de la Merced, 24 de Septiembre.


ORACION DE LOS FIELES (24 de Septiembre)

 

 

1.                Por el Papa BENEDICTO, por nuestro obispo BERNARDO., y por todos los obispos: para que Dios les conceda sabiduría y fortaleza para dirigir al pueblo santo de Dios. Roguemos al Señor.

 

2.      Por nuestros gobernantes: para que Dios nuestro Señor dirija su voluntad en el servicio de la justicia, de la libertad y de la paz.  Roguemos al Señor.

 

3.      Por el eterno descanso de nuestros familiares, bienhechores y amigos difuntos: para que Dios los purifique de sus faltas, los llene del gozo de los santos y les dé parte en el reino glorioso de su Hijo. Roguemos al Señor.

 

4.      Virgen de los privados de libertad, de los de cerca y de los de lejos, no los abandones         

     y guíalos por los caminos de la verdadera libertad. Roguemos al Señor   .

 

5.      Multiplica, Madre de amor infinito, los esfuerzos de quienes se empeñan en

      dignificar y humanizar las prisiones, y de cuantos no reniegan de la causa del ser humano    

      y de  su suprema libertad. Roguemos al Señor.

 

6.      Por nosotros aquí reunidos, que sepamos compartir no lo que nos sobra sino de lo que tenemos para vivir.  Roguemos al Señor. 


Diócesis de Tenerife                                             

Delegación de Pastoral Penitenciaria       

C/ Nava y Grimón 8, 1º

38201- LA LAGUNA

       (Tenerife)

                                                                           Tfno: 922- 262606

                                                                           [email protected]

 

        

Querido compañero sacerdote.

 

Recibe un cordial saludo de todos los que nos sentimos llamados por Jesús y por la Iglesia a servir en la Pastoral Penitenciaria.


         
 Como sabes, el próximo miércoles 24 de Septiembre, es la fiesta de Ntra Sra. de la Merced. Esta advocación mariana, desde hace mucho tiempo, ha sido reconocida como la patrona de las personas que están presas y de los trabajadores de los centros penitenciarios.


        
Por este motivo hemos organizado una Semana de Pastoral Penitenciaria con actos tanto dentro de la prisión como en las parroquias, se puede leer en el cartel adjunto.


        
Te quiero proponer para las celebraciones  dominicales del fin de semana anterior  o posterior  (días 21 y 28) o para el mismo Dia 24,  las siguientes ideas por si deseas utilizarlas:


. Imprimir el cartel y colocarlo en algún lugar visible. (docum adjunto)


. Hacer  mención en las misas de esta festividad de la Virgen y su relación con los presos.


. Alguna reflexión sobre las personas que están viviendo la privación de libertad; la dificultad de la reinserción; el necesario compromiso de la comunidad  con los pobres y los que sufren; el testimonio del servicio de la iglesia en las cárceles a través de sacerdotes, religiosas y voluntarios. (docum. adjunto). 

Dar a conocer octavilla sobre la Pastoral Penitenciaria (docum adjunto)

. Subsidios litúrgicos: intenciones en la oración de los fieles;  las oraciones que propone el misal para la misa por los encarcelados, etc. Oración a la Virgen de la Merced. (docum. adjunto).

 

            Pueden ser medios  que ayuden en la sensibilización de las comunidades parroquiales y la sociedad.

         Además, seguimos ofreciendo, para más adelante o en cualquier momento del curso, nuestra participación en parroquias o arciprestazgos con alguna charla sobre la Pastoral Penitenciaria enriquecida con un Power Point y testimonios de voluntarios y presos.

         Por último, si conoces de alguna persona inquieta y con alguna sensibilidad por esta tarea de la Iglesia con los presos, no dudes en ponerlo en contacto con nosotros.

        

Gracias por todo, y a tu disposición.

                                                       

                                                                  Fdo. Agustín Domingo Marrero Delgado.


Con motivo de la celebración de una semana de pastoral penitenciaria (22 al 28 de Septiembre de 2008) la Delegación Diocesana de Tenerife ha enviado unas octavillas para repartir cuyo contenido es el siguiente:

LA PASTORAL PENITENCIARIA
EN NUESTRA DIOCESIS

 

1 ¿QUE ES PASTORAL PENITENCIARIA ?

         Es la presencia y acción que la iglesia a través de voluntarios,   sacerdotes y religiosos/as realiza en la cárcel.

 

2. ¿POR QUÉ HAY UN COMPROMISO DE LA IGLESIA EN LA CARCEL ?

.- Por solidaridad : compartir, ayudar y cercanía con el que sufre ; Creer y confiar en la persona y en la posibilidad de un cambio ; voluntad de humanizar la prisión.

.- Por fraternidad : No podemos desentendernos como Caín. Son iguales a mí. Son mis hermanos.

.- Por comunión eclesial : La prisión es también la iglesia. Ellos son  de los miembros más despojados que forman el Cuerpo de Cristo

         .- Por amor: la misericordia con los que menos la han vivido y más    la necesitan.

.- Por el Evangelio : Jesús su misión., su vida. “El espíritu del Señor esta sobre mí me ha enviado a liberar a los cautivos”. “he venido a buscar a los pecadores”. Los pobres y pecadores también están llamados al banquete de ser felices, “el hijo pródigo”.

 

3. ¿QUÉ HACEMOS NOSOTROS ?

         .-Atención espiritual: Cuidar su vida cristiana (oración, la           Palabra,       catequesis, sacramentos).

.-Atención humana-social : Acompañamiento, escucha, contacto con las familias, asuntos jurídicos. Ayudas materiales (dinero, ropa, calzado..). Cursos y talleres. Casa de acogida.

 

4. ¿QUÉ MÁS SE PUEDE HACER?

         .- Sensibilizarse. Nombrar algún responsable en la Parroquia. Se debería recordar la realidad de los presos y las exigencias de fraternidad hacia ellos : conocerlos, orar, quererlos…

         .- Acompañar al preso : detectar las personas que han sido detenidas ; ponerse en contacto con la familia y ponerse a su disposición. ; a la salida apoyar su integración.

         .- Formar parte del voluntariado.


Los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Durango (Durango, Mazatlán, Torreón y El Salto) emiten después de la Primera Reunión Provincial un Mensaje en el que denuncian especialmente el clima de violencia e inseguridad que se va extendiendo por la provincia y por todo el país.

 


MENSAJE DE LOS OBISPOS DE LA PROVINCIA DE DURANGO

  

Los Obispos y presbíteros, pastores de las Iglesias particulares que forman la Provincia Eclesiástica de Durango, reunidos en Mazatlán, Sin., con motivo de la Primera Reunión Provincial de nuestros presbiterios, saludamos cordialmente a las comunidades diocesanas de Mazatlán, Torreón, El Salto y Durango, y a las personas que, sin tener nuestra misma fe cristiana, comparten con nosotros profundos sentimientos de preocupación ante la lamentable situación de violencia e inseguridad que golpea nuestra nación, y particularmente a los estados que integran nuestra Provincia.

 

Nuestro saludo se hace oración por quienes han sufrido en su persona o en su familia, las consecuencias de las adicciones, incluyendo la muerte de alguien cercano. Y junto con ellos, saludamos a sus familiares y amigos, a quienes sufren la soledad, la viudez o la enfermedad a consecuencia de la inseguridad, de los secuestros y de la violencia que se extiende por los pueblos y por las ciudades de nuestra Provincia Eclesiástica.

 

Con ojos y corazón de pastores, queremos ver la realidad de violencia e inseguridad que golpea a la sociedad. Esta realidad es como un libro abierto que debemos aprender a leer.

 

La violencia, la inseguridad, los secuestros, los “levantones” y el narcotráfico, son hechos que parece van adquiriendo carta de ciudadanía en la sociedad, con el riesgo de llegar a ser considerados como algo ordinario y normal, perdiendo la capacidad de asombro e indignación.

 

Las luchas que antes eran entre bandas del crimen organizado han empezado a orientarse hacia la sociedad civil. Lamentamos el reciente atentado realizado la noche del 15 de septiembre en la ciudad de Morelia, Mich., en donde se perdieron vidas inocentes. De la misma manera, mientras nos encontramos reunidos, con dolor recibimos la noticia de que en Durango habían sido ejecutadas tres personas ampliamente conocidas en el estado.

 

Hemos visto correr sangre a lo largo y ancho del país. Este dolor lo sufrimos en carne propia porque ha dañado a nuestro pueblo y a nuestras familias; ha atentado contra lo más sagrado que es la misma vida.

 

La problemática de la droga es como una mancha de aceite que invade todo, no reconoce fronteras ni geográficas ni humanas (cfr. Documento de Aparecida 422). Su comercialización se ha hecho algo cotidiano en la sociedad. (cfr. Idem. 424)

 

Los pastores de la Provincia de Durango, con gran preocupación, vemos que se van afectando las familias y el tejido social por causa de la violencia. La situación geográfica de nuestra Provincia Eclesiástica, ubicada en una zona especialmente codiciada por las bandas del crimen organizado, nos impulsa a proclamar con firmeza y confianza la Buena Nueva de la dignidad humana ofrecida por Jesucristo el Señor.

 

La pobreza y marginación, la existencia de escandalosas desigualdades sociales y económicas, la corrupción y la impunidad, así como el abandono de los más pobres por parte de las distintas instituciones, incluida la Iglesia, se encuentran en el fondo de la realidad de violencia e inseguridad que estamos viviendo.

 

La realidad de violencia e inseguridad son los síntomas de la descomposición social que se empezó a gestar hace ya mucho tiempo y ante la cual, en su momento no tomamos las medidas pertinentes y oportunas.

 

Lamentamos que se vaya generalizado una cultura de desconfianza hacia las personas que manejan las instituciones y las políticas gubernamentales y que la población no tenga la formación adecuada para vivir de frente a esta nueva y dolorosa realidad.

 

Reconocemos los esfuerzos realizados por la sociedad civil que se ha expresado de distintas formas, así como el empeño que han puesto las autoridades de los distintos niveles de gobierno para responder a esta realidad de violencia e inseguridad. Con esperanza recibimos los 75 compromisos que forman parte del Acuerdo Nacional por la Seguridad, Justicia y Legalidad, resultado de la Reunión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, convocada por el Presidente de la República y realizada en la Ciudad de México con la participación de los Gobernadores de todos los estados de la república, así como de representantes de los Poderes Legislativo y Judicial y de Organizaciones Sociales.

 

La Iglesia asume también su responsabilidad en la parte que nos corresponde en estos acuerdos. Nos comprometemos a seguir invitando a la conversión y a la perseverancia en la vida cristiana. Asumimos nuestra tarea de recuperar los valores formando a la persona en una conciencia recta, ofreciendo el Evangelio como proyecto de humanidad

 

Pero también, conscientes de que enfrentar esta dolorosa realidad es responsabilidad de todos, cada persona debe asumir su propia tarea. Así, cada individuo debe “promover una mentalidad nueva de paz, cada hombre y mujer, no importa su puesto en la sociedad, puede y debe asumir realmente su parte de responsabilidad en la construcción de una paz verdadera, en el ambiente donde vive: familia, escuela, empresa, ciudad”. (Juan Pablo II. Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz en 1981)

 

A todas las personas involucradas en la violencia les exhortamos a pensar bien las cosas y abandonar el mal. En la Iglesia católica hay un lugar para que vuelvan al camino de los hijos de Dios. A quienes participan en actividades vinculadas con el narcotráfico y la violencia, les exhortamos a que se arrepientan y cambien de vida. Dios que es compasivo y misericordioso no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva. Dios perdona siempre, aunque el perdón no elimina la justicia.

 

El compromiso por la transformación de nuestra sociedad no puede quedarse sólo en el ámbito individual. Las distintas autoridades tienen también una responsabilidad que asumir. Por eso exhortamos a todas las autoridades, a realizar con prontitud y eficacia la urgente tarea de depuración de los cuerpos de seguridad y del sistema de impartición de justicia en cada uno de los niveles de gobierno.

 

Confiamos en que las autoridades, con firmeza y decisión, asumirán su responsabilidad y trabajarán, como lo espera la sociedad para recuperar la tranquilidad y luchar contra la impunidad, la corrupción y contra todos los demás vicios que tocan de muerte a nuestra sociedad. Que nuestras autoridades se comprometan en hacer lo que a ellas corresponde para alcanzar “la paz que genere fecundidad, bienestar, prosperidad, ausencia de temor y alegría profunda” (Compendio de la Doctrina Social Cristiana Nº 489). Sin duda alguna la sociedad civil estará al pendiente del cumplimento de los compromisos a favor de la Seguridad, Justicia y Legalidad.

 

Volvemos nuestra mirada a la imagen compasiva de Nuestra Señora de Guadalupe, Dulce Madre que ha estado presente en los momentos más difíciles de la historia de nuestro México. Ella, forjadora de esta nación, nos ha enseñado a construir y a no destruir. Ella ha sido portadora de esperanza para el pueblo mexicano, que enfrentando muchas crisis, siempre ha salido adelante.

 

Si todos asumimos nuestra responsabilidad, nos espera un hombre nuevo, una sociedad nueva y un cielo nuevo; nos espera un nuevo resplandor del Reino de Dios en la vida y la verdad, en la justicia y la paz, en la gracia, la santidad y el amor.

 

¡Que nadie se dé por vencido! ¡Que el mal no nos desaliente! ¡Creemos que es más fuerte el amor que la muerte y que todo lo que ella provoca! Seamos hombres y mujeres buscadores y constructores de la Paz. Que el Dios de la Paz nos permita contarnos entre los bienaventurados que construyen la paz… “porque a ellos Dios los llamará sus hijos” (Mt. 5,9)

 

Con nuestra bendición:

 

 

+ Mons. Héctor González Martínez

Arzobispo de Durango

 

+ Mons. Mario Espinosa Contreras

Obispo de Mazatlán

 

 

+ Mons. José G. Galván Galindo

Obispo de Torreón

 

+ Mons. Ruy Rendón Leal

Obispo Prelado de El Salto

 

 

+ Mons. Juan de Dios Caballero Reyes

Obispo Emérito de Durango


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 ASIA/INDIA - “Una misión interreligiosa en Orissa para llevar paz y reconciliación”: entrevista de la Agencia Fides a Su Excelencia Mons. Raphy Manjaly, Obispo de Varanasi


Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – Mientras continúan los episodios de violencia anticristiana, de manera preocupante, en diversos estados de la India como Orissa, Karnataka, Madhya, Pardesh, Kerala, de la diócesi de Varanasi salió de Orissa una misión de paz conducida por la una delegación interreliosa formada por líderes hindúes, sikh, musulmanes, budistas y cristianos de diversas confesiones. La delegación buscará conducir una obra de reconciliación para traer nuevamente la paz y armonía a la población. Fueron las declaraciones de Su Excelencia Mons. Raphy Manjaly, Obispo de Varanasi, a la Agencia Fides, en Vaticano, para participar en un Seminario de estudios organizado por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, reservado a los Obispos ordenados en los últimos dos años.
El Obispo, ordenado el 30 de abril de 2007, guía la diócesis de Varanasi (o Benares) que se encuentra en Uttar Pradesh, el estado indio más poblado, situado al noroeste del país. El área se caracteriza por el pluralismo religioso y es un lugar particularmente sagrado para la religión hindú. He aquí el texto de la entrevista publicado por la Agencia Fides.

