Orientaciones ante la instauración del catecumenado enviadas por el Vicario General de la Diócesis de Tenerife.
a) Para adultos no bautizados –mayores de edad- (se sigue el itinerario del RICA)
1. Realizar una acogida cercana al quien pide el bautismo, para iniciarse en la fe cristiana. Esta acogida es muy importante para conocer las intenciones y motivaciones del solicitante, para presentarle con ilusión y realismo el itinerario del catecumenado, y para conocer su situación personal (por ejemplo, si está en situación irregular reversible o irreversible). Si su situación personal impide un proceso catecumenal, hay que cuidar mucho la acogida y el diálogo para no cerrar los cauces de encuentro con Cristo y su Iglesia.
2. El servicio para el catecumenado creará un grupo en el área metropolitana y, si es posible, en otras zonas. Para los casos que por la distancia o por otra razón no puedan formar parte de ese grupo, el seguimiento del proceso catecumenal se hará en la parroquia.
3. El lugar propio de la celebración de los ritos del catecumenado es la Catedral. Pero también en la parroquia se pueden celebrar algunos los ritos.
Los ritos de Admisión al catecumenado, de la Entrega de la Biblia, de la Entrega del Credo y de la entrega del Padrenuestro, se pueden realizar en la parroquia. También los ritos del Escrutinio, exorcismo y unción prebautismal se pueden realizar en la parroquia.
Los ritos de Elección e inscripción del nombre, además de la celebración del Bautismo, Confirmación y Eucaristía serán en la Catedral (o si el Obispo lo cree conveniente en la parroquia).
4. Los ritos propios de la catedral, los presidirá el Obispo. Los ritos o celebraciones que se pueden celebrar en las parroquias, los presidirán el párroco o en su defecto, en una situación muy excepcional, el catequista. La decisión de la celebración de todos los ritos en la catedral dependerá del Obispo.
5. Tras el periodo de precatecumenado, las celebraciones serán: el rito de admisión en el catecumenado que se realizará el primer domingo de Adviento, teniendo lugar los demás ritos (entrega Biblia, entrega símbolo de fe, entrega padrenuestro) en los domingos posteriores antes del comienzo de la cuaresma. El rito de Elección e inscripción del nombre será el primer domingo de cuaresma, teniendo lugar los demás ritos (escrutinios, exorcismo, unción prebautismal) en los siguientes domingos de Cuaresma. La celebración de los sacramentos de la iniciación cristiana será durante la Vigilia Pascual o el día de Pascua.
6. Cada proceso es personal. El catecúmeno va realizando su propio itinerario de profundización en la fe y en el misterio de Cristo y de la Iglesia, por lo que el tiempo oportuno para celebrar los sacramentos de la IC debe salir de un discernimiento personal del catecúmeno con su párroco, catequista y/o padrino. El tiempo mínimo para el catecumenado es de dos años.
7. En caso de formar un grupo, cada catecúmeno elegirá su padrino conforme a lo que pide el derecho para serlo. En caso de realizarlo en la parroquia, esta sería muy conveniente que ofreciera un catequista que acompañe al catecúmeno en su proceso, que dialogue con él, que escuche sus preguntas y dificultades. Por eso, se recomienda en ese caso que el catequista sea a su vez el padrino. También puede serlo el párroco u otro miembro de la comunidad siempre y cuando haya hecho el camino con el catecúmeno.
8. La comunidad cristiana debe participar siempre pues la iglesia local, debe entender y mostrar que la iniciación cristiana es cosa suya y asunto que atañe a todos los bautizados. Además la comunidad cristiana debería mostrar el espíritu de comunidad a los candidatos, recibirlos en las familias, dialogar con ellos, participar en las celebraciones propias del catecumenado, incluso dar testimonio justo y prudente a cerca de los catecúmenos (RICA nº 44). La IC no es algo privado, sino que exige la dimensión comunitaria para que se realice plenamente.
9. En cuanto a los materiales o itinerarios a seguir, podemos acudir a: el catecismo “Esta es nuestra Fe” de la CEE; a los materiales que tiene nuestra diócesis de catequesis de adultos, que son de inspiración catecumenal; podría ser útil, además, el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica o cualquier otro material de formación de adultos que sea de inspiración catecumenal que sea conocido por el responsable del catecumenado en la diócesis.
10. Si se trata de un adolescente, habría que procurar integrarlo en el grupo de Confirmación si lo hay, pero teniendo claro que lleva un proceso especial: unos ritos, signos y preparación determinada. Además, la comunidad parroquial debe estar al tanto de este proceso. No debe ocultarse su proceso personal por participar del grupo. Este puede ser una buena ayuda para su proceso, pero no puede excluir el acompañamiento personal con el párroco, catequista y/o padrino.
b) Para adultos o jóvenes que no han completado su proceso de iniciación cristiana (están bautizados, pero no han recibido o la Confirmación o la Eucaristía).
1. No estamos ante un catecumenado en sentido estricto, sino que se realizará una catequesis de inspiración catecumenal. Se han de valorar las intenciones y la situación de la persona que desea iniciarse en este proceso.
2. Se realizará, normalmente, en la parroquia. El responsable de la preparación puede ser directamente el párroco o un catequista nombrado al efecto para esta tarea. Si hay grupo, incorporarlo al grupo, si no hay, el proceso debe ser personalizado.
3. El padrino, que puede ser el catequista, ha de tener un papel importante en el acompañamiento del proceso. No sólo debe estar para la celebración del sacramento, sino participar activamente en las demás celebraciones y en su iniciación cristiana.
4. Se debe mantener la unidad de sacramentos en la iniciación cristiana. Procurando que si no ha recibido la Eucaristía, ni la Confirmación, los pueda recibir en la misma celebración.
