Información cogida de DOSSIER FIDES "MISIONEROS TRAS LAS HUELLAS DE SAN PABLO. Institutos religiosos que se inspiran en el Apóstol Pablo, publicado por Agencia Fides el 25 de Octubre de 2009.
LOS PAULINOS DE NORTE AMÉRICA
De manera singular el Año Paulino coincide con el 150º aniversario de la Sociedad Misionera de San Pablo, fundada en los EEUU por el Siervo de Dios Isaac Hecker el 17 de julio de 1858.
Isaac Hecker nace en Nueva York el 18 de diciembre de 1819, hijo de dos inmigrantes alemanes. En 1822 se contagió en una epidemia de viruela que había ya causado en la ciudad millares de víctimas, pero desde el lecho en que yacía aseguró a su madre Caroline: "No, no moriré ahora. Dios tiene un trabajo para mí en este mundo y yo viviré para realizarlo".
Caroline pertenece a los metodistas y transmite a sus hijos el sueño, encarnado en la misma sociedad americana, de una nueva Tierra Prometida, desde la que el Evangelio se difundirá en el resto del continente. El padre, John Jonas, trabaja como mecánico metalúrgico y más tarde llegará a ser propietario de una empresa para la forja del latón en Manhattan. Son los años de la revolución industrial – caracterizados por la inmigración masiva y por la necesidad ininterrumpida de mano de obra- y al mismo tiempo, años de un crecimiento económico que promete crecimiento social y bienestar.
Una vez terminados los estudios, Isaac sigue a sus dos hermanos John y George – que han abierto una panadería y que seguidamente con la Compañía Hecker de Harinas, obtendrán ganancias importantes- y trabaja como recadero. Recorriendo las calles más pobres para la entrega del pan, entró en contacto con una población forzada a vivir en condiciones muy apretadas, presa de la criminalidad y brutalizada por una policía corrupta. Cada vez más fuertemente, el joven Isaac siente el deber de hacer algo y se une a la Loco-Focos, rama liberal del Partido Democrático de Nueva York. En 1937, junto a los dos hermanos, toma parte activamente en la campaña política y distribuye propaganda hasta las 3 de la noche, "una hora que no nos creaba problemas –recordará- ya que éramos panaderos".
En 1841 se acercó a Orestes Brownson, un filósofo de Boston que con su nuevo libro New Views of Christianity, Society and the Church ha conquistado la opinión pública. En los años sucesivos estudia filosofía, griego y latín, y comienza a madurar la vocación sacerdotal, mientras Brownson lo anima a entrar en la Iglesia católica. Después de una profunda preparación doctrinal, el 2 de agosto de 1844 recibe el bautismo de manos del Obispo Coadjutor de Nueva York John McCloskey, anotando en su diario: "La Iglesia católica es mi estrella, y me llevará a mi vida, a mi destino y a mis proyectos". Mons. McCloskey es el director espiritual del neoconverso y le anima a cultivar una rigurosa espiritualidad: Misa diaria, silencio, meditación y prácticas penitenciales. Mientras tanto, el encuentro con dos jóvenes conversos, Clarence Walworth y James McMaster, que han decidido entrar en la Congregación del Santísimo Redentor, le anima a unirse a ellos y en julio de 1845 Isaac comunica al Obispo la decisión de partir para Bélgica, donde hará su noviciado. Cuatro años después, el 23 de octubre de 1849, es ordenado sacerdote.
Vuelto a América en 1851, el padre Hecker comienza una serie de misiones con un grupo de hermanos de su comunidad en New Orleans y en Alabama, atrayendo la atención no sólo de los obispos y de los fieles católicos, sino también de los protestantes: 70 conversiones siguieron a su visita a las parroquias. Estas experiencias serán recogidas en un libro Questions of the Soul, que fue redimensionado por los comentadores protestantes y en cambio, fue saludado por los católicos como un "libro que hace época". Un segundo volumen, Aspirations of Nature, recapitula la búsqueda de verdad a la luz de la fe católica. En 1856 una serie de encuentros en Norfolk con exponentes protestantes asombró y atrajo al público por su capacidad de presentar la doctrina católica con amabilidad y paciencia.
Pero la audacia misionera del joven sacerdote redentorista y sus ideas sobre la creación de una
Casa americana sin ninguna orientación étnica (las dos ya existentes en Philadelphia y New Orleans, estaban dedicadas a los alemanes e irlandeses) causaron la impaciencia de los Superiores, contrarios a una excesiva independencia de la provincia americana. Mientras se encontraba en Roma, el padre Hecker fue expulsado de la Congregación.
Después de su retorno a América, en 1858, el padre Isaac está convencido de que el mejor modo de continuar la obra ya comenzada y favorecer la s conversiones, es fundar un nuevo Instituto clerical. Con la aprobación de Pio IX, el pequeño grupo formado entorno a él obtiene la autorización del Obispo de Nueva York para asentarse en una parroquia de la calle 59. El grupo toma el nombre de "Missionary Priests of St. Paul the Apostle" (en forma de Sociedad de Vida apostólica), popularmente llamados Padres Paulistas. Después de las experiencias misioneras en las parroquias, entre 1867 y 1869 el padre Hecker si dedica al apostolado con los no católicos, teniendo encuentros con más de 30.000 personas (dos tercios de las cuales eran protestantes) en Boston, Chicago y Missouri. A partir de 1865, además, comienza la publicación de una revista mensual, The Catholic World, todavía hoy publicado, mientras desde el año siguiente comienza la Catholic Publication Society (hoy Paulist Press), destinada sobre todo a llegar a través de la prensa a los no católicos.
En 1869-70 el padre Hecker participa en el Concilio Vaticano I en calidad de teólogo del Obispo James Gibbons de Carolina del Norte. Al retorno, fue afectado por una leucemia y en poco tiempo se vio obligado a abandonar todas las actividades como Director de la Sociedad, pastor, escritor y conferenciante. En 18 años de agotamiento, sufrirá la enfermedad con fe y morirá el 22 de diciembre de 1888, en la casa Paulina de la calle 59, rodeado del cariño de sus hermanos.