Viernes, 30 de octubre de 2009

El genocidio ucranio se enseñará en las escuelas de Misiones
Posadas (Misiones), 26 Oct. 09 (AICA)
  

El obispo auxiliar de la Eparquía Ucrania, monseñor Sviatoslav Schevchuk, y el ministro de Educación y Cultura provincial, licenciado Hugo Mario Passalacqua.

En la pro catedral ucrania San Vladimiro, de Posadas, se realizó el viernes 22 de octubre, a las 10, el solemne acto de entrega a las autoridades educativas de la provincia de Misiones de material didáctico destinado a los establecimientos escolares de toda la Provincia, con datos históricos y filmaciones de los tristes acontecimientos acaecidos en Ucrania en los años 1931 y 1932, denominado “Holodomor”.

     Tras las palabras de bienvenida y presentación del tema a cargo del profesor Juan Eduardo Montiveros, dirigió la palabra monseñor Schevchuk, quien al concluir hizo la entrega simbólica al ministro de Educación provincial del material didáctico destinado a las escuelas y colegios de la provincia de Misiones.



Palabras de monseñor Sviatoslav Schevchuk

 
    Estimadas autoridades del gobierno de la provincia de Misiones, queridas personas consagradas, queridos feligreses de esta comunidad, apreciados jóvenes y niños.

    Los acontecimientos que se vivieron en Ucrania en los años 1932 y 1933 son poco conocidos, más aún el hecho de que existieron no solo un holodomor, sino tres genocidios.

     Es decir de los años 1921 a 1923, 1932 y 1933, y 1945 y 1946. De los tres el más terrible fue el segundo. Es difícil cuantificar la cantidad exacta de vidas que se perdieron. Pero por medio de investigaciones recientes sobre el tema, podemos afirmar que solo en la hambruna del 32-33 fallecieron como mínimo cuatro millones y medio de personas y si hablamos de los tres genocidios holodomores la cifra alcanza la suma de 16 millones y medio de personas.

     La hambruna fue un arma bien programada por el gobierno de la Unión Soviética, pensada como destructora de masas y experimentada por una ideología alienante. Dicha arma podríamos describirla en tres etapas.

     Primera: aislar el territorio étnico de los ucranios desde el punto de vista ideológico, informativo y militar; segunda: la confiscación forzada de todos los alimentos que tenia la gente y que producía la tierra, y tercera: dejar morir a la gente de hambre.

     Morir de hambre es tan doloroso que una mujer ucrania que padeció la hambruna cuando niña y después fue prisionera de Auschwitz, afirmó que comparados ambos padecimientos el sufrimiento por el hambre era peor que lo sufrido en el campo de concentración mencionado, porque en Auschwitz daban de comer.

    Todos los sobrevivientes del holodomor afirmaban que padecer hambre es peor que sufrir la guerra porque en la guerra algunos sobreviven pero de hambre mueren casi todos.

    Así como la Argentina recuerda y estudia los acontecimientos dolorosos de su reciente historia, en donde también ha existido el dolor por la desaparición física de seres amados por manos de una dictadura alienante, como también aquellos hechos dolorosos como la shoa (el holocausto judío), el genocidio armenio, el genocidio en Ruanda, el Holodomor en Ucrania es uno de estos acontecimientos, que aparte de ser doloroso, se lo ha querido no solo ocultar sino hasta tratar de olvidarlo en los pliegues de la historia, este dolor que padeció un pueblo como el ucranio afectó al tejido de la humanidad.

    Por ello el papa Juan Pablo II en su carta dirigida a nuestro patriarca Lubomyr Husar en referencia a esos tristes hechos decía: ”El recuerdo de los acontecimientos dramáticos de un pueblo, además de ser en sí mismo justo, resulta muy útil para suscitar en las nuevas generaciones el compromiso de ser, en toda circunstancia, centinelas vigilantes del respeto de la dignidad de todo hombre. Asimismo, la oración de sufragio que brota de ese recuerdo es para los creyentes bálsamo que alivia el dolor y súplica eficaz al Dios de los vivos, para que conceda el descanso eterno a cuantos fueron injustamente privados del bien de la existencia. Por último, la debida memoria del pasado adquiere un valor que supera las fronteras de una nación, alcanzando a los demás pueblos que fueron víctimas de acontecimientos igualmente funestos y pueden encontrar consuelo al compartirla” (Papa Juan Pablo II con ocasión de cumplirse el 70º aniversario de Holodomor).

    El hambre no solo lastima el cuerpo, sino que también lo hace con el alma humana y genera un miedo, miedo que quita la voluntad de resistir a toda aquella ideología que ataque la libertad del hombre, que se transmite de generación en generación. Estas heridas se pueden sanar por medio de la memoria, recordar estos hechos es muy importante no solo para sanar las heridas del pasado, sino para prevenir que nunca más vuelvan a ocurrir actos que lastimen a la humanidad.

Recordar para sanar, para prevenir y para liberar.
     He aquí la importancia de la decisión de las autoridades educativas de la provincia de Misiones, que no solo es la primera provincia en el mundo que decide incluir el tema del genocidio ucranio en sus contenidos programáticos para su estudio y análisis de las futuras generaciones de misioneros, sino que también es la primera en contribuir a lograr un remedio eficaz para sanar, para prevenir y para liberar.

    Tengo la esperanza de que los congresistas misioneros, como también el ministro de Educación de la provincia de Misiones, lleven esta iniciativa al Consejo Federal de Ministros de Educación de la Argentina.

    Así Misiones se transformará en un impulsor para que el genocidio ucranio Holodomor sea estudiado por todos los argentinos para sanar, para prevenir y liberar.

    Estimado señor intendente de la ciudad de Posadas, apreciado presidente del Concejo Deliberante de la Ciudad de Posadas, no quiero dejar pasar la oportunidad para agradecer el gesto de cedernos una de las plazoletas de la avenida Costanera para erigir el futuro memorial al holodomor, monumento que contribuirá de manera visible a recordar para sanar, para prevenir y liberar.

    Estimados señoras y señores, queridos jóvenes y niños, en este momento solemne les estamos entregando el material didáctico que permitirá el estudio de estos temas. La solemnidad de este hecho histórico, nos habla que no solo estamos entregando un material más, que aumentará el patrimonio de una biblioteca escolar, sino que estamos entregando en sus manos los dolores, las lágrimas, la desesperación y la muerte de millones de personas, entre ellas niños, jóvenes de la nación ucrania, sino que también entregamos la esperanza de que tanto horror, hechos injustos como los que memoramos, ninguna generación los vuelva a sufrir.


Publicado por verdenaranja @ 22:41  | Hablan los obispos
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