Mi?rcoles, 08 de octubre de 2008

Con motivo de la celebración el 5 de octubre de 2008 del Domingo por el respeto de la vida, el Card. Justin Rigali, Arzobispo de Philadelphia y Presidente del Comité de Actividades Pro-vida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) ha pedido a los católicos que “ayuden a construir una cultura en la que toda vida humana sea respetada y defendida sin excepción”.

 

COMUNICADO DE EL DOMINGO POR EL RESPETO A LA VIDA

 

Cardenal Jutin F. Rigali

Presidente, Comité de USCCB sobre Actividades Provida

30 de Septiembre de 2008

 

 

El 5 de octubre de 2008, los católicos de un extremo al otro de los Estados Unidos celebrarán de nuevo el Domingo por el Respeto a la Vida. Durante el mes de Octubre, las parroquias y organizaciones católicas patrocinarán cientos de conferencias educacionales, servicios de oración, y oportunidades para el testimonio público, así como eventos con el fin de recaudar fondos para programas de asistencia  a los que están en necesidad. Tales iniciativas son integrantes al esfuerzo creciente de la Iglesia en ayudar a construir una cultura en la que cada vida humana sin excepción  sea respetada y defendida.

 

La educación y apoyo durante el Mes de Respeto de la Vida se dirigen a un ámbito amplio de cuestiones de moral y de política pública. Entre éstos, el cuidado de personas con discapacidades y de aquellos que se acercan al fin de la vida  es una preocupación constante. Algunos éticos de medicina promueven equivocadamente terminar la vida de pacientes con serias discapacidades físicas y mentales retirando su alimento y agua, aún cuando – o en algunos casos precisamente porque –  no estén de muerte inminente. Este Noviembre, los ciudadanos de Washington State votarán una iniciativa electoral para legalizar el suicidio asistido para enfermos en fase terminal. En el vecino Oregon, donde el suicidio asistido es ya legal, el estado ha rehusado cubrir el costo de tratamientos de soporte vital para algunos pacientes que se enfrentan a una enfermedad terminal, mientras de forma cruel se les informa que Oregon pagará para píldoras de suicidio. Tales políticas traicionan el ideal de América como una sociedad compasiva que honra la valía inherente de cada ser humano.

 

La búsqueda de células madre embrionarias presenta también grave preocupación ética. La Iglesia Católica sostiene con fuerza la búsqueda prometedora y éticamente sensata de células madre – y se opone con fuerza a matar el embrión humano de una semana, o seres humanos en cualquier etapa, para extraer sus células madre. Aplaudimos los éxitos terapéuticos notables que se han conseguido usando células madre  del cordón umbilical y tejidos adultos. Nos oponemos enérgicamente a las iniciativas, como la que enfrenta  a los votantes de Michigan en Noviembre, que apoyarán la destrucción deliberada de seres humanos en desarrollo para buscar células madre embrionarias.

 

Volviendo al aborto, notamos que la mayoría de los americanos están a favor de prohibir el aborto o permitirlo sólo en casos muy raros (peligro de la vida de la madre o casos de rapto o incesto).  También alentador es el encuentro de un reciente estudio del Instituto Guttmacher que el  índice del aborto de los U.S. bajó un 26% entre 1989 y 2004. El descenso fue más considerable, un 58%, entre jóvenes  por debajo de los 18. Un factor importante en esta tendencia es que  las adolescentes están eligiendo cada vez más  permanecer en abstinencia hasta final de la adolescencia o a principios de los veinte. Lamentablemente, cuando llegan a ser sexualmente activas antes de casarse, pueden quedar embarazadas y elegir el aborto – el índice de aborto aumentó en mujeres de 20 y más años entre 1974 y 2004, aunque  la tasa está ahora gradualmente bajando.

 

Hoy día, sin embargo, nos enfrentamos a la amenaza de un proyecto federal que, si es promulgado, destruirá prácticamente todos los logros de los pasados 35 años y provocará que la tasa de abortos suba vertiginosamente. La “Freedom of Choice Act” -“FOCA”- tiene muchos patrocinadores en el Congreso, algunos de ellos se han comprometido a actuar con rapidez para ayudar a promulgar esta legislación propuesta cuando el Congreso se vuelva a convocar en Enero.

 

FOCA establece el aborto como un “derecho fundamental” durante los nueve meses de embarazo, y prohíbe cualquier ley o política que pudiera “interferir” con ese derecho o  “discriminar” contra él en fondos públicos y programas. Si FOCA llega a ser ley, cientos de regulaciones razonables, ampliamente apoyadas, y constitucionalmente sensatas de abortos ahora en lugar serían invalidadas.  Llevada a cabo serían leyes estipulando en  consentimiento informado, y en consentimiento o notificación parental en el caso de menores. Las leyes protegiendo a las mujeres de las clínicas de aborto inseguro y de los profesionales de aborto que no son médicos serían invalidadas. Restricciones sobre parto parcial y otros abortos en las últimas semanas se deberían eliminar. FOCA desearía echar abajo las leyes que protegen los derechos de conciencia de las enfermeras, doctores, y hospitales con objeciones morales al aborto, y forzar a los contribuyentes a financiar abortos en todos los Estados Unidos.

 

No podemos permitir que esto suceda. No podemos tolerar una pérdida siempre mayor de vidas humanas inocentes. No podemos someter más mujeres y hombres al dolor y sufrimiento del post aborto que nuestros abogados y sacerdotes encuentran diariamente en los programas Project Rachel por toda América.

 

Durante veinticuatro años, la Iglesia Católica ha proporcionado orientación gratuita y confidencial a los individuos que buscan salud emocional y espiritual después de un aborto,  sea propio o de un ser querido. Deseamos que llegue el día cuando estos servicios de orientación no sean necesarios por más tiempo, cuando todo niño sea acogido en la vida y protegido en la ley. Si FOCA es promulgada, sin embargo, ese día puede retirarse a el futuro muy distante.

 

En este Mes de Respeto de la Vida, vamos a volver a dedicarnos a defender los derechos básicos de aquellos que son los más débiles y los más marginados: los pobres, los sin techo, el inocente no nacido, y los débiles y mayores que necesitan nuestro respeto y nuestra asistencia. En este y en tantos muchos caminos construiremos verdaderamente una cultura de la vida.

 

(Traducción particular no oficial desde el inglés) 


Publicado por verdenaranja @ 22:58  | Hablan los obispos
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