Reflexión publicada en el Boletín Trimestral n. 28, JUNIO-AGOSTO – 2009 “Misioneros de la Tercera Edad”.
EL CRISTIANO ANTE EL SUFRIMIENTO
Todas las corrientes religiosas y aún filosóficas tratan de encontrar una explicación al problema del sufrimiento. aunque de modo muy distinto. También el cristianismo lo hace partiendo de la revelación de Dios. Su Palabra nos enseña:
QUE EL SUFRIMIENTO ES UNA PRUEBA
Acuérdate de todo el camino que Yahvé tu Dios te ha hecho andar durante estos cuarenta años para humillarte, PROBARTE y conocer lo que había en tu corazón: si ibas o no a loria sus mandamientos (Deuteronomio 8, 2).
Por lo cual rebosáis de alegría, aunque sea necesario que por algún tiempo seáis afligidos con diversas pruebas, a fin de que LA CALIDAD PROBADA de vuestra fe… se convierta en loria de alabanza, loria y honor en la revelación de Jesucristo (1 Pedro 1,6-7).
QUE EL SUFRIMIENTO ES UNA DISCIPLINA
Yo a los que amo los REPRENDO y CORRIJO (Apocalipsis 3,19).
No te dé fastidio la reprensión de Yahvé, porque Él REPRENDE a aquél que ama, como un padre a su hijo querido (Proverbios 3,11-12).
QUE EL SUFRIMIENTO ES UN MEDIO DE SANTIFICACIÓN
Nuestros padres según la carne nos corregían y les respetábamos... Ellos nos corregían según sus luces y para poco tiempo; más él (Dios) para provecho nuestro en orden a hacernos PARTÍCIPES DE SU SANTIDAD. Cierto que ninguna corrección es de momento agradable, sino penosa; pero luego produce fruto apacible de justicia a los ejercitados en ella