Lunes, 07 de septiembre de 2009

Información sacada del programa de “Coronación Canónica de Nuestra Señora del Socorro” (16, 17, 18 y 19 de Octubre de 2008) en escrito del párroco de San Pedro de Güimar exponiendo las “RAZONES HISTÓRICAS-SOCIALES Y PASTORALES PARA LA CORONACIÓN” 

RAZONES HISTÓRICAS-SOCIALES Y PASTORALES PARA LA CORONACIÓN:
COFRADES, MAYORDOMOS Y CAMARERAS DE LA VIRGEN DEL
SOCORRO

Los vecinos de Güímar se han preocupado siempre del mantenimiento y mejora de la casa de la Virgen. Como ya hemos visto, primero fueron ermitaños y luego mayordomos los encargados de velar por el buen estado del templo del Socorro y luego por la celebración de su festividad, que se comenzó a hacer por la necesidad de agua para los cultivos de los vecinos. Primero se celebró el 18 de diciembre, día de la Expectación al Parto, de cuya fecha pasó al 26 de ese mismo mes, segundo día de la Pascua de Navidad, y finalmente al 8 de septiembre, día de la Natividad de la Virgen; no obstante, durante un corto período se llevó a cabo el primer domingo de ese último mes.

Aunque, como ya hemos dicho, la ermita del Socorro fue muy frecuentada durante el siglo XVI, fue en las primeras décadas del siglo XVII, tras su reconstrucción, cuando comenzaron a celebrarse con cierta periodicidad las fiestas del Socorro. Pero el auge de la festividad no se logró hasta el 18 de diciembre de 164323, al fundarse la Cofradía de Nuestra Señora e institucionalizarse su fiesta anual:

[...] En la Ermita de Nuestra Señora de el Socorro que es en este Beneficio de Candelaria, en diez y ocho días del mes de diciembre de mil y seiscientos y cuarenta y tres años, habiéndose hallado presentes en dicha Ermita muchos vecinos de Güímar a celebrar una fiesta que se costumbra hacer el día de la Expectación de la Virgen Santísima N. Sra., la cual hicieron y ofrecieron por las necesidades de agua que había en las sementeras, y yo el Bachiller Juan Díaz de Lugo, Beneficiado de estas Parroquiales de San Pedro de Güímar y Santa Ana de Candelaria, estando todos juntos en la puerta de dicha ermita les convoqué y junté y les hice una plática diciéndoles y aconsejándoles nombrasen a N. Sra. de el Socorro por su abogada para que fuese intercesora con su hijo precioso y les socorra en sus necesidades y en particular en sus sementeras, como se acostumbra en todas partes nombrar los labradores un santo por su abogado, y que a quién podían nombrar más bien que a la Virgen Santísima del Socorro; los cuales todos en voz alta hicieron promesa y voto de celebrar su fiesta en cada un año por dicho día y la nombraron por su abogada para que fuese intercesora y asimismo me pidieron se les hiciera y concediera fuese Cofradía para no solamente hacerle su fiesta sino para que gocen de las gracias de tales cofrades y para que se les conceda licencia de poder pedir en dicho beneficio para dicha cofradía y reparar la ermita y las cosas necesarias al servicio de ella para que esté con la decencia debida; y atendiendo el ser cosa tan justa que no se pierda la memoria tan digna de recordación por ser la parte donde apareció primero la Virgen Santísima de Candelaria y yo el dicho Beneficiado viendo los buenos deseos y voluntarios que mostraron, en conformidad de la misión que tengo de su Ilustrísima el Arzobispo mi señor para poder hacer Cofradías, Hermandades, y hacer Constituciones y otras cosas tocantes a mi iglesia se la concedí; y luego manifestando sus buenos deseos de servir a esta Virgen Santísima de el Socorro, Amaro González dijo quería ser mayordomo de dicha cofradía."

Se fijaba así la fiesta anual de la Virgen del Socorro el día 18 de diciembre, en cuya fecha se celebró en adelante hasta bien entrado el siglo XVIII. Y tres años más tarde, en 1646, "estando otra vez juntos todos los vecinos volvieron a hacer promesa y voto de celebrar dicha fiesta", y se nombraron los nuevos mayordomos de la cofradía, cargos que recayeron en Francisco Tejera y Amaro González, quienes debían cobrar y administrar las limosnas que se recaudasen en todo el beneficio, así como rendir cuentas de los ingresos y gastos realizados. En el mismo acto se aprobaron los estatutos de la cofradía, en los que destacaba la obligación de reparar: "dicha ermita y demás menesteres de ella, hasta que esté con la decencia debida, además de hacerle su fiesta en cada un año por su día".25

Esta cofradía de la ermita del Socorro continuaba en funcionamiento a comienzos del siglo XIX. Desde entonces los mayordomos de la antigua imagen y ermita del Socorro han salido de las familias Rodríguez Adrián y Núñez, quienes tuvieron "la constante devocion de cuidar de la conservación, y aseo de la Ermita, del culto de la Imagen de Nuestra Señora y de fomentarlo para edificación de los fieles". El presbítero güimarero Nicolás Rodríguez Torres ocupó dicho cargo durante 22 años, entre 1823 y 1847, acompañado por su sobrino, el sargento José Núñez Rodríguez, de 1829 a 1835; por entonces, en honor de la Virgen sólo se hacía "una funcion anual con numerosa concurrencia el dia 2° de Pascua de Navidad". La hija de éste, Josefa Núñez Hernández, fue nombrada en 1896 camarera de la Sagrada Imagen, conjuntamente con sus bisnietas Delfina y Lucrecia Pérez Rodríguez.

Por imposibilidad del sacerdote Rodríguez Torres, desde 1846 quedó encargado de la Mayordomía el teniente coronel graduado Modesto Díaz Núñez, quien dos años después, tras la muerte de su pariente, fue nombrado mayordomo en propiedad, permaneciendo en el cargo hasta su fallecimiento, ocurrido en 1851. Con motivo de la muerte de Modesto, quedó encargado del cuidado de la ermita y de su festividad, como mayordomo, su hermano el Dr. Agustín Díaz Núñez, quien con el deseo de fomentar la devoción popular, solicitó al obispo que se concediese la indulgencia a los que rezasen una Salve a la Virgen del Socorro, lo que obtuvo en 1839. Por muerte del anterior, en 1866 se hizo cargo de la Mayordomía del Socorro Narciso Díaz, hasta que en 1871 se expidió el título a favor de Nicasio García Díaz, sobrino de los Díaz Núñez, quien falleció en 1895. Y luego fue mayordomo Gregorio Ramos Cruz, notable impulsor de la romería.

Después de la muerte de don Gregorio, en 1905 se le concedió el título a los hermanos Modesto y Pedro Campos Díaz, "personas devotas y competentes, para el desempeño de dha Mayordomía", quienes recibieron por medio de inventario "las alhajas, ropas y enseres que pertenezcan á la referida Ymagen y su Ermita", y fueron facultados, se decía, "para que percibais las limosnas que los fieles consagran al Culto de la Santísima Virgen". Como mayordomos, ambos hermanos desarrollaron una memorable labor en pro de la fiesta y ermita de El Socorro durante muchos años, hasta sus respectivas muertes, promoviendo diversas obras en el incipiente caserío, como la construcción de la capilla auxiliar y su posterior restauración, así como la colocación de una lápida sobre su puerta; además, durante su mayordomía se reformó el pozo de la plaza y se construyó un aljibe para repartir agua a los romeros, con casilla para el encargado, así como un salón-depósito para elementos del enramado.

Al morir Modesto Campos en 1943, su hermano Pedro continuó en  el cargo en solitario hasta su fallecimiento en 1963. En reconocimiento a sus desvelos por la Virgen y su santuario, el Ayuntamiento de Güímar acordó en 1954, con motivo de la celebración de sus Bodas de Oro en la Mayordomía de Nuestra Señora del Socorro, "obsequiarle como muestra de gratitud y aprecio, conjuntamente con el Arciprestazgo de esta Villa, con un pergamino para constancia fehaciente de nuestro agradecimiento y felicitación". Además, ese mayordomo fue un destacado benefactor de la parroquia matriz de San Pedro Apóstol, ya que en 1930 donó a esta iglesia el bello retablo de San Pedro y la Virgen del Socorro, construido en el taller de carpintería de Teodomiro Campos.

Al quedar vacante la Mayordomía por muerte de Pedro Campos Díaz, en 1963 fueron nombrados para ocuparla otros dos hermanos, Pedro Modesto y José Agustín Campos Rodríguez, hijos y sobrinos, respectivamente, de los anteriores, quienes mantuvieron vivos desde entonces los tradicionales festejos en honor de la Virgen, con la colaboración de desinteresados colectivos güimareros, y cuidando de su ermita y capilla, que gracias a su iniciativa ha sido reedificada en dos ocasiones y hoy goza de un excelente aspecto. Tras la muerte de José Agustín en 1995, continuó desempeñando este cargo en solitario Pedro Modesto, hasta su fallecimiento en 1998, y ahora son los hijos de ambos, los encargados de continuar la tradición familiar.

En reconocimiento a los desvelos que los mayordomos han tenido siempre por mantener en perfecto estado la imagen, el santuario y la festividad de la Virgen del Socorro, el 4 de septiembre de 1999 la asociación de vecinos de dicho caserío colocó una placa de cerámica en una calle paralela a la ermita, en recuerdo de los "Mayordomos de la Virgen" Pedro Modesto y José Agustín Campos, Y por acuerdo plenario de Ayuntamiento de Güímar, aprobado el 30 de marzo de 2002, se acordó dar el nombre de "Plazoleta Mayordomos de la Virgen" a la situada en la calle La Albahaca del caserío de El Socorro.

Con respecto a las camareras honorarias de la Sagrada Imagen de la Virgen del Socorro, en el último siglo han ocupado dicho cargo las hijas, hermanas o esposas de los mayordomos. De ellas conocemos a Josefa Núñez Hernández, hija de mayordomo, que fue nombrada en 1896, conjuntamente con sus bisnietas Delfina y Lucrecia Pérez Rodríguez; Petra Díaz y Díaz, hasta su muerte en 1922; María de la Luz Fumero Pérez, esposa de mayordomo, hasta su fallecimiento en 1952; María Belén Campos Díaz, cuñada de la anterior y hermana de mayordomos, hasta su muerte en 1975; y Antonia Domínguez Sierra y María Luisa Castro Pérez, esposas de los hermanos mayordomos, hasta la actualidad.

EL EPISODIO DE LA APARICIÓN

LA PRIMITIVA ERMITA DEL SOCORRO

LA CONSTRUCCIÓN DE UNA SEGUNDA ERMITA

COFRADES, MAYORDOMOS Y CAMARERAS DE LA VIRGEN DEL SOCORRO

LA FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DEL SOCORRO Y SU CAMBIO DE FECHA EN 1837, DEL 26 DE DICIEMBRE AL 8 DE SEPTIEMBRE

ROGATIVAS CON LA VIRGEN DEL SOCORRO POR FALTA LLUVIAS


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