Artículo publicado en la revista Iglesia Nivariense de la Diócesis de Tenerife, número 97, NOVIEMBRE 2009, en la sección LA CALLE OPINA”.
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Salvador Fernández
En marzo próximo, D.m., cumpliré 76 años, y en diciembre cumpliremos nuestras Bodas de Oro –50 años de casados–, fruto de lo cual hemos construido una numerosa familia de la que nos sentimos orgullosos.
Como pueden suponer no todo ha sido camino de rosas, pero a lo largo de los años, con esfuerzo y trabajo en equipo, nos hemos enriquecido colaborando con Aspronte durante muchos años, también en actividades eclesiales como el Sínodo diocesano, Cursillos de Cristiandad, Encuentros de Matrimonios, Prematrimoniales, Revista Diocesana y en Medios de comunicación durante muchos años. Que duda cabe que eso nos ha supuesto trabajo, pero ha merecido la pena.
Y fruto de esa convicción, del dialogo y la generosidad, y del perdón nuestra vida matrimonial ha sido un regalo por el que diariamente damos gracias a Dios.
El paso de los años y los achaques propios de la edad ciertamente nos limitan pero no debe servirnos para tirar la toalla alegando que estamos viejos o enfermos.
Públicamente quiero agradecer a mi esposa su valiosísimo apoyo y sus acertados consejos a la hora de escribir, evitando caer en lo soez y ordinario en que muchos de nuestros políticos nos tienen acostumbrados, más bien diría escandalizados.
Compadezco a nuestros políticos honestos –que los hay– cuando por aquello de "disciplina de partido no" libran la batalla que su cargo y los Evangelios, les exigen.
Es tiempo de salir de las sacristías, de no consumir productos de quienes no respetan ni a nuestro Papa, ni a nuestros principios. Tiempo de dejar a un lado los paños calientes, de meterle las gallinas en el corral a cuantos no nos respetan.
Termino compartiendo con los lectores el problema que tengo planteado cara a las próximas elecciones: no sé a quién votaré. No me consuela que, como yo, miles de votantes piensen lo mismo, por lo que no ha de extrañarnos que aumente el número abstenciones.
Cuando vemos como se derrochan los fondos gubernamentales, mientras numerosas familias pasan hambre, cuando el paro sigue aumentando mientras importantes obras están bloqueadas por motivos políticos, cuando se aprueban leyes que dan luz verde al aborto –luego seguirá la eutanasia– creo que es tiempo de potenciar la denuncia profética, con valentía y constancia. Lo que no es de recibo es que, por motivos políticos, numerosas obras estén bloqueadas.