DOMINGO 30 DEL TIEMPO ORDINARIO / A
26 de octubre de 2008 El Dios del amor esté con todos vosotros. La palabra que escuchamos todos los domingos, y la Eucaristía de Jesucristo, nos muestran el camino que debemos seguir: el amor y el servicio a Dios y a los hombres. Tu eres la fuerza para caminar. CRISTO, TEN PIEDAD. Tú eres la salvación y la vida de la humanidad entera. SEÑOR, TEN PIEDAD.
1. lectura (Éxodo 22,21-27): Prestemos especial atención a esta primera lectura. Después de la liberación de la esclavitud de Egipto, Dios habla a su pueblo y le da sus leyes. Unas leyes que, en el texto que leemos hoy, hablan de dinero, de economía, del modo de hacer negocios. Escuchemos lo que piensa Dios de todo eso. Y preguntémonos si es lo mismo que pensamos nosotros, y si es lo mismo que piensa nuestra sociedad.
Los cristianos, a menudo, caemos en la tentación de perder el tiempo preocupándonos por lo que es secundario y descuidando lo esencial, lo decisivo de nuestra fe. Demasiado a menudo olvidamos que, si no vivimos a fondo el amor, y el amor a los pobres, todo lo demás pierde sentido.
A. penitencial: Ahora, en silencio, ante Dios, pidamos perdón por nuestros pecados.
Tú eres la luz para todos los pueblos. SEÑOR, TEN PIEDAD.
2. lectura (1 Tesalonicenses 1,5c-10): Escucharemos ahora unas palabras de san Pablo en las que habla de una comunidad cristiana que él había convertido. Habla de su testimonio de fe. Y es un ejemplo para todos nosotros, un estímulo para nuestro propio testimonio.
Oración universal: Presentemos al Padre nuestra oración, unidos a Jesucristo, nuestro Señor y Mesías. Oremos diciendo: TE ROGAMOS, ÓYENOS.
Por la Iglesia católica, y por los cristianos de todas las Iglesias. OREMOS:
Por los responsables de las distintas actividades de nuestra parroquia, y por los responsables de la pastoral diocesana. OREMOS:
Por nuestros gobernantes, y por los políticos detodos los partidos. OREMOS:
Por las entidades y organizaciones que trabajan por la paz y la justicia en el mundo. OREMOS:
Por las personas que son maltratadas y tienen que vivir en angustia constante. OREMOS:
Por nosotros, y por nuestros familiares y amigos. OREMOS:
Dios de misericordia, origen y fuerza de todo amor, recibe estas peticiones, y todas aquellas que lleva-mos en nuestro corazón. Para que vivamos como hijos tuyos y sigamos el camino que nos enseñó Jesucristo, nuestro Señor.
Despedida: Que, en todo lo que hagamos durante esta semana, Dios nos haga la gracia de ser fieles al gran mandamiento del amor.
CPL