¿Podría describirnos su diócesis?

El territorio diocesano cuenta con 19 millones de personas, de las cuales cerca de 18 mil son católicos, 135 sacerdotes, 41 parroquias y 436 religiosas. La diócesis de Varanasi es una diócesis en la que el Espíritu Santo está actuando. Los fieles rezan mucho, como se puede ver en el “Krist Bhata” Movement, que significa “Movimiento de los devotos por Cristo”: una realidad abierta a todos aquellos que buscan a Dios y tratan de escuchar su Palabra. Con ocasión del Año Paulino queremos crear otros centros de escucha de la Palabra de Dios, abriendo en Varanasi un Instituto Bíblico, que ayude a traducir y difundir la Sagrada Escritura.

¿Cómo vive la Iglesia en un área de fuerte pluralismo religioso?

Tenemos principalmente dos líneas de acción: mantener vivas las iniciativas de diálogo interreligioso y extender buenas relaciones con los mass media. Al nivel del diálogo, nos esforzamos por organizar encuentros y participar los unos en las fiestas religiosas más importantes de los otros. En la diócesis hemos instituido el “Maitri Bhavan Center” para el diálogo interreligioso que ayuda a mantener con continuidad buenas relaciones con los líderes y fieles de otras comunidades. Buscamos prevenir de esa manera los problemas y trabajar juntos por el bien común de la sociedad. Y aún cuando se dan episodios que podrían dañar o degenerar en enfrentamientos religiosos, estamos preparados para prevenir y bloquear eventuales desórdenes, dadas las buenas relaciones existentes entre los líderes (budistas, hinduistas, musulmanes y cristianos).

Por otra parte, gracias a las buenas relaciones con los mass media, la gente conoce nuestro trabajo de servicio al hombre y de ayuda gratuita a los pobres. Ello desmiente la desinformación y las falsas acusaciones que a veces circulan contra los cristianos.

¿Cómo son, en particular, las relaciones con los grupos hindúes en vuestro territorio, en este momento de tensión para todo el país?

Las relaciones en general son buenas. Varanasi tiene una gran tradición de convivencia pacífica entre cristianos e hindúes. Por ello hemos decidido enviar una misión de paz a Orissa. La delegación ha sido formada por líderes de diversas comunidades religiosas, para dialogar, rezar y llevar la reconciliación a todas las personas de buena voluntad en Orissa, dando consuelo a los necesitados, condenando la violencia, orando por las víctimas.

La mayor parte de los hindúes es abierta y acogedora hacia los cristianos. Con frecuencia los grupos extremistas reaccionan con violencia cuando son testigos de fenómenos de conversión en masa. En Varanasi predicamos la Palabra de Dios, pero no buscamos conversiones en masa. Se celebran bautismos, pero de manera discreta y luego de un serio camino de preparación individual. Si alguno se acerca a la Iglesia para solicitarlo, lo acogemos con apertura y serenidad, sin aspavientos. (AR-PA) (Agencia Fides 18/09/2008; líneas 48, palabras 639)


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VATICANO - LAS PALABRAS DE LA DOCTRINA por don Nicola Bux y don Salvatore Vitiello - El Papa y el mensaje de Lourdes: una esperanza que cuestiona la laicidad


Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – Quien pensaba que una revolución podía resolver durante los siglos los problemas y la vida de un pueblo y una nación está destinado a repensarlo. Hoy en día, Francia –como toda Europa- vive en medio a las migraciones y al mezclarse de las clases sociales. La misma Iglesia se interroga por el milagro de haber sobrevivido al jacobinismo y la secularización que la ha hecho casi socialmente irrelevante. Una vez más era necesario que un jefe de estado abriese una nueva prospectiva: la “laicidad positiva”.

Desde hacia tiempo, cual centinela, Joseph Ratzinger, teólogo y cardenal, reflexionaba pacientemente el discernimiento del iluminismo, de la razón, de la sana laicidad; hoy que es Obispo de Roma, la red va tomando forma; una red cuyas cabezas son los estados aferrados en Alemania e Italia, quien ha entendido que el hombre europeo no puede vivir como si Dios no existiese, caso contrario se autodestruirá o disolverá, cual “saludo de la historia” tantas veces citado por Joseph Ratzinger.

Es así que el viaje pastoral del Papa a Francia por el 150º aniversario de las Apariciones en Lourdes presenta sin contradicción su lógica: anunciar a aquella grande nación que, después de más de doscientos años de la revolución, nuevamente está buscando la libertad, la igualdad y la fraternidad, y que la esperanza teologal se ha manifestado una vez más en la periferia de la gran nación, en un pueblito perdido de los Pirineos, se ha manifestado a una muchacha analfabeta.

En su introducción a la encíclica, el Papa ha escrito: « SPE SALVI facti sumus » – en esperanza fuimos salvados, dice san Pablo a los Romanos y también a nosotros (Rm 8,24). Según la fe cristiana, la « redención », la salvación, no es simplemente un dato de hecho. Se nos ofrece la salvación en el sentido de que se nos ha dado la esperanza, una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino. Ahora bien, se nos plantea inmediatamente la siguiente pregunta: pero, ¿de qué género ha de ser esta esperanza para poder justificar la afirmación de que a partir de ella, y simplemente porque hay esperanza, somos redimidos por ella? Y, ¿de qué tipo de certeza se trata?”

“La virtud de la esperanza – según el Catecismo - corresponde al anhelo de felicidad puesto por Dios en el corazón de todo hombre; asume las esperanzas que inspiran las actividades de los hombres; las purifica para ordenarlas al Reino de los cielos; protege del desaliento; sostiene en todo desfallecimiento; dilata el corazón en la espera de la bienaventuranza eterna. El impulso de la esperanza preserva del egoísmo y conduce a la dicha de la caridad”. (1818).

¿No decía Nietzsche que se habría convertido si los cristianos hubiesen cantado mejores canciones y hubiesen tenido aires de salvados? La Iglesia de Francia recibe un impulso renovador de manos del Papa y no solo, pues como otras veces, está en sintonía con el carisma mariano que mueve el carisma de Pedro. Como dijo Bernadette a quienes la acusaban de impostora: “La Virgen me ha dicho que se los diga, no que los convenza”.

Se diría que el método de Dios es siempre el mismo, como en Nazaret: “Abate a los potentes de sus tronos y ensalza a los pobres”. La laicidad –que debería ser algo bueno, verdadero, libre para el pueblo- será sana y positiva si contemplará todo esto. Y si comprenderá que Lourdes no es solamente una pía devoción. (Agencia Fides 18/9/2008; 43 líneas, 642 palabras)


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Editorial CCs nos envía noveades  pertenecientes al mes de Septiembre de 2008.


"Estimado Amig@:

Nos es grato enviarte el boletín con nuestras últimas novedades correspondientes al mes de Septiembre de 2008.

Puedes consultar más datos sobre éstos u otros títulos de nuestro fondo editorial, en nuestra página web: www.editorialccs.com, donde además encontrarás las próximas novedades de las colecciones que más te interesen, selecciones de temas especiales y acceso directo a nuestra tienda electrónica.

En esta ocasión destacamos los Agendas Escolares y los nuevos títulos de la colección MATERIALES PARA EDUCADORES, libros muy prácticos para organizarnos este curso".

 

 

NOVEDADES - Septiembre 2008

  

Agendas 2008-2009

 

MI AGENDA DE PRIMARIA 08/09
José Joaquín Gómez Palacios (Textos) y Salvador García Espinosa (Dibujos)
Formato: 15x21 cm. 140 págs. (5,77 €) 6 €
Agenda dirigida a los alumnos de Primaria. Portada a todo color e interior en bicolor. Encuadernación en espiral. Con todas las secciones propias de una agenda para niños.

 

MI AGENDA DE SECUNDARIA 08/09
José Joaquín Gómez Palacios (Textos) y Salvador García Espinosa (Dibujos)
Formato: 15x21 cm. 140 págs. (5,77 €) 6 €
Agenda dirigida a los alumnos de Secundaria. Portada a todo color e interior en bicolor. Encuadernación en espiral. Con todas las secciones propias de una agenda para adolescentes.

  

AGENDA PERSONAL 08/09
Forro de plástico con billetera. Formato: 8x12 cm. 56 págs. (1,44 €) 1,50 €
Agenda cómoda de bolsillo, con billetera, para el apunte personal breve.

 

 

Colección MATERIALES PARA EDUCADORES

  

APRENDER A PENSAR EN PRIMARIA
Blanca Gómez y Luis Carrascosa (coordinadores)
ISBN: 978-84-9842-2016. 152 págs. 17x24 cm. (9,42 €) 9,80 €
Proyecto para ayudar al alumnado de Primaria a razonar, investigar, jugar, resolver problemas y relacionar lo aprendido con lo ya conocido. Lo autores se sirven para su propósito de juegos, actividades gráficas y orientaciones generales dirigidas al profesorado, tutores, orientadores y familias que conviven a diario con niños y niñas de edades comprendidas entre 6 y 12 años.

 

PERSONAJES DE LA HISTORIA ANTIGUA Y MEDIA
Materiales complementarios para el primer ciclo de Secundaria
José Luis Sierra Gómez
ISBN: 978-84-9842-1927. 17x24 cm. 180 págs. (10,48 €) 10,90 €
65 personajes significativos que se estudian en la asignatura de Historia que abarcan un amplio abanico cultural y social. Cada uno es presentado con un documento y una ficha de trabajo con diez ejercicios para cultivar la comprensión lectora y el razonamiento lógico, motivar el estudio de la Historia y, sobre todo, fomentar los valores personales y la dimensión social. Los ejercicios invitan a cultivar la creatividad mediante la expresión gráfica y literaria.

 

 

LA VUELTA AL CURSO EN 80 DIAS
Buenos Días. Tutoría. Formación de educadores.
Jesús Villegas
ISBN: 978-84-9842-2092. 280 págs. 17x24 cm. (13,37 €) 13,90 €
Ochenta textos y más de doscientas propuestas didácticas para trabajar a partir de ellos: esto es lo que ofrece el presente volumen. Ajustándose al calendario escolar y sin olvidar ninguno de los momentos, temas,experiencias o conflictos que pueden salirnos al paso a lo largo de un curso, este libro apuesta por combinar la reflexión y la acción, lo literario y lo pedagógico, el humor y la ética, en un material tan práctico y completo como sugerente.

  

Colección JUEGOS

 

LA PERCEPCION ESPACIO-TEMPORAL EN PRIMARIA
150 ejercicios para su adquisición y desarrollo
Emilio Miraflores, Mari Carmen Lopez y Natalia Ruperto
ISBN: 978-84-9842-2191. Formato: 15x23 cm. 204 págs. (9,62 €) 10 €
Actividades y ejercicios de aplicación directa en las clases de Educación Física de Educación Primaria. Además de una visión teórica de los conceptos y su proyección práctica en las sensaciones, percepción espacial y temporal; se ofrecen 150 ejercicios prácticos. No se ciñe únicamente al ámbito escolar, también puede ser utilizado en el tiempo libre, ámbitos deportivos, y profesionales de otras especialidades. Los ejercicios son fácilmente adaptables para edades superiores o inferiores. (Este libro es continuación del titulado El esquema corporal en Primaria, número 16 de esta colección)

 

 

Colección GALERÍA DEL UNICORNIO

 

 

 Y DON QUIJOTE SE HACE ACTOR…
Juan Manuel Freire
ISBN: 978-84-9842-2160. 148 págs. 12,5x19,5 cm. (8,27 €) 8,60 €
Y Don Quijote se hace actor… Y Sancho Panza, su escudero fiel, y Dulcinea del Toboso, ese intangible amor tan suyo… Con el concurso de actores y actrices, y también del público, que tiene asignado un insospechado papel, toda una galería de personajes, molinos de viento o rebaños de ovejas incluidos, se anima sobre el escenario en esta versión de El Quijote que respeta la palabra cervantina pero se pretende innovadora en la puesta en escena. A su través, descubrimos que también se puede jugar con la literatura. Vamos a experimentar trayendo al escenario técnicas del teatro de sombras, del mimo, de la danza clásica y de la oriental, de la interpretación basada en la voz y el movimiento.

 

  

Colección LA ZARZA ARDIENTE

 

UN HOSPITAL, UN MUNDO
Cecilio Eseverri Cheverri
ISBN: 978-84-9842-2061. 148 págs. 12x20 cm. (11,25 €) 11,70 €
Información para los que van a ingresar en el hospital como pacientes y sus familiares. Todos, más o menos y pronto o tarde, somos o seremos clientes del hospital. Bueno será, por tanto, saber a dónde vamos a parar. Este libro pretende potenciar los valores humanos del hospital mediante breves reflexiones y fogonazos antropológicos, filosóficos y culturales; además de unos atractivos dibujos. El humor y la fina ironía del estilo potencian la profundidad del contenido y hacen atractiva la lectura para los enfermos, sus familiares y cuantos animan la vida de un hospital.

 

 

Colección ORACIONES

 

ORACIONES DE TODOS LOS DIAS Y DE LOS SANTOS
Las mejores oraciones de la tradición cristiana
Rosa Mac-Mahón. ISBN: 978-84-9842-2399. Formato: 10,5x15 cm. 304 págs. (7,69 €) 8 €
En este libro encontrarás un tesoro oracional. Las mejores oraciones del tiempo ordinario del año litúrgico. Están tomadas del Misal romano y del Oficio de lectura de la Liturgia de las horas. Además, dispones de una serie de índices que favorecen el uso del libro y la búsqueda de lo que necesites.

