Lunes, 24 de noviembre de 2008

El Director de Caritas Diocesana de Tenerife nos da un informe sobre la incidencia de la crisis económica en caritas.

Desde Cáritas (Noviembre 2008)

 

El nacimiento de Cáritas en nuestra provincia occidental (El Hierro, La Gomera, La Palma y Tenerife), hace 55 años, supuso la prestación de una asistencia básica para cubrir las necesidades de primer orden, tales como comida y ropa, de muchas personas empobrecidas de nuestra sociedad. No olvidemos la distribución, a cargo de Cáritas, de la ayuda americana en queso amarillo y leche en polvo. Hemos ido poco a poco evolucionando hasta llegar al trabajo por el desarrollo integral, la inserción y la integración de las personas más vulnerables. Como decimos nosotros, pasamos de dar solamente el pescado a entregar la caña y enseñar a usarla para pescar el pez.

 

Pero nos ha llegado esta crisis económica y financiera, que nos aprieta a unos pero que ahoga a otros hasta el punto de dejarlos sin poder respirar, y nos obliga —en demasiadas ocasiones— a volver a nuestros inicios y retomar lo que ya era una práctica desusada en Cáritas: Sólo dar el pescado.

 

Muchas son las familias afectadas por la situación actual que acuden a los servicios de Atención Social de Base en nuestras Cáritas parroquiales y arciprestales, en demanda de ayuda para comer, para pagar la hipoteca o el alquiler, para pagar recibos de luz, agua y otros; para libros y material escolares; incluso para poder comprar las medicinas recetadas por el médico, ya que ni siquiera disponen del dinero suficiente para pagar la aportación del beneficiario de la Seguridad Social no jubilado.

 

Algunos de ustedes podrán pensar que esto se dará en familias con antecedentes de haber estado bajo el umbral de la pobreza, otras situaciones de exclusión, largo tiempo de desempleo... Nada más lejos de la realidad, porque nos ha cambiado el perfil de quienes demandan nuestra ayuda: Son familias hasta ahora consideradas como dentro de la normalidad, en muchos casos jóvenes, solicitando por primera vez ayuda para cubrir necesidades básicas. Hay situaciones de precariedad en el empleo, ya que algún miembro de la pareja o ambos, se han visto obligados a negociar con la empresa contratante reducir su categoría laboral y por tanto el salario, antes de perder el empleo. O bien está uno en desempleo o los dos. Pero es que estas familias demandantes de ayuda no sólo nos piden lo ya dicho, sino que hay otra solicitud fundamental y básica: Trabajo; ayuda para conseguir un empleo; formación para lograr trabajar en otra profesión.

 

Se da el caso de que personas atendidas por nosotros en años anteriores, vuelven a acudir a nuestros. servicios, demandando ayudas básicas al haber perdido el empleo por la crisis económica, primando los sectores de la construcción y de servicios. Vuelven a solicitar de Cáritas también, ayuda para lograr empleo, con lo que nuestro servicio de Mediación Laboral está teniendo serias dificultades para cubrir estas y otras demandas sobre el empleo. Aún así, se van obteniendo algunos resultados, menos de los deseados.

 

Y todo cuánto digo ha quedado reflejado en el informe que se ha emitido hace unos días en el que en un muestreo hasta la mitad de este año 2008 (primer semestre), se destaca que el número de demandas ha alcanzado más del 70% de todas las que hubo en el año 2007, y se ha producido un aumento por encima del 40% en el número medio de esas peticiones. Pero también constatamos que en este segundo semestre en que nos encontramos, el aumento está siendo aún más considerable.

 

Los programas de familia, acogida, inmigrantes y empleo se llevan la palma, porque es en ellos donde la demanda nos llega con mayor intensidad.

 

No sólo se basan en demandas económicas las ayudas solicitadas a Cáritas, por tanto, daré unos datos muy significativos y diré que el apoyo económico en el primer semestre de 2008 ha dado resultados alarmantes, puesto que el mayor porcentaje fue para alimentos (90%), seguido del de transporte (87%) y vivienda (65%).

 

Igualmente somos conscientes de que algunas Cáritas parroquiales y arciprestales están sufriendo los efectos de la crisis con las demandas que cubren, y tienen escasez de recursos. Y las familias se ven también con necesidades de liquidez para el pago de hipotecas o alquileres porque el paro ha aumentado y son muchas las personas en esa situación, no contribuyendo a beneficiar estos problemas económicos el aumento de precios. Cabe recordar que no hace muchos días se 'nos ha dicho desde estamentos oficiales que Canarias es la comunidad donde es más cara la cesta de la compra.

 

Amigas y amigos que me leen: Les recuerdo las colectas en parroquias e iglesias de nuestra Diócesis los primeros domingos de mes y vísperas, que son íntegras para Cáritas. Que con esos dineros estamos atendiendo las demandas aquí reflejadas. Que últimamente debemos compartir con dos familias el vale de alimentación, para el supermercado, que le dábamos a una. Que hay Cáritas donde debemos dejar de ayudar a alguna familia para, con ese dinero, paliar la necesidad de otra que no ha recibido antes...

 

Espero su solidaridad y bien hacer, como espero de ustedes lo que una señora muy mayor me comentó y que mencioné en mi artículo anterior. Gracias en nombre de Cáritas pero, sobre todo, en nombre de quienes se verán beneficiados por su generosidad.

 

Leonardo Ruiz del Castillo

Director de Caritas Diocesana


Publicado por verdenaranja @ 22:18  | Caritas
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