Mi?rcoles, 27 de mayo de 2009

DOMINGO DE PENTECOSTÉS – B

31 de Mayo de 2009

El Espíritu del Señor llena toda la tierra, Dios ha derra­mado su amor en nuestros corazones. Hermanos y hermanas, en este domingo de Pentecostés, que la paz de Jesucristo resucitado esté con todos vosotros.

Aspersión: Recordemos ahora, al empezar nuestra celebración, aquel día de nuestro bautismo, el día en el que empezamos a ser cristianos. Sobre nosotros fue derramada el agua de la vida nueva; el Espíritu de Dios se unió para siempre a nuestro espíritu. Invoquémoslo hoy sobre esta agua, y respondamos a cada invocación cantando: POR SIEMPRE YO CANTARÉ TU NOMBRE, SEÑOR (MD 109 / 709)

-      Te alabamos, Dios creador, que por el agua y la fuerza del Espíritu diste forma y figura al hombre y al universo. R/.

-      Te alabamos, oh Cristo, que de tu costado abierto en la cruz, hiciste manar sangre y agua, los sacra­mentos de nuestra salvación. R/.

-      Te alabamos, Espíritu Santo, que con tu potencia impetuosa haces de nosotros hombres y mujeres nuevos, testigos del Señor resucitado. R/.

Dios, Padre, bendice a tu pueblo, purifícanos del pecado y, por medio de esta agua, reaviva en noso­tros el recuerdo y la gracia del bautismo, nuestra primera Pascua. Amén.

 

Oración universal: Invoquemos ahora al Espíritu, el Padre de los pobres, el don de vida que fecunda nuestra existencia y renueva el camino de la humanidad. Oremos diciendo: VEN, ESPÍRITU SANTO.

1.   Para que en todas partes (en casa, en el trabajo, en la vida social y ciudadana) los cristianos aportemos un buen testimonio de justicia, de amor y de fe. OREMOS:

2.   Para que los que no creen en Cristo lleguen a descubrir la alegría del Evangelio. OREMOS:

3.   Para que toda persona, de cualquier lugar del mundo, pueda vivir con dignidad, con confianza, con esperanza de futuro. OREMOS:

4.   Para que la Eucaristía que nos reúne todos los domin­gos transforme nuestro corazón y nos llene de los mismos sentimientos que tenía Jesús. OREMOS:

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama de tu amor. Amén. 

Padrenuestro: Movidos por el Espíritu de Jesús, unidos a él, nos atrevemos a decir:

Invitación a la comunión: Este es el Cordero de Dios, Cristo Jesús, el vencedor de la muerte, que se nos da como alimento de vida eterna. Dichosos los invitados a la cena del Señor.

Despedida: Terminamos hoy el tiempo pascual, los cincuenta días en honor del Señor resucitado. Que él nos acompañe siempre y nos llene con su Espíritu. Podéis ir en paz, aleluya, aleluya.

CPL


Publicado por verdenaranja @ 16:51  | Liturgia
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