 

  

CUADERNOS DE FORMACIÓN PERMANENTE

 

CUADERNOS DE FORMACIÓN PERMANENTE/ 14
Revista anual para la formación de comunidades cristianas y religiosas
Formato: 15x21 cm. 232 págs (8,89 €) 9,25 €
Ocho artículos escritos por diversos autores en las secciones de: Persona y comunidad, Biblia, Teología, Vida religiosa, Moral, Pastoral, Espiritualidad y Salesianidad. En este número: El sentido preventivo de Don Bosco.
INCLUYE CD INTERACTIVO CON LOS TEMAS DE LOS 25 AÑOS DE ESTA PUBLICACIÓN
 

 


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Jueves, 18 de septiembre de 2008

REDACCIÓN DE “IGLESIA NIVARIENSE”

C. San Agustín, nº 28

38201. La Laguna. Tenerife.

Tfno. 922-314961 / Fax. 922-256362

e-mail: [email protected]

 


BOLETÍN 302

  

¿Dónde estaba Dios el 11 S y el 11 M, y el 20 de Agosto? ¿Dónde estaba Dios cuando Cristo muere en la Cruz en el Gólgota? Se preguntó monseñor Cases en el funeral por las víctimas del accidente aéreo de barajas que presidió en la catedral de Santa Ana. Siempre junto al que sufre, respondió,  siempre junto al que experimenta la soledad y el abandono. Según el prelado Canariense, cuando no es posible comprender, cuando el dolor es tan crecido que sólo queda acoger y aceptar para seguir viviendo, entonces la presencia cercana y el silencio son más elocuentes que el ruido de los discursos. Y en realidad eso estamos tratando de hacer todos desde el primer momento.

 

El viernes, el obispo preside a las ocho de la tarde en la Sede Catedralicia, una eucaristía por las víctimas del citado accidente.

 

El obispo ha dirigido una carta a los gomeros con ocasión de la próxima Bajada de la Virgen de Guadalupe. La misma comenzará a ser distribuida este fin de semana dentro del programa de actos religiosos de esta cita lustral.

 

El pasado miércoles era presentado el nuevo catecismo “Jesús es el Señor”. La misma estuvo realizada por Juan Ignacio Rodríguez, director del Secretariado de Catequesis de la Conferencia Episcopal Española.  En este sentido, Rodríguez Trillo recordó que la actualización no es tanto de contenidos "sino es una adaptación a los nuevos tiempos con una gran reforma en los diseños y en la manera de contar esos contenidos".

 

El Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas (CCEE) ha lanzado un llamamiento para que los inmigrantes africanos sean tratados "como seres humanos, como hermanos y hermanas, prescindiendo del modo en que han llegado a Europa". Esta fue una de las principales conclusiones a la que llegaron los directores nacionales de la pastoral para los inmigrantes de 21 países europeos distintos durante la reunión que mantuvieron entre los pasados 12 y el 14 de septiembre en Viena (Austria).

 

 

 

El obispo y sus vicarios han desarrollado la primera reunión del presente curso  con los arciprestes. Otro tanto ocurrirá este sábado con los delegados de los distintos sectores pastorales.

 

 

Durante esta semana se han realizado dos cursillos en el marco de la escuela de verano del Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias. Los mismos llevaron por título: “educar en valores en el aula y en la vida y orígenes, presente y futuro del catecumenado”.

 

 

El Director de Cáritas ha manifestado su preocupación por el creciente número de personas en situación de pobreza en la isla de La Palma, que afecta ya a más de 21.000 personas. El índice de palmero que viven con menos de 600 euros mensuales se sitúa en un 28%.

 

El mismo director, Leonardo Ruiz, manifestaba a los micrófonos de Radio Club Tenerife, que la petición de ayudas de emergencia a Cáritas se ha disparado, aumentando más de un 300%.

 

 

Continúa abierta en las Casas Capitulares la exposición: “la Biblia, cultura y vida”. La misma muestra un conjunto de Bíblias o textos bíblicos catalogados en nuestras bibliotecas. Todos los libros datan mayoritariamente del siglo XVI en adelante.

 

 

El Obispo  bendijo la Ermita de Las Nieves, situada en el barrio adejero del mismo nombre. La Ermita, que acoge a la Virgen de las Nieves, ha sido muy bien recibida por los numerosos vecinos que se acercaron a presenciar la entrega del templo.

 

La tradicional Ofrenda de Flores, Frutos y Alimentos a los pies de Santa María de Abona se celebró  en el Municipio de Arico. Pese a la actual crisis económica por la que atraviesa el país las donaciones superaron a las de cursos anteriores. La gran cantidad de productos que fueron ofrecidos a Nuestra Señora de Abona fueron donados a los Hermanos Franciscanos de La Cruz Blanca, que realizan una gran labor sin ánimo de lucro y en la que ayudan a los más necesitados.

 

 

Han comenzado a realizarse los actos previstos con ocasión de la festividad del patrón de la isla de La Palma, S. Miguel Arcángel. En este sentido destacamos, la ofrenda de los pueblos de la isla a S. miguel realizada en la plaza de la iglesia de Tazacorte.

 

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La Bajada de la Virgen de El Paso, en Alajeró, siempre un 14 de septiembre, se ha convertido en una de las fiestas populares de referencia en el verano gomero. La imagen abandonó por un día su santuario para ser trasladada al templo de el Salvador en el casco del municipio.


Publicado por verdenaranja @ 22:48
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ZENIT publica el discurso que dirigió Benedicto XVI el jueves, 18 de SEptiembre de 2008, en la residencia pontificia de Castel Gandolfo a los participantes en el simposio organizado sobre la Pave the Way Foundation con el título "Examinando el papado de Pío XII", celebrado en Roma del 15 al 17 de septiembre.


Estimado señor Krupp,

señoras y señores:


Para mí es un auténtico placer tener este encuentro con vosotros al final del importante simposio organizado por la Pave the Way Foundation, en el que han participado eminentes expertos para reflexionar sobre la generosa obra realizada por mi venerado predecesor, el siervo de Dios Pío XII, durante el difícil período del siglo pasado, que gira en torno la segunda guerra mundial. A cada uno de vosotros os doy mi más cordial bienvenida. Saludo de manera particular al señor Gary Krupp, presidente de la Fundación, y le doy gracias por las sentimientos que ha expresado en nombre de todos los presentes. Le agradezco, además, la información que me ha presentado sobre el desarrollo de vuestras sesiones de trabajo de este congreso, en las que habéis analizado sin prejuicios los acontecimientos de la historia, preocupados sólo de buscar la verdad. Mi saludo se extiende a todos los que están unidos a vosotros en vuestra visita, y aprovecho con gusto la oportunidad para enviar mi cordial saludo a vuestros familiares y seres queridos.


Durante estos días vuestra atención se ha dirigido a la figura y a la incansable acción pastoral y humanitaria de Pío XII, Pastor Angelicus. Ha pasado medio siglo desde su fallecimiento, acaecido aquí, en Catel Gandolfo, en las primeras horas del 9 de octubre de 1958, después de una enfermedad que redujo paulatinamente su vigor físico. Este aniversario constituye una importante oportunidad para profundizar en su conocimiento, para meditar en sus ricas enseñanzas, y para analizar de una manera conjunta su obra. Se ha escrito y dicho mucho sobre él en estos cinco decenios y no siempre se han enfocado correctamente los diferentes aspectos de su multiforme acción pastoral. El objetivo de vuestro simposio consiste precisamente en colmar algunas de estas lagunas mediante un análisis documentado sobre muchas de sus intervenciones, sobre todo aquellas a favor de los judíos, que en aquellos años eran perseguidos en toda Europa de acuerdo con el plan criminal de quien quería eliminarlos de la faz de la tierra. Cuando uno se acerca sin prejuicios ideológicos a la noble figura de este Papa, además de quedar impresionado por su elevado nivel humano y espiritual, es conquistado por su vida ejemplar y por la extraordinaria riqueza de sus enseñanzas. Se aprecia la sabiduría humana y la tensión pastoral que le guiaron en su largo ministerio y, de manera particular, en la organización de las ayudas al pueblo judío.


Gracias al amplio material de documentación que habéis recogido, enriquecido por múltiples y autorizados testimonios, vuestro simposio ofrece a la opinión pública la posibilidad de conocer mejor y de manera más completa lo que Pío XII promovió y realizó a favor de los judíos perseguidos por los regímenes nazi y fascista. Se puede ver, entonces, que no ahorró esfuerzos, allí donde fue posible, para intervenir directamente o a través de instrucciones dadas a personas e instituciones de la Iglesia católica en su favor. En las sesiones de vuestro congreso se han subrayado muchas intervenciones que realizó de manera secreta y silenciosa precisamente porque, al tener en cuenta las situaciones concretas de ese complejo momento histórico, sólo de esa manera era posible evitar lo peor y salvar al mayor número posible de judíos. Su entrega valiente y paterna fue, de hecho, reconocida y apreciada durante y después del tremendo conflicto mundial por comunidades y personalidades judías que no dejaron de manifestar su gratitud por lo que el Papa había hecho por ellos. Basta recordar el encuentro que mantuvo Pío XII el 29 de noviembre de 1945, con los 80 delegados de los campos de concentración alemanes, quienes en una audiencia especial que les concedió en el Vaticano, quisieron darle personalmente las gracias por la generosidad que demostró el Papa a los perseguidos durante el terrible período de nazifascismo.


Queridos señores y señoras: gracias por vuestra visita y por el trabajo de investigación que estáis realizando. Gracias a la Pave the Way Foundation por la constante acción que desarrolla para favorecer las relaciones de diálogo entre las diferentes religiones de manera que ofrezcan un testimonio de paz, de caridad y de reconciliación. Deseo vivamente que este año, que recuerda el quincuagésimo aniversario de la muerte de mi venerado predecesor, ofrezca la oportunidad de promover estudios más profundos sobre los diferentes aspectos de su persona y actividad para llegar a conocer juntos la verdad histórica, superando de este modo los prejuicios que aún quedan. Con estos sentimientos invoco sobre vuestras personas y sobre la labor de vuestro simposio la bendición de Dios.


[Traducción del original inglés realizada por Jesús Colina

© Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]


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ZENIT 0frece a continuación el texto completo del telegrama enviado por el Secretario de Estado, cardenal Tarsicio Bertone, en nombre del Papa a los participantes en el encuentro de oración con motivo de la apertura de la LXIII Sesión de la Asamblea General de la ONU.


Su Santidad el Papa Benedicto XVI envía un saludo cordial a todos los participantes en el encuentro de oración en el umbral de la 63 sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Se une a los miembros de la comunidad diplomática y a los oficiales de las Naciones Unidas presentes, implorando del Dios Todopoderoso la guía y la fuerza necesarias para realizar las urgentes tareas que afrontarán las Naciones unidas en los próximos meses, incluyendo la implementación continua de los objetivos de desarrollo del Milenio, el programa NEPAD y otras iniciativas destinadas a asegurar que toda la familia humana participa en los beneficios de la globalización.

Recordando con gratitud su anterior visita a la Asamblea del pasado abril, con ocasión del sexagésimo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Su Santidad renueva su llamamiento a los líderes internacionales para que vuelvan a apropiarse de la noble visión moral y los principios trascendentales de la justicia encarnados en los documentos fundantes de las Naciones Unidas.

Con estos sentimientos, el Santo Padre invoca sobre todos los que la esperan la abundancia de las bendiciones divinas, confiando en que estos momentos de reflexión y oración refuercen su compromiso de defender la dignidad de cada persona humana y de construir un mundo donde haya más solidaridad, libertad y paz.

 

Cardenal Tarsicio Bertone

Secretario de Estado

[Traducción del original inglés realizada por Inma Álvarez]


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 (De Fuente de La Guancha)


BODA EN SAN JOSÉ


7 de Septiembre

Dentro de la misa dominical del día 7 de Septiembre contrajeron matrimonio los jóvenes Jesús Ezequiel Domínguez González y Yurena García Rodríguez, ambos naturales y vecinos de la parroquia de San José. Fueron sus padrinos Sigfredo García Rodríguez, hermano de la novia, y Carmen Rosa Domínguez González, hermana del novio.

 

CELEBRACIÓN DE LAS FIESTAS DE SANTA ROSALÍA EN LAS ROSAS


4 y 7 de Septiembre

El barrio de Las Rosas nos volvió a convocar  este año para la celebración de la Fiesta de Santa Rosalía. Los actos se desarrollaron desde el día 4 hasta el 7 de Septiembre. El día principal fue el 7con la  Misa cantada y a continuación procesión con la imagen de la santa acompañada de autoridades, banda de música y numerosos fieles.

 

EXCURSIÓN DE DOS DÍAS A LA ISLA DE LA  GOMERA


12 de Septiembre

Con esta fecha se colocan los carteles anunciadores y se distribuye el programa de una excursión de dos días que la parroquia organiza hacia la isla de la Gomera. Tendrá lugar los días 25 y 26 de Octubre y recorrerá toda la isla: un día por el Sur y otro día por el Norte haciendo noche en Valle Gran Rey. El precio es de 160 Euros e incluye traslados, excursiones, pensión completa, almuerzos y seguro de viaje.

 

 

FIESTAS PATRONALES DE SAN JOSÉ


12 al 17 de Septiembre

A pesar que cada vez se hace más difícil ponerse al frente de la organización de unas fiestas patronales, la Comisión de Fiestas de este año 2008 trabajó intensamente para tener todo a punto en la celebración de los actos religiosos y profanos. El lunes de la fiesta constituyó por tradición centenaria el día central y principal de las fiestas. La misa fue presidida por Vicario de Zona y concelebrada por varios sacerdotes. Gran cantidad de fieles  se reunieron en las dos procesiones con la venerada imagen del santa patrono.

 

CARTEL DE BAJADA DE LA VIRGEN DE GUADALUPE EN LA GOMERA


16 de Septiembre

Hemos recibido el cartel anunciador de la Bajada de la Virgen de Guadalupe, patrona de la isla de la Gomera, que en su cita quinquenal tendrá lugar el 6 de Octubre desde su santuario de  Puntallana hasta la parroquia matriz de Ntra. Sra. de la Asunción. El 13 de Diciembre retornará a su santuario después de peregrinar por toda la isla de la Gomera. El lema reza así: “¿Quién soy yo para que me visite la Madre de mi Señor?”

 

PRESENTACIÓN DEL NUEVO CATECISMO “JESÚS ES EL SEÑOR”


17 de Septiembre

El Seminario de Tenerife será la sede para la presentación del nuevo catecismo, 'Jesús es el Señor',  editado por la Conferencia Episcopal, que se ha actualizado después de casi 20 años, comenzando su distribución y uso a partir de este año.   El encargado de dicha presentación fue el director del Secretariado de Catequesis de la Conferencia Episcopal, Juan Ignacio Rodríguez Trillo, quien afirmó que la actualización no es tanto de contenidos "sino es una adaptación a los nuevos tiempos con una gran reforma en los diseños y en la manera de contar esos contenidos".   El objetivo principal es acercar los niños a la catequesis, pero también a las familias. "Nos hemos dado cuenta de que las familias están alejadas cuando son un elemento fundamental en la difusión y explicación del catecismo", puntualizó.   Indicó, además, que se hace especial "hincapié" en la práctica dominical de las familias que "se ha ido perdiendo de manera progresiva".

