Es una institución de la Iglesia universal para ayudar a la actividad misionera de la Iglesia católica en todo el mundo. Es, además, una Obra episcopal enraizada en la vida de las diócesis. Aunque es una Obra del Papa, depende igualmente de cada obispo en el ámbito de su competencia. Es, como el resto de las Obras Pontificias, un instrumento específico, privilegiado y principal para promover el espíritu misionero en los fieles.
El penúltimo domingo de octubre se celebra en la
Iglesia Universal el Domingo Mundial de la Propagación de la Fe (DOMUND). Esta Jornada se prepara y
se celebra dentro del "Octubre Misionero", aunque la actividad de cooperación espiritual y económica con las misiones es permanente durante todo el año.
2. Conseguir fondos para ayudar a los misioneros y misioneras en su trabajo evangelizador.
3. Promover la cooperación espiritual entre los cristianos, haciendo realidad la "comunión de los santos".
4. Suscitar y acompañar las vocaciones misioneras para la evangelización del mundo.
Las Obras Misionales Pontificias atienden todas las comunidades cristianas de la Iglesia de los territorios de misión, es decir, aquellas que no pueden subsistir por sí mismas porque carecen de los suficientes recursos personales y económicos. Son un tercio de la Iglesia universal, ubicadas, sobre todo, en África y Asia.
Las aportaciones de los fieles son entregadas en la Secretaría Internacional de Propagación de la Fe, que, en Asamblea General, distribuye estos fondos teniendo en cuenta: las necesidades de todas las Iglesias, las prioridades emergentes, las directrices de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y los informes de las distintas Conferencias Episcopales interesadas.