El Director de Caritas Diocesana de Tenerife aborda el tema del voluntariado en caritas.
Desde Cáritas (Octubre 2008)
Hoy voy a hablarles de los entresijos de Cáritas y, concretamente, de un aspecto muy importante en la vida de la entidad como es el personal. Los agentes de Cáritas, les llamamos.
Voluntariado. ¿Qué es ser voluntario(a)? Voluntario, según el diccionario María Moliner y tomando su tercera acepción, nos dice: "Persona que se presta voluntariamente a realizar un acto". ¡Qué definición más fría!, porque entonces es voluntario quien, por ejemplo, ayuda a un ciego a cruzar la calle; y eso más que un acto voluntario que lo es— es una acción de civismo, de la educación recibida de nuestros padres —al menos en mi época—, hace algunos años. Yo entiendo que la acción del voluntariado implica mayor dedicación. Una persona voluntaria en una acción es aquélla que dedica horas de su descanso, de su tiempo libre, de su ocio e, incluso, de su dedicación a la familia, a desarrollar una labor de atención, ayuda, escucha, acogida, etc. hacia otras personas que la necesitan o demandan. En Cáritas sabemos mucho de ello, empezando por los propios agentes contratados laboralmente, personas que trabajan con, por y para aquellos a quienes atendemos y dedicamos muchas horas, dando incluso parte de su tiempo libre, sin pedir nada a cambio, sólo por ese amor que derrochan hacia los demás, jamás mirando el reloj, porque la prioridad es la persona a que sirven y atienden y cuando hayan solucionado o paliado lo que la ha llevado a Cáritas, ese trabajador(a) se marchará a su casa. Sin esta implicación voluntaria del personal, Cáritas no podría llevar a cabo la labor que desarrolla, en su totalidad.
Nunca es bueno que se perpetúe la gente en sus puestos de trabajo mucho tiempo, porque eso crea hábitos y costumbres difíciles de quitar y, si bien hay personas que se sienten mejor en un determinado lugar y quieren seguir en él hasta el final, la realidad, normativas y leyes aconsejan hacer cambios, a menos que se adapten a los tiempos, criterios y normas establecidas en cada ._.amende. En Cd tas, corno en cualquier otra entidad, el personal voluntario y contratado tiene que estar en constante evolución porque los tiempos traen aires nuevos para servir y atender a los últimos y no atendidos.
Como ustedes saben, Cáritas también dedica su atención al colectivo de personas mayores través de dos Centros de Día (llamados también Centros de Estancias Diurnas): Las Nieves. en Finca España ( La Laguna) y Hassidim, en Ofra (Santa Cruz), además de la vivienda tutelada en el Camino de la Villa , llamada "Nuevos Hogares de don Miguel Pérez Alvarez". En los tres centros y con el fin de adaptarnos a disposiciones regionales, estatales, etc. y a unificar el criterio y el sentir de Cáritas en el ámbito general de la entidad, desde hace más de un año se vienen haciendo cambios y reestructuraciones que, por último, se han puesto en práctica en "Nuevos Hogares". Me consta que los cambios no siempre sientan bien a quienes llevan tantos años haciendo lo mismo y ahora deben hacerlo de distinta manera, pero hemos de acatar disposiciones y directrices porque lo que prima es la salud, bienestar y tranquilidad de nuestros mayores y del conjunto de personas que en Cáritas atendemos.
Me siento muy orgulloso del amplísimo elenco de voluntarios y contratados que trabajan en la familia de Cáritas (unas mil personas) y, en estos días muy especialmente, del equipo humano (nunca mejor dicha la palabra) de "Hassidim", de todos los que han trabajado y trabajan, desde que se inauguró, en enero de 1999, hasta hoy. Les digo esto porque, el pasado día 1' de octubre. "Día Internacional de las Personas Mayores", tuve el honor de recibir en un acto oficial en el Salón Noble del Cabildo de Tenerife, el "Premio a los Valores Humanos", para el Centro de Estancias Diurnas "Hassidim" de Caritas. Premio que se otorga en la modalidad de "entidades" —como es el caso— a nuestro centro por destacar en la labor que desarrolla a favor de los mayores, y para estímulo y reconocimiento público en esa importantísima labor a favor de la integración social y de la mejora de las condiciones de vida de las personas de mayor edad.
Estoy seguro que ningún agente de Caritas lleva a cabo su tarea cotidiana en la Entidad con las miras puestas en que podrá ser reconocida esa labor públicamente, porque su objetivo son las personas que necesitan de nosotros, incluso hasta para llevarse a la boca un trozo de pan. Pero tampoco me cabe duda que estos reconocimientos hacen una labor muy importante, ya que solamente una palabra tan sencilla y tan fácil de pronunciar como es la de "gracias", le dice mucho a quien se deja una parte muy importante de su vida a favor de quienes sirve y atiende.
Queridas amigas, queridos amigos, gracias también a ustedes que me leen. Yo nunca me canso de pronunciar esa palabra porque es lo menos que se puede hacer para que personas implicadas profundamente en la labor de Caritas, bien en persona aportando su tiempo, o con sus donativos, se sientan bien internamente porque se reconoce io que hacen. Y les digo más: tengan muy presente que la inmensa labor que lleva a cabo Caritas no sería posible sin la dedicación plena y absoluta de esas más de mil personas que he mencionado, y la apuesta de todas y todos ustedes con sus aportaciones dinerarias en las diferentes colectas (como la de hoy, domingo 5 de octubre. primer domingo de mes), donativos, socios, etcétera.
Mi agradecimiento es sincero y de corazón. Estando yo en misa el primer domingo de septiembre pasado, una señora muy mayor, a mi lado y sin reconocerme, me dijo cuando comenzaron a hacer la colecta: "En estas colectas pongo cinco euros. Tendré que dejar de comerme algún yogur en el mes, pero hay quien no los probaría sin Caritas".
Mi sincera gratitud, porque hay muchas personas como la del hecho relatado.
Leonardo Ruiz del Castillo
*Director de Cáritas Diocesano de Tenerife