 


VATICANO - “AVE MARÍA” por Mons. Luciano Alimandi - La oración es el deseo de Dios


Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – La oración como tal, ha ocupado y siempre ocupará un lugar central en la vida de la Iglesia y de cada cristiano, pues constituye un elemento esencial: “y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada” (Lc 10,42). Estas palabras de Jesús dirigidas a Marta, la hermana hacendosa de María, se podrían entender como un reclamo permanente del Señor a la vida de oración, que constituye una parte esencial del ser cristiano. En efecto, ¿no es la oración la única cosa que necesitamos? ¿No es acaso verdad que, siendo la oración como un respiro espiritual, sin ella no hay vida en el alma? San Alfonso María de Ligorio escribía de manera lapidaria: “quien reza se salva, quien no reza se condena”.

Ciertamente, uno no se hace de la noche a la mañana hombre o mujer de oración, se requiere de un largo camino, como lo demuestran las vidas de los santos, que han tenido no pocas dificultades para alcanzar la “oración continua”, es decir la oración del corazón: el corazón bate siempre, sin interrupción. Así la disposición del alma hacia Dios debería traducirse en un continuo deseo de Él. Obviamente no se puede subir a la “montaña de la oración” por nosotros mismos; es totalmente cierto aquello que en la vida de oración “sin Jesús no podemos hacer nada” (Jn 15,5).

Es por ello necesario partir con el paso correcto, que es el de la humildad. Nos lo confirma, entre otros, una gran experta en la vida de oración, Santa Teresa de Ávila, quien escribe que el edificio de la oración se funda todo sobre la humildad. Se debe partir de ella y hacia ella se debe caminar. En su “Camino de Perfección” leemos: “Bien entendía que tenía alma; mas lo que merecía esta alma y quién estaba dentro de ella, si yo no me tapara los ojos con las vanidades de la vida para verlo, no lo entendía. Que, a mi parecer, si como ahora entiendo que en este palacio pequeñito de mi alma cabe tan gran Rey, que no le dejara tantas veces solo, alguna me estuviera con El, y más procurara que no estuviera tan sucia” (Cam. 28,11).

Dios escucha y bendice las oraciones que son humildes, que provienen de un corazón humilde, de un corazón de niño. ¡Como era humilde la oración del publicano del templo! Él, a diferencia del fariseo que también rezaba, no osaba ni siquiera alzar los ojos al cielo y se golpeaba el pecho pidiendo misericordia a Dios (cf. Lc 18,13).

El Señor quiere donarnos una vida de oración, pero esto, como nos lo enseña en el Evangelio, requiere que nos decidamos a rezar “siempre sin cansarnos” (Lc 18,1). Para ello es necesaria una “determinación absoluta”, de la que escribe siempre Santa Teresa de Ávila. Es necesario hacer girar toda nuestra vida, en todos sus detalles, alrededor de la oración, para que ella, “pase lo que pase”, se convierta en el perno, el gozne, de todas nuestras actividades y proyectos. Cuando se toma la decisión de iniciar un camino de oración, tal vez luego de muchos intentos en falso, porque no hubo la suficiente “determinación”, no se debe parar más, bajo ninguna circunstancia.

Ciertamente, los escritos acerca de la oración están entre los más numerosos que podemos encontrar entre los maestros del espíritu, ya que la necesidad primaria del ser humano es precisamente aquella de “escuchar” y “hablar” con Dios. En una ocasión, narran los Evangelios, los discípulos pidieron a Jesús: “enséñanos a orar” (Lc 11,1). No fue una casualidad. De esta enseñanza y del consiguiente aprendizaje depende, de hecho, la santidad misma del discípulo. Hay, por ello, dos categorías de cristianos: los santos y los santos frustrados. Los primeros hicieron de la oración como el propio respiro, ¡los segundos lamentablemente no!

Dejémonos, por ello, conquistar por la oración, ya que será el mismo Jesús quien conquistará nuestra alma cada vez más. Otro Doctor de la Iglesia, San Juan Crisóstomo, escribe sobre la oración: “La oración o diálogo con Dios, es un bien absoluto. Es, en efecto, una comunión íntima con Dios. Como los ojos del cuerpo se aclaran viendo la luz, así también el alma que se dirige a Dios es iluminada por la luz inefable de la oración. Debe ser, sin embargo, una oración no hecha rutinariamente, sino que proceda del corazón. No se debe circunscribir a determinados tiempos y oras, sino florecer continuamente, día y noche. No debemos, pues, elevar nuestro corazón a Dios sólo cuando nos dedicamos a la oración con todo el ser. Es necesario que, incluso cuando estamos ocupados en otros quehaceres, sea en la atención a los pobres, o en otras actividades, enriquecidas tal vez por la generosidad hacia el prójimo, tengamos el deseo y el recuerdo de Dios, para que, sazonado con el amor divino, como con sal, todo se haga alimento gustosísimo al Señor del Universo. Podemos gozar continuamente de este regalo, incluso toda nuestra vida, si dedicamos a este tipo de oración el mayor tiempo posible en nuestra vida. La oración es la luz del alma, verdadero conocimiento de Dios, mediadora entre Dios y el hombre... La oración... hace feliz al alma porque ahoga sus aspiraciones. Hablo, sin embargo, de la oración auténtica, no de las simples palabras. Ella es desear a Dios, un amor inefable que no proviene de los hombres, sino que es producido por la gracia divina... Embellece tu casa con modestia y humildad mediante la práctica de la oración...” (de las Homilías de San Juan Crisóstomo, Obispo: Hom. 6 sobre la oración; PG 64, 462-466). (Agencia Fides 17/9/2008).


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EXCURSIÓN DE DOS DÍAS A LA ISLA DE LA  GOMERA

DÍAS 25 Y 26 DE OCTUBRE DE 2008


(Fuente de La Guancha) Con esta fecha se colocan los carteles anunciadores y se distribuye el programa de una excursión de dos días que la parroquia organiza hacia la isla de la Gomera. Tendrá lugar los días 25 y 26 de Octubre de 2008 y recorrerá toda la isla: un día por el Sur y otro día por el Norte haciendo noche en Valle Gran Rey. El precio es de 160 Euros e incluye traslados, excursiones, pensión completa, almuerzos y seguro de viaje.

 

 

ITINERARIO

 

DIA 25 DE OCTUBRE.- TENERIFE-LA GOMERA Recogida en la Guancha y traslado al muelle de los Cristianos. Llegada y salida para realizar la visita a una parte de la Isla, saldremos hacia Playa Santiago, Alajeró, Chipude, El Cercado, Arure, etc. (entradas no incluidas) Almuerzo en restaurante. Por la tarde, continuaremos hacia Valle Gran Rey, traslado a los apartamentos. Cena y alojamiento.

 

DIA 26 DE OCTUBRE.- LA GOMERA-TENERIFE Desayuno y salida para visitar Vallehermoso, Agulo, Hermigua etc. (entradas no incluidas) Almuerzo en Restaurante. Finalizaremos la visita en San Sebastián. Traslado al muelle para embarcar con destino a Tenerife. Llegada y traslado al lugar de origen. FIN DE NUESTROS SERVICIOS.

 

NUESTROS PRECIOS INCLUYEN:

Traslados en Tenerife.

Billete de Barco: Cristianos-Gomera-Cristianos.

Estancia en apartamentos.

Régimen de pensión completa.

Almuerzos en restaurante.

Seguro de viaje.

 

PRECIO POR PERSONA .- 160.-Euros.

 
DOCUMENTACION NECESARIA:

Fotocopia D.N.I. (en vigor) o certificado de residencia


ZENIT ofrece la intervención que pronunció el miércoles, 17 de Septeimbre de 2008, Benedicto XVI durante la audiencia general que concedió a los peregrinos congregados en el Aula Pablo VI para la audiencia general en la que hizo un balance de su décimo viaje apostólico internacional que tuvo como destino París y Lourdes del 12 al 15 de septiembre.

 

Queridos hermanos y hermanas,

El encuentro de hoy me ofrece la oportunidad de volver a recorrer los momentos de la visita pastoral que he llevado a cabo en los días pasados a Francia; visita culminada con la peregrinación a Lourdes, con ocasión del 150 aniversario de las apariciones de la Virgen a santa Bernadette. Mientras doy fervientes gracias al Señor que me ha concedido una tan providencial posibilidad, expreso nuevamente un vivo reconocimiento al arzobispo de París, al obispo de Tarbes y Lourdes, a los respectivos colaboradores y a todos aquellos que de diversas formas han cooperado al éxito de mi peregrinación. Doy las gracias cordialmente también al presidente de la República y a las demás autoridades que me han acogido con tanta cortesía.


La visita empezó en París, donde he encontrado idealmente a todo el pueblo francés, honrando así a una amada nación en la que la Iglesia, ya desde el II siglo, ha desarrollado un fundamental papel civilizador. Es interesante que, precisamente en este contexto, haya madurado la exigencia de una sana distinción entre la esfera política y la religiosa, según el célebre dicho de Jesús: "Dad al César lo que es el César y a Dios lo que es de Dios" (Mc 12,17). Si en las monedas romanas estaba impresa la efigie del César y por esto se le debían dar, en el corazón del hombre está la impronta del Creador, único Señor de nuestra vida. La auténtica laicidad no es por tanto prescindir de la dimensión espiritual, sino reconocer que precisamente ésta, radicalmente, es garante de nuestra libertad y de la autonomía de las realidades terrenas, gracias a los dictados de la Sabiduría creadora que la conciencia humana sabe acoger y realizar.


En esta perspectiva se enmarca la amplia reflexión sobre el tema: "Los orígenes de la teología occidental y las raíces de la cultura europea", que desarrollé en el encuentro con el mundo de la cultura, en un lugar elegido por su valor simbólico. Se trata del Collège des Bernardins (Colegio de los Bernardinos, nde.), que el fallecido cardenal Jean-Marie Lustiger quiso revalorar como centro de diálogo cultural, un edificio del siglo XII construido por los cistercienses, donde han estudiado los jóvenes. Por tanto, allí está la presencia de esta teología monástica que ha originado nuestra cultura occidental. El punto de partida de mi discurso fue una reflexión sobre el monaquismo, cuya finalidad era buscar a Dios, quaerere Deum. En una época de crisis profunda de la civilización antigua, los monjes, orientados por la luz de la fe, eligieron la vía maestra: la vía de la escucha de la Palabra de Dios. Fueron, por tanto, los grandes cultivadores de la Sagrada Escritura, y los monasterios se convirtieron en escuela de sabiduría y escuelas dominici servitii, "del servicio del Señor", como los llamaba san Benito. La búsqueda de Dios llevaba a los monjes, por su naturaleza, a una cultura de la palabra. Quaerere Deum, buscar a Dios, lo buscaban en el surco de su Palabra y debían por tanto conocer cada vez más en profundidad esta Palabra. Era necesario penetrar en el secreto de la lengua, comprenderla en su estructura. Para buscar a Dios, que se nos ha revelado en la Sagrada Escritura, eran muy importantes las ciencias profanas, de cara a profundizar en el secreto de las lenguas. Se desarrolla en consecuencia en los monasterios aquella eruditio que habría consentido la formación de la cultura. Precisamente por esto, quaerere Deum - buscar a Dios, estar en camino hacia Dios, sigue siendo hoy como ayer la vía maestra y el fundamento de toda verdadera cultura.


De la búsqueda de Dios es expresión artística también la arquitectura, y no hay duda de que la catedral de Notre-Dame en París constituye un ejemplo de valor universal. Dentro de este magnífico templo, donde tuve la alegría de presidir la celebración de las Vísperas de la Beata Virgen María, exhorté a los sacerdotes, los diáconos, los religiosos, las religiosas y los seminaristas venidos de todas partes de Francia, a dar prioridad a la escucha religiosa de la divina Palabra, mirando a la Virgen María como modelo sublime. En el pórtico de Notre-Dame saludé después a los jóvenes, que habían acudido numerosos y entusiastas. A ellos, que iban a dar comienzo a una larga vigilia de oración, les entregué dos tesoros de la fe cristiana: el Espíritu Santo y la Cruz. El Espíritu abre la inteligencia humana a horizontes que la superan y le hace comprender la belleza y la verdad del amor de Dios revelado precisamente en la Cruz. Un amor del que nada podrá separarnos, y que se experimenta entregando la propia vida a ejemplo de Cristo. Tras una breve parada en el Instituto de Francia, sede de las cinco Academias nacionales: siendo yo miembro de una de las Academias, pude ver con gran alegría a mis colegas. Y después mi visita culminó con la celebración eucarística en la Explanada de los Inválidos. Haciéndome eco de las palabras del Apóstol Pablo a los Corintios, invité a los fieles de París y de toda Francia a buscar al Dios vivo, que nos ha mostrado su verdadero rostro en Jesús presente en la Eucaristía, alentándonos a amar a nuestros hermanos así como Él nos ha amado a nosotros.


Después me dirigí a Lourdes, donde pude unirme a miles de fieles en el "Camino del Jubileo", que recorre los lugares de la vida de santa Bernadette: la iglesia parroquial con la fuente bautismal donde fue bautizada; el "Cachot" (la cárcel, nde.) donde vivió de niña en gran pobreza; la Gruta de Massabielle, donde la Virgen se le apareció 18 veces. Por la tarde participé en la tradicional Procesión de las antorchas, estupenda manifestación de fe en Dios y de devoción a su y nuestra Madre. Lourdes es verdaderamente un lugar de luz, de oración, de esperanza y de conversión, fundadas sobre la roca del amor de Dios, que ha tenido su revelación culminante en la Cruz gloriosa de Cristo.