5. La comunidad cristiana debe participar siempre pues la iglesia local, debe entender y mostrar que la iniciación cristiana es cosa suya y asunto que atañe a todos los bautizados. Además la comunidad cristiana debería mostrar el espíritu de comunidad a los candidatos, recibirlos en las familias, dialogar con ellos, participar en las celebraciones propias del catecumenado, incluso dar testimonio justo y prudente a cerca de los catecúmenos. La IC no es algo privado, sino que exige la dimensión comunitaria para que se realice plenamente.
6. No se trata de unas reuniones para preparar la celebración inminente del sacramento a recibir, sino que se trata de un itinerario en el que se valora y reflexiona cuando es el momento de dar el paso para recibir el sacramento. Como mínimo debe ser un año.
7. Para la preparación se pueden utilizar materiales diversos. Se debe tener en cuenta a los destinatarios, su edad y ambiente cultural. Además los materiales auxiliares sean de inspiración catecumenal.
8. Puesto que el proceso que siguen es de inspiración catecumenal, se recomienda encarecidamente seguir los ritos propios del catecumenado: la presentación en la comunidad, la entrega de la Biblia, del Credo y del Padrenuestro, la entrega de la cruz, etc. Es conveniente que la celebración de los sacramentos se realice en el tiempo de Pascua, para expresar mejor el sentido de la vida en Cristo, la nueva vida de la Pascua.
9. En caso de que sea un grupo solo de Confirmación (es decir que todos hayan participado ya de la Eucaristía), es necesario ponerse en contacto con el obispo para coordinar la recepción del sacramento. En nuestra diócesis será normalmente el Obispo o un Vicario quienes presidan la celebración. En caso de que además en el grupo haya alguno que vaya a recibir por primera vez la Eucaristía, la recibirá en la misma celebración en que recibe el sacramento de la Confirmación.
c) Para niños mayores de 7 años, que se acercan a la catequesis de primera comunión pero no están bautizados.
1. Es importante conocer esta situación en el momento en que se realiza la matrícula del niño/a en la catequesis parroquial: La familia debe ser informada desde el primer momento de esta situación. No se deben incorporar al proceso de catequesis normal, como si fuera uno más. Con estos niños debemos también desarrollar el proceso del catecumenado, por tanto desde el comienzo aclarar a los padres y al niño su peculiaridad. Formará parte del grupo, pero habrá momentos puntuales en los que recibirá un acompañamiento personalizado.
2. Los responsables de acompañar su proceso son la comunidad parroquial, el párroco, el catequista y/o el padrino. Es bueno además que el niño se sienta acompañado por el grupo, para vivir su despertar en la fe y para aprender a vivir la fe en comunidad.
3. Cada proceso es personal. Cada catecúmeno va realizando su itinerario de profundización en la fe y en el misterio de Cristo y de la Iglesia (itinerarios diversificados), por eso, el tiempo oportuno para celebrar los sacramentos de la IC debe salir de una reflexión personal del catecúmeno (y sus padres al ser un niño) y de un diálogo con su párroco, catequista y/o padrino. El tiempo mínimo para el catecumenado son dos años.
4.- No se debe celebrar el sacramento del Bautismo como una realidad independiente de la Eucaristía, en privado y para salir al paso con vistas a que el niño/a esté bautizado para poder acceder a la Primera Comunión. Sería muy conveniente además, que la celebración del Bautismo y de la primera Eucaristía se celebrara a la vez, para mantener la unidad sacramental de la iniciación cristiana. En el caso de que reciba el Bautismo y la Eucaristía en la misma celebración, su grupo deberá también acompañarlo junto con la comunidad cristiana. Si el niño/a los recibe por separado- por razones fundadas también su grupo debería participar en su bautismo. En caso de que el niño/a catecúmeno recibiera antes que su compañero los sacramentos del Bautismo y la Eucaristía, él debería también participar activamente en la primera Eucaristía de sus compañeros de grupo (leyendo las peticiones, renovando sus promesa bautismales, etc.).
5. A lo largo del proceso catecumenal, se deben seguir los ritos y celebraciones propias del catecumenado bautismal, haciendo partícipe al grupo de catequesis y a la comunidad en estas celebraciones. La dimensión comunitaria y eclesial es fundamental en el proceso del catecumenado.
6. La celebración de los ritos sería bueno que estuviera adaptada a la edad de los catecúmenos, y también que puedan participar sus compañeros en las celebraciones. Los ritos a realizar son: el rito de admisión en el catecumenado que se realizará el primer domingo de Adviento, teniendo lugar los demás ritos (entrega Biblia, entrega símbolo de fe, entrega padrenuestro) en los domingos posteriores antes del comienzo de la cuaresma. El rito de Elección e inscripción del nombre será el primer domingo de cuaresma, teniendo lugar los demás ritos (escrutinios, exorcismo, unción prebautismal) en los siguientes domingos de Cuaresma. La celebración de los sacramentos de la iniciación cristiana será durante la Vigilia Pascual o el día de Pascua.
7. Es conveniente que el niño/a participe antes de ser bautizado de las celebraciones penitenciales comunitarias, pues aunque no pueda participar activamente del sacramento de la Reconciliación con su grupo por no estar bautizado, sí que puede ir preparándose para profundizar en el camino de la conversión y en el poder de la misericordia divina, para que tras su Bautismo y primera Eucaristía, esté capacitado para acudir al sacramento de la reconciliación.
8. En cuanto a los materiales a utilizar, el niño/a seguirá el material de su grupo de catequesis, puesto que los materiales de primera comunión son de inspiración catecumenal. En nuestra diócesis, el Obispo ha puesto como texto base el Catecismo Jesús es el Señor de la CEE, además de las indicaciones propias para el proceso catecumenal.