El Vicario de Pastoral de la Diócesis de Tenerife anuncia actos conmemorativos del décimo aniversario del Primer Sínodo Diocesano Nivairense al mismo tiempo que nos envía materiales para su celebración.

OBISPADO DE TENERIFE
Vicaría General

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San Cristóbal de La Laguna, a 28 de Noviembre de 2008.

Estimados sacerdotes y religiosas/os.

Como sabemos, hemos iniciado la conmemoración del Primer Sínodo Diocesano Nivariense. El mismo tendrá dos momentos muy importantes: El primero, el próximo 8 de diciembre y, el segundo, el Encuentro Diocesano que desarrollaremos, en La Laguna, el 17 de mayo.

El día de la Inmaculada se cumple diez años de la clausura del Sínodo. Con tal motivo, en las celebraciones eucarísticas de las parroquias, conforme al guión que enviamos, tendremos especialmente presente esta efeméride. Junto al guión litúrgico enviamos una Carta del Obispo que puede leerse, a continuación de una muy breve homilía en torno a la Inmaculada o, si parece más conveniente, después de la comunión.

Ese día, nuestro obispo preside la Eucaristía en la Sede Catedralicia. Allí se encenderán diecisiete candiles, uno por cada arciprestazgo. Los mismos los enviaremos a cada una de las zonas pastorales de la diócesis con una pequeña propuesta de celebración parroquial y arciprestal, a fin de dar gracias, orar y evaluar el Sínodo en cada parroquia y arciprestazgo. De este modo, esa luz, símbolo del Resucitado, recorrerá todos los rincones de la geografía diocesana.

Conviene que vayamos programando y animando a la participación en el Encuentro Diocesano del venidero 17 de mayo. Igualmente, en El Hierro, La Gomera y La Palma, tendremos una celebración especial que invito a preparar con especial esmero. La comisión creada al efecto, que coordina Domingo Navarro, está trabajando con entusiasmo y dedicación para tal acontecimiento. Poco a poco les irán llegando más datos de esta acción pastoral que sería bueno fuese una manifestación pública de la Iglesia.

Por otro lado, saben que el Consejo Diocesano de Pastoral abordó la evaluación del Sínodo. Ahora, he comenzado a recorrer las distintas vicarías presentando dicha evaluación pastoral y dialogando con todos sobre esta realidad que nos ocupa. Les propongo que leamos con detenimiento la pequeña ponencia que presenté ese día, fruto del trabajo conjunto de varios compañeros. La misma se las envié por mail y está colgada en la web del obispado.

Por último, esta conmemoración no pretende mirar con nostalgia al ayer sino, fundamentalmente, promover una mirada agradecida al pasado, para vivir y evangelizar con mayor pasión en el presente y con confianza secundar el mejor futuro que Dios quiere para todos.

Sin otra novedad, me despido, agradeciendo el trabajo pastoral de todo: Marana Tha.

Antonio M. Pérez Morales
Vicario General