Por una feliz coincidencia, el domingo pasado la liturgia recordaba la Exaltación de la Santa Cruz, signo de esperanza por excelencia, porque es el máximo testimonio del amor. En Lourdes, en la escuela de María, primera y perfecta discípula de Cristo, los peregrinos aprenden a considerar las cruces de su propia vida a la luz de la Cruz gloriosa de Cristo. Apareciéndose a Bernadette, en la Gruta de Massabielle, el primer gesto que hizo María fue precisamente el Signo de la Cruz, en silencio y sin palabras. Y Bernadette la imitó haciendo a su vez el Signo de la Cruz, aunque temblándole la mano. Y así la Virgen dio una primera iniciación en la esencia del cristianismo: el Signo de la Cruz es la suma de nuestra fe, y haciéndolo con corazón atento entramos en el pleno misterio de nuestra salvación. ¡En ese gesto de la Virgen está todo el mensaje de Lourdes! Dios nos ha amado que se ha dado a sí mismo por nosotros: éste es el mensaje de la Cruz, "misterio de muerte y de gloria". La Cruz nos recuerda que no existe verdadero amor sin sufrimiento, no hay don de la vida sin dolor. Muchos aprenden esta verdad en Lourdes, que es una escuela de fe y esperanza, porque es también escuela de caridad y de servicio a los hermanos. Es en este contexto de fe y de oración donde se ha celebrado el importante encuentro con el episcopado francés: ha sido un momento de intensa comunión espiritual, en el que hemos confiado juntos a la Virgen las esperanzas comunes y las preocupaciones pastorales.


La etapa sucesiva fue la procesión eucarística con miles de fieles, entre los cuales, como siempre, muchos enfermos. Ante el Santísimo Sacramento, nuestra comunión espiritual con María he ha hecho aún más intensa y profunda porque Él nos da ojos y corazón capaces de contemplar a su Hijo Divino en la santa Eucaristía. Era conmovedor el silencio de estos miles de personas ante el Señor; un silencio no vacío, sino lleno de oración y de conciencia de la presencia del Señor, que nos ha amado hasta subir a la cruz por nosotros. La jornada del lunes 15 de septiembre, memoria litúrgica de la Beata Virgen de los Dolores, estuvo dedicada de forma especial a los enfermos. Tras una breve visita a la Capilla del Hospital, donde Bernadette recibió la Primera Comunión, en el pórtico de la basílica del Rosario, presidí la celebración de la Santa Misa, durante la cual administré el sacramento de la Unción de los enfermos. Con los enfermos y con cuantos los cuidan, quise meditar sobre las lágrimas de María derramadas bajo la Cruz, y sobre su sonrisa, que ilumina la mañana de Pascua.


Queridos hermanos y hermanas, damos gracias juntos al Señor por este viaje apostólico rico de tantos dones espirituales. Particularmente, le alabamos porque María, apareciéndose a santa Bernadette, ha abierto en el mundo un espacio privilegiado para encontrar el amor divino que cura y salva. En Lourdes, la Virgen Santa invita a todos a considerar a a tierra como lugar de peregrinación hacia la patria definitiva, que es el Cielo. En realidad todos somos peregrinos, tenemos necesidad de la Madre que nos guía; y en Lourdes, su sonrisa nos invita a seguir adelante con gran confianza en la conciencia de que Dios es bueno, Dios es amor.


[Al final de la audiencia, el Papa saludó a los peregrinos en varios idiomas. En español, dijo:]

Queridos hermanos y hermanas:

Con ocasión del 150 aniversario de las apariciones de la Virgen a santa Bernadette, he realizado una visita pastoral en Francia. En esta nación, en que la Iglesia ha tenido un papel civilizador fundamental, ha madurado la exigencia de una sana laicidad, que no significa prescindir de la dimensión espiritual sino reconocer que ésta es garante de la libertad y de la autonomía terrena. Con el mundo de la cultura he podido reflexionar sobre cómo la búsqueda de Dios es la vía maestra y el fundamento de toda verdadera cultura. A los sacerdotes, religiosos y religiosas, y a los seminaristas, les he exhortado a dar prioridad a la escucha de la palabra divina y, a los jóvenes, les he confiado dos tesoros de la fe cristiana: el Espíritu Santo, que abre la inteligencia a horizontes más amplios, y la Cruz, que revela la verdad del amor de Dios, e invité a los fieles a buscar a Dios presente en la Eucaristía. En Lourdes he podido recorrer el "Camino del Jubileo". Lourdes es verdaderamente un lugar de luz, de oración, de esperanza y de conversión, donde los peregrinos, en esta escuela de caridad y de servicio a los hermanos, aprenden a ver sus propias cruces a la luz de la Cruz de Cristo.


Saludo cordialmente a los visitantes de lengua española. En particular, al Capítulo de Caballeros del Corpus Christi, de Toledo, a los Seminaristas de El Salvador y a los estudiantes de Salta. Saludo también a los peregrinos y grupos parroquiales venidos de Costa Rica, España, México, Paraguay, y de otros países latinoamericanos. Os invito a acudir con fe y devoción a la Virgen María para que Ella os enseñe en vuestra vida a ser expresión de caridad y de servicio a los hermanos, siguiendo el ejemplo de Cristo en la Cruz. Que Dios os bendiga.

 

[Traducción del original italiano realizada por Inma Álvarez.

© Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]


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Mi?rcoles, 17 de septiembre de 2008

El Presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, Mons. Cristóbal Bialasik ha emitido un Mensaje titulado “Libertad de expresión y bien común” . 

 

LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y BIEN COMÚN

 

MENSAJE DE MONS. CRISTÓBAL BIALASIK

 

La Comisión de Comunicación de la Conferencia Episcopal Boliviana condena vehementemente las agresiones contra periodistas, los atentados contra medios de comunicación y todo tipo de amedrentamientos y obstáculos al cumplimiento de su labor que han tenido lugar en las últimas semanas. Esto constituye otro peligroso síntoma del estado de intolerancia, violación del Estado de Derecho y violencia que se apodera de nuestra patria. Si bien es cierto que la libertad de expresión que ampara el trabajo de los comunicadores sociales debe ir acompañado del derecho a la información y a la verdad por parte de los públicos, nadie se puede atribuir el derecho de censura y, menos aún, el acto criminal de agresión física y destructiva, sobre la base de su propio criterio e interpretación.

 

La comunicación social en la sociedad es fundamental para la vida democrática que vive nuestro país y es importante no perder de vista que esta función depende de dos sujetos: el medio de comunicación y el público. Ambos detentan niveles de responsabilidad similares para el éxito o fracaso de la alta función de la información y comunicación en la sociedad. Por tanto una línea adecuada para mejorar el trabajo de medios de comunicación pasa por la formación ética y profesional de los operadores de la comunicación, pero también por la formación crítica y el buen gusto de los públicos.

 

Como afirman nuestros Obispos en su último mensaje: la agresión física o verbal y el destrozo de bienes sólo expresan la ausencia de argumentos racionales y la incapacidad para liderar propuestas constructivas y de crecimiento.

 

La Iglesia Católica exige a las instancias establecidas por ley a esclarecer y sancionar todos los casos de agresión a periodistas y medios de comunicación. Expresa su solidaridad con las víctimas de estos atropellos y les anima a reafirmar su vocación de servicio a la ciudadanía, sobre la base de un adecuado equilibrio entre la libertad de expresión y la responsabilidad social. “Su trabajo está llamado a contribuir, particularmente en esta coyuntura difícil, a un clima de serenidad, conocimiento, sentido crítico, confianza mutua y encuentro entre bolivianos”.

 

Mons. Cristóbal Bialasik

Presidente Comisión Episcopal de

Comunicación Social

 

La Paz, 16 de septiembre de 2008


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La Secretaría General de la Conferencia Episcopal Boliviana reitera su voz de preocupación, alerta y orientación por las jornadas decisivas que vive el país, por medio de un comunicado que lleva por titulo: “Derechos humanos y libertades fundamentales”.

 

 

COMUNICADO DE LA CEB

 

DERECHOS HUMANOS Y LIBERTADES FUNDAMENTALES

 

En sintonía con el último mensaje de nuestros Obispos, la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Boliviana reitera su voz de preocupación, alerta y orientación por las jornadas decisivas que vive nuestra patria. Condena vehementemente los enfrentamientos fratricidas que han dejado luto y dolor en muchas familias bolivianas y expresa su adhesión y profundo sentimiento de solidaridad y cercanía con las víctimas y sus familiares.

 

La Iglesia Católica, como siempre lo ha hecho en situaciones similares y frente a medidas de excepción como el “estado de sitio” en el Departamento de Pando, expresa lo siguiente:

 

 En este contexto extraordinario, exige, a los responsables de administrar esta medida, el respeto irrestricto de los Derechos Humanos y de las libertades fundamentales de las personas, en fiel cumplimiento del marco constitucional vigente. Esta medida debería tener como principal finalidad la investigación de los hechos suscitados en este departamento y el esclarecimiento transparente e imparcial de los mismos.

 

 Específicamente solicitamos a las autoridades nacionales hacer conocer a las familias afectadas la ubicación de los confinados, así como garantizar el respeto de sus derechos y el acceso a atención médica.

 

 Pedimos conformar, en el menor plazo posible, una comisión humanitaria imparcial que visite a todos los detenidos y confinados, a fin de conocer la situación de cada uno de ellos.

 

 Considerada en el marco constitucional vigente como medida extrema, el “estado de sitio” debe tener una duración estrictamente limitada a restablecer el orden público, precautelar la vida de las personas y devolver la serenidad y tranquilidad necesarias.

 

 Recomendamos a las autoridades nacionales y a los líderes sociales la suficiente prudencia y sensatez para que esta medida extrema y temporal no interfiera con el proceso de diálogo iniciado, como único camino válido para la solución de los problemas nacionales.

 

Aclaramos que la Iglesia Católica no hace uso de las campanas para incitar a la violencia. Las instalaciones de la Iglesia fueron ocupadas por la fuerza por parte de agentes externos y estas acciones han sido denunciadas oportuna y públicamente, señalando enfáticamente que las campanas sólo pueden usarse para llamar a la paz y la unidad.

 

Invitamos a todos los fieles y personas de buena voluntad a profundizar sus oraciones por la unidad de Bolivia, adhiriéndose activamente a la Jornada Nacional de Oración por la Paz, el próximo viernes 19 de septiembre, a través de peregrinaciones a santuarios, celebraciones comunitarias, ayunos y otras iniciativas de sus comunidades eclesiales.

 

Que el Señor de la Vida ilumine las mentes y mueva los corazones de autoridades y líderes, a fin de que en conjunto podamos recuperar la paz por la senda del diálogo y consenso.

 

Mons. Jesús Juárez Párraga

Secretario General

Conferencia Episcopal Boliviana

La Paz, 16 de septiembre de 2008

 


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Desde la Oficina de prensa del Obispado de Tenerife nos remiten comunicado de la reunión de Directores Nacionales y Responsables de la Pastoral de Migraciones.

 

"Por su incidencia entre nosotros, les remito comunicado completo de la reunión de Directores Nacionales y responsables de la Pastoral de Migraciones de 21 países europeos".

 

 

No solo emigrantes,

sino hermanos y hermanas

 

Viena, 12-14 de septiembre de 2008

 

Directores Nacionales y responsables de la Pastoral de Migraciones de 21 países europeos se reunieron en Viena, en la Casa de Espiritualidad Cardinal-König-Haus durante los días 12 al 14 de Septiembre pasados...El encuentro fue presidido por Monseñor José Sánchez, Obispo de Sigüenza-Guadalajara y Presidente de la Comisión de Pastoral de Migraciones del Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas (CCEE).  También estuvieron presentes representantes  de la Santa Sede y de algunos organismos católicos internacionales (COMECE, ICMC, Caritas Europa)   EL tema principal del encuentro fue “Migrantes africanos en Europa y en la Iglesia: Responsabilidad pastoral”, que fue iluminado por dos conferencias: una del Profesor Jan Sterk, de la diócesis de Malinas “El continente africano y sus aspectos significativos en cuanto a historia, cultura, religión y sociedad”, y otra de Mons. Franz Scharl, Obispo Auxiliar de Viena “Una reflexión teológico-pastoral basada en la experiencia”.


Posteriormente,  tres testimonios orientaron el trabajo en grupos.  Estos fueron presentados por D. Oliver Eitel, camerunés, Director de Caritas Diocesana de Sigüenza-Guadalajara (España), que presentó la  experiencia desde el punto de vista de los inmigrantes, refugiados políticos y solicitantes de asilo; por el D. Petrus Bsteh, Rector de la Oficina de Viena para las Religiones del mundo, quien habló de la situación desde el punto de vista de los estudiantes, y por D. Claude Musitar, representante de la organización belga Pro Migrantibus, que orientó la situación desde el punto de vista pastoral. Los resultados de los grupos de trabajo fueron recogidos en unas recomendaciones que se presentarán a las Conferencias Episcopales y a las Iglesias de los países. (En este fin semana las recomendaciones serán puestas en la página web de CCEE: ww.ccee.ch)


La presencia de migrantes africanos en Europa está realmente en el centro de la reflexión y diálogo entre obispos africanos y europeos, así como entre los directores nacionales de la pastoral de migrantes.  Es un fenómeno plural y complejo,  que debería ser abordado desde distintos ámbitos – político, cultural, social pastoral… - y con la cooperación de las distintas instancias.

En el curso del encuentro surgieron numerosas iniciativas, que, sin embargo, tienen que ser todavía llevadas a la práctica  y desarrolladas.


Los participantes expresaron unánimemente que la situación de muchas naciones africanas, con su consiguiente pobreza, subdesarrollo y la desesperación de las personas, es dramática.  A menudo, tales situaciones obligan a las personas a emprender arriesgados viajes a Europa, viajes que para muchos terminan en la muerte. 


Los participantes en el encuentro enfatizaron que los gobiernos de Europa y África deben utilizar todos los medios posibles para poner fin a esta situación. Independientemente de cómo han llegado a Europa los migrantes africanos, deben ser tratados como seres humanos, más aún, como hermanos y hermanas, tal y como Jesús nos pide.


A los Gobiernos y responsables de los países europeos se les pide que se garantice la justicia y que aumente la cooperación en el ámbito del desarrollo de los países más pobres.

Finalmente, durante el encuentro, se decidió que en la primavera de 2010 se organizará en España un Congreso sobre el tema Migraciones.


En la cena del 13 de Septiembre, participaron como huéspedes algunas personas relevantes de la ciudad de Viena: D. Edwin Buchinger, Ministro federal de Asuntos Sociales  y Protección del consumidor; Dña. Ursula Struppe, Directora del Departamento Municipal de Integración y Diversidad; D.  Emanuel Aydin, Vicario Episcopal y Representante del Consejo Ecuménico de las Iglesias; y D. Christoph Petrik-Schweifer, Secretario General para Programas internacionales de Caritas Austria.

 

Nota aprobada por los participantes en el encuentro

 


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Martes, 16 de septiembre de 2008

Extracto de DOSSIER FIDES “HOMELESS (Los sin techo) Una humanidad para salvar” publicado por Agencia Fides en Agosto de 2008.



