Comentario a las lecturas del Domingo de Ramos – B publicado en el Diario de Avisos el domingo 5 de Abril de 2009 bajo el epígrafe “el domingo, fiesta de los cristianos”.
El arte de llevar la palma
DANIEL PADILLA
Domingo de Ramos. Ya tengo mi palma preparada. He ensayado también un festivo "Hosanna", adecuado para tributarte "gloria y honor a Ti, Rey de Israel, que vienes en el nombre del Señor". Y presiento que van a ser muchos los que, desde una fe más o menos actuada, van a sumarse a la tradicional procesión. Pero no quisiera quedarme yo en el folclore, en el puro recuerdo de algo que "un día" pasó. Porque la liturgia, inmediatamente después de la procesión, casi bruscamente, proclama la "Pasión del Señor". Y eso, amigos, como dice Machado en aquel verso, "es algo perfectamente serio". Es ponernos delante la paradoja inmensa de aquel día; que, mientras el pueblo aclamaba espontáneamente al Señor, un complot de dirigentes maleaba -hasta conseguirlo- al pueblo, para que pidiera su crucifixión. Y, además, "es algo perfectamente serio", porque esa paradoja no fue equivocación de "un día". Es "la historia de nunca acabar". Se podría decir, que igual que repetimos la eucaristía porque Él dijo: “Haced esto en memoria mía", también revivimos y recrudecemos su Pasión, ¡como si también nos hubiera dicho: "Hacedla en memoria mía"! Pero, "¿quién es la víctima?", preguntarán. ¡Ay, amigos! Que no nos suene a canción repetida. Sería pecado de "lesa frivolidad". Porque la víctima es la larga lista de los que, mientras unos triunfan, gozan y se enriquecen, ellos caen en las garras de las drogas, la explotación, la marginación, el paro o la soledad. Son también los que, por las causas que sean, nacen "estrellados" y no "con estrella". En fin, aquellos, a quienes, en la vida, les toca siempre "bailar con la más fea". Enfoca bien la vista a tu lado, amigo, y verás qué pronto distingues el rostro doliente de Cristo crucificado, que se perpetúa. Y, si sigues profundizando, comprobarás que tú y yo estamos "dentro" de la Pasión. Unas veces, entre las víctimas, sufriendo. ¿Con Él, en Él y por Él? Otras, entre los indiferentes y los cínicos. ¿Te acuerdas de aquellos meneaban la cabeza y decían: "A ver si viene Elías a librarlo"? Podemos ser de ésos. De los que hacen risa de la religión, de la Iglesia y de los que luchan por el Reino. ¿No estamos asistiendo, acaso, a una constante "caricatura"contra la fe y la moral? Podemos ser de los cobardes que huyen. El evangelio, refiriéndose a los apóstoles dice: "Abandonándole, huyeron todos". ¿Y nosotros? ¿No te parece que, de una Iglesia "triunfalista", hemos pasado, en los últimos tiempos, a un cristianismo "timorato" y "contemporizador", en el que andamos acobardados a la hora de "exponer la verdad", que "nos hace libres"? Podríamos ser "Cireneos" y "Verónicas". ¡Quién lo duda! Gracias a Dios, en nuestra abotargada y fría sociedad, se dan gestos limpios de amor y de entrega. Existen personas, cuyas "corazonadas" salvan al mundo de muchas bajezas. Llevan grabado en su corazón el rostro doliente del Cristo-Universal y ayudan a llevar la cruz, de muchas maneras, a otros.