Algunos consejos para poner en práctica publicados en la HOJA DE DIFUSIÓN PARROQUIAL DE SANTA RITA DE CASIA DE PUNTA BRAVA Y DE SAN PABLO APÓSTOL EN LAS DEHESAS - PUERTO DE LA CRUZ, "Como las Hormigas", número 205.
ALGUNOS CONSEJOS PARA PONER EN PRÁCTICA
Cuando te pregunten, responde despacio y con pocas palabras, porque están pendientes para ver en qué te equivocas y hay personas que pueden intentar confundirte y arrancar de ti una respuesta que ellos quieren conseguir. No caigas en la trampa. Siempre puedes decir: déjamelo pensar. Mañana o pasado te daré la respuesta. Que no te estén forzando a contestar lo que aún no lo tienes claro o bien pensado y siempre da una respuesta siguiendo los criterios del Evangelio y que se note que en tu modo de hablar se respira amor, amabilidad, delicadeza y un profundo respeto a los demás. Cuando te pregunten párate y piensa despacio ante Dios la respuesta y luego responde con mucho tacto o dices que aún no lo tienes bien claro y que necesitas más tiempo para dar una respuesta y que tienes que comunicarlo.
Cuando te cuenten algo que ya sabes, escucha con atención y respeto, como si no lo supieras, para no causar en el otro una especie de frustración. No importa que te tengan por ignorante, ni estés demostrando que lo sabes cuando te cuenten un chiste. Si se trata de chistes "Blancos" ríelos como la primera vez, aunque te lo hayan contado muchas veces. Cuando hables algo sobre los demás no generalices, no se puede decir "todo el mundo dice, todo el mundo critica" Generaliza el bien, nunca el mal. Cuando te insulten o te critiquen o te hagan daño, no abras la boca para defenderte. ni quejarte, ni rebatir lo que han dicho injustamente de ti. Dile lo que tienes que decir, sin faltar a la verdad. Piensa en Cristo ante Pilatos, ante Caifás.
Ya esta bien. ¿Quién te crees tú, que te das el lujo de ir aplazando un día y otro día tu conversión y una buena confesión, sin enredos, ni escondrijos? Ni exageres tus pecados, ni le quites tampoco la culpabilidad, ni trates de justificar hasta lo injustificable. Sé abierto, sincero y transparente a los ojos de Dios. Olvídate del qué dirán y no estés mirando tanto el pasado. Lo pasado, pasado está y a lo hecho, pecho. Ni le sigas dando vueltas y más vueltas a la noria.
Camina derecho y haciendo el recorrido con el rumbo puesto con la dirección al cielo. Y ¡Ojo! No estés buscándole al gato más patas de las que tiene. Anda siempre en la verdad, aunque por prudencia, no se puede decir todo a todos, hemos de tener cuidado para controlar bien la lengua y ver la delicadeza, con que decimos las cosas.
Se aprende a vivir, viviendo, como se aprende a amar amando. Busca motivaciones y puntos de encuentro para amar de verdad y con amor divino, a quienes te toca tratar cada día y con quien convives. Tú no has elegido ni el lugar donde naciste, ni la familia a la que perteneces, ni el pueblo donde te has formado. Solamente se eligen a los amigos. Pero uno tiene que buscar motivos que te impulsen a amar a los demás y aceptar de buen grado la comunidad o compañero de trabajo con quien te toca convivir cada día. Somos todos igualmente hijos de Dios. Trabajamos para el mismo empresario. Luchamos por conseguir unos mismos objetivos. Somos de la misma raza humana. Pertenecemos a la misma raza humana. Tenemos como objetivo final un mismo cielo, con un mismo amigo: Dios.
¡Cuándo aprenderás a callar! Siempre quieres sobresalir y que todo el mundo se entere que tú tienes la razón. ¿No te das cuenta de que tratando de justificar tu postura, estás diciendo que los demás se equivocan? Tienes que tener mucho cuidado para no herir a nadie, ni siquiera a tu peor enemigo. No te olvides que tú eres de Cristo, que cifra toda su fuerza en el amor y quiere que la gente nos distinga precisamente por el amor. Controla tus nervios. No chilles. No te alteres aunque te sobren las razones. No pierdas los estribos, aún cuando quieran hacerte perder la paciencia. Que te distingan por tu mansedumbre, por tu serenidad, por la manera imparcial que utilizas para tratar a los demás, independientemente de que te quieran o no. Que te conozcan como persona de paz, que trata de evitar siempre cualquier enfrentamiento.