Las causas del fenómeno de los "sin hogar"

 

Afrontar el problema de las causas del fenómeno de los “sin hogar fijo”, significa recordar las que son las condiciones de vida en la sociedad occidental de al menos un 20% de la población, que vive – según las estadísticas-  una situación de supervivencia. En este 20% se coloca la parte de la población que llamamos “sin hogar fijo”. Es un problema político – de la eficacia de la política – el dar respuestas a esta parte de la humanidad y de garantizar la inclusión social a estas personas.

 

No hay duda que la falta de trabajo es un elemento decisivo, puede que el más importante y de este punto de vista y las previsiones – unidas a la evolución de la economía global – no estimularán una situación ya hoy dramática. Basta pensar que el informe 2008 de la Organización Internacional del Trabajo subraya como en el 2007, el crecimiento de la economía mundial, igual al 5,2%, que ha creado 45 millones de nuevos puestos de trabajo, no ha conseguido reducir la cuota de desempleados. En el 2007 el número de las personas sin trabajo era 189,9 millones, casi tres millones más respecto al 2006. En los últimos diez años ha habido un incremento del 22,1 millones con una tasa de crecimineto del 13%. Ahora la tasa de desocupación global es del 6% y está en riesgo de subir todavía más. En general de 1997 a hoy la tasa de ocupación se ha reducido de un punto porcentual y a perderse han sido sobre todo los “menos de 24” donde la reducción ha sido igual casi a tres puntos porcentuales.  Para despertar más preocupación esta la cuota, aún demasiado elevada, de aquellos que, ocupados en posiciones vulnerables, o empleados en negocios familiares o propios, deben medirse con condiciones de trabajo en completa desventaja. Una persona de cada dos se encuentra y es vulnerable y envuelta en trabajos de baja calidad, con un riesgo elevado de no tener tutela mientras se le priva de seguro social y de algún derecho del trabajo. El fenómeno afecta sobre todo a Asia del sur, África sub-sahariana y Asai oriental.

 

Cuatro trabajadores de cada diez son pobres y casi un trabajador de cada seis en el mundo, cerca de 500 millones, no consigue alcanzar el modo de vida más allá del misero umbral de un dólar al día con mil millones y trescientos millones de trabajadores que deben vivir con una paga diaria que no supera los dos dólares. Con porcentajes que superan el 80% en el África sub-sahariana y en el Asia del sur, Para salir de esta situación es necesario reducir la desocupación y la pobreza a través de la creación de trabajos dignos.

 

En Europa y en los países desarrollados el impacto de la crisis de los préstamos parece que ya ha hecho sentir su efecto con una reducción de 240 mil puestos de trabajo. En general, hasta ahora, el impacto ha estado compensado por el fuerte crecimiento económico y del mercado del trabajo que se ha registrado en Asia. El mercado ocupacional en la Unión europea entre el 2006 y el 2007 ha mostrado signos de estancamiento y el número de los desocupados ha crecido de 600 mil unidades con una tasa que ha permanecido casi inalterado al 6,4% del 2003 a hoy. La tasa de ocupación ha crecido (+0,4%) a los valores mínimos de los últimos cinco años. Aún así la tasa de desempleo de los jóvenes en la Unión Europea ha crecido menos que el total, el segmento más joven de los trabajadores aún está en riesgo de permanecer deocupado 2,4 veces más que el de los adultos.


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Extracto de DOSSIER FIDES “HOMELESS (Los sin techo) Una humanidad para salvar” publicado por Agencia Fides en Agosto de 2008.

 

 

La definición de “persona sin casa fija”.

 

En la literatura internacional, la condición de “sin residencia fija” se define con términos como sin techo, sin hogar, vagabundo, etc., con significados que no siempre coinciden.


Se subraya, a menudo, una diferencia entre el concepto “sin techo” y “sin hogar”. Con el término “sin techo”, se hace referencia a la falta de una casa, entendida con el sentido físico de la palabra. Por “sin hogar” sin embargo, se entiende la falta de un ambiente de vida, de un lugar privilegiado de desarrollo para las relaciones afectivas. Inclinarse hacia uno u otro término, tiene las siguientes consecuencias: si se considera el problema de los sin techo principalmente como un “problema de casa”, el malestar del hogar será leído como factor determinante, al cual devolver la condición de “sin hogar fijo”. En el caso de prevalecer la definición de sin techo como sujeto con un problema de “relaciones sociales”, la clave de lectura del fenómenos será del tipo social y relacional y se verá desde el interior del gran problema de la incomodidad y de la exclusión social. Por ejemplo, en la terminología utilizada por el Housing Fund de Helsinky, una institución pública que produce cada año un relación del desalojo en Finlandia, “la falta de hogar” es definitiva en modo amplio: además de los sujetos que viven en la calle, o en refugios precarios o temporales, incluye también personas albergadas por realidades institucionales, como hospitales psiquiátricos, casa de descanso, casa para  incapacitados, sea de forma provisional o permanente; los detenidos con opción de ser liberados, que declaran ser privados de alojamiento; las personas que viven provisionalmente donde parientes o conocidos a causa de la falta de alojamientos, etc.


El Observatorio Europeo sobre los Sin Techo, en su primer informe sobre el fenómeno de los “sin hogar fijo” en Europa, define la persona “sin hogar fijo” como “una persona que, habiendo perdido o abandonado su vivienda, no puede resolver los problemas conectados a esta situación y busca, o recibe, la ayuda de agencias públicas o privadas”. En la edición de 1998 del Informe sobre la situación en Italia, se sugiere una definición de persona “sin hogar fijo” repartida en tres categorías, más amplia respecto a la que se ha utilizado tradicionalmente para definir “falta de casa” en sentido estricto. Se incluyen en la categoría de los sin techo las personas privadas de cualquier alojamiento, aquellas en alojamientos provisionales en el sector público o en el voluntariado y aquellos que se encuentran en alojamientos fuertemente marginales bajo lo standard.

 

En ocasión de la realización de una investigación nacional sobre las personas sin hogar fijo, un grupo de trabajo coordinado por la Fundación “E. Zancan” de Pádova, ha definido la persona sin hogar fijo como “una persona privada de hogar adaptado y estable, en condiciones materiales de existencia precarias, privada de una adecuada red de apoyo social”

 

La FIO.psd – la Federación Italiana de los Organismos para las personas sin hogar, asociación que persigue la finalidad de la solidaridad social en el ámbito de la grave enajenación adulta y de las personas sin hogar, adherente al network europeo Feantsa, constituido de 90 organizaciones de 23 países europeos, entre los cuales 15 Estados miembros de la UE, a favor de las personas sin hogar, lanzó una Campaña de sustentación a esta iniciativa – define la condición de la persona sin hogar: una condición aguda de sufrimiento; en relación con sujetos que provienen, de manera transversal, de cada nivel de nuestra estratificación social; se representa bajo la forma de una radical ruptura respecto a la pertenencia territorial y a las redes sociales; se presenta como una compleja incomodidad que agrega una multiplicidad de factores problemáticos, no en relación con la causalidad entre ellos; es tal que, se  deja avanzar en el tiempo, padece una evolución de carácter degenerativo; es tal que, a los ojos de quien se propone ayudar, el sin hogar  se manifiesta como una persona incapaz por sí solo de emanciparse en condiciones de  mayor bienestar, también si se pone en contacto autenticas oportunidades; en las formas más fuertemente comprometidas, por estadios progresivos, la capacidad de las personas de satisfacer niveles siempre más profundos en la escala de las necesidades: las condiciones de sufrimiento extremo puede conducir a la muerte.

 

Teniendo esto en cuenta,  la FIO.psd sugiere que la definición de persona sin hogar contenga cuatro aspectos que “se integran y se auto alimentan”: presencia contemporánea de las necesidades y diferentes problemas que definen una compleja dificultad de carácter multi-dimensional; progresividad en el transcurso del tiempo que determina la interacción y la consolidación de los factores de la dificultad a través de un mecanismo  que se auto alimenta y define un proceso de hacer la persona no más en grado de contrastar validamente el proceso de exclusión social; dificultad en el encontrar acogida y respuestas apropiadas en los servicios institucionales con motivos de dos factores principales: respeto a la persona, para la elevada barrera de acceso que los servicios prestan respeto a las exigencias y las respuestas que considera para las posibles soluciones de los problemas vistos; respeto a los servicio, por la dificultad que tiene en el reconocer a la persona como un usuario de su “competencia” (también si en muchos casos la persona ya ha sido usuario en el pasado de los mismo servicios). La dificultad para la persona a estructurar y mantener relaciones significativas. Por todo esto, la FIO.psd sugiere definir una persona sin hogar como un sujeto en estado de pobreza material e inmmaterial portador de una disagio complejo, dinámico y multiforme.

 


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En la charla a los sacerdotes el Doctor Jordi D' Arquer ofreció unas pinceladas del pasado y presente del catecumenado enmarcadas en la inminente instauración oficial del catecumenado en nuestra diócesis y nos brindó la siguiente bibliografía.



BIBLIOGRAFÍA SOBRE EL CATECUMENADO

 

  1. SAGRADA CONGREGACIÓN PARA LOS SACRAMENTOS Y EL CULTO DIVINO, Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos, (18 abril 1976).

 

  1. CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, La iniciación cristiana. Reflexiones y orientaciones. (27 noviembre 1998).

 

  1. CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Orientaciones pastorales para el catecumenado. (25 febrero/1 marzo de 2002).

 

  1. CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Orientaciones pastorales para la iniciación cristiana de niños no bautizados en su infancia. (26 noviembre 2004).

 

  1. SECRETARIADO NACIONAL DE CATEQUESIS, Nuevos desafíos para la catequesis, (col. Catequesis, hoy 2), ed. EDICE, Madrid 2005.

 

  1. ALBERICH, Emilio — BINZ, Ambroise, Formas y modelos de catequesis con adultos (col. Estudios catequétícos 14), ed. CCS, Madrid, 1996.

 

  1. BLAZQUEZ PEREZ, Ricardo, Catecumenado en la Iglesia, (col. Pastoral 32), ed. EDICEP, Valencia 1998.

 

  1. BOROBIO, Dionisio, Catecumenado e iniciación cristiana, (col. Biblioteca Litúrgica ?), ed. Centro de Pastoral Litúrgica, Barcelona 2007?

 

  1. BoROBIO, Dionisio, Catecumenado para la evangelización, ed. San Pablo, Madrid 1997.

 

  1.  BOURGEOIS, Henri, Teología catecumenal, col. "Biblioteca Litúrgica" n° 31, ed. Centre de Pastoral Litúrgica, Barcelona 2007.

 

  1.  CONFERENCIA EUROPEA DEL CATECUMENADO, Los comienzos de la fe. Pastoral catecumenal, hoy, ed. Paulinas, Madrid, 1990.

 

  1.  ELORRIAGA, Carlos, Bautismo y catecumenado en la tradición patrística y liturgica, ed. Grafite Ediciones, Bassauri 1998.

 

  1.  FLORISTÁN, Casiano, Para comprender el catecumenado, ed. Verbo Divino, Estella 1998.

 

  1.  FossioN, André, Volver a empezar, (col. Pastoral 74) ed. Sal Terrae, Santander, 2005.

 

  1.  GoNDAL, Marie Louise, Iniciación cristiana, (col. Biblioteca de Formación Cristiana 6), ed. Mensajero, Bilbao 1990.

 

  1.  SECRETARIAT INTERDIOCESÁ DE CATEQUESI DE CATALUNYA I LES ILLES BALEARS (SIC). En la práctica... Para caminar con los catecúmenos., ed. Secretariat Interdiocesá de Catequesi de Catalunya i les Illes Balears, Barcelona 2005.

 

  1.  BAYLACH, M.—CALLAU, LL., La experiencia catecumenal en la diócesis de Tortosa, en Actualidad Catequética 205 (2005), 73-83.

 

  1.  D'ARQUER, J., Un horizonte de esperanza: el catecumenado de niños de 7 a 12 años, en Actualidad Catequética 197-198 (2003) 143-158.

 

  1.  I Encuentro nacional de los responsables diocesanos del catecumenado, en Actualidad Catequética 202 (2004), 101-107.

 

  1.  RIERA, LL., El catecumenado, una nueva propuesta para la Iglesia Española, en Actualidad Catequética 205 (2005), 83-87.

 

  1.  RIERA, LL, El catecumenado: tiempos y pasos en el camino de la fe, en Actualidad Catequética 194 (2002), 82-95.

 

  1.  RODRIGUEZ PJÑEL, F. J., El catecumenado en la diócesis de Barcelona, en Teología y Catequesis 96 (2005), 127-133.

 

  1.  RODRÍGUEZ PIÑEL, F. J., Experiencias, en Actualidad Catequética 205 (2005), 98-100.

 

  1.  RODRÍGUEZ TRILLO, J. L., Instauración y desarrollo del catecumenado en España hoy, en Teología y Catequesis 96 (2005), 75-91.

 

  1.  SIC, En la práctica... Para caminar con los catecúmenos, en Actualidad Catequética 205 (2005), 88-95.

 

  1.  Testimonios, en Actualidad Catequética 205 (2005), 114-117.

 

  1.  II Encuentro nacional de los responsables diocesanos del catecumenado, en Actualidad Catequética 205 (2005), 120-124.

 

  1.  Decretos Diocesanos de institución del Servicio Diocesano para el Catecumenado, en Actualidad Catequética 205 (2005), 129-139.

Lunes, 15 de septiembre de 2008

ZENIT publica el discurso que pronunció Benedicto XVI el lunes, 15 de Septiembre de 2008, después de mediodía durante la ceremonia de sus despedida de Francia, que se celebró en el aeropuerto de Tarbes-Lourdes Pirineos, en presencia del primer ministro François Fillon.

Señor primer ministro,

queridos hermanos cardenales y obispos,

autoridades civiles y políticas presentes,

señoras y señores:


En el momento de dejar -no sin pena- la tierra francesa, les quedo muy agradecido por haber venido a saludarme, dándome así la ocasión de expresar una vez más que este viaje a su País me ha alegrado de corazón. Por su medio, Señor Primer Ministro, saludo al Señor Presidente de la República y a los miembros de su Gobierno, así como a las autoridades civiles y militares que no han escatimado esfuerzos para contribuir al buen desarrollo de estas jornadas de gracia. Deseo manifestar mi sincera gratitud a los Hermanos en el Episcopado, al Cardenal Vingt-Trois y a Monseñor Perrier, en particular, así como al personal de la Conferencia de los Obispos de Francia. ¡Qué bueno es encontrarse entre hermanos! Agradezco también cordialmente a los Señores Alcaldes y a los ayuntamientos de París y Lourdes. No olvido a las Fuerzas del Orden y a los innumerables voluntarios que han ofrecido su tiempo y competencia. Todos han trabajado con dedicación y ardor por el éxito de mis cuatro días en vuestro País. Gracias de corazón.


Mi viaje ha sido como un díptico. La primera tabla ha sido París, ciudad que conozco bastante bien y lugar de muchas reuniones importantes. Tuve la oportunidad de celebrar la Eucaristía en el marco prestigioso de la explanada de los Inválidos. Allí encontré un pueblo vivo de fieles, orgullosos y convencidos de su fe. Vine para alentarlos a que perseveren con valentía viviendo las enseñanzas de Cristo y de su Iglesia. Pude rezar también Vísperas con los sacerdotes, religiosos, religiosas, y con los seminaristas. He querido confirmarlos en su vocación de servir a Dios y al prójimo. Pasé igualmente un momento, demasiado breve pero intenso, con los jóvenes en la plaza de Notre-Dame. Su entusiasmo y afecto me reconfortaron. Y, ¿cómo olvidar el significativo encuentro con el mundo de la cultura en el Instituto de Francia y en el Collège des Bernardins? Considero que la cultura y sus intérpretes son los vectores privilegiados del diálogo entre la fe y la razón, entre Dios y el hombre.


La segunda tabla del díptico ha sido un lugar emblemático, que atrae y cautiva a todo creyente. Lourdes es como una luz en la oscuridad de nuestro ir a tientas hacia Dios. María ha abierto una puerta a un más allá que nos cuestiona y seduce. María, Porta caeli. He acudido a su escuela durante tres días. El Papa debía venir a Lourdes para celebrar el 150 aniversario de las apariciones. Ante la gruta de Massabielle, he orado por todos ustedes. He rezado por la Iglesia. He orado por Francia y el mundo. Las dos Eucaristías celebradas en Lourdes me han permitido unirme a los fieles peregrinos. Convertido en uno de ellos, he seguido las cuatro etapas del camino del Jubileo, visitando la Iglesia parroquial, la prisión, la Gruta y finalmente la capilla de la hospedería. También he rezado con y por los enfermos que vienen en busca de restablecimiento físico y esperanza espiritual. Dios no los olvida, y tampoco la Iglesia. Como cualquier fiel peregrino, he querido participar en la procesión con las antorchas y en la procesión eucarística. En ellas se elevan a Dios súplicas y alabanzas. En Lourdes también se reúnen periódicamente los obispos de Francia para orar juntos y celebrar la Eucaristía, reflexionar y dialogar sobre su misión de Pastores. He querido compartir con ellos mi convicción de que los tiempos son propicios para un retorno a Dios.


Señor Primer Ministro, Hermanos Obispos y queridos amigos, que Dios bendiga a Francia.

Que en su suelo reine la armonía y el progreso humano, y que su Iglesia sea levadura en la masa para indicar con sabiduría y sin temor, de acuerdo a la misión que le compete, quién es Dios. Ha llegado el momento de dejarles. ¿Regresaré a su hermoso País? Es mi deseo, deseo que encomiendo a Dios. Desde Roma, les estaré cercano y, cuando me detenga ante la réplica de la Gruta de Lourdes, que se halla en los jardines del Vaticano desde hace poco más de un siglo, les tendré presentes. Que Dios los bendiga. Gracias.


[Traducción del original en francés distribuida por la Santa Sede. Zenit ha añadido el cambio que el Papa hizo en la lectura del texto. © Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]


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ZENIT publica la homilía que pronunció Benedicto XVI en la mañana del lunes, 15 de Septiembre de 2008, durante la santa misa que presidió con los enfermos en la Explanada del Rosario en Lourdes.

Queridos hermanos en el episcopado y en el sacerdocio,

Queridos enfermos, acompañantes, y quienes los acogen,

Queridos hermanos y hermanas


Ayer celebramos la Cruz de Cristo, instrumento de nuestra salvación, que nos revela en toda su plenitud la misericordia de nuestro Dios. En efecto, la Cruz es donde se manifiesta de manera perfecta la compasión de Dios con nuestro mundo. Hoy, al celebrar la memoria de Nuestra Señora de los Dolores, contemplamos a María que comparte la compasión de su Hijo por los pecadores. Como afirma san Bernardo, la Madre de Cristo entró en la Pasión de su Hijo por su compasión (cf. Sermón en el domingo de la infraoctava de la Asunción). Al pie de la Cruz se cumple la profecía de Simeón de que su corazón de madre sería traspasado (cf. Lc 2,35) por el suplicio infligido al Inocente, nacido de su carne. Igual que Jesús lloró (cf. Jn 11,35), también María ciertamente lloró ante el cuerpo lacerado de su Hijo. Sin embargo, su discreción nos impide medir el abismo de su dolor; la hondura de esta aflicción queda solamente sugerida por el símbolo tradicional de las siete espadas. Se puede decir, como de su Hijo Jesús, que este sufrimiento la ha guiado también a Ella a la perfección (cf. Hb 2,10), para hacerla capaz de asumir la nueva misión espiritual que su Hijo le encomienda poco antes de expirar (cf. Jn 19,30): convertirse en la Madre de Cristo en sus miembros. En esta hora, a través de la figura del discípulo a quien amaba, Jesús presenta a cada uno de sus discípulos a su Madre, diciéndole: "Ahí tienes a tu hijo" (Jn 19,26-27).


María está hoy en el gozo y la gloria de la Resurrección. Las lágrimas que derramó al pie de la Cruz se han transformado en una sonrisa que ya nada podrá extinguir, permaneciendo intacta, sin embargo, su compasión maternal por nosotros. Lo atestigua la intervención benéfica de la Virgen María en el curso de la historia y no cesa de suscitar una inquebrantable confianza en Ella; la oración Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María! expresa bien este sentimiento. María ama a cada uno de sus hijos, prestando una atención particular a quienes, como su Hijo en la hora de su Pasión, están sumidos en el dolor; los ama simplemente porque son sus hijos, según la voluntad de Cristo en la Cruz.


El salmista, vislumbrando de lejos este vínculo maternal que une a la Madre de Cristo con el pueblo creyente, profetiza a propósito de la Virgen María que "los más ricos del pueblo buscan tu sonrisa" (Sal 44,13). De este modo, movidos por la Palabra inspirada de la Escritura, los cristianos han buscado siempre la sonrisa de Nuestra Señora, esa sonrisa que los artistas en la Edad Media han sabido representar y resaltar tan prodigiosamente. Este sonreír de María es para todos; pero se dirige muy especialmente a quienes sufren, para que encuentren en Ella consuelo y sosiego. Buscar la sonrisa de María no es sentimentalismo devoto o desfasado, sino más bien la expresión justa de la relación viva y profundamente humana que nos une con la que Cristo nos ha dado como Madre.


Desear contemplar la sonrisa de la Virgen no es dejarse llevar por una imaginación descontrolada. La Escritura misma nos la desvela en los labios de María cuando entona el Magnificat: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador" (Lc 1,46-47). Cuando la Virgen María da gracias a Dios nos convierte en testigos. María, anticipadamente, comparte con nosotros, sus futuros hijos, la alegría que vive su corazón, para que se convierta también en la nuestra. Cada vez que se recita el Magnificat nos hace testigos de su sonrisa. Aquí, en Lourdes, durante la aparición del miércoles, 3 de marzo de 1858, Bernadette contempla de un modo totalmente particular esa sonrisa de María. Ésa fue la primera respuesta que la Hermosa Señora dio a la joven vidente que quería saber su identidad. Antes de presentarse a ella algunos días más tarde como "la Inmaculada Concepción", María le dio a conocer primero su sonrisa, como si fuera la puerta de entrada más adecuada para la revelación de su misterio.

En la sonrisa que nos dirige la más destacada de todas las criaturas, se refleja nuestra dignidad de hijos de Dios, la dignidad que nunca abandona a quienes están enfermos. Esta sonrisa, reflejo verdadero de la ternura de Dios, es fuente de esperanza inquebrantable. Sabemos que, por desgracia, el sufrimiento padecido rompe los equilibrios mejor asentados de una vida, socava los cimientos fuertes de la confianza, llegando incluso a veces a desesperar del sentido y el valor de la vida. Es un combate que el hombre no puede afrontar por sí solo, sin la ayuda de la gracia divina. Cuando la palabra no sabe ya encontrar vocablos adecuados, es necesaria una presencia amorosa; buscamos entonces no sólo la cercanía de los parientes o de aquellos a quienes nos unen lazos de amistad, sino también la proximidad de los más íntimos por el vínculo de la fe. Y ¿quién más íntimo que Cristo y su Santísima Madre, la Inmaculada? Ellos son, más que nadie, capaces de entendernos y apreciar la dureza de la lucha contra el mal y el sufrimiento. La Carta a los Hebreos dice de Cristo, que Él no sólo "no es incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros" (cf. Hb 4,15). Quisiera decir humildemente a los que sufren y a los que luchan, y están tentados de dar la espalda a la vida: ¡Volveos a María! En la sonrisa de la Virgen está misteriosamente escondida la fuerza para continuar la lucha contra la enfermedad y a favor de la vida. También junto a Ella se encuentra la gracia de aceptar sin miedo ni amargura el dejar este mundo, a la hora que Dios quiera.


Qué acertada fue la intuición de esa hermosa figura espiritual francesa, Dom Jean-Baptiste Chautard, quien en El alma de todo apostolado, proponía al cristiano fervoroso encontrarse frecuentemente con la Virgen María "con la mirada". Sí, buscar la sonrisa de la Virgen María no es un infantilismo piadoso, es la aspiración, dice el salmo 44, de los que son "los más ricos del pueblo" (44,13). "Los más ricos" se entiende en el orden de la fe, los que tienen mayor madurez espiritual y saben reconocer precisamente su debilidad y su pobreza ante Dios. En una manifestación tan simple de ternura como la sonrisa, nos damos cuenta de que nuestra única riqueza es el amor que Dios nos regala y que pasa por el corazón de la que ha llegado a ser nuestra Madre. Buscar esa sonrisa es ante todo acoger la gratuidad del amor; es también saber provocar esa sonrisa con nuestros esfuerzos por vivir según la Palabra de su Hijo amado, del mismo modo que un niño trata de hacer brotar la sonrisa de su madre haciendo lo que le gusta. Y sabemos lo que agrada a María por las palabras que dirigió a los sirvientes de Caná: "Haced lo que Él os diga" (Jn 2,5).


La sonrisa de María es una fuente de agua viva. "El que cree en mí -dice Jesús- de sus entrañas manarán torrentes de agua viva" (Jn 7,38). María es la que ha creído, y, de su seno, han brotado ríos de agua viva para irrigar la historia de la humanidad. La fuente que María indicó a Bernadette aquí, en Lourdes, es un humilde signo de esta realidad espiritual. De su corazón de creyente y de Madre brota un agua viva que purifica y cura. Al sumergirse en las piscinas de Lourdes cuántos no han descubierto y experimentado la dulce maternidad de la Virgen María, juntándose a Ella par unirse más al Señor. En la secuencia litúrgica de esta memoria de Nuestra Señora la Virgen de los Dolores, se honra a María con el título de Fons amoris, "Fuente de amor". En efecto, del corazón de María brota un amor gratuito que suscita como respuesta un amor filial, llamado a acrisolarse constantemente. Como toda madre, y más que toda madre, María es la educadora del amor. Por eso tantos enfermos vienen aquí, a Lourdes, a beber en la "Fuente de amor" y para dejarse guiar hacia la única fuente de salvación, su Hijo, Jesús, el Salvador.


Cristo dispensa su salvación mediante los sacramentos y de manera muy especial, a los que sufren enfermedades o tienen una discapacidad, a través de la gracia de la Unción de los Enfermos. Para cada uno, el sufrimiento es siempre un extraño. Su presencia nunca se puede domesticar. Por eso es difícil de soportar y, más difícil aún -como lo han hecho algunos grandes testigos de la santidad de Cristo- acogerlo como ingrediente de nuestra vocación o, como lo ha formulado Bernadette, aceptar "sufrir todo en silencio para agradar a Jesús". Para poder decir esto hay que haber recorrido un largo camino en unión con Jesús. Desde ese momento, en compensación, es posible confiar en la misericordia de Dios tal como se manifiesta por la gracia del Sacramento de los Enfermos. Bernadette misma, durante una vida a menudo marcada por la enfermedad, recibió este sacramento en cuatro ocasiones. La gracia propia del mismo consiste en acoger en sí a Cristo médico. Sin embargo, Cristo no es médico al estilo de mundo. Para curarnos, Él no permanece fuera del sufrimiento padecido; lo alivia viniendo a habitar en quien está afectado por la enfermedad, para llevarla consigo y vivirla junto con el enfermo. La presencia de Cristo consigue romper el aislamiento que causa el dolor. El hombre ya no está solo con su desdicha, sino conformado a Cristo que se ofrece al Padre, como miembro sufriente de Cristo y participando, en Él, al nacimiento de la nueva creación.


Sin la ayuda del Señor, el yugo de la enfermedad y el sufrimiento es cruelmente pesado. Al recibir la Unción de los Enfermos, no queremos otro yugo que el de Cristo, fortalecidos con la promesa que nos hizo de que su yugo será suave y su carga ligera (cf. Mt 11,30). Invito a los que recibirán la Unción de los Enfermos durante esta Misa a entrar en una esperanza como ésta.


El Concilio Vaticano II presentó a María como la figura en la que se resume todo el misterio de la Iglesia (cf. Lumen gentium, 63-65). Su trayectoria personal representa el camino de la Iglesia, invitada a estar completamente atenta a las personas que sufren. Dirijo un afectuoso saludo a los miembros del Cuerpo médico y de enfermería, así como a todos los que, de diverso modo, en los hospitales u otras instituciones, contribuyen al cuidado de los enfermos con competencia y generosidad. Quisiera también decir a todos los encargados de la acogida, a los camilleros y acompañantes que, de todas las diócesis de Francia y de más lejos aún, acompañan durante todo el año a los enfermos que vienen en peregrinación a Lourdes, que su servicio es precioso. Son el brazo de la Iglesia servidora. Deseo, en fin, animar a los que, en nombre de su fe, acogen y visitan a los enfermos, sobre todo en los hospitales, en las parroquias o, como aquí, en los santuarios. Que sientan en esta misión tan delicada e importante el apoyo efectivo y fraterno de sus comunidades. Y, en este sentido, saludo y doy gracias particularmente también a mis hermanos en el episcopado, los obispos franceses, los obispos extranjeros y los sacerdotes, pues todos son acompañantes de los enfermos y de los hombres en el sufrimiento de este mundo. Gracias por vuestro servicio al Señor que sufre.


El servicio de caridad que hacéis es un servicio mariano. María os confía su sonrisa para que os convirtáis vosotros mismos, fieles a su Hijo, en fuente de agua viva. Lo que hacéis, lo hacéis en nombre de la Iglesia, de la que María es la imagen más pura. ¡Que llevéis a todos su sonrisa!


Al concluir, quiero sumarme a las oraciones de los peregrinos y de los enfermos y retomar con vosotros un fragmento de la oración a María propuesta para la celebración de este Jubileo:


"Porque eres la sonrisa de Dios, el reflejo de la luz de Cristo, la morada del Espíritu Santo,

porque escogiste a Bernadette en su miseria,

porque eres la estrella de la mañana, la puerta del cielo y la primera criatura resucitada,

Nuestra Señora de Lourdes,

junto con nuestros hermanos y hermanas cuyo cuerpo y corazón están doloridos, te decimos: ruega por nosotros".


[Traducción del original en francés distribuida por la Santa Sede. Zenit ha añadido el cambio que el Papa hizo en la lectura del texto.

© Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 23:35  | Habla el Papa
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ZENIT publica la homilía que pronunció Benedicto XVI en la mañana del domingo, 14 de Septiembre de 2008,  durante la misa con motivo del 150 aniversario de las apariciones de Lourdes, presidida por el Papa en la Pradera de los Santuarios.

Señores Cardenales, querido monseñor Perrier,

queridos hermanos en el episcopado y el sacerdocio,

queridos peregrinos,

hermanos y hermanas

"Id y decid a los sacerdotes que vengan en procesión y que se construya aquí una capilla". Éste es el mensaje que Bernadette recibió de la "Hermosa Señora" en las apariciones del 2 de marzo de 1858. Desde hace ciento cincuenta años, los peregrinos nunca han dejado de venir a la gruta de Massabielle para escuchar el mensaje de conversión y esperanza. Y también nosotros, estamos aquí esta mañana a los pies de María, la Virgen Inmaculada, para acudir a su escuela con la pequeña Bernadette.


Agradezco muy especialmente a Monseñor Jacques Perrier, Obispo de Tarbes y Lourdes, por la calurosa acogida que me ha brindado y por las amables palabras que me ha dirigido. Saludo a los Cardenales, a los Obispos, a los sacerdotes, a los diáconos, a los religiosos y a las religiosas, así como a todos vosotros, queridos peregrinos de Lourdes, especialmente a los enfermos. Habéis venido aquí en gran número para realizar esta peregrinación jubilar conmigo y encomendar a Nuestra Señora vuestras familias, vuestros parientes y amigos y todas vuestras intenciones. Mi gratitud se dirige también a las Autoridades civiles y militares, presentes en esta celebración eucarística.


"¡Qué dicha tener la Cruz! Quien posee la Cruz posee un tesoro" (S. Andrés de Creta, Sermón 10, sobre la Exaltación de la Santa Cruz: PG 97,1020). En este día en el que la liturgia de la Iglesia celebra la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, el Evangelio que acabamos de escuchar, nos recuerda el significado de este gran misterio: Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único para salvar a los hombres (cf. Jn 3,16). El Hijo de Dios se hizo vulnerable, tomando la condición de siervo, obediente hasta la muerte y una muerte de cruz (cf. Fil 2,8). Por su Cruz hemos sido salvados. El instrumento de suplicio que mostró, el Viernes Santo, el juicio de Dios sobre el mundo, se ha transformado en fuente de vida, de perdón, de misericordia, signo de reconciliación y de paz. "Para ser curados del pecado, miremos a Cristo crucificado", decía san Agustín (Tratado sobre el Evangelio de san Juan, XII, 11). Al levantar los ojos hacia el Crucificado, adoramos a Aquel que vino para quitar el pecado del mundo y darnos la vida eterna. La Iglesia nos invita a levantar con orgullo la Cruz gloriosa para que el mundo vea hasta dónde ha llegado el amor del Crucificado por los hombres, por nosotros los hombres. Nos invita a dar gracias a Dios porque de un árbol portador de muerte, ha surgido de nuevo la vida. Sobre este árbol, Jesús nos revela su majestad soberana, nos revela que Él es el exaltado en la gloria. Sí, "venid a adorarlo". En medio de nosotros se encuentra Quien nos ha amado hasta dar su vida por nosotros, Quien invita a todo ser humano a acercarse a Él con confianza.


Es el gran misterio que María nos confía también esta mañana invitándonos a volvernos hacia su Hijo. En efecto, es significativo que, en la primera aparición a Bernadette, María comience su encuentro con la señal de la Cruz. Más que un simple signo, Bernadette recibe de María una iniciación a los misterios de la fe. La señal de la Cruz es de alguna forma el compendio de nuestra fe, porque nos dice cuánto nos ha amado Dios; nos dice que, en el mundo, hay un amor más fuerte que la muerte, más fuerte que nuestras debilidades y pecados. El poder del amor es más fuerte que el mal que nos amenaza. Este misterio de la universalidad del amor de Dios por los hombres, es el que María reveló aquí, en Lourdes. Ella invita a todos los hombres de buena voluntad, a todos los que sufren en su corazón o en su cuerpo, a levantar los ojos hacia la Cruz de Jesús para encontrar en ella la fuente de la vida, la fuente de la salvación.


La Iglesia
ha recibido la misión de mostrar a todos el rostro amoroso de Dios, manifestado en Jesucristo. ¿Sabremos comprender que en el Crucificado del Gólgota está nuestra dignidad de hijos de Dios que, empañada por el pecado, nos fue devuelta? Volvamos nuestras miradas hacia Cristo. Él nos hará libres para amar como Él nos ama y para construir un mundo reconciliado. Porque, con esta Cruz, Jesús cargó el peso de todos los sufrimientos e injusticias de nuestra humanidad. Él ha cargado las humillaciones y discriminaciones, las torturas sufridas en numerosas regiones del mundo por muchos hermanos y hermanas nuestros por amor a Cristo. Les encomendamos a María, Madre de Jesús y Madre nuestra, presente al pie de la Cruz.


Para acoger en nuestras vidas la Cruz gloriosa, la celebración del jubileo de las apariciones de Nuestra Señora en Lourdes nos ha permitido entrar en una senda de fe y conversión. Hoy, María sale a nuestro encuentro para indicarnos los caminos de la renovación de la vida de nuestras comunidades y de cada uno de nosotros. Al acoger a su Hijo, que Ella nos muestra, nos sumergimos en una fuente viva en la que la fe puede encontrar un renovado vigor, en la que la Iglesia puede fortalecerse para proclamar cada vez con más audacia el misterio de Cristo. Jesús, nacido de María, es el Hijo de Dios, el único Salvador de todos los hombres, vivo y operante en su Iglesia y en el mundo. La Iglesia ha sido enviada a todo el mundo para proclamar este único mensaje e invitar a los hombres a acogerlo mediante una conversión auténtica del corazón. Esta misión, que fue confiada por Jesús a sus discípulos, recibe aquí, con ocasión de este jubileo, un nuevo impulso. Que siguiendo a los grandes evangelizadores de vuestro País, el espíritu misionero que animó tantos hombres y mujeres de Francia a lo largo de los siglos, sea todavía vuestro orgullo y compromiso.


Siguiendo el recorrido jubilar tras las huellas de Bernadette, se nos recuerda lo esencial del mensaje de Lourdes. Bernadette era la primogénita de una familia muy pobre, sin sabiduría ni poder, de salud frágil. María la eligió para transmitir su mensaje de conversión, de oración y penitencia, en total sintonía con la palabra de Jesús: "Porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a la gente sencilla" (Mt 11,25). En su camino espiritual, también los cristianos están llamados a desarrollar la gracia de su Bautismo, a alimentarse de la Eucaristía, a sacar de la oración la fuerza para el testimonio y la solidaridad con todos sus hermanos en la humanidad (cf. Homenaje a la Inmaculada Concepción, Plaza de España, 8 diciembre 2007). Es, pues, una auténtica catequesis la que también a nosotros se nos propone, bajo la mirada de María. Dejémonos también nosotros instruir y guiar en el camino que conduce al Reino de su Hijo.


Continuando su catequesis, la "Hermosa Señora" revela su nombre a Bernadette: "Yo soy la Inmaculada Concepción". María le desvela de este modo la gracia extraordinaria que Ella recibió de Dios, la de ser concebida sin pecado, porque "ha mirado la humillación de su esclava" (cf. Lc 1,48). María es la mujer de nuestra tierra que se entregó por completo a Dios y que recibió de Él el privilegio de dar la vida humana a su eterno Hijo. "Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra" (Lc 1,38). Ella es la hermosura transfigurada, la imagen de la nueva humanidad. De esta forma, al presentarse en una dependencia total de Dios, María expresa en realidad una actitud de plena libertad, cimentada en el completo reconocimiento de su genuina dignidad. Este privilegio nos concierne también a nosotros, porque nos desvela nuestra propia dignidad de hombres y mujeres, marcados ciertamente por el pecado, pero salvados en la esperanza, una esperanza que nos permite afrontar nuestra vida cotidiana. Es el camino que María abre también al hombre. Ponerse completamente en manos de Dios, es encontrar el camino de la verdadera libertad. Porque, volviéndose hacia Dios, el hombre llega a ser él mismo. Encuentra su vocación original de persona creada a su imagen y semejanza.


Queridos hermanos y hermanas, la vocación primera del santuario de Lourdes es ser un lugar de encuentro con Dios en la oración, y un lugar de servicio fraterno, especialmente por la acogida a los enfermos, a los pobres y a todos los que sufren. En este lugar, María sale a nuestro encuentro como la Madre, siempre disponible a las necesidades de sus hijos. Mediante la luz que brota de su rostro, se trasparenta la misericordia de Dios. Dejemos que su mirada nos acaricie y nos diga que Dios nos ama y nunca nos abandona. María nos recuerda aquí que la oración, intensa y humilde, confiada y perseverante debe tener un puesto central en nuestra vida cristiana. La oración es indispensable para acoger la fuerza de Cristo. "Quien reza no desperdicia su tiempo, aunque todo haga pensar en una situación de emergencia y parezca impulsar sólo a la acción" (Deus caritas est, n. 36). Dejarse absorber por las actividades entraña el riesgo de quitar de la plegaria su especificad cristiana y su verdadera eficacia. En el Rosario, tan querido para Bernadette y los peregrinos en Lourdes, se concentra la profundidad del mensaje evangélico. Nos introduce en la contemplación del rostro de Cristo. De esta oración de los humildes podemos sacar copiosas gracias.


La presencia de los jóvenes en Lourdes es también una realidad importante. Queridos amigos aquí presentes esta mañana alrededor de la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud, cuando María recibió la visita del ángel, era una jovencita en Nazaret, que llevaba la vida sencilla y animosa de las mujeres de su pueblo. Y si la mirada de Dios se posó especialmente en Ella, fiándose, María quiere deciros también que nadie es indiferente para Dios. Él os mira con amor a cada uno de vosotros y os llama a una vida dichosa y llena de sentido. No dejéis que las dificultades os descorazonen. María se turbó cuando el ángel le anunció que sería la Madre del Salvador. Ella conocía cuánta era su debilidad ante la omnipotencia de Dios. Sin embargo, dijo "sí" sin vacilar. Y gracias a su sí, la salvación entró en el mundo, cambiando así la historia de la humanidad. Queridos jóvenes, por vuestra parte, no tengáis miedo de decir sí a las llamadas del Señor, cuando Él os invite a seguirlo. Responded generosamente al Señor. Sólo Él puede colmar los anhelos más profundos de vuestro corazón. Sois muchos los que venís a Lourdes para servir esmerada y generosamente a los enfermos o a otros peregrinos, imitando así a Cristo servidor. El servicio a los hermanos y a las hermanas ensancha el corazón y lo hace disponible. En el silencio de la oración, que María sea vuestra confidente, Ella que supo hablar a Bernadette con respeto y confianza. Que María ayude a los llamados al matrimonio a descubrir la belleza de un amor auténtico y profundo, vivido como don recíproco y fiel. A aquellos, entre vosotros, que Él llama a seguirlo en la vocación sacerdotal o religiosa, quisiera decirles la felicidad que existe en entregar la propia vida al servicio de Dios y de los hombres. Que las familias y las comunidades cristianas sean lugares donde puedan nacer y crecer sólidas vocaciones al servicio de la Iglesia y del mundo.


El mensaje de María es un mensaje de esperanza para todos los hombres y para todas las mujeres de nuestro tiempo, sean del país que sean. Me gusta invocar a María como "Estrella de la esperanza" (Spe salvi, n. 50). En el camino de nuestras vidas, a menudo oscuro, Ella es una luz de esperanza, que nos ilumina y nos orienta en nuestro caminar. Por su sí, por el don generoso de sí misma, Ella abrió a Dios las puertas de nuestro mundo y nuestra historia. Nos invita a vivir como Ella en una esperanza inquebrantable, rechazando escuchar a los que pretenden que nos encerremos en el fatalismo. Nos acompaña con su presencia maternal en medio de las vicisitudes personales, familiares y nacionales. Dichosos los hombres y las mujeres que ponen su confianza en Aquel que, en el momento de ofrecer su vida por nuestra salvación, nos dio a su Madre para que fuera nuestra Madre.


Queridos hermanos y hermanas, en Francia, la Madre del Señor es venerada en innumerables santuarios, que manifiestan así la fe transmitida de generación en generación. Celebrada en su Asunción, Ella es la amada patrona de vuestro país. Que Ella sea siempre venerada con fervor en cada una de vuestras familias, de vuestras comunidades religiosas y parroquiales. Que María vele sobre todos los habitantes de vuestro hermoso País y sobre todos los numerosos peregrinos que han venido de otros países a celebrar este jubileo. Que Ella sea para todos la Madre que acompaña a sus hijos tanto en sus gozos como en sus pruebas. Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, enséñanos a creer, a esperar y a amar contigo. Muéstranos el camino hacia el Reino de tu Hijo Jesús. Estrella del mar, brilla sobre nosotros y guíanos en nuestro camino (cf. Spe salvi, n. 50). Amén.


[Traducción del original en francés distribuida por la Santa Sede. Zenit ha añadido el cambio que el Papa hizo en la lectura del texto.

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Publicado por verdenaranja @ 23:27  | Habla el Papa
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