Información sobre la piedad popular enviada por el Delegado Diocesano de Tenerife para estudio por arciprestazagos.
LA PIEDAD POPULAR
IMPORTANCIA CUANTITATIVA
La piedad popular es el modo de expresión religiosa de una mayoría de los cristianos.
TEMA DE ACTUALIDAD
Ante la necesidad de una nueva evangelización, la piedad popular es hoy un tema de actualidad, ya sea por su connotación cultural como en sí misma.
FENÓMENO INCUESTIONABLE
Hay diversidad de opiniones, pero nadie cuestiona el hecho mismo de la piedad popular, como fenómeno universal y en crecimiento continuo.
RELIGIOSIDAD POPULAR EN ESPAÑA.
En España, el catolicismo está impregnado de formas de piedad popular, procedentes de un largo pasado secular. La historia, la economía, los factores culturales... han ido influyendo en nuestras regiones y pueblos hasta configurar su personalidad, dando características propias, también en el terreno de la religiosidad, a cada región.
En Canarias, la piedad popular es el modo más frecuente y abundante de expresar lo religioso.
Los Obispos del Sur han dicho: “En nuestras diócesis del Sur de España, la religiosidad popular, tiene una importancia singular, características propias y grande transcendencia pastoral” (CPSE 1)[1]
La religiosidad del pueblo canario, con sus celebraciones múltiples y multitudinarias, sus Semanas Santas en calles y pueblos, imágenes, cofradías, gente que “contempla” con devoción las procesiones. Romerías de la Virgen de Candelaria, del Socorro... congregan a muchas personas, convocadas por motivos religioso-festivos.
La geografía canaria está plagada de ermitas, santuarios, capillas... que son “focos” de religiosidad de nuestros pueblos. Y como dato, hoy “se están llenando los santuarios y vaciando las parroquias” (esto fue dicho por un especialista en la materia en el Congreso sobre Santuarios que tuvo lugar en Santiago de Compostela recientemente).
Desde hace unos años, viene notándose una gran afluencia de personas a las celebraciones de la Semana Santa, se han incrementado el número de cofradías y cofrades... incorporándose gran número de jóvenes a las mismas y con afán de crear otras nuevas.
CARACTERÍSTICAS RELIGIOSAS DEL PUEBLO CANARIO.
La realidad anteriormente descrita plantea interrogantes a sacerdotes, agentes de pastoral y cristianos comprometidos. Se hace necesario un análisis, pues a la hora de la evangelización el mensaje debe dirigirse al pueblo concreto, tal y como vive su religiosidad.
Generalizando, podemos perfilar algunas características de la religiosidad del pueblo canario:
1.-Un pueblo más creyente que “practicante”. Entendiendo por práctica religiosa, el cumplimiento de los requisitos mínimos exigidos por la Iglesia (Misa Dominical, Confesión y Comunión frecuentes, cumplimiento pascual...).
Consideramos que en nuestra Diócesis este porcentaje es bastante bajo.
2.-Un pueblo más religioso que eclesial. La escasa participación en la vida de la parroquia –siempre se cuenta con los mismos y pocos- la escasez de vocaciones sacerdotales y religiosas, la tradición anticlerical.... suelen ser manifestaciones de falta de sentido eclesial. Es urgente un esfuerzo pastoral para la integración en la Iglesia de estas personas.
3.-Un pueblo más devoto que comprometido apostólicamente. La exuberancia de devociones y manifestaciones de piedad contrasta con el poco arraigo de los movimientos apostólicos y la escasez de sus militantes.
4.-Un pueblo con gran sentido festivo, en medio del sufrimiento. La fiesta manifiesta los sentimientos del canario. Es afirmación de la vida. Pero en medio de ese sentimiento festivo, son más los “Cristos dolientes” los que tienen más devoción en nuestros pueblos. Pocos resucitados y ausencia de este en los desfiles procesionales de la Semana Santa.
5.-Un pueblo que no es ajeno al proceso de secularización de la sociedad española. Las manifestaciones de piedad popular pueden ser manipuladas hasta convertirlas en un foco de descristianización, celebrándolas de modo que los participantes no perciban “la experiencia espiritual, las creencias religiosas, las exigencias morales y la comunión eclesial que tales celebraciones comportan en la vida del pueblo cristiano” (CPNCP, 1985)[2].
