Jueves, 17 de septiembre de 2009

OBISPADO DE TENERIFE
Vicaría General

C/ Plaza del Adelantado 10. 38201 — La Laguna Santa Cruz de Tenerife — Islas Canarias — ESPAÑA 922 252540 — [email protected]

San Cristóbal de La Laguna, a 9 de Septiembre de 2009.

Un saludo a todas y todos.

Hemos iniciado un nuevo curso pastoral, el tercero de implementación del PDP que tiene por lema: "Haz memoria de Jesucristo Resucitado". Este Año no debiera ser uno más para todos los que hemos sido llamados por Dios a realizar este servicio educativo y evangelizador que es la catequesis. Lo digo porque, como sabemos, el objetivo preferente del curso 2009/10 es la Iniciación Cristiana.

La pastoral de la iniciación, considerada a la vez como un proceso catequético, vital y litúrgico, despierta hoy en la- Iglesia gran preocupación e interés. Pocas tareas pueden compararse a la de ayudar a que, en el seno de la Iglesia, nazcan y crezcan nuevos hijos e hijas de Dios.

Por ello, les invito, desde ya, a que dejemos encender la llama del ardor apostólico en nosotros, ante la estimulante tarea que tenemos por delante y que nos reclama un esfuerzo de reflexión y estudio para ir ensayando procesos nuevos, itinerarios diversos de los que hemos ido aplicando. Nada hay más hermoso, nos dice Benedicto XVI, que haber sido alcanzados, sorprendidos, por el Evangelio, por Cristo. Nada más bello que conocerle y comunicar a los otros la amistad con Él. Lo que el mundo necesita es el amor de Dios, encontrar a Cristo y creer en Él.

Desde esa motivación y fuerza espiritual podremos emprender, con garantías, la travesía de este curso pastoral en el que ya está instaurado entre nosotros el catecumenado. Desde ahora, todas las personas, a partir de los siete años, que no hayan recibido el bautismo y quieran ser cristianas, han de iniciar este proceso catecumenal. Esto, sin duda, pedirá de todos los párrocos y catequistas laicos, una mejor y diversa atención de los catecúmenos y catequizandos que se acercan a nuestras parroquias.

Hermosos, bellos, ilusionantes desafíos tenemos por delante. Ayudar a "Nacer a la fe", desde la primacía de la iniciativa de Dios. Acompañar a otras y otros a pasar de la no fe a la fe; de no ser cristianos a serlo. ¡Qué estupendo!

Ahuyentemos la rutina al inicio de este curso catequético; conjurémonos para orar y formarnos con el material que ya ofrece la delegación para capacitamos mejor, por amor a Dios y a los catequizandos, de cara a estos retos decisivos para el presente y futuro de la Iglesia. Apoyémonos unos a otros. Con Él y con todos, esta nave que ahora zarpa llegará a buen puerto.

 

Antonio M. Pérez Morales
Vicario General


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