6.-Un pueblo con “grandes valores humanos base del carácter regional”, pero muchas veces “bloqueados”. Valores canarios como la honradez, la laboriosidad, el buen sentido, la estima por la cultura y la belleza, la capacidad de apertura y acogida, la facilidad para la comunicación y el diálogo, la generosidad, el espíritu de servicio, ayuda, comprensión... Pero existen valores bloqueados como cierta desidia, tendencia al conformismo o al individualismo.
RETO ANTE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN.
1.-Ante la importancia de la Piedad Popular, no cabe la indiferencia.
Es innegable su importancia, al menos cuantitativamente. Es el modo normal de expresar la fe de la inmensa mayoría de los cristianos de nuestras parroquias. Este hecho no puede dejar indiferente a los agentes de pastoral de las parroquias. Debe provocar interés en los Consejos Pastorales a la hora de la programación pastoral de cada curso.
2.-Es urgente una reflexión en profundidad.
Es urgente la reflexión porque nos jugamos mucho cara a un cristianismo más evangélico y a una fe que incida en la sociedad, transformándola y facilitando un orden social más justo y solidario.
3.-El camino de purificación es una intensa evangelización.
La misión fundamental de la parroquia es evangelizar.
4.-La evangelización de nuestra Diócesis ha de tener en cuenta al hombre y mujer concretos canarios.
La evangelización de nuestra Diócesis no puede prescindir del hecho de la piedad popular.
La catequesis, el catecumenado, la predicación, la enseñanza de la religión, la liturgia, toda la pastoral diocesana, arciprestal y parroquial deben conocer la forma de ser, de sentir y de entender que tiene nuestro pueblo canario. La evangelización se dirige al hombre y mujer concreto, tal y como es. Y nuestro pueblo es en su mayoría “católico-pupular”.
A este hombre y mujer hay que llevarles:
-Desde la fe, a la celebración de los sacramentos.
-Desde la religiosidad, al sentido de pertenencia a la Iglesia.
-Desde la devoción, al compromiso apostólico.
-Desde el sentido festivo, a la alegría de la fidelidad al Evangelio, como consecuencia de su adhesión cordial a Cristo resucitado.
-Desde el intento de secularización, a una profunda experiencia espiritual de los misterios de la fe cristiana.
-Desde la riqueza de sus valores humanos, al descubrimiento de los valores evangélicos en ellos contenidos.
5.-Hay que descubrir y tener en cuenta la fuerza evangelizadora que posee la piedad popular (en muchos lugares ha sido, precisamente, la piedad popular la que ha hecho que se conserve la fe allí donde no llegaba otro modo de celebrarla, v.gr. Rusia, Polonia, Cuba…)
Los agentes de pastoral han de ser conscientes de que la piedad popular contiene en sí misma muchos elementos con fuerza evangelizadora, que han de ser aprovechados y potenciados.
6.-Las parroquias deben ofrecer cauces de participación.
Hay que ofrecer cauces para que nuestro pueblo vaya asumiendo progresivamente un papel más activo, dinámico y consciente en la vida de nuestras parroquias, sintiéndose protagonista en la actividad pastoral de la Iglesia. Este principio general, es especialmente importante en la Piedad Popular. Es ideal que los fieles participen, dentro de lo posible, en el discernimiento y evaluación crítica, desde el Evangelio, de su propia religiosidad. Esto provocará lentitud en la renovación de la religiosidad, pero es un requisito de la pedagogía de la fe, ya que la evaluación participada es en sí misma evangelizadora. Las imposiciones “desde arriba” sólo podrán cambiar a duras penas lo exterior, las actitudes quedarán intactas. la evangelización se dirige sobre todo al corazón.
7.-Atención preferente a los jóvenes.
En nuestra Diócesis ha ido surgiendo progresivamente mayor interés por la piedad popular por parte de los jóvenes, así se manifiesta en su integración en hermandades y cofradías, por lo que la parroquia ha de procurar una atención preferente a estos jóvenes a la hora de la evangelización.
[1] CPSE. El catolicismo popular en el Sur de España. Documento de trabajo para la reflexión práctica pastoral. PPC. 1975.
[2] CPNCP. El catolicismo popular. Nuevas consideraciones pastorales. Carta pastoral 1985. PPC